no quedan fuerzas, ahoga el llanto, duerme y suea, para seguir latiendo, porque no descansa, titila y parpadea, a veces sin conciencia, a veces sin deseos.
Y converso con los difuntos en voz baja, esos de cercanos apellidos en la fiesta, de extraas compaas silenciosas, sombras de un pasado que mantiene, pequeas luces en el alma encendidas.
El ventilador ubicado sin sentido suena, como el aullido de los perros desalienta, se mete dando gritos espantosos al odo, ni es fro, angustia del calor insoportable, soporte extraviado del camino al infinito.
No puedo ms , las sirenas, los difuntos, los aullidos y asfixiante calor de medianoche, me intento levantar y el cuerpo no lo puedo, canto sin sonido, suave voz, delgados labios; es sueo vivo, o realidad marchita muerta no lo se.
Delirum : pertenece a la coleccin de poesas de trasnoche.
Rodrigo Salvador Carrasco Casanova (no usa seudnimo) 01 de Julio 2014 02:30 a.m. pantheon1969@gmail.com