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El Metapensamiento: Teoria del Pensamiento

Yo creo que el pensamiento solo es pensado por aquellos seres capaces de pensar que
piensan; porque no todos los seres capaces de pensar piensan, si fuera asi entonces nadie
pensaria sobre el pensamiento y nadie trataria de demostrar los pensamientos de otros o los
pensamientos propios para demostrarselo a los demas seres pensantes. En conclusion; si no
se pensara sobre el pensamiento todo el mundo sabria todo, porque asi nada necesitaria ser
demostrado y entonces este texto no existiria
1.1 Metapensamiento

Este término no se ha utilizado apenas pero sí el sintagma “pensamiento sobre el


pensamiento”.
La base para esta modalidad se encuentra en el propio concepto de metacognición
ya que se restringe cognición a pensamiento, a manipulación del conocimiento. En este
sentido la mayor parte del pensamiento es metapensamiento puesto que incluye la
reflexión, el volver sobre sí mismo y el autocontrol.
Reducido el pensamiento al razonamiento lógico, se hace más patente la existencia
de una metalógica. En su representación dentro de la metacognición, podríamos recurrir a
las distinciones que establece Moshman (1990) entre razonamiento lógico (lógica) –que
implica la habilidad para alcanzar conclusiones válidas mediante la aplicación de esquemas
o reglas inferenciales inconscientes- y la metalógica que implica la conciencia
metacognitiva de la lógica-; a su vez, la metalógica incluye las estrategias metalógicas –
coordinación relativamente sistemática y consciente de los esquemas y reglas de
inferencias- y la comprensión metalógica –que implica el conocimiento acerca de la
naturaleza de la lógica, incluyendo el concepto de necesidad lógica-. El desarrollo de la
metalógica se logra a través de cuatro etapas:

ETAPAS OBJETO EXPLÍCITO CONOCIMIENTO


DE COMPRENSIÓN IMPLÍCITO EN EL
RAZONAMIENTO
(SUJETO)

Etapa 1: Contenido: Inferencia:


Contenido Explícito Conclusión deducida y, así,
Inferencia Implícita distinta de las premisas

Etapa 2: Inferencia: Lógica:


Inferencia Explícita Conclusión deducida y, así, Forma del argumento
relacionada con las distinta de la verdad
premisas empírica de premisas y
conclusiones

Etapa 3: Lógica: Metalógica:


Lógica Explícita Relación entre la forma del Sistema de lógica formal
Metalógica Implícita argumento y la verdad distinto del lenguaje natural
empírica de premisas y
conclusiones (validez)
Etapa 4: Metalógica:
Metalógica Explícita Interrelaciones entre
sistemas lógicos y lenguajes
naturales

En líneas generales las referencias a la lógica suelen serlo más bien a la deducción, y en
este sentido Johnson-Laird y Byrne (1991) revisan el campo de la metadeducción
diferenciando entre “...razonamiento metalógico, que depende de la referencia explícita a la
veracidad o falsedad y razonamiento metacognitivo, que depende de la referencia a lo que
otros pueden estar deduciendo”.
Existen varias tareas para describir el razonamiento metalógico. Así encontramos a
Evans denomina tareas metainferenciales o problemas como el de los caballeros y los
villanos empleados por Rips. En el primer caso se trata de tareas que nos dan una idea
acerca de cómo el sujeto interpreta su propio proceso inferencial, dando claves acerca de
los sesgos y procedimientos que justifican el deficiente rendimiento de los sujetos en la
realización de tareas formales. En el segundo, el sujeto debe decidir basándose en lo que
dicen el caballero y el villano tomando en cuenta que los caballeros nunca mienten y los
villanos siempre, lo que nos permite hacernos una idea del control de la actividad
inferencial por parte del sujeto.
Otras tareas son: el problema de cuatro tarjetas o tarea de selección de Wason, el
problema THOG y el problema de los tres perfectos lógicos.

