División celular
Concepto de ciclo biológico
El ciclo biológico o ciclo vital son las diferentes etapas a lo largo de la vida de un
organismo. Incluye una serie de cambios característicos que sufren los organismos
desde su origen hasta alcanzar el estado adulto.
En el ciclo biológico de cualquier especie pueden distinguirse las siguientes
fases:
• Fase inicial. En muchos organismos, el ciclo vital comienza con una fase
unicelular. En los organismos pluricelulares, esta primera célula será la
precursora de todas las del nuevo organismo. En algunos casos, el nuevo
individuo no se origina a partir de una única célula, sino de un grupo de células
desprendidas del progenitor.
• Desarrollo. En esta fase se producen cambios de tamaño y forma, así como la
diferenciación de estructuras internas. El desarrollo finaliza cuando el nuevo
organismo ha alcanzado las características propias de los adultos de su especie,
incluida la capacidad para reproducirse.
• Reproducción. Es la fase en la que los
organismos producen “unidades
reproductivas” que darán lugar a
nuevos individuos con las
características de los progenitores. Una
unidad reproductora puede ser una
simple célula, como la célula huevo, o
bien un conjunto de ellas.
El ciclo celular
El ciclo celular o ciclo vital de una célula
comprende el período de tiempo que va desde
que se forma la célula, es decir, desde que
nace, hasta que se divide, dando lugar a
nuevas células.
En un ciclo celular se diferencian dos
etapas: una etapa inicial de larga duración, en
que la célula presenta núcleo, denominada
interfase, y una etapa final corta, en que la
célula presenta cromosomas, denominada
división, ya que la célula acaba dando lugar a
dos células hijas. Al final de la interfase, es
cuando se realiza la duplicación del ADN. Esto
permite que luego, durante la división, cada célula hija pueda recibir la misma cantidad
de ADN (el mismo número de cromosomas) que tenía la célula madre.
La etapa de división consta de una
sola fase denominada fase M (M de mitosis).
En ella el núcleo se desintegra, la cromatina
(largos filamentos de ADN, muy finos,
entremezclados y desespiralizados) se
condensa (los filamentos de ADN se hacen
cortos, espiralizados y se individualizan) y
forma los cromosomas. Comprende la
división del núcleo o mitosis, también
llamada cariocinesis, y la división del
citoplasma o citocinesis.
La fase M sólo dura una décima parte,
o incluso menos, del total del ciclo celular.
Tipos de reproducción celular
En las especies eucariotas pluricelulares se pueden distinguir dos tipos de
células: las células diploides, que son las que tienen dos ejemplares de cada tipo de
cromosoma (poseen dos juegos de cromosomas, uno heredado del padre y otro de la
madre), y que se simbolizan como células 2n (siendo n el número de tipos diferentes
de cromosomas presentes en cada célula), y las células haploides, que son las que
tienen un solo ejemplar de cada tipo de cromosoma, y que se simbolizan como células
n. Se denominan cromosomas homólogos aquellos que tienen información (igual o
diferente) sobre los mismos caracteres; son, pues, del mismo tipo.
Por ejemplo, en la especie humana, en la que n es 23, las células diploides, que
son las que constituyen la estructura del
cuerpo y que se denominan células
somáticas, tienen 46 cromosomas, mientras
que las células haploides, que son las que
sirven para generar nuevos individuos y que
se denominan células reproductoras o
germinales, tienen 23 cromosomas.
Basándose en esta dualidad se
distinguen dos tipos de reproducción celular:
la división generadora de células con
igual número de cromosomas, en la que
hay un proceso de división del núcleo
denominado mitosis, y la división
generadora de células con la mitad de
cromosomas, proceso que recibe el nombre
de meiosis.
Mitosis
Es un tipo de división nuclear que se
da cuando se han de generar células con
igual número de cromosomas que la célula
madre.
Debido a la mitosis, en los seres
pluricelulares, todas las células somáticas
tienen la misma dotación cromosómica que
el cigoto, es decir, que la primera célula del
organismo.
Aunque la mitosis es un proceso
continuo, en el se pueden distinguir cuatro
fases:
1. Profase:
• Se parte de la célula en reposo, es
decir, cuando no está en división.
• El núcleo aumenta de tamaño y los
cromosomas empiezan a hacerse
visibles.
• Cada cromosoma aparece dividido longitudinalmente en dos mitades, cada una de
las cuales recibe el nombre de cromátida.
• La membrana nuclear va desapareciendo poco a poco y también los nucleolos.
• En el citoplasma, los
centrosomas se
dividen y se dirigen
hacia los polos de la
célula.
• Entre los centriolos del centrosoma, aparecen unas fibras finísimas que
constituyen el llamado huso acromático.
2. Metafase:
• Los centriolos ocupan los polos de la célula y entre ellos se diferencia
perfectamente el huso acromático.
• Los cromosomas se sitúan en el plano del ecuador de la célula, perpendiculares a
las fibras de huso acromático.
• Los cromosomas se unen a los microtúbulos del huso acromático por su
centrómero.
3. Anafase:
• Las fibras del huso
acromático que han
tomado contacto con
los cetrómeros
empiezan a acortarse.
• Como consecuencia de
lo anterior, las dos
cromátidas de cada
cromosoma empiezan a
separarse.
