Como todas las tardes, el Sr. Crowley, ingresaba al cementerio Highgate.

Esta prctica, la haba hecho habitual haca muchos aos; hace ms de quince aos, por decir un nmero. Los encargados de la limpieza y cuidadores, decan que algunas veces se lo poda or conversando solo, mientras se desplazaba de tumba en tumba. El Sr. Crowley es un ilustre por naturaleza, no conoce lo que es el trabajo fsico. No tendra por qu hacerlo, a menos que fuera por placer, ya que su economa est a salvo gracias a una enorme fortuna familiar. Adems, es un hombre letrado, reconocido y estimado por la crme de la crme londinense. Su estilo de vida, es motivo de cotilleo entre algunas personas. Otros ven ciertos hechos trgicos que el Sr. Crowley se encarga de disimular respecto de su vida. Pero el Sr. Crowley parece no estar al tanto de lo mucho que sobre l se habla o quiz conoce perfectamente cada cosa que se dice pero, le da la importancia que las lenguas cobardes merecen: el desprecio. Mientras tanto el Sr. Crowley tiene a todas las personas hipnotizadas, los hace actuar como unos tontos. Ciertamente se trata de una magia que muchos no pueden combatir. Siempre tuvo ese poder de seduccin; cada paso suyo es registrado por miles de ojos, cada accin efmera es elevada a la perfeccin. Y, sin embargo, siempre ha estado esperando el llamado de Satans; una batalla que no querra perderse por nada de este mundo. El seor encanto sobre la Tierra, piensa que alguna vez podr ser puro combatiendo a su mentor, combatindose a s mismo. Tiene un gran velo cubriendo sus pupilas, lo dejan ver slo lo que a l le parece necesario. El resto es un rastro de mediocridad dejado por otros que son a quienes l debe alarmar por el medio nocturno de su relacin con los dems hombres. Develando siempre las cosas que se crean sagradas en este mundo, el Sr. Crowley, demostraba su sagaz manera de manifestar su presencia en pblico. No tena mucho que perder, puesto que saba que nadie se atrevera a contradecirlo. Para refutar las palabras del Sr. Crowley, era necesario entrar en sus dominios: los terrenos donde habita la seduccin y el conocimiento de lo que incluso la luz ignora.