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eer td Perr] Ptatatoe eer ateue et tnt inant aa Ronin ny OCH ti Ore Un ene nie ne tary PCM TR tM a cnt ener a RnR ony CoC nerd ment eer Salm nr inet ity peso Sone amet aT Paramore enter teenporn ay RCS eae er aie ae Cree cet Naar ice een tease op et yc ee re Noma eae bo tay ee ele te aL ie ence ere Bim Autoandlisis de un socidlogo Autoandalisis UATE OS Pe ener titers NOTA DEL EDITOR FRANCES Anilisssocoldgico que exclaya Ia sos de as salvo algun Prenae BouRDE Note pripanatare te tet de Pere Bowrdien, redactad ent oe bre y diciembre de 2001 perw en ef que Ueoabu ijando y penn, plantenedos, en parti inne vonvenia dren, fue comcebido partir imo euro on el Calege de France, como una aon in (empliada, relebonads) del exptul final de de la science et vflenivité* fp ra sy perfctamente lt continua enare annbas texto ‘ef mismo ttle: Eidoco para wr autoaniliss decide pubticar este Wore primera en Aevnania Tar a aun nana se propenta rviarl y relabonerto p edicién futscesn, heme prfride publica la ver dn alemana con el dice aiadido de unas pocts ro as biblingrfcas para ae referencias expicza Dal misimo modo que ingresd en ef Callige de France fe 1982) con nna macy reflex Legon su la legon,! Pieme Bouriien babi decd di ima conforencia sometiendose a su ves, como a 1 rer esa po al eievetcia de la veflexividad, que he ‘ia consttide cada vez mat para da lo largo de su vida de investigador, tno de lr requisites previs me ceurios pans la inestigacin cientfic. Sable que toméndose a rf mismo como objeto no (dose ariesgaba a gue Lew saan de complaceneta también a proporsionar armas sodor aguellos (que silo esin esperando wa oportunidad para negar, de la posicion y de ke ray tori le Bourdieu, ef cardtercienificn de su socio cts» que no comprenden que eleecicio de la refs provisamente on nombre i sc fituo de una prolanada elaboraeién como Instrumente de ciemifiidad, Exe proyecto, paadajco donde los haya, no era un mero geen de estentacin CGobligar al lector preguntarce por qué lee ext», dive Pierre Bourdieu en sus apuntes de trabajo prepare ion), sino mas bien wn prepesito absolacamenze indi ta de manifear la canformidad final del inveigador Bliions de Minit, (982, (4 com an comcepoiém de la verdad centfca, um afin de propercionar va especie de gavanta skims del ca lcter cenifio de las propuertar enunciadar en toda Ua obs, mediante una rflesisn erechamente contre de lo ads Tad acerca de oi minwo (pongo al servic sbjetoa ob andliie mde objesions, escrbe también, comentando ete text). Eccd claro que estaba en fo cierto al temer eb mal sto que podia Iacrse de ete texto, Excribla ash, en una de sus versiones anteriores: «Esto no es una aut biogas pporgte be (Alenuncado le iluion bin ‘lta proficndamente antipatio, y la aversion, mee ‘Es um género que no silo me exh vedado clude'con remot, que me ba inducdo a desanimar @ trios “bidgraf” ex fruto de razones gue considerate Diciembre de 2003 [No tengo la intencidn de someterme al género, cuyo cardeter a la ver canvencional y engat bre destacado en coiterads ocasiones, de la autobio- grafia, Sélo quisiera recopilar y proporcionar algu- fos elementos para un autoanilisis. No aculeo mis remores, que van mucho mis alli del miedo habi- tual a ser mal comprendida, Tengo, en efecto, la sensacion de que, en particular a causa de la ampli tu de mi recorride por el espacio social y de fa in. ccompatbilidad prictica de los mundas sociales que vineula sin conciliatlos, dificilmente puede supo- ret pues estoy muy lejos de conseguirlo yo mismo con los instcumentos de la sociologia~ que el lector rré obligad sepa contemplar las vivencias que 2 eroear con la mirada adecuada, en mi opinisn, Al adopear ol punto de vists del anaista, me obligo (y me autorizo) + tomar en consideracin, Uinica y exclusivamente, los resgos que 300 pest nenees desde la pesspectiva de la sociologia, cs de ‘i, necesarios para la explicacién y la comprensign ocioldgices. Pero lejos de watar de producis con ello, come seria de temes, un efecco restrictive, im- poniendo mi interpreracién, me peopomgo someter cesta experiencia, enunciada del mode mis honesco posible, a ln confroncacién crtica, como si se ta tara de cunlguier oro objeco. Soy perfectamente consciente de que, analizados desde este prisma como corresponde en cualquier caso, de confor midad con el sprincipio de catidade, todos fos mo: mentos de mi historia y, en particular, las diferen- tes opciones que yo haya podio clgit en materia de investgacién pueden parecer en cierto modo come adaptados a su necesidad sociol6gics, es dect, en este aspect, justilicados, yen cualquier caso, como rnucho mis racionales, 0 incluso razonados y razo- nables, de lo que fteron en realidad, an poco como sifueran Futo de un proyecto consciente de sf mis mo desde el principio. Aunque sé, y na vay a hacer nada para ocultarlo, que, en realidad, s6lo fai des- cubtiendo poco a poco, inelusa en el Smbito de la investigacién, lo principios que regian mi préetca, Sin ser erdaderamente inconscientes, mis «op. manifestaban mis que nada en cechazos ¥ ancipatias inteleceuales, la mayoria de veces ape- 4 nas articuladas, y no han llegada a expresaese de aude (por ejemplo la rnanera expliita hasta uy repulsidn, bascance profunda, que me inspraban el ‘alto de Sade, durante un tiempo de moda, ya vi si6n tipo Bauaille o Klossowski de las cucstiones swuales silo se reflejé en un conto de express en tun ndimero de deter dedicado al «Cometcio de los cietpos» en 1994), Til vee porque estaba ensimise mado de un mode excesivo en mi investigacién y cen el geapo que impulsaba para mirar a mi alrede- dot, tal vex porque pensaba que venla demasiado trabajo para dedicar una parte del tiempo del que tan necesitado andaba discutiendo o criticand in- cluso a los persona aban, en Francia o en el extranjero, et las ciencias y por los que no siempre tenia mucha consideracidn, tal ver porque soy bastante jes mas destacados que me rode sociales y la flosl torpe y' desafortunade en las discusiones incelectua- les a propésita de problemas que no son los mios (guardo un recuerdo bastante equivaco de un en- cuenteo con Habermas, muy cordial, 80 sf, que ha- bian organizado, en Paris, Dreyfus y Rabinow), he tenido tendencia a buena de Dios, yséla paco @ pose, y casi siempre rerospectivamente, empecé, aprovechando, en pas ticular estancias en el extranjero, 2 explicitar mi i adelance un tanto 4 la diferencia» sespeeto a aucores como Habermas, Foucaul © Derrida, a propésito de quienes me pre- sguntan ahora con frecuencia, y que entonces est 15 ban mucho menos presentes y eran macho menos importantes en mi investigtcién que los Cicaure, Labow, Darnton, Tilly y otros muchos historiado- tes, tndlogas 0 sacidlagas desconocidos en los arm ‘© medidticos. Podré, sin em baargo, basarme, en este eshuerza para explicarme y comprenderme, en las brianas de objetivacign de mf mismo que he ide dejando por cl camino en el decurso de mi investigacién, y que tratard de pro- fundizas,y ambién de siseematizar, aqua Comprender significa comprender primero el cual uno se ha ido apo con el cual y contra ¢ haciendo. Por eso, y aun arriesgindome as der a.un lector que tal vez espere verme comenrar por el comienzo, es decir, por la evacacién de los aos de mi nie y del universo social de mi infan- a, tengo que, ortadoxamente, examinar en primer x el estado del campo en el momento en q ingresé en él, hacia los aos cineuenta, Asi, coo re cordar que yo estaba entonces en la Escucla Nor smal Superior (ENS) estudiando filosofia, en hi cis pide de la jerarquta escalar, en una época en que la Filosofia podia parecer tiunfante, habré dicho lo xencial, creo, de lo necesaio ps 2 atender los re- duisitos de la explicacién y de la eomprensién de mi trayectoria posteriot en el campo univers Pero para comprendder por qué y emo se volvia uno sfilésofor, eérmino cuya ambiglledad conti hula a fomentar la ingente sobseinversién que e= cluyen attas opciones menos indetesminadas y mis ddicectamente ajustadas a las posibilidades scales, tambien tengo que tratar de evocar el espacio de los posibles eal coma se me preseneaba entonces y los Fitos de insticién adecuados para produce los nk veles de conviccidn tntima y de adhesion inspirada que, en aguel entonces, ein Ia condlicisn para in igresar el ribu de ls flgsofos No puedo recordar aqut roda la ceamoya del la oposicibn de ingreso en los cursos preparstorios hasta lt realiaada para entrar en la ENS, leva a los elegidos ¢y muy garticularmente a aquellos que, carentes de influen- cias, lo consiguen por puro milagro) a clgir la Fs zeonovet los criterias de proceso de consigracién que, d cuela que los ha elegido, a re cleccidn que los han consteuido come cic; la mis moya que, mis adelante, los leva a orientar- se, yp sin duda, con tanto més ahinco cuanto mi cencumbrados estén, hacia Ia disciplina reina. Uno se volo «filésofo» porque habia sido consagrado, y tuna se consagraba asegurdndose el prestigioso esta tus de aflésatin, La eleccgin de la flosoa eta a una manifestacién de la seguridad de un estatus «jue consolidaba la seguridad (o la arrogancia) de exe estatus, Y ello més que nunca en una época en lh que todo al campo inteleewal estaba dominado por ia figura de Jean-Paul Sarre y en la que las cur 18 sos preparatoros, en particular con Jean Beauties, destinatario dela Letere sur UTeumaniome de Heide get y la propia oposicidn de ingreso en la ENS, ccon su tribunal compuesto en un momento dado por Maurice Merleau-Ponty y por Vladimie Janke- levieeh, eran, 0 podian parecetlo, lugares cumbre dela vide inclectual so en ht ENS fran el lugae donde se escenificaba la ambicién in telecrual a fa francesa en su expresién mis clevad: cs deci, filoséfica, FI incelectual rotal, euya figura acababa de inveneary de imponer Sarre, estaba so- licitado por una ensefiaza que ofreca un amplia abanico de diseiplina (losofia, literatura, historia, lenguss clisicas y modernas) y que estinulabs, a ‘avs de] aprendizaje de la edisertaién de oma re Los eusos prepatatarios de tcbilin(segin la expresién de Durkheim), pieda angular de todo el dispositive, una seguridad en ‘ono mismo rayana a menudo en la inconsciencia de la ignorancia teiunfante, Indudablemente, la fe en la omniporencia de I2 invencidn rexérica slo ppodia halla sus mejores estimulos en las exhibicio- nes doctamente teatralizadas de la improvisscién Be 1. Martin Heid bier, 1964 [Cite sob of Burnin 2000, rade de H. Contry A, Lee | losses: pienso en maestros como Michel Alesan- dre, discipulo cardio de Alsin, que ocultaba con poses profticas ls debilidades de un discurso Ble séfico reducido a los meros recursos de una refle xidn sin hase hiscérica, © como Jean Beauffet, que desyelaba a sus alamnos deslumbracos los arcanos el pensamiento de un Heidegger —salvo es ain sin traducit (EL exo extraordina- rio que el fldsolo de la Selva Negra caseché en Francia sla se explica del codo si se considera que, x tanto que encarnacién ejemplar del aristocrats mo profesoral y dela flosofia indiscutida de la filo sofla que permea, sin que ellos lo sepan, a los pro: Fesores de filosofia, est4 mas cerca de lo que parece de la antigua tradicidn francesa de los Lagneau y Alain, como prueba el hecho de que tantossldso- fose formadas en las aulas de los cursos preparato- rios de los afios cineuenta hayan podido empalmar la adiiracién por Alexandre con el fervor por He degger) Asi se constitulan la legitimidad del estatus de una aristocracia escolar universalmente reconocida yi anobleza obliga» el sentido de la propia grandeza {que impone al fldsolo digno de ese nombre ls m: yores ambiciones intelectuales y que le prohibe re- hujarse dedicindose a determinadas disciplinas ‘objec; en particule aquellos que tocan los especia- Tistas cle ls clencias sociales (gerd necesaria, por cjemplo, la sacudlda de 1968 para que los fidsofos formacios en la aulas de los fos 1945 se enfreneen, y silo de us modo altamente sublimado, al proble rma del poder y de Ia polities: no hay dda de que Deleuze y Foucaul, y todos los que los han seguido, no habefin podido plaatear un problema tan claea mente excluido del canon Alosdfico a lx antigua como el del poder si éste no hubiera sido intioduc docen el corazdin mismo del npo universiario por rudiantil que se inspiraba en trad cones tedricas absolutamente ignoradas © menos- preciadas por la ortodoxia académica, como el mar- xismo, Ia concepcidn weberiana det Estado o el la comtessacién andlisis sociol6gico de la insttucién escolar), [8 influencia de los grupos poderosamente tegmdos, cuyo limite (y modelo peictica) es laf mila convencional, se debe en gran medida al he- cho de que estia unis por una cll en la isi, ‘una complicidad fandamental en la fantasmagoria colectiva, que gatantia a cada uno de sus mier- bros Is experiencia de una exalacion del yo, princ- ppio de una solidaridad basada en la adhesin a la imagen del grupo como imagen encuntada del pro- pil yo. Es, en efecto, este sentimiento socialmente conscruido de pertenecet a una vespecie superior lo que, con las solidaridades de interesesy las afin des de Aabitws, contribuye mds a establecer lo ‘que no podemos menos que llamar tn vespirite de cuerpo, por insdlta que pueda parecer esta expre- si6n aplicada a un conjunto de individuos eonven- cidos de ser esencial y absolucamente insustcuibles. nw de las funciones de los vitos de iniciacién con sisie en ctear una comunidad de los inconscientes ‘que posibilice los conflicros velados entre adversar ios fatimos, los préstamos ocultas de wemas 0 de ideas que cala cual se siente lgitimad a atbuirse puesto que son druco de esquemas dl ‘muy cercanos a los prapios, ls referencias tdcitas y las alusiones sélo inveligibles dentio del reducido circulo de los iniciadas (considerar desde este pris ama lo que se ha escrito 4 partir de los aos sesenta significa descubrit, por debajo del oropel de las d- ervocias proclamadas, la profinds homogeneidad se los problemas y de los temas y saber eeconacer, por ejemplo, en el lema derridiane de fs wdecons- traceiény, més alld de la teansfiguracign acarteada por el cambio total de contexta tebrica, el tema backelisdiano de la rupuua con ls preconstruccio- nes que, conwvertido en fipor escolar, cambin se promovié, en el mime momento, ea el extrem ‘puesto del campo de la flosofla ~en Althusser, en pauticular-y en las ciencias sociales en mi obra Le Metier de socologue;' eo especial). Pera la earictristica més importante, y tam- 1, Le Air de scope, Pe, Mos Bends, 1868 fon Jean-Chaule Chumboredon y Jen-Claude Passeon) [etfs decides, Made, Siglo 8X1, ad de EH. Ace may]. Sabie] biga la mis invisible, del universe loséfico de este lugar y de esce momento ~y cal ves, asimismo, de tados los tiempos y de todos Ios pals esrb sin duda, en el aitamiento escolistico, que, por mis (que rambign sex cartcreristica de ottas eambres de la vida académica, Oxford 0 Cambridge, Yale 0 Harvaid, Heidelberg o Tosi, meses una de sus formas mis cjemplaies en el roundo eetrado, asl do, alejado de ks vicisitudes del mando sal, en el ue se han forma, alrededor de ls anos vineuen: 1, Ia mayor parte de los filsofos frances cay mensaje inspira hoy un campus nadia planet ti, pasculacmenee a vavés de los cull mudin Los efectos del sislamiento, acentuados por los de 1a eleceiSa escola y de la cohabitacién prolongada de un grupo socialmente may homogéneo, sla pueden, en efecto, propia un distancianmienco so- Gal y mene en telacién con el mondo que nunca és an manifest, pardsjicamente, come ea losin rents, a menudo patticas, por alanzar el mind rel, en particular mediante los comprotios poll ‘ico (estalnismo, maofsmo, etetera) que por st topimo irresponsable y su radicalidad ewan smanifesuin que sguen constiruyendo una forma panndéjica de neg ls ealdades del mundo socal su claro que pata mi, coma para todos aque: Hibs que tenfan entonces alguet relacién con la flo- 8 sofia, la figura de Sarte jvc, canco en el orden intelectual como en el dmbito de la politica, une fascinacisn no carente de arsbivalencia. No obscun: te, ka dominacién del autor de £Ene et te Néani! nunca lleg6 a ejercerse del roo sobre este universo, yy aquellos (entre los cuales me cuente) que preten- ‘Son sexste al vexisrencalismor en su forma mun- dana o escolaz podlan apoyarse e0 un conjunto de cortientes dominadas: en primer lugar, una historia de la Glosofla muy estechamente ligada a la histo ria de las ciencias, cuyos «prorotipos» estaban se- presentados por dos grandes obras: Dynamique ot dsaphysique leibniziewnes, de Martial Guéroulk antiguo alumno de la ENS y catedritico en el College de France, y Physigue ee métaphysigue kan sennes, de Jules Vuillemin,’ en aguel eatances jo- ven adjumo en la Sorbona y colaborador de Les Tips modernes, quien, también anciguo alurnno dela ENS, seri el sueesor ce Guésoule en el Colle ge de France; despues, una epistemologia y una his- toria de las cienciasrepresentadas por autores como Gaston Bachelard, Georges Canguilhern y Alexan- ean Paul Sass, LB ole Man, Bs, Glia, 1943, (Blur 7 fa nada, Barcelona, lays (993, ede J Vala 2. Maral Gurole, Dynamique o staph fb zien, Bas Les les Lt, 1935. 3. Jnl Vile, nu et mzaphvique kai, Pais, PUE 1956, 24 de Koyré, A menude de origen popular y provin iano, 0 extranjeros y ajenos a Francia y asus tradi cones escolares, y vinculados a instituciones uni versinerise excéntricas, camo la Escuela de Alcoe dios o el Collage de France, estos autores mar- ginales y temporal zcepcién comiin por el brilla de los dominantes, inte daminados, ocleacos a la dfiecfan amparo 4 aquellos que, por razones diver sas, pretendian seaccionar contra k imagen ab. vee fascinamtey rechazada del intcleeual total, presente en todas los frentes del pensamienco. (Habria que abadir a Fric Weil, cos comentatias de Hegel ha- bie escuchado, ya emtonces, y al que conoci mejor as tarde, cuando me nombraron profesor en la fe caltad de Lille, principios de los afios seseata.) Condisejpulo en Ia ENS de Sastre y de Avon, de los que le separa un origen popu y provincia rho, Georges Canguilhem podri ser tivindicado @ Ja ver por los ocupantes de posicianes opaestas en cel campo universitario: en canto que horse aeade ‘micas ejempla, servirs de modelo emblemético 2 cetedniticos que acupan en lar instancias de re- produccién del cuerpo posiciones absolutamente homélogas con la suya, como Dagognet; peto en tanto que defensor de uns cadicién de historia de las ciencias y de epstemologia que, en la époce del triunfo del existencialisme, tepresentaba el refugio herético de la seriedad y del rigor, sees consagrado, con Gaston Bachelard, como modelo de pense 5 miento por algunos de los fldsofos ms alejados dol nicleo duro de Is tsadicién académica, sales como Aldhusser y Fo ‘3 poticin a la vee centeal ult, entre eas; era cama s ‘menor en el campo universiacio y las disposicianes abvolitamence in sélieas, cuando no exéricas, que le habian predis puesto @ ecuparla le hubieran dlesignado para repre Senear el papel de cmblema eoxéimieo para todos aquellos que pretendian somper con el modelo do- rminante y que se constinalan en acalegio invisibles reivindieand su nombrs Fl deseo de huir de los entusiasmas mundanos también padia llevar a buscar oxo antidote comtea nico las fucilidadess del existencialismo =a m identficado, sobre todo en su versién cistiana, con una exaltacién un canto bobalicona de lo «vividos en [a lectura de Huser! (tiducide por Paul ‘Rieaeut' 0 por Suzanne Bachelar hija de filo © historiadora de las ciencias) 9 en os fenomenslo- gos as propensos a concebir la fenomenologla en faneo que ciencla rigurasa, por ejemplo, Mausice Merleas-Ponry, que tambide brindsba una sada hacia las ciencias humanas, hr pscologle infantil, 1, dan Hash fe alteriz pur ne phenome solo, Pris, Gallia, 1950. 