El cuerpo animal está conformado por diferentes tipos de compartimentos, separados unos de otros
mediante membranas biológicas que deben ser atravesadas por los medicamentos que la ciencia médica ha
descubierto y que representan herramientas a veces fundamentales para controlar procesos de deterioro
orgánico. La farmacología tiene un capítulo inicial que se encarga de estudiar los procesos de liberación,
absorción, distribución, metabolismo y excreción de fármacos (LADME), o por decirlo de otra forma el
estudio de lo que el cuerpo le hace al fármaco. Este proceso presenta 4 fases descritas de la siguiente
manera:
1. Absorción: Paso del fármaco desde su lugar de aplicación hasta la sangre.
2. Distribución: Paso de fármaco de la sangre a los tejidos
3. Biotransformación o Metabolismo: Transformación del fármaco para posibilitar su
eliminación. Fundamentalmente en el hígado.
4. Excreción: Eliminación a través de orina, heces, leche, sudor y saliva entre otros.
Los fármacos deben realizar recorridos desde los diversos sitios de administración hasta que lleguen a su
sitio de acción y efectuar la acción farmacológica. Para ello, la sustancia tiene que absorberse, esto es,
alcanzar el compartimiento acuoso del organismo. Excepto la piel y algunas mucosas, en todos estos
mecanismos participa la sangre. Para poder ser absorbido por la sangre el fármaco debe inicialmente
atravesar membranas biológicas constituidas esencialmente por estructuras lipídicas tipo fosfolípidos que
constituyen las membranas celulares. El estudio del recorrido del fármaco en el cuerpo se denomina
Farmacocinética.
El primer paso de la farmacocinética es la absorción o paso del fármaco desde su sitio de aplicación
hacia la sangre. Generalmente los fármacos se administran en su sitio lejano donde deben actuar y allí
llegarán gracias a la circulación sanguínea. En otras circunstancias, aunque en menor proporción, se aplican
en el sitio en el que deben actuar por ejemplo un antiséptico en una zona de la piel, un midriático en la
conjuntiva, un vasoconstrictor en una pequeña hemorragia etc. La absorción puede modificarse por muchos
aspectos entre los cuales están: la concentración del fármaco, la solubilidad, el estado de ionización de la
molécula y la presentación farmacéutica, y estos factores, entre otros, son los que determinan que un
fármaco comience a actuar de una forma más rápido que otro habiéndose introducido a un animal al mismo
tiempo.
Los fármacos poseen un sitio de absorción que depende del pH del medio, la superficie de absorción, la
irrigación y la vía de administración. Bajo estos parámetros las dos grandes superficies de absorción son el
epitelio intestinal y el alveolar. Igualmente debe tenerse en cuenta que sitios con mayor irrigación son los
que mayor capacidad de absorción presentan, ejemplo la mucosa vulvar comparada con la piel. El sitio de
absorción debe diferenciarse de la vía de absorción por ejemplo la administración de una tableta es por vía
oral y su sitio de absorción es el estómago o el intestino delgado, mientras otra tableta puede administrarse
también por vía oral pero su sitio de absorción puede ser la mucosa sublingual y otra tableta también se
puede vía oral pero su sitio de absorción la mucosa rectal.
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Los fármacos atraviesan membranas celulares utilizando los mecanismos de transporte como:
Difusión pasiva: Transporte por diferencias de concentración entre ambos lados de la membrana. Muy
utilizado por fármacos. No hay aporte de energía.
Transporte activo: Contra gradiente de concentración, en general existe una molécula transportadora. Usado
sobre todo para transporte de sustancias endógenas. Se requiere energía.
Filtración: paso de moléculas a través de los poros del endotelio capilar
Pinocitosis: invaginación de membrana que engloba moléculas del exterior.
Recuerde que:
Los fármacos sólo se absorben en estado de solución.
La mayoría de los fármacos son ácidos y bases débiles que en solución se disocian.
La porción no ionizada es más liposoluble que la ionizada.
En el siguiente cuadro se resumen las principales vías de administración, sus ventajas y desventajas.
