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Biblioteca para el Hombre Actual Cada generacién tiene su mentalidad y su postura ante la vida. Necesita, por lo tanto, su especial biblioteca. Esta, que ahora iniciamos, sera la Biblioteca para los hombres de la Era Atémica. Todos los volimenes han sido escritos para ella por especialistas con un afan vulgarizador, para que los conocimientos mas abstractos sean asequibles a las grandes masas. Todos ellos iran ampliamente ilustrados para amenizar su lectura y facilitar al lector su comprension. Con esta Biblioteca tendra toda persona culta cuanto necesita para estar al corriente de lo que hoy ocurre en las Letras, las Artes y ia Ciencia. Se publica en inglés, espaiiol, francés, aleman, holandés, italiano y sueco. Uustracién de la portada. John Joseph Thomson, en 1895: la primera particula, el primer acelerador. Robert Gouiran Particulas y aceleradores ING. ADAN RAMOS BAUTISTA | is rca am AOR CAMPUS ACATLAN GEOTECNIA Biblioteca para el Hombre Actual McGraw-Hill Book Company Nueva York Londres Toronto Sydney Titulo original de este libro: Particules et accelerateurs Lo tradujo al espafiol José Meca la edicién de este libro fue preparada por Ediciones Guadarrama, de Madrid, para su venta en América por McGraw-Hill Book Company, de Nueva York. 23844 © Copyright para todos los paises de lengua espafiola en EDICIONES GUADARRAMA, S. L. — MADRID, 1967 Printed in Italy by. Amoldo Mondadori Editore Officine Grafiche Verona. Indice (NG, ADAN RAMOS BAUTISTA GEOTECNIA Unidades y constantes fisicas Formulas relativistas usuales Introduccién PRIMERA PARTE Las particulas fundamentales 1 , Fundamental o elemental? ,Qué es una particula? Una supraquimica; «Por qué son elementales estas particulas? 2 Las primeras conquistas El electron, primera particula; Radiactividad natural: Descubrimiento del fotén 3 La teoria cuantica La carga eléctrica; Masa; Energia y Momento 4 {Qué es la Mecanica Cudntica? La luz, ta onda y el corpisculo; Primer modelo de sistema cuantico, ¢] 4tomo de Bohr; Descubrimicnto de las ondas de materia: La ecuacion de Schrédinger; La superposicion de estados; La mecdnica cuantica de Heisenberg; El spin; Spin y Estadistica 5 La situacién antes de 1933 E] positron; Parejas virtuales; El neutrén; Inestabilidad y vida media; La situacién en 1933 6 Los primeros mesones Et campo nuclear; Hipstesis de Yukawa; El mesén 7» 7 Primeras ideas sobre las antiparticulas Antiparticulas y negacién; La conservacign de las particulas 1S 24 31 52 58 11 14 El descubrimiento de las particulas raras 63 Historia; ;Por qué son raras? Los cuatro tipos de interaccion; Las interacciones nucleares; Las interacciones electromagneticas: Las interacciones de Fermi: La gravitacion; Una quinta interaccién? Produccién asociuda; El spin isotépico: La rareza; El dilema @ — 1: El dilema del K*; Tabla de particulas raras; Algunas reglas de las interacciones Algunas ideas sobre las reacciones entre particulas 91 Los diagramas de Feynman; La relatividad y sus relaciones con las particulas; Las leyes de conservacién; Grupos ¢ Invariancia Las interacciones débiles 102 Los neutrinos; El muon; El bosén intermedi: Un modeto universal; Las asimetrias; La paridad y su no-conservacion; La paridad intrinseca Las simetrias C, Py Ty el tiempo negativo 120 La operacién C; La operacién CP; La inversion del tiempo; La operacién T; Los experimentos; La operacién CPT Las resonancias 133 La resonancia en mecdnica; La resonancia en fisica nuclear; El isGbaro N: Una espectroscopia nueva; El dipién p; Otras resonancias entre piones; Resonancias mesénicas con rareza; Resonancias de particulas raras; Resonancias compuestas; Tabla general de particulas Los grupos 151 Los polos de Regge; La teoria del rizo cerrado (“Bootstrap”); Las simetrias