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Georg Simmel = EL INDIVIDUO Y LA LIBERTAD ENSAYOS DE CRITICA DE LA CULTURA Traducci6n y prologo de Salvador Mas daniel hicrnaux nicolay ediciones peninsula ® ‘que se manifieste aniformemente tanto en los hechos sociales Gomo en los materiales? ¢Fstan dirisidos los movimlentos Sociales por el principio de ahorro de Ia energis, estan diri- ides por motivos materiales o por motivos ideologicos? Ob- Viamente, este tipo de preguntas no es contestable por el ca Imino de la constatacién de hechos; se trata, mas bien, de la interpretacidn y explicacién de hechos constatados ¥, por esto, de conducir lo relativo y problemético de la realidad mera: Iente social s una visin global que no entra en competencia fon la empiris, puesto que sirve a nccesidades completamente Gliferentes de las de ésta, Las grandes urbes y la vida del espiritu Los mis profundos problemas de la vida moderna manst de Ia pretension del individuo de conservar la autonomia y pecullaridad de su existencia frente a la prepotencia de la Sociedad, de fo histéricamente heredado, de Ia cultura externa ¥de la téoniea de Ia vida (Ia sltima transformacion aleanza- fa de Ia lacha con la natursleza, que el hombre: primitive luo que sostener por si existencla corporal), Ya'se trate de la llamada del siglo xvrrt a Ia Hberacion de todas las Vign- zones historicamente surgidas en el Estado y en la religion, n'a moral y en In economia, para que se desarrolle sin tabas Ia originariamente naturaleza buena que es Ia misma fn fodos los hombres: ya de Ta exigencia del siglo x1x de june tar ala mera Ibertad la peculiaridad conforme a la division {el trabajo del hombre y su realizacién que hace al individuo particular incomparable y lo mas indispensable posible, pero fque por esto mismo lo hace depender tanto més estrechamen fe de la complementacién por todos los demas; ya. vea Nietzsche en Ia Iucha més despiadada del individuo o ya vea, cl soeialismo, precisamento en la contencién de toda compe- tencia, ta condeién para el pleno desarrollo de los individuos; fen todo esto acta el mismo motivo fundamental: la resisten- fa del individuo a ser nivelado y consumido en un mecanismo {Genicosoeial. AM donde son euestionados los productos de Ta vida especifcamente moderna segtn su interiaridad, por ‘si decivlo, el cuerpo de Ta cultura segin su alma (tal y como ‘esto me incumbe a mi ahora frente a nuestras grandes cindae fes), al deberd investigarse la respuesta a Ia ecuscién que tales figuras establecen entre los contenidos individuales de la vida y los supraindividuales, las adaptaciones de Ta_perso- nalidad por medio de las que se conforma con las fuerzts ‘que Te son externas. I tundamento psicolétco sbre equa se ala tipo de 7 individealidades urbanitas es el acrecentamiento de ta vide nnerviosa, que tiene su origen en el ripido e ininterrumpido Tntereamiblo de impresiones internas y externas. El hombre eS ‘un ser de diferencias, esto es, su consciencia es estimulada ‘por Ia diferencia entre Ta impresién del momento y la impre- 21 ‘sin. precedente. Las impresiones,persistentes, Ia insignlfi ‘cancia de sus diferencias, las regularidades habituales de sui transcurso y de sts oposiciones, consumen, por ast decirlo, ‘menos constiencia que la ripida aglomeracion de imdgenes ‘cambiantes, menos que cl brusco distanclamiento en cuyo in- terior Io que se abarca con la mirada es la imprevisibilidad de Impresiones que se imponen. En tanto que la gran utbe crea pprecisamente estas condiciones psicologicas (a cada paso por Ia calle, com el tempo y las multiplicidades de Ia vida econé- mien, profesional, social), produce ya en los fundamentos sen- Ssorlaies de la vida animica, en el quantum de consciencia que sta nos exige a causa de nuestra organizacion como seres de [ Ja diferencia, una profumds oposicion frente a la pequeta ciu- dad y la vida del campo, con el ritmo de su imagen senso-espi- tual de la vida que fe més lenta, mas habitual y mas re- ular. J. _.A partir de aqui se torna conceptuable el cardcter. ines: | twalista de Ia vida animica urbana, frente al de la pequefia | dit ae