culaba
ya en las huchas de los <<negritos>> para las m1s10nes ,
hasta que, inopinadamente, el <<otro>> regre
a .co
o
le rvenant) , mas no como l es de verdad .que sentldo
tendra eso, en la postmodernidad , sino revestido de
su imagen. Una imagen que l, el Otro, se ha fabrica
do mezclando habilidosamente formas mediticas y
tecnolgicas nuevas y contenidos ancestrales, incom
prensibles para el hombre occidental. El Otro
egr