Sauce
Lirismo de invierno, rumor de crespones,
cuando ya se acerca la pronta partida;
agoreras voces de tristes canciones
que en la tarde rezan una despedida.
Visin del entierro de mis ilusiones
en la propia tumba de mortal herida.
Caridad vernica de ignotas regiones,
donde a precio de ter se pierde la vida.
Cerca de la aurora partir llorando;
y mientras mis aos se vayan curvando,
curvar guadaas mi ruta veloz.
Y ante fros leos de luna muriente,
con timbres de aceros en tierra indolente,
cavarn los perros, aullando, un adis!
Yeso
Silencio. Aqu se ha hecho ya de noche,
ya tras del cementerio se fue el sol;
aqu se est llorando a mil pupilas:
no vuelvas; ya muri mi corazn.
Silencio. Aqu ya todo est vestido
Trilce
Hay un lugar que yo me s
en este mundo, nada menos,
adonde nunca llegaremos.
Donde, an sin nuestro pie
llegase a dar por un instante
ser, en verdad, como no estarse.
Es ese un sitio que se ve
a cada rato en esta vida,
andando, andando de uno en fila.
Ms ac de m mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.
Ya podis iros a pie
o a puro sentimiento en pelo,
que a l no arriban ni los sellos.
El horizonte color t
se muere por colonizarle
para su gran Cualquieraparte.
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia l un hombre
y le dijo: No mueras, te amo tanto!
Pero el cadver ay! sigui muriendo.