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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE gy guia BIBLIOTHECA IBERO-AMERICANA BIBLIOTHECA IBERO-AMERICANA Publicaciones del Instituto Ibero-Americano Fundacién Patrimonio Cultural Prusiano Vol. 122 Kirsten Siiselbeck/ Ulrike Miihlschlegel/Peter Masson (eds.) Lengua, Naci6n e Identidad. La regulaci6n del plurilingiiismo en Espafia y América Latina Tberoamericana Vervuert 2008 ~ 164 Carsten Sinner/Katharina Wieland ‘Zamnora Salamanca, Francisco José (1983); “Sobre el concepto de norma lingstics” in: Anuario de Lingistica Hispdnica, 1, pp. 227-249. ‘Dey, Rene!Zey, Lennart (2002): SMS Love Messages. Monchen: Goldmann. Kirsten Siiselbeck “Lengua”, “nacién” e “identidad” en el discurso de la politica lingiiistica de Catalufia’ 1. Introduceién En el curso de la historia, las lenguas siempre han servido para demar- car fronteras nacionales y comprobar su legitimidad. La tradicién de definir a las naciones como entidades homogéneas, afirmando que no son solamente monolingiies, sino también monoétnicas, monorreligio- sas y monoideoldgicas, ha sido definida por Jan Blommaert y Jeff Verschueren como “dogma of homogeneism”’ [uJ a view of a society in which differences are seen as dangerous and Centrifugal and in which the “best” society is suggested to be one without intergroup differences. In other words, the ideal model of society is monolingual, monoethnic, monoreligious, monoidcological. Nationalism, interpreted a8 the strugele to keep groups as ‘pure’ and homogeneous as, possible, is considered to be a positive attitude within the dogma of homogeneism. Pluriethnic or plurlingual societies are problem-prone, because they require forms of state that run counter to the “natural” characteristics of groupings of people (Blommaert/Verschueren 1998: 195)? Ya que esta tradicién discursiva va ligada al nacionalismo, no es de extraflar que, juntamente con el refuerzo de los movimientos minorita- os en Europa, las batallas simbolicas alrededor de las lenguas hayan recobrado una enorme importancia: No solamente en Cataluiia, tam- bién en el Pais Vasco, Galicia, Escocia, Flandes, Gales e Italia del Norte -para nombrar solamente algunos ejemplos~ tas minorias claman juntamente con el reconocimiento de su “identidad nacional” 1 Esta es una versién traducida, modificada y reducida del ensayo “Sprache’, ‘Nation’ und “Identiti” im sprachpoltischen Diskurs Kataloniens", En: Zeite schrif fr Romanische Philologie, 122, 4 (2006), pp. 646-678, Blommaert y Versehueren comprucban que en la prensa europea la tradicién 4e interpretar comunidades lingtisticas como etnias, culturas 0 naciones sigue vigente (Blommaert/Verschueren 1998), 166 Kirsten Saselbeck la revitalizacién de aquella lengua que simboliza su diferenciacién de otras comunidades. Los lingiistas no han ignorado el papel que juega su objeto de andlisis en estas batallas politicas e ideologicas, Al mismo tiempo que éstas se acentuaron (sobre todo en los afios 90), en la lingiistica ha habido cada vez mayor interés por el campo de investigacién del mul- tilingtismo. ¥ éste no ha consistido siempre en el analisis objetivo del papel de las lenguas en tales procesos. Mas bien la lingUistica se ha inelinado a tomar parte en tales batallas, produciendo ella misma discursos que definen Ia relacién entre lengua, nacién ¢ identidad de determinada manera, Esto es sobre todo el caso de los lingitistas catalanes, los cuales se han incorporado a la lucha por la lengua catalana difundiendo una cierta visién sobre su papel para Cataluiia En el presente ensayo analizaré ta visién que difundieron los acto- res de la politica de lingiistica en Cataluiia sobre la relacién entre lengua, nacién ¢ identidad en los alos 80 y 90. En este discurso parti- ciparon (y todavia participan, aparte de ia sociedad civil, 1a cual se tendré que dejar aparte en este ensayo) no solamente politicos sino también lingiistas y fildlogos, muchos de fos cuales trabajaron (y ain trabajan) en las instituciones encargadas de levar a cabo la “normalit- zacié lingilistica” del catalan.’ La comparacién de afirmaciones lanza- das por politicos y aquéllas lanzadas por los fildlogos alrededor de Ia engua catalana y su relacidn con la nacién y Ia identidad catalanas fue la idea central det trabajo cuyos resultados se presentardn en este en- sayo, Los textos politicos analizados en este trabajo comprenden dis- cursos de Jordi Pujol, presidente de la Generalitat entre 1980 y 2003, en cuya politica del “nacionalismo moderado” la notmalizacién del cataln jugaba un papel fundamental, y afirmaciones de lingtlistas catalanes involucrados en el proceso de a normalizacién. En cuanto a estos tiltimos he partido de la lectura de dos obras del fildlogo catalan Albert Branchadell Gallo (Universitat Auténoma de Barcelona), en las 3 En las instiuciones catalanas que levan a cabo la politica lingtisticatrabajan rmayoritariamente fil6logos y lingUistas. Muchos de los representantes de la es ccuela de la sociolingUistica catalana como L. V. Aracil, F. Vallverdd y A. M. Bo dia i Margaretrabajaron en el Departament de Cultura de la Generalitat o ea la Direceid General de Politica Lingtistica (Boyer 1992: 62). Calvet eseribe sobre Jos lingistas eatalanes:“[...] leur situation méme les poussait & mélanger les _gonres et & passer lentement du theoréique vers le militant” (Calvet 1996: 23) “Lengua”, “nacién” “identidad” en Cataluna 167 cuales éste retrata los argumentos en favor de la politica lingiifstica (La normalitat improbable: obstacles a la normalitzacié lingtistica, 1996 y Liberalisme i normalitzacié lingitistica, 1997). Branchadell nombra y cita a otros actores del discurso.” El discurso sobre la lengua catalana Hegé a tener mayor importancia en Ia sociedad catalana en los afios 90, por lo cual la mayoria de las citas proceden de esta épo- ca, El presente andlisis del discurso parte de metodologias elaboradas a partir de la obra de Michel Foucault.