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TRATADOS INTERNACIONALES QUE TENGAN QUE VER CON EL

USO RESPONSABLE DEL AGUA

INTRODUCCION

Hay suficiente agua dulce para satisfacer las necesidades de todos, sin
embargo los recursos hídricos no están equitativamente distribuidos y, a
menudo, no son gestionados de manera adecuada. Al día de hoy, muchos
países enfrentan problemas de escasez de agua.

Desde 1900, la mitad de los humedales del mundo, es decir, nuestra principal
fuente de agua dulce renovable, se han perdido.

Además de la contaminación, la preocupación más grave para los países de


aguas abajo es que las grandes represas o canales de desviación -para el
suministro de agua, irrigación, hidroelectricidad o control de inundaciones-
pueden reducir la cantidad de agua que les llega y la cantidad que llega al mar,
afectando en el camino a los ecosistemas.

Mientras la calidad del agua se degrada o la cantidad disponible tiene que


satisfacer las demandas crecientes en el tiempo, la competencia entre los
usuarios del agua se intensifica. No existe lugar más inestable que el de la
cuenca de los ríos que cruzan las fronteras políticas. Sin embargo, la
experiencia nos muestra que en muchas situaciones, la necesidad de compartir
agua puede generar una cooperación inesperada antes que provocar un
conflicto abierto.

El agua es esencial para la vida humana, para la salud básica y para la


supervivencia así como para la producción de alimentos y las actividades
económicas.

El derecho humano ha sido el reconocimiento que el agua es una precondición


necesaria para todos nuestros derechos humanos.
RESUMEN

Hay 263 cuencas internacionales que cruzan las fronteras políticas de dos o
más países. Estas cuencas, en las cuales vive aproximadamente el 40% de la
población mundial, cubren cerca de la mitad de la superficie de la tierra y
representan un estimado del 60% del flujo global de agua dulce. Un total de
145 naciones incluyen territorio dentro de las cuencas internacionales y 21
países se encuentran ubicados totalmente dentro de cuencas internacionales.

Los países tienen razones claras para capturar y usar el agua antes de que esté
fuera de su control político. No existe un aliciente inmediato para conservar o
proteger el suministro de agua para los usuarios más allá de las fronteras
nacionales.

Como consecuencia de los esfuerzos de gestión para cubrir todas las


demandas, grandes ríos como el Ganges y el Colorado ya no llegan al mar en
ciertas épocas del año. Prácticamente, se captura y se utiliza todo el flujo del
Río Colorado, lo que origina serias consecuencias medioambientales sobre la
tierra y resta nutrientes al mar. Ello resulta en la disminución de la población
de peces.
En los últimos 50 años se han visto sólo 37 disputas serias que incluyeron
violencia, en comparación con 150 tratados que han sido suscritos. Las
naciones valoran estos acuerdos porque hacen que las relaciones
internacionales sobre el tema del agua sean más estables y más predecibles.

De hecho, la historia de las fechas de los tratados internacionales del agua se


remonta al año 2500 A.C, cuando las dos ciudades sumerianas de Lagash y
Umma elaboraron hábilmente un acuerdo con el que cerraron una disputa por
agua a lo largo del Río Tigris -se dice que éste fue el primer tratado de
cualquier tipo. Desde entonces, ha surgido un gran número de tratados sobre
el agua.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la


Alimentación (FAO), desde el año 805 D.C se han redactado más de 3,600
tratados relativos a los recursos internacionales del agua. La mayoría de ellos
trata el tema de la navegación y la demarcación de fronteras.

El centro de la negociación y elaboración de tratados en el último siglo ha


cambiado de la navegación hacia el uso, desarrollo, protección y conservación
de los recursos hídricos. Se han negociado acuerdos legales sobre el tema de
compartir el agua incluso entre los enemigos más implacables; y aún se han
mantenido cuando conflictos sobre otros temas han persistido.

Desde 1955, Israel y Jordania, con la ayuda de Estados Unidos, han sostenido
frecuentes conversaciones sobre la distribución del Río Jordán, a pesar de
encontrarse hasta hace poco en una situación legal de guerra.
La Comisión del Río Indus, establecida con el apoyo del Banco Mundial,
sobrevivió a dos guerras entre India y Pakistán. También, en febrero de 1999,
se acordó un plan para la Cuenca del Río Nilo -que alberga a 160 millones de
personas y es compartida por 10 países- con el fin de luchar contra la pobreza
e impulsar el desarrollo económico en la región promoviendo el uso equitativo
y el beneficio de los recursos hídricos en común. Esta iniciativa, apoyada por el
Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, es un
acuerdo transitorio hasta la implementación de un marco de trabajo
permanente. Igualmente, los nueve países de la Cuenca del Río Níger han
acordado un marco de trabajo para una alianza similar.

