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Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez

2da página Blanca


El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

El Mercado Principal
de Mérida (1886-1987)
A 20 años de su quema


Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez

4ta página Blanca


El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

El Mercado Principal
de Mérida (1886-1987)
A 20 años de su quema

Carmen Teresa García R.


Gladys Gordones Rojas
Lino Meneses Pacheco
Editoras / Editor

Universidad de Los Andes


Museo Arqueológico Gonzalo Rincón Gutiérrez
Ediciones Dábanatà


El Mercado principal del Mérida
(1886-1987).
A veinte años de su quema

© Carmen Teresa García,


Gladys Gordones Rojas y
Lino Meneses Pacheco

Primera edición, 2007


Museo Arqueológico
“Gonzalo Rincón Gutiérrez” / ULA
Ediciones Dábantà

Diseño Gráfico y diagramación:


Levy Apolinar Márquez
(0414) 7525006 • levyapolinar@yahoo.com

Portada:
Mural de Lucrecia Chávez para no
olvidar al antiguo Mercado Principal
de Mérida.
Foto: José A. Nuñez

Impreso por:

“HECHO EL DEPÓSITO DE LEY”


Depósito Legal: LF23720073011654

ISBN:


El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

En Memoria de
Oswaldo Jiménez
María Simona La cruz
Emérito Prieto
Apolonia Peña (Pola)
Ligia Hernández
y
a todas las trabajadoras y a todos los trabajadores que
resistieron (1981-1987) a la mudanza del Mercado
Principal de Mérida


Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez
Celebración de los 100 años del mercado. Foto: Oswaldo Jiménez


El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

La historia es un proceso
desarrollado en el devenir del
tiempo por las mujeres, los
Contexto hombres, los ancianos, las
sociopolítico donde ancianas, los niños y las niñas
agrupados/as en sociedad. Como
se dió la quema del proceso, la historia no puede
Mercado a manera ser vista de manera parcelada,
de Introducción ni como la acumulación de
hechos inconexos. La quema
del Mercado Principal de Mérida
en el mes de mayo de 1987 así lo
demuestra.
Mil novecientos ochenta y
siete fue una año muy particular
para los y las habitantes de la
ciudad de Mérida, seguramente,
aun en nuestros días, muchos/
as lo recuerdan y lo viven con
mucha pasión. 1987 fue un año
Gladys Gordones en que la población merideña
salió a las calles de la ciudad
Lino Meneses
a protestar de manera abierta
y decidida la muerte de Luis


Gladys Gordones y Lino Meneses • Introducción

Carballo Cantor de manos de un abogado vinculado al poder político-


económico merideño de ese entonces y fue el año de la quema de la
antigua sede del Mercado Principal de Mérida, ubicada en pleno centro
de la ciudad. Pero es que el año 87 del siglo XX no fue solamente bastante
particular para los merideños y las merideñas, lo fue también para los y
las habitantes de toda Venezuela.
Habría que recordar que el 4 de Diciembre de 1983 se realiza
en Venezuela una elección presidencial que daría como vencedor a
Jaime Lusinchi, candidato postulado por aquel partido llamado Acción
Democrática (AD). Derrotó al principal contrincante, el sempiterno
candidato del otro partido llamado COPEI, Rafael Caldera que obtuvo un
segundo lugar en aquella contienda electoral que también favoreció a
los adecos otorgándole la mayoría de los/as diputados/as y senadores/as
del otrora Congreso Nacional. Eran tiempos de la guanabana, llamada
así por la supuesta alternancia del poder político, un periodo los blancos
(adecos) y otro los verdes (copeyanos). En fin, tanto blancos como verdes
siempre beneficiaban con sus políticas a la burguesía nacional y al capital
internacional.
La guanaba adeco-copeyana que emergió con el famoso pacto de
Punto Fijo, venía mostrando fatiga producto de una profunda crisis política,
económica y social que se había abonando por las políticas erradas del
primer gobierno de Carlos Andrés Pérez y de Luis Herrera Campins. A
pesar de la propaganda eficaz para ocultar la realidad político-social, en
el período de Lusinchi la crisis era generalizada. Las grandes mayorías se
organizaban y se movilizaban para no perder sus conquistas sociales. La
crisis por la cual atravesaba Venezuela, agudizada por el famoso “viernes
negro” desatado en el período de Herrera Campins y los bajos ingresos
provenientes de la renta petrolera, mostraba para ese entonces distintas
facetas: el robo descarado de los dineros públicos por parte de la clase
política adeco-copeyana, el barraganato, la deuda externa contabilizada
en más de 30.000 millones para el momento, el alto costo de la vida, el

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

deterioro en general de los servicios públicos que fortalecía la tendencia


hacia la privatización de la salud y la educación, la falta de vivienda de
interés social que llevó a las comunidades a organizarse en el movimiento
de los “sin techo” y la represión política hacia los movimientos sociales, son
elementos que caracterizaron el período presidencial lusinchista.
La represión policial fue la repuesta dada por el gobierno adeco de
Lusinchi a las exigencias de los movimientos sociales que se encontraban
en la calle luchando por elevar la calidad de vida de los venezolanos y las
venezolanas.
Aun estaba fresca en la mente del pueblo venezolano la Masacre
de Yumare, ejecutada por un comando de la Disip, en el mes de mayo
de 1986, en estado Yaracuy, cuando sucedió la muerte instantánea del
estudiante de la Universidad de Los Andes Luis Carvallo Cantor de manos
de un abogado que le disparó con un arma de fuego cuando celebraba
la culminación de su carrera aquel 13 de marzo de 1987.
Los/as habitantes de la ciudad de Mérida repudiaron de manera
enérgica el crimen perpetrado. Calles bloqueadas con barricadas, saqueos
a los comercios de la ciudad, el saqueo y la quema de la casa de AD,
ubicada para ese entonces en la sede actual del Museo de Arte Colonial
de Mérida, forzó al gobierno a decretar la suspensión de las garantías
constitucionales y a traer refuerzos militares de otras regiones del país
para tratar de controlar la situación.
Para aplacar la revuelta merideña, el gobernador de ese entonces
llamado Carlos Consalvi, con la anuencia del famoso ministro del interior José
Ángel Ciliberto, terminó militarizando la ciudad. El balance de la represión
policial en Mérida, desde el 13 al 19 de marzo, fue de estudiantes heridos,
allanamientos y detenciones sin ordenes judiciales. El conflicto merideño
adquirió dimensiones nacionales y se trasladó a Caracas, Maracay, Cumaná,
Maracaibo, Barquisimeto, Trujillo y Barcelona, entre otras ciudades.
En el mes de abril continúan las grandes movilizaciones que son
reprimidas por el gobierno del momento. En mayo, a un año de la Masacre

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Gladys Gordones y Lino Meneses • Introducción

de Yumare, el gobierno encarcela en la cárcel de la Pica en el estado


Monagas bajo la jurisdicción de los tribunales militares a 28 dirigentes
sociales del oriente venezolano, de cuales muchos eran estudiantes de la
Universidad de Oriente. La respuesta ante la militarización del conflicto
por parte del gobierno lusinchista fue una huelga de hambre nacional
que se inició en UDO-Anzoátegui y se amplió a Caracas, Maracaibo,
Mérida y Maracay. Durante las manifestaciones de apoyo a los huelguistas
de hambre, cae asesinado el estudiante de ULA-Trujillo Jhony Villaroel,
situación que llevó a la radicalización del conflicto de calle que desembocó
en el levantamiento de los juicios militares, la libertad de los dirigentes
presos en la Pica y consecuentemente en el triunfo de los movimientos
sociales de ese entonces.
En este contexto político-social que arropaba a toda Venezuela se
produce la quema del Mercado Principal de Mérida el 31 de mayo de 1987.
Desde 1981 los trabajadores y las trabajadoras del antiguo Mercado
Principal de Mérida se habían organizado en la Asociación en Defensa del
Mercado para enfrentar la decisión del Concejo Municipal de Libertador de
mudar al mercado del centro de la ciudad hacia lo que es hoy la avenida
Las Américas, donde actualmente se encuentra. Ya para el año de 1983
se había iniciado la construcción de la nueva sede; sin embargo, desde
que se produjo la decisión del Concejo en el año 81, los trabajadores y
las trabajadoras había resistido a las pretensiones de la mudanza y la
demolición del local.
Un año antes de la quema, el 19 de abril de 1986, la Asociación en
defensa del Mercado había celebrado de manera exitosa los 100 años de
funcionamiento del Mercado Principal de Mérida. Un año y un mes de
después de aquella celebración queman el mercado.
Conociendo todo este contexto político y social, no es gratuito que la
policía política (Disip) y el ministro del interior José Ángel Ciliberto, hayan
declarado públicamente que el Mercado Principal fue quemado por manos
criminales pertenecientes al partido Bandera Roja.

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

Con la quema del Mercado Principal, realizada de manera premeditada


y con alevosía, se buscaba, tal como se demostraba con las declaraciones
del ministro del interior y el jefe de la Disip de ese entonces, resolver al
mismo tiempo dos aspectos de la vida política-social de Venezuela. En
primer lugar, se buscaba desprestigiar y aplacar a los movimientos sociales
que impulsaban las luchas populares de ese entonces endosándole un
delito común para dividirlos y restarle el apoyo de las grandes mayorías del
país. En segundo lugar, el aprovechamiento de los/as políticos/as locales
del momento de la convulsión política que vivía Mérida y el país en general
para sacar de raíz al antiguo Mercado Principal de Mérida del centro de la
ciudad, ya que se estaba construyendo para ese momento la nueva sede
en la avenida Las Américas.
A veinte años del incendio que destruyó el Mercado Principal de
Mérida en el centro de la ciudad, hemos querido entonces entregarle a las
merideñas y a los merideños esta obra que busca rescatar la historia del que
fue hasta finales de los años ochenta del siglo XX un espacio social, cultural,
económico y genuinamente democrático que fue construido desde finales
del siglo XIX con mucho esfuerzo y trabajo por diversas generaciones de
hombres y mujeres merideños/as.
No queremos terminar esta introducción sin expresar nuestros
sentidos agradecimientos a la Asociación Civil Tatuy por habernos facilitado
información gráfica de las luchas realizadas por el rescate de la memoria
de las trabajadoras y los trabajadores del antiguo Mercado Principal de
Mérida, a Nancy Hernández por su apoyo incondicional a esta publicación
y Alejandra Ayala por haber transcrito en computadora los trabajos que
forman parte de este libro.

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Limpiando el Mercado. Foto Oswaldo Jiménez

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Historia del
Mercado Principal
(1886-1987)1

Carmen Teresa García

Oswaldo Jiménez

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Celebración de los 100 años del mercado. Foto: Oswaldo Jiménez

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A
veinte años del incendio que destruyó el Mercado
Principal de Mérida considerado como uno de
los lugares de encuentro social y de actividad
socio-económica merideña en el centro de la
ciudad, quisiéramos recordar lo que este espacio
significó para nuestros y nuestras ancestros/as y
además rescatar esta historia local y regional para
las nuevas generaciones.
Por tal razón, el presente trabajo surgió como
producto de dos motivaciones fundamentales:
en primer lugar como expresión del amor y
compromiso por nuestra ciudad, a la que le
quisimos entregar parte de nuestro saber hacer
y la segunda motivación tenía que ver con
la defensa del trabajo (ya que la mudanza del
mercado dejaría a muchos y muchas trabajadores/
as en “la calle”), en una época (1985) en que los
índices de desempleo eran altamente peligrosos
para nuestra salud social como pueblo.
Esta investigación fue una experiencia
de trabajo multidisciplinario sobre el Mercado
Principal de Mérida (1886-1987) que estaba

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Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Historia del Mercado Principal

condenado a ser demolido y sus trabajadores/as habían emprendido una


lucha por su permanencia en el lugar de siempre. Se utilizó una metodología
etnosociológica combinado técnicas como investigación permanente,
observación participante y las usuales técnicas de investigación
documental y sociológica. Es decir, se hizo una reconstrucción etnográfica
y una reflexión antropológica del objeto de estudio.

Historia del Mercado Principal de Mérida

La Mérida en que surge el mercado.

