Leonarda Carrillo
Resumen
Objetivo
Investigar el grado de peligrosidad de los residuos que se generan en el Laboratorio de Química General de la
Universidad Simón Bolívar con el fin de desarrollar e implementar la metodología necesaria para su adecuado
manejo y posible recuperación.
Metodología
Los datos que se analizan corresponden a los residuos generados en las prácticas del Laboratorio de Química
General. Éstos se recolectaron al final de varias prácticas en frascos de color ámbar de 500 y 250 ml, que fueron
etiquetados y almacenados durante ocho meses, periodo durante el cual se realizó la investigación.
Los residuos se clasificaron según su peligrosidad, tomando como base la clasificación de la NFPA, de la CAS y
de la Norma Oficial Mexicana NOM-052-ECOL-93, cuyos datos permiten conocer la lista de los residuos peli-
grosos, sus características y grado de toxicidad. Posteriormente, se buscó en la bibliografía más datos de la
toxicidad de cada uno, así como las hojas de seguridad correspondientes.
Finalmente, se estableció una metodología específica para cada residuo, ya fuera recuperación, neutralización o
modificación, entre otros. Estos procedimientos se plasmaron en formatos de diagrama de flujo y, junto con las
hojas de seguridad, se anexaron al Manual de prácticas de Química General.
Resultados
Los residuos se clasificaron en peligrosos y no peligrosos, según las especificaciones de la NFPA, CAS y las
normas oficiales mexicanas (Tabla 1). Posteriormente, cada uno de los dos grupos se dividió en sólidos (Tabla
2), soluciones de dos compuestos diferentes (Tabla 3) y reactivos químicos excedentes (Tabla 4). Para la dispo-
sición de residuos inorgánicos se usó la clasificación de residuos no peligrosos restringidos (Tabla 5).
Los residuos generados se almacenaron en recipientes de 500 y 250 ml, a excepción de CuSO4 (ac), el cual se
recolectó en dos frascos de 500 ml. Los volúmenes teóricos calculados no coincidieron con los volúmenes
experimentales medidos con probeta. En algunos casos fueron mayores y en otros menores a lo esperado.
De las 14 mezclas diferentes de al menos dos compuestos inorgánicos (Tabla 2), solamente tres fueron identi-
ficados como muy dañinos (Palacios, 2000).
Los ácidos y bases se neutralizaron de acuerdo con el procedimiento descrito en el apéndice 1 del reporte final
de este proyecto.
Se investiga la reutilización de los compuestos de cobre y de zinc como fertilizantes y/o bactericidas, aunque
existen más de 3 mil posibles aplicaciones.
Discusión
Solamente 13 de todos los reactivos usados en las prácticas del Laboratorio de Química General son peligrosos
(Tabla 1). De éstos, únicamente el hidróxido de sodio (NaOH) es residuo, los demás se usan como reactivos.
El ácido nítrico (HNO3), el sodio (Na) y el benceno (C6H6) están clasificados como muy peligrosos y mutagénicos
(M), con excepción del sodio; se recomienda que este tipo de compuestos se eliminen o se sustituyan por
compuestos menos dañinos. En este caso, sólo el benceno se eliminará de las prácticas.
El tetracloruro de carbono (CCl4), el metanol (CH3OH) y el etanol (C2H5OH) son considerados peligrosos y
teratogénicos (T), es decir, sustancias que producen defectos en el desarrollo prenatal. No pueden ser elimina-
dos de las prácticas, pero se tratará de disminuir al mínimo los volúmenes que se utilizan.
De acuerdo con la normatividad internacional (EPA), los residuos no peligrosos que exhiban cualquiera de las
siguientes características no pueden ser descargados al alcantarillado:
La detoxificación se considera una opción viable para reducir el volumen total de residuos inorgánicos peligro-
sos. La mayoría de los residuos inorgánicos pueden considerarse como compuestos de una parte catiónica (áto-
mos metálicos) y una parte aniónica (a menudo, pero no siempre, átomos no metálicos). En la mayoría de los
casos, el catión es la causa por la cual un residuo inorgánico se clasifica como peligroso. La detoxificación de este
tipo de residuos supone la precipitación del catión tóxico de un inorgánico, de una solución acuosa. El residuo no
debe contener ninguna otra característica que lo convierta en peligroso o no aceptable para el desagüe. Por otra
parte, el intervalo de pH para la precipitación de iones metálicos varía ampliamente, por lo tanto, es importante
controlar el pH cuidadosamente. El procedimiento más ampliamente aceptado es el de la precipitación como
óxido o hidróxido. El sólido debe entonces disponerse a través de un programa de residuos químicos, el cual
efectúan generalmente compañías privadas que cobran por este servicio. Por ello, se sugiere desarrollar líneas
de investigación que permitan convertir estos residuos en compuestos útiles tales como fertilizantes o bactericidas
que puedan usarse en la propia universidad.
Los residuos no peligrosos (Tablas 2 y 3) pueden ser probable y existen tratamientos o medidas preven-
descargados al sistema de alcantarillado, exceptuan- tivas contra la infección que generan.
do aquellos que contienen cobre (Cu), plomo (Pb), ní-
quel (Ni) y zinc (Zn) pues están restringidos y exceden Nivel 3: agentes que producen enfermedad seria o
las concentraciones máximas permitidas (Tabla 5). potencialmente letal como resultado de su infección.