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PARENTAL
Inhalación Inicio rápido. Aplicación directa en Riesgo de irritación tisular. Anestésicos generales, agentes
alteraciones respiratorias. Gran superficie Problemas de dosificación. antiasmáticos que no
de absorción. El fármaco debe atomizarse es interfieran con la respiración
Para emergencias decir ser convertido en aerosol. ni el movimiento ciliar ni
irriten la mucosa alveolar.
Inyección (SC, Administración a órganos blanco. Riesgo de infección e Insulina, antibióticos, drogas
IV, IP, Inicio rápido y más completa absorción. intoxicación. anticancerígenas, narcóticos
intratecal*) Se pueden aplicar grandes volúmenes. Dolor. Imposibilidad de recuperar
la droga. Sólo fármacos solubles
Tópica Efectos locales sobre la superficie de la piel La epidermis (Queratina) actúa Ungüentos, cremas, gotas
(Piel y sin necesidad de vías sistémicas. como barrera. nasales y oculares,
membranas Menor posibilidad de toxicidad. Sólo eficaz en capas superficiales preparaciones vaginales.
mucosas) Excelente en membranas mucosas para de la piel. Mucosa bucal, nasal,
fármacos muy liposolubles. En mucosas pueden causarse conjuntival, vaginal.
irritaciones sobre todo en
tratamientos prolongados.
SC=subcutánea; IV= intravenosa; IP= intraperitoneal. Intratecal se refiere a la administración en el canal raquídeo. Parenteral
también incluye intraarticular, intraperitoneal, intramamaria, intrapleural, intravaginal, intrauterina.
Recuerde que:
Intravenosa es una vía de administración no de absorción.
Para que una sustancia atraviese las membranas celulares es condición esencial que se encuentre en forma
libre, es decir, que no esté unida a otras moléculas. En la sangre, la albúmina representa una proteína con
múltiples sitios de unión para fármacos. Mientras éstos se mantengan unidos a la albúmina no podrán
abandonar el torrente sanguíneo y, por lo tanto, no llegarán a sus sitios de acción. Por otra parte, los
fármacos, a su vez, competirán con otras moléculas endógenas contenidas en la sangre (p ejem., hormonas,
bilirrubina, vitaminas, iones, etc.) por los sitios de transporte, con consecuencias potencialmente peligrosas
de acumulación.
El paso de fármacos a través de las barreras biológicas está condicionado por las características
fisicoquímicas de la sustancia. En particular, del tamaño o peso molecular; grado de ionización (carga
eléctrica) y liposolubilidad (capacidad de disolverse en las grasas). Así, una sustancia pequeña, poco
ionizada y muy liposoluble atraviesa rápidamente las membranas celulares. Tal es el caso de la mayoría de
los anestésicos volátiles, agentes broncodilatadores o solventes orgánicos.
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Es necesario considerar la biodisponibilidad, entendida como la facilidad con la que un fármaco se
incorpora a sus sitios de acción, o por decirlo de otra manera la cantidad del fármaco que se absorbe y está
disponible para hacer acción terapéutica en el lugar apropiado; aquí se incluye la presentación farmacéutica
en la que se ofrece el medicamento. La absorción no es la misma para una tableta que para una cápsula, que
para una preparación de liberación prolongada. En este último caso, la sustancia activa se halla incluida en
una matriz de degradación lenta que va liberando gradualmente el principio activo, y como la dosis que se
administra representa varias dosis únicas, existe el peligro potencial de una liberación masiva del fármaco
contenido en la preparación y los consecuentes efectos tóxicos por sobredosis.
En relación con la distribución del fármaco, una vez que alcanza la sangre, debe disolverse en el agua
que rodea las células y es necesario tomar en cuenta su volumen aparente de distribución (Vd), o sea, el
volumen fluido en el que el fármaco se distribuye, puesto que es un índice de la compartimentalización de la
sustancia. La compartimentalización hace referencia a la afinidad de los fármacos por ciertos
compartimentos del cuerpo. En la distribución monocompartimental el fármaco se distribuye en el agua
eficientemente sin acumulaciones en ningún tejido y en la distribución policompartimental el fármaco tiene
afinidades por ciertos tejidos en donde se concentra y toma como zonas de depósito, como es el caso de los
músculos, la grasa, los glóbulos rojos, el cerebro etc. Un fármaco con V d elevado es una sustancia que se
almacena o secuestra en algún compartimiento del organismo, por lo que tendrá un potencial de toxicidad
por acumulación. El Vd es diferente entre especies, entre animales jóvenes y adultos, y entre sujetos sanos y
enfermos.