Era una ciudad con estructura rural, donde su economía era


predominantemente cafetalera, que orientaba o servía de hilo conductor
de todo un sistema agroexportador que se vinculaba más hacia el exterior,
vía el Lago de Maracaibo, situación aunada al aislamiento de la ciudad por
un lado y a los factores físicos por el otro, basta recordar los terremotos
ocurridos durante el siglo XIX, en especial los de 1812 y 1894, los cuales
ocasionaron la destrucción de los pocos procesos urbanizadores que se
habían realizado en la ciudad.
Ese proceso accidentado en la consolidación del urbanismo, se
evidencia en las impresiones dadas por Don Tulio Febres Cordero acerca
de la estructura social de la Mérida de esa época, quien expresa que: “Era
una ciudad sedentaria de letrados, eclesiásticos y de agricultores y de
grupos de estudiantes andariegos...” (1991. Tomo VI: 248)
El sistema agroexplotador, junto con la universidad y la iglesia
conformaban los entes de control social y económico. La actividad
cafetalera tenía en su seno -como es lógico pensar- los cultivos dirigidos
a otros países y una producción local, bien sea para cubrir las necesidades
del mercado interno y para que el campesinado carente de recursos tuviera
su subsistencia.

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

Esta actividad agroexportadora generó un aislamiento del resto del


país a la par que un acercamiento a la metrópolis dominante, situación que
por lo demás dinamizó el comercio y la artesanía de la región, puesto que
las necesidades de la población, no se podían cubrir con las mercancías de
lujo que las élites dominantes traían al país vía el Lago de Maracaibo.
El estado Mérida posee “... una gran variedad de pisos climáticos que
fueron aprovechados para la producción de toda clase de frutos, además
del café en orden importancia, caña de azúcar, cacao, maíz, trigo, papas,
arvejas, frijoles, cebada, tabaco, ajos, cebolla, habas, hinojo, etc...” (Picón
Salas, 1943:4).
Además, Mérida se caracterizaba por ser una ciudad de “cultura
provinciana” “...de mucho madrugar, andar a caballo, por la posesión
agrícola”... y que por los malos caminos y que todo no podía traerse
de las costas en lomo de mula, la inventiva autóctona debía sustituir
frecuentemente las deficiencias técnicas y los reclamos de la producción”
(Ibíd.,). Así se improvisaron trilladoras, molinos, cilindros, entre otros
instrumentos de labor, permitiendo así que la tracción animal fuese más
tarde reemplazada por la fuerza hidráulica.
Esta cultura provinciana —según palabras de Mariano Picón
Salas— va a dar como resultado una tradición artesanal que se expresa
en un modo de vida que aún se puede contemplar en nuestro paisaje, es
decir, la típica casa “blanca” con su huerto doméstico, con su horno para
el gran amasijo, su gallinero, sus árboles frutales y hasta su colmena de
abejas. Donde perviven: “Ancestrales manufacturas de alfombras, cobijas
(telares de Mucuchíes), confites, bocadillos, de una limpia talabartería”...
violines y requintos de confección aldeana. “.. muñecos de animes para
pesebres y santos de toda índole.. petates y esteras de Lagunillas... todo
ello expresión de un pueblo laborioso que tenía que complementar con sus
manos, lo que no, le daban los estrechos conucos” y que magistralmente
llamó: “la cultura que no está escrita en los libros.” (Ibíd.)

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Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Historia del Mercado Principal

Mercado de Los domingos en la Plaza Mayor

Son estas las condiciones socio-económicas que van a requerir una


determinada relación de intercambio, y es en este contexto donde se
origina el tradicional mercado de los domingos Don Tulio Febres Cordero
(1885: 8) cronista de la época dibuja el mercado en la Plaza Mayor frente
a la Catedral “...al salir de la misa. La gente se paseaba por el mercado, para
vender y comprar los frutos verduras y las granjerías de entonces”, quien
lo describía cómo se desarrollaba esta actividad los domingos en los
siguientes términos: “Prescindimos de los preparativos de la víspera... Ha
venido la gente de los pueblos vecinos y de los campos... Todo el mundo
mañanea...No hay colores políticos, ni distinciones de ninguna clase... La
extraña fiesta llama a todos los ciudadanos a la plaza pública donde desde el
amanecer se levantarán kioscos y se disputan los mejores puestos. A las 10
a.m. el gentío es inmenso, plaza pública, calles posadas, y establecimientos
inmediatos, todo repleto todo invadido por la muchedumbre variada
y caprichosa que se apiña y se disipa, que avanza y retrocede. Jinetes,
amazonas, banderas tricolores, ramos de flores, cestas de frutas etc. Oyese
en la plaza como el rumor del caudaloso río... y no ha habido programa ni
previo llamamiento ni anuncio en los periódicos y sin embargo el suceso
es famoso en la comarca... Todos lo esperan a todos preocupa y esta fiesta
es frecuente... Es semanal... Es el día del Mercado... “
No solamente este espectáculo fue llamativo para los escritores nativos,
también Antón Goering (1893:8) en su libro Venezuela, el más bello país
tropical hace interesantes comentarios sobre este fenómeno económico
social “ya que se trafica con los productos de los climas más diversos “cereales,
patatas, mantequilla, quesos, guisantes, coles, diversas, siendo Mucuchíes
el principal proveedor”. También le llamó la atención el encuentro de los
campesinos de diferentes pueblos con sus mercancías y los alborotados
regateos que se daban entre ciudadanos y aldeanos, dándole a la ciudad de
aquel entonces el impulso necesario para el desarrollo comercial.

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

El Mercado de la Plaza se Muda.

Como producto del enfrentamiento entre el gobierno y la Iglesia,


debido a las concepciones políticas del entonces Presidente de la República
Guzmán Blanco, quien no veía con agrado el enorme poder económico
que se había acumulado alrededor de los sectores religiosos y que
constituían para aquel entonces un poder en la ciudad, como lo asegura el
historiador Luis A. Ramírez Méndez (2005:143) quien menciona: “...cuando
las monjas —refiriéndose a las monjas del Convento de Santa Clara de
Mérida— fueron exclaustradas la edificación estaba muy deteriorada.
Luego fue utilizada como taller de imprenta y depósito, parte de sus
instalaciones fueron destinadas al mercado público y se desplomó en
el terremoto de 1894”
Después de la clausura de dicho Convento que estaba ubicado en
la Av. 2 (entre calle 21 y 22), parte de este establecimiento fue destinado
para el Mercado Principal, puesto que la manzana y edificaciones pasaron
a ser patrimonio de la Municipalidad, una parte y la otra a la Universidad
en 1.880, la parte que fue donada a la Municipalidad fue acondicionada y
habilitada para el importante servicio del Mercado.
Henriette Arreaza (1981) señala que esta decisión de ser trasladado o
no el Mercado de la Plaza al patio del Convento de las Clarisas, se convirtió
en punto central de las discusiones y fue el dolor de cabeza de Ediles y
vecinos en mayo y junio de 1879 según las actas del Concejo Municipal y
los mensajes del Presidente de Estado a la Asamblea.
En 1889, la discusión se centró en sí era lícito o no, que el Mercado
funcionara los domingos, hasta que se acordó respetar el día de fiesta,
prohibiendo el día de mercado ese día y desde entonces se institucionaliza
el clásico lunes de Mercado.

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Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Historia del Mercado Principal

El Mercado de los lunes

Este hecho fue descrito por Don Mariano Picón Salas (1953:29) en
su libro Viaje al Amanecer con el título de “Mercado de los Lunes”, de la
siguiente manera:

“Los lunes amanecían llenos de fragancia rural, cruzado de


burritos y bueyes cargueros que conducían a la plaza su olorosa
producción de frutas y verduras, de gritos de vendedores, de
trajes de indios que bajaron hasta Mérida con su Tapizadas
ruanas..”

Una vez institucionalizada la mudanza para el Convento de Clarisas,


en 1882 se comenzarán las obras de refacción y de esta manera las
edificaciones fueron cambiando a medida que transcurrían los tiempos.
En este año “empezaron a construirse en 1882 las piezas y galerías
necesarias al efecto, poniéndose en servicio el 19 de abril de 1886. De
entonces para acá se ha venido mejorando paulatinamente el gran local
con la construcción de nuevas piezas y conveniente pavimentación de
los patios” (Febres Cordero, 1991. Tomo IV:53)

El Mercado como parte importante


del centro urbano

El mercado va adquiriendo una significación en el centro, ya que de


simple plaza, las autoridades de entonces fueron construyendo sobre los
terrenos del antiguo convento, una edificación funcional para el mercado
que va a sumarse a la arquitectura del centro de la ciudad, además de las
casas y edificaciones religiosas de la época. El cometido de diseñar y de
construir un local para el mercado nos indica que esta actividad tenía

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

mucha significación para los sectores gobernantes del momento y para el


público en general. En así como de actividad “callejera” que era, el mercado
adquiere personalidad propia y reclama una estructura arquitectónica.
De esto se encargaran los sucesivos gobiernos tanto estadales como
municipales como lo reseña José Ignacio Lares (1895) quien manifestó que
el mercado fue comenzado por la Municipalidad de Mérida bajo el gobierno
del General Juan Bautista Araujo, primer presidente constitucional de Los
Andes y era administrador de rentas el ilustrísimo señor Don José Vicente
Nucete, gala de las letras Merideñas quien levantó el primer departamento,
que da frente a la calle de la Igualdad. Pareciera una ironía de la historia,
pues fue precisamente un Nucete quien tuvo que ver con el comienzo de
la construcción del Mercado Principal.
Bajo el gobierno del General Rosendo Medina (1883-1884) se
construyó el segundo departamento con su respectiva galería y parte
del patio, y continuó el tercero y cuarto departamento sin concluirlos,

Interior del mercado. Foto: Oswaldo Jiménez

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Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Historia del Mercado Principal

dado que esta tarea le correspondió al General Francisco Álvarez quien le


sucedió en el ejercicio en 1886. Este lugar se fue convirtiendo en su sitio
de usos múltiples, así durante la Guerra Federal, según Lares (1895) este
edificio sirvió de lugar de acuartelamiento de tropas.
Esta situación y el terremoto de 1894 trajeron como consecuencia
que el Dr. Atilano Viscarrondo, se diera cuenta del grado de deterioro en
que estaba el Mercado Principal, por lo cual, ordenó repararlo, concluirlo,
y techarlo por cuenta del Estado para ser inaugurado, aprovechando
la celebración del Centenario del Natalicio del Mariscal de Ayacucho,
celebración que tenía carácter nacional.
José Ignacio Lares (1895: 395) recogió toda la información de este
magno evento y describió el mercado una vez restaurado así:

“Los tres anchos portales que miran para las tres calles distintas
dan entrada al gran claustro del Mercado. El espacioso patio
comprendido dentro de cuatro dilatadas galerías está dividido
en cuatro cuarteles, por dos hermosos pasajes, cuyas techumbres
de hierro galvanizados están sostenidos por dos órdenes de
columnas cada una. Estos pasajes, que el uno mide 80 metros de
extensión y 60 el otro, se cruzan en el medio, formando de este
modo en el centro del recinto un espacioso trocadero...”

Así en el año de 1895, el Mercado Principal, con esa celebración del


Natalicio del Mariscal Sucre se consagra como el lugar más importante
de la ciudad, es más podemos decir con propiedad que se convierte en
el Forum de la ciudad.
Veamos lo acontecido en el mes de enero de ese año en ese local que
acabamos de describir en la pluma de Lares (1895: 396):

“La mañana del 5 de enero de 1895 el presidente del Estado


seguido del, Cuerpo Oficial del Ilustre Concejo Municipal

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

(General Pedro Trejo Tapias) se dirigió del Palacio de Gobierno


al edificio del Mercado para inaugurar esta obra de tan notable
importancia, no sólo por sus grandes dimensiones sino también
por la urgente necesidad pública que viene a satisfacer...”

“... El presidente del Consejo a cuyo cargo había estado la obra,


entregó al presidente de los Andes, éste expresó animadas y
brillantes frases, y quedó inaugurado el suntuoso edificio, que
fueron acogidos por el público con aplausos y muestras de
satisfacción.” Subió después a la tribuna el popular orador Don
Tulio Febres Cordero, designado por el Consejo Municipal para
pronunciar el discurso de orden en aquella ocasión...”

Este se refirió a la importancia del servicio prestado por el local


inaugurado. Dos días después el Consejo Municipal realizó el acto con
motivo del Centenario del Natalicio del Mariscal Sucre, el discurso de
orden estuvo a cargo de Gonzalo Picón Febres, en el recinto del Mercado
Municipal a las 8 p.m. de ese día, en sesión solemne, en donde también
se reveló un retrato al óleo de Sucre.

