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Unity: Una búsqueda de la Verdad
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Ebook86 pages1 hour

Unity: Una búsqueda de la Verdad

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En este libro de Unity de gran venta, el reverend Eric Butterworth explora los cimientos y el surgimiento de las enseñanzas de Unity. Aprende por qué Unity es un “movimiento de conciencia” en lugar de una “religion”.
LanguageEspañol
PublisherBookBaby
Release dateJan 1, 2007
ISBN9780871597236
Unity: Una búsqueda de la Verdad
Author

Eric Butterworth

Eric Butterworth (1916-2003), often referred to as a "Twentieth Century Emerson," is considered a legend and spiritual icon in the Unity Movement. A visionary and an innovator, he originated the Spiritual Therapy Workshops. The author of sixteen bestselling books on metaphysical spirituality, a gifted theologian, philosopher, and lecturer, Butterworth was a highly respected New Age pioneer and innovator of New Thought, whose life was dedicated to helping people to help themselves.

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    Book preview

    Unity - Eric Butterworth

    Butterworth

    Capítulo 1

    La corriente inexorable de la Verdad

    Un avión lleno de clérigos regresaba de una convención religiosa en Honolulu. Acabando de pasar un punto en que ya el avión no podía volver atrás, uno de los motores dejó de funcionar. Obedientemente, una azafata caminó por el pasillo central y aseguró que todo estaría bien.

    Creyendo que la joven necesitaba alguna seguridad para sí misma, uno de los ministros dijo: Señorita, no tenemos que preocuparnos por nada. Hay ocho obispos a bordo. La azafata respondió: Gracias, señor, comunicaré ese mensaje al capitán.

    Ella regresó pronto. El ministro dijo: Veo que se lo dijo al capitán. ¿Qué dijo él? La chica replicó ásperamente: El dijo que le hubiera gustado más tener cuatro buenos motores.

    Hay millones de gente en el mundo hoy día que o han renunciado a la religión o nunca han creído en ella. Esa gente en realidad dice: Prefiero tener un buen empleo, dinero en el banco, un cuerpo saludable, un núcleo de seres amados, un mundo en paz, que la promesa de una recompensa en una incierta vida futura después de la muerte. En otra época esas palabras hubieran sido consideradas pura herejía. Hoy día esas palabras son una reacción tan común que a duras penas causan sorpresa.

    Con las maravillosas innovaciones de la ciencia moderna a muchas personas no les parece que los obispos u otros líderes espirituales sean muy necesarios porque tenemos máquinas para nuestros autos, botes, ascensores y lavadoras, y motores de reacción para nuestros aeroplanos.

    Por enfermedad, vamos al médico; por guía, vamos a un psicólogo; por el pan nuestro de cada día, recurrimos al mundo mercantil. Podríamos decir que muchas personas, aunque van regularmente a su iglesia los domingos por la mañana, lo hacen más por prestigio o por costumbre que por una verdadera búsqueda de la Verdad.

    Pero la costumbre de ir a la iglesia es un buen hábito. Sería bueno que mucha gente lo cultivara. Sin embargo, es dudoso que haya un gran resurgimiento de interés en ir a la iglesia, a menos que no sea con los propósitos de respetabilidad convencional, hasta que haya un renacimiento de lo práctico, demostrable y científico en su ética.

    Una religión, para ser una influencia contemporánea, debe ser redefinida para toda generación a la luz del pensamiento de esa época. Pocas religiones en la historia han hecho eso. Por tanto, la religión se ha valido invariablemente de símbolos, rituales, formas, dogmas y de una veneración que con el tiempo se vuelve un poco más que mecánica.

    Y, sin embargo, somos irremediablemente religiosos. Hay una inquietud interna en nosotros que nunca se satisface completamente hasta encontrar a Dios. Como dijo Michel Eyquem de Montaigne: Nacemos para encontrar la Verdad. En nuestra época la búsqueda de la Verdad normalmente se hace con afán (aun por muchos que son religiosos formal-mente) en la psicología moderna, filosofía, existencialismo, yoga, o budismo Zen, las ideologías políticas y las obras místicas de poesía. Para muchos, esto lleva al campo de la metafísica y lo que se llama el Nuevo Pensamiento. Tal vez te haya guiado a este libro.

    Si Unity fuera una secta en el cristianismo, con credos establecidos y formas tradicionales de veneración, sería relativamente sencillo contestar la pregunta, ¿Qué es Unity? Por razones que se volverán obvias a medida que estas lecciones se desenvuelvan, este no es el caso, y la pregunta no tiene una contestación simple. Vamos a dar una idea general del fondo, los ideales, los objetivos de Unity; pero en último término la pregunta, ¿Qué es Unity? será contestada por ti en términos de lo que Unity significa para ti.

    No es fácil señalar una fecha como el principio de Unity. Como movimiento, Unity comenzó en las mentes de Charles y Myrtle Fillmore, dos serios investigadores de la Verdad que pasaron sus vidas en una tenaz búsqueda a través de religiones y filosofías del mundo. Si debemos decidir por un movimiento particular como el punto inicial de lo que hoy día creemos que es el movimiento Unity, podríamos decir que fue en Kansas City en la primavera de 1886.

    Charles y Myrtle Fillmore, enfrentado una crisis física y financiera que parecía insuperable, asistieron a una conferencia del Dr. E. B. Weeks, representante del Illinois Metaphysical College, dirigido en aquel entonces por Emma Curtis Hopkins. Algo extraño sucedió a Myrtle Fillmore en esos momentos. No fue una experiencia mística o una con-versión emocional. Sencillamente fue que al salir de la conferencia una convicción —nueva, diferente, liberadora, transformadora— resplandecía en su corazón y mente. Había sido criada creyéndose víctima de una debilidad hereditaria y estaba viviendo en aquel tiempo bajo la opinión médica de que tenía sólo unos pocos meses de vida debido a una condición tubercular. Ella salió de la reunión repitiendo una y otra vez en su mente: Soy una hija de Dios y, por lo tanto, no heredo

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