IES N 1 - Profesorado en Lengua y Literatura

Pedagoga - 2014
Profesor: Mariano Conterjnic
Alumno: Julin Pagano


Relacin entre el texto de Lemus y el de Antelo
Antelo plantea que para que haya acto educativo tiene que haber intencionalidad,
apetito de vnculo y promesa de transformacin del ser. De un modo similar lo
entienden Luzuriaga, al buscar a travs de la educacin la plenitud del hombre; Kant, al
considerar que solo a travs de la educacin el hombre llega a ser hombre; y Platn,
entendiendo que la educacin consiste en darle al cuerpo y el alma toda la belleza y
perfeccin que son susceptibles. En los tres est presente, por lo tanto, la idea de la
educacin entendida como crecimiento, esa transformacin del ser a la que hace
referencia Antelo.
El objeto de la educacin sera, entonces, mover al individuo de una situacin
heternoma a una autnoma. Pero esta idea de autonoma para Antelo no se podra
lograr por ser desmesurada y porque el vinculo es siempre dependencia mutua, meterse
con el otro implica una intervencin con propsitos. Que de algn modo est presente
en Lemus, al afirmar que slo es posible educar cuando el educador establece una
corriente afectiva entre l y sus alumnos. De lo contrario slo se est informando o
instruyendo y, para ste, la instruccin es un hecho intelectual y acadmico, inmediato e
instrumental. La instruccin es objetiva y la educacin es subjetiva; el contenido es un
puro medio para la consecucin de los ms altos valores del espritu. Del mismo modo
lo entiende Antelo, la educacin parte, pero no se agota en la transmisin de
conocimientos.
Es en la intervencin con propsitos donde dos fuerzas se conjugan: la exterior y
la interior. Para Lemus la fuerza exterior no es suficiente por s sola para imprimir
direccin teleolgica a la accin humana. Como explica Antelo, las emociones intimas
no se pueden planificar de antemano ni suscitar por medio de una decisin consciente.
Es en el derecho a la indiferencia donde debemos buscar el valor agregado de la
experiencia de educar, ya que en los resultados no buscados ni sabidos es donde el
encuentro que supone la (incalculable) experiencia educativa tiene lugar.