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Nº 24/S/2006

EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL: PROTECTORES AUDITIVOS

PALABRAS CLAVE

Ruido, atenuación, marcado CЄ, límites de exposición, uso, mantenimiento

INTRODUCCIÓN
Los protectores auditivos son equipos de protección individual (EPI) que debido a
sus propiedades para la atenuación del sonido, reducen los efectos peligrosos del
ruido en la audición para evitar el daño acústico.

Tapones antirruido Tapones antirruido Tapones antirruido Orejeras acopladas


Tapones antirruido moldeados con banda Orejeras antirruido de nuca con banda a casco de protección

Los protectores auditivos más comunes son los denominados “pasivos”, tipo orejera,
tapón o casco acústico que tienen la función particular o la característica de reducir
el ruido por su diseño y por el tipo de material usado.
Existen otros, denominados genéricamente “no pasivos”, que también son de tipo
orejera y/o tapón pero que incluyen componentes mecánicos o electrónicos con el fin
de proporcionar una atenuación diferente cuando cambia el nivel u otras
características
, del ruido. Los hay de diferentes tipos para resolver necesidades de
comunicación con otras personas al realizar un trabajo con los protectores puestos
(formación y visitas guiadas en áreas ruidosas, áreas ruidosas donde deben darse
instrucciones detalladas, intercomunicación por radio), oír señales sonoras de aviso
(alarmas, sirenas, voces, etc) o para protegerse de ruidos impulsivos repetitivos o
aislados (pistolas de clavos o de remaches, disparos con armas de fuego etc.), etc.
Cada protector auditivo tiene unas características específicas que les hacen ser
útiles para unos tipos de ruidos y no para otros, por esta razón para elegir un
protector auditivo se deben tener en cuenta una serie de factores que deben ser
medidos con instrumentos específicos (sonómetros) y analizados por especialistas.
Existen protectores auditivos para prevenir riesgos diferentes de los acústicos
(salpicaduras de chispas de soldaduras o de materiales fundidos, golpes, agresiones
térmicas, productos químicos, etc), siendo diferentes los requisitos para su elección
en estos casos.
Son numerosos los sectores de actividad en los que se precisa la utilización de
protectores auditivos al poder estar sometidos los trabajadores de los mismos a
niveles de ruido capaces de producir trastornos fisiológicos y patológicos: metalurgia,
calderería, madera, textil, transporte aéreo, minería, etc.; actividades que llevan
consigo la utilización de explosivos, dispositivos de aire comprimido, percusión, etc.
OBJETIVOS
• Dar a conocer las obligaciones del empresario en aspectos relativos a los
protectores auditivos.
• Referir los aspectos y las consideraciones a tener en cuenta en la elección de
protectores auditivos
• Aportar los criterios para el uso y mantenimiento de los protectores auditivos