° Las principales lineas que se siguieron fueron: el andlisis de las palabras clave, los significados que se les adscriben en los textos, las relaciones que se establecen entre ellos y las estrategias de argumentacién ligados a ellos. En el presente ensayo se presentarin como muestra algunas citas, las cuales se anali- zarin detalladamente, 2. Lengua y nacién La relacién entre lengua y nacién es expresada en un concepto central que ha adoptado la politica lingtistica en Catalufia. Se trata del con- cepto de lengua prépia, el cual es usado tanto en la politica como en la lingiiistica, as{ como también en el ambito juridico.’ A continuacién se presentari Ia definicién que da Jordi Pujol de este concepto para presentar después cual es ta explicacién offecida por los linglistas catalanes. 2.1 Llengua prépia: La definicién de Pujol ‘En una ponencia pronunciada en el afio 1995 en el Palau de Congres- sos de Montjuic titulada “Qué representa la lengua per a Catalunya?”, 4 Si fue posible se acudié a Ia fuente original para comprobar las citas. Si fe im- Posible adguirirla, se cité segin Branchadell, indicando la fuente original de la, manera indicada por Branchadell en una nota a pie, 5 Para més informaciéa sobre los debates Kingtsticos en la Cataluia de los 90, véase Voltas (1996) y, en alemén, Gergen (2000). 6 Boke/Iung/Niehr etal, (2000); Bublit/Bhhrmann/Hanke etal. (1999); Busse (1987); Link (1997); KellerHirseland/Schneider et al. (2000; 2003). Para la metodologia del andlisis del discurso elaborada por Foucault véase sobre todo Foucault (1969). Su primera aparicién en un texto jurdic data de 1979: el Fstatuo de Autonomia dde Catatufa afirma que el catalén es la “lengua propia” de Cataluta (Art 3.1), 168 Kirsten Sselbeck Pujol explica el significado del término Hengua propia acudiendo a la definicién de un diccionario: vol dir lengua propia? Segons el diccionari, propi é “alld que és Qi pessons ou ena en cc de io lpr tac qeleom {que contrbueix a definir una persona o una cosa Prop és el que es gen aN oposicié al que és derivat”. Propi és, continua dient el diecionari, Squelcom que no és manllevat” (Pujol 1996: 178) La idea esencial que Pujol expresa acudiendo a esta cita es que la rela- cién entre lengua y nacién es unidimensional, es decir: a cada nacién le correspond una lengua, ya cada lengua le correspond una nacion Se puede hasta advertir que a Pujol no le ha molestado el hecho de ue, aplicando la definicién que él escoge a esta relacién, una lengua solamente podria ser propia de una nacién, ya que, si en la primera parte de la frase sustituimos propi por lengua propia y persona 0 ‘cosa pot nacid, la frase vendria a ser: “la lengua propia es Ta que es de una nacidn en exclusiOn de todas las dems naciones”, Entonces, por ejemplo, todas las naciones donde se hable espafiol constituirian ‘una tinica nacién y también todas las regiones de habla catalana debe~ rian constituir una nica nacién, Ademés, aplicada esta definicion de propi al coneepto de lengua propia éta. define a a nacion ("per tant és quelcom que contribueix a definir una persona o una cosa”). Ad més, como sinénimo de propi la definicién nombra la palabra genui y ‘como anténimos se identifican derivat i manllevat. Aplicando esto al catalan como Hengua prépia de Catalufia, se lo define como tinica lengua “genuina”, es decir, arraigada en Catalufia leg(timamente, mientras que todas las demas lenguas son relegadas a ser lenguas “de- rivadas” y “prestadas”. Esta idea se profundiza ademés en el siguiente apartado: ; os c cs poden aplicar al “catala, Hengua propi FO Aa ee Fleamyar pq el ctl & la llengua bi Storiea de Catalunya, és la lengua de Catalunya des dels origins, I fou, fn contra de que de vegades es dit sobreiot fora de Catalunya, la lengua {sual dni fins fa cent anys, s fa lengua medular, é 1a que li dine personalitat propia i definida, Tot aixd només ho és el catald (Pujol 178). EI hecho de que solamente el catakin tiene derecho de ser Hamad lengua propia to justifiea Pujol por su instalacién temprana en el “Lengua”, “nacién” e “identidad” en Catalua 169 territorio catalén.* Es mas, afirma que la lengua catalana es la lengua prépia de Catalufia “desde los orfgenes”. No especifica si se refiere a los origenes de la lengua o a los de la nacién, Por tanto, quedamos en suspense de saber si la lengua catalana es propia de Cataluiia porque ya estuvo arraigada en este territorio cuando la nacién se constituyé, 0 si lo es porque tiene sus origenes en la Cataluita ya establecida. Lo que queda, sin embargo expresado es que de este hecho se deriva su dere- cho de adquirir el estatus de lengua propia y de seguirlo teniendo también en el futuro. Se expresa por tanto Ia idea de la inmutabilidad de la relacién entre lengua y nacién: si una lengua estuvo ligada a un territorio nacional desde sus origenes (los de la nacién o los de la len- gua), entonces el vinculo entre ambos queda establecido legitima- ‘mente para el resto de los tiempos. 