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Eduardo Rosillo 992745

Literatura y Cine
26/11/08

Pantaleón y las visitadoras:

“La religión es el opio del pueblo.”


- Karl Marx

Pantaleón y las visitadoras es la historia de un capitán del ejército peruano a quien se le


encomienda la misión de crear un servicio de visitadoras para calmar los instintos
sexual de las tropas peruanas diseminada por toda el área selvática del país. Pantaleón
Pantoja, un hombre recto, sin vicios, acepta la extraña misión porque el Ejército es lo
más importante en su vida. Una vez a cargo del servicio, con carácter de secreto porque
no es conveniente que la sociedad sepa en qué ocupa recursos el Ejército, el capitán
Pantoja, un trabajador obsesivo y excelente administrador, hará del servicio de
visitadoras el organismo militar que mejor funciona. “Mario Vargas Llosa a través de
sus obras muestra mundos posibles construidos sobre la base del mundo de la
referencia, el nuestro y mediante la parodia, nos presenta un mundo al revés.” (Larsson,
M., 2007) El autor utiliza esta novela para criticar a su sociedad y parodiar las
instituciones del país. En el libro se muestra al ejército como una institución fácilmente
corrompible en el intento de lograr un supuesto bien. Vargas Llosa no se limita a criticar
al ejército, ya que también muestra lo que puede causar la religión cuando se encuentra
mal encaminada y se deja llevar por las crudas emociones de quienes la siguen.

El fanatismo religioso es un tema secundario que se desarrolla en la novela.


Además de la historia central, la del capitán Pantoja, hay una historia paralela sobre una
secta religiosa dirigida por el hermano Francisco. Es un movimiento, llamado la
“Hermandad del Arca”, que se extiende cada vez más, a pesar de involucrar rituales
muy violentos, como crucificar a animales y humanos en paredes o árboles, a falta de
cruces. Para los seguidores de esta secta la crucifixión es la única manera de obtener la
salvación ante la inminente llegada del fin del mundo, pero esa es una idea infundida
por el mismo Hermano Francisco la cual trae como consecuencia el sacrificio de varias
personas, incluyendo a niño, a causa de un frenesí por parte de la hermandad. Fuera de
la religión de los hermanos del Arca no hay salvación posible. Ante la indignación de
los militares, se inicia una serie de sacrificios humanos, acciones que, al contrario de lo
que lo que uno pensaría, hacen que incremente el número de seguidores al punto que la
creencia se difunde ampliamente hasta llegar al mismo ejército. En ambos casos, el
militar y el religioso, se quiere alcanzar un mismo gol, el cual es satisfacer una
necesidad: los hermanos del Arca quieren la salvación, y los soldados requieren liberar
su apetito sexual.

La novela gira en torno a dos extremos: Pantaleón Pantoja y Hermano Francisco.


Ambos encabezan los dos proyectos que generan graves problemas y rupturas en la
sociedad peruana. Se puede ver como el caos y el orden están en yuxtaposición. Con el
militar, Pantaleón, él un héroe simbólico, tratando de crear orden. Elegido para la
misión por su discreción y por ser un oficial sin vicios: ni fumador, ni borrachín, ni ojo
vivo. El representante de todo lo que no es Pantaleón es el Hermano Francisco, ya que
lo único que trae él es el desorden, la falta de control por parte de las personas que lo
siguen y dolor tanto para la sociedad como de la gente que es utilizada como sacrificio.
A diferencia del protagonista el Hermano Francisco busca un gol ficticio, esto se debe a
que sus predicciones del fin del mundo son falsas y solo está explotando las emociones
y preocupaciones de la gente. Por medio de la prostitución y la religión se quiere
alcanzar la meta de salvar gente, pero Francisco utiliza los medios erróneos para
lograrlo. Otra coincidencia que conecta a los dos personajes ocurre casi al principio de a
historia en la llegada de Pantaleón a Iquitos para instalar un “nuevo orden”, esto puede
tomarse como la parodia de lo que puede ser considerado un nuevo génesis. Y coincide
con las primeras menciones del Hermano Francisco, quien predica el fin del mundo,
simbolizando así la parodia del Apocalipsis y la llegada de un profeta o dios falso. En la
obra existe otro elemento de dualidad ya que parodia la oposición civilización versus
barbarie, ya que Vargas Llosa hace competir dos modelos igualmente descarriados: el
moderno y racional, implementado por el capitán Pantaleón Pantoja a lo largo de toda su
misión, y el primitivo, difundido por el Hermano Francisco. Como apuntara José Miguel
Oviedo: "Se trata de dos formas de falsas redenciones: la de las prostitutas convertidas en
visitadoras, y la de las simples gentes de la selva convertidas en Hermanos del Arca" .
(Casanovas, R., 2000)

