the donnas

Mi abogado me aconsej dejarme caer si tu sombra me empuja un da de sol. El vendedor de camisetas me conmin a elegir la que tena una diana impresa para cuando tus pezones me apuntaran. La Seguridad Social rescindi mi cartilla por si se me ocurra morir de amor por ti, ya que mi historial resbalaba por esa pendiente, y el Estado no est para caprichos. En la ltima entrevista de trabajo no me cogieron porque la empresa no acepta ms de diez bajas al ao y mi cuello atragantado por tu corazn delataba una enfermedad de baja eterna. El panadero no me atiende, dice que contigo tengo pan de sobra. Dios no escucha mis plegarias, tampoco se explica. Intuyo que no desea malgastar sus fuerzas con almas perdidas. O quiz no soporta estar por debajo de nadie. Satans en cambio me sugiere que me tire al suelo si tu aroma me empuja. El muy cabrn sabe que de all no pasar. Su infierno tampoco est a mi alcance, disimula

hacindose el compasivo, pero tiene el orgullo tan gordo como el de su ex-jefe. Si sonres, me tiras al suelo. Si bailas, me tiro al suelo. Si te acercas, te tiro al suelo conmigo. Un, dos, tres...Al suelo!