Anda di halaman 1dari 2

Aprender a renunciar

Diariamente debemos enfrentarnos a hechos que


están fuera de nuestro control. La renuncia se
convierte, entonces, en algo necesario y
saludable.

La palabra renuncia ha tenido tradicionalmente


connotaciones negativas, ya que, como seres
apegados que somos, nos cuesta abandonar
aquello que creemos nuestro. Es así como lle-
gamos a relacionar la renuncia con ideas de resignación, sacrificio o, incluso,
de autocastigo.

Pero nada más lejos de la realidad. Renunciar, en un sentido positivo,


consiste en aflojar las riendas de nuestro control y averiguar qué aspectos de
nuestra vida y de nuestro entorno no necesitan nuestra intervención.

Hacer una lista de renuncias


La renuncia implica comprender y aceptar que existe cierto "orden" en el
universo que es preciso respetar si queremos viajar por la vida más dichosos
y ligeros de equipaje. Para lograrlo, podemos completar una lista como la
siguiente con todas las cosas a las que podríamos renunciar:
• Renuncio a... asumir funciones que no me corresponden.
• Renuncio a... luchar por retener cosas que, en realidad, no necesito.
• Renuncio a... oponerme a la realidad que la vida me presenta.
• Renuncio a... tratar de controlarlo todo.
• Renuncio a... manipular o interferir en las decisiones de los demás.
• Renuncio a... impedir que los otros vivan sus experiencias y aprendan de
ellas.
• Renuncio a... acelerar los relojes internos de las personas que me rodean.
• Renuncio a... sufrir ante aquello que no puedo cambiar.
• Renuncio a... mi necesidad de tener razón.
• Renuncio a... querer sentirme aprobad@ por los demás.
• Renuncio a... juzgar a los demás.

¿Piensas en alguna renuncia más?, agrégala y haz tu propia lista.


Recordemos que si nos toca cabalgar a lomos de situaciones o experiencias
cuyo intento de control nos produce sufrimiento, soltemos las riendas y
cooperemos con la vida permitiéndole que haga su parte: solo así nos sen-
tiremos ligeros del peso de más.
El Equipo de PsicoAyuda

Anda mungkin juga menyukai