Emilia Zamora

13.04.14

Un perro y los sueos, Dal y Buuel. Casi siempre cuando pienso en surrealismo pienso en Dal, no en su autorretrato, sino en sus obras, concretamente visualizo relojes, relojes por derretirse o derritindose o en proceso de reconstruccin por haberse derretido antes. Buuel y Dal produjeron un largometraje punzante, que irnicamente se burla del tiempo, de los relojes favoritos de Dal, se burla del tiempo como el calor el fri o lo que sea derrite los relojes que Dal pint. La pelcula se rotula Un chien Andalou, Un perro Andaluz, carece de cronologa, sentido, secuencia y sus atributos son la carencia de cronologa, sentido y secuencia. La pelcula comienza con la trillada frase de, erase una vez, que de alguna manera introduce la irrealidad y utopa de la obra que esta por presentarse, entonces aparece all Buuel afilando una navaja de afeitar, de la manera ms brusca y nauseabunda un ojo invade la cmara que tambin es un ojo, la navaja corta al ojo por la mitad y la escena se convierte repulsiva, tal vez y sea una metfora, tal vez y la obra est hecha para afectar tus ojos en el sentido figurado. Los ttulos de las escenas siguientes conspiran con la corriente de la pelcula: a-tempo. Ocho aos despus a las tres de la madrugada y en la primavera. Un perro Andaluz impugna el realismo, celebra lo intangible y subjetivo. Un perro Andaluz estuvo y est en contra de la estandarizacin, industrializacin, y el status quo del arte. El perro Andaluz se pinta como una noche de sueos, ni mala, ni buena. As es como se ven los sueos, inslitos, trgicos, sin secuencia, sin tiempo, sin orden, sin cronologa. El perro Andaluz se sumerge en lo ms oscuro del inconsciente en donde las cosas por no ser conscientes dejan de tener sentido.