2.2 Llengua propia: definiciones oftecidas por los lingilistas En Lliberalisme i normalitzacié lingtistica (1997), Albert Branchadell relata que entre los lingiistas catalanes que apoyan la politica lingit tica en Catalufia ha habido varias propuestas para una definicién apro- piada del concepto Hengua propia (Branchadell 1997: 139-185): Al principio se le atribufa el sinénimo de Hengua origindria. Con ello se queria expresar la idea de que el catalan ha de ser concebido como la Hengua propia de Catalufia porque es la lengua que nacié en Catalutia, Aina Moll, lingtista y Directora General de Politica Lingiistica entre 1980 y 1988, lo expresé de la siguiente manera: “El catalan es la len- gua propia de Catalufia, porque es la lengua que se forjé en Catalufia a lo largo de los siglos, por evolucién natural del latin (...)” (Moll 1981; 14). También el sucesor de Moll, Miquel Reniu (Director General de Politica Lingiistica entre 1988 y 1996), lo expres6 asi en una entre- vista con el diario Avui: “[...] Padjectiu propia no es pot predicar en 8 La afirmacién de que el catalin haya sido la nica lengua usual desde hace cien afios es histéricamente falsa. El castellano se arraigé en Catalufa ya en el si- glo XV. Por eso Woolard puede proclamar que el Decreio dle Nueva Planta (S. XVIL ha sido simplemente “[..] the official sanction to the ongoing process {.... With the emigration to the Castilian court, the eatalan aristocracy had begun ‘o become castlianized in the late fifteenth century. By the seventeenth century, there is evidence that this language shift on the part of the dominant class had consequences for the general population, making familiarity with Castilian a pos- sibility if ot an everyday occurence” (Woolard 1989: 21), 170 Kirsten Stselbeck el cas de Ia lengua castellana, perqud no és la lengua que ha nascut a Catalunya” (cita segin Branchadell 1997: 145).” El problema que resulta de esta definicién es que el catalan se habla también en regiones donde no se formé (como el Pais Valencia~ no y las Islas Baleares), y donde a pesar de ello se le quiere conceder también el estatus de lengua propia. Para evadir este problema, otros, lingdistas propusieron hablar de lengua prépia en el sentido de Hen- ‘gua historica. Asi se podria conseguir que también a aquellas lenguas que “nacieron” en otto lugar, pero luego se instalaron en otro territo- rio, como el catalin en aquellos territorios donde no se formé pero donde a pesar de ello es hablado hoy en dfa, se les pudiera atribuir el status de Mengua prépia. Isidor Mari,'° en 1992, cuando fue Subdi- rector General de Politica Lingitstica, para aclarar el asunto, invent6 una escala de graduacién que expresa el menor o mayor grado de legi- timidad de arraigo de una lengua en un territorio. En a cumbre se encuentra la lengua originaria, 0 sea, la que nacié en este territoro. En una segunda categoria le sigue la Hengua histérica, a ta cual le podria ser concedido el mismo estatus que a la lengua origindria (es decir, propia). Mari explica: Aquestes lengies [historiques), tot i ser en realitat extraterritorials, a causa dPaltres factors demogritics © politics poden passar a ser domi- hnants { arribar a ser considerades també historiques al mateix territori {--J, amb un estatus igual o encara més alt que Ia lengua originaia (cita segiin Branchadell 1997: 146s,)." Esta idea, a la ver que legitima el denominar al catalin lengua pripia del Pais Valenciano y de las Islas Baleares, causa, sin embargo, otro nuevo problema: aplicada la definicién a la relacién del castellano con Cataluia, vendria a ser posible que también éste podria llegar a ser ‘9 Fuente original: Avni, 20 de marzo de 1995, Miguel Reniu es licenciado en Filo- sofia y Letras. Fue no solamente Director de Politica Lingstia sino también presidente del Consorci per a la Normalitzacié Lingdistica y vicepresidente del Consell Social de la Llengua Catalana. 10 Isidor Maries un filblogo catalin que impartié cursos en la Facultat de Filosofia. i Lletres de les Illes Balears (1972-1980) y participé en el Segon Congrés Inter nacional de la Llengua Catalana (1986), 11. Fuente original: Mari, Isidor (1993): “Algunes distincions objectives essencials per aplicacié igualitiria dels drets lingostis”. En: Drets lingastcs 1 dress cultural a les regions d'Europa. Actes del Simposi Internacional (Gitona, 23-25, @abril de 1992), Barcelona: Generalitat de Catalunya, Departament de Cultura, p46. “Lengua”, “nacién” e “identidad” en Cataluia im considerado lengua propia: es, como dice la definicién, “extraterrito- Tial”, y a causa de “factores demogriticos y politicos” llegé a ser “dominante”, Mari, sin embargo, para dejar claro que el castellano no cabe en la categoria de engua histarica, introdujo en su escala la categoria infe- rior de Hengiles sobrevingudes, que son “fruit de desplagaments de poblacié amb escassa tradicionalitat, les quals es trobarien en una posicié ben diferent, de clara extraterritorialitat” (cita segiin Brancha- dell 1997: 147). Esta categoria, creada obviamente solo para poder excluir la posi- bilidad de considerar al castellano como Hengua propia de Cataluiia, con su tinico criterio de “escasa tradicionalidad”, es bastante subjetiva Y, como afirma también Branchadell, diffcilmente sostenible en el caso del castellano, si se tiene en cuenta el hecho historico de que en Catalufia ha existido poblacién castellanoparlante a partir del siglo XV (Branchadell 1997: 147). Branchadell concluye: Definir la nocié de lengua propia a base de la d’historicitat t@ Pavantatge que ens permet atribuir la condicié de lengua propia al catala del Pais Valeneid i de les Iles (on el catali clarament no és llengua originaria) i, fora de ambit catala, ens permet fer la matcixa cosa amb el frances dei Quebec (on el francés, obviament, tampoc no és lengua originaria). Semblaria, dones, que la nocié d’historicitat ens proporciona una defini- i6 raonable de lengua propia. Perd malgrat els avaniatges evidents de operacid, definir la nocié de Ilengua propia recorrent a la histricitat relativa t€ un inconvenient insalvable: qualsevol definicié de lengua propia que converteixi el castella en lengua propia de Catalunya és pol ficament inacceptable per als defensors de la normalitzacié lingtstica (Branchadell 1997: 148s,, cursiva de Branchadell), EL esfuerzo desmesurado por parte de los lingiistas de proporcionar una definicién de Hengua prdpia que haga posible atribuirle este esta- tus solameme al catalin, excluyendo al castellano, demuestra que tales definiciones no se fundan en hechos cientificos y neutrales, sitio que se basan en el deseo de probar Ja mayor legitimidad del arraigo del cataldn en Catalufia (y en el Pais Valenciano ¢ Islas Baleares) con respecto al castellano y otras lenguas. 