La trascendencia es uno de esos fenmenos que distingue a los hechos cuya
informacin se convierte en periodstica por ser de inters pblico. Y el huracn Stan, definitivamente, es uno de ellos. Al menos en los ltimos 20 aos, si el paso de un huracn ha causado estragos, ese ha sido el de Stan, un fenmeno cuyas prdidas fueron casi el doble de las generadas por Mitch, el huracn que azot Guatemala en 1998. En 2006, un ao despus del paso de Stan, revista Gerencia public un artculo escrito por el analista Bismarck Pineda. En l, Pineda cuenta cmo la reconstruccin de los efectos de Stan fue mucho ms costosa que la de Mitch. En el ltimo de los casos el costo ascendi a Q4,790 millones, mientras que para la reconstruccin de Stan se necesitaron Q7,472 millones, es decir un 56 por ciento ms. Pero ms all de las prdidas, Pineda resalt que ms all de la reconstruccin fsica, el gobierno deba dejar de invertir en otros proyectos, lo que implicara prdidas indirectas para la sociedad. Todo en la vida tiene un costo de oportunidad. As que lo invertido en la reconstruccin de Stan no pudo ser la excepcin. Adems, los flujos destinados a reconstruir tambin le terminaron dando un empujn a la economa. Aunque tal y como lo plante Pineda, reconstruir slo nos permiti alcanzar el nivel previo de bienestar, por lo que en trminos reales no hubo crecimiento. La demanda de insumos y el aumento del empleo slo nos dej recuperar lo perdido por el huracn. El analista no dej de prever que, tal como sucedi con el huracn Mitch, el ms afectado sera el 2007, pues el movimiento de otras variables sera negativo para el pas. As habl de un posible aumento en las tasas de inters y su influencia sobre el crdito al sector privado, tambin un alto nivel de precios del petrleo y un crecimiento anunciado para los principales socios comerciales del pas. Por supuesto que no se pudo evitar un aumento en el desempleo de la agricultura, pues fue el sector ms afectado por el huracn, as como un aumento en los niveles de la pobreza rural, especialmente en zonas como Solol y San Marcos. De all que los planes de la reconstruccin, segn Pineda, debieron priorizar la reduccin en la vulnerabilidad de estas poblaciones, pues resultaron ser las ms propensas a verse afectadas con un fenmenos de la misma naturaleza.