Recurso N°: 20738/2014
Recurso N°: 20738/2014
Ponente Exemo. Sr. D.: Antonio del Moral Garcia
Secretarta de Sala: Ima. Sta. Diia: Maria Antonia Cao Barredo
TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo Penal
AUTO
Excmos. Sres.:
D. Manuel Marchena Gomez
D. Céndido Conde-Pumpido Tourén
D. Joaquin Giménez Garcia
D. Alberto Jorge Barreiro
D. Antonio del Moral Garcia
En la Villa de Madrid, a dos de Febrero de dos mil quince.
L_HECHOS
PRIMERO.- Con fecha 3 de octubre del pasado afio, la Procuradora
Dofia Isabel Salamanca Alvaro, en nombre y representacién del Sindicato de
Funcionarios Pablicos MANOS LIMPIAS, presenté en el Registro General de
este Tribunal escrito formulando querella, por presunto delito de prevaricacién
judicial de los arts. 446 0, subsidiariamente, 447 del Cédigo Penal, contra los
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Magistrados de la Seccién Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia
Nacional Ilmos. Stes. DONA MANUELA FERNANDEZ PRADO y DON
RAMON SAEZ VALCARCEL por haber dictado la sentencia 31/14 recaida en
el Rollo 6/13, procedente de las Diligencias Previas 124/11 del Juzgado Central
de Instruccién nim. 6, cn la que se enjuiciaron los hechos acaecidos en fecha
15/6/11 ante el Parlamento de Catalufia.
SEGUNDO.- Formado rollo y registrado con el nim. 3/ 20738/2014 por
Providencia de 8 de octubre se designé ponente para conocer de la presente
causa y conforme al turno previamente establecido, al Magistrado de esta Sala
Exemo. Sr. Don Antonio del Moral Garcfa y se requirié al querellante por diez
dias a los efectos del art. 277 LECrim. Cumplimentado el requerimiento con
presentacién de escritura de poder especial para formular querella, se dio
traslado al Ministerio Fiscal para informe sobre competencia y fondo.
TERCERO.- El Ministerio Fiscal, evacué el traslado con fecha 26 de
noviembre de 2014 pronuncidindose en favor de la competencia de esta Sala para
conocer de la presente causa al tiempo que interesaba el archivo de las
actuaciones por no ser los hechos constitutivos de delito,
CUARTO..- Por providencia de fecha veintisiete de enero de dos mil
quince se se acord6 acreditar la pendencia o no de recurso frente a la sentencia
objeto de querella, asi como, en su caso, las partes recurrentes. Ha quedado
unido el correspondiente testimonio.
IL_RAZONAMIENTOS COS
PRIMERO.- La querella se dirige contra dos magistrados de la
Audiencia Nacional lo que atrae a competencia a este Tribunal tal y como
resulta de lo establecido en el art. 57.1.3° LOPJ.
2ICA
Recurso N°: 20738/2014
Esta cubierto el presupuesto exigido por el art. 406 LOPI.
No concurre razén alguna para acudir -mds alli de la comprobacién
efectuada- a las previsiones del art. 410 LOPJ al existir elementos sobrados
para adoptar una decision definitiva.
SEGUNDO.- Los hechos objeto de querella se sintetizan ficilmente: la
sentencia dictada en primera instancia por Ia Seccién 1* de la Audiencia
Nacional en el Procedimiento Abreviado 6/2013 dimanante de las diligencias
Previas 124/201 del Juzgado Central de Instruccién n° 6 y fechada el 7 de
Julio de 2014 constituiria un delito de prevaricaci6n al haberse procedido a un
consciente y déliberado apartamiento de los resultados artojados por Ia
actividad probatoria para llegar a un pronunciamiento absolutorio frente a
todos los acusados, con excepeién de uno que fue condenado por una falta de
dafios.