Las actividades del Mercado se Reglamentan

El edificio del mercado se convirtió en una especie de forum de la


ciudad del siglo XIX, gracias a su multifuncionalidad, las autoridades lo
escogieron como recinto para celebraciones importantes, para cuartel de
las tropas del gobierno. En fin, este edificio sirvió como medio para que el
gobierno se fuese ejercitando en la urbe.
En el año 1895 se comienza a normar la actividad del mercado.
Henriette Arreaza (1981) se refiere a las informaciones de un diario de la

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Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Historia del Mercado Principal

época (El Constitucional, noviembre de 1895) y del estudio de las Actas


del Consejo de febrero del mismo año, en donde aparecen los primeros
acuerdos o legislación sobre esta materia, por ejemplo: se decide contratar
un obrero para la limpieza de los expendios de carne, los cuales se sitúan en
el corredor interior de la parte sureste del local y se prohíbe cualquier acto
que no sea del mercado, aparte de que se establece el primer reglamento
del mercado, donde se acuerda que los portones principales van a ser los
sitios de descarga de mercancía y se asignan además, los impuestos de
pisos.
Lo que permitió que a finales de siglo se crearan los principios
legislativos y jurídicos de lo que será nuestra normativa urbana sobre esta
actividad que ha perdurado en el tiempo.
El MPM se fue convirtiendo en un elemento urbano que necesitaba
que fuera claramente diferenciado, legislado, abandonándose así cualquier
pretendida provisionalidad y formándose a su alrededor, toda una cultura
urbana propia, y por ende, a partir de allí, se puede hablar entonces de
ciudad con más propiedad.

El Mercado Principal se convierte


en un espacio de encuentro

Es precisamente por su multifuncionalidad y por ser un espacio de


reencuentro, que este local vino a llenar un carencia: un lugar para espectáculos
de la ciudad, pues este recinto sirvió de teatro, de pista de baile, de gran salón
en las fiestas de carnaval, de espacio para encuentros deportivos como boxeo,
plaza para el encuentro de gente amiga, sala para las primeras películas del
cine mudo, donde el pueblo merideño pudo contemplar las estrellas de aquel
entonces. Cuando realizábamos la investigación bastaba con preguntarle a
los/as abuelos/as merideños/as, para comprender como este espacio servia
para que la cultura, en el sentido más amplio, se expresara.

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

El mercado como espacio fue adquiriendo importancia a medida que


se gestó el desarrollo histórico-urbano propio en el transcurrir del tiempo y
como tal se fue transformando en sus aspectos económico, arquitectónico,
social y cultural. No es pues, azar, la afirmación de Cyril S. Belshaw (1965)
quien manifestó que detrás de la operación oferta-demanda hay una red
de trato de persona a persona que persistirán indefinidamente más allá
de las simples transacciones.

El Mercado Principal en el siglo XX

El lugar y edificio del MPM que se ha venido historiando llega a los


años cuarenta del siglo XX derivado de las políticas de abastecimiento de
entonces. La Sra. Julia Peña Carrero (1985)2 , trabajadora del MPM por más
de cuatro décadas, en las largas conversaciones que hacíamos, recordaba
que había sido bajo el gobierno del General López Contreras y estando en
el gobierno Regional el Sr. Pedro José Godoy, que se emprende la obra que
van a ser el local que llega a 1987, ignoraba las razones para la demolición
del antiguo local, pero lo cierto era que se habían mudado a los/as
trabajadores/as para la Plaza de Belén, manteniendo la actividad los días
lunes. Luego al ponerse en funcionamiento el nuevo local se da un hecho
que va a dar una idea del dinamismo de la ciudad de aquel entonces.

El Mercado Principal comienza


a funcionar todos los días

Este hecho socioeconómico lleva a pensar que la economía de


estos años requería mayores necesidades de comercialización, que no
estaban desligadas de los ingresos que se empiezan a generar como
consecuencia por una parte de los recursos petroleros que comienzan a

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Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Historia del Mercado Principal

cambiar el rostro del país y por otra parte, en aquellos años se va a sentir
y materializar lo que se ha llamado la crisis de la agricultura, que afectó
precisamente la producción de frutos como el café y generó el éxodo del
campesinado a la ciudad. Un mercado que estuviese abierto todos los días
requería de compradores/as y de un grupo importantes de comerciantes
provenientes de la descomposición del sector rural merideño y que va
generar un impacto en el crecimiento urbano de la ciudad, pues muchos
de los barrios cercanos al mercado surgieron justamente en la década de
los 40 (por ejemplo: Pueblo Nuevo y Santo Domingo) y su gente estaba
estrechamente vinculada al mercado desde entonces.
Según los testimonios orales de los/as trabajadores/as de este
establecimiento, durante el Gobierno de Acción Democrática (1945-
1948) bajo el mando del Dr. Alberto Carnevali, el mercado estuvo abierto
diariamente, aunque la tradición se acentuaba más en los días sábado
y lunes, lo cierto es que desde esa fecha comienzan a instalarse los/as
comerciantes de forma estable sobre todo los locales que dan hacia los
cuatro costados, (calle 21, avenida 2, calle 22 y pasaje Tatuy) y lo que se
denomina “casilla” que son las que estaban ubicadas alrededor del cuadro
interior. Para ese entonces, las cocinas y carnicerías estaban en el primer
piso y no existía la buhonería en el pasaje Tatuy.

El segundo reglamento del Mercado Principal

A mediados de siglo, el Alcalde Mayor Rafael Uzcátegui y el Presidente


del Estado Homero Sánchez Berti, promulgan el segundo reglamento que se
conoce sobre el MPM que resuelve: las funciones del sitio, la distribución de los/
as vendedores/as por renglón y la ubicación de la administración. Igualmente se
deciden los nuevos impuestos por piso, categoría y renglón, las atribuciones del
personal, se define y reglamenta las actividades de las personas revendedoras
y comerciantes y por último, se señala las disposiciones sanitarias con relación

28
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

a los vendedores, a los productos y al aseo y mantenimiento del local (Gaceta


Municipal del Concejo Municipal del Dtto. Libertador de Mérida, 15/7/1950).
Según testimonios de la gente trabajadora con más tiempo en el mercado,
esta ordenanza fue cumplida a cabalidad durante esa década, pero también
hay que resaltar que el país vivía un régimen dictatorial.

El abandono interesado del Mercado Principal

En la década 70 este reglamento se convirtió en letra muerta a


decir de los/as trabajadores/as, pues de no haber sido así, se hubiesen
corregido muchas deficiencias y vicios que presentaba el mercado. A
partir del período democrático (1958 en adelante) se lanza lentamente
una campaña de olvido y se deja que transcurran los años en su labor
destructora sobre este local y sólo reconocen que durante el periodo 1974-
1978 se hicieron algunas reparaciones de menor importancia. Pero según
testimonios también se comenzó una campaña soterrada -y simultánea
al olvido- sobre la demolición del local del mercado viejo.
En esos años el MPM fue dejado como un barco a la deriva, además del
uso desgastante, debido a las actividades propias de esta comercialización
y a la ausencia de mantenimiento por parte de los gobiernos municipales
de entonces y lo más triste –decían- es que este lugar de encuentro y de
intercambio fue muy importante para muchas generaciones de merideños/
as y de muchas oleadas de turistas.

Sentencia de Muerte del Mercado Principal.

Pero no solo se dejó a la deriva y en el olvido a pesar de que era el


lugar más democrático del centro de la ciudad, sino que la administración
y el Presidente del Cabildo Merideño el Abogado Jesús Rondón Nucete,

29
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Historia del Mercado Principal

dicta su “sentencia de muerte” e inicia la construcción de un local en la Av.


Las Américas destinado supuestamente, a alojar los/as trabajadores/as de
viejo mercado. La Cámara Municipal y su presidente apoyan la decisión
recurriendo a un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones
Económica y Sociales de la Universidad de Los Andes (IIES) en el año
1967, donde se hace una investigación que consistió en un conteo de
los puestos y se describen los renglones, sin entrar en menores detalles
sobre la gente que trabajaba en este centro y su situación económica. De
manera interesada, se hace énfasis en los defectos que no son propios del
mercado sino de la deficiencia de los servicios. Estas carencias no era faltas
de los/as trabajadores/as del mercado, sino precisamente deficiencias de
los servicios públicos que dependen del mismo Concejo Municipal.
Las razones que alegaba el presidente de la Cámara Municipal
fueron de una forma interesada e incorrecta para justificar la mudanza del
MPM, dado que dicho estudio lo que recomendaba era la construcción
de mercados periféricos, pues hacían énfasis solamente en los aspectos
físicos sin tomar en cuenta el conjunto de relaciones culturales e
históricas, la comunidad de trabajadores/as y la importancia de este
lugar en el centro desde el punto de vista sociológico y antropológico.
En tal sentido, el Presidente del Cabildo en esa oportunidad manifestaba
que Mérida debía ser una ciudad moderna y dinámica, pero al mismo
tiempo armoniosa agradable y bella, siendo necesario que el pasado
esté más en la conservación del espíritu de sus características, que en la
preservación de lo material.
Indudablemente que este pensamiento forma parte de una
cultura del petróleo como decía Rodolfo Quintero (1985), que busca
endeudar el municipio para que la Mérida de siempre se convierta en
una ciudad “moderna” en la que el esfuerzo de las generaciones que nos
antecedieron que han quedado plasmados en estos espacios, se destruya
y simultáneamente se borre de nuestra memoria colectiva. Esta propuesta
tiende a la destrucción de nuestra única cultura, la labrada por nosotros/as

30
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

mismos/as a través de la historia y la que no aparece -por supuesto en las


revistas extranjeras, que hablan de “progreso”.
Al consultar los estudios realizados sobre el MPM (IIES-ULA, 1967 y
FUNDACOMUN, 1974) encontramos que solo se hace énfasis en la estructura
física donde se desarrolla la actividad, pero en nuestra observación,
también hallamos que la estructura material-cultural de este importante
lugar de la ciudad, no ha sufrido muchas variaciones en cuanto a lo que
tradicionalmente relataron los cronistas. Pues, desde su inicio el mercado ha
sido receptáculo de la inmensa riqueza agrícola y artesanal del Estado, que
a pesar del abandono en que se encontraba el local y su crecimiento por
las otras formas de comercialización y nuevos renglones que se incorporan,
se ha respetado la estructura tradicional y su función.
Estas nuevas formas, hizo que el MPM se desbordara por las calles
adyacentes y se inundara de gente el pasaje Tatuy con la ubicación de un
buen número de buhoneros/as y vendedores/as ambulantes, consecuencia
normal de la realidad que se venia concretando, a consecuencia de la crisis
socioeconómica y las políticas neoliberales, las cuales se manifestaban
no solo en la ciudad de Mérida sino en todo el país, produciendo en tal
sentido la informalización creciente de la economía venezolana. Este nuevo
grupo de trabajadores/as “informales” en su mayoría estaba constituido
por sectores sociales muy cercanos geográficamente al mercado (gente
de Pueblo Nuevo, Simón Bolívar, San José de las Flores, Santo Domingo,
entre otros.) quienes habían encontrado en ese lugar su razón de vida ante
el rechazo del sector formal de la economía del estado, principalmente
la incipiente industria, el comercio formal, el sector gubernamental y la
universidad.
En 1985 los/as trabajadores/as del MPM siguen siendo los/as mismos
/as pequeños/as vendedores/as adjudicatarios sin grandes capitales como
lo revelan los estudios citados. Los/as trabajadores/as que testimoniaban
se preguntaban y ¿por qué no se consultan a la hora de tomar una decisión
de mudanza del mercado, sobre su situación de trabajo y su opinión?

31
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Historia del Mercado Principal

además decían que hubiese sucedido si los mismos ocupantes del mercado
perteneciesen a la élite del empresario merideño, de seguro que su edificio
fuese considerado, el mejor de la ciudad y se hubiesen destinado miles de
millones de bolívares en su reparación y reconstrucción.

Los trabajadores y las trabajadoras se organizan


en defensa del Mercado Principal con el apoyo
de la comunidad

Para finalizar hay que resaltar que en 1986 cuando se realizaba este
estudio etnosociológico —siendo Presidente del Cabildo Merideño el
Abogado Jesús Herrera— en medio de una campaña de amenazas en
contra los/as trabajadores para que aceptasen la mudanza del mercado-
los/as trabajadores/as junto con los/as integrantes de la Asociación en
Defensa del Mercado y la comunidades cercanas, celebraron el 19 de abril
los 100 años del MPM. Ese día el mercado se vistió de gala y su gente realizó
una marcha en su defensa y una misa presidida por Monseñor Baltazar
Porras, quien bendijo el lugar y pidió justicia para que se solucionara el
conflicto de los/as trabajadores/as con la municipalidad.

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

Arreaza Henriette. Mercado Principal de Mérida, Una

Bibliohemerografia
inquietud. Revista Solar Nº 2. 1985, pp. 4-7.

Cyril, S. Beshaw (1965). Traditional Exchange and


Modern Markets Edit Foreword.