Presentan un riesgo de transmisión elevado para el
Las neutralizaciones de ácidos y bases se llevaron a trabajador, pero bajo para la comunidad. Los agen-
cabo ajustando los valores de pH y siguiendo la me- tes son patógenos estrictos.
todología descrita en el apéndice 1 del reporte fi-
nal de proyecto. Estas neutralizaciones formarán Nivel 4: agentes que representan un riesgo de in-
parte de la experimentación en el laboratorio. fección elevado y frecuentemente mortal, tanto para
el trabajador como para la comunidad. Se transmi-
En cuanto a la seguridad biológica –que debe tomar- ten por vía aérea. No existe tratamiento contra la
se en cuenta al manipular agentes biológicos tales infección que generan.
como medios de cultivo, productos sanguíneos, teji-
dos y secreciones, entre otros–, debemos aclarar que Nivel 5: agentes que significan un riesgo para el me-
ésta representa un riesgo potencial de contaminación dio ambiente. El peligro es mayor para el medio
para todos los que trabajamos en los laboratorios. Las ambiente que para el hombre. Su entrada en mu-
reglas propuestas no se han incorporado todavía a la chos países está prohibida por leyes fitozoosanitarias
legislación mexicana, sin embargo, el apego a estas (Castellanos et al., 1999).
medidas permite minimizar las infecciones y contami-
naciones biológicas en los laboratorios. De conformidad con la Norma Oficial Mexicana
NOM-087-ECOL-SSA1-2002, para la segregación y
Es tal la amplitud del mundo biológico que ya está envase de residuos peligrosos biológico-infecciosos,
en proceso un megaproyecto global para estable- la sangre en estado líquido debe envasarse en un
cer un códice único e inequívoco de nomenclatura recipiente hermético de color rojo y los objetos
biológica denominado BioCode. Este proyecto aún punzocortantes, en recipientes rígidos de polipropi-
está en etapa de desarrollo y está a cargo de agen- leno también de color rojo, los cuales deben almace-
cias internacionales que administran nomenclatu- narse durante un cierto periodo y, posteriormente,
ras específicas, entre ellas, el Códice Internacional deben transportarse según los incisos a, b, c y d del
de Nomenclatura Botánica (ICBN), el Códice Inter- numeral 6.4.1 de esta norma. Según la Norma Ofi-
nacional de Nomenclatura Bacteriológica (BC) y el cial Mexicana NOM-018-STPS-2000, la heparina no
Códice Internacional para la Clasificación y Nomen- se considera peligrosa.
clatura de Virus, administrado por el Comité Inter-
nacional para la Taxonomía de Virus (ICTV) de la Finalmente, las hojas de seguridad de los mate-
Unión Internacional de Sociedades Microbiológicas riales deben contener como mínimo las siguien-
(IUMS) (Luiselli, 2002). tes secciones:
Cabe señalar que, de acuerdo con sus característi- Sección I: Datos generales del responsable de la
cas, los agentes biológicos se encuentran agrupa- sustancia.
dos en cinco niveles de riesgo biológico:
Sección II: Datos generales de la sustancia.
Nivel 1: agentes que presentan un riesgo de infección
mínimo, tanto para el trabajador como para la comu- Sección III: Componentes riesgosos.
nidad. No son causa de enfermedad (o al menos no
hay registro concreto de ello). Los microorganismos se Sección IV: Propiedades físicas.
clasifican como patógenos muy raramente.
Sección V: Riesgos de fuego y explosión.
Nivel 2: agentes que presentan un riesgo moderado
para el trabajador (la enfermedad resulta de auto- Sección VI: Datos de reactividad.
inoculaciones, ingestiones o exposiciones de mem-
branas mucosas, o bien, debido a inmuno-depre- Sección VIII: Indicaciones en caso de fuga/derrame.
sión). Su diseminación en el medio ambiente es poco
Sección X: Información sobre la transportación. Castellanos, C., López, L. M., Rosales, R., Ladrón, O., Herión, P,
Osorio, A. V. y Garduño, G. (1999). Seguridad para
laboratorios biomédicos. Lineamientos, prevención y
Sección XI: Información sobre ecología. protección. México: Instituto de Investigaciones Biomédicas
de la UNAM.
Sección XII: Precauciones especiales.
Committee on Hazardous Substances in Laboratory, National
Research Council (1981). Prudent Practices for Handling
Estas hojas de seguridad debe proporcionarlas la com- Hazardous Chemicals in Laboratories. Washington, D. C.: N. A.
pañía que suministra el reactivo; sin embargo, si no
se les pide explícitamente rara vez las envían, por este Dychter, A. (1994). NOM-018-SCT2-1994: Disposiciones de
compatibilidad y segregación, para el almacenamiento y
motivo falta mucha información al respecto. Estas
transporte de sustancias, materiales y residuos peligrosos.
hojas de seguridad deben estar incluidas en el ma- Diario Oficial. Secretaría de Comunicaciones y Transporte.
nual de prácticas de cada laboratorio (Palacios, 1999). Dirección General de Transporte Terrestre.