• Poco a poco van desapareciendo las fibras del huso
acromático y las cromátidas se dirigen hacia los polos de la
célula.
4. Telofase:
• Las cromátidas, que ya pueden considerarse cromosomas
completos, empiezan a apelotonarse, como en la fase de
reposo.
• Desaparece totalmente el huso acromático.
• Se inicia la división del citoplasma, pues aparece un surco
periférico que progresa y estrangula a la célula madre
hasta dividirla en dos células hijas.
• Se reconstruye la membrana nuclear y las células hijas toman el aspecto de
células normales en reposo.
División del citoplasma o citocinesis
En las células animales la división del citoplasma se realiza por estrangulación y
en las células vegetales por tabicación.
• En las células animales, a la altura del plano ecuatorial del huso acromático, bajo
la membrana plasmática se forma un anillo de filamentos contráctiles que se va
estrechando hasta separar las dos células hijas.
• En las células vegetales se forma un tabique de separación entre las células
hijas, denominado fragmoplasto, a partir de vesículas derivadas del aparato de
Golgi.
La reproducción
La reproducción es la capacidad de originar nuevos individuos, iguales o muy
parecidos a los progenitores. Es el fenómeno mediante el cual los seres vivos producen,
a expensas de su propio organismo, células o grupos de células que, al separarse de
este, se convierten, directa o indirectamente, en nuevos individuos.
Hay dos tipos de reproducción:
• La reproducción asexual. Se caracteriza porque, salvo mutación, los
descendientes son genéticamente idénticos a su único progenitor. No existe
intercambio de material genético, ya que los nuevos seres se originan a partir de
un único progenitor que duplica su material genético por medio de la mitosis y,
por tanto, tendrán idénticas características a él. En la reproducción asexual no
intervienen gametos. De un solo individuo, se separa una unidad reproductora
constituida por una célula (espora, originada por mitosis, capaz de originar un
nuevo individuo sin necesidad de unirse a otra célula) o por un grupo de células
(multiplicación vegetativa: fragmento de células del progenitor) que dará lugar
tras su desarrollo, a un duplicado del progenitor. Así se reproducen los
organismos unicelulares y algunos pluricelulares (vegetales) que la utilizan como
alternativa a la reproducción sexual. En los metazoos, este tipo de reproducción
se limita a animales poco evolucionados (poríferos y celentéreos).
Las principales ventajas de la reproducción asexual es que es muy eficaz, es
decir, produce muchos descendientes en poco tiempo; un solo individuo puede
dar origen a una población más o menos numerosa; no se requieren células
especialmente diferenciadas, lo cual permite que, en algunas ocasiones,
cualquier célula pluripotencial se diferencie como célula reproductora.
Por el contrario, la reproducción asexual tiene el gran inconveniente de que
al ser los hijos casi idénticos al progenitor, la variabilidad genética es
prácticamente nula y, por tanto, las respuestas son las mismas ante unos
posibles cambios adversos del medio, lo que supone un peligro para la
supervivencia de la especie (escasa capacidad de adaptación a los cambios del
medio).
• La reproducción sexual. Es aquella en que los descendientes son
genéticamente muy diferentes de su progenitor o progenitores. Las diferencias
genéticas de los nuevos individuos se deben a que se han formado a partir de
unas células especiales haploides, las denominadas células reproductoras
sexuales (meioesporas y gametos). Éstas, o sus antecesoras, se originan
mediante una división denominada meiosis en la cual se produce una
combinación al azar de genes entre cada dos cromosomas homólogos, por lo que
el cromosoma de cada pareja es diferente en cada célula sexual.
Los gametos se diferencian de las meioesporas en que, mientras los
gametos precisan unirse dos de ellos, de diferente sexo, para dar lugar a una
célula con capacidad de dividirse, las meioesporas no. Las meioesporas se
desarrollan directamente y, sin unirse a otras células, originan un nuevo
individuo.
La reproducción sexual da lugar a pocos descendientes. Deben intervenir,
generalmente, dos individuos. La rapidez de la reproducción es menor. Requiere
la formación de células especializadas, resulta muy aleatoria porque es preciso
el encuentro de los gametos. Sin embargo, permite una gran variabilidad génica
en la descendencia que resulta de la mezcla del material genético de dos
organismos diferentes ⇒ una mayor capacidad de adaptación a los cambios
ambientales.
Así se reproducen la mayoría de los organismos pluricelulares.
En los organismos unicelulares, todo el organismo interviene en el proceso
reproductor. En los pluricelulares, la capacidad reproductora queda limitada a unas
células reproductoras o germinales, el resto del organismo pierde la capacidad
reproductora o únicamente la manifiesta en procesos de regeneración (células
somáticas). En los organismos pluricelulares, las células no especializadas en la
reproducción constituyen la línea somática o soma.
Tipos de reproducción asexual
Existen varias modalidades de reproducción asexual:
• Bipartición. Se da en organismos unicelulares (protozoos, bacterias y algas
unicelulares). En ella la unidad reproductora está constituida por toda la célula y
la reproducción se lleva a cabo por división de esa célula en dos partes iguales.
Primero se divide el núcleo por mitosis y, después, se divide el citoplasma en dos
citoplasmas hijos iguales cada uno conteniendo un núcleo.