Estos casos reflejan dos elementos importantes de la cooperación internacional


en lo referente a recursos hídricos: la necesidad de una institución para
desarrollar de manera efectiva un proceso de compromiso a través del tiempo,
y el apoyo bien financiado de un tercer socio y que sea visto con confianza por
todas las partes.

El proceso de discusión normalmente toma tiempo. El acuerdo de Indus tomó


10 años; el de Ganges tomó 30 años, y el del Jordán, 40 debido a la necesidad
de cimentar la confianza y un sentido de identificación con el proceso por parte
de los países involucrados.
Los más de 3,600 acuerdos y tratados suscritos son un logro por sí mismos,
pero si observamos con detenimiento, éstos aún revelan una debilidad
considerable.

La Convención de las Naciones Unidas de 1997 sobre los Usos No


Navegacionales de los Cursos de Agua Internacionales es uno de los
instrumentos internacionales que específicamente se enfoca en los recursos
hídricos compartidos. Estableció dos principios claves para guiar a las naciones
con relación a los cursos de agua compartidos: "uso equitativo y razonable" y
"la obligación de no causar un daño considerable" a los vecinos.

Hay un consenso entre los expertos en que los acuerdos internacionales sobre
cursos de agua necesitan ser más concretos, estableciendo medidas para
hacer cumplir los tratados e incorporar mecanismos detallados de resolución
de conflictos en caso de disputas. Una mejor cooperación también implica
identificar asignaciones de agua así como estándares de calidad del agua,
teniendo en cuenta los acontecimientos hidrológicos, los cambios en las
dinámicas de las cuencas y los valores sociales.
Declaración de Dublín sobre Agua y el Desarrollo Sostenible
La escasez y el uso abusivo del agua plantean actualmente, nuevos problemas
que afectan no sólo al hombre, sino también a los ecosistemas. La necesidad
de una acción concertada para invertir las actuales tendencias de consumo
excesivo, la contaminación, las amenazas crecientes de las sequías y las
crecidas hicieron necesaria esta declaración de los representantes de
quinientos países de la Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio
Ambiente celebrada en Dublín, Irlanda, del 26 al 31 de Enero de 1992.

LEGISLACION ESPECÍFICA PARA EL USO Y MANEJO RESPONSABLE DEL


AGUA

LEY GENERAL DE AGUAS

EL MARCO LEGAL DE LA LEY GENERAL DE AGUAS, D.L. 17752

Fue aprobada en julio de 1969, un mes después de la Ley de Reforma Agraria,


por un gobierno militar que se planteó como uno de sus objetivos principales la
eliminación de la oligarquía, que tenía una de sus bases en la agricultura. Fue
concebida como complementaria de la Ley de Reforma Agraria.
La LGA no sólo se destacó por otorgar la titularidad del recurso hídrico al
Estado, sino que incorporó otros elementos, tales como el reconocer la
existencia de una escala de prioridades en el uso de las aguas, la atención a
la calidad de las mismas, el manejo equilibrado del recurso, entre otros
aspectos. Mención especial debe hacerse al carácter de ley general de este
decreto, al reunir en un solo cuerpo legal el tratamiento de las aguas
superficiales, subterráneas y atmosféricas (el Código sólo se ocupaba de las
aguas superficiales y subterráneas).
Respecto al acceso al uso del recurso hídrico, no puede dejar de señalarse la
pertinencia de la LGA de establecer un orden de preferencia en el uso de las
aguas.
El artículo 27 de la ley estableció tal orden de la siguiente forma:

a) Necesidades primarias y abastecimiento de poblaciones;


b) Cría y explotación de animales;
c) Agricultura (propiamente dicha);
d) Usos energéticos, industriales y mineros; y,
e) Otros usos.
El mismo artículo 27 permite alterar el orden de prioridades, en los últimos tres
casos, para lo cual indica algunos criterios básicos, corno la disponibilidad de
aguas y usos de mayor interés social, entre otros.
Las principales características de la Ley General de Aguas son:

• Todas las aguas sin excepción son propiedad del Estado, cualquiera sea
su estado; no hay derechos adquiridos sobre ellas.
• Para usar de las aguas se requiere de una autorización (licencia, permiso
o autorización), con la sola excepción de la satisfacción de necesidades
primarias.
• Se establece un orden de preferencia (población, crianza de animales,
agricultura, industria, energía y minería, y otros usos).
• Los usos son aleatorios, condicionados a la disponibilidad del recurso,
deben ejercerse en función del interés social y están sujetos al
cumplimiento de obligaciones de la Ley y disposiciones de Autoridad de
Aguas.
• Conservación del recurso corresponde al Ministerio de Agricultura y su
preservación al Ministerio de Salud.
• En el Ministerio de Agricultura la organización contemplaba dos niveles:
Administrador Técnico de Distrito de Riego y Dirección General de
Aguas.
• Las organizaciones de usuarios (Juntas de Usuarios y Comisiones de
Regantes) son definidas como organizaciones de apoyo a autoridad de
aguas, pero es obligatorio incorporarse a una Junta de Usuarios.

