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EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL COLERA

(RESUMEN)

Por: Amilcar Ayaviri Saavedra

CAPITULO I
Era un día de pentecostés cuando el doctor Juvenal Urbino muy temprano entro al

cuarto de un gran amigo, don Jeremiah de Saint – Amour, que había tomado la

mas lamentable de las decisiones, se había encerrado en su cuarto con un

sahumerio de cianuro de oro quien al lado de su fiel amigo el perro, debieron

tener un lento fallecimiento. El doctor Juvenal al presenciar aquello, ordeno que

no se le realizara ninguna autopsia al comisario ni al estudiante auxiliar que fue

su alumno, puesto que don Jeremiah era uno de los amigos del doctor, y se

reunían cada noche para jugar una partida de ajedrez. El comisario encontró un

sobre dirigido al doctor Juvenal, el cual al ser leído por el doctor encontró unos

once pliegos de petición y revelación apenas leyó las primeras partes y ordeno

que se le entierrase a don jeremiah de la manera mas digna y lo mas pronto

posible evadiendo todos los tramites burocráticos. También indicó al comisario

que dijese a la opinión pública y a la prensa que había muerto por muerte natural.

El doctor era una de las pocas veces que había de faltar a la misa de

pentecostés, pero lo que tenía que hacer valía la pena, al leer las revelaciones

de su amigo Jeremiah, el doctor ordenó a uno de sus sirvientes que le llevara en

su coche a una de las zonas de la ciudad, la mas marginada. Al ir por aquellas

zonas, con un carruaje de la época colonial, bien conservada con todos los lujos,

algunas pandillas de grupos juveniles estaban tras el carruaje, pero el cochero

con el látigo del los caballos los espantaba. Al llegar a la dirección indicada en el
sobre el doctor Jeremiah se encontró con una mujer vestida de luto y con una

rosa; el doctor se sorprendió muchísimo al saber que aquella persona había

sido la amada del don Jeremiah, y mas aún cuando esa persona supo de la

muerte del mismo. La mujer le explicó por qué Jeremiah había decidido quitarse

la vida, don Jeremiah era una persona bastante culta y por lo tanto sabia y

cuando el era joven decía que “yo nunca seré viejo” solo era interpretar estas

palabras para entender su cometido.

El Doctor Juvenal se marcho de aquel barrio desconcertado por aquellas

palabras y mas aún al observar esa otra parte de la ciudad que no conocía,

considerándolo lugares precario e incivilizados. Cave señalar que el Doctor

Juvenal era una persona un tanto discriminadora, puesto que su clientela era

gente de un estatus social bastante elevado, de tal manera que ignoraba

aquella parte de la ciudad.

Cuando llego a su hogar, un lugar bastante amplio con todas las comodidades

y lujos se encontró con su esposa doña Fermina Daza, con quien había pasado

los mejores años de su vida y con quien tenía un hijo y una hija. El doctor Juvenal

al encontrarse con su esposa le conto lo sucedido, pero no causo mucha

impresión en doña Fermina Daza puesto que no lo conocía en persona solo

sabia que era un lisiado de guerra y que era un gran jugador de ajedrez y

excelente fotógrafo de niños. Esa tarde el doctor Juvenal tenia planificado un

almuerzo por el aniversario de bodas de plata de su colega el Dr. Lacides

Olivella, que era el mayor acontecimiento social del año. Sin embargo el Dr.

Juvenal era un hombre bastante planificado y rutinario, y que empezaba su

jornada con los primeros cantares de lo gallos e iba a visitar a sus pacientes,
luego en la tarde después del almuerzo se ponía a leer en la terraza distintos

libros en compañía de su loro que era un experto en hablar y cantar en mas de

cuatro idiomas. Esa tarde no fue la excepción, ya se había olvidado de su amigo

Jeremiah puesto que aquello ya estaba predicho. Luego doña Fermina Daza

empezó a alistarse y de la misma forma al Dr. Juvenal puesto que éste ya tenía

81 años y le dificultaba actuar solo. Lo mismo le pasaba con su memoria, ya

estaba sintiendo los distintos síntomas de la vejes y esto no le agradaba al Dr.

Juvenal.

Ya cuando se marchaban al acontecimiento social de su colega el Dr. Olivella

se enteraron que su Loro se había escapado de su jaula al tratar de cortarle las

plumas que habían crecido demasiado, el Dr. Juvenal no lo tomo mucha

importancia e indico que llamasen a los bomberos, puesto que el era uno de los

fundadores de esa institución.