estima ben eno entinienoy en as sl jobes conforme a la sensibilidad, Pues éstas se enraizan en los estratos mas inconsclentes del alma y erecen con la mayor rapide en Ia tranguila uniformidad de costumbres ininte Frampidas. Los estratos de nuestra alma transparentes, cons: lentes, més superiores, son, por el contrario, el lugar del en- tendimiento, El entendimiento es, de entre nuestras fuerzas interiores, Ia més capaz de adaptacidn; por lo que sélo el seutimiento més conservador sabe que tiene que acomodarse ‘al mismo ritmo de los fenémenos. De este modo, el tipo del lurbanita (que, naturalmente, se ve afectado por cientos de ‘modificaciones individuales) se crea un érgano de defensa Irente él desarraigo con el que le amenazan las corrientes ¥ discrepancias de su medio ambiente exterao: cn lugar de ‘con el sentimiento, reacciona frente a éstas en Io esencial con el entendimiento, para el cual, el aerecentamiento de la cons- Ciencia, al igual que produjo la misma causa, procura la pre- rogativa anfmica, Con esto, Ia reaccién frente a aquellos fe- Peete eapiate al Crear pe duien eae acheeoue distante al maximo de la profundidad de Ia personalidad, Esta racionalidad, reconocida de este modo como Un pre- servativo de la vida subjetiva frente a la violencia de la gran ciudad, se ramifica en y con multiples fenémenos particula- res, Las grandes ciidades han sido desde tiempos inmemo- Fiales la Sede de la economia monetaria, puesto que la multi- 248 pllcliad y aglomeractén del intereambio econmico propor: Sana al iota Oo Caro) Ga leper tn ae et Biera legado en la excaser de trueque campesinos Peo. ceo? noma monetaria "dominio. del eatedimiento ata eh le is profes coneiton Tes es oman Ia pura objetvidad et Ltrato con hombres} cosas, en el que s¢ emparcia a menu do nn jstcin formal com una duremadespladnds. El hombre Dramente racial es iniferenteTrente a todo To auteaticn ‘mente individual, pues a partir de eso resltan flaclones y ‘acclones que-no se gotan con el etendimiento 1gico (Pre sisamente como en el principio cl dinero nose presenta Ta {ndividuaidad de los endmenos) Paes el Sines 501. pre funta por aguell que lee es comin a toSes, por el vlon de Cari doe mea ads halid ¥ iodh peared sobre ze dela pregunta por el mero cuanto, Todas lag react: es aninicas ene pereonss se Tundameatae i Sor ait cine renciones-conforme al eatendh ‘leno el co fos hore como co aes oma”) on clementos en ef inference que 201 tenen interes por Ser prestacion-objetvamente-sopesable al ial que-aL ME Tene oewamente pestle ol nal ae alae | entes y bastante'a-menido con las pertonae de 00 Geulo”| Sod Gv contraposicion cael caver del etremo mas pe quiet ene! que el inevitable conocmlento dens tit bauer proces G61 taste modo yetabteneTte Una Coors cos" det eomportamfento plena de sentiment, un mas aN de soperar objetive We presacion contrsprestacion, 2 Ti esencial en st ambito picoogic-economico ee aqut que en reactones mis primitives se produce pars el elem au cncarga la mereancia, de modo que prodctor ¥ constmigor ‘come tue Penang en ada 9 treeasl por completo de a producsion pe meteado, Eat citer Consumigores completamente estonocidor: que HIB fenton en Tn esfera de accin Wel sutentco producion, En VirTurae @sto, eT Tntehés de ambos partidos adgutere uma ob- jeliidad dempiadads; su egotemo conforme a entendimiento Calculador econémico no debe temer ninguna. desviacin. por tea imponderahies de is relacionc personas. ¥, evideste: iment, esto esti en nn, Interaccion Ga stator‘ conomia:monetars, a cual donna en i grandes cladades Ya liminado agit low ultinos restos de In produaclén Dropia'y del itercamivoinmediato de mercaneiasy reese faa ved ms de dla en dia el trabajo para clientes, que nadie 29 sabria decir si primeramente aquella constitucién antmica, Intelectualista, exigiG la cconomfa monetaria o si ésta fue el factor determinante de aquélla, Solo es seguro que Ta forma Ge la vida urbanita es el Suelo mas abonado para esta interac: To que tan sélo desearia justificar con la sentencia det Inds importante historiador inglés de las constituciones: en fl tanseurso de toda Ja historia