unitarias en tres dimensiones ($ U3); El octete de bariones; Las formulas de masa; El octete de mesones; El decuplete J = 3/2+: La muhiplicacién de grupos; Los tripletes: Hacia otras simetrias superiores El fendmeno cuantico 171 El interfendmeno; Bohr y Einstein SEGUNDA PARTE La produccién de particulas 15 Fuentes naturales de particulas 177 Radiactividad; Radiacién césmica 16 Aceleradores lineales 182 Las fuentes; El primer acelerador; El Cockeroft-Walton; El Van de Graaf Acelerudores lineales; Enfoque de fase 17 Los primeros aceleradores circulares 197 Invencién del ciclotrén: El sincrociclotran; El cictotrén de sectores enfocadores; Fi betatr6n 18 Elsincrotrén 206 Principio general de un sincrotrén de protones: El campo acelerador; El campo de guiado y el enfoque; Enfoque débil; Enfoque fuerte: Problemas humanos relacionados con un gran sincrotrén; Rendimiento de los sinerotrones; Un sinerotrén de gradiente nuto 19 Aceleradores de campo fijo y gradiente alterno 226 Colisiones entre haces de particulas: Ciclotrén de érbitas separadas 20 Futuro de los aceleradores 231 Anitlos de almacenamiento; Los futuros aceleradores; La colaboracién internacional y un acelerador de alcance mundial TERCERA PARTE La Fisica experimental y fos grandes aceleradores 21 Haces secundarios y eyectados 237 Los blancos; Transporte de haces 22 Los experimentos 241 Los contadores; Cdmaras de chispa: Cémaras de niebla; Emulsiones fotogrificas; ;Debemos terminar? Bibliografia 248 Nota de agradecimiento 251 Indice analitico 252 Unidades y constantes fisicas velocidad dela luz, ¢ = 299.780 kmiseg. carga del electrén, ¢ = 1,6 x 10°” culombios = 4,802 x 107" u electrdn-voltio, | eV — 1,602 x 10-" ergios megaclectron-voltio, ] MeV = 10%eV, 1 GeV = | BeV = 10% eV, masa equivalente a la energia de | MeV, 1 MeV/3—= 1,78 x 10-7 gr, constante de Planck. h = 6,625 x 10-” erg seg hn = 6.6 x 10°” MeV seg, constante dela estructura fina, 1 = he = 137 oe masa en reposo del electron, me = 9,108 x 10-* gr. 51 Mevie nimero de Avogadro, N = 6,023 x 10! moléculas/mol-gr lamperia = 6,24 x 10**electronesisg. leurie = 3,71 x 10'°desintegracionesisg I roentgen = 83 ergygr. de aire para los rayos X o ta radiacion p RBE — efectividad biolégica relativa unidad de ubsorcidn, rad ~ 100 erg/er. de absorbente equivalente Roentgen por hombre: rem, Roentgen multiplicado por RBE seccién eficaz otransversal, | barn = 10-?4cm?, La seccién eficaz en barns expresa la relacién entre el numero de casos en los que se produce el suceso a considerar y el nimero de particulas que atraviesan 10-4 em’, en el mismo tiempo. orden de magnitud del radio del protén, | fermi = 10-"* em 1 fermi? = 10 milibarns. Férmulas relativistas usuales La formula relativista que da la energia total £ (energia cintica T + energia cquivalente a ly masa en ceposo mc’) en funcidn del momento p (dcfinido por T = pm) donde p = mves: z = pt + mict Actualmente es normal expresar p en GeVic (energia dividida por una velocidad) y la masa en GeVic? 0 MeVict (energia dividida por el cuadrade de una velocidad, siendo cla velocidad de la luz en el vacio). Asi podemos escribir: (T+ my =m? + ph pin? =m? + p? donde p = 1 + Tim = A/C = B) siendo 8 - we, que ¢s la relucién entre la velocidad de la particula y la de ka luz. Si se quisicra es- cribir estas formulas en verdaderas unidades de masa o momento, siempre habria que multiplicar m por cy p por c. Introduccién Lo que aqui hemos pretendido es presentar el fascinante mundo de las particulas que antafio llamabamos elementales, describir algunos medios para conocerlas mejor, examinar con detalle estos ultimos constituyentes de la naturaleza en los que la materia y la energia se resuelven; dar asi, sin matematicas, las ideas basicas de la fisica de las altas energias. La investigacién del