Al llegar al lugar se encontraron con un clima desagradable, de viento y lluvia,

de tal manera que los anfitriones determinaron ir dentro de la casa, que parecía

una catedral; sin embargo para la cantidad de invitados se quedaba corta y

existía un calor desesperante puesto que las ventanas estaban cerradas para

que no entrase el viento ni la lluvia. En aquel almuerzo uno de los invitados

especiales era el Dr. Juvenal, de tal manera que se encontraban al centro de las

mesas al lado de su esposa y el arzobispo. Cuando terminó el almuerzo

esperaron un momento el postre, ya que se había demorado un poco, puesto

quien tenia que traer era el hijo del Dr. Juvenal, que cuando llego les contó el

incidente que los bomberos estaban en casa de su padre y habían hecho

grandes destrozos. Cuando el Doctor Juvenal llego a su casa se sorprendió más


de los destrozos provocados por los bomberos, que por el loro. Ya dando por

perdido a su loro el doctor se puso a leer en la terraza un libro que ya estaba

por terminar, fue ahí donde lo vio al loro y con el afán de agarrarlo subió a una

escalera pero en el intento sufrió el mayor de los infortunios la muerte. Su esposa

corrió desesperada para ver que pasaba y se encontró con aquello, y ella ordenó

que lo velaran con personas íntimas a su familia. El Dr. Jeremias era una de las

personas mas reconocidas de aquel lugar y muchos quisieron agarrar aquella

imagen para fines propios, pero la esposa no lo permitía ya que argumentaba

que a los muertos había que dejarlos descansar. Uno de los que colaboró

muchísimo fue don Florentino Ariza un amigo antiguo de doña Fermina Daza.

Cuando se marcharon todos las personas que dieron los sentidos pésames, al

trancar su puerta, observó que seguía don Florentino Ariza y éste dijo que había

esperado esa ocasión durante mucho tiempo para decirle sus sentimientos; pero

doña Fermina le ordenó que se marche y que no regrese nunca mas. Esa

noche se acostó triste pidiendo el día de mañana no despertar pensando en su

esposo difunto, pero lo paradójico fue que cuando al día siguiente despertó, fue

pensando mas en Florentino Ariza que en su esposo que había muerto.


CAPITULO II

Cuando el padre de Florentino Ariza falleció, éste se quedo muy triste y atónito

se quedo huérfano por la muerte de su padre, el cual siempre se preocupo por el

bien estar de su hijo Florentino. El estaba muy adolorido por la muerte de este

quedándose solo junto a la compañía de su madre la señora Transito Ariza quien

estaba apoyándolo en todo momento. Para remediar ese dolor Florentino Ariza se

convirtió en uno de los mejores violinistas de ese tiempo, tocando notas

melodiosas y a la vez descubrió que estaba enamorado de una hermosa

muchacha que se llamaba Fermina Daza. El cual al verla por primera vez se

quedo atónito y solo la contemplaba todas las tardes en aquel parquecito viendo

su belleza y en vez de llevar los telegramas, él suspiraba cada tarde al verla,

también por las mañanas en compañía de su tía que la llevaba a la escuela.

Florentino Ariza estaba tan enamorado que decidió contarle ese secreto tan

importante a su madre, haciéndole conocer que estaba enamorado de Fermina

Daza.

Al oír esas palabras su madre se sintió muy emocionada al ver que su hijo estaba

empezando a ver como es el amor. Y un día Florentino Ariza se puso a entablar

conversación con la tía de Fermina Daza llegando a un punto muy importante y le

dijo a su tía que estaba enamorado de su sobrina, pero al oír eso Fermina Daza se

puso muy alegre y su corazón empezó a brincar de emoción y con el transcurrir

del tiempo ella esperaba con ansias que llegase Florentino, pero no venia por que

se encontraba muy mal y su madre pensaba que estaba con mal del amor, llama

un medico que le responde que Florentino estaba con cólera y ella volvió a opinar
que era mal de amor. El medico volvió a recalcar que era cólera pero mesclado

con mal de amor.