12. Fuente original: Mari, Isidor (1995): “Algunes distincions objectives essencials Per l'aplicacié guaitiria dels dretslinglstics”. En: Drets lingilstics i drets ‘ulturals a les regions d’Europa. Actes del Simpost Internacional (Girona, 23-25 «abril de 1992), Barcelona: Generalitat de Catalunya, Departament de Cultura, 7.46, In Kirsten Stselbeck Los lingiistas apoyan por tanto, igual que Pujol, la idea de la rela~ cién unidimensional entre lengua y nacién: su definicién de lengua propia sirve para probar que al territorio nacional le corresponde so- Jamente una tinica lengua legitima 2.3 El concepto de “normalitzacié lingitistica” El concepto de normalitzacié lingiiistica contiene, igual que el con- cepto de lengua prépia, una cierta visién sobre la relacién entre len gua y nacién.'? Sin embargo, la cuestién de si a través de él se postula una relacién unidimensional entre lengua y nacién depende de la meta final que se le adscriba al proceso de la normalitzacié lingitistica: abilingiismo, preponderancia del catalan sobre el castellano © mono- lingdismo en catalin? 7 Sobre este asunto no hay acuerdo ni en la lingtistica ni entre los mismos actores de la politica linglistica en Catalufia. Sin embargo, segiin afirma Branchadell, la mayoria de los autores que han escrito sobre el proceso de la normalizacién en Catalufla defienden lo que Branchadell Ilama el “objectiu fort”: : ° ali 1a majoria d’autors [..] consideren que I'objectiu del provés de norm trace Mngotstca naa ser fassimiacio dls grops no catalanoparans per mit d'un procés que la sociolingifstica anomena “substtucié lini- Fatica” (language shif) (Branchadell 1996: 22, cursiva de Branchadel) ‘Vallverd ya sostenia en 1976, que el catalan tenfa que ser la primera engua de Cataluia (Vallverdi 1979: 133). También los responsables de llevar a cabo el proceso de la normalizacién en la Direccié de Poli- tica Lingiistica exigen al menos unt fuerte preponderancia, si no una 13. El min fe endo por lings aaa. Minn finan el concepo de diosa como una situacin lin Sf. aceptada como un pacto por la comunidad en custo, varios lings cata ites hl Niles Vater item ca isi deo 20 de gues en confice entendigo como situacin lingisica, en la cal Conflict cave dos lnguas es espejo de un conlictoenze dos grupos socials y Srl cul uaa dela ds lenguas dori pllicamente ala ta Postlron sue {al confit lev auomaicament sl susitién de una dels ds lengus si rx emedia par proceso de normalizes igi, xe proses im Ca an cero gato de extension de as funcones dea lengua domitada, Paras fnformacién véase ‘Vallverda (1979: 126), Boix/Vila i Moreno (1998: 204s.), Catt (199621, “Lengua’, “nacién” e “identidad” en Catalutia, 173 situacién monoglésica en cataldn. En 1985 Aina Moll definié el pro- ceso de la normalizacién de la siguiente manera: Normalitzar vol dir fer normal, oi? Quina seria la situacié linguistica normal? En un tertitori on hi ha una lengua oficial que a més a més és la propia del pais, el normal és que tots els ciutadans sapiguen aquesta llen- gua i I'emprin en qualsevol situacié [...]. Hem de tendir a que el catala Sigui veritablement la llengua propia daqui, que tota relaci6 normal es faci en catala (segin Branchadell 1996: 25), Las ideas de Pujol acerca de esta pregunta parecen menos exigentes. En su discurso arriba ya citado, sostiene que el proceso de Ia normali- zacién pretende “que ens anem acostant al bilingiiisme igualitari, [...] el procés faci que tothom conegui les dues lengties i que, si més no, cn cata pugui ser atés tothom” (Pujol 1996: 196s.) El hecho de que los lingtistas sean més radicales con respecto a la meta final de la normalizacién se debe a que, sein la teoria sostenida por los lingtiistas catalanes, el conflicto lingtiistico siempre conduce automaticamente a la substitucién de una de las dos lenguas (véase nota al pie n° 15), Segdn esta légica, toda situacién de bilingtlismo es solamente un estado transitorio que conduce a la “victoria” de una de las lenguas sobre la otra. La meta de la normalizacién, en consecuen- cia, debe ser el monolingismo en Ia lengua anteriormente dominada. Asi afirma Branchadell que “I’dnica normalitat que pot garantir la supervivencia del catala és 1a normalitat forta [se refiere al ‘objectiu fort’, ver arriba)” (Branchadell 1996: 20), Visto asi, el concepto normalitzacié lingitistica toma como marco de referencia el ideal de la méxima homogeneidad lingtifstica de una sociedad. Por ello, la pregunta de por qué en el conflicto lingiiistico el lingQista ha de intentar invertir el proceso que se est llevando a cabo sin su intervencién (Ja substitucién de la lengua minoritaria) no es ‘ratada solamente como cuestién lingtifstica (“hay que salvar a todas las lenguas”) 0 ética (“ponerse del lado del grupo dominado”), sino también en términos nacionalistas: Ia pregunta de por qué esta lengua se ha de salvar se contesta seftalando el estatus de ésta como Iengua répia, lo cual, como vimos, remarea su vinculacién a la naci a 14 Fuente original: Entrevista en EY Mén, reimpresa en Tudela, Joan (1986): El futur del catali. Una radiografia lingitstca, Barcelona: Publicacions El Méa, pp. 19- 27, aqui 25 174 Kirsten Slselbeck Asi, no es de extrafiar que se encuentren afirmaciones como la siguiente del lingtlista Antoni Maria Badia i Margarit'* (tomada de un discurso pronunciado ante la Academia de la Llingua Asturiana en 1986): a ata i laboriosa és la normalitzacié. Com es desprén de Ia ma- Seana ee rmaltar una fengua siti fela normal a i fer que els seus parlants venci la diglosia, la inéteia, la por, 1a andra. [La] Que el eatala.es normaliti, gvoldra dir que aixd requereix la inde pendéncia politica? Tedricament si ...]