ACTUACIONES

No exponer a los trabajadores a niveles de exposición diaria (con protectores


auditivos puestos) superiores a 87 dB(A) en ruidos continuos y/o a niveles de
pico (con protectores auditivos puestos) superiores a 140 dB(C) en ruidos de
impacto (ruidos intensos espaciados).
Suministrar obligatoriamente y de forma gratuita protectores auditivos a los
trabajadores cuando los niveles de exposición diaria (sin los protectores
auditivos puestos) superen los 80 dB(A) en ruidos continuos y/o los niveles de
pico (sin los protectores auditivos puestos) superen los 135 dB(C) en ruidos de
impacto (ruidos intensos espaciados).
Fomentar la utilización de los protectores auditivos cuando los niveles de
exposición diaria (sin los protectores puestos) superen los 80 dB(A) en ruidos
continuos y/o los niveles de pico (sin los protectores auditivos puestos) superen
los 135 dB(C) en ruidos de impacto y comprobar el uso efectivo de los
protectores auditivos por los trabajadores cuando los niveles de exposición
diaria (sin los protectores puestos) superen los 85 dB(A) en ruidos continuos
y/o los niveles de pico (sin los protectores auditivos puestos) superen los 137
dB(C) en ruidos de impacto (ruidos intensos espaciados).
Señalizar de forma apropiada y conforme a normativa, la obligación del uso de
los protectores auditivos por los trabajadores, en los lugares de trabajo donde
los niveles de exposición diaria (sin los protectores puestos) superen los 85
dB(A) en ruidos continuos y/o los niveles de pico (sin los protectores auditivos
puestos) superen los 137 dB(C) en ruidos de impacto.
Elaborar una relación de los puestos de trabajo que precisen la utilización de
protectores auditivos, en la que consten las razones que justifican esta
utilización; y mantener esta relación a disposición de la autoridad laboral.
Elegir los protectores atendiendo a las “exigencias de seguridad y salud”
establecidas en la normativa (RD 773/1997):
o Apropiados a las características de los ruidos contra los que protegen,
conforme a los resultados de una evaluación de los mismos.
o Que proporcionen una atenuación acústica en condiciones reales,
adecuados a la actividad: tiempo de utilización, frecuencia de los
intervalos de uso, etc.
o No suponer un riesgo adicional.
o Responder a las condiciones del lugar de trabajo: temperatura,
humedad, atmósferas polvorientas, tráfico de vehículos, etc.
o Adecuarse a las condiciones de salud del portador.
o Adecuarse a las condiciones anatómicas, fisiológicas, patológicas del
portador, y sin producir incomodidad.
o Mantener su eficacia con el uso.
o Ser compatibles con el resto de los EPI en caso de riesgos múltiples
ACTUACIONES (continuación)
Utilizar únicamente protectores auditivos cuyo diseño y confección cumplan
las “exigencias de comercialización” establecidas en la normativa (RD
1407/1992 y modificaciones posteriores).
o Tener marcadas las siglas CЄ en cada protector; y en caso de no ser
posible, en el envoltorio o en la caja de embalaje.
o Disponer para cada tipo de protector de un manual de instrucciones
donde se indiquen las características técnicas, los datos referentes al
uso, limpieza almacenamiento, mantenimiento, desinfección, etc.
Velar por el correcto estado de mantenimiento, limpieza, desinfección y
reparación conforme a las instrucciones del fabricante.
Proporcionarlos para un solo uso o para uso personal si las condiciones
higiénicas y de salud lo exigen.
Proporcionarlos para los usos previstos conforme a las indicaciones del
fabricante.
En su elección deben participar los trabajadores y/o sus representantes.

INFORMACIÓN / FORMACIÓN
Con relación a los protectores auditivos debe formarse e informarse a los
trabajadores de:
• Los riesgos contra los que protegen.
• Las actividades, lugares y ocasiones en las que uso es obligatorio o es
recomendado.
• La capacidad de atenuación de cada tipo y modelo de protector, conforme a
las características del ruido a protegerse.
• Las limitaciones de su uso. Los riesgos contra los que no están diseñados.
• El daño auditivo que se produciría si no se usan protectores auditivos
adecuados.
• Los niveles de ruido perjudiciales
• La importancia del ajuste del protector auditivo en el rendimiento y en la
protección alcanzada.
• La influencia del tiempo de uso en la protección alcanzable.
• La necesidad de oír instrucciones verbales y señales de aviso y alerta.
• Las instrucciones, preferentemente por escrito y con lenguaje comprensible
para el trabajador, sobre la forma correcta de utilizarlos y mantenerlos; y
cuando deben desecharse.

CONSEJOS PRÁCTICOS

La falta de motivación en el uso de protectores auditivos se debe con


frecuenta a una insuficiente información o a una selección incorrecta. Para
evitar resistencias a su uso es preciso dar explicaciones claras sobre la
necesidad de su utilización por las consecuencias que tiene el ruido en la
salud: pérdida de audición, fatiga nerviosa, trastornos psicológicos, falta de
relajación, etc.
Debe conocerse que no sólo es la intensidad el factor que tiene incidencia en
los efectos nocivos del ruido; sino que existen otros: tono, timbre, tiempo de
exposición, etc. que afectan también a la salud y que deben tenerse
presentes en la selección de los protectores auditivos.
CONSEJOS PRÁCTICOS (Continuación)