Otro parámetro importante es la velocidad de distribución, definida como la velocidad con la que un
fármaco desaparece del torrente circulatorio y es proporcional al gradiente de concentración del fármaco
libre en el plasma con relación al que tiene el agua extravascular.
La distribución del fármaco dentro del cuerpo puede variar de acuerdo con el flujo sanguíneo o la
vascularización regional de cada tejido u órgano, y la cantidad de droga que cada tejido reciba depende de la
concentración del fármaco en la sangre. A su vez, la magnitud del efecto varía por la velocidad con la que el
fármaco penetra al tejido hasta alcanzar niveles suficientes. Del mismo modo un tejido debe poseer una
capacidad para retener principios activos a través de receptores específicos ubicados en sus membranas
celulares, citoplasma o núcleos.
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La principal proteína fijadora de fármacos es la albúmina, por ello cabría esperar cambios en la respuesta
farmacológica en animales con enfermedades hepáticas que generen hipoalbuminemia como es el caso de
insuficiencias hepáticas, síndrome nefrótico e inanición. La unión entre los fármacos y la albúmina (50% de
las proteínas del plasma) es de tipo reversible, no se filtra por el glomérulo y no penetra al hepatocito por lo
cual no abandona al plasma. Existen fármacos de unión un poco más fuerte de lo común con las proteínas
como es el caso de la sulfadimetoxina, un antibiótico que es considerado de mucha importancia en
infecciones de tipo crónico. También es cierto que la albúmina no suele fijar otras sustancias como es el
caso de la vitaminas liposolubles (A, K, D, E) que utilizan como proteína transportadora las Beta1, Beta2,
Alfa 1 y Alfa 2 también presentes en el plasma.
Los principios activos que se distribuyen ampliamente en el agua corporal (monocompartimental) pueden
tener acceso a tejidos a diversas velocidades y abandonar la circulación. Generalmente las sulfas y los
compuestos tipo alcoholes suelen atravesar membranas a gran velocidad (Anestésicos). Cuando un fármaco
se ha absorbido y está en la circulación se distribuye inicialmente acorde a la irrigación de los órganos y es
por esto que encontramos altas concentraciones en cerebro, hígado, corazón, riñón y pulmón (así estos
tejidos no capten o no necesiten el fármaco); y en esos primeros minutos tejidos como el óseo, tendones y
cartílagos no tendrán el fármaco por su reducida vascularización. Al cabo de minutos e inclusive horas, se
da un fenómeno de redistribución ahora si acorde al poder de afinidad que exista entre el fármaco y los
tejidos.
Algunos principios activos no poseen el poder de distribuirse ampliamente por su incapacidad para penetrar
el interior de células, como es el caso del manitol, un diurético de distribución exclusiva en el líquido
extracelular o de la heparina, un anticoagulante que por su peso molecular no puede abandonar el lecho
vascular.
Los fármacos deben dosificarse de acuerdo a la especie animal que se está tratando debido a diferencias en
absorción – distribución y en general a diferencias en el metabolismo de cada especie para cada fármaco.
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Existen cuatro (4) tejidos fundamentales que sirven como depósito a fármacos y son: el tejido adiposo, el
músculo esquelético, el tejido óseo y la circulación enterohepática.
El principal tejido de depósito es el tejido adiposo, que tiene gran capacidad para almacenar fármacos de
tipo liposolubles. El paso a este tejido es lento debido al bajo flujo sanguíneo que recibe. Los animales
obesos pueden convertirse en un reto para el manejo de ciertas sustancias por atraparlas y no permitir el
proceso de distribución esperado, provocando incluso niveles de toxicidad cuando esos depósitos son
liberados a la sangre como es el caso del tiopental, un anestésico que incluso se ha encontrado en grasa
después de 6 horas de administrado. Esta condición del tejido graso dificulta el uso de algunos fármacos y
representa para el Médico Veterinario un reto en materia de dosificación en animales obesos, sobre todo para
algunos grupos farmacológicos y algunas especies como los porcinos.
