Los nios juegan en el patio de la casa, la madre los mira mientras arregla algunas prendas agujeradas.

EL padre pronto ha de llegar, es da de pago. Todo est tranquilo, es una tarde hermosa, clida. Cuando el padre se asoma sobre lo ms alto del camino, los nios corren a su encuentro, se le cuelgan al cuello, y l los le anta sobre sus hombros. La mujer acomoda sus !tiles de costura, deja a un lado las prendas, y sale a recibir a su marido. "osteriormente todos se disponen al rededor de la pequea mesa, mirando al padre. El hombre sonriendo, les dice que hoy le han pagado bien, pudo pagar la renta y le sobr# dinero para dis$rutar de unos lujos que hace tiempo no podan darse. %briendo su morral, sac# desde su interior a&!car y pan.