La Ley fue reglamentada por partes, desde 1970 hasta 1979, siendo su
reglamentación objeto de innumerables cambios, que siguen hasta el día de
hoy.

ASPECTOS DE CONTEXTO SOBRE LA NUEVA LEY DE AGUAS.

Nueva ley orgánica de aguas.

La JNUDRP, propone que, con el fin de garantizar la protección, conservación y


preservación del agua para las generaciones presentes y futuras, debe ser
regulado por una norma especial y de mayor jerarquía, como es, la ley
orgánica de aguas.
Una ley general, como la actual podría ser trastocada y debilitado por leyes
generales o por ordenanzas regionales o municipales que tienen rango similar
en el ámbito de sus jurisdicciones de los gobiernos regionales o municipales.

Política de estado en materia de los recursos hídricos con prospección


al año 2050.

El Perú no cuenta con este instrumento para la gestión del agua, no tenemos
un rumbo en materia del agua, carecemos de metas y objetivos, las
instituciones públicas y privadas no tienen un rol a seguir. dentro de está
preocupación la JNUDRP, formalmente solicitó al acuerdo nacional el debate de
una política de estado en materia de aguas con prospección al año 2050, se
creó el grupo de trabajo de desarrollo rural y recursos hídricos, muchas
instituciones como el congreso de la república, el poder ejecutivo aún no
reaccionan sobre la importancia de este instrumento.

Proyectos de Nueva Ley de Aguas

La aprobación de una nueva ley fue anunciada desde fines de 1993. Los
sucesivos proyectos se trabajaron restringidamente hasta 1997, sobre la base
de proyecto inicial que era una mala copia de Código de Aguas de Chile. La
preocupación central de dichos proyectos era la creación de un mercado de
aguas.

El debate sobre si debe cambiarse la LGA se mantiene. Las razones para


hacerlo son varias: la Ley fue cambiada en aspectos centrales, contamos con
una nueva Constitución y una Ley Orgánica de Aprovechamiento de los
Recursos Naturales, rol del Estado se ha modificado, el rol de los usuarios ha
cambiado, así como la percepción de la importancia del agua, aunque se
observa un debilitamiento de autoridad de aguas y la existencia de un gran
desorden actualmente.

El nuevo proyecto de Ley de Aguas se publicó en abril de 2003, para recibir


comentarios y sugerencias. Es mejor que el proyecto de 2001. Aspectos
centrales:

• Distingue uso de aprovechamiento, señalando que éste último consiste


en utilización con fin económico
• Institucionalidad. Diseño complejo, pues combina atención a lo central y
a niveles regionales, aunque se orienta hacia autoridad única en materia
de aguas; organizaciones de usuarios no hacen parte del Sistema
• Multisectorialidad, intervención de actores del sector público y privado,
mediante Consejos
• Atención a manejo de cuencas, con intervención de sectores
involucrados en manejo de recursos
• Seguridad jurídica, a través de otorgamiento de concesiones, que
permiten usar, disfrutar del recurso y disponer de la concesión, aunque
sujeto a condiciones (para el fin para el que se otorgan, sujeto a plazo,
etc.). Comunidades recibirán también derechos
• Reconocimiento del valor del agua y pago de una retribución económica
al Estado por su aprovechamiento
• El proyecto brinda mayor atención a la preservación y conservación de
las aguas, estableciendo mecanismos concretos (como EIA en algunos
casos), controles y estímulos.

El proyecto de Ley debe ser discutido y aprobado en el Congreso de la


República, luego que el Poder Ejecutivo recoja las opiniones y sugerencias.

BIBLIOGRAFIA
http://www.unwater.org/worldwaterday/about.html
http://edicion-micro.usal.es/web/MAdoctor/ecologia/caphtm/cap0801.htm
http://www.un.org/spanish/events/water/sinfronteras.htm
http://www.monografias.com/trabajos19/ley-de-aguas/ley-de-aguas.shtml
http://www.cepis.org.pe/bvsacd/scan2/034609/034609.pdf

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