2. Edmund Hise, Lapigue Bove fgigue mene onda Pats, PUR, 1957. [Lago firmed y lice recon dal, México, Centr de Estos RlodBeos, 1962, ‘ducign de Luis Villa 26 eoxebanza que imparts ea la Sorbona, antes de ba cetlo on ol Collage de France, asf come en Saus re, Weber y Mauss, En ste contest, la revista Cri gue, diigila por Georges Bataille y Eric Wel al permits el acceo 4 una cules intenacional 7 teansdiscplinaris, permit librase del efecro de tisamiento que cjeree cualquier escuela de él. (Creo que resulta evidente gus, en esta evocaidn cel expacia de los ponibles flocs, eal como se ‘es, 2 menudo my imperuosisy ain hoy senvides de ins veinee aos, y el puneo de vista particular @ partir del cual se ba engendrado mi represeoracion del campo universitaio y de la Filosofia) Queda clara asi que es posible producir a vor Tonead lat apaiiencias de la continuidad o de Ta rupcura encre los afos cincuentay los aos setenta segiin se tenga en cuenta 0 no a los dominadas de los afios cineuenta en los que se apoyacon algunos de los cabecllas de la revolucion antiexistencalis cn losofia, Pexo si bien es cierto, por una parte, que, excepeuando, rl ver, a Bacheland, que serabrs- boa sus excricos de comentarios irdnicos a propésito de las afiimaciones perentorias, particularmente en lo referido ala ciencia, de los maestros exstencalis: 12s, los dominados de los afos cincuenta ban de- janido, tanto en su vida como en su obra, abundan: tes indicios de su sumisién al modelo filos6fico do- ‘inante, n9 lo es menos, por otra que los nuevas clominantes de los aos serenta na llevarin basta el final la evolucin que babian emprendide conte al imperio del filésofa voeal. Incluso sus wabajos mis lberados de la impronea académica conserva le hella de la jerarqula, inserita tanto en la este ‘ura objetva de las inscinuciones, coo, por ejemplo, la oposicién entre la esis doctoral, sede de los desi los mis ambiciosos, mis originales y més shui lances, y la tesina, antiguamente escita en latin, consagrada alas lahores humildes de la erucign & de las ciencias del hombre, como en las estructuras cognitivas, os sistemas de clasificacién incorpera. os, en forma de oposicida entre lo te6rico y lo tempitico, lo general y lo especalizado, la fllosofa y las ciencias socials sin duds, aBrmaron eanto més su aféa por ‘amtener y por marcar las distancia respecto a esas ciencias plebeyas cuanto mis éstas, a principios de los afios sesenta, empezaton a representar una ame. ‘osza que hacfa peligrar la hegemonia de a Filosofia Asien su conffoncacién misma com ells, se vieron abocados a acabar imitando la resérca de le cient ficidad (en particular, a eravés de lo que yo llamo el efecto logis: ogramatolagiae, oarquenloghas,etcéie- ¥3, ¥ otros recursos ret6ricos,visbles, en especial entre los althussetianos) y apropisndose discres tmente de muchos de sus planteamientos y de sus 28 descuibrimientos Gerd preciso que alguien algdin dia mblezea el inventario de los préstamos que los fi sofas de esa generacién han tomado sin tecone- cerlo casi nunca —no canto por falta de hontades cuanto por una tadicién de sentimiento soberano de ls propia grandere y para no rebajarse~ de le «asta inferior de Jos linglistas, de los etndlogos ¢ incluso, sobre todo después de 1968, de los socid- Jogos). Lo que ha concribuido, y no pac, a impe- itis pereibir que la ruprura con las ingenuidades biempensante cel humanismo personalista que ex. aban Ilevando a cabo no hacia més que recondur ) o de la afliacién sectaria, Lo que no se percibe ni se camprende, salve para asustarse indignars, la intensa fasidn intelectual y afec- tiva qus, en grados y modos diferentes segiin hs époeas, une alos raiembeos del grupo ea la partic pacion en un modo de organizacion del abajo del pensamienso que es perfectamente ancinémico de Ja vision literaria (y uy parisense) de la crea como acto singular del investigador aislado (visidn que lleva a rantos investigadores mal forma- dos y mal equipados inelectaalmente a preferir los sinsabores, las dudas y, a menudo, los fracasosy la esterilidad de la labor solitaria alo que ellos perc ben como la alienacién desperionalizadora de un proyecto colectivo), Como negar que la incensa invepracién inte loenual y moral que favoroce una labor coloctiva aa vex feliz y alamente productiva es indisoluble del (la meuifora puede resuleat algo aanodina, a pear de Baudelaire, pero expresa bien lo due representa, para un recién legada, algunas personajes, sino constituidos siempre en modelos, s(, por lo menos, en referencias), un personaje pric. Ticamente antitérico, es Georges Canguilher, que me ayud6 mucho 2 concebic la posiblidad realista de viv I vida intelectual de oreo mado, Sin dda, sen su celacidn con Sartre donde se manifesta lo que er, en este hombre, y en st obra, susceptible dle susctar una admiracién y un afecto semejantes cn toda una generacién de pensidores franceses, Prolongando a obra de Gaston Bachelard, de la (ue llevé a cabo una presentacién moddlica,’ Geor ges Canguilhem aports una contsibucidn decisiva a 1a epistemologia, al andlisis riguroso de la gt de los conceptos cientticos y de los obstéculos his: voricos para su emergencia, particularmente a tra vés de las desctiptiones clinicas de las parologtes del pensamiento cientfico, de las fabs eiencias y de los usos politicos de las ciencias, sobre todo, de a Biologia. Por