El pensamiento es un conjunto de operaciones mentales que verifican y preveen las


consecuencias de un comportamiento externo ante un problema a solucionar
Metapensamientos – Reflexiones de las imágenes de uno mismo en la meditación
Por Halvor Eifring, catedrático de lengua china en la Universidad de Oslo, y profesor de
meditación en Acem.
Cuando nuestra meditación se llena de pensamientos críticos acerca de cómo meditamos es
fácil creer que la solución está en “recuperar las formas”. En realidad la solución está en
aceptar la situación tal como es. Los pensamientos negativos autocríticos son una expresión
de las malas imágenes de uno mismo. La meditación nos libra de su agobiante influencia.
Los pensamientos valorativos son parte de la meditación. Algunas veces son positivos:
“¡Esto va bien!; “¡Así es como se medita correctamente!”; “¡Aquí he conseguido de verdad
algo!” Pero más a menudo son negativos: “No lo estoy haciendo bien”; “Tengo demasiados
pensamientos y son demasiado intrusivos”; “No pasa nada en mi meditación”; “El sonido
de meditación es demasiado flojo y poco claro”. Es típico que los juicios como estos tiñan
nuestra mente: los creemos y actuamos en consecuencia. En la psicología de la Meditación
Acem los llamamos metapensamientos.
Experiencia tergiversada – meditación equivocada
Cuando tenemos metapensamientos, es típico que experimentemos nuestra meditación de
una manera distorsionada y esto influye en cómo actuamos. Los juicios negativos que
hacemos están dirigidos hacia la práctica de nuestra meditación, y reaccionamos
modificando la manera en que meditamos:
Meditación juicio reacción
Cuando experimentamos metapensamientos negativos siempre asumimos que representan
la verdad. Es típico de los metapensamientos que creamos lo que dicen.
A menudo reaccionamos tratando de modificar el modo en que meditamos. Tratamos de
“recuperar las formas”. Por ejemplo, podemos repetir el sonido con más fuerza en un
intento de impedir que el sonido desaparezca e impedir que la mente se llegue a abrumar
por los pensamientos. O podemos esforzarnos por hacer el sonido más claro para evitar que
se torne más vago y poco claro. O intentamos quitarnos de encima pensamientos y
sentimientos que consideramos que no deberían ser parte de la meditación – cansancio,
sueño, dolor, tristeza, angustia, ansiedad, pensamientos superficiales, pensamientos
triviales, hacer planes o soñar despiertos. En todos estos casos, nuestra reacción implica
algún grado de concentración activa. La actitud abierta se restringe: meditamos
incorrectamente.
En realidad, los metapensamientos no representan la verdad en nuestra meditación. Los
pensamientos valorativos son más bien una parte del flujo de pensamientos: parte de la
liberación mental que resulta de la meditación correcta. Como tales, se debería permitir que
los pensamientos valorativos vinieran y se fueran a su antojo, igual que cualquier otro
pensamiento. Cuando los tratamos como verdades los apartamos de otros pensamientos y
les atribuimos una validez que no merecen. En vez de dejarlos pasar, reaccionamos ante
ellos.
Intentar evitar imágenes dolorosas de uno mismo
Los metapensamientos representan un afloramiento de las imágenes interiores de uno
mismo que nos influyen no sólo en la meditación sino también en nuestra vida cotidiana.
Como los metapensamientos de la meditación, las imágenes de uno mismo en la vida
cotidiana pueden ser positivas y asociadas a sentimientos de orgullo: “¡Me siento
fenomenal!”; “¡Lo he hecho realmente bien!”. Pero a menudo son críticas y están asociadas
a sentimientos de vergüenza o culpabilidad: “¡No me está yendo bien!”; “¡Soy inútil y
estúpido!”; “¿Qué pensarían los demás si me vieran ahora?”
Las imágenes negativas de uno mismo crean problemas. Están profundamente enraizadas
en nuestra psicología y han estado con nosotros desde nuestra primera infancia. Son
dolorosas y pueden paralizarnos. A menudo controlan demasiado de nuestro
comportamiento. Gastamos mucha energía tratando de evitar situaciones que puedan
reforzar las imágenes malas de nosotros mismos, sea hablar en público, hacer un examen,
hablar a un jefe, conseguir lo que ambicionamos, comprometernos en relaciones a largo
plazo o hacernos cargo de otros. Pero cuando evitamos tales situaciones también perdemos
la oportunidad de afrontar desafíos que podríamos haber resuelto bien al encararlos, tanto
en estudios, profesión, amor y amistad o familia y compromisos.
Los pensamientos valorativos que se experimentan durante la meditación son una expresión
de las mismas autoimágenes que nos influyen en la vida cotidiana. Nuestros intentos de
corregir nuestra meditación reflejan nuestra vida cotidiana, cuando tratamos de evitar sentir
el núcleo doloroso de estas imágenes de nosotros mismos. Como creemos que esos juicios
críticos se deben a nuestra meditación incorrecta nos engañamos pensando que podemos
evitarlos “recuperando las formas”.
En contraste con la vida cotidiana, la meditación generalmente nos da una señal clara
cuando algo no va bien. Nuestros intentos de corregir nuestra meditación no nos llevan a
una actitud mental más libre, sino que nos constriñen. Cuando se constriñe la actitud mental
libre, la respuesta de relajación y los efectos inmediatos de la meditación dejan de aparecer.
Nos empeñamos en un patrón en el que sentimos que algo va mal, pero nuestros intentos de
corregir la situación sólo intensifican el problema. Estamos atrapados en un círculo vicioso.
El resultado a menudo es inquietud y frustración.
Romper el círculo vicioso – salir de la ceguera
Para continuar progresando, la manera en que experimentamos la situación debe de
cambiar. Inicialmente pensamos que el problema subyace en el modo en que meditamos,
que nuestros juicios son correctos y que nuestros intentos de arreglar nuestra meditación
son una respuesta razonable a la situación:

