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DEPURACIÓN DE AGUAS

Nombre que reciben los distintos procesos implicados en la extracción, tratamiento


y control sanitario de los productos de desecho arrastrados por el agua y
procedentes de viviendas e industrias. La depuración cobró importancia
progresivamente desde principios de la década de 1970 como resultado de la
preocupación general expresada en todo el mundo sobre el problema, cada vez
mayor, de la contaminación humana del medio ambiente, desde el aire a los ríos,
lagos, océanos y aguas subterráneas, por los desperdicios domésticos, industriales,
municipales y agrícolas..
HISTORIA
Los métodos de depuración de residuos se remontan a la antigüedad y se han
encontrado instalaciones de alcantarillado en lugares prehistóricos de Creta y en
las antiguas ciudades asirias. Las canalizaciones de desagüe construidas por los
romanos todavía funcionan en nuestros días. Aunque su principal función era el
drenaje, la costumbre romana de arrojar los desperdicios a las calles significaba
que junto con el agua de las escorrentías viajaban grandes cantidades de materia
orgánica. Hacia finales de la edad media empezaron a usarse en Europa, primero,
excavaciones subterráneas privadas y, más tarde, letrinas. Cuando éstas estaban
llenas, unos obreros vaciaban el lugar en nombre del propietario. El contenido de
los pozos negros se empleaba como fertilizante en las granjas cercanas o era vertido
en los cursos de agua o en tierras no explotadas.
Unos siglos después se recuperó la costumbre de construir desagües, en su mayor
parte en forma de canales al aire o zanjas en la calle. Al principio estuvo prohibido
arrojar desperdicios en ellos, pero en el siglo XIX se aceptó que la salud pública
podía salir beneficiada si se eliminaban los desechos humanos a través de los
desagües para conseguir su rápida desaparición. Un sistema de este tipo fue
desarrollado por Joseph Bazalgette entre 1859 y 1875 con el objeto de desviar el
agua de lluvia y las aguas residuales hacia la parte baja del Támesis, en Londres.
Con la introducción del abastecimiento municipal de agua y la instalación de
cañerías en las casas llegaron los inodoros y los primeros sistemas sanitarios
modernos. A pesar de que existían reservas respecto a éstos por el desperdicio de
recursos que suponían, por los riesgos para la salud que planteaban y por su
elevado precio, fueron muchas las ciudades que los construyeron.
A comienzos del siglo XX, algunas ciudades e industrias empezaron a reconocer
que el vertido directo de desechos en los ríos provocaba problemas sanitarios. Esto
llevó a la construcción de instalaciones de depuración. Aproximadamente en
aquellos mismos años se introdujo la fosa séptica como mecanismo para el
tratamiento de las aguas residuales domésticas tanto en las áreas suburbanas como
en las rurales. Para el tratamiento en instalaciones públicas se adoptó primero la
técnica del filtro de goteo (véase más abajo). Durante la segunda década del siglo, el
proceso del lodo activado, desarrollado en Gran Bretaña, supuso una mejora
significativa por lo que empezó a emplearse en muchas localidades de ese país y de
todo el mundo. Desde la década de 1970, se ha generalizado en el mundo
industrializado la cloración, un paso más significativo del tratamiento químico.
TRANSPORTE DE LAS AGUAS RESIDUALES
Las aguas residuales son transportadas desde su punto de origen hasta las
instalaciones depuradoras a través de tuberías, generalmente clasificadas según el
tipo de agua residual que circule por ellas. Los sistemas que transportan tanto agua
de lluvia como aguas residuales domésticas se llaman combinados. Generalmente
funcionan en las zonas viejas de las áreas urbanas. Al ir creciendo las ciudades e
imponerse el tratamiento de las aguas residuales, las de origen doméstico fueron
separadas de las de los desagües de lluvia por medio de una red separada de
tuberías. Esto resulta más eficaz porque excluye el gran volumen de líquido que
representa el agua de escorrentía. Permite mayor flexibilidad en el trabajo de la
planta depuradora y evita la contaminación originada por escape o desbordamiento
que se produce cuando el conducto no es lo bastante grande para transportar el
flujo combinado. Para reducir costes, algunas ciudades, por ejemplo Chicago, han
hallado otra solución al problema del desbordamiento: en lugar de construir una
red separada, se han construido, sobre todo bajo tierra, grandes depósitos para
almacenar el exceso de flujo, después se bombea el agua al sistema cuando deja de
estar saturado.
