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ien dice el gran Alfonso Reyes: nes y las mujeres de sus súbditos, pero sobre todo, de los
"Estamos tejidos de la sustancia bienes ajenos, porque los hombres olvidan antes la muerte
de los libros mucho más de lo del padre que la pérdida del patrimonio.
que a simple vista parece. Aun los ras- En el mismo tono hace notar que no está en manos de
gos más espontáneos de nuestra con- ningún dirigente evitar los atentados, pero que en cual-
ducta y nuestras más humildes pala- quier caso, se les debe razonar como producto de la firme
bras tienen detrás, sepámoslo o no, decisión de los hombres de carácter, ya que a quien no le
una larga tradición literaria que vie- importa morir, no le asusta quitar la vida.
ne empujándonos y gobernándonos." Añade, como signo de inteligencia y virtud innata, evi-
Por ello, en este número de Gaceta tar a los aduladores, porque son mercenarios, desleales y
queremos recomendarte cuatro libros valientes ante los amigos, pero cobardes frente a los ene-
que no debes dejar de leer. migos, y no tienen otro motivo que los lleve a la batalla
más que la paga del poderoso.
Abiertamente expone su
El príncipe, de disgusto por la neutralidad,
porque en ella advierte intere-
Nicolás Maquiavelo ses ocultos y, sin medias tintas,
Julio Bautista exige como ejemplo de verda-