Con el transcurrir de los días Florentino Ariza se fue recuperando poco a poco de

ese mal que le asechaba, volviendo nuevamente donde Fermina Daza

intentándole hablar pero ella muy seria rechazo a Florentino Ariza hiriendo sus

sentimientos de loco enamorado. El toma la drástica decisión de ir por las noches

a escribir y envenenarse con sus cartas, recalcando diciendo: que las mujeres

querían algo de él. Muy molesto, viendo a Fermina Daza como hablaba con los

pájaros pero para Florentino ese amor no podía morir. Lo cual permitía que

Fermina Daza siga junto al control y vigilancia de su padre y su tía. Florentino

Ariza estaba tan enamorado de Fermina Daza que en el colegio le escribía cartas

de amor y ella también lo hacia pero no con la profundidad con que el lo hacia. Un

día una serenata despertó a Fermina Daza, se trataba de Florentino quien había

tocado el violín en el parque para ella. A la mañana siguiente el papa de Fermina

no sabía de donde había venido la serenata.

En agosto de ese año había amenazas de una guerra civil y el gobierno decreto

toque de queda; Florentino Ariza fue atrapado y encarcelado acusado de ser un

espía que enviaba información atreves de las notas del violín a lo que respondía

que solo era un pobre enamorado.

Un día Florentino le envió una carta a Fermina Daza proponiéndole matrimonio

pero ella sintiendo miedo le conto de ello a su tía Escolástica quien le aconsejo
que aceptara la propuesta y ella así lo hizo. La madre de Florentino Ariza tenía

todo listo y planeado para la boda y a su hijo parecía sonreírle la vida en todo

lugar y en todo lo que hacia. En el lugar donde se hospedaba hizo gran amistad

con las mujeres que allí trabajaban, pues era una casa de citas. Un día en el

trabajo lo vino a buscar el padre de Fermina Daza, don Lorenzo Daza, que se

había enterado de la relación de su hija con Florentino Ariza gracias a una monja

del colegio. Con un revolver oculto lo tomo del brazo y lo llevo a la terraza de un

café a hablar seriamente con Florentino ordenándole que dejara en paz a su hija y

que se alejara de sus vidas, a lo que Florentino se negó hacer.

Lorenzo Daza se fue con su hija de esas tierras por ese motivo llevándose sus

mulas a la casa de un pariente cercano de nombre Lisimaco Sánchez, quien tenía

una hija no mayor a dos años que Fermina, que al igual que ella tenia penas de

amores. Las dos llegaron a congeniar muy bien apoyándose una a la otra.

Fermina Daza siguió comunicándose con Florentino Ariza a escondidas de su

padre, mediante el telégrafo.

Así los dos, Fermina Daza y Florentino Ariza planearon la fecha del matrimonio

pero sin que nadie sepa algo. Florentino Ariza debido al tiempo que esperaba

planeo rescatar un tesoro perdido en el fondo del mar que era de gran valor, para

lo cual contrato a un niño experto en natación y buceo de nombre Euclides, pero el

plan no salió como el esperaba y renunció a el para dedicarse a dirigir faros para

guiar barcos a su llegada del mar.


Fermina Daza con 17 años ya se había convertido en una hermosa mujer de

incomparable belleza. Su padre había propuesto que ya había pasado un buen

tiempo y que su hija había olvidado ese amor de juventud y era tiempo de regresar

a casa. Al volver a la misma, Florentino Ariza que por el pasar del tiempo había

desmejorado bastante en su aspecto anterior se vio sorprendido y atónito por la

belleza de Fermina Daza. La siguió por todo lugar que recorría para luego

decidirse a presentársele con gran esperanza, pero Fermina al verlo se

decepciono bastante de su aspecto y no quiso volver a verlo mas, llegando al

extremo de reclamarle los obsequios que le había dado en el pasado.


CAPITULO III

El doctor Juvenal Urbino, era una de los hombres mas apetecidos por todas las

damas del Caribe, pero éste no las presto mucha atención, puesto que se

encontraba triste por la reciente muerte de su padre a causa de la cólera. Es así

que decidió hacer algo productivo por su ciudad, de tal manera decidió erradicar

e inventar una cura para la cólera. En el ejercicio de su profesión y gracias a un

amigo conoció a Fermina Daza que por un mal diagnostico éste la llego a conocer,

pues Fermina no tenia cólera sino otra enfermedad con carácter leve, pero ese

fue el motivo para que el Dr. Juvenal la siguiera frecuentando, con el

consentimiento de su padre.