Las instalaciones domésticas suelen conectarse mediante tuberías de arcilla, hierro
fundido o PVC de entre 8 y 10 cm de diámetro. El tendido de alcantarillado, con
tuberías maestras de mayor diámetro, puede estar situado a lo largo de la calle a
unos 1,8 m o más de profundidad. Los tubos más pequeños suelen ser de arcilla,
hormigón o cemento, y los mayores, de cemento reforzado con o sin revestimiento.
A diferencia de lo que ocurre en el tendido de suministro de agua, las aguas
residuales circulan por el alcantarillado más por efecto de la gravedad que por el de
la presión. Es necesario que la tubería esté inclinada para permitir un flujo de una
velocidad de al menos 0,46 m por segundo, ya que a velocidades más bajas la
materia sólida tiende a depositarse. Los desagües principales para el agua de lluvia
son similares a los del alcantarillado, salvo que su diámetro es mucho mayor. En
algunos casos, como en el de los sifones y las tuberías de las estaciones de bombeo,
el agua circula a presión.
Las canalizaciones urbanas acostumbran a desaguar en interceptadores, que
pueden unirse para formar una línea de enlace que termina en la planta
depuradora de aguas residuales. Los interceptadores y los tendidos de enlace,
construidos por lo general de ladrillo o cemento reforzado, miden en ocasiones
hasta 6 m de anchura.
NATURALEZA DE LAS AGUAS RESIDUALES
El origen, composición y cantidad de los desechos están relacionados con los
hábitos de vida vigentes. Cuando un producto de desecho se incorpora al agua, el
líquido resultante recibe el nombre de agua residual.
Origen y cantidad Las aguas residuales tienen un origen doméstico, industrial,
subterráneo y meteorológico, y estos tipos de aguas residuales suelen llamarse
respectivamente, domésticas, industriales, de infiltración y pluviales.
Las aguas residuales domésticas son el resultado de actividades cotidianas de las
personas. La cantidad y naturaleza de los vertidos industriales es muy variada,
dependiendo del tipo de industria, de la gestión de su consumo de agua y del grado
de tratamiento que los vertidos reciben antes de su descarga. Una acería, por
ejemplo, puede descargar entre 5.700 y 151.000 litros por tonelada de acero
fabricado. Si se practica el reciclado, se necesita menos agua.
La infiltración se produce cuando se sitúan conductos de alcantarillado por debajo
del nivel freático o cuando el agua de lluvia se filtra hasta el nivel de la tubería. Esto
no es deseable, ya que impone una mayor carga de trabajo al tendido general y a la
planta depuradora. La cantidad de agua de lluvia que habrá que drenar dependerá
de la pluviosidad así como de las escorrentías o rendimiento de la cuenca de
drenaje.
Un área metropolitana estándar vierte un volumen de aguas residuales entre el 60
y el 80% de sus requerimientos diarios totales, y el resto se usa para lavar coches y
regar jardines, así como en procesos como el enlatado y embotellado de alimentos.
Composición La composición de las aguas residuales se analiza con diversas
mediciones físicas, químicas y biológicas. Las mediciones más comunes incluyen la
determinación del contenido en sólidos, la demanda bioquímica de oxígeno
(DBO5), la demanda química de oxígeno (DQO) y el pH.
Los residuos sólidos comprenden los sólidos disueltos y en suspensión. Los sólidos
disueltos son productos capaces de atravesar un papel de filtro, y los suspendidos
los que no pueden hacerlo (véaseFiltración). Los sólidos en suspensión se dividen a
su vez en depositables y no depositables, dependiendo del número de miligramos
de sólido que se depositan a partir de 1 litro de agua residual en una hora. Todos
estos sólidos pueden dividirse en volátiles y fijos, siendo los volátiles, por lo
general, productos orgánicos y los fijos materia inorgánica o mineral.
