Voces De Mi Gente: La Vida Real De La Mayoría De Los Países Centroamericanos Y De Sus Habitantes

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Número de Control de la Biblioteca del Congreso:           2011912020

ISBN:              Tapa Dura                                     978-1-6176-4333-0

                        Tapa Blanda                                   978-1-6176-4335-4

                        Libro Electrónico                           978-1-6176-4334-7

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ÍNDICE

PRÓLOGO

PRIMERA PARTE

ETERNA POBREZA Y SUS CONTRIBUYENTES

PECADOS DE LOS PADRES

TORMENTA Y BARCAS DEL PACÍFICO

NIÑOS DEL BASURERO

72 AÑOS DE MISERIA

INGRATOS DERRUMBES

SEGUNDA PARTE

INSEGURIDAD PÚBLICA

LAS MARAS

EL BUS DE LA MUERTE

LA TRAGEDIA DE MI ALIADA

HIJO DESOBEDIENTE

PEQUEÑOS DELINCUENTES

AGRADECIMIENTOS

En memoria de difunta Eugenia Gómez Vela

y

difunta Heidi Eunice Pérez Gómez

Para decir la verdad, poca elocuencia basta

—Sócrates.

PRÓLOGO

La violencia es una actitud que ha venido desde los principios de la vida, ligada de la mano del hombre. Hay que recordar que el primer homicida fue Caín quien mató a su propio hermano Abel. Pero la violencia del ser humano ha ido en aumento, alcanzando índices verdaderamente alarmantes, ya que se han conjugado varios elementos que han elevado los índices en nuestras regiones, especialmente en la región Centroamericana.

Dentro de los elementos que han contribuido a la violencia resaltan: La falta de oportunidades, el desempleo, la pobreza extrema, la deportación de inmigrantes ilegales y sobre todo, la desigualdad entre los seres humanos. Una desigualdad que se ha creado gracias a los diferentes sistemas socioeconómicos y políticos, donde los pobres son cada día más pobres y los ricos son cada día más ricos. Un entorno donde el amor por el prójimo se ha perdido, donde la solidaridad ya no existe, donde los políticos siguen engañando a la gente con promesas que nunca piensan cumplir.

La mayor parte de Centroamérica, es una región que más ha sido lastimada por la pobreza extrema, la falta de apoyo a las familias de las aéreas marginadas y del área rural, donde los niños no tienen la oportunidad de asomarse a la puerta de una escuela y no digamos a una universidad. Familias extremadamente pobres que se ven en la obligación de integrar a sus hijos desde los 5 años a tener que contribuir con el sostenimiento del hogar, haciéndolos trabajar y privándolos del derecho a una educación que les permita salir de la pobreza en la que se encuentran. Lo más lamentable es que los lugares de trabajo representan un serio peligro tanto para el desarrollo de esos niños como para su vida, ya que dichos niños trabajan en los vertederos de basura y otros lugares altamente peligrosos, donde muchos han fallecido.

Es lamentable ver como día a día, las diferencias entre los seres humanos son abismales y estas van generando una sociedad violenta, donde los políticos se han encargado de crear un nuevo tipo de guerra. La Guerra entre los Pobres y los Ricos donde se fomenta el odio y la violencia hacia los que sí tienen y hay que quitárselo con violencia. Pero el flagelo de los que tienen y los que no tienen, viene desde tiempos antiguos, cuando la tierra quedó en manos de unos pocos y la mayoría se quedó sin nada.

Tristemente nos hemos convertido en una sociedad violenta. La violencia es un virus que ha contagiado a todos, una sociedad que al ver a un ladrón robar un objeto grita, agárrenlo que es ratero quémenlo vivo para que aprenda Y eso, nos convierte en criminales también, porque tomamos la ley en nuestras propias manos y nos excusamos con la frase Si las autoridades no hacen su trabajo, nosotros tomamos la justicia en nuestras manos Eso no es más que el reflejo de la sociedad violenta en la que nos hemos convertido.