Febres Cordero, Tulio (1991). Obras Completas.


Colección de Cuentos. Tomo VI. Mérida.

Febres Cordero, Tulio (1991). Claves de la Historia de


Mérida. Tomo IV, Mérida.

Febres Cordero, Tulio (1885) El Lápiz. Gobernación del


Estado Mérida. CP ULA.

Goering, Antón (1893). Venezuela el más bello país


tropical.

IIES. (1964) Traslado del actual mercado municipal de


las ciudad de Mérida ULA. Mérida.

Lares, José Ignacio (1895). El centenario de Sucre en


Los Andes.

Picón Lares, Roberto (1952). Apologías II. México.


Picón Salas Mariano (1943). Viaje al amanecer.

Picón Salas, Mariano (1953). El mercado de los lunes.


En: Obras selectas. Ediciones Edime. Madrid.

Quintero R. (1985). La cultura del petróleo. Ediciones


Faces/UCV, Caracas

33
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Historia del Mercado Principal

Documentos consultados:

Gaceta Oficial. Reglamento de Funcionamiento del


Mercado Principal de la Ciudad de Mérida. 1990.

Gaceta Municipal. Ordenanza del Mercado. Distrito


Libertador. Mérida Edición Extraordinaria. 1950.

239 Entrevistas a los trabajadores y las trabajadoras.


Mérida 1985

1 Con este título fue presentada una ponencia en


Notas

el Foro En defensa de la ciudad: Caso Mercado


Mérida, 11 de junio de 1986 en el antiguo Cine
Gran Casino frente a la Plaza de Milla, organizado
por la Asociación en Defensa del Mercado Principal
de Mérida.

2 La Sra. Julia Peña Carrero (1985) de 78 años, quien un


año después de la entrevista fallece teniendo en su
haber 48 años de trabajadora en el MPM. Entrevista
realizada para la investigación, noviembre 1985.
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

El
Mercado Principal
como expresión de la cultura1

Carmen Teresa García R.

Oswaldo Jiménez

35
Venta de Pescado Salado. Foto: Oswaldo Jiménez

36
Los Mercados constituyen un
baluarte de la memoria colectiva.

E
l centenario Mercado Principal albergaba en su
espacio manifestaciones materiales y vivientes
de la cultura andina, que se expresaba en las
cosas más sencillas, que cotidianamente ha
construido nuestro pueblo con su labor creadora
en el transcurrir del tiempo y que se extienden
con mucha frecuencia hacia numerosos hogares
venezolanos y de otros países, pues era cita
obligada para cualquier visitante y, por lo tanto,
era uno de los atractivos turísticos de la ciudad.
El espacio sociocultural de intercambio
que encontramos en 1985, ya había sido descrito
por Roberto Picón Lares (1936) quien relató
cómo llegaban los productos al mercado en los
siguientes términos:

“El Chama envía sus sabrosos plátanos


y sus apios exquisitos, la Pedregosa
sus frijoles negros blancos, rojos

37
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • El Mercado Principal como expresión de la cultura

matizados, como ópalos, La Otra Banda sus naranjas que son


vasos de miel, el Morro y los Nevados sus blandas arvejas y
sus cebollas de sabor incomparable, Mucuchíes sus patatas
de variedad sin número y su harina sin manchas, El Valle su
deliciosa mantequilla y sus quesos perfumados de grandes ojos
dorados, al beso del humo en la paz de las cocinas labriegas,
Ejido sus privilegiadas mieles y sus frutas sazonadas de su
sol, africano, Tabay su café de fama mundial, Estanques su
cacao, Timotes sus membrillos, Pueblo Nuevo y Bailadores sus
duraznos y manzanas fragantísimas, Lagunillas sus cocos y sus
uvas, San Juan su tabaco y la Parroquia el maíz sin par de sus
arepas exquisitas blasón de la cocina criolla, la carne de los
robustos novillos cebados de Chiguará, Jají y La Azulita, tras
penoso viaje a través de la cordillera desde los vecinos llanos”
(146-147)

En 1985 la variedad agrícola de nuestros pueblos ha permanecido


en el correr del siglo y se ha venido desarrollando convirtiéndose así en
un modo de vida (producción, gastronomía, etc.). Los/as trabajadores/as
en sus puestos en el mercado sobre el origen de los frutos y verduras en
el momento de la investigación, encontramos en 1985 que se podían
conseguir los productos de los que habla escritor Picón Lares a comienzos
de siglo y que seguían presentes en este lugar, pues son los productos
agrícolas que se cultivan en los pueblos nombrados, que si los ubicamos
imaginariamente en el mapa del estado Mérida conforman diferentes
anillos de productos (frutas, verduras, legumbres, etc.) típicos de los
diferentes pisos climáticos y que van a desembocar en última instancia
en el MPM.
Así, el mercado constituía el receptáculo del trabajo de una gran
cantidad de mano de obra campesina, caracterizada por la pequeña
producción que cultiva en pequeñas extensiones de tierra una serie

38
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

de frutos, verduras y flores, que él o ella sabe que los puede vender
directamente o a través de los/as vendedores/as. Estos productos llegan al
mercado en transporte colectivo de los pueblos circunvecinos, que desde
muy temprano trasladan al campesinado con el fruto de su trabajo. En los
últimos tiempos comienza a aparecer el intermediario, que va a incidir en
el precio, pero lo importante es que el mercado funciona como un imán
dinamizador de la pequeña producción agrícola.

El Mercado Principal era fundamentalmente


aprovisionado por la producción estadal
y regional

Aunque también encontramos productos importados como quesos,


aceitunas de diferentes procedencias, pasas, especies, algunos granos, etc.,
que también forman parte de la tradición gastronómica andina.

1.-De nuestra observación e investigación se desprende que


el aprovisionamiento del mercado funcionaba de acuerdo a criterios
de cercanía o lejanía del sitio, de acuerdo al estado de las vías de
comunicación, por lo cual, nos podemos imaginar, un sistema concéntrico
que funcionaba así.
-Un primer circuito conformado por las aldeas circunvecinas: El Chama,
San Jacinto, Tabay y sus alrededores, La Culata, El Valle, Ejido, El Salado, La
Mesa Capáz, Jají, San Juan de Lagunillas, Lagunillas, suministraban su
producción que está constituido por curubas, moras, zapallos, tomates,
jojotos, pimentón, chayota, sidra, maíz amarillo criollo, cebollina, cilantro,
naranjas para jugo, ají picante, ají mongo, guayaba, pepino criollo, parcha,
piñas, panela, limones, queso, mantequilla, entre otros.
-El segundo circuito es un anillo conformado por los pueblos del
Morro, Los Nevados, Mucurubá, Mesa Bolívar, Chiguará, Santa Cruz,

39
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • El Mercado Principal como expresión de la cultura

Zea, Tovar, que aportan al mercado: berenjenas, perejil, maíz amarillo,


curuba, manzanilla, cambures, piña roja, aguacate, naranjas, toronjas,
café, chirimoya, zapallos, cilantro, cebolla, tomates, auyama porquera,
repollo, batatas, pimentón, cebollinas. Es bueno anotar que en este circuito
aparecen algunos intermediarios además de los/as productores/as directos
que comercian directamente con los/as vendedores/as del mercado.
-El tercer circuito, está formado por los pueblos del Páramo como
Mucuchíes, Timotes, Santo Domingo, y Tierra Llana con sus pueblos
del Vigía, Caño Zancudo, La Azulita y en general los pueblos de la vía
panamericana, Bailadores y los Pueblos del Sur como Aricagua y Canaguá
que proveen productos como: badea, lechoza, guanabana, zapote,
aguacate, mangos, guamas, jojotos, limones, yuca, plátanos, ñame, ají
dulce, ocumo, toronjas, limas, coco, achote, melón, níspero, parcha, ajos,
zanahorias, repollos, cebollinas, vainitas, perejil, berenjenas, calabacín,
batatas, remolacha, coliflor, alcachofa, lechuga, papas, de diferentes tipos,
entre ellas la ruba, ajo porro, apio españa, pepino criollo, cebolla, apio y
jenjibre. Aquí también funciona un sistema mixto de productores/as e
intermediarios. En los sitios de más difícil acceso es más frecuente que el
productor/a sea quien traiga al mercado el producto.
-El cuarto circuito está conformado por pueblos que no corresponden
geográficamente al estado Mérida, como por ejemplo, Santa Bárbara
del Zulia con las carnes, Maracaibo con melones y uva, patillas, nísperos,
guayabas, y pollos, Barquisimeto con mandarinas, tamarindos, pepinos,
cebollas y tomates, Barinas con patillas, yuca y ñame, Valencia con naranjas
y Apure y Falcón con una variedad de pescados como p.e., curvina, róbalo,
bagre, carite, cazón, coro-coro, entre otros.

2.-Los circuitos de los granos criollos. Casi todos los granos


encontrados en el mercado tienen una fertilización natural, sus cultivos
son producidos, en una forma tradicional, sin fertilizantes químicos. La
mayoría de los granos provienen de los Pueblos del Sur como El Morro,

40
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

Pueblo Nuevo, etc. En estos pueblos se ha dado un modo de vida y


trabajo que ha perdurado durante siglos, bajo las técnicas tradicionales
y con un conocimiento ancestral del campesinado, de sus climas, del
comportamiento de los cultivos, en fin, con toda esta sabiduría que pasa
desaparecida, ya que nuestra relación con los productos y productores/as
prevalece una relación consumista, solo vemos los resultados y soslayamos
la cultura incorporada que no la conocemos ni valoramos pues en cada
fruto consumido hay saberes y conocimientos de siglos.
-En el primer circuito tenemos los siguientes granos: café entero,
arvejas, caraotas, maíz criollo son provistos de Tabay, Cacute, El Arenal
Jají y Capáz.
-En el segundo circuito es el que más produce granos, como la linaza,
el cilantro en semilla, perejil en semilla, trigo, hinojo en semilla, mostaza,
maíz amarillo redondo, orégano, habas, cebada criolla, arbejón, frijoles
maíz blanco, café entero.

3.-Capítulo aparte constituye la artesanía que se vende en el mercado,


anteponiendo, en primer lugar, como su nombre lo indica, un arte que ha
venido cultivando el pueblo en una forma tradicional y de una manera
creativa, que ocupa un buen número de personas y en muchos casos son
comunidades y grupos familiares completos que se dedican a la actividad
artesanal. Estas comunidades practican formas casi colectivas de trabajo,
por ejemplo, el día viernes Aguas Calientes, casi no se puede divisar a lo
lejos, debido “al quemado de la loza” que se realiza, con prácticas que tienen
su origen en las comunidades autóctonas que habitaron estas regiones y
que las hace originales.
A riesgo de fastidiarlos/as con la numerosa lista de productos
artesanales vamos a dar un listado por pueblo o región, donde se dan las
piezas que adornan el mercado, lo hacemos porque nuestros sentidos, por
la misma cotidianidad conque la vemos, no son capaces de diferenciar la
multiplicidad de pueblos y personas vinculadas a esta actividad.

41
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • El Mercado Principal como expresión de la cultura

-Comencemos por lo que tradicionalmente se denomina loza de


barro: “lo que en principio tuvo un uso funcional en las labores domésticas
y hoy además de la loza de arcilla, forma parte de cualquier sitio bien
decorado.
-Al mercado llegan desde Los Guaimaros; Aguas Calientes, Pueblo
Nuevo, diferentes tipos de artesanía como tinajas, pocillos, ollas;
mondongueras, cafeteras, nacimientos, figuras candelabros, etc.
-Desde San Jacinto, El Morro, La Trampa, Pueblo Nuevo, Los Araques,
Chiguará, llegan artesanías de madera, fique, caña brava, bejuco, los cuales
convierten en diferentes tipos de objetos utilitarios como cucharones de
palo, artezas, cataures de diferente tamaño y diferente uso, manares de
diferentes tamaños y cinchos para la elaboración de queso ahumado,
marusas con o sin tapas, sombreros de cogollo, cabuya y mecates, a esto
se agregan numerosos adornos que se realizan con estos materiales.
-De Mérida, Mucuchíes y Tabay, se destacan la confección de artículos
de lana y recientemente de acrilana, suéteres, cobijas, ruanas de lana cruda,
y acrilana, gorros, bufandas, pasamontañas, guantes. Todos estos artículos
constituye constituyen productos necesarios por la condiciones } climáticas
y hoy en día demandada por los numerosos turistas que se maravillan de
la riqueza y colorido de estos tejidos que tienen incorporado el saber y
tecnología de las comunidades tanto merideñas como ecuatorianas se han
dedicado con esmero y tesón a fabricar una variedad de confecciones,
-De Lagunillas, Ejido, La Parroquia, Estanquez, La Mesa, El Valle, Tovar,
llegan al mercado alpargatas de diferentes materiales de suela y capellada,
de fique tejidas a mano y a máquina, las llamadas cocuizas, molinillos,
taparas de diferentes usos, como p.e., totumas para suero, licoreras,
ramillones para sacar agua de las tinajas, maracas y adornos; esteras de
guinea y de gancho de plátano, manteles, y alfombras de fique, bolsos de
fique, carteras de madera, bolsos de cascarón y miles de figuras de adornos
de estos mismos materiales; trabajos en bambú, monederos de cuero y
todo tipo, de trabajo con este material.

