Caracolía I
Caracolía II
Caracolía III
Caracolía IV
Aprendí que las arañas grises atrapan los sueños de los hombres cuando
duermen, por ello están en las esquinas, cuando los sueños eran sin fuerza
y sin fe, se convertían en polillas, cuando los sueños dependían de la suerte
estos eran mariposas grises con números en sus alas, las abuelas
aconsejaban buscar estos números para jugarlos en la lotería, pero los
buenos sueños se convertían en mariposas de colores que debían
alimentarse del néctar de las flores, para que fueran siempre dulces. Los
caracoles, aprendieron a sanar sus heridas con la ayuda del tiempo, ellos
llevaban sus casas porque eran peregrinos en la tierra al igual que los
humanos, aunque estos ignorasen estas dos cosas, por eso ni sanaban las
heridas de sus almas, ni sanaban las heridas, de su propia casa.
Caracolía VI
Caracolía VII