ello, representa, sin dada, lo mejor gue hay en la tradicién del racionalismo que puede 1, Georges Cantor, Ltd sie et de pil lie des stene,Pais Ni 1968, “4 lamatse fnneds en la media en Ia que escd areaiga- doen una cadicidn politics, 0, mejor dicho, civics « pesar de ses, en mi opinién, aurénticamente wni- versal (como corrobora, por ejemplo, su éxito al foto lade del Adlintico, a aravés de Koyeé y de Kuhn) La que lo convierte, pars mf y también, cteo para muchos mis, en una Figura ejemplar es su di: sonancia, por no decir su resistencia: pese a haber cocupado, en el corazdn del sistema universitario, ss posiciones aparencemente mis convencionales, no pertenecia del todo a ese mundo, que, por lo ddemés, le orargaba todos Jos signos de reconoci mieoto, a lo que dl coresponda con uns absoluca dedicaciin a sus deberes, Sencillamente, curnplia, sin complacencia ni €nfasis, pero también sin com- cesiones, su funcidn de caredricico, y de eatedritico de Filosofia: nunca se hacka el fldsof. Los que evo- can su recuerdo hablan de su vor gangosa y de su acento, 2 causa de los cuales pareca estar siempre enfadado, y también de la mirada sesgada, asociada 4 una sonrisairéniea, con la que acompafaba sus juicios sin indulgencia sobre las costumbres acadé- micas. Marcado por la sradicin de una region y de tuo ambiente donde, camo acestigus la vibracn de la vor o la erudeza de la micada, el cuerpo siempre ineerviene y participa en Is palabra, no estaba muy dispuesco a entar en Tos juegos gratutos del pen- samienta ittesponsable con los que algunas identi- 45 ficon la flosofia © en la exaltaciSn mistico-ltercia del pensamiento hildetlinoheideggeriano que en: ‘canta alos poetas pensadores Me habia romado afecro como consecuencia de uno de esos rimientos de simpacia de oFigen ‘oscuro para si misma, que luego arcaigan en la afi- nidad de los hthius, Recuerda que, después de que aprobé las oposiciones a profesor de enscfiana secundaria, me propuso un puesta en un liceo de Toulouse, pensando que me colmabs de felicidad al mandarme de nuevo al sterruios, y que Te mo- lesté mucho, incluso puede que le pareciera un dlesprecio, ver que lo recharaba (para oprar par el liceo de Moulins, que me quedaba mds cerca de Clermont-Ferrand y de Jil ppensé en tna tess, cud a Vuillemin). Cuando iy no a Jean Hippoly te, por ejemplo, coma otros, en una especie de re lacién de identificacién de la que muchos signos sme petmiclan creer que era reciproca (me habia preparado una carrera universitata y cientifica que era un caleo de la suya). Después, cuando iba a verle en su despacho de la ruc du Fou, me rerenia tardes enteras (buscaba en su biblioteca, para rego liemelas, separatas, a menudo dedicadas, de des cientificos exeranjetos, como Cannon) y to me rmarchaba hasta el anochecer. Me llamaba la aten cidn ver que su pensimiento y si palabra no ex perimentaban esas caidas de tensidn, para mi wan decepcionamtes, que observaba en tants filésofos 46 que yo conecia (algunos absoluamente deslam- brantes y profindos si hablahan de Kane o de Ma- lebranche), cuando se pasaba de los temas mas tée nicos de la flosofiao de la ciencia a ls cuestiones riviales de la vida. Decia, con extraordinaria for tuna en la expresin, cosas que me pateclan mos star gran independencia de criteria y profunda sa bidet Tras un perfodo de desavenencia (como be di cho, le sentS muy mal que no aceprara el puesto {que me habia reservaclo en el liceo Piesre-Fesmat de Toulouse, donde él habta iniiad su catrera), cea rnudamos nuesrrasrelaciones y conversamos a me nudo duraae los dias de mayo de 1968, que fue- ron para él una adversidad: forrmaba parte de esos candlidatos carentes de influencias que habian in- gresado en la ENS por puro milageo, y que lo ha- nian dado todo por ells, de moda que percibfan la sinapatia de sus aluranes (de mi generacibn) por el ‘movimiento estudiantil como una ericidn inspira da por el oportunismo o la ambicién. Me comen- taba, porguc, sin duda, lo estaba descubriendo enxonces, lo dificil que habia sido para él la adaptar cin al mundo escolae (por ejemplo, cuando ingre- 56, siendo adolescente, como alunyne interno en el liceo de Castelnaudary, n9 habia visto nunca un l- abo). Tengo la impresién de que tomaba concien- cia, por primera vez, de lo que le separaba de sus , Sartre o Aron (ése era un compaieros de la E jugador de tenis ce muy alto nivel micnicas que sélo jugaba al rugby), y de que, por macho que la Fuerea integeadora de la escucls republicana le hhubiera Hevado a olvidao 0 a reptimirlo, ee he cha era dl otigen, tl ver, de aquella especie de ma nente, oculto bajo un semblanee de Ia mas cordial ‘Dejé que outos asumieran el papel protagonis ca: poco les costs alaar st modesty su integra Y su igor. Ocasionalmente escribfa en La Depeche de Toulouse (ahi lo let, eo, por primera ve, duran cseribian en los grandes peviddicos parsiensess se resistié (G0 me refiero s6lo al periodo de la oc pacién alemana) a todas las formas de compromi- so con el siglo. Y aquellos que no le perdonan sus iicios despiadados, o su mera existencia, pueden incluso reprocharle haber cumplido su funcién de smandaria» hasta el final ~fue, sucesivamente, pro fesor de los cursos preparstorios para ingresar ch a ENS, profesor de esta insttucisn docente, inspec tor general de ensefanza universitaria y miembeo del tribunal que juzgaba a los eandidacos 2 profesor de ensefianza secundaria~ en ver de dedica tividades mis acordes com la imagen del flésof bye, Jamis concedié enerevistas, nunca hablé en la radio ni sald en a tlevsién, (He comprobado que 4B se teataba de un propésito delibersdo: cuando un amigo comin me dijo que, en ol supuesto de que hiciess na excepeién, podela eer por mi, le prope se encrevistarlo algdn dia, ys as preguntarme, con tana sontisa sacarrona, qué ema lo qué tan empes do ertaba et saber, me contd un montén cle eoxss muy personales, que nunca habia odo ni lela en ninguna pare, poto tomando la precaucién de ha- cetlo mientras fhamos caminando, por un eallejn de la Momtagne-Sainee-Genevitve, es decir, en unas condiciones en as que cualquier forma de grabar cin quedaba excluida.) Aunque Georges Canguilhem y ottos filgsofos, como Jules Vuillemin 0, de mi generacién, Jea Claude Parience, Henri Joly y Louis Marin, no ha- yan dejado de format parte