42
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

-De La Mucuy, Ejido, Mucunután, Manzano Abajo, El Arenal, y Mucurubá


envían artesanías de figuras talladas en anime que representan nuestras
escenas costumbristas como nuestros personajes, nacimientos, trapiches,
animales, etc. además de las figuras de cascarón y las flores de espiga.
-Algunos barrios de la ciudad de Mérida y Ejido como p.e., Caucaguita,
Pueblo Nuevo, Santa Anita, El Rincón y la Pedregosa producen y envían
diferentes trabajos de carruso o bambú, como cortinas, lámparas, porta

Venta de artesanía. Foto: Oswaldo Jiménez. 1986

43
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • El Mercado Principal como expresión de la cultura

materos, móviles, cerámica de molde, infinidad de recuerdos de madera


como pilones, llaveros, arpas, molinos, perinolas, rodillos, pozos de la dicha,
copas de diferentes modelos y una variedad de muñecas de trapo.
-A las anteriores se agregan las artesanías que vienen de otras
regiones e incluso de otros países. Pero lo importante es destacar
que en estas artesanías se combinan elementos que son originales y
verdaderamente tradicionales que tienen un saber incorporado y sirven
de sostén a numerosas familias.
Cuando desde la socioantropología hacemos referencia a la identidad
como pueblo, no titubeamos en resaltar el MPM como expresión legítima
de la cultura popular que ha cultivado el pueblo que vive del sudor de su
trabajo, de la creatividad y amor conque han sabido preservar sus saberes,
costumbres y tecnología. Allí radicó la grandeza de ese mercado que
supo albergar un sitial para que en sus espacios se irradien el colorido y
variedad de la genuina cultura del pueblo, de esa que no busca sustituirse
con costumbres y cosas importadas. El pueblo merideño ha mantenido
la fidelidad con este tipo de manifestaciones culturales y encontró en el
mercado un sitio donde expresarse -incluso- cuando se ha inundado en
los últimos tiempos de artesanías orientales.

4.- Introduzcámonos en el mundo de la dulcería, donde encontramos


que el mercado se surte básicamente de sus zonas urbanas de deliciosos
confites, bocadillos, higos rellenos, higos azucarados, dulce de leche con o
sin decoración, dulces abrillantados, sus famosas vitaminas, dulces caseros
como los de la lechoza, piña, naranja rellena, toronjas y sidras abrillantadas,
mazapán, conservas de coco y de leche, batidos de panela, bizcochos,
paledonias, aliados, besos y roscas. En fin son estos productos que atesoran
por siglos todo lo referente a nuestro gusto en materia de dulcería. Faltaría
por nombrar El Chama, con sus caramelos de coco, La Azulita con su pasta
y bocadillo de guayaba, Ejido y Tabay con sus famosas mantecadas.

44
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

5.-En cuanto a la cocina tradicional en el mercado los restaurantes


del 2o piso se convirtieron en los comedores de la gente campesina que
viene a la ciudad y de los turistas que gustan de estos sitios. Las horas
de la mañana y del medio día eran un hervidero de gente. En estos
restaurantes se conseguían platos que han desaparecido de la lista de
nuestros restaurantes típicos, como por p.e., el mute, la sopa de manos, la
avena, el pescuezo relleno, la chicha, arepas de trigo o de maíz, y muchos
platos más.

6.-La manufactura tradicional también estaba presente. Hay que


agregar que en el mercado además se vendía artículos que escasamente
se conseguían en otros lados como por ejemplo, el jabón de tierra, el
chimó, las esponjas de calabaza, velas de cebo, que provienen de las zonas
cercanas a Mérida como Pozo Hondo o el Valle, y también hay procesos
artesanales que se dan en el propio mercado realizados por sus vendedores
como la reparación y hechura de santos en yeso, confección de vestidos
que tradicionalmente utilizan nuestros pueblos del interior de Mérida, el
pintado de la loza en negro, tejido de alpargatas, elaboración de chorizos
de productos de gran demanda entre los sectores humildes.

7.-La medicina natural y tradicional. Mención aparte constituye el


conocimiento popular tradicional acumulado en cada uno de los puestos
de hierbas que existen en el mercado, donde se encuentra una señora
que ha sabido con paciencia transmitir de generación en generación las
fórmulas etnobotánicas que desde los primeros habitantes de la región
se han venido produciendo. Allí hay un tesoro cultural de incalculable
valor científico. Es lo que hoy en día conocemos como la medicina natural
que divide las hierbas (ramas, etc.) en dos tipos: las de tierra fría y las de
tierra caliente, además de las aromáticas, entre ellas podemos nombrar
díctamo real, de castilla, ruda, frailejón, artemisa, verbena, hierba buena,
geranio, toronjil, cola de caballo, eneldo, hinojo, marrubio, borraja, tártago,

45
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • El Mercado Principal como expresión de la cultura

eucalipto, sábila, limoncillo, siempre viva, manzanilla, quina, poleo, llantén,


perejil, oreganón, bejuco cadeno, raíz de fique, saúco, tomillo, mostaza
etc., y una gama de plantas que supera las cien variedades y que tiene
gran demanda del público y de los turistas para la cura de numerosas
padecimientos. Por la experiencia de la señora vendedora (89 años) el
preparado va incluido con la compra de la rama constituyéndose un
verdadero consultorio popular en el que el paciente formula sus dolencias
y la vendedora les dan las indicaciones del caso.

1 Se realizaron 239 encuestas a vendedores/as


Notas

adjudicatarios (78 mujeres y 161 hombres),


que además de sus datos sociodemográficos,
se inventariaron los productos vendidos y su
procedencia.
Los trabajadores
y las
trabajadoras del
Mercado Principal

Carmen Teresa García R.

Oswaldo Jiménez

47
La comunidad observa su mercado quemado Foto: Carmen Teresa Martínez

48
H
emos hablado de los productos que se venden
en el mercado, también hemos comentado de
la sabiduría y arte para elaborarlos o producirlos,
pero en ningún momento hemos hecho una
consideración sobre las personas que venden,
de las que están trabajando para que esta
producción llegue a nuestras manos o mejor
dicho cuántas familias se benefician con el trabajo
de estas personas que fueron urdiendo redes de
producción, comercialización y distribución, de
amistad e intercambio y que con la mudanza
del MPM, se van a resquebrajar estas centenarias
redes tradicionales de trabajo, de relaciones
de trabajo, de modos de vida, de modos de
subsistencia, etc., que no tienen cabida en los
modernos centros comerciales como el de la Av.
Las Américas.

49
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Los trabajadores y las trabajadoras...

El Mercado Principal como fuente de empleo

En el mercado trabajaban aproximadamente 476 personas de las


cuales 239 vendedores/as adjudicatarios (78 mujeres y 161 hombres) y
237 vendedores/as como ayudantes familiares, socios/as o empleados/as
particulares que reciben beneficios económicos como un salario u otras
formas de compensación monetaria, como por ejemplo, porcentaje por
venta, alimentación, vestido, etc. Es una población envejecida, con edades
de jubilarse por el tiempo de trabajo en el mercado.

En el interior del mercado:


•la gente de las verduras y hortalizas y fruteros en total 38 vendedores/
as adjudicatarios con un promedio de edad de 49 años, de los cuales el
60% tiene de 11 a 45 años trabajando en el mercado.
•la gente de la artesanía y dulcería un total de 24 con un promedio
de edad de 47,5 años, de los cuales el 60,5% tienen de 11 a 48 años
trabajando en el mercado.
•la gente de los granos y especies, en total 10 vendedores/as con un
promedio de edad de 52 años, de los cuales el 63,6% tiene 11 a 45 años
en el Mercado.
•las mujeres de la cocina 13 con un promedio de edad de 43 años,
de las cuales el 69% tiene 11 a 48 años en el mercado.
•las mujeres de las flores 3 con un promedio de edad 45,6 años de
las cuales el 100% tienen 11 a 36 años han trabajado en el mercado.
•la gente de las ramas, 3 en total, con un promedio de edad de 58
1 y un 66,6 trabajando de 11 a 70 años. En este renglón se encuentra
años
la persona de más edad en el mercado .
•la gente del pescado seco y aves vivas: 6 ubicados en el segundo
piso, con 45,5 años de edad promedio y el 50% tiene de 11 a 30 años
trabajando en el mercado.

50
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

•la gente del queso y la mantequilla: 3 con un promedio de edad de


47 años y el 50% tienen de 11 a 14 años trabajado en el mercado
•la gente de las quincallas: 8 en total, con una edad promedio de 37,5
años y el 87% tiene un tiempo de trabajo de 11 a 30 años.
•la gente de los zapatos: 14 con un promedio de edad de 43 años y
el 64% tienen de 11 a 36 años trabajando en el mercado.
•la gente de la ropa: 5 en total con un promedio de edad de 45 años
y el 50% con 11 a 40 años trabajando en el mercado.
•la gente del café, huevos, refrescos, abastos, joyería: 8 en total con
un promedio de edad de 38,5 años y un 47% tienen de 11 a 43 años
trabajando en el mercado.

Pasaje Tatuy. Foto: Oswaldo Jiménez

51
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Los trabajadores y las trabajadoras...

Los ubicados en el cuadrado exterior


•el pasaje Tatuy: 19 carniceros y pescaderos con edad promedio de
46,5 años, y un 56% de ellos tiene un tiempo de trabajo de 11 a 30 años
en el mercado.
•Los/as ubicados/as en la calle 21, 22 y Av. 2
Los/as adjudicatarios/as de los locales exteriores: 29 en total con un
promedio de edad de 53,5 años, de los cuales el 76% tiene un tiempo de
trabajo de 11 a 45 años en el mercado.
•Los/as ubicados/as en el Pasaje Tatuy
Los/as buhoneros/as: 58 entrevistados/as, con una edad promedio
de 47 años y 35% tienen de 12 a 35 años y el 63,3 tienen menos de 8 años
trabajando en el mercado, lo que da una idea de lo reciente de este grupo
de trabajo alrededor del mercado.
•Las familias de los/as trabajadores/as.
Este grupo de trabajadores/as tiene un total de 908 hijos/as y además
ayudan económicamente a 1.429 personas (hermanos, padres, sobrinos
etc.) Considerando los diferentes grupos tenemos que 2.813 personas se
benefician directamente de la actividad del MPM.

La inminente mudanza del mercado principal

Los representantes del Concejo Municipal y de las empresas


constructoras (Termipaca y Raluica) tejieron una campaña en la ciudad
para hacer ver que los/as trabajadores/as del mercado habían comprado
o reservado en el local en construcción. Según sus testimonios sólo 23
(9%) de los 239 vendedores/as adjudicatarios (4,8% del total de los 476
trabajadores/as del mercado incluyendo los empleados y ayudantes
familiares y socios) habían reservado un local en el nuevo edificio de la Av.
Las Américas. La supuesta “mudanza” del mercado, no es posible porque
los/as trabajadores/as no tienen la posibilidad de comprar local en el C.C.

52
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

de las Américas, realidad que rompe las redes de relaciones mercantiles y


sufre un colapso la economía familiar de todas las personas que directa
o indirectamente de benefician de la actividad del mercado desde varias
décadas.
Agregamos a lo anterior, la información sobre la edad promedio de
todos los vendedores/as por renglones que es de más de 40 años y al
tomar la edad promedio general es de 46,5 años. Los/as trabajadores/as se
preguntaban ¿dónde van a conseguir un trabajo gente con estas edades?,
pues es de todo conocido que esta comunidad de trabajadores/as no
cuenta con prestaciones sociales, ni ahorros de ningún tipo, ni tienen
derecho a jubilación por las características de su trabajo, por el contrario
tienen en su haber, largas jornadas de trabajo.
Pero, en general, quienes eran la gente compradora en el mercado.
Observamos cuatro grupos diferenciados. En primer lugar la gente
campesina que vienen de todas las aldeas y pueblos desde siglos a
vender y a abastecerse; las clases sociales de menos recursos económicos
quienes hacen su mercado semanal en el mercado; la gente dueña de los
restaurantes y hoteles de Mérida y por último los turistas que nos visitan,
que pese a lo horrible y antiestético que les parecía a algunos este mercado
seguía siendo una de las principales atracciones turísticas después del
teleférico, por la riqueza cultural del sitio y la expresión viva del gentilicio
andino- merideño que se expresaba en sus múltiples manifestaciones
(por ejemplo, el hablar cantarino) y el colorido, aroma y belleza de sus
verduras, flores y frutos y que sin embargo, se veía opacado por los
problemas acumulados por años en sus alrededores por la negligencia
de las autoridades y que pareciera intencionada para abonar en función
de la decisión de “mudanza del mercado”

53
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Los trabajadores y las trabajadoras...