Debemos de comprender que el cambio no está en los gobiernos, ni en los políticos. El cambio está en nosotros mismos, en querer cambiar la violencia por la convivencia pacífica, pero el mal ya está hecho. La diferencia entre los seres humanos es abismal y estrecharla será un trabajo muy difícil que tomará mucho tiempo. Amigo lector, empecemos nosotros el cambio y vivamos en paz y armonía.

VOCES DE MI GENTE PRIMERA PARTE

ETERNA POBREZA Y SUS CONTRIBUYENTES

Existen varios factores que contribuyen a la pobreza y a la extrema pobreza, entre ellas destacan: La falta de alimentos, educación, falta de oportunidades de empleo, desastres naturales, políticas de gobierno erróneas, imperialismo desmedido, delincuencia y muchos más.

La Pobreza y la humanidad siempre han ido de la mano, especialmente en aquellos rincones de países latinoamericanos que figuran con altos índices de analfabetismo.

Vivir en la pobreza, ser víctima de la delincuencia o sufrir efectos de la naturaleza, es parte de la vida cotidiana de muchas familias en estas regiones.

Desde tiempos antiguos, la escasez de alimentos y el hambre se han ido apoderando de numerosos círculos familiares en los pueblos de la comarca centroamericana. En esta parte del mundo, no es sorpresa encontrar personas y familias completas pasando grandes aflicciones para conseguir una rodaja de pan para alimentar a sus hijos.

El subdesarrollo, es parte de la raíz que da origen a la pobreza y a la extrema pobreza en gran parte de Latinoamérica. Aunque la pobreza abarca varias dimensiones, se debe entender que ésta se conoce generalmente como: La falta de bienestar en las familias, la poca accesibilidad y obtención de los servicios básicos y la falta de oportunidades para alcanzar mejores condiciones de vida.

En el continente americano, la miseria ataca mayormente a nuestros países de habla hispana. En la actualidad, persiste una gigantesca desigualdad económica generada durante la distribución de las riquezas y la colonización de nuestros pueblos. Para nadie es secreto que la repartición de los bienes durante y después de la conquista de Iberoamérica fue duramente injusta.

Hasta hace pocas décadas, se podía contar con los dedos de la mano, el número de familias que habían abarrotado los terrenos de la comarca Latinoamericana y sus bienes.

Durante la primera mitad del siglo XX, en el continente americano, la pobreza fue mayor mente un problema social que tenía sus orígenes en el área rural. Basta parte de pobladores y vecinos de los países latinoamericanos eran víctimas de todo tipo de carencias.

En aquellos tiempos, muchos seres humanos perdieron la vida por la escasez de alimentos. Lo peor del caso, es que a nadie parecía importarle la situación de pobreza que nuestra gente se encontraba atravesando. Los poderosos de aquel entonces, se encontraban demasiado ocupados robando a sus anchas los bienes que los nativos del continente americano poseían.

El saqueo sin conciencia de los bienes materiales, y el despojo de la tierra de mucha gente, evidenciaba la miseria en el área rural. La decadencia y pobreza de muchos campesinos, era superada en gran número comparado con el área urbana ya que ésta se encontraba atada a estructuras conservadoras de la tenencia de la tierra, la explotación económica y la represión política.

Durante aquella época, los estratos sociales en el área rural eran a todas luces visibles. Las personas alejadas de ciudades industrializadas tenían un nivel muy bajo de vida. La mayoría de los trabajadores percibían un salario mínimo y agonizante; en el caso de aquellas personas que tenían la suerte de encontrar un empleo estable. Había un mayor número de individuos que se encontraba desempleado y se veía en apretadas situaciones que demandaban arreglárselas o delinquir para conseguir el sustento de sus familias.

Hasta la fecha, a muchos terratenientes les ofende hablar de la tenencia de la tierra y de la pobreza. Parece que con el transcurrir del tiempo, muchos han preferido olvidar de cómo sus familiares se hicieron de grandes fortunas. Otros prefieren pensar que sus familias con un esfuerzo continuo, de manera legal y de buena fe, lograron adquirir todo lo que tienen. Pero la historia no se puede cambiar, el tormento a la dignidad humana y el