inglesa, Londres nunca actué tomo el corazén de Inglaterra, a menudo actu6 como su en- tendimiento y siempre como su bols, "En un rasgo aparentemente insignificante en Ia superficie de Ia vida se uniftean, no menos caracteristicamente, las mis- fn corrientes animicas. El espiritu moderno se ha convert 9 cada vez més en un espirita calculador. Al ideal de la siencia natural de (ransformar el mundo en un ejemplo arit, Iitico, de Sjar cada una de sus partes en férmulas matemé tices, corresponde Ia exactitud calculznte a la que la econo. ‘mia monetaria ha levado la vida préctica; 1a economia mo- netaria ha lenado el dia de tantos hombres con e1 sopesar, tl calcular, el determisiar conforme a mimmeros el reducir va lores cualitativos a cuantitatives. En virtud de la esencia cal- cilante del dinero ha legado a la relacién de los elementos Ge la vida una precisién, una seguridad en Ia determinacién fe igualdades y desigualdades, un caréeter inequivoco en los facuerdos y convenios, al igual que desde un punto de vista fextemno toda esto se ha produclde por Ia difusion generaliza- {a de los relojes de botsillo. Pero son las condiciones de la ‘gran ciudad Ins quie para este rasgo esencial son tanto causa ‘come efecto. Las relaciones y asuntos del urbanita tipico acos- complica (, por Ia aaglomeracifn de tantos hombres erese ten dos se encacienan entre'st sus Telacfones y acciones ea un or- ganismo-tar-potinémico, que sin Ta mis exacta puntualidad fen ef cximplimiento de Tas obligaciones y prestaciones, el tode se derrumbaria en un cios inextricable, Si todos Tos relojes de Berlin comensaran repentinamente a marchar mal fn distintas direceiones, aunque s6lo fuera por el espacio de tina hora, todo su tréfico vital econémico y de otro tipo se pperturbaria por largo tiempo, A este respecto es pertinent, fn apariencia todavia de forma externa, la masnitud de ‘istincias qué convierten todo esperar ¥ esperar en vano en ‘un sacrificio de fempo en modo slauno procurable. De este ‘modo, la téeniea de Ta vida Urbana no seria pensable sin. que todas las actividades e interacciones fuesen dispuestas de | 250 forma mds punta en un esquema temporal. Bio, suprasa- ‘Pero también aqui hace su aparicién lo que en general sélo puede ser Ta Giniea tarea de estas Tellexiones: que desde cada ‘punto la superdcle de ia existence, por mucho. que areata erecer sdlo'en y's parr de esta cb enor aaa fonda hacia In profundidad del alma que todas las exterior daclones mas tals estin Gnalments igadas por med Ge Hines dieceonales con is dtuas decstones sobre el em {ido ye elo de Tn vida, La puntualidd, calefabidad taciad que las complisclone-y e onenichanlenta de i ‘id aibsna le impones als Teeth, to slo eit eI we ‘sirecha conten con St cordter econOmicomonetarsty ‘ntelectualista,-sino_que-deben tambien colorear Tos conten di dela da fatoreotr iz exclusion de gallos rsgae gee Imps iracionaies, stints, Soberanas, ue “cormnay desde af forma vl, ox Inar te eck pmo una forma ral, esquematicamente precisada desde ner $f 6am fon ned. stguo Tnpoxies cn 1) cid as existenls soberanas, cracleresdas par al a sor cine, ST'0r in embetg, contrapucriae 9 eu tipo ‘Yow partir de aqui se explica el apasionado adio de natura- Itza como ins de Roshin y Nitathe contra la gran chided satraleme que 6loen lo Eequematcamente pec, a ote ‘leale pars todos woformemente, encuentran el valor det ‘day pa at cals, portato el valor de in vida surge de tata Rlewte tri Coens sec ech ete See Mia monetara y contr el imelectalsnn Low mistnos actors que se eoagtianconjuntasente de este modo en Ia eacitud’y precision al minuto dein fora ‘ital en tuna igen de elevdsina impersonlied, tan, Yor otm parte et in dreoton tna nage alsmoate pe ‘nal, Qube no haya ningun otro fendmene animica qu ert resets) Tay coo SERGE ee por ee STR Indole En pee Tapa, Ux conseeusnes de cule ‘Gtimulos rvowos que se madan riphdamente y que se apt fan extcchamente en sus opuesios, a parr de los shal tambign noe parece que procede el crecimiento de la ines: tinlléed urbanls, por euro moto hombres estpls y de thtemano, mera espleiualmente no eSatenbran, 6 precsuneote