Acostumbrada a recibir tu beso en mi mejilla como besa la brisa en la maana sintiendo el paso de las horas de tu boca que que no avanzan
Acostumbrada a sentir el roco en mi pelo como cuando llueve en madrugada y resbala la cascada de mis ojos
Acostumbrada a decir miles de palabras como cuando sopla en viento y se lleva hasta tu alma mis suspiros