En un principio Fermina Daza decidió que no lo volvería a ver, pero el Dr. Juvenal

no se daba por vencido le enviaba cartas de amor insistiéndole en irle a visitar, e

incluso uso sus influencias para convencerla, pero no lo consiguió.

En aquel entonces llego la prima de Fermina Daza, Hildebranda Sanchéz quien

vino a pasar la navidad con ellos. En los momentos de conversación con su

prima ella le contaba que seguía enamorada de Florentino Ariza y le contaba

las cosas que ellos hicieron.

Uno de esos días llegó a la población un fotógrafo muy reconocido y casi toda la

población aprovechaba para retratarse. Las primas, tanto Fermina como

Hildebranda no fueron la excepción y se colocaron sus mejores vestidos los mas

antiguos, de tal manera que parecían de otra época. Ya después de las

fotografías empezó a llover y las primas fueron el hazmerreir de la gente que se

encontraba en esos lugares, ya que ellas llevaban un vestido fuera de época y la


lluvia empezó a mancharles sus vestidos claros, fue ahí donde llego en su carruaje

el Dr. Juvenal quien las invitó a llevarles hasta su casa. De un momento a otro

Fermina Daza escribió una carta dirigida al Dr. Juvenal indicándole que

aceptaba casarse con él.

Al enterarse esto Florentino Ariza decidió irse de la ciudad a olvidarse de sus

problemas amorosos, consiguió un puesto de trabajo en un lugar bastante lejano.

En el transcurso de su viaje pasaron innumerables cosas, entre ellas una mujer

misteriosa lo secuestro, llevándolo hasta su camarote e hicieron el amor, pero

después de eso Florentino no volvió a saber nunca más de ella.

Por otro lado Fermina Daza se había casado con el Dr, Juvenal pero ella se

encontraba temerosa puesto que ella era una mujer virgen y ella tenía cierto

temor a aquello. Cuando se fueron de luna de miel a Europa en uno de esos

barcos atlánticos, sucedió lo que ella tanto temía. Pero no fue como ella pensaba

sino que una experiencia única de tal manera que practicaron el acto sexual cada

noche en aquel barco.

Luego de un tiempo ella se sintió embarazada y en muy corto tiempo se había

convertido en una mujer de alcurnia, puesto que ella aprendía con mucha

facilidad las costumbres y culturas. Cuando ellos volvieron al Caribe Fermina Daza

era una mujer irreconocible y cuando le preguntaban de su viaje ella solo

opinaba era un lugar con mucha bulla.


CAPITULO IV

Florentino Ariza emprendió una labor de escribiente de la dirección general de la

compañía fluvial del Caribe, el cual estaba al mando su tío de Florentino, don León

XII, quien después de aquel otro empleo de telegrafista, decidió una ves mas

darle la oportunidad, pero esta ves lo sometió a muy duras pruebas. Florentino

con el único propósito de su superación personal y el gran amor que sentía por

Fermina Daza no se dejo vencer. En una ocasión su tío León XII le pidió que

redactase una carta comercial y Florentino no pudo hacerlo ya que cuando lo

hacia estaba redactada con cierto lirismo y rima, esto le molestó a su tío León

XII, así que decidió enviarle al mas bajo de los puestos en el servicio de aseo. De

esa manera Florentino empezó a esforzarse y ha ascender de posición muy

rápidamente, conociendo todos los lugares de esa empresa.

En muy poco tiempo Florentino Ariza se había convertido en el director de la

compañía Fluvial del Caribe, al margen de aquello se convirtió en un gran poeta

todos ellos dedicados a Fermina, pero eso no fue motivo de que impidiera

conocer a otras señoritas. En una de sus andanzas conoció a Ausencia

Santander una viuda pero que ya salía con otro hombre un capitán de la

compañía fluvial. A Florentino le gusto mucho esa mujer y cada que podía iba a

visitarla hasta que un día cuando realizaban el acto sexual su casa de la viuda

fue saqueada y casi le dejaron sin nada, ya que aquella casa era una de las

mejores de la ciudad por los adornos exuberantes que tenía. Después de eso,

casi ya no fue a visitarla muy seguido, no por ese incidente, sino por que por

esas fechas se había inaugurado el tren vía. Y fue ahí donde conoció a

muchas damas. En una de esas ocasiones le sucedió a Florentino un gran susto,


puesto que en el tren vía, conoció a una mujer con quien salió a invitarle un

helado, pero resulta que esa mujer había sido una loca que estaba siendo

buscada por haber asesinado a dos hombres a sangre fría con un hacha.