de ella, par lo menos durante el prolongado periodo de tnsicion entre la Filosofia y las ciencias sociales (les daba a leer lo que escribfa, antes de publicarlo, y les hablsba dde mus investigaciones), mi vida cientiiea iba por ttros caminos. Para reconstruir el espacio de los posibles que se me ofecla, hay que empezar por escribir el estado de las ciencias sociales tal como se me presentaba, y, en particulas, la posicién rele tiva de las diferentes disciplinas 0 especialidades. La saciologia de aquel entonces es un mundo cerrado donde todas ls plazas estén asignadas; primero, la 49 generacion de los vereranas; Georges Gusvieeh, que tiene a ks Sorbona en uo puio hasto despétien, Jean Steere, que imparce lx psicologia social en la Sorbona y disige el Centio de Estudios Socioldgi- cos, asf como el Instituto Francés de la Opinion Dailies, yconrola e} Centro Nacional de ly Inver- tigacién Cientfic, y, por iltimo, Raymond Aron, recientemente nombrado en lt Sosbona, quien, para la percepeidn indigena, esponcineamente rel ional, se presenta como [a posibilidad de-una apercuea inesperada para quienes tracan de escapar de la alternativa de Ia sociologia teoricsta de Gur- vitch y de la psicologia ciemtifiisa y americanizada de Seaetzel: a continuacién, la generacisn de los j6- venes emergentes, cusrentones todos, o casi todos, {que se reparten la investigacin y los poderes seg, tuna divisién en especialidades, a menudo defini- das por conceptos de sentido comin, y claramen- te repartidas en feudas: la sociologia del trabajo, con Alain Touraine, Jean-Daniel Reynaud y Jean- René Tréanton; Ia sociologia de Ia ensefa Viviane Isambert; la socialogia de la rligibn, con Prangois-André Ise a sociologia rural, con Hlen- Fi Mendras; la sociologés urbaas, con Paul-Henti ‘Chombard de Lauwe, y la sociologia de ecio, con Joffte Dumazedicr; habia, sin duda, ottas provin- cias menores o margiuales que olvido. El espacio std balizado por tres 0 cuatio grandes revistas de seciente fundacién: La Reone frengase de socologie, 50 conttolada por Sroersel y unos cuantos «baronese de Ja segunda generaciin (Raymond Bousdon la he- redard pocos afios més ede), Ler Cabters interme Honaus: de socolegie, controlada por Gurvitch (y xe Balandiet), Archives ceuropéores de sociologe, fundada por Aron y dit nego heredads por Geo dda, con mucho rigot, por Eric de Dampiesre, y tunis cuatitas cevists de segunda fla mis, eseasa mente estructuradoras un poco, a ial que Geor igs Friedinann, del lado de lot viejos maestros Todo lo {que podia parecer nuevo, en el campo de ls cien- como Sociologie da raat y Enudes rule cas sociales, se encontraba enconces en la Escuela Prictica de Altos Estudios, inspisada por Fernand Braudel, quien, aunque eriico con mis primeros trabajos sobre Argelia, porque en au opinign no otorgaban suficiente espacio a la historia, siempre ime ha brindado un apoyo muy amistoso y muy confiado, canto en mi investigacién como en la gestidn del Ce Incomparable animador-agitador ciencifico que le tro de Sociologia Europea ~ pie qu eevee coche, Par, pe dae lene cuando ml aby sxaba uy Koad Ber condo, y cizamoe le conte lias, dicted) sibm de gus oliga a adurai todo a conto ir td, ren partclar Toque wd por spac spon la oan bina en investiga ye investiga: lo ident de fs invenigadoe, compesiin misma de luna de a nen bre y una mujer, un argelino yuna francesa, edie 1a (evoqué una pesqueta patte de las releiones quae me habla impuesto la realizacidn de este invesign- cidn en ol prdloga a la segunda parte de Tixl ee ‘rasailen}-+ el sentido misma de la investigacién se vuelve saspechoso, mas que nunca, para [os pro. ios investigados (zno se traard de polictis o de splat). Sospecia generalizada: en miiliples oc slones se presenean agentes del servicio de informa- «én, cuando se han marchado los investigadores, 2 inguitis a su vee sobre la naturaleza dela investiga cidn_ que dros han Mevado a cabo (durante cierto par efecruar mis invesigacionesen as chabols de los Salembie, me segula un coche de a pole, y de la SAE,’ responsable de aquel sector, que quer saber qué estaba haciendo al, Silo se puede sbrevivie, en senso propio, en semejante siaciin (que wmbién han expesimene tad ottos etndlogos, que inveitgan a los eam los del crack, como Philippe Bougois? 0 a ls bandas de Los Angeles, como Marin Sancher-an eis dase a pier pores ec Gane yon ‘lads polo lias, dexinada x eliza fancones ad tintratvas, sialsy de conta de plc eral 2. Philippe Bourges, Ev gute de ripen. Le onck & New-York, Pats, Seu. Lb), 2001 krowski}, a costa de una reflexividad permanente y prictica que resulta imprescindible, en las condi clones de urgencia y de peligio extremos, para in terpretar y valorar instancineamence la situacién y movilizar, més 0 menos conscientemente, las conor cimientos y habilidades adquitidos en la experien: cia social previa, (La vigilneia eefcca que incrodue je en mis investigiciones poseriores procede, sin dduda, de estas primerss experiencias de investi gacidn realizadas en unas condiciones en las que rnunca se da nada por seneado y todo se replantea y tuna vee mds cetiona constantemente. Y de ahi, In ivitacidn que no pueda menos que sentir cuan alo especalistas en sondeos, es deci, en la iovestiga cidn & distancia y por poderes, molesios por mis ‘objeciones (puramente cientificas) a sus peicicas, impugnan unas investigaciones, que, como las de La Mire du monde: ievplican toda la experiencia axlquirids, com eriicas aurogantes y puetiles.) Conseevo ast un recueido muy caro y preciso de cierto dia, en un centro de reagrupamiento de la 1. Matsin SanchenJankowki, Maud se the Sree Gang in Trbaw mere Soins, Bereey-Los Angeles, Univesity of Caliorin Pres 1991; ees gangs et a presse. Ta prodiction can mythe ncional, Ace dee sere ox snc cies, 1DI-1D2, mare de 1994, pis 101-117 2, ar Mire di monde. Ps, Soul, 1993 le al). (Le mera del mand dein de. Bours), Madd, Akal, 199, ad. de Howacia Pons] 75 penfosula de Colle [eampamentas a los que era conducida la poblacién rural, expulsada de sus al- ddeas, para que no prestara apoyo al ELN], en el aque el futuro de la investigacin, y tal ver. el de los neuestadores, depends un momenso de la res puesta que se diera a hx pregunta que nos plan teaban aquellos mismos alos que nos propaniamos investgar. "Todo