! Y quemaron el mercado…¡
EN 1987 EL 31 DE MAYO PARADÓJICAMENTE
ERA DÍA DE LA CONSERVACIÓN…

Muchas fueron las luchas en defensa del MPM como centro de


abastecimiento que escondía un poderoso mecanismo de protección
económica para los sectores populares y un dinamizador del casco central
merideño, gracias a los bajos precios de sus mercancías. Las razones de
este fenómeno eran casi imperceptibles, estaban allí, sin que nos diéramos
cuenta, constituían casi un acto mágico, pero el hecho real era que los
costos de operación resultaban muy reducidos además de la sabiduría
popular, que había venido tejiendo durante décadas una infinidad de hilos
económicos que se cobijaban bajo el noble edificio.
No menos importante eran los curiosos mecanismos de
comercialización que pervivían y eran fruto de viejas prácticas
correspondientes a otras relaciones de producción, distribución y consumo,
diferentes a las que dominan en 1986, año de la investigación. Estas viejas
prácticas funcionaban como reductoras de los precios, mecanismos que
no encontrarán cabida en otros establecimientos comerciales.
El mercado fue también una fuente de empleo estable para los
sectores populares en una región donde ni el comercio, ni el gobierno,
ni la universidad, ni mucho menos la industria, tienen la capacidad de
absorción de este tipo de mano de obra.
El mercado albergaba una gran familia de vendedores/as en el
momento de su quema y un porcentaje de ellas se desperdigaron por todo
el centro de la ciudad, convertidos en gente que se dedicó a la buhonería
perseguida o que pasó a engrosar la angustiada masa de desempleados/as
existentes en la ciudad de entonces 31 de Mayo de 1987 durante la noche,
mientras la ciudad y sus trabajadores/as dormían, un incendio, que luego
fuera declarado criminal, destruye el ANTIGUO MERCADO PRINCIPAL DE

54
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

MERIDA y como lo señaló un diario de la ciudad era una “crónica de una


muerte anunciada”. Los/as habitantes de la ciudad están consternados/as y
no lo pueden creer, el espacio de encuentro del pueblo merideño, ardía en
llamas por los cuatro costados. Igualmente prendían de rabia e impotencia
nuestros corazones, el humo se confundía con la habitual neblina del
mes de mayo y junio y las lágrimas con el caer de la llovizna de esa triste
mañana del 1 de Junio de 1987, la ciudad de paralizó, los politiqueros
de entonces vinieron a apaciguar los ánimos y a culpar a bandera roja de
2
la quema del mercado Como siempre quedaron y quedan en la ruina y
sumidos en el sufrimiento y la tristeza la gente más débil como la que allí
trabajaba desde hacía décadas.

Después de la quema. Foto: Oscar Chaparro. 1987.

55
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Los trabajadores y las trabajadoras...

En fin, la quema del mercado es un de los tantos intentos de


uniformar nuestros modos de vida con los de sociedades, que nos han
pintado como superiores en detrimento de lo autónomo, de lo nuestro
por el sentimiento de vergüenza étnica y una conciencia que infravalora
lo que históricamente hemos hecho como pueblo sustituyéndola por una
cultural ajena y destruyendo cualquier rasgo de nuestra identidad.

La comunidad del Mercado Principal


de Merida se Dispersó.
Nace La Asociación Civil Tatuy

El grupo que resistía deambuló (y fue reprimida) con sus productos


durante meses por la ciudad entre otros sitios se instaló en el terreno del
mercado lleno de ruinas, luego en la Plaza Colón y después organizaron la
ASOCIACIÓN CIVIL TATUY que les permitió reubicarse muy cerca de lugar
original del mercado. Esta asociación recibió donaciones y compró una
casona tradicional y la remodelo como un pequeño mercado que está en
la Calle 20 entre Av. 2 y 3.
La Asociación Civil Tatuy, nace de la unión de un grupo de trabajadores
y trabajadoras del Antiguo Mercado Municipal de Mérida3, destruido el
31 de Mayo de 1987, por un incendio que fue declarado “criminal” y que
hasta hoy ha quedado impune.

Otro grupo se mudo

Al final un grupo tuvo que mudarse al Centro Comercial Mercado


Principal de Mérida en la Av. Las Américas donde adquirieron local para darle
continuidad a su actividad tratando de organizarla como siempre y, por cierto
hoy al igual que el antiguo mercado, es un sitio de referencia de la ciudad.

56
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

Un grupo numeroso tomó las calles

Desde entonces un grupo de trabajadores y trabajadoras


deambularon y deambulan por las calles y algunos cayeron en el
alcoholismo. Desde entonces, la ciudad tiene varias transversales del centro
de la ciudad repletas de buhoneras y buhoneros pues a muchas/os de
ellas/os el mercado los/as acogía en su seno.

1 Pensaban acaso es justo que la señora Polonia con

Notas
más de 70 años en el mercado, el Señor Asunción
con más de 45 años en el mismo al igual que el
señor Noé tengan que salir a buscar a estas alturas
de la vida un nuevo trabajo, a comenzar de nuevo
o irse con las manos vacías? Entrevista realizada
para la investigación, octubre 1985

2 El Ministro del Interior de entonces (Ángel Ciliberto)


las primeras declaraciones frente a la ruina del
mercado declaró que los responsables de la
quema habían sido el grupo político Bandera
Roja.

3 16 de Julio de 1992. La Asociación Civil Tatuy firma


un Convenio de Cooperación Internacional con la
Asociación Interprofesional para la Ordenación del
Territorio de España (FUNDICOT), cuya presidenta
Paloma Fernández se convierte en amiga y
colaboradora de la Asociación, consiguiendo para
la misma ayuda en futuras oportunidades y ese
mismo año (1ero de Noviembre) se celebra por
primera vez del CHIGUATEQUEMANOS Danza de
Alabanza y reconocimiento al CHES dios mítico de
la cordillera andina.
Pasaje Tatuy Foto: Carmen Teresa García. 1986

58
Estudio integral
del Mercado
Principal de Mérida
Mérida, 1986
Una propuesta de profesionales
ante su inminente mudanza1

Nancy Newman

Carmen Teresa Martínez

Carmen Teresa García R.

Oswaldo Jiménez

59
El mercado de noche. Foto: Oswaldo Jiménez. 1985

60
U
rbanísticamente el Mercado Municipal de
Mérida gozaba de una privilegiada ubicación,
lo que en términos económicos se traducía en
elemento tentador por la rentabilidad del suelo
del sector.
Históricamente se ha venido conformando
en él una gran familia de pequeños y medianos
comerciantes, que en la actualidad alcanzan a 476
trabajadores con una edad promedio de 47 años.
Se beneficien, directamente, un total de 2.813
personas, entre hijos padres y hermanos.
En la actualidad el Mercado representa un
hito histórico en la evolución y el progreso de la
ciudad, siendo además un importante polo de
atracción turística.
En este momento, cuando se habla de
convertir a Mérida en un polo turístico, no
se puede plantear la eliminación de lo que
podríamos considerar un centro de la Historia
cultural de la Región, y que es un punto de apoyo

61
Nancy Newman, Carmen Teresa Martínez, Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Estudio integral...

en el desarrollo de la personalidad del merideño, de su identidad y vocación


agrícola y artesanal.
No se trata de un mercado más. Se trata de un mercado donde existe
un tesoro cultural de incalculable valor. Se trata del mercado de una ciudad
con características muy particulares, por tal razón este problema debe ser
tratado con la particularidad del caso.
No se pueden asumir políticas que no estén fundamentadas en el
pleno conocimiento de la tradición arquitectónica, cultural y social de
la ciudad. Lamentablemente se han venido manejando criterios seudo-
progresistas que conducen al desarraigo de las actividades originales del
proceso histórico de la ciudad.
En nuestro estudio hemos podido constatar que gran parte de los
problemas que se esgrimen, para erradicar al mercado no son causados
directamente por él. En el caso de los camiones que invaden sus
alrededores hemos podido verificar que éstos no abastecen al mercado
sino en un 10% ó menos de sus cargas. La realidad es que en pleno centro
de la ciudad funciona todas las noches, de domingo a martes, el Centro
de abastecimiento de Mérida y sus alrededores. Vehículos de todos los
tamaños procedentes de distintas partes del país tienen en el sector el
punto de encuentro para abastecer a todos los mercados periféricos,
2
hoteles, restaurantes, y centros poblados de la región.
Un día jueves a las cuatro de la madrugada logramos contar 140
vehículos de carga que se estacionan en los alrededores del mercado
causando un movimiento insospechado de compradores y vendedores.
A las 6 y media, cuando abren las puertas del Mercado, más del 80% de
los camiones han desaparecido ¿qué quiere decir esto? que el Mercado
no es el causante del deterioro ambiental, ni social, ni mucho menos. Por
tal razón consideramos como necesidad fundamental, crear un Centro de
abastecimiento en la periferia de la ciudad, con lo cual se solucionaría de
raíz la mayoría de los problemas que actualmente deterioran su imagen.

62
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

A través del tiempo, el Mercado ha evolucionado desviándose de sus


cauces, originando desorden en varios aspectos, obstaculizándo su buen
desenvolvimiento. Una de las causas básicas ha sido la proliferación de
expendedores en cualquier parte, sin espacio físico adecuado, generando
así el congestionamiento en áreas de acceso y circulación. El caso más
claro corresponde al Pasaje Tatuy, el cual fue concebido en principio para
carnicerías y locales para mercancía seca; actualmente existen, además de
los locales originales, puestos ambulantes de verduras y buhoneros a todo
lo largo y en los dos costados, lo que lógicamente dificulta el libre flujo
peatonal. Además se puede apreciar como en plenas horas de servicio se
abastecen las carnicerías, creando un espectáculo sorprendente.

El mercado de noche. Foto: Oswaldo Jiménez. 1985

63
Nancy Newman, Carmen Teresa Martínez, Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Estudio integral...

Otro de los problemas, es el monopolio de puestos por parte de


algunos adjudicatarios, y también los cambios de uso de puestos que se
han generalizado. Locales que habían sido destinados para sanitarios, en
la actualidad son puestos de verduras, zapaterías y cafetines.
En cuanto a los servicios: el Mercado Principal carece de suficiente
abastecimiento de agua, lo que impide un apropiado mantenimiento.
En cuanto a la electricidad existe desorden en el cableado interno e
irregularidad en sus instalaciones, lo cual debe ser solucionado a la
brevedad posible.
Carece de un depósito para la basura, manteniéndose expuesta en
plena vía de circulación, en perjuicio de una sana imagen de la institución
y la ciudad.
No existe alcantarillado en la zona del Pasaje Tatuy lo que dificulta el
mantenimiento de las carnicerías y los locales que allí funcionan.
Los sanitarios han sido improvisados en planta alta de la edificación,
y no responden a sus necesidades mínimas.
El comedor funciona con instalaciones de kerosén lo cual habría que
considerar en proyecto definitivo de remodelación.

Propuestas

Muchas de las propuestas que planteamos están contenidas en


el segundo reglamento que sobre el Mercado se conocen, se trata del
que fuera promulgado en 1950 por el Alcalde Mayor Rafael Uzcátegüi
y el Presidente del Estado, Homero Sánchez Berti. En ese reglamento se
deciden: Las funciones, la distribución de los vendedores por renglón,
la administración, nuevos impuestos de piso por categoría y renglón,
las atribuciones del personal, disposiciones sanitarias con relación a los
vendedores, a los productos y al aseo y mantenimiento del local (ver Gaceta
Municipal de Mérida 15.7.1950). Esta ordenanza aún está vigente, y según

64
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

testimonio de algunos trabajadores que ya estaban en aquella época, esta


reglamentación se cumplía a cabalidad.

