Entrevista a Antonio Beltrán Pueyo
Antes de hablar de tu libro, me gustaría saber qué te llevó a escribirlo. En tu biografía he leído que eres Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y luego te has dedicado al mundo de la empresa. ¿En qué momento te apartas del mundo de las corporaciones para meterte en la psicología?
El origen de la llamada está en la infancia, aunque hay factores que me condujeron a ello en la edad adulta. El cambio oficial en mi vida profesional se dio después de dieciocho años llevando negocios familiares. A pesar de que eran prósperos, yo cada vez me encontraba peor, afectiva y físicamente. Me costó mucho darme cuenta de que la única forma de no poner en peligro mi salud era asumir que me estaba aburriendo. Así que me decidí a abandonar la seguridad, la vida acomodada. Por aquel entonces, ya estaba casado y tenía un hijo, así que me costó mucho dar el paso, sobre todo porque siempre me habían inculcado que los negocios eran necesarios para ganarse la vida. Fui, entonces, al homeópata y él me recomendó ir a terapia Gestalt y ahí conecté con ella
Me encontré conmigo mismo por primera vez. Fue muy bello y duro a la vez. Descubrí que había otra vida más allá de la que tenía, que todo era una cuestión de perspectiva. Esa fue mi llamada de Hermann Hesse, que me hizo reflexionar. Conecté con una llamada que ya venía de mi infancia.