Los protectores auditivos, para que sean eficaces, deben llevarse durante
todo el tiempo en los lugares donde existan niveles de ruido perjudiciales. Si
se quitan, incluso durante un corto período de tiempo, la protección efectiva
se verá muy reducida.
Una sobreprotección frente al ruido puede ser perjudicial: producir
aislamiento y/o impedir oír señales sonoras de advertencia y aviso (sirenas,
timbres, altavoces, claxon, bocinas de vehículos, sistemas de alarma, etc)
con el consiguiente aumento del riesgo de accidente.
Las señales de alarma, de advertencia o de llamada en las zonas de ruido
deben ser elegidas, de forma que puedan ser oídas por quienes tienen que
llevar protección auditiva, comprobando su audibilidad en las condiciones
reales en que se desarrolle el trabajo.
La utilización conjunta de protectores auditivos con otros dispositivos de
protección de la cabeza, pueden producir una reducción en la atenuación del
protector auditivo.
Cuando se lleven orejeras o tapones con arnés, debe prestarse especial
atención a los siguientes aspectos:
• La ropa de protección debe llevarse por encima del protector auditivo y no
debajo del mismo. Llevar unas orejeras o unos tapones unidos con arnés
sobre la ropa reduce en gran medida su eficacia.
• Cuando se utilicen gafas de protección, conviene que las patillas sean de
poco perfil, de forma que no se dificulte la hermeticidad de la orejera a la
cabeza. En estos casos es preferible utilizar tapones y ante su
imposibilidad se deberán utilizar orejeras con almohadillas anchas y
flexibles.
• Cuando las gafas sean de montura integral se deberán tomar
precauciones para que la montura y la cinta de sujeción no interfieran con
las almohadillas de la orejera y con su hermeticidad.
• Cuando se utilicen pantallas faciales, su diseño no debe interferir con el
uso de un protector auditivo.
• Los protectores auditivos se deben llevar bajo las capuchas.
• Existen orejeras diseñadas para ser usadas junto a un casco de
protección (no las acopladas a un casco de protección) que pueden
mantenerse en su sitio por medio de una cinta de cabeza o de un arnés de
nuca. Conviene comprobar que el casco no interfiera con la atenuación de
la orejera.
• Cuando se utilicen equipos de protección respiratoria, debe prestarse
atención para que el arnés de sujeción del equipo respiratorio no dificulte
el ajuste de la orejera a ambos lados de la cabeza.
El trabajo físico, especialmente a altas temperaturas y/o humedad ambiente,
puede provocar con las almohadillas de la orejera una abundante y
desagradable sudoración. En tales condiciones de trabajo, es preferible la
utilización de tapones. Si se usan, pueden colocarse cubre-almohadillas
higiénicos absorbentes. Sin embargo, debe destacarse que estos cubre-
almohacillas pueden reducir la atenuación del protector auditivo. Es preferible
la utilización de protectores que tengan publicados datos de atenuación de la
combinación de orejera y cubre-almohacillas higiénico.
CONSEJOS PRÁCTICOS (Continuación)

Las temperaturas bajas pueden afectar a la atenuación de los protectores


auditivos.
En condiciones de trabajo poco limpias, conviene tomar precauciones para
que los protectores auditivos seleccionados se puedan usar sin riesgo de
infección para el usuario.
Antes de seleccionar cualquier tipo de protector auditivo, conviene que
personal cualificado pregunte al usuario si ha tenido cualquier problema de
oído, como irritación del conducto auditivo, dolor de oídos, supuración o
pérdida auditiva, o si sigue algún tratamiento para cualquier enfermedad del
oído o trastorno de piel.
Es aconsejable que las personas que presenten este tipo de problemas
consulten a un médico con el fin de determinar qué tipo de protector les
conviene. Las personas con pérdidas de audición se pueden encontrar con
que la utilización de protectores auditivos aumenta sus problemas de
audición. En tal caso se recomienda consultar a un especialista que, si lo
considera conveniente, puede elegir el tipo de audífono más conveniente
para el ruido existente.
Debe realizarse una inspección regular y reparar y/o sustituir los protectores
auditivos, que se encuentren es mal estado de uso: perforaciones, grietas,
almohadillas defectuosas o sucias, etc.
Algunas sustancias químicas (tolueno, estireno, disulfuro de carbono, etc.)
empleadas en sectores tales como artes gráficas, industria del plástico,
producción de pinturas y lacas, etc.) son tóxicas para el oído. Los
trabajadores que se ven expuestos a algunas de estas sustancias y a ruidos
sonoros corren un mayor riesgo de sufrir daños auditivos que aquellos que
están expuestos únicamente a uno de estos factores de riesgo.

LEGISLACIÓN:
• Ley 31/1995 de 8 de noviembre sobre Prevención de Riesgos Laborales; BOE del 10 de
noviembre.
• Real Decreto 39/1997 de 17 de enero sobre Reglamento de los Servicios de Prevención;
BOE del 31 de enero.
• Real Decreto 773/1997 de 30 de mayo de Disposiciones mínimas de seguridad y salud
relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual
• Real Decreto 1407/1992 de 20 de noviembre sobre regulación de las condiciones de
comercialización y libre circulación intracomunitaria de los equipos de protección individual.
• Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la seguridad y salud de los
trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido.

DOCUMENTACIÓN TÉCNICA DE APOYO:

• Guía técnica para la utilización por los trabajadores en el trabajo de los equipos de protección
individual. INSHT.
• Guía orientatIva para la selección y utilización de ropa de protección. INSHT
• Guía orientativa para la selección y utilización de protectores auditivos INSHT.

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