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TELESCOPIOS REFLECTORES

Un telescopio es básicamente un instrumento óptico que recoge cierta cantidad


de luz y la concentra en un punto. La cantidad de luz captada por el
instrumento depende fundamentalmente de la apertura del mismo. Para
visualizar las imágenes se utilizan los oculares. Son estos los que proporcionan
la ampliación al telescopio. La idea principal en un telescopio astronómico es la
captación de la mayor cantidad de luz posible, necesaria para poder observar
objetos de bajo brillo.
Existen dos grandes divisiones entre los telescopios, según el tipo de objetivo
que utilizan: los reflectores y los refractores.
Reflector: es un tipo de telescopio en el cual la imagen de un objeto celeste es
recogida por un espejo cóncavo, llamado también espejo primario, y la refleja
hacia atrás a un espejito secundario que tiene la función de dirigirla al ocular.
La mayoría de los telescopios modernos son de este tipo, por cuanto resultan
más económicos, compactos, y maniobrables que los telescopios refractores y
pueden tener las mayores aperturas concebibles para un instrumento óptico,
El primer telescopio relector fue construido por Isaac Newton en 1668. Entre los
telescopios reflectores modernos se encuentran el reflector de 508 cm del
Observatorio Monte Palomar en California y el 400 cm del Observatorio
Interamericano de Cerro Tololo cerca de La Serena, Chile.
Una de las ventajas de los telescopios refractores sobre los reflectores es que
carecen de obstrucción central (debida al espejo secundario, el cual le “hace
sombra” al primario). Esto hace que las imágenes sean más nítidas, y eso se
vuelva especialmente adecuado para la observación planetaria y lunar, donde
los detalles más finos son los más apreciados.

En la figura se muestra la marcha de los rayos en un telescopio reflector


simple.
Los telescopios reflectores son los más utilizados por los astrónomos
profesionales, dado que es posible construir y dar forma a espejos de grandes
dimensiones.
Existen dentro de los reflectores varios diseños de telescopios. Los más
conocidos y populares entre los aficionados son el reflector Newtoniano y el
reflector Schmidt-Cassegrain.
El modelo NEWTONIANO: la luz golpea un espejo parabólico y se refleja hacia
atrás hacia un pequeño espejo plano inclinado a un ángulo de 45º, el cual
dirige los rayos de luz hacia el techo del tubo, donde se forma una imagen que
es amplificada por el ocular. Con los grandes reflectores modernos, el modelo
del Newtoniano es seguido raramente, y el observador puede sentarse en una
jaula dentro del tubo, para que la imagen se forme en el foco principal.

En un telescopio del tipo de Newton, la distancia focal es, aproximadamente, la


longitud del tubo.
El modelo CASSEGRAIN: tiene colocado en el fondo del tubo un espejo
cóncavo parabólico que está agujereado en su parte central. Los rayos
luminosos que refleja inciden sobre un espejo convexo, el cual los refleja a su
vez, atravesando la abertura del espejo principal y formando la imagen en el
foco, situado detrás de él. En el foco puede colocarse un ocular o una cámara
fotográfica, etc… De esta forma se logra incrementar la distancia focal del
aparato sin aumentar su longitud.

Se muestra en el modelo un reflector Schmidt-Cassegrain


En el esquema se muestran las principales partes de un típico telescopio
reflector Newtoniano con montura ecuatorial alemana.

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