Se excluye de la querella al Magistrado que presidié el plenario: formulé
tun voto particular en discrepancia con los otros dos componentes del érgano
jurisdiccional.
La entidad querellante actué como acusacién popular.
Considera que los hechos son constitutivos de un delito doloso de
Prevaricacién del art. 446.3° CP (dictar a sabiendas resolucién injusta..).
Subsidiariamente invoca la aplicacién del art. 447: modalidad culposa de Ia
Prevaricacién en la que se llega a la resolucién manifiestamente injusta por
imprudencia grave o ignorancia inexcusable.
Asi como sobre‘la calificacién principal la querella despliega un cierto
aparato argumental, en relacién a la forma imprudente no se vierte la més
3te
.CION
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minima argumentacién: no se explica en qué habria radicado la imprudencia
grave (no atender a la prueba? una motivacién deficiente?) 0 la ignorancia
inexcusable.
TERCERO.- El procedimiento se abrié a raiz de los incidentes
acaecidos durante la concentracién convocada ante el Parlamento de Catalufia
el dia 14 de junio de 2011, que fueron objeto de amplia difusién.
La sentencia est4 muy elaborada tanto en su motivacién factica como
juridica. Es evidente que pueden existir puntos abiertos a otras perspectivas 0
ponderaciones aptos para la discrepancia, como sucede con toda valoracién
féctica, méxime cuando el material probatorio, como se aprecia aqui, es
abundante y no univoco.
La resolucién cuenta con el voto particular del tercer integrante del
Tribunal que comparte el pronunciamiento condenatorio de la sentencia
mayoritaria, asi como la absolucién de ocho de los diecinueve acusados. En
opinién del magistrado discrepante 1a absolucién de los mismos debiera
fundarse de manera, si no exclusiva s{ primordial, en la presuncién de
inocencia. Por otro lado postula la condena de diez de los acusados absueltos
Por entender, a diferencia de la mayorfa del tribunal, que concurria prueba de
cargo suficiente que acreditaba respecto de ellos todos los elementos del
delito. No obstante, matiza que, de haber recaido condena, debiera haberse
propuesto un indulto particular.
La querella imputa a los dos magistrados que formaron la mayoria la
autoria de un delito de prevaricacién presumiendo que actuaron amoldando a
su antojo los hechos y 1a valoracién de la prueba para mediante esa
manipulacién ajustar a su preconcebida decisién el pronunciamiento
absolutorio. Va contraponiendo algunos pasajes del relato probatorio de la
sentencia con el alternativo propuesto en el voto disidente.
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Se habla de la presencia de altas dosis de arbitrariedad de escasa
intencién de aplicar el principio de legalidad 0 de clamoroso dolo que se
deduce de la presencia de un voto particular que’hace presumir un debate. Se
habria limitado ambos magistrados querellados a justificar una decision
aprioristicamente tomada ¢ impermeable a las pruebas desplegadas.
Se trata de imputaciones extremadamente graves y carentes de base
objetiva: no hay fundamento para arrojar tan grave sospecha sobre los
smagistrados. No més desde luego que el que podia-existir para estimar que la
absolucién de ocho de los acusados -en decisién compartida por todos los
Magistrados- supondria que la querellante-y-demis partes -activas-acusaron sin
fundamento y podrian ser responsables de un delito de acusacién falsa.
El] legitimo debate procesal, méxime en una materia tan propensa a
valoraciones diferentes como es la probatoria, no puede degenerar en una
precipitada-y alegre reconduccién al terreno de la prevaricacién (y/o acusacién
falsa). El ordenamiento brinda a las partes para encauzar esas diferencias un
sistema de recursos del que por cierto no ha hecho adecuado uso Ia entidad
ahora querellante: al anuncio del pertinente recurso de casacién no ha seguido
su formalizacién en plazo por lo que ha sido declarado desierto. Reaccionar
frente a una sentencia de la que se puede discrepar legitimamente con una
querella por prevaricacién sin base sdlida aparece prima facie como un abuso
de la facultad que la norma constitucional (arts. 125 CE) pone en manos de
todo ciudadano.