El otro tejido de depósito es el músculo esquelético, en donde es muy sensible el equino ya que el peso de su
musculatura es cercano al 50% del peso total. Si la concentración extracelular es grande se constituye en
depósito importante.
El Hueso es un tejido que puede incorporar a su red cristalina muchos fármacos tipo metales entre los cuales
están las tetraciclinas, responsables según parece, de problemas de crecimiento al acumularse en las líneas
epifisiarias de crecimiento cuando es utilizada irresponsablemente, situaciones vistas sobre todo en terneros
y cachorros. Adicionalmente puede provocar problemas dentarios con susceptibilidad de algunas razas
caninas como el Basset Hound.
La circulación Enterohepática es un espacio corporal muy interesante que sirve como sitio de reserva o
tejido de depósito. Es el que se forma cuando el fármaco pasa del hígado a la bilis drenándose desde la
vesícula biliar hacia el duodeno siguiendo su ruta natural para ser nuevamente absorbido por circulación
mesentérica y de allí viajar por la vena porta de nuevo al hígado. Puede ocurrir mantenimiento de principios
activos farmacológicos en esta área. Esta tiene gran importancia en estrategia terapéutica farmacológica
dado que se suele aprovechar que algunos fármacos se mantienen entre el hígado y el intestino delgado a
través de la bilis y las venas mesentéricas, situación que da ventajas comparativas para usos contra fasciola
o infecciones hepáticas por citar algunos ejemplos.
En el caso del cerebro y médula espinal, muchas sustancias pasan de la sangre al líquido cefalorraquídeo
(LCR) de los ventrículos cerebrales. El LCR se forma cuando la sangre pasa a través de los plexos coroideos
donde células especializadas filtran y cambian su composición. Así, el LCR transporta sustancias
alimenticias, hormonas o productos de desecho a los sitios más profundos del SNC, allí donde los vasos
sanguíneos son demasiado pequeños o insuficientes para mantener la función de esas estructuras. La barrera
hematoencefálica se constituye en un medio de defensa importante para que muchos de los fármacos no
ingresen al encéfalo. Sólo lo podrán hacer aquellas sustancias muy liposolubles es decir las que poseen un
porcentaje alto de repartición grasa/agua. Debido a la Barrera hematoencefálica no hay procesos de
filtración y pinocitosis, sólo existe difusión pasiva en adultos pero recuerde que esta barrera está en proceso
de formación en animales jóvenes lo que constituye un elemento fundamental en la administración de
medicamentos para evitar secuelas.
En cuanto al feto, la distribución de todo tipo de sustancias es a través de los vasos umbilicales formados
por tejido placentario. La placenta es un órgano en sí: tiene una estructura anatómica definida, con
capacidad de filtrar y metabolizar sustancias provenientes de la sangre materna (incluyendo fármacos), así
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como de producir hormonas necesarias para el proceso de la gestación, además, sirve de barrera entre el
ambiente de la madre y el feto; y las drogas que atraviesan la barrera placentaria pueden afectar al feto a
veces en forma irreversible. Normalmente la barrera placentaria es impermeable a fármacos de peso
molecular mayor de 1000 y muy permeable a fármacos de peso molecular menor de 600.
De hecho, el paso de fármacos al feto depende esencialmente de la liposolubilidad del fármaco y del flujo
sanguíneo placentario. Es por ello que casi cualquier fármaco que tome la madre se puede encontrar en
tejidos fetales.
La Biotransformación presenta dos (2) fases diferenciables llamadas Fase I o Funcionalización y Fase II ó
Síntesis o conjugación. En la fase I se llevan a cabo reacciones químicas entre el fármaco y sustancias
reactivas creándose reacciones que tienden a cambiar la molécula del fármaco. Entre estas reacciones están
oxidaciones (A través de citocromos), reducciones e hidrólisis. En la fase II el fármaco ya alterado es
conjugado con sustancias endógenas que inactivan mucho más lo que era el fármaco cambiándolo a
sustancia más hidrosoluble, restringida su capacidad para atravesar membranas y apta para ser eliminada.