Después conoció a una mujer, a quien Florentino creyó que esa mujer quería

algo con él, pero lo único que esa mujer de nombre Leona Cassiani era un

puesto de trabajo en la compañía y Florentino la envió a uno de los puestos mas

bajos en la sección general. Pero ella era muy inteligente y en una de esas salvo

de una crisis a la compañía y fue ascendida muy rápida hasta la secretaría de la

dirección general gracias a don León XII. Florentino estaba un poco preocupado

por que pensaba que le iba a arrebatar el puesto, pero ella lo puso en su lugar.

Esa mujer fue la única persona quien generó confianza en florentino pero éste

nunca le conto sobre Fermina, pero estaba varias veces apunto de hacerlo.

Florentino conocía al Dr. Juvenal puesto que en una de esas ocasiones había

venido a la compañía a hablar con su tío León XII, de esa manera fue que conoció

a su rival, de quien solo esperaba el fallecimiento para que Fermina se quede

libre.

Como Florentino era un gran poeta, participó muchas veces en el concurso de

poesía del pueblo, puesto la que daba lectura del ganador era Fermina Daza, de

tal manera al ser Florentino el ganador iba a surgir algo, pero no sucedió así, sino

que el ganador fue un Chino que estaba viviendo años en esa región . De esa

forma Florentino la veía de ves en cuando a Fermina en algún acto social pero

ella ya parecía otra mujer, con un hijo bien educado, pero Florentino nunca

perdió las esperanzas.


En otra de sus aventuras conoció a una mujer de nombre Olimpia Zuleta que

cuidaba a muchísimas palomas, Florentino la cortejaba por un largo tiempo hasta

que en una de esas ocasiones Florentino escribió en su estomago que le

partencia, fue escrita con pintura de un camarote en refacción. Esa noche su

esposo la vio al colocarse el camisón de dormir y su esposo se retiro y al poco

tiempo la degolló con una navaja de rasurarse. Florentino después de ese

incidente se encontraba preocupado, puesto que le había enviado cartas con su

nombre pero no paso a más. Luego de aquello dejó de lado esa vida y se dedico a

su madre, quien había perdido la razón por la edad y mas tarde falleció. Fue uno

de los peores momentos para Florentino, quien después se descuido de su

aspecto físico y después tenia ciertas enfermedades que solo se debían a la

edad.

Por otro lado el Dr. Urbino y Fermina Ariza parecían ser la pareja perfecta al lado

de su hijo, pero la vida pública no sabía de lo que pasaba Fermina en un inicio,

puesto que su suegra se encargó de hacerle la vida imposible, luego cuando

murió su suegra las cosas cambiaron e incluso se cambiaron de hogar. Cuando el

Dr. Juvenal sentía la pérdida del amor entre ellos él le propuso salir de viaje

nuevamente a París. Cuando su retorno Florentino la vio nuevamente

embarazada a Fermina. Luego de eso se empezaron a conocer muchísimo

Fermina con su esposo, hasta el punto de que no se arrepentía de haberse

casado con él. Pasaron muchas cosas juntos, hasta cuando la vejes era un

obstáculo para el Dr. Juvenal desempeñara sus actividades, Fermina siempre lo

apoyó en lo que ella podía ya que era menor con al menos diez años, esa fue la
época en la que supieron fortalecer su amor, de tal manera supieron sobresalir

ante las adversidades de la vida.

CAPITULO V

Por motivos de la festividad de inicio del año nuevo del siglo XX, elevaron el

primer globo aerostático, siendo los tripulantes las personas mas distinguidas,

entre ellas el Dr. Urbino con su esposa Florentina, llevando por los cielos un

primer correo aéreo. En aquel viaje Florentina recordó a su tierra natal y vio

cómo cuando éstos, lanzaban ropas y medicamentos por los aires, los niños

corrían hacia ellos e incluso se zambullían como peces, esa fue una de las

imágenes que mas impresión le causo a florentina , ya en allá los recibieron de

la mejor manera.

