autoridad del juez, burlar al gendarme, poner en ridculo a los millones y millones de pesos invertidos en seguridad, de recobrar el control sobre nuestras propias vidas. No tiene nunca que ser negada ni menos despreciada. A lo largo de la historia, siempre ha sido un arma fundamental de l@s revolucionari@s. Muchas veces lograda, muchas ms intentada, pero persistentemente presente en el instinto de cada sujeto encerrado en aquellos centros de exterminio. Helicpteros, tneles, saltos a alambradas, motines y disfraces han sido parte de las formas que toma la salida a la calle por medios propios. No olvidemos que a la crcel hay que destruirla y negarla en todos los mbitos de la vida, tampoco olvidemos en la necesidad de solidarizar con quienes ya lo han hecho o intentado. Derrumbar los muros, destruir las alambradas, serrar los barrotes Ni la mxima seguridad de cualquier penal podr detener la combativa solidaridad entre explotad@s.
Experiencias y Reflexiones Antiautoritarias acerca de la Clandestinidad