. Si el catali no aconsegueix unes structures suficients de poder, ;voldra dir aixd que va de dret a la subst tucid, és a dir, a la desaparici6? Tebricament, si [...] (Badia i Margarit 1988: 19)."" Pero el concepto de normalitzacié lingilistica no contiene solamente el ideal de 1a relacién unidimensional entre lengua y nacién, sino tam- bign el de la inmutabilidad de ésta: implica la idea de que una vez en ‘un tiempo anterior existia una situacién lingiistica “normal” y que por diversas causas esta situacién se volvié “anormal”. El ideal implicito en el concepto es, por tanto, que una situacién linguistica considerada como “normal” y “originaria” ha de seguir siendo la misma para siempre, debe permanecer inmutable: cualquier cambio en la situacion lingiiistica por hechos histéricos demogréficos es visto como desa- rrollo ilegitimo que debe volver a ser rectificado. ; ‘Si combinamos esta idea de Ia inmutabilidad de Ia situacién lin- gliistica con el pensamiento que expresa el concepto de Hengua pré- pia, es decit, el de que la tinica Hengua propia de Catalutia sea el cata- Tan, y solamente el catalan, el concepto de normalizacién en el caso de Cataluna expres la idea de que la nacién catalana debe ser territorin 15. ‘baia Margarit fc opine presente dl Grip Catal de Scions tah el tn dats Coan “ae 16 Hauge adver qu Bain arnt ga a esta concn teins, como sin gi cnt mane Una rai see ev gus hus tr ms. Peo Bai Marga aso no pose eee inca dens opin yg less undamenals aoe pies “5Uj Gio sns) tenga oreb faci’ A ergo ae op oe ena gules [2] 0) Ase tom, com asegora formu sr ee es eal dense ijangant a ena Pste ae eeleoscucmpe: La naci és cnegi or oun de creer wri eutune hem snot lamest de coves [une el, nae aa se mun det conetadna ma Hsia comuns, obe wes fcngu sn cuts aes cements esgresen” (Badia Margit 198 5. “Lengua”, “nacién’ lentidad” en Catalufia 175 de la lengua catalana (es decir: donde el catalin sea lengua propia) para siempre. Todo esto implica también que el vinculo entre lengua y nacién, es tan insoluble que la cuestién de cual es la lengua mayoritariamente hablada por los habitantes de ta nacién, queda totalmente fuera de consideracién, Asi afirmé una vez Miquel Reniu, director de la Direc- cid de Politica Lingiistica de 1988 hasta 1996 (en una entrevista con Avui en 1995), que el catalin seguiria siendo la Hengua propia de Catalufia aunque la mayoria de la poblacién hable castellano (Bran- chadell 1997: 146). Ambos conceptos, lengua prépia y normalitzacié lingitistica, re- gidos por esta logica, expresan que la relacién entre lengua y territorio nacional debe ser considerada superior a la relacién entre los habitan- tes de la nacién y la lengua que éstos hablen, ya que ellos no pueden romper el lazo insoluble existente entre lengua y nacién a través de un ‘cambio de uso lingdistco. Se puede concluir que el discurso en cuestién presenta la relacién entre lengua y nacién como relacién unidimensional e insoluble, Pos- tula que a cada nacién le corresponde solamente una iinica lengua legitima y que el vinculo entre esta lengua legitima y ta nacién no puede ser disuelto. 3. Lengua e identidad nacional Si se leen con atencién algunos textos que hablan de la lengua catala- ‘na como elemento constitutivo de la “identidad catalana”, nos damos cuenta de eGo se puruleliza la funcién de la lengua al definir la iden- tidad de cada individuo con Ia funcidn de definir a la vez Ia identidad cultural de la nacién. Asf, en el Segon Congrés Internacional de la Llengua Catalana, Jordi Pujol afirmaba: “...] Ia Hengua és [...] el nervi d’una col-lectivitat, és a dir, allo que fa que sigui el que és i alld que fa que se sigui el que un és [...)” (Pujol 1989a). La lengua es;~ ues, el “nervio” de la colectividad (“alld que fa que [la col-lectivitat] sigui el que és”) y a la vez de la identidad de cada uno (“que fa que se sigui el que un és”), La lengua que define a la nacién define a la vez al individuo que la habita, 176 Kirsten Stselbeck Lo mismo ocurre por ejemplo en la siguiente cita de Joaquin Are- nas i Sampera, lingiista, pedagogo y director del Servei d’Ensenya- ‘ment del Catala (SEDEC) de 1983 a 2003: ‘La lengua, aixi de clar, és una, la propia del pais; les altres s"han de néixer i dominar perd no poden suplantar el facior idiomatic que és el hervi de la nacid i que infon una determinada manera de ser i actuar[..] (Arenas i Sampera 1991: 78). ‘También Arenas concibe la lengua como elemento que constituye a la nacién (“el factor idiomatic es el nervi de la naci6") y a la vez como determinadora de una “manera de ser i actuar”. La manera de ser que se le asigna al individu, resulta por tanto también aqui de la misma lengua que a la vez define a la nacién, Mediante tales afirmaciones se establece un vineulo entre individuo y nacién a través de la lengua. Esto concuerda con el argumento muy frecuente usado por la po- Iitica lingdistica de que no es posible ser cataldn sin hablar la lengua catalana.”’ Esta visién parece ser compartida por Aina Moll. En un articulo en EI Pais con el titulo La normalizacién del catalén, explicé la relacién entre la identidad catalana y la lengua catalana de la si- guiente manera: No es posible ser catalin y rechazar la lengua de Catalufa, ‘Todo catan, independientemente de su origen étnico y linglstico, debe aceptar el catalan como lengua propia del pais y comin a todos sus habitantes (Moll 1981: 6). ‘Aunque por un lado la autora quiere hacer explicito que se aceptan ‘como catalanes a todos los habitantes de Catalufa, sea cual sea “su origen étnico y lingtiistico”, al mismo tiempo quiere dejar claro que s aceptan como “verdaderos” catalanes solamente bajo una condicién: no deben rechazar la lengua catalana, Moll no deja claro qué quiere decir con “no rechazar”, Sin embargo, al afirmar, que “todo catalin [.] debe aceptar el catakin como lengua propia del pais y comin a todos sus habitantes”, expresa su deseo de que “todo catalan” debe hablar catalén, ya que si el catalin ha de Hegar a ser la lengua “comin 1 todos los habitantes”, todos deben asimilarse al uso del catalan. Ast 17 Este argumento ha sido rechazado por los adversarios de la normalizaciéo, por sjemplo en el “Manifiesto de los 2300” en el cual los firmantes reclaman “{-] fue se pueds ser cata, vivir enraizado y amar a Catalua hablando tanto en ca- {alin como en eastllano”. Lengua”, “nacién” e “identidad” en Catalufia 7 expresa el deseo de que la identidad de los habitantes sea forjada por Ta lengua de la nacién (o como dice ella: “pafs”), no por otra lengua El deseo de vincular los individuos a la nacidn a través de la len- gua, expresado en la cita de Moll, a la manera light, llega a su extremo en el pensamiento del més radical Arenas i Sampera. En uno de sus ensayos llega a afirmar que la lengua matema no es la lengua aprendi- da por la madre sino siempre autométi onde al territorio donde uno nace: ymente la lengua que corres- Hi ha, dones, una dicotomia entre lengua materna i lengua adquirida tian conrtionS ent concepts lenge sana lengua mare, De tal manera que es pot afitmar que tant a la Conferéncia de Bi- lingiisme del 1929 com a la UNESCO des del 1951 fins a Pactualitat, quan s"esmenta el concepte liengua materna es fa en el sentt de ‘lengua ‘matera de la terra’, és a dir, de lengua territorial. Per aixd el Programa ’Immersié no contradiu en cap aplicacié els postulats de Porganitzaci6 intemacional, ans al contrari, Iaplica plenament per la coincidéncia defi- nitoria entre lengua propia i Hengua materna, Ser educat j instrutt en la lengua mare de la terra é un dret dels infants (Arenas 1986: 17, la cur siva es de Arenas). Para Arenas la relacién entre territorio nacional y lengua es tan fun- damental que afecta a todos los habitantes que viven en este territorio. El destino natural de los habitantes de una nacién es tener Ia lengua de la nacién como lengua materna aunque esto no encaje con los usos lingtisticos de su infancia. Asi, su manera de ser resultard del hecho de hablar la lengua materna de la terra y su vinculo a ésta resultaré insoluble Algo parecido ocurre en textos que pretenden ser menos radicales, ‘ya que no hablan de la proteccién de la lengua como “nervio de la 178 Kirsten Sselbeck nacién”, pero s{ mezclan la proteccién de la lengua con la lucha por la preservacién de la cultura. Branchadell escribe: tui no entrarem a diseutir qiestions de Pestil de si realment és possible ‘ividus catalanoparlants se sentiien culturalment segurs sino hi hagués fnesures especials de proteccié per la seva llengua. El nostre parer é8 que Ia resposta seria negativa (Branchadell 1997: 213). Si un catalanoparlante no puede sentirse “culturalmente seguro” si su Tengua esta en peligro, se afirma que su identidad cultural est atada a la identidad lingistica. Es més, no se diferencia entre la identidad lingiistica y la identidad cultural: Branchadell afirma que mezcla am- ‘bas nociones “conscientemente” (Branchadell 1997: 212). ‘A través de la afirmacién de que la lengua amolda la “identidad cultural” del individuo (Branchadell), que define su “manera de ser” (Arenas) 0 su “ser catalan” (Moll) se quiere remarcar que su uso Tin- listico, su hablar catalin, lo vincula insolublemente a la comunidad lingUistica, que a la vez es vista como comunidad cultural o, en el caso de Arenas, nacional,” Al atribuirle entonces una identidad lingtistica se le atribuye al mismo tiempo una determinada identidad cultural 0 nacional, de manera que los tres conceptos no quedan suficientemente separados el uno del otro. 4, Eldiscurso nacionalista y la normalizaci6n lingiiistica La defensa de la “identidad lingitistica” ha sido durante largo tiempo uno de los argumentos centrales a favor de la normalizacién del cata lin, Sin embargo, hubo una contradiccién en Ia argumentacién: Al mismo tiempo que se hablaba de luchar por el derecho de los catalanes a preservar su identidad linglistica, se los eriticaba por no mostrar sufieiente voluntad para defender su lengua. En su Informe sobre la Iengua de 1990 Joan Colomines, que entonces era presidente de la Comissié de Politica Cultural del Parlament de Catalunya deplora: “La veritat és que no hem aconseguit interessar la gent en el nostre 19. Aparte de ello hay que adverir que también la identidad eullural es en fin Ie identidad cultural cafalana, y por tanto, si uno define « Cataluia como nacién & causa de ser una comunidad cultural (1o cual no creo que lo niegue ninguno de {os tes citados), en sus tltimas consecuencias es sinénimo de la identidad nacio nal. “Lengua”, “nacién” e “identidad” en Catalutia 179 procés de normalitzaci6 de Ia lengua catalana, i ho dic aixi perque aquest és ’objectiu real” (cita segin Branchadell 1996: 204).? Tales lamentaciones fueron muy frecuentes en Ios altos 90 entre los impulsores de la politica lingdistica. Joaquin Arenas i Sampera explica el desinterés de la poblacién de la siguiente manera: Val la pena de remarcar que els prejudicis que puguin existr en pro de la normalitzacié de la lengua catalana com a idioma del pais son. fruit una desinformacié absoluta que existeix entre la poblacid pel que fa ala importincia del fet lingiistic, del qué vol dir lengua i