En una de esas ocasiones cuando el Dr. Urbino salieron a comer con su

esposa y su hijo fue tan grande la casualidad que en ese mismo lugar se

encontraba Florentino Ariza, pero éste no se izo notar, solo se quedo

observando atreves de un espejo que enfocaba solo a Fermina Daza, después

de unos días impresionado ante aquella imagen de Fermina reflejada por aquel

espejo, compró el espejo ante cualquier precio para luego colocarla en su oficina.

Todo daba cuenta, de que en esa pareja (Dr. Urbino y Fermina Daza) las

relaciones eran de las mejores; sin embargo en aquella época Fermina había

atravesado la peor de sus crisis matrimoniales, puesto que en uno de esos días
encontró un raro olor en la ropa de su esposo, ya que ella tenía el sentido del

olfato exageradamente desarrollado , y esta situación sucedía con mas

frecuencia. En una de las tardes en la que el Dr. Urbino se encontraba leyendo

un libro, Fermina no soporto mas aquel tema que lo tenía tan intrigada y le dio a

conocer su preocupación. El Dr. Urbino no supo que hacer o decirle a su

esposa, puesto que el llegaba tarde a su casa, no iba a las misas y demás actos

que solía hacer, todo a causa de una muchacha que había conocido y

entablado una relación con la señorita Barbara Lynch quien era doctora en

teología. Esta relación duro unos cuatro meses, hasta que Fermina Daza se

enteró y le pidió que tomara medidas sobre el caso, de tal manera que el Dr.

Urbino se vio forzado a dejarla, tan solo entregándole una regalito de

despedida, al cual ella no entendía.

Ese fue uno de los sucesos por los que Fermina Daza decidió salir de la ciudad

donde su prima Hildebranda, y por lo cual toda la sociedad mundana hablaba

sobre ese tema con ciertas especulaciones y versiones sobre la salida de

Fermina. Todo esto ignoraba Florentino y por más de dos años la estuvo

buscando o averiguando sobre ella, sin tener noticia alguna.

El Dr. Juvenal Urbino quien ya conocía el carácter de su esposa, decidió ir a

buscarla hasta donde se encontraba con su prima Hildebranda, dado que Fermina

tenía un orgullo tenaz. Cuando Fermina vio a su esposo llegar, ella se conmovió

y agradeció a Dios, de tal manera que acepto la propuesta que él le había

hecho, el cual era volver a pasar una segunda luna de miel.


Cuando Florentino la vio por primera vez en el cine el se alegro muchísimo, ya

que no le había visto ni oído noticias de ella, pensando en el fallecimiento de la

misma.

Años mas tarde cuando Florentino Ariza se encontraba acostado en compañía

de América, sonó las campanas de la catedral, y fue en aquel mismo instante en

que él, pensó que había muerto alguien importante, y le pidió a América que

regresara a su internado. Cuando se enteró que el Dr. Urbino había muerto, él

decidió presentarse ante Fermina Daza, indicándole que sus sentimientos no

habían cambiado en lo más mínimo, pero ella lo rechazo rotundamente ya que ella

esta atravesando momentos difíciles por la muerte de su esposo. Florentino Daza,

al recibir ese rechazo por parte de Fermina Daza, se encontraba muy triste por

varias semanas, hasta que un día de lluvia, cuando retornaba a su hogar,

encontró una carta empapada en el charco de agua. Esa carta era de Fermina

Daza, pero a florentino no le importaba el contenido el cual era de rechazo, lo

único que le importaba es que le había respondido a su carta y eso le generó

esperanzas con Fermina Daza.


CAPITULO VI

Cuando Florentino recibió esa carta, se puso a leerla muy serenamente, no le

importo el contenido ofensivo por parte de Fermina Daza y la leyó una y otra vez.

Esto le generó a Florentino grandes momentos de depresión, y buscando

consuelo por toda la ciudad decidió ir donde una antigua amante, la Viuda de Dos

quien era una mujer menor con al menos diez años fue a visitarla con una botella

de vino. Cuando se encontraron de un largo tiempo casi no se reconocieron por el

gran daño que les había echo el tiempo, pero luego entraron en confianza y

Florentino le contó sus problemas de forma indirecta, pero la viuda de dos

siempre acertaba en sus suposiciones.

En el primer aniversario de la muerte de Juvenal Urbino, la familia envió esquelas

de invitación a una misa conmemorativa en la catedral. Florentino Ariza le envió

ciento treinta y dos cartas a Fermina Daza, sin embargo no le llego ni una sola

respuesta, por tal motivo decidió ir a esa misa aunque no estuviera invitado.