La concentración de materia orgánica se mide con los análisis DBO5 y DQO. La
DBO5 es la cantidad de oxígeno empleado por los microorganismos a lo largo de un
periodo de cinco días para descomponer la materia orgánica de las aguas residuales
a una temperatura de 20 °C. De modo similar, la DQO es la cantidad de oxígeno
necesario para oxidar la materia orgánica por medio de dicromato en una solución
ácida y convertirla en dióxido de carbono y agua. El valorde la DQO es siempre
superior al de la DBO5 porque muchas sustancias orgánicas pueden oxidarse
químicamente, pero no biológicamente. La DBO5 suele emplearse para comprobar
la carga orgánica de las aguas residuales municipales e industriales biodegradables,
sin tratar y tratadas. La DQO se usa para comprobar la carga orgánica de aguas
residuales que, o no son biodegradables o contienen compuestos que inhiben la
actividad de los microorganismos. El pH mide la acidez de una muestra de aguas
residuales (véase Ácidos y bases). Los valores típicos para los residuos sólidos
presentes en el agua y la DBO5 del agua residual doméstica aparecen en la tabla
adjunta. El contenido típico en materia orgánica de estas aguas es un 50% de
carbohidratos, un 40% de proteínas y un 10% de grasas; y entre 6,5 y 8,0, el pH
puede variar.
No es fácil caracterizar la composición de los residuos industriales con arreglo a un
rango típico de valores dado según el proceso de fabricación. La concentración de
un residuo industrial se pone de manifiesto enunciando el número de personas, o
equivalente de población (PE), necesario para producir la misma cantidad de
residuos. Este valor acostumbra a expresarse en términos de DBO5. Para la
determinación del PE se emplea un valor medio de 0,077 kg, en 5 días, a 20 °C de
DBO por persona y día. El equivalente de población de un matadero, por ejemplo,
oscilará entre 5 y 25 PE por animal.
La composición de las infiltraciones depende de la naturaleza de las aguas
subterráneas que penetran en la canalización. El agua de lluvia residual contiene
concentraciones significativas de bacterias, elementos traza, petróleo y productos
químicos orgánicos.
PURIFICACIÓN DEL AGUA
Las impurezas suspendidas y disueltas en el agua natural impiden que ésta sea
adecuada para numerosos fines. Los materiales indeseables, orgánicos e
inorgánicos, se extraen por métodos de criba y sedimentación que eliminan los
materiales suspendidos. Otro método es el tratamiento con ciertos compuestos,
como el carbón activado, que eliminan los sabores y olores desagradables. También
se puede purificar el agua por filtración, o por cloración o irradiación que matan los
microorganismos infecciosos. Véase también Depuración de aguas.
En la ventilación o saturación de agua con aire, se hace entrar el agua en contacto
con el aire de forma que se produzca la máxima difusión; esto se lleva a cabo
normalmente en fuentes, esparciendo agua en el aire. La ventilación elimina los
olores y sabores producidos por la descomposición de la materia orgánica, al igual
que los desechos industriales como los fenoles, y gases volátiles como el cloro.
También convierte los compuestos de hierro y manganeso disueltos en óxidos
hidratados insolubles que luego pueden ser extraídos con facilidad.
La dureza de las aguas naturales es producida sobre todo por las sales de calcio y
magnesio, y en menor proporción por el hierro, el aluminio y otros metales. La que
se debe a los bicarbonatos y carbonatos de calcio y magnesio se denomina dureza
temporal y puede eliminarse por ebullición, que al mismo tiempo esteriliza el agua.
La dureza residual se conoce como dureza no carbónica o permanente. Las aguas
que poseen esta dureza pueden ablandarse añadiendo carbonato de sodio y cal, o
filtrándolas a través de ceolitas naturales o artificiales que absorben los iones
metálicos que producen la dureza, y liberan iones sodio en el agua ( véase
Intercambio iónico). Los detergentes contienen ciertos agentes separadores que
inactivan las sustancias causantes de la dureza del agua.
El hierro, que produce un sabor desagradable en el agua potable, puede extraerse
por medio de la ventilación y sedimentación, o pasando el agua a través de filtros
de ceolita. También se puede estabilizar el hierro añadiendo ciertas sales, como los
polifosfatos. El agua que se utiliza en los laboratorios, se destila o se desmineraliza
pasándola a través de compuestos que absorben los iones.
