encuentra deshabitado con pocas seales del paso del hombre. En el tercer nivel
se ve una mayor actividad, en el cual se encontraron puntas de proyectil, raederas
y algunos raspadores cortos y pequeos, como tambin restos animales.
Por otra parte en la cuarta y quinta etapa escasean hallazgos arqueolgicos y solo
presenta cenizas volcnicas con arena. Esto se debe segn las explicaciones de
Cardich a la actividad del volcn Hudson, lo que oblig a la especie
Casapedrenses a desalojar el lugar.
Al bajar, la humanidad se refleja cada vez ms ya que en las niveles 6 y 7 se han
encontrado restos de los Casapedrenses que habitaban hace unos 7.500 aos.
Las herramientas en ese lugar se basaban en lminas retocadas en los bordes,
raspadores largos, cuchillos y raederas que le servan para la caza del Guanaco,
de los cuales se aprovechaban su piel y huesos.
Poco a poco segus sumergido en la maravilla de la profundidad y los indicios de
la civilizacin antigua son notorios, en el noveno y dcimo nivel hay una cultura
toldense muy marcada que data de hace aproximadamente 11.000 aos. Los
restos siguen siendo instrumento de caza pero se le agrega a lo anteriormente
mencionado puntas bifaciales, puntas subtriangulares finas.
Por ltimo en el nivel 11 se encontr piezas unifaciales, sobre lascas anchas,
constituyendo artefactos grandes, toscos, con pocos retoques en los bordes;
algunas raederas y raspadores. Adems hay una presencia de manifestaciones
rupestres como la cueva de las manos.
En la misma zona a 250km del lugar tambin se ha encontrado la presencia de los
Casapedrenses en Piedra Museo hallado por la Dra. Laura Miotti de la UNLP,
quien descubri un fragmento de punta de lanza, conocida como "cola de pez".
Est tallada en ambos lados con una acanaladura central para optimizar su
amarre. Otro de los puntos importantes del lugar es que se hall restos del
perezoso gigante y equino sudamericano.
Miotti en sus declaraciones record que ese ao me di cuenta de lo que
seguramente represent el sitio para los cazadores-recolectores nmades que
habitaron la Patagonia en el Pleistoceno final: un refugio estratgico de
importancia, abrigo, agua y enormes posibilidades de caza.