Lo que cada figura intenta es darnos una o varias verdades centrales para que vaya-
mos contemplando la extraordinaria y verdadera identidad de la Iglesia. Por eso se necesi-
tan varias figuras porque ninguna es completa en si misma, por ejemplo, la del “edifi-
cio-templo”, que ya vimos, aclara que está formado por “piedras vivas” que hacen que este
edificio tenga la particularidad de seguir creciendo, cosa que en lo natural no existe, pero la
figura nos enseña verdades centrales sobre la Iglesia.
(2) Esta figura nos enseña la base de la comunión y del servicio (Ef.4:10-16). Amar el
Cuerpo es amar a Jesús. Si no amas el Cuerpo de Cristo amas a un Jesús decapitado.
(5) En el Cuerpo hay protección (Col.2:18,19). Si atacan una mano suelta esta no se
puede defender, pero si está conectada con los pies, por lo menos puede escapar.