poble i de la interrelacié entre lengua i pensament (Arenas 1991: 61). Se cree por tanto que lo que obstruye todavia el avance de la normali- zacién es la falta de informacién sobre y la falta de interés de los mismos catalanes en el valor de la lengua para su identidad y para su nacién, Se afirma que informarles sobre ese valor es el fin de la polit ca lingiiistica. La contradiccién consiste por tanto en el hecho de que se afirma querer preservar un valor simbélico de la lengua (su valor para la nacién y para el individuo) que a la vez se ha de difundir toda- via a través dei mismo proceso de la normalizacién, Esta es en si una contradiccién que les es fundamental a todas las politicas lingitisticas que pretenden extender el uso de una lengua minoritaria, Operan con el concepto de Ia “salvacién de la identidad Jingaistica”, cuando al mismo tiempo solamente es necesario empren- der politicas en favor de una lengua en aque! momento en el que pre- cisamente esa identidad lingUifstica deja de tener importancia entre 1a poblacién. De otra manera, la lengua no serfa concebida como lengua en “peligro de extincién”. Asi que el campo de actuacién de estas politicas no se encuentra ahi donde es necesario salvar Ia identidad lingaistica de aquellas personas que ya consideran tenerla sino que en realidad se desarrolla alli donde es preciso reactivar la identidad tin- ilistica de aquellas personas que han dejado de tener a esta lengua por un simbolo importante para su identidad. Ahora, en el caso del discurso de politica lingtistica de Cataluiia,~ esa reactivacién de la identidad lingiiistica es paralelizada con la reac- tivacién de la identidad nacional. El tema de la salvaci6n de la lengua y de la identidad lingUstica se entrelaza aqui con el de crear y difundir 20. Fuente original: Colomines, Joan (1990): “Informe sobre la lengua”. En: Revista de Catalunya, 44, pp. 48- $6, aqui: 52. 180 Kirsten Siselbeck ‘una conciencia nacional. Jordi Pujol descubrié hace mucho tiempo ‘que el tema de la normalizacién lingtistica habia de ser uno de los jes centrales de lo que é1 llamaba “politica de nacionalitzacié de Ca- talunya”, En una conferencia pronunciada en 1988 afirmé: Vaig parlar del que vaig anomenar “politica de nacionalitzacié de Cata- Tunyat que afecta els nostres signes didentitat, els nostres simbols, la nostra conscigncia collectiva, Iniciatives com [J el reforgament de la politica de normalitzacié de Catalunya, amb especial accent en Is social Gel eatala [..] i com aquestes, moltes més iniciatives.(..] "important és Gque volem feforgar el sentiment ila conseiéneia nacionals de Catalunya i tbs els seus signes d'identitat. [..J Per tant, que ningi no s’inquieti[.]s1 faconseguim, com ens proposem fer, que Catalunya sigui en tot més forta, fambé en la seva conscicneia nacional (Pujol 1989b: 84). FI fin det discurso nacionalista de Cataluia es crear una coneiencia nacional, es decir, la conciencia, de los catalanes de ser diferentes y de ser parte de una nacién diferente. Si se consigue difuundir esta concien- cia Ia nacién se hace realidad, porque en si cada nacién no es més que tuna idea compartida por todos sus habitantes, como afirma Benedict Anderson (1983). ‘La normalizacién lingtistica es uno de los instrumentos centrales de la formacién de tal conciencia nacional, como afirma también Pujol cn la cita: difunde una conciencia lingtistica que aprecia el valor de la lengua para la nacién y para la identidad nacional. "Tal discurso de politica lingiistica se hizo popular en los afios 90 como parte de un discurso més amplio que reivindica los derechos de Jas minorias nacionales. Tiene su origen en las teorias antiimperialis- tas de los afios 60, las cuales se concentrahan en la critica de la nega- cién de la existencia de diferentes “identidades étnicas” por parte de las sociedades postcoloniales. Fueron Robert Lafont (historiador y representante del movimiento minoritario occitano) y Michael Hetcher (Gociélogo estadounidense) quienes aplicaron esta teoria a los movi- mientos regionales en Europa, introduciendo el concepto de “colonia- lismo interno” (Schulze-Mermeling 1994: 43s.). La idea central con- siste en que ef nacionalismo minoritario contiene una critica emanci- patoria hacia el nacionalismo estatal, el cual “coloniza” sus minorias intemas, Se critica asi, por una parte, una determinada forma de na- ‘cionalismo (el “estatal”), pero a la vez se reivindica otro (el “minorita- rio”). De esta manera, la critica hacia el nacionalismo se reduce a cul- par a los Estados de la invencién de naciones “ilegitimas”, cuando al “Lengua”, “nacién” e lentidad” en Cataluia 181 rmismo tiempo se afirma que las minorias constituyen naciones “autén- ticas” “ Lo que se deja de lado en este pensamiento es el hecho de que las naciones “auténtieas” son igualmente “constructos” y que su lucha se fuundamenta en las mismas bases que antafio la construccién de los Estados nacionales: su ideal de “nacién” contiene el “dogma of homo- geneism” que identfican Blommaert y Verschueren: Ia nacién se con- sidera como entidad culturalmente y lingistcamente homogénea (y ademas esta homogeneidad no pocas veces se quiere ver protegida por un nuevo Estado politicamente independiente). ‘También en la lucha por la normalizacién del catalin, los actores distinguieron desde el principio entre dos formas de nacionalismo: uuno “bueno”, también llamado “nacionalismo civil” 0 “cultural”, y otro “malo”, “imperialista” y “estatal”. Esto se comprueba en el muy conocido manifiesto por la conservacién del catalan titulado Una na- cid sense estat, un poble sense lengua lanzado por varios profesores universitarios en el afio 1979 y visto como comienzo del.movimiento a favor de la lengua catalana Hib nasionalsmes,com ara espanol