Anda di halaman 1dari 1
snnesos. enttnices A Drotso (ZL) © voy a conmemorar de Dionso, ohio dela govos sima Semete, cSmo aparecié junto a la orilla del lim- jexpido? mar en un promontorio avanzado, en la figura (fe un varén joven, en su primera adolescencia. Hermo- 3 sos ondeaban en redor suyo los oscuros cabellos. El enmanto que Hevaba sobre sus robustos hombros era de (Co parpura. De pronto, unos hombres surgieron raudamente de _cowuna nave bien provista de bancos, sobre la mar vinosa (“anos piratas tirrenos ®, {Mal destino Ios guiaba! Al ver- Jo, intercambiaron sefiales con Ia cabeza, Al punto sal- aron a tierra y, tras apoderarse en seguida de él, 1o instalaron en su nave, regocijados en su coraz6n. Se figuraban, en efecto, que era un hijo de reyes vastagos, de Zeus y querian atarlo con terribles ligaduras. Pero Jas atadaras no conseguian retenerlo, y los mimbres cafan lejos de sus manos y pies. Mas é1 permanecia 1s,sentado con una sonrisa en sus ojos garzos. E] timo- nel, al percatarse, llamé en seguida a sus camaradas y les jo: jlnfelices! {Qué dios es éste al que pretendéis atar, {tras haberlo capturado, poderoso como es? Pues ni si quiera puede soportar su peso Ja nave bien construida. De seguro que éste, o bien es Zeus o Apolo el del arco de plata, o Posidén, puesto que no es semejante a los hombres mortales, sino a los dioses que poseen olimpl- cas moradas. Ea, dejémoslo, pues, en Ja oscura tierra firme en seguida, y no le pongdis Jas manos encima, no sea que, irritado por algo, suscite vientos terribles y (os enorme tempestad. ‘Asi dijo. Pero el capitin lo reprendié con acerbas palabras: —iInfeliz} Atiende a la brisa favorable ¢ iza conmigo Ja vela de Ja nave asiendo las jarcias todas, que de él se ocuparé la tripulacién. Espero que legaré a Egipto © & Chipre © junto a los Hiperbéreos 0 més alld. Y al final nos descubrira alguna vez a sus amigos y todos sus bienes, asf como a sus parientes, puesto que una divinidad lo puso a nuestro aleance. Dicho esto, arbolaba el méstil y Ia vela de la nave, Soplé el viento el centro de la vela y a uno y otra lado tendieron Jas jarcias. Pero bien pronto se mostraron ante sus ojos sucesos prodigiosos. Lo primero, por la rauda nave negra co- menz6 a borbollar un oloroso vino dulce de beber y emanaba un aroma de ambrosia. De los marineros to dos hizo presa el estupor cuando lo vieron. En seguida, por lo més alto de la vela comenzd a crecer una vita de parte a parte y de ella pendian nu- merosos racimos. En torno al mistil se entedaba, ne- #ra, una hiedra cuajada de flores. Lieno de encanto bro- taba sobre ella el fruto, Todos los escilamos tenian guimaldas. Ellos, al verlo, exhortaban ya entonces a} fimonel a que acercara la nave a tierra Pero el dios se les transformé en un leén (espanto- so dentro de la nave, sobre el puente, Lanzaba grandes rugidos y, por dar sefiales de su divino poder, suscité en la parte central una osa de hirsuta cerviz. Se alz6, furiosa, y el Jeén se hallaba sobre lo alto del puente), dirigigndoles torvas, terribles miradas. Ellos huyeron ‘Limplido’ es una tralluccién conjetral de atrigetos, of. Hint no V6, ° Habitantes de Lemnos ¢ Tmbros. piratas por antonemasia hacia popa y en torno al timonel, que conservaba su 50 fnimo templado, se detuvieron atemorizados Mas de repente el leéa, de un salto, hizo presa en el capitin. Los demés, cuando lo vieron, para librarse de un funesto destino, saltaron todos a la vez por la borda, hacia la mar divina, y se tornaron en delfines. Del timonel en cambio se apiadé. Lo contuvo, lo hizo del todo feliz y le dijo estas palabras: ss Ten 4nimo, padre divino, grato a mi corazén. Soy Dioniso, el de poderoso bramido. La madre que me en- gendré fue la cadmea Sémele, tras haberse unido en amor a Zeus alve, hijo de Sémele, Ia de hermoso rostro. Que en modo alguno ¢s posible, olvidindose de ti, compo ner un dulce canto! A Diowiso (1) 1 . pues unos dicen que en Drécano, otros que en la borrascosa Iearo, otros, que en Naxos, y otros que jun- to al Alfeo", el vorticoso rio, a ti, divino véstago, ‘Tat Hino", te parié Sémele, que estaba embarazada, para Zeus, el que se goza con el rayo. 5 Otros dicen que ti, Sefior, naciste en Tebas. Mienten. AG te engendré el padre de hombres y dioses, muy le jos de los humanos, a escondidas de Hera de niveos brazos. Existe una cierta Nisa, una montafia muy alte, exu berante de bosques, lejos de Fenicia, cerca de las co- rrientes del Egipio... 2 con Ia cabeza adornada con los propios racimos negros. 3 Homero: .. lanzando estrepitosos bramidos. 4 sya ella Je erigirén muchas estatuas votivas en los templos. Y asi como fueron tres, a buen seguro que por siempre en las trienales los hombres te ofsecerin hecatombes perfectass. Dijo el Cronién, y asintié con sus sombrias cejas. Naturalmente ondearon los divinos cabellos del sobera- no sobre su cabeza inmortal ¢ hizo estremecerse al grande Olimpo. (Tras hablar asi, asintié con la cabeza el prudente Zeus ".] Sénos propicio, Taurino, que enloqueces a las muje- res. Nosotros, los aedos, te cantaremos al principio y al final, que no es posible en modo alguno concebir un canto sacro olvidéndose de ti, Asi que alégrate, Dio- niso, Taurino, con tu madre Sémele, a la que también Maman Tione "Z"Dreano es un promontorio de la isla de Tcaro, cereana a ‘Samos. Naxos, wna de las Cletadas y el Alfeo, un rio de Elide, fu gares todos de culto a Dioniso, “'Traducimos por ‘taurino’ la palabra de interpretacién du dosa eiraphidta, que probablements significa ‘que tiene relacién con un Toro’, 0 “que s= mucsira como un toro’. "> ‘Lugar cuyo nombre se relaciona etimolégicamente con las ninfas Nsai, orisinariamente fabuloso y que luego taté de identiticarse, sin mucho éxito, con lugares concretos. " Nombre que significa ‘la ménade’; por tanto, se trata del redotn mitien a Tae Raeantes au

Anda mungkin juga menyukai