habia emperado en Argel, en ef Instieuco de Estadistica de Ia alle Bib Azoun cuando Alin Darbel, fancionario del. INEEE wargado de shacer un muestreor de centros de = lo que, dada la falta de informa cones sobre las aldeas de origen, catecfa pri agrupamiento mente de sentido, me oftece, como par easualidad mis bien favorable la «Angelia francesin, era muy hostl ala inerusién de socidlogos en el sanct sanctum del INE! dos regions parsiculac- mente wdiliciless: Marmara, cerca de Ozléansvill y lt peninsula de Collo, la regida més comple: tamente controlada por el ELN, que habia con- templado incluso Ia posibilidad de insalar alli tun gobiemo provisional; fue uno de los objetivas principales de las grandes operaciones, lamoadas Challe ~blindsdos, helicépeeros paracaidistas tan devastadoras como iniitiles, de spacificaciin Por mucho que sea conscience del peligro yy mas vagamente, de lo arbirario de la elecci (se lo dije a Darbel [a vspera de la partida), decido ira Collo, com un equipo redueide: dos estudiantes jeds-noin 76 Isom o-qu ona Iori Agua de oie anol sible (en leis eaque gt» te el sored pantor supe, thoaen ke depen de Ke ont oe les Inet deepen apres, pwc Ue i ovetagctl an ove die que sae ls pon centre renner owt depen pero ye sas Me ‘Rent aloe Gesea genes ape be Glas bles, Lago ve oni Renaul Dat jh Carats pasta al ste Fauci tain ts rst nae Greer eelien sonosadie ds omit iets lvclleysenta bate Nor prope td log a Cal por caren see tro iis abblun 4 bu jones stipes axtigin Blume dela Eso Nocona de Adminis, So cnc tats gus ie one nfo a ela Nov alips a cee rena tus paande por Philippi El vije eae Phippele y< Feanets put de Cllo eral cla! pot fin voy a ver las cosas de cerca. Las montatias, a lo largo del tora, parecen arder. El subprefecto de Collo, que estaba antes en ” Romorantin, me hace saber que tengo que moe tragme peudente y que «podria haber ua fulso ster do» (organizado por el ejécivo frances). El core: nel Vaudtey (creo), anciguo comandante en jefe de Argel sahe que estamos ahi y quidnes somos (0 fi sguraba en Is lista roja, sin duda, desde mi servicio tniltas Io supe la mafiana del 13 de mayo de 1958 [ewando millares de pid-nois, con el ucito apoyo del ejecito, asataron el gobiceno general y pidie ron la plena integraciéa de Angelia en Francia y la ‘ucla al poder del general De Gaulle] por boea de uno de mis alunos pied-noirs aunque absoluca mente conscientes de iis posiciones sobre Argelia yo habia pronunciado una conferencia euyo tit Jo, «Sobre Ie culkura argeinae, eta del rodo canspuc renge en el contexto de la paca, y ala que los est antes augelinos, suspendiendo su huelga, habia asistido masivamente- y aunque en absoluto desa- cuerdo con Io que yo les contaba, sin provocacién, pero también sin concesiones, sobre la diferencia entre los efectos de la situacién colonial y los de la aculturizacién consecutivas a los ecantactos de ci vilizciones), muy de moda en la etnologia ame ricana de la época, habian queride a toda costa advertitme de que mis me valia desaparscer y per manecer oculto; pura convencerme de que estaban bien informados, me preguntan si conoeca a Gé rard Lebrun, uno cle mis argos, entonces profe de filo en los cutsas preparstorins para la ENS de Ar 8 wimvsmo, en Ia lista de ls personas el, que fi posiblemente, al igual que aque hay que neutral al matensitico comunista Maurice Audin, que «de saparecid» en 1957). También mse entero de las ma las intenciones de Ia autoridad militar a uavés de tan joven estudiance de la Escuela Central de Inge- nievia de Pari, que, coneratia a a guerra de Arge- n dei y ver por acogerse al henefcia de las estancias or- lia, solicit, para estar en disposi: ganizadas por el ejdrcita para convert los jovenes a la «Ageia feancesan:destinado en Colla, real con nosotros los estudios de campo. Decido ira Ain Aghbel, «unos veinte kilime- tros de Collo, Un eapitin de la SAB, que no parece ‘entender (0 lo entiende demasiado bien) qué hemos venido a hacer, quiere hospedarnos en el puesto mi Tit. Me niego ¥ vamos a insalarnos en el antiguo colegio, fuera del perimetro protegido, pero en tert toria neutzal (lo que me parece muy importante para estar en disposicin de llevar a cabo la investi- ‘g1eién). Por las noches, mientras erabajamos, Sayad yo, hasta alas horas de la madrugada, anorando las abservaciones recogidas durante e dia, no paran de pasar sombras a nuestro alrededos. Cada mattana recorremos unos diez kilametzos en mi pequefo Re- nault Dauphine, pot ua desfladero muy’ propicio para los arentadas, verdaderos falas (el capicin de Ja SAE seri atacado por el ELN poco después de ruesta partida; ya no recuerdo cémo lo supe, al 9 vex por Salah Bouhedja, a quien conoet all’ y que Juego vino a trabajar can nosocros al Centro, en Pa ris) El dia de nuestra ilegada al reagrupamiento hay un grupo de hombres sentados debajo de unos gran des olivos (conservo todavia toda una serie de foros tomadas unos dias después), Dejamos el cache y avanzames hacia ellos apie, Algunos tenen un vo- laminoso bulto debajo de la chilaba, Una de ellos, muy moteno, de cabera eedonda, bacbita cores, to cada con un sombrero de asteacin gris que Io dif rencia de los demés (es uno de los vhijos» [es decie, miembros de la exbilal Bouafer, y resultard ser un amahbul, personae ihuminado e imprevsible, peto, to obstante, cou mucho predicamento y muy respe tado, que tiene un hermano Hari [arglino al servi Bb gue me geen erpliaconer prope sie) eke da lab vec tess reteset voy de vehculos ltrs, me obligon 2 dec ine 70 dur macha ade er unn Cat del INES A Aga que dec Gu aba aust a cei fa de savocondacto 2 ante ls autoridades militares, siempre extrafadas de tencontearme en lugares tan poco recomendable) De ahi vienen todas las situaciones de desfise, por exceso 0 por defect, 0, mej ain, fo, en las {que me he encontrado sn cesar en mis wlaciones con cl munda intelectual, Por ejemplo, fa abservacion de los reagrupamientos permicla anticipar y anursciar cde una forms gotalmente conerainuiiva, € iotem- peta, que eos lugares apresuradamente deseitos Eomo una especie de campos de concenracidn sub: sisiefan en su mayor pare después dela independen- :nos lugares, itontas de la hci, os ant: cia enal tos pucblos de origen se han convertido, para sus hhabitantes eagrapados en el lano, en