elemento, que es tan antigua como la propia ciencia, fue siempre la flecha avanzada de la fisica, buscando tos funda- mentos de la materia considerada alternativamente como moléculas, como atomos y por fin como particulas. Empezaremos con 1a historia de los grandes descubrimientos y la descripcién de las particulas y sus pardametros, ateniéndonos mas al aspecto fenomenoldgico y a los he- chos experimentales que a las teorfas no confirmadas, que no solamente no podrian exponerse aqui sin dificiles ecuaciones, sino que se deshila- chan en tan numerosas y cada vez mds audaces conjeturas que no podria- mos seguirlas. No obstante, insistiremos sobre las especulaciones con mayor consistencia que tuvieron y aun tienen gran influencia filoséfica, tal como el aspecto ondulatorio, produccién asociada, antimateria o no conservacién de la paridad. En general nos interesamos mas bien por la teoria pura que por sus conclusiones; por el método que por et resultado. Las formas del pen- samiento y el poder de la raz6n serdn siempre las raices de la fisica. Nadie se preocupa ya de la teoria atémica de J. J. Thomson, aunque el experimento que le condujo a la medicién de e/m en 1895 y luego al des- cubrimiento de la primera particula tendra para nosotros un recuerdo inmortal. Tal vez esta exposicion les parezca a nuestros hijos tan medie- val como un tratado de alquimia, tal vez dentro de algunas décadas nues- tros maravillosos sincrotrones no serdn mds que juegos infantiles para estudiantes de provincia. ;Qué importa! Lo que vamos a descubrir a través de los resultados cientificos es una curiosidad angustiada, un deseo de llegar antes de desaparecer, ya que al menos a partir de Kant sabemos, pese a muchas dificultades, que el hombre y la naturaleza se crean y sostienen mutuamente. ZEs el mundo fisico una estructura en la que todo se mantiene aislado o es una esfera en que todo es compuesto? Aqui nos encontramos con una de las mas recientes teorias, la del “bootstrap”, es decir, del rizo. ;Acaso no se ha dicho que el dtomo crea al fisico para que pueda explicar el Atomo? Aunque en nuestros dias se hacen tantos descubrimientos en un afio como en cien de antafio, nuestros conocimientos no constituyen mas que una etapa y nuestros mds asombrosos resultados pronto estaran pasados de moda y polvorientos. Pero el empuje cientifico es un poder incontrolable y el hombre, destajista del saber, levanta asi, penosa pero alegremente, los ladrillos esenciales de su universo. Para alcanzarlo sigue principalmente dos caminos: el del fildsofo que examina su espi- ritu por medio de la dialéctica del ser y no ser y el del fisico que ahonda en la materia para en ella encontrar el vacio. El estudio de las particulas fundamentales debe permitirnos averiguar bajo qué sutil forma ha podi- do surgir de la nada el ser asociado a su anti-ser, y cOmo vuelve aclla con el fin de saber qué es este “polvo” del que estamos hechos. Y no sdlo polvo de materia, sino también de espacio, ya que el fisico va a tra- tar de encontrar cual puede ser el punto mds pequefio posible que pueda imaginarse. La continuidad del espacio y del tiempo es un concepto antiguo que ninguna teoria moderna puede utilizar o justificar, y un pun- to imaginario no puede carecer de dimensidén, pues no seria mds que una nada o un infinito de energia. Los constituyentes de la materia, tales como las particulas estables, el proton y el electron, ocupan un minimo espacio que varia inversa- mente con la masa de la particula, Pero si se la acelera, esta masa aumen- ta siguiendo los principios de la relatividad, y de este modo disminuye el espacio en que se puede encontrarla, lo cual es una de las paradojas de la mecanica cudntica. Cuanto mds de prisa va, mas sutil y penetrante se vuelve, y mas se espera medir distancias