Así proponemos:

-Establecer y suscribir un convenio de trabajo entre el Consejo


Municipal, La facultad de Arquitectura y AMPECOMERIDA, con el fin de
estudiar, realizar y ejecutar un proyecto de remodelación de la edificación y
zona del Mercado Municipal, de acuerdo a criterios realistas que se orienten
hacia el bienestar de la ciudad.

Para enfrentar los problemas que con anterioridad se han expuesto


se ha convenido agruparlos en seis grandes áreas temáticas, y sintetizar
las propuestas que hacemos en cada una. Estas áreas temáticas son las
siguientes:

Restaurant del mercado. Foto: Oswaldo Jiménez. 1986

65
Nancy Newman, Carmen Teresa Martínez, Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Estudio integral...

1.- Estructura y funcionamiento interno.


2.- Servicios públicos.
3.- Organización administrativa.
4.- Marco legal y laboral.
5.- Financiamiento.
6.- Urbanismo y medio ambiente. (p.5)

1.-EN CUANTO A LA ESTRUCTURA


Y FUNCIONAMIENTO INTERNO:

a) Igualar el tamaño que tienen hoy día los puestos.


b) Redistribuir y zonificar adecuadamente los usos.
c) Acondicionar los sanitarios.
d) Adecuar la planta lata de la edificación para mejor aprovechamiento
de los espacios que hoy la ocupan.
e) Reubicar los puestos sin espacio físico adecuado, y los que
obstaculizan las áreas de acceso y circulación.
f ) Replantear circulaciones internas, ventilación e iluminación,
elementos de cerramiento y otras modificaciones necesarias en la
planta física.

2.-EN CUANTO A LOS SERVICIOS PUBLICOS:

a) Crear un adecuado depósito para la basura en un sitio accesible para


su recolección.
b) Habilitar el tanque de agua y conservarlo en adecuadas condiciones
higiénicas.
c) Construir un sistema de alcantarillado para la recolección de las aguas
servidas del Pasaje Tatuy.
d) Reestructurar la acometida principal de electricidad y modernizar
todo el sistema de tendido interno de cables.

66
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

3.-EN CUANTO A LA ADMINISTRACIÓN:

a) Organizar un procedimiento racional para la recaudación de


impuestos.
b) Graduar los nuevos impuestos según el tipo y dimensión de los
puestos de venta.
c) Designar un fiscal permanente que evite la proliferación de
vendedores ambulantes y vigile las condiciones higiénicas (ó
sanitarias) en general.

4.-EN CUANTO AL MARCO LEGAL Y LABORAL:

a) Estimular la autogestión de los trabajadores y las trabajadoras de


Mercado, quienes se convertirían en sus principales guardianes.
b) Implementar una política de mantenimiento y conservación acorde
con los proyectos de organización global del mercado.
c) Reactualizar la normativa aún vigente, y redactar una ordenanza
general que prevea la contratación de los puestos, su condición de
renovabilidad y las penalizaciones en caso de contravención de las
normas.
d) Carnetizar a los adjudicatarios y adjudicatarias, según las actividades
que cumplen y las áreas ocupadas.

5.-EN CUANTO AL FINANCIAMIENTO:

a) Tramitar para cubrir las necesidades más inmediatas, créditos


ante Corpoindustria y los bancos de la región de Los Andes, que
se sumen a los recursos provenientes del autofinanciamiento por
AMPECOMERIDA.
b) Estudiar la posibilidad de constituir una fundación popular andina
para obtener recursos de otras fuentes.

67
Nancy Newman, Carmen Teresa Martínez, Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez • Estudio integral...

6.-EN CUANTO A LA CUESTION URBANA Y MEDIO AMBIENTE:

a) Convertir en peatonales las calles 21 y 22 entre las avenidas 2 y 3.


b) Restringir el estacionamiento en las calles y avenidas que rodean al
Mercado, limitándolo a servicios públicos y de seguridad.
c) Establecer un horario estricto para carga y descarga, limitado entre
las 7 p.m. y las 6 a.m.
d) Reubicar las líneas de transporte existentes.
e) Crear un Centro de abastecimiento para toda Mérida en zona
periférica a seleccionar y acondicionar en plazo breve.
f) Crear un proyecto para un Museo de Artes y Tradiciones Populares
de la cultura regional, lo que contribuiría al rescate de los valores y
procesos artesanales, a la vez que sería un punto de atracción turístico
para visitantes nacionales y extranjeros.

1 Nota de los editores.


Notas

Estas propuestas, hechas por profesionales preocupados


por el estado de deterioro del Mercado Principal de
Mérida y su importancia sociocultural, cayeron en
terreno infertil, fueron desoidas por las autoridades
municipales de entonces, fue más fácil colocar 4
artefactos explosivos en el local (uno en cada esquina)
y con ello acabar con el mercado centenario y dar paso
a un edificio frío y sin acustica (Centro Cultural Tulio
Febres Cordero), un edificio inhumano e inconcluso
que hoy tenemos en el lugar del mercado y que,
paradógicamente, se ha constituido en un espacio
para congresos (y para su uso es obligatorio pagar un
alto alquiler) decisión que deja de nuevo fuera de su
uso a los sectores populares de Mérida.
2 Hoy 2007), la ciudad y el Mercado Principal de las
Américas comienza a tener los mismos problemas
con el mercado de mayoristas que funciona en su
estacionamiento y alrededores.
El Mercado
y su lugar
Mérida, 1987

Roberto M. Rodríguez A.
Habitante de la ciudad de Mérida

69
Roberto M. Rodríguez A. • El Mercado y su lugar

Fachada mercado. Foto: Oswaldo Jiménez

70
P
ertenece al tiempo ese lugar donde nacieron
nuestras ciudades. Organizadas por sus habitantes,
en el centro se unían; seres ligados por trabajos
pasados y comunes proyectos para el futuro.
Porque el centro es principio de simetría, y
porque la simetría es fundamento inmanente del
hombre para su desarrollo, equilibrio, armonía y
justicia. En la ciudad había un centro, era el centro.
Un centro de donde partir para el futuro desarrollo
de la ciudad.
Centro que, como cocina o sala, era lugar
de encuentro de los ciudadanos. Pobres y
ricos, clérigos y capitanes, soldados, damas
encopetadas, jefes políticos y mercaderes de
lenguas rápidas.
El ágora helénica, el foro romano fueron
centro de reunión mercantil y político, de
educación y recreo. El centro nunca perdió esta
natural relación y la numerosa combinación de
vicisitudes que producía enriqueció la vida de
estos pueblos.

71
Roberto M. Rodríguez A. • El Mercado y su lugar

La Edad media no perdió esa fecundidad del centro urbano, alma


matriz; y con las ferias y mercados internacionales se amalgamó eso común
que se llama Europa.
Uno de los más importantes sucesos, en nuestro pueblo americano, es
la concentración de sus comunidades dispersas y variadas en el Mercado;
motivo de fiesta y comercio, amor y despecho, promesas de matrimonios,
planes guerreros; crecida del espíritu, que se pierde en los meandros
fluviales que forma la gente colorida. Momento para todos; oportunidad
para sentir y ver a la sociedad entera.
La plaza Bolívar es en nuestro país la señal del centro. A su alrededor,
como en la colonia (la plaza Bolívar es aquella Plaza Mayor) donde reúnen
las más importantes instituciones: religiosas, política, comercial, cultural;
y hasta hace poco, social. Hasta hace poco la voraz hipertrofia estatal y
comercial no había deformado y acabado con esta armonía cívica.
Mérida era una de las ciudades que más bellamente presentaba
esta convivencia, esta reunión de sala o de cocina: la Catedral y el Palacio
Arzobispal, el Palacio de Gobierno, el Rectorado de la Universidad, bancos
y comercios; el resumen popular, su representación emblemática: el
Mercado.
En el Mercado de Mérida había un poco de todo esto que se
fragmenta en edificios fuera de él: la religión y el paganismo, a veces
herético (representado la mayor de las veces por las cofradías estudiantiles),
el comercio, la política y el estado, el conocimiento vivo y el teórico, el
estudio y el recreo. Y algo más, que no tienen juntas las demás instituciones:
algo de paisaje de Mérida, algo de la naturaleza de Venezuela y el trabajo
palpable, fragante y risueño de sus habitantes. Creo que todos recuerdan en
estos días, tristes y melancólicos, la espléndida vista de Nuestro Mercado,
que admirábamos desde el segundo piso, al cual subíamos solo por gusto
de mirar, o invitados a comer por un amigo cuyo recuerdo está ligado
entrañablemente a esas cocinas y a esas mesas del comedor del Mercado,
de comida casera en buen sentido del gusto.

72
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

Pertenece al pueblo y su mercado ese lugar. Su mudanza rompería


el equilibrio, significa desplazar de su puesto a quien le corresponde,
dejar un puesto vacío en la reunión convocada; y al menos precio que en
tantos sentidos sufre diariamente el pueblo, debemos ahora añadir su
marginamiento del lugar representativo que le es debido junto a las otras
instituciones que también debe representarlo y defenderlo, y no ser, ni
verdugos ni indiferentes y apocados testigos de su destrucción.
Dejarse llevar por la inercia es lo más fácil; es un movimiento
mecánico. Por qué considerar que el incendio del Mercado equivale a su
traslado? Por qué creer obligatoria su mudanza? Podemos en Mérida, de
manera ejemplar, ser los primeros que construyamos en estos tiempos
un monumento venerable. Podemos mostrar que nos importa conservar
nuestros signos de referencia. Pensemos en un concurso para elegir la
propuesta más bella y útil para el renacimiento del Mercado, cuya vida
late alrededor.
La expansión comercial de Mérida es tal que el edificio de la Av.
Las Américas no se perdería en el desuso. Nada se perdería. Mucho se
ganaría.

Trabajadores y Trabajadora retoman el terreno del mercado


Foto: Carmen Teresa Martínez

73
Carmen Teresa García y Oswaldo Jiménez
Mercado Tatuy, Avda. 2 Lora, Calle 20, Mérida. Foto: Lino Meneses. 2007

74
Asociación Civil
Tatuy

Carmen Teresa Martínez

Nancy Hernández
Promotoras del Mercado Tatuy

75
Carmen Teresa Martínez y Nancy Hernández • Asociación Civil Tatuy

Consigna en repudio a la quema del Mercado. Foto: Carmen Teresa Martínez

76
Asociación Civil Tatuy

L
a Asociación Civil Tatuy, nace de la unión de un
grupo de trabajadores y trabajadoras del Antiguo
Mercado Municipal de Mérida, destruido el
31 de Mayo de 1987, por un incendio que fue
declarado “criminal” y que hasta hoy a quedado
impune. En el largo caminar de la Asociación
son muchas las cosas que podríamos contar, las
dificultades, los sufrimientos, las angustias, pero
también los momentos agradables, gratificantes,
y esperanzadores de los cuales todos hemos sido
participantes. Un dolor nos unió y una esperanza
nos hizo caminar hacía el futuro. Y hoy por hoy,
la historia del Mercado apenas comienza, cuando
finalmente nos encontramos reunidos bajo un
mismo techo el MERCADO TATUY DE MÉRIDA.

77
Carmen Teresa Martínez y Nancy Hernández • Asociación Civil Tatuy

Cronología de una injusticia.

1981.

Se toma la decisión de mudar el Mercado Municipal del Centro


Histórico de la Ciudad, a otro sector y a una nueva edificación. Se alega
para el traslado, deterioro de las instalaciones, congestionamiento del
tránsito por ser a su vez centro de acopio, suciedad y falta de higiene, y
fortalecimiento de las roscas.
Se inician acciones de protesta ante la decisión del Concejo, basadas
en la importancia que tiene el MERCADO en la continuidad histórica
del espacio, de la memoria colectiva y la expresión cultural del PUEBLO
MERIDEÑO, reconociéndose que el mismo debe ser transformado pero no
desalojado y reubicado.

1983.

Se inicia la construcción del nuevo Mercado Principal, ubicado en


otro sector de la ciudad, el lugar escogido presenta de por si dificultades
para su funcionamiento. Los problemas que presenta el viejo Mercado son
prácticamente trasladados de un lugar a otro.

1986.