Los fármacos tipo ácidos o bases moderadamente fuertes son poco biotransformables por su incapacidad
para penetrar las capas lipídicas del retículo endoplásmico liso (Clorotiazidas), pero generalmente la mayor
cantidad de fármacos por ser ácidos o bases débiles (cercanos al pH neutro) son reconocidos y
metabolizados hepáticamente para que puedan posteriormente ser excretados.
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biológicos. Esta concentración eficaz es una propiedad característica del fármaco sobre la cual no tenemos
control. Si el nivel de la droga en el suero es insuficiente, la respuesta deseada no ocurre. Si el nivel es más
elevado, aparecen signos de toxicidad. Los horarios de dosificación comprenden dos variables: la magnitud
de la dosis única y la frecuencia con que se administra (intervalo entre las dosis). Las fluctuaciones de los
niveles séricos que pueden observarse entre las administraciones son determinadas por varios factores: para
un ritmo dado de eliminación, mientras más rápida es la absorción, más grande es la fluctuación. Si la
absorción es rápida, los niveles sanguíneos se elevan al principio, pero disminuyen también relativamente
rápido y viceversa.
Las diferentes porciones de la nefrona, unidad funcional del riñón, realizan funciones de filtración,
secreción y excreción diferencial las cuales pueden alterarse por cambios fisiológicos o patológicos. Así, la
acidificación de la orina tiene como consecuencia una mayor ionización del fármaco y aumento en la
eliminación de sustancias con pH —grado de acidez— elevado (bases débiles). Una aplicación de este
principio sería administrar bicarbonato (es decir, un álcali) para acelerar la eliminación de barbitúricos (que
son ácidos) en casos de intoxicación. En otras palabras, restablecer el equilibrio ácido-básico. La capacidad
de excreción del riñón es extraordinaria ya que filtran unos 250 lts de plasma sanguíneo por día para un
animal de un peso aproximado de 100 kg. Las fenestraciones (poros glomerulares) permiten el paso de la
gran mayoría de moléculas farmacológicas para que se incorporen al sistema tubular.
Recuerde que: para que un fármaco sea filtrado en el glomérulo
necesita estar como fármaco libre es decir sin unión a proteínas
plasmáticas
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Las moléculas pequeñas aparecen en el líquido tubular a medida que van siendo reducidas en tamaño en los
procesos de biotransformación y siempre abandonan el glomérulo siguiendo normas de gradientes de
concentración para secreción y reabsorción tubular.
El riñón no es el único órgano que hace excreción. En la excreción por vía biliar los fármacos salen al
intestino y se excretan por las heces. Esto suele suceder sobre todo para los fármacos de elevado peso
molecular y que han sufrido reacciones de conjugación. La flora intestinal y/o los sistemas enzimáticos del
intestino pueden volver a metabolizarlos y convertirlos en liposolubles por lo que atraviesan de nuevo las
membranas y reingresan en la circulación fenómeno conocido como Circulación Enterohepática.
La excreción gastrointestinal transfiere fármacos de la sangre hacia la luz intestinal a través de difusión
pasiva sobre todo para algunos fármacos débilmente alcalinos que están en altas concentraciones en la
sangre. Un caso típico de esta excreción la tiene la morfina que en sobredosis genera un fenómeno
denominado ionización estomacal. La excreción por vía pulmonar es exclusiva para sustancias gaseosas o
líquidos volátiles como anestésicos. Una vía menor de la que no existe mucha información en Medicina
Veterinaria es la salivar que es causante de hiperplasia gingival en humanos que consumen drogas
antiepilépticas, sin embargo en pequeños animales este cambio sutil en la cavidad oral suele utilizarse para
controlar algunos casos de halitosis. Otro tipo de excreción importantísima en Medicina Veterinaria es la
mamaria, sobre todo por la repercusión que tiene en Salud Pública. Este tipo de excreción depende de la
solubilidad, la concentración plasmática, la dosis administrada, el flujo de sangre mamario y el volumen de
leche secretado.