cada vez mas pequefias. He ahi uno de los motivos de interés de los aceleradores de particulas. Tomando un proton, que no es mas que el nucleo del dtomo del mas ligero de los elementos, el hidrégeno, del que se ha arrancado un elec- tron, e inyectandolo a continuacién en una maquina que va a acclerarlo hasta la velocidad de la luz, y proyectandolo finalmente sobre otros protones encerrados en la materia ordinaria, sc espera producir explo- siones microscdpicas de las que saldran seres tal vez atin mas sutiles. Las leyes de la naturaleza, tal como las conocemos, parecen ser vali- das hasta distancias del orden de 10-'§ cm. Mas alld no es posible ninguna representacion; ¢ incluso ztendria sentido una distancia mds pequefia? iQué es 10-5 cm? Es un centimetro dividido por un numero que con- tiene quince ceros, lo que intuitivamente no es posible imaginar, pues es la relacion existente entre un grano de arena y el sistema solar. Una particula no es mds que un ente matematico, una onda invisible que se desvanece gradualmente. Aunque el elemento de materia tenga, pues, una extension, no existen contornos netamente definidos. Pues aunque la energia presenta el dis- continuo aspecto de los cuantos, el paso del exterior al interior del punto se hace de una manera continua por densidad creciente. No existen limi- tes claros, y en realidad toda particula ocupa todo e! Universo; pero la probabilidad de encontrarla esta concentrada casi por completo en un pequefio espacio. Existe una fundamental incertidumbre en cuanto al tamaiio del objeto. Ocurre lo mismo con “el instante”, ese momento del tiempo, que no puede reducirse a cero sin correr el riesgo de ver como emergen de nuevo energias infinitas del vacio, como veremos en las relaciones de incerti- dumbre de Heisenberg. No parece posible definir tiempos inferiores a 10-?? segundos, un tiempo tan pequefio que comparado con una milloné- sima de segundo esta en la misma relacién que esta millonésima con diez mil millones de afios, casi la edad de nuestro Universo. ,Puede tener un significado fisico un tiempo tan pequefio? No, ya que corresponde a fluctuaciones de energia que precisamente son las de las particulas fun- damentales que vamos a estudiar. E! lector no debe asustarse de una apariencia un poco didactica, y le pedimos simplemente que siga con atencién el hilo del relato, en el que no se ocultard nada que pueda ser util para la comprensién de los hechos, que son mas faciles de lo que parecen. No hay necesidad de detenerse para comprender donde nada hay que entender y donde basta simple- mente con dejarse guiar por el formalismo del método. Hay que dejar la intuicidén en el guardarropa, ya que en el mundo de ja microfisica no hay nada que permita una representacién objetiva. Es un universo completamente nuevo, un mundo mental en el que se habla de entes hipotéticos que no se descubren mas que en fendémenos transi- torios y que se desvanecen graduatmente. Sobre todo retendremos el aspecto fenomenoldgico, Unico que nos permite un conocimiento de él. PRIMERA PARTE Las particulas fundamentales 1 ¢Fundamental o elemental? ZQué6 6s una particula? Antes de comenzar nuestra exposicién, es preciso que definamos cual es nuestro objetivo. Las particulas elementales son los elementos mas pequefios que somos capaces de aislar, y que parecen ser los componen- tes de la materia tal y como se presenta en nuestro planeta. Su tamaiio es tan pequefio que son invisibles para el ojo humano, ya que el haz de luz mas fino no las hace visibles. Sin embargo, al igual que una tormenta deja su rastro devastador en una selva, podemos detectar dichas particu- las por sus efectos sobre la materia que atraviesan. Pero el efecto macroscépico revelado asi es gigantesco si lo compara- mos con la particula que lo produjo, ya