El análisis de estos cambios sirve para establecer la filogenia de las diversas especies y
comprobar la estrecha relación que la especie humana guarda con aquellas con las que comparte un
antecesor común. Al mismo tiempo, este análisis sirve para observar las características específicas
que diferencian a la especie humana de las demás.
El lugar del hombre en el mundo animal
Hace 70 millones de años una serie de convulsiones geológicas facilitaron una enorme
expansión de los mamíferos que ocuparon los hábitats de los extinguidos dinosaurios. Como
consecuencia, un pequeño mamífero insectívoro se adaptó a vivir en los árboles huyendo de la
terrible competencia que se había establecido en el suelo terrestre.
Esta adaptación a la vida en los árboles se produjo simultáneamente a la adquisición de tres
rasgos diferenciales que tendrían una gran importancia evolutiva. Con estos cambios hace su
aparición el orden de los primates:
1. El desarrollo de manos prensiles (capaces de agarrar).
2. La visión tridimensional.
3. El cambio de orientación de la cabeza con respecto al cuerpo.