El Mercado Principal, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad


cumple Cien Años. Cien Años, que significan una red complicada de
relaciones comerciales y de producción, para los diversos productores
agrícolas y artesanales de la Región, además de la herencia cultural en

78
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

costumbres y tradiciones que ello representa. Algunas instituciones de la


ciudad se oponen a su traslado, así mismo los trabajadores y trabajadoras
se niegan a ser desalojados del espacio en el que han trabajado de
generación en generación. Cien Años de historia no se pueden arrancar
de golpe y porrazo como si no tuvieran importancia. La celebración sirve
para fortalecer la defensa del Mercado, se inician pequeñas remodelaciones
y se intenta un proceso de concientización en la población sobre el valor
histórico, cultural, espacial, económico y social que tiene el Mercado y el
cual esta en peligro.
31 de Mayo de 1987. Durante la noche, mientras la ciudad duerme,
un incendio, que luego fuera declarado criminal, destruye el ANTIGUO
MERCADO PRINCIPAL de la Ciudad de Santiago de los Caballeros de Mérida.
Los habitantes de la ciudad están consternados y no lo pueden creer, el
espacio de encuentro de los merideños, pues no hay ni uno solo que no
haya pisado alguna vez el Mercado, arde en llamas, y arde en nuestros

Murales para no olvidar Foto: Carmen Teresa Martínez. 1988

79
Carmen Teresa Martínez y Nancy Hernández • Asociación Civil Tatuy

corazones, el humo se confunde con nuestra neblina y las lágrimas con


el suave caer de la llovizna de esa triste mañana del 1 de Junio de 1987.
Como siempre quedan en la ruina y sumidos en el sufrimiento y la tristeza
los más débiles.
El golpe conmueve y despierta la conciencia, un mismo dolor une,
una esperanza se abraza. De las cenizas se recogen los recuerdos y en medio
de la rabia y la impotencia, surge la fuerza para defender los terrenos, nace
así la ASOCIACIÓN CIVIL PRO-MERCADO POPULAR TATUY, la cual se asienta
en un Mercado provisional en la PLAZA COLON ubicada en el centro de la
Ciudad. Desde ese momento seremos los llamados TATUY.

1989.

Viajes a la Capital, protestas en las calles, murales en las paredes


que rodean al terreno para que la gente no olvide, denuncias, presiones,
y amenazas de desalojo de la Plaza Colón, estudios y comisiones, forman
ese largo camino de penas, frustraciones e impotencia, hasta Septiembre
de 1989 donde luego de tomar el Concejo Municipal durante toda una
noche, logramos un Acuerdo basado en los estudios de la Comisión en el
cual se señalaba el USO del terreno manteniéndose la continuidad histórica
del lugar rescatando con ello los valores culturales propios de la Región,
quedando incluido un Mercado Agrícola y Artesanal de carácter local que
abastecería al Centro de la Ciudad. Se llamaría a un concurso Arquitectónico
público para seleccionar el Diseño de la Edificación.

1990.

Se llama a un concurso donde no se establecen bases, y el Alcalde


y los Concejales se autodenominan jurado. Dos proyectos se presentan,

80
El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

el Centro Cultural Tulio Febres Cordero por parte de la Gobernación y el


Centro de la Cultura TATUY por parte de la Asociación Civil TATUY con las
firmas de la comunidad. El primero fue el elegido. La Asociación impugna
el concurso, ante la Cámara Municipal. No hay respuesta.
El 3 de Diciembre la Asociación decide hacer un nuevo acto de
protesta, para exigir de las autoridades el respeto del Acuerdo Municipal.
Tomamos el terreno del Antiguo Mercado, para evitar la entrada y salida
de camiones de la obra, hasta tanto las autoridades no se presentaran en
el sitio a dialogar. La respuesta fue un equipo antimotines de 60 policías,

Pola y Nancy, trabajadoras del antinguo Mercado Principal


de Mérida en el mercadito de la Plaza Colón

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Carmen Teresa Martínez y Nancy Hernández • Asociación Civil Tatuy

quienes a golpe y bombas lacrimógenas nos desalojaron de los terrenos,


y donde solo la prudencia y la protección divina evitó una masacre. Una
obra para la COMUNIDAD, se defendía de la COMUNIDAD con la fuerza
de la represión.
El Centro Cultural Tulio Febres Cordero se levanta lentamente
sobre los terrenos del Antiguo Mercado. Ya la lucha nos es solo por un
terreno, la lucha es contra el Abuso de Poder, La Violación de Acuerdos,
Leyes, Derechos, La Corrupción, La Injusticia, El Hambre y La Miseria de
Un Pueblo, que cada día sufre más y ve como se escapa de sus manos el
bienestar, como las instituciones se derruban frente a la crisis moral que
nos embarga y la situación económica que nos agobia. La lucha es porque
esta democracia se transforme en una democracia participativa, del pueblo
y para el pueblo.

1991.

La demanda ante lo Contencioso Administrativo sigue su curso. El


juez declara desasistido el Juicio. Los abogados encargados de la causa no
introducen los documentos a tiempo. MIEDO, INCAPACIDAD, NEGLIGENCIA,
TRAICION, solo Dios sabe la verdad.
El terreno del MERCADO se ha perdido para siempre, pero el
MERCADO sigue vivo, esperando un donde asentarse.

1992.

Abril de 1992. La Asociación, en Asamblea Extraordinaria, decide


cambiar el rumbo y se propone nuevos objetivos, así como un Proyecto
para hacerlo realidad. Introduce modificaciones necesarias en los Estatutos
Sociales y se denomina ASOCIACIÓN CIVIL TATUY.

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

31 de Mayo de 1992. Los miembros de la Asociación Civil TATUY y


unos amigos y unas amigas hacemos la declaración de principios.
16 de Julio de 1992. La Asociación firma un Convenio de Cooperación
Internacional con la Asociación Interprofesional para la Ordenación del
Territorio de España (FUNDICOT), cuya presidenta Paloma Fernández
Fernández se convierte en amiga y colaboradora de la Asociación,
consiguiendo para la misma ayuda en futuras oportunidades.
1ero de Noviembre de 1992. Celebración por primera vez del
CHIGUATEQUEMANOS Danza de Alabanza y reconocimiento al CHES.

1993.

Marzo de 1993. Llega la orden de desalojo de la Plaza Colón, por


parte de la Alcaldía. Por motivos de reparación de la Iglesia del Carmen.
Ante la angustia y desesperación de no tener a donde ir, nuestras oraciones
fueron escuchadas, y finalmente como regalo caído del cielo recibimos
una donación por parte de una familia que mantiene el anonimato, con
la cual afortunadamente pudimos comprar una casa vieja ubicada en la
calle 20 Federación entre Av. 1 y 2, una cuadra arriba de donde se ubicaba
el Antiguo Mercado principal, para a través de un proceso de autogestión
y autoconstrucción reformarla y convertirla en el MERCADO TATUY.
1ero de Noviembre de 1993. Celebración del segundo CHIGUATEQUE-
MANOS.
1993. Recibimos una subvención de la Junta de Andalucía de España
para la construcción del MERCADO TATUY, a través del Convenio de
Cooperación de FUNDICOT.

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Carmen Teresa Martínez y Nancy Hernández • Asociación Civil Tatuy

1994.

Realizamos el Proyecto Talleres de artesanía utilitaria y autóctona en


el desarrollo turístico ecológico y cultural, del Pueblo Indígena JAMU, en
Lagunillas, recibiendo para la ejecución del mismo nuevamente una subvención
de la Junta de Andalucía, mediante el Convenio con FUNDICOT.
1ero de Noviembre 1994.
Celebración del tercer CHIGUATEQUE MANOS.

1995.

Creación y constitución de la FUNDACIÓN TATUY


el 18 de octubre de 1995

OBJETIVOS DE LA FUNDACIÓN.
El Objeto General de la Asociación es promover los principios y valores
de las antiguas culturas andinas precolombinas en base a la Declaración
de Principios. Objetivos específicos son: Promover una serie de acciones
tendientes a lograr la sede del Mercado Tatuy. Desarrollar programas
sociales de carácter, artesanal, agropecuario, naturalista, alimenticios,
aquitectónicos, culturales, fundamentados en una amplia participación
autogestionaria, comunitaria y colectiva de todos sus integrantes.

FUNDADORES/AS Y DIRECTIVA ACTUAL.


Aura Mireya Gómez, Carlos Julio Rodríguez, Digna Rosa Gonzales,
Francisca Matilde Hernández, José Cenobio Alarcón, María Cira Luzardo,
Elvigia Peña, Apolonia Peña Rojas (Pola), Hercilia Hernández Rivas,
María Simona Lacruz, Dionisia Lacruz, Jesusa Tisoy, Lucila Alarcón, José
Rafael Vasquez Rodríguez, Arístides Dávila, Escolástica Peña Gil, Antonio
Maldonado y Nancy Hernández.

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

DIRECTIVA:
Presidenta: Simona Lacruz.
Vice-Presidenta: Nancy Hernández.
Secretaria: Marianna Mercado
Tesorera: Guadalupe Araujo
Primer Vocal: Benito Guillén
Segundo Vocal: Julia Salcedo
Tercer Vocal: Jesusa Tosoy

PERSONAS O INSTITUCIONES QUE HAN APOYADO


A LA ASOCIACIACIÓN TATUY
FUNDICOT ESPAÑA
MÉRIDA INDIGENA JAMU
FUNDACIÓN DON BOSCO
JUNTA DE ANDALUCIA
CORMETUR
ESCUELA DE VECINOS
ELIAS SANTANA (padre e hijo)
CECILIA Scorza
CASA DE LA CULTURA JUAN FELIX SÁNCHEZ
PASTORAL SOCIAL
FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES
GRUPO INDIOS COSPES DE CHACHOPO
VASALLOS DE SAN BENITO DE SAN RAFAEL DE Mucuchíes
MUSEO ARQUEOLÓGICO DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

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Carmen Teresa Martínez y Nancy Hernández • Asociación Civil Tatuy
Mercado Jacinto Plaza, Mérida. Foto: Lino Meneses Pacheco

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A veinte años
de la quema
del antiguo
Mercado Principal
de Mérida

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Vendedora de plantas medicinales, Avda.2 Lora, Mérida

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A
veinte años de la quema del Mercado Principal
de Mérida, entrevistamos a Nancy Hernández
quien era comerciante de este mercado y en la
actualidad es integrante de la Asociación Civil
Tatuy de Mérida.
Nancy se convirtió después de la quema
del mercado principal en una de las tantas
luchadoras y luchadores que se propusieron
en hacer perdurar en la memoria de los/as
merideños/as lo que significó para la ciudad de
Mérida hasta los años ochenta del siglo XX el
antiguo Mercado Principal.

Nancy a veinte años de la quema del


antiguo Mercado Principal de Mérida ¿Qué
opinión tienes de los mercados y de la ciudad
de Mérida?
El mercado sigue estando dentro de
la ciudad, el mercado no se murió. Los que
pretendieron sacar el mercado de la ciudad,
pues no lo sacaron, porque, en todos lados hay
mercado, en una esquina en la otra.

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A veinte años de la quema del Mercado Principal de Mérida

Como vendedores del mercado nos sentimos muy complacidos,


porque el mercado no se murió, sigue teniendo sus recuerdos en el centro
de la ciudad, por pedacitos, pero ahí está.

¿Cómo ves en la actualidad los mercados


populares de Mérida?

En toda Venezuela los están exterminando, primero fue el de


Cumaná, después el de San Cristóbal y luego el de Mérida. En Mérida ya no
quedan casi mercaditos y los que están se encuentran muy abandonados,
deberíamos empezar a preocuparnos por ellos, porque esa fue la principal
excusa para quemar el Mercado Principal.

De toda esa experiencia que ustedes vivieron después de la


quema del mercado principal y de la asociación civil pro Mercado que
se formó ¿Cómo ves las organizaciones cooperativas o las asociaciones
de comerciantes en pro de dar respuesta a sus necesidades?

Eso sigue igual, la inseguridad es la misma. De repente estamos bien


en un sitio y luego tenemos que mudarnos, porque cualquier cosa aparece
y tenemos que mudarnos.

Pero en el caso de ustedes que se agruparon en una asociación


civil y dieron origen al Mercado Tatuy, no ha sido así?

Pero nosotros también tuvimos nuestra cota, después de la quema


del mercado estuvimos primero en la Avenida 3, después en la placita
Colón y ahora es cuando estamos aquí en la Avda. 2.

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El Mercado Principal de Mérida (1886-1987). A 20 años de su quema

Después de tanto tiempo ¿Qué es lo bueno de toda esta


experiencia?
Lo bueno es que hemos permanecido juntos contra viento y marea.
Éramos muchos, pero quedamos 18 y se han muerto cinco: Simona La
Cruz, el Sr. José Cenobio, el Sr. Espitian, María Cira Luzardo y Pola (Apolonia
Peña Rojas).
En la actualidad quedamos once, once familias.

Celebración de la fiesta de Chihuateque en Mérida


por los/as integrantes de la Asociación Civil Tatuy

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Sede actual del Mercado Principal. Av. Las Américas, Merida. Foto: Lino Meneses

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