lanes, soit de ances sitat de jusificar i de donar cohesié interna a superestructres estatals arajetoses, conforms 11a larg del procésansexionsia empyes pot tn sat inpealisunctonlsmes dane dete cops os aa ir ethers fmt ener pte in un ttl qc ny ern mes qu nations dels someses a Faroe ime dela elie dominant dtm sous Ticaulanane ent ot des da pine ment un acing dese nerd: & ir, fonamentat en realitats objectives, i aixo no perqué no tenia cap estat shen lem er cn ogury fae cates db ut folate seu eberdoe fase iek elaaren es nie Contdvenbi coustlnc él wes diteencas de sce calane ta soca confomnde uta de memes neal po an oan hos soir compe uu mat ngs nas cra En dc moan: Se ec tne ab ct) Irian crc pris dela Pha de pot Cate iy seve bere aay ou ect ee muse xine sera eins hina ngtisiqucs, scl ale ts ecohbniues ce, gue sues ele fessumraen eal aa dels espanyols (Argente et al. 1979, la cursiva es a 21 anifieo no] no etimoio dq a dain et do frase nicionllsmo es sosenida por cientficos. Complrese por ejemplo in taba de In polslogs Monterat Gutbema (Snancado por ls Generar de Catalunya) 182 Kirsten Stselbeck Fl texto muestra una paradoja fundamental cuando después deplora ea homogensidad émnica de Ia nacign antes postulads ha sido mic ‘iizada pot la “inmigracién” (refiriéndose a la “inmigracion otras regiones de Espatia): ama «a conseqiéncia de les gransimmigracions dels darrers decennisy Ara b, a conse pat sha vist radicalmentalerada, fins a ta composicis era socitat 0 resulta ni de tlt homogenia n6 tot Bunt que vu tS frobaecingida en dos grans grups més que diflerents tha Rages nog sun no fn ols oat oro rs I A pct reais a tua convene duns ale Sere ra Fombliar les bases ara adauides dhomogenelat 2 a ae ep hes havia fpamentat el eataanisme itv, Lancer aa aot igri 1 oot, es ead essencilment eh une rs Ae ots d'etat etalana {en nous totus de rece neo get cope lengua autbctona (Argente et al. 1979, la curs exo mismo comps, pues, gue cada ac, pos mis “natu ce postule que sea, siempre contiene “minorias”, ee a a munca exist, y muestra de eta manera lo absurda que el diferen- Ciacin entre diferentes grados 0 forms de macionalsmo, ya que 1) acionalamo debe automticamente fundamentarse en el principio de ta bomogeneidadintemsay la difereniacin hacia el exterios. ¥ como ve hay maciones mais “auténicamente” homogéneas que otras, tampo Go puede existr un naconaisno mis usifieado que oO ‘Como se puede comprobar en Ia iin frase del cit, se posta aqui demi, que Tos problemas de la lengua catalans son resulial Gla falta de homogencidad “étnica” intemna, La lucha por e} alin se paalcliza asi con la lucha por la homogeneidad interna de cin ob ma: “legitimate” iowa unio on siglo, donde utr fia hy iat seo aso in thst cesponds wh he ton es sa nc sete erry Te TE Ia ha carn of nen opens po (Cue $9), Cui lanes fa patn fo he ies age of ht of tu, ona sl theta era esistane and challenges mode 5 ae ee no cul iicece tse upon ei. BS a i sicdate i como pure dun mevinieno “posse Sets enna ar groen movernens" (Gibern 1996: 149) “Lengua, “nacién” e “identidad” en Cataluta 183 El manifiesto Una nacié sense estat, un poble sense lengua, el cual fue recibido también en la lingtistica (p.cj., Badia i Margarit 1988), es una muestra ejemplar de cémo en el discurso de Ia politica lingiistica se vincula la lucha por la salvacién de la lengua con la tu- cha por fa reivindicacién de la nacién catalana. 5. nelusion, El andlisis del discurso de la normalizacién lingiistica en Cataluiia mostré que en él la relacién entre nacién y lengua es definida como relacién unidimensional ¢ inmutable. Esta vision se expresa en el con- cepto de lengua propia que implica la idea de que a cada nacién le corresponde solamente una lengua como lengua legitima (relacién unidimensional) y la idea de que la lengua y la nacién estuvieron liga- dos “desde el principio” o desde “hace mucho tiempo” lo cual justifica que deben seguir estando ligados también en el futuro (relacién inso- luble), El concepto de normalitzacié lingiistica, si se interpreta como uun proceso que debe Hevar a la sustitucién de la lengua’ dominante, expresa las mismas ideas. Ambos conceptos implican asimismo la superioridad de la rela- cién entre Hengua propia y nacién sobre la relacién entre los habitan- tes de la nacién y las lenguas que hablen. El discurso relaciona ademds la lengua a la identidad cultural 0 nacional, afirmando que 1a lengua influye en la formacién de éstas, El ideal es que la identidad sea infundida por la lengua de la nacién, Se pretende asi establecer tn vinculo entre individuo y nacién a través de la lengua, Estas premisas hacen del discurso de politica lingiistica un ins- trumento propicio para la difusién no solamente de una determinada Cconciencia lingilistica sino también de una conciencia nacional, ya que propaga el valor de la lengua para la nacién y para la identidad (nacional) del individuo, Como tal, no difiere del discurso que acom- pafia(ba) a la politica lingiiistica de las grandes naciones europeas, Ambos pretenden vincular los habitantes a la nacién (convirtiéndolos en 0 conciencidndolos de que son hablantes de la lengua nacional) y uusan la lengua como elemento homogeneizador de y diferenciador ‘entre naciones. 184 Kirsten Suselbeck Bibliografia demon, Beye (198) nage Conmanis:Reflstns onthe Origin and ee phot, Loner: Vo ree snp foul (986: Lt meré Inga: srs de dlc ucla La Ltt Lite, — ont tesgconenprans, Baron: Lar del ibe dee Casanes Todor, Mave eal (1979); “Una ais sews AEE engin Ea is Marge 15,90. 31. breloon A layin p> (08 012007) padi aris Anni Mara (188: “Llngo inalnalie do coments En Fo eines Cason, Nop. 1129, -erleicende Disa eke Krung, Mathai, Thomen tl 2000} "Verge ‘puistik. 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