que las minusculas particulas ionizadas que sefialan su paso en una camara de niebla (pag. 242), aunque quizd no tengan mas que algunos micrones, son, no obstante, alrededor de mil miilones de veces mayores que las particulas. Su medida viene indicada por una nueva unidad, el Fermi, que tiene por valor 10-? cen- timetros, es decir, 1 centimetro dividido por 10 seguido de doce ceros. (Aproximadamente el radio del proton, R = 1,2 Fermi, en un nucleo ato- mico.) Para dar una idea de su tamajio, diremos que si fuera el de una pelota de tenis ocuparia practicamente todo el sistema solar. Vamos a intentar ver a qué puede quedar reducido un grano de mate- ria, en el cual los 4tomos y las moléculas (que no son objeto de este estudio) no son mas que componentes del grano. Pero no deben confun- dirse con las microparticulas, que son aceleradas en maquinas clectros- taticas con el fin de simular impactos de meteoritos, pues por muy peque- fias que sean estas microparticulas, son siempre millones de veces mayo- res que las radiaciones que vamos a estudiar. Una supra-quimica La quimica, conocida por el hombre desde la antigtiedad, se ocupa de la transformacion de moléculas compuestas por dtomos de los elementos con los que en 1868 el ruso Mendeleev formd Ja tabla periddica. Estos elementos simples, como cobre, hidrégeno o uranio, estan formados por un nucleo atomico rodeado de varios electrones; la asociacién de dichos elementos por el intercambio de sus electrones periféricos permite a los quimicos la obtencién de los cuerpos que les son necesarios, sin que les haya sido posible transformar un elemento simple en otro también simple, transformacién que fue hace siglos el suefio de los alquimistas. Pero estos elementos que parecian indivisibles, estan en realidad compuestos por dos subelementos Ilamados neutrén y protén, que apa- recen en disposiciones variadas. De esta forma las particulas elemen- tales, que componen los rayos césmicos, y que aparecen en los acelera- dores y reactores son capaces de arrancar o modificar estos neutrones y protones del nucleo atémico, dando lugar a la supra-quimica de las transmutaciones, que es una verdadera quimica nuclear. Asi, por ejem- plo, si bombardeamos un trozo de cobre (Cu 29) con mesones x obteni- dos en un acelerador, una parte de él se transforma en nique! (Ni 28). Si franqueamos dos etapas hacia lo indivisible, primero el nucleo até- mico y luego el proton, haremos aparecer todo lo que puede estar mds alla de la quimica clasica, que es el unico aspecto de la quimica cuyos efectos sentimos en la Tierra. Si ello es asi, unicamente se debe a que aquélla no requiere mds que energias débiles de las que se dispone facil- mente en nuestro planeta; es en el campo las energias altas, como en los medios densos y calientes de las estrellas, donde la supra-quimica nuclear reemplaza a la quimica clasica del clectrén. Porque el electrdn, que es dos mil veces mds ligero que el protén, no esta ligado al dtomo de hidrogeno mas que por una energia de 13,5 electron-voltios (eV), es decir, 500.000 veces menor de lo que haria falta para arrancar un neu- tron det Neon 21 para formar el Neén 20, operacién para la que son precisos 6,75 millones de electrén-voltios (MeV), siendo por tanto toda transmutacion de metales casi un millon de veces mas dificil que una reaccién quimica. [Para saber el valor exacto del electrén-voltio (eV), consultar la tabla de constantes fisicas existente al final de este libro.] Con todo lo dicho, nos daremos cuenta de lo fragil que es nuestra qui- mica y de lo facil que seria romper su precario equilibrio. Para conocer las leyes de estas transmutaciones y, a ser posible, sacar provecho de ellas, el hombre comenzd primeramente a estudiar la

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