una especie de resiencias secundaran); o que las granjas en regimen de autagestén, sueio dorado de algunos spardillos: vcimas del encusasmo revolucionaro, iran a parar a angelina de teenécratas autoitarias, o del ejrcito, 0 incluso de los grandes porentados de un sneofeudalismo soci lisa, como dint mis adelante M’hamed Boukhobra 1 propésito de las grandes fincas que algunos altos tlignataris de la Argelia ssocalstaw habian constiul- do en la zona de la Cabilia al sur de Constantin! fas manos de una pequefa bur 1. Mthamed Ronkhobea, Siac fines et chan serene socin-eonomiqoes, Argel Tstivt ational dudes Sedanace pour la plantcstion, 1982 (con Mohammed Khalad y Taman Sa 83 (Debo recordar qu el inmenso respaldo que mis an- Uiipaciones realists y, a menudo, bastante desencan- ‘ads y, por ello, algo escandalosas en tiempos de en- tusiasmo colecivo, han recibido enere amistdes argelinas que sin duds, frato de ls alnidad de los ho bras -pienso, encre muchos orto, en Leila Belback nie, Mouloud Ferzoun, Rokande Gatése, Moulah Hennine, Mimi Bensmatne, Ahmed Misra, Mah- foud Nechem, Abdelmalee Sayad-, me ayudaron a concebir uns repeesencacién que fuera a la ver insima y distance, avena y, por deciro ast, afeceuos, cardial Sin ser ingenu, © bobs.) La tansformacién de mi visién del mundo, ‘que ha ido pareja con mi paso de la filosofla la s0- ciologia, y de 12 que mi vivenciaargelina represen- ta, sin duda, el momento erttico, no es, ya lo he dicho, facil de deseribir, sin duda, porque se com: ppone de la acumulacién insensible de fos cambios que paulatinamente me han sido impuestos por ls expetiencias de la vida o que he Hlevado a cabo a costa de toda una labor sobze mi mismo, insepara ble dela labor que estaba efectuando sobre el mun- do social. Para dar una idea aproximada de este aprendizaje, que he descrito menudo como une ‘niciacién (sé que este lengusje sorprendess a los adeptos de una visién brutalmente reductora de Ja sociologia,ritualmence descrits, en especial en la 84 censefanza flosdtica, como reductoray llanamente positvisa), me gustarta volver sobre la investiga cid. que Hevé a cabo, en paralelo con la que = ‘aba realizando en el mismo momenco en Arglia, «4 propésito del celibato de los primogénitas en el Beame, y que dio higar a tes articulos sueesivos, sxparados, cada cual, de anterir, por diez 0 quince aos. Tal ver no esté del codo fuera de lugar consi dderat como una especie de Bildengroman intlec ‘wal la bistoria de esta investigacida, que, centrsn dose en los sufrimientos y Ine dramas que san lunidos alas rlaciones entze los sex03 en la sociedad campesina és es, miso menos, ef dele que le hhabia pucsto, mucho antes de la emergencia de los sgoider studies, al aeticulo de Les Tensps modernes dedicado a este cema-, constituyé la ocasin y fue cl operador de una auréntiea conversion, Bl céimino 1, «Cia er condition paps, ade roa 5-6, abil sepiembre de 1962 pgs. 32-136 -Les erate ma tuimoniaes dans le sytne de productions, Arnal, 45, ilfocsube de 1972, pas 1105-L127, «Reprogiesion in ‘enfie. La dimension symbolque de la drninaton éoo00 mig, Eoudes rare: 113-114, ener-junio € 1989, pigs 15-56. Los ae acculs se publisronreopiados en Le Bat sh laters Ce de saci panne on Barn, Pais Scull, 2002 (2 bale e fon stra. Bogen, Anagrams, 200, ad. de Thomas Kut 2 ss clans eate Ks sexes dans I soc pay es, Ls Temps moderns 195, agosto de 1962, gs 307-331 85 no es, sin duda, demasiado fuerte para designar Ia transformacién a la vex inteleccual y afecciva que ime llevd de la fenomenologia de la vida afectiva (fruto tal ver también de las afecciones y de las afficciones de Ia vida, que se erataba de denegarsi- biamente) a una prictica cientifica que implice una Visidn del mondo social ala vex mis distanciada y rds elisa, Feta teorientacin intelectual contenia tuna sere de implicaciones sacales de imporianci sc realizaba, en efecto, a teavés dal paso de la filoso. fia la ecnologla ya la sociologla,y, dencra de éta, 4]a sosiologia rorl,situada en lo mas bajo denero dela jerarquia social de las especialdades, y la ce nuncia cleciva que implicabs este desplaramien to negativo en las jerarquias no habria resultado, sin duu, can ficil si ne hubiers ido parejo con el suefio confuso de una reincepracién en ef munda natal En mis investgaciones sobre el teren0, en abil, sola referime a menudo, ara defendere conte la sociologia espontinea de mis informado 123, a los campesinos bearneses: ene esa unidad social que aut se Hama arn o alls tharrabth ins wrtalidads que la entidad vagumente definida que en el Bearne se llama lon beat fons bess el conju de los vecis, y ala que algunos eadlo- g0s de Europa, sguiendo los pasos de un cxdita local, han conlerido un extacuscientfcamente re- ‘eonocido? 2No habia que levar a cabo la investiga- 86 cin dizectamente en ol Bearne para objeriva la ex- periencia que me servia,consciente o inconsciente ‘ence, de punco de referencia? Acababa de deseu: bri, gracias a Raymond Aron, que lo habia tratado personalmence, la obra de Schiez, y me pareca in- teresante poner en tela de juicio, como el fenome- nilogo, la relacisn familiar con el mundo social, pero de forms casi experimeneal, romanda como objeto de un anilsis objetivo, incluso objetivista tun mundo que resoltala familiar, donde todos los agenees eran nombres de pila, donde todas las for ras de hablat, de pensar y de actuar se daban para nntido, y objecivar, al mismo tiempo, ri por dese ri rlacin de familiaridad con este objeto, y Ia di ferencia que lo separe de la rslacién cientifica a la que, como estaba haciendo yo en la Cabilia, se llega mediante una labor que cuenta con instruc mcntos de objeivacidn, como Ia genealogiay la es radistica En el primer testo [+Celibato y condicién cam pesinas], escrito a principios de los afi sesenta, en tun momento en ef que la etnografia de ks socied des curopeas apenas existe y en el que la sociologta rural se mantiene resperuosamente alejada del ote- reno», me proponge la resolucién de enigma so- cial que constituye el celibato de los primogéniros cn una sociedad concida por su exigerado apego al derecho de primogenitura, Todavia muy pr6x- ‘mo a li visién ingeoua, de la que, sin embargo, 7 precendo alejarme, me lanzo a una especie de des

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