DESALINIZACIÓN DEL AGUA
Para satisfacer las crecientes demandas de agua dulce, especialmente en las áreas
desérticas y semidesérticas, se han llevado a cabo numerosas investigaciones con el
fin de conseguir métodos eficaces para eliminar la sal del agua del mar y de las
aguas salobres. Se han desarrollado varios procesos para producir agua dulce a bajo
costo.
Tres de los procesos incluyen la evaporación seguida de la condensación del vapor
resultante, y se conocen como: evaporación de múltiple efecto, destilación por
compresión de vapor y evaporación súbita. En este último método, que es el más
utilizado, se calienta el agua del mar y se introduce por medio de una bomba en
tanques de baja presión, donde el agua se evapora bruscamente. Al condensarse el
vapor se obtiene el agua pura.
La congelación es un método alternativo que se basa en los diferentes puntos de
congelación del agua dulce y del agua salada. Los cristales de hielo se separan del
agua salobre, se lavan para extraerles la sal y se derriten, convirtiéndose en agua
dulce. En otro proceso, llamado ósmosis inversa, se emplea presión para hacer
pasar el agua dulce a través de una fina membrana que impide el paso de
minerales. La ósmosis inversa sigue desarrollándose de forma intensiva. La
electrodiálisis se utiliza para desalinizar aguas salobres. Cuando la sal se disuelve
en agua, se separa en iones positivos y negativos, que se extraen pasando una
corriente eléctrica a través de membranas aniónicas y catiónicas.
Un problema importante en los proyectos de desalinización son los costos para
producir agua dulce.
La mayoría de los expertos confían en obtener mejoras sustanciales para purificar
agua ligeramente salobre, que contiene entre 1.000 y 4.500 partes de minerales por
millón, en comparación a las 35.000 partes por millón del agua del mar. Puesto
que el agua resulta potable si contiene menos de 500 partes de sal por millón,
desalinizar el agua salobre es comparativamente más barato que desalinizar el agua
del mar.
Los procesos empleados en las plantas depuradoras municipales suelen clasificarse
como parte del tratamiento primario, secundario o terciario.
*Tratamiento primario Las aguas residuales que entran en una depuradora
contienen materiales que podrían atascar o dañar las bombas y la maquinaria.
Estos materiales se eliminan por medio de enrejados o barras verticales, y se
queman o se entierran tras ser recogidos manual o mecánicamente. El agua
residual pasa a continuación a través de una trituradora, donde las hojas y otros
materiales orgánicos son triturados para facilitar su posterior procesamiento y
eliminación.
*Cámara de arena En el pasado, se usaban tanques de deposición, largos y
estrechos, en forma de canales, para eliminar materia inorgánica o mineral como
arena, sedimentos y grava. Estas cámaras estaban diseñadas de modo que
permitieran que las partículas inorgánicas de 0,2 mm o más se depositaran en el
fondo, mientras que las partículas más pequeñas y la mayoría de los sólidos
orgánicos que permanecen en suspensión continuaban su recorrido. Hoy en día las
más usadas son las cámaras aireadas de flujo en espiral con fondo en tolva, o
clarificadores, provistos de brazos mecánicos encargados de raspar. Se elimina el
residuo mineral y se vierte en vertederos sanitarios. La acumulación de estos
residuos puede ir de los 0,08 a los 0,23 m3 por cada 3,8 millones de litros de aguas
residuales.
*Sedimentación Una vez eliminada la fracción mineral sólida, el agua pasa a un
depósito de sedimentación donde se depositan los materiales orgánicos, que son
retirados para su eliminación. El proceso de sedimentación puede reducir de un 20
a un 40% la DBO5 y de un 40 a un 60% los sólidos en suspensión.
La tasa de sedimentación se incrementa en algunas plantas de tratamiento
industrial incorporando procesos llamados coagulación y floculación químicas al
tanque de sedimentación. La coagulación es un proceso que consiste en añadir
productos químicos como el sulfato de aluminio, el cloruro férrico o polielectrolitos
a las aguas residuales; esto altera las características superficiales de los sólidos en
suspensión de modo que se adhieren los unos a los otros y precipitan. La
floculación provoca la aglutinación de los sólidos en suspensión. Ambos procesos
eliminan más del 80% de los sólidos en suspensión.