Fermina Daza al verlo en la ceremonia le tendió la mano, y le dio gracias por

haber asistido. Ella había leído las cartas que Florentino le había mandado, una

mañana en el desayuno ella estaba con su hija, cuando recibió la primera carta y

se la guardó para que su hija no sospechara, se fue a su cuarto y comenzó a

leerla, cuando se dio de cuenta que Florentino Ariza había cambiado mucho y era

una manera muy noble de borrar el pasado. Las cartas siguientes acabaron de

apaciguarla, pero de todos modos las quemó y su única intención fue que algún

día se las iba a devolver, pero con el tiempo se acumuló y no supo como explicar

que su orgullo no la dejaba escribir.


Un día Fermina Daza le preguntó a Lucrecia del Real del Obispo si por casualidad

conocía a Florentino Ariza, ella le contestó que sí. Le dijo que se conocían desde

que eran niños, y que el ha sido educado de una manera humilde.

Pasaron dos semanas y Fermina Daza no recibió ni una carta de Florentino Ariza,

hasta que un día Florentino Ariza se presentó en su casa y ella le recibió, se dio

de cuenta de que él estaba pálido y nervioso así que le pidió que se saque el

saco. Florentino Ariza le preguntó cuando podía recibir una visita de él, pero ella le

dijo que ya estaba ahí, así que entonces se quedara, él se negó y quedaron para

pasado mañana a las cinco. Florentino Ariza sin falta fue ese día y hablaron de

muchas cosas, pasada más de las seis él se retiró y ella le dijo que volviera

cuando quisiera, entonces él volvió a visitarla todos los martes. De casualidad el

doctor Urbino Daza se aparecía junto a su esposa en la casa de Fermina Daza, se

pusieron a jugar con barajas, Florentino Ariza no sabia como se jugaba, así que

Fermina Daza le enseñó en un día. Al final de todo él doctor Urbino Daza invitó a

Florentino Ariza a un almuerzo en el Club Social a las doce del medio día, pero por

ciertas razones Florentino Ariza tubo que llevarlo a otra parte. El almuerzo fue

breve pero hablaron de él y de Fermina Daza, al final el doctor Ubino Daza le dijo

que siguiera viendo a su mamá ya que ella estaba sola y él también, en

consecuencia podía ayudarse a pasar su vejez.

Florentino Ariza se sentía muy feliz que subió las escaleras bailando hasta que se

dobló el tobillo izquierdo, cayó de espaldas y no se mató de milagro. Le enyesaron

el pie hasta la pantorrilla y le obligaron a permanecer inmóvil en la cama por

sesenta días, pero él no quiso eso, porque así no podía ver más a Fermina Daza.
Al estar en esta situación optó por llamar a Fermina Daza por teléfono, y cuando lo

hizo ella solo le habló unas tres frases convencionales de saludo, él quedó

desconsolado por esto. Dos días después recibió una carta de Fermina Daza

donde le suplicaba que no la llame más. Después ambos seguían escribiéndose

cartas.

Después de un largo tiempo Florentino Ariza y Fermina Daza decidieron hacer un

viaje en uno de los buques de la compañía Fluvial. Cuando el viaje terminó

Florentino Ariza preguntó al capitán del barco que se podía hacer para hacer un

viaje de ida pero esta ves solos , y el capitán le contesto solo si se hubiera

declarado el barco con la peste e izaran la bandera y se izo de esa manera. Un

día cuando se encontraban navegando por el océano los detectó la patrulla del

Caribe y les preguntó cual era la peste que traían, El capitán contestó que sólo

traían tres pasajeros, y todos tenían el cólera pero se mantenían en reclusión

estricta, pero que los demás no habían tenido un contacto con ellos. Florentino le

dijo al capitán que vaya derecho otra vez por La Dorada. Él capitán se encontraba

un tanto confundido al verse en el lío que se encontraba y no podía creer las

ordenes de Florentino Ariza que consistía en un ir y venir por esas coordenadas,

así que el capitán le preguntó a Florentino Ariza, hasta cuando estarían

transitando por el océano de esa forma, y Florentino sin dudar un instante, le dijo

toda la vida ya que esa ocasión había esperado toda su vida.

BIBLIOGRAFIA:

GARCIA, Marquez, Gabriel EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE COLERA


Editorial Sudamericana, Buenos Aires 2001

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