jui
Meditació
ci reacción
n
o
La realidad es diferente. Los juicios críticos no se deben a una meditación incorrecta: por el
contrario, son el resultado de una meditación correcta. No representan una evaluación
correcta de la situación, sino que son una expresión de las imágenes limitadoras de uno
mismo. Meditar con una actitud mental libre ha posibilitado previamente que las imágenes
reprimidas de uno mismo se aproximen a la superficie de nuestra conciencia. Esto nos
permite comprenderlas de una manera nueva, de modo que nos podemos liberar de su
sujeción paralizadora.
Así, el problema no está en la manera en que meditamos, sino en la manera en que
respondemos a los pensamientos valorativos: esto es, estábamos respondiendo con
concentración en vez de con actitud mental libre:

Meditación juicio reacción


Para solucionarlo debemos cesar de “recuperar las formas”. Debemos abstenernos de hacer
fuerza para hacer el sonido más claro o fuerte, y debemos permitir que se expresen por sí
mismos los pensamientos y sentimientos que ejercen tal presión sobre nosotros, en vez de
reprimirlos. En pocas palabras: aceptamos la situación tal y como está, en vez de derrochar
energía tratando de cambiarla.
Una vez que nos demos cuenta del origen del problema, la solución es sorprendentemente
simple. Sólo nuestra ceguera nos impide el paso. Estamos atrapados en una manera de
experimentar la situación: no se nos ocurre ver las cosas de un modo diferente. Comentar
nuestra meditación con un instructor experimentado de Acem nos puede ayudar a ver la
meditación con nuevos ojos.
Aceptando la situación tal cual es, liberamos sentimientos que están influenciados por
nuestras malas imágenes de nosotros mismos. Esto puede ser doloroso. Pero también puede
sentirse como un alivio, porque nos volvemos más libres. Cuando se permite a los
sentimientos expresarse, nos damos cuenta de cuántas energías consumíamos en
mantenerlos alejados. Las malas imágenes de nosotros mismos no necesariamente
desaparecen, pero no nos afectan en tanta medida como antes. Nuestra imagen básica de
nosotros mismos se vuelve más segura y estable. Alcanzamos un mayor estado de
autoaceptación y fuerza interior

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