La razón por la que la secta del Hermano Francisco se pudo expandir con tanta
rapidez por toda Amazonía se puede atribuir al contexto social por el que pasaba esa región
en la época y por la locación geográfica. Debido a que los pueblos o los asentamientos se
encontraban tan lejos de entre sí se aprovechó ese aislamiento para facilitar el control
físico, intelectual, emocional, y social de sus miembros. Al igual que muchas otras la
Hermandad del Arca estaba enfocada en el apocaliptismo, o sea basada en predicciones
catastróficas para dar a los miembros un objetivo futuro y un propósito filosófico de evitar
el Apocalipsis o ser salvado en él. El Hermano Francisco se ganaba la confianza de la gente
demostrando tener poderes milagrosos. Las personas mas susceptibles a convertirse en
seguidoras de una secta son la gente con grandes necesidades emocionales, espirituales o
financieras. Esta última descripción encaja muy bien con el contexto descrito en el libro.
Los habitantes de amazonía cuentan con pocos recursos financieros por lo que las mujeres
tienen que dedicarse a la prostitución para no morirse de hambre. Espiritualmente se sienten
vacíos porque no hay un espacio al que puedan acudir para satisfacer esa necesidad, el
comandante Beltrán pretendía organizar un servicio similar al de Pantaleón con las
visitadoras, solamente que con padres itinerantes que fueran viajando de pueblo en pueblo,
y de base en base para poder confesar y ayudarle a la gente y soldados con sus cuestiones
espirituales. Emocionalmente la comunidad está devastada porque ve como delante de sus
ojos el ejército, una de las instituciones más respetadas de un país, está recurriendo a un
servicio de prostitutas, a pesar de todas sus quejas y plegarias a las cabezas del ejército para
que detuvieran el proyecto, estos se negaron, haciéndolos sentir insignificantes y de poca
importancias.

Pasando a la versión cinematográfica de Pantaleón y las visitadoras dirigida por Franciso


Lombardi en el año 2000. En esta adaptación se suprimen varios personajes por
requerimientos del guión, como la señora Leonor, madre de Pantaleón, o el misterioso
Hermano Francisco, ya que la historia tuvo que ser reconstruida para tener una trama lineal
y sin distorsiones, a diferencia del texto original que es prácticamente imposible trasladarlo
a la pantalla tal y como está, al ser una mezcla de informes militares, artículos periodísticos,
diálogos solapados y cartas personales. La trama del libro se tuvo que simplificar mucho
para poderla crear con un tono ligero apto para una comedia y focalizarlo simplemente en
Pantaleón y los problemas que le trae estar al mando del servicio de visitadoras. Si los
creativos hubieran decidido incluir la sub-trama de el Hermano Francisco y la Hermandad
del Arca, la película hubiera adquirido un tono más oscuro y generado muchas desviaciones
del tema principal.

En la versión cinematográfica Pantaleón es la única fuente de burla, mientras que Vargas


Llosa incluye a cadetes, capitanes, capellanes y generales como parte de la parodia.
Ridiculiza a los oficiales preocupados por que sus soldados satisfagan necesidades sexuales
mientras una secta, los Hermanos del Arca, crucifica a animales, niños y ancianos, y cuando
la situación está fuera de control se niegan a brindar apoyo a los policías o a la Guardia
Civil, al considerar que es un trabajo que no les corresponde. Lombardi sólo ridiculiza a
Pantoja, tal vez por ser el más inofensivo de los militares que retrata tan hábilmente Vargas
Llosa, con dos únicos pecados: su afición al trabajo y su pusilanimidad. Mientras que del
otro lado, los altos mandos son un montón de hipócritas que se resguardan en sus
posiciones y políticas militares idénticos a los de la película.

Referencias:

Canovas, R. (2000). Juegos edénicos en Pantaleón y las Visitadoras, de Mario Vargas


Llosa. Recuperado de World Wide Web el 22 noviembre, 2008, de:
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-68482000002500010&script=sci_arttext

Larsson, M. (2007). Las huellas de la colonización: Un estudio de dos novelas de Mario


Vargas Llosa. Recuperado de World Wide Web el 22 noviembre, 2008, de:
http://dspace.hh.se/dspace/bitstream/2082/1390/1/La_tesina-1%5B1%5D.pdf

La tía y las visitadoras. Recuperado de World Wide Web el 21 noviembre, 2008, de:
http://casodematraca.blogspirit.com/archive/2006/08/09/la-t%C3%ADa-y-las-
visitadoras.html

Opio del pueblo. Recuperado de World Wide Web el 21 noviembre, 2008, de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Opio_del_pueblo

Reviregio, C. (2000). Erotismo antimilitarista Lombardi adapta "Pantaleón y las


visitadoras". Recuperado de World Wide Web el 22 noviembre, 2008, de:
www.elcultural.es/version_papel/CINE/2648/Erotismo_antimilitarista

Un Análisis del Las Prácticas y Métodos de las sectas. Recuperado de World Wide Web el
21 noviembre, 2008, de: http://www.carm.org/espanol/grupos/analisis.htm

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