*Flotación Una alternativa a la sedimentación, utilizada en el tratamiento de
algunas aguas residuales, es la flotación, en la que se fuerza la entrada de aire en las
mismas, a presiones de entre 1,75 y 3,5 kg por cm2. El agua residual, supersaturada
de aire, se descarga a continuación en un depósito abierto. En él, la ascensión de las
burbujas de aire hace que los sólidos en suspensión suban a la superficie, de donde
son retirados. La flotación puede eliminar más de un 75% de los sólidos en
suspensión.
*Digestión La digestión es un proceso microbiológico que convierte el lodo,
orgánicamente complejo, en metano, dióxido de carbono y un material inofensivo
similar al humus. Las reacciones se producen en un tanque cerrado o digestor, y
son anaerobias, esto es, se producen en ausencia de oxígeno. La conversión se
produce mediante una serie de reacciones. En primer lugar, la materia sólida se
hace soluble por la acción de enzimas. La sustancia resultante fermenta por la
acción de un grupo de bacterias productoras de ácidos, que la reducen a ácidos
orgánicos sencillos, como el ácido acético. Entonces los ácidos orgánicos son
convertidos en metano y dióxido de carbono por bacterias. Se añade lodo espesado
y calentado al digestor tan frecuentemente como sea posible, donde permanece
entre 10 y 30 días hasta que se descompone. La digestión reduce el contenido en
materia orgánica entre un 45 y un 60 por ciento.
*Desecación El lodo digerido se extiende sobre lechos de arena para que se seque
al aire. La absorción por la arena y la evaporación son los principales procesos
responsables de la desecación. El secado al aire requiere un clima seco y
relativamente cálido para que su eficacia sea óptima, y algunas depuradoras tienen
una estructura tipo invernadero para proteger los lechos de arena. El lodo desecado
se usa sobre todo como acondicionador del suelo; en ocasiones se usa como
fertilizante, debido a que contiene un 2% de nitrógeno y un 1% de fósforo.
*Tratamiento secundario Una vez eliminados de un 40 a un 60% de los sólidos en
suspensión y reducida de un 20 a un 40% la DBO5 por medios físicos en el
tratamiento primario, el tratamiento secundario reduce la cantidad de materia
orgánica en el agua. Por lo general, los procesos microbianos empleados son
aeróbicos, es decir, los microorganismos actúan en presencia de oxígeno disuelto.
El tratamiento secundario supone, de hecho, emplear y acelerar los procesos
naturales de eliminación de los residuos. En presencia de oxígeno, las bacterias
aeróbicas convierten la materia orgánica en formas estables, como dióxido de
carbono, agua, nitratos y fosfatos, así como otros materiales orgánicos. La
producción de materia orgánica nueva es un resultado indirecto de los procesos de
tratamiento biológico, y debe eliminarse antes de descargar el agua en el cauce
receptor.
Hay diversos procesos alternativos para el tratamiento secundario, incluyendo el
filtro de goteo, el lodo activado y las lagunas.
*Filtro de goteo En este proceso, una corriente de aguas residuales se distribuye
intermitentemente sobre un lecho o columna de algún medio poroso revestido con
una película gelatinosa de microorganismos que actúan como agentes destructores.
La materia orgánica de la corriente de agua residual es absorbida por la película
microbiana y transformada en dióxido de carbono y agua. El proceso de goteo,
cuando va precedido de sedimentación, puede reducir cerca de un 85% la DBO5.
*Fango activado Se trata de un proceso aeróbico en el que partículas gelatinosas de
lodo quedan suspendidas en un tanque de aireación y reciben oxígeno. Las
partículas de lodo activado, llamadas floc, están compuestas por millones de
bacterias en crecimiento activo aglutinadas por una sustancia gelatinosa. El floc
absorbe la materia orgánica y la convierte en productos aeróbicos. La reducción de
la DBO5 fluctúa entre el 60 y el 85 por ciento.