Més alla de las discrepancias sobre valoracién de la prueba que
proliferan en la praxis de los Tribunales, no es admisible que la parte procesal
descontenta con la sentencia, responda no con la interposicién de un recurso
sino con la presentadion de una querella huérfana de fundamento. Eso es tanto
como si el Tribunal hubiese deducido testimonio por acusacién y denuncia
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falsa contra las partes acusadoras a la vista de esas absoluciones que nadie en
el Tribunal discute.
Si se generalizase esa forma de reaccionar quedaria dinamitado el clima
de serenidad y sosiego que debe rodear a un Tribunal al decidir. Si a la hora de
dictar una sentencia y de manifestar sus criterios en la deliberacién un
Magistrado siente sobre sf la espada de Damocles de una querella, estaremos
sentando las bases de unos jueces subliminalmente condicionados, muy
distintos a los que quiere la Constitucién y exige nuestra Sociedad. La
amenaza de una querella no es escenario propicio para ese enjuiciamiento en
libertad y con sujecién exclusiva a la ley que exige la funcién jurisdiccional,
pieza esencial de un Estado de Derecho. Es evidente que los jueces son
responsables. Cuando actiian deliberadamente en contra de las leyes y la
justicia se les ha de exigir responsabilidad. Pero es una temeridad con efectos
perversos generar y alimentar la sospecha de que se est prevaricando cada vez
que se produce una resolucién discrepante con las tesis de una parte, y ademas
razonada en derecho y acudiendo a criterios fundados aunque puedan no
compartirse (como sucedié aqui en relacién a un miembro del Tribunal).
Sostener que dos magistrados se han confabulado con ese propésito
prevaricador sin una base fundada sobrepasa lo aceptable.
Estando pendiente un recurso de casacién que si ha sido formalizado por
otras partes, una querella paralela en la que habria de decidirse sobre la
arbitrariedad y desviacién consciente del derecho de esa resolucién se revela
como singularmente perturbadora. Atin habiendo desaparecido de la Ley
Procesal la previsién que exigia que la querella por prevaricacién no se
pudiese formalizar hasta que se hubiesen resuelto los posibles recursos
(antiguo art. 758 LECrim), resulta de elemental prudencia, salvo casos
flagrantes de injusticia, esperar a ese momento.Recurso N°: 20738/2014
En el supuesto ahora examinado no se atisban esos indicios de injusticia
palmaria, grosera y evidente que quiere encontrar la entidad querellante,
extrayéndolos de unas normales divergencias valorativas legitimas que han de
ventilarse a través de las herramientas que pone en manos de las partes el
ordenamiento.
CUARTO..- Por eso, no solo no concurre base para la admisién a tramite
de la querella, sino que prima facie, podemos encontrarnos ante un supuesto
de abuso procesal lo que ha de provocar Ia apertura de pieza separada
conforme a lo previsto en el art. 247 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
(aplicable supletoriamente al Proceso Penal: art. 4), en la que se dard audiencia
a la parte querellante, por si procediera imponer la sancién intraprocesal alli
prevista (Autos TS Sala 61 de 20 de mayo y 18 de septiembre de 2013).
Por lo expuesto, procede rechazar a limine la querella por no ser los
hechos constitutivos de delito tal y como ordena el art. 313 LECrim y abrir
pieza separada a los efectos previstos en el art. 247 LEC.
Il. PARTE DISPOSITIVA
LA SALA ACUERDA: DESESTIMAR la presente querella por no ser
los hechos constitutivos de delito (art. 313 LECrim).
Abrase pieza separada que se encabezaré con testimonio de esta
resolucién, a los efectos de examinar si ha existido abuso de derecho o mala fe
nrocesal. dindose audiencia a la entidag/Guerellante.