Un importante acompañante en toda planta que use lodo activado o un filtro de
goteo es el clarificador secundario, que elimina las bacterias del agua antes de su
descarga.
*Estanque de estabilización o laguna Otra forma de tratamiento biológico es el
estanque de estabilización o laguna, que requiere una extensión de terreno
considerable y, por tanto, suelen construirse en zonas rurales. Las lagunas
opcionales, que funcionan en condiciones mixtas, son las más comunes, con una
profundidad de 0,6 a 1,5 m y una extensión superior a una hectárea. En la zona del
fondo, donde se descomponen los sólidos, las condiciones son anaerobias; la zona
próxima a la superficie es aeróbica, permitiendo la oxidación de la materia orgánica
disuelta y coloidal. Puede lograrse una reducción de la DBO5 de un 75 a un 85 por
ciento.
*Tratamiento avanzado de las aguas residuales Si el agua que ha de recibir el
vertido requiere un grado de tratamiento mayor que el que puede aportar el
proceso secundario, o si el efluente va a reutilizarse, es necesario un tratamiento
avanzado de las aguas residuales. A menudo se usa el término tratamiento
terciariocomo sinónimo de tratamiento avanzado, pero no son exactamente lo
mismo. El tratamiento terciario, o de tercera fase, suele emplearse para eliminar el
fósforo, mientras que el tratamiento avanzado podría incluir pasos adicionales para
mejorar la calidad del efluente eliminando los contaminantes recalcitrantes. Hay
procesos que permiten eliminar más de un 99% de los sólidos en suspensión y
reducir la DBO5 en similar medida. Los sólidos disueltos se reducen por medio de
procesos como la ósmosis inversa y la electrodiálisis. La eliminación del amoníaco,
la desnitrificación y la precipitación de los fosfatos pueden reducir el contenido en
nutrientes. Si se pretende la reutilización del agua residual, la desinfección por
tratamiento con ozono es considerada el método más fiable, excepción hecha de la
cloración extrema. Es probable que en el futuro se generalice el uso de estos y otros
métodos de tratamiento de los residuos a la vista de los esfuerzos que se están
haciendo para conservar el agua mediante su reutilización. Véase Absorción;
Precipitación.
*Vertido del líquido El vertido final del agua tratada se realiza de varias formas. La
más habitual es el vertido directo a un río o lago receptor. En aquellas partes del
mundo que se enfrentan a una creciente escasez de agua, tanto de uso doméstico
como industrial, las autoridades empiezan a recurrir a la reutilización de las aguas
tratadas para rellenar los acuíferos, regar cultivos no comestibles, procesos
industriales, recreo y otros usos. En un proyectode este tipo, en la Potable Reuse
Demonstration Plant de Denver, Colorado, el proceso de tratamiento comprende
los tratamientos convencionales primario y secundario, seguidos de una limpieza
por cal para eliminar los compuestos orgánicos en suspensión. Durante este
proceso, se crea un medio alcalino (pH elevado) para potenciar el proceso. En el
paso siguiente se emplea la recarbonatación para volver a un pH neutro. A
continuación se filtra el agua a través de múltiples capas de arena y carbón vegetal,
y el amoníaco es eliminado por ionización. Los pesticidas y demás compuestos
orgánicos aún en suspensión son absorbidos por un filtro granular de carbón
activado. Los virus y bacterias se eliminan por ozonización. En esta fase el agua
debería estar libre de todo contaminante pero, para mayor seguridad, se emplean la
segunda fase de absorción sobre carbón y la ósmosis inversa y, finalmente, se
añade dióxido de cloro para obtener un agua de calidad máxima.
FOSA SÉPTICA
Un proceso de tratamiento de las aguas residuales que suele usarse para los
residuos domésticos es la fosa séptica: una fosa de cemento, bloques de ladrillo o
metal en la que sedimentan los sólidos y asciende la materia flotante. El líquido
aclarado en parte fluye por una salida sumergida hasta zanjas subterráneas llenas
de rocas a través de las cuales puede fluir y filtrarse en la tierra, donde se oxida
aeróbicamente. La materia flotante y los sólidos depositados pueden conservarse
entre seis meses y varios años, durante los cuales se descomponen
anaeróbicamente

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