idolency, halccmonan araier aa aaa beta produce indotencin, puesto a asta tos nervio tam to dempo en sis renctones ifs ertes asa que almente as no alcanzan renccin alguna, ax también tax impresiones This Soodinas, envirtud dela weocidady divergencias de sus Cambios, arrancan a focren Tos nervios respuesta ton Sfotenas, ins arebatan aqui y lla tan bratalimest, ee a nwa sur tims reserva de ferme y, permaneciendo eh St'mme medio ambiente, no tienen tempo para Teun una Sheva reserva, La ineapecidad suniga de cate modo para ecelonar frenie-a nuevos estos con Taz energy ade Sindas mello. cs precsomente aguella indolenci, que Teal Shonte muestra a cada nifo de la gran ciudad’ e-eompare ‘oncom ninox de bedios amblenies mas wanguTos mis libres de cambion ‘Con esto fuen siolica de a indotecia rbanita se ree ne lneia fuente que hye en fa economia monclaria, La ese Girte i indoles es el embotamfento Trente a las dere Clas de lay cosas, no en el sonido de oe no sean perebis, fam sucede ch el caso del Imbel, sino de modo que Is ig Sifencin'y el valor de ls diferencias de las cosas y, con els, Tas cos nismasy son sentidas como mills, Aparest al indo™ Tente en una coloractin unsformementeopaca srgtniea, sin presentar ningin valor para ser preferhas fren a otas, Este Ecntimienco anlnico eel fel feiejo subjelivo. de la. ccono- this monetaria completamente trunfante. En la mediga en {ue d dinero equa urifrmemente todas Ins dversidades de os cons y exprena todas Tas diferencias cuniaivas entre ties por medio Ge atereniaeaesrea Gel canto, en a me dia n que el dero, con su fata de color e ndferenia, se rige en denominador comin de todo valor en esta medida, Se'onvierc en el nislador mis pavoros, socta fremed bemente st nucleo de las conn, specular, a valores Deciico, su incomparabitdad. Todss-nadan con el mismo eso espeiico en la constantemonte movil corriente del hero raiden todas en el mismo nivel sélo se diferencia or el tamaho del tro que cubren en este. En agin caso Pavticulat, esta coloracén, o mejor eicho decoloacion, de fs conas por medio de eqolvencla con el dinero, pide Ser impercepribiemente pequeda; pero en la relacion que el Fico tone com los abjetos adguiribles con dinero, es mé, gu ya en ol carter plobl que el spirit pblico crores hora en todas prtes'a estos objetos se ha acumulado £0 Beene ea eeeis poses tbl Por esto las srandes eiades, en nn que en tanto que se des principles sel treo montero la sgn 252 coses se impone en proporciones completamente distintas de To que fo hace ent relactones mas pequeRas, son tambien los aaténticos_parajes de fa Tndalencia, En ella se encummbraren certo modo aquella consecueneia de la aglomeracion de home ‘bres y cosas que estimula al individvo a $u més elevada pres. tacin nervosa; en virtud del mero crecimiento. cuantitativo de las mismas condiciones, esta consccuencia eae en st ex. temo contrario, a saber: en este peculiar fenémeno adaptate to dela indolencia, en el que los nervios escubren sa atin Dosiblidad de ajustaree a los contenidos y a la forma de vida eel echo de negarse a rearcionar frente a -cletas naturaleras al precio” Ge deweorinr todo o mundo objetivo, io gue al nal dk ‘morons inevitabtemente ta- propia personaaadenun sen imigato de igual desvalorizacion. 5 “Ala par queef sujeto tiene que ajustar completamente consigo esta forma existencal, su automanteaimiento frente 4 Ia gran ciudad le exige un comportamiento de naturalera Social no menos negatvo, Ta actitud de 1os urbanitas entre Sf puede caracterizarse desde una perspectva formal como dle Feserva. St al contacto constantemente extemo con inte Iieiables Bersonas dcbieran responder tantas reacciones js temas como ea la pegueha ciudad, en la que se conoce a todo el mundo con el que uno se tropieea y se tiene una re Incién positiva con cada uno, entonces uno se atomizaria ine temamente por completo y caeria en una constitucién ani rica completamente inimaginable. En parte esta eircunsian- cia psicoldgies, en parte el derecho a la desconfianaa que tenemos frente Tos elementos de Ia vida de la gran ciudad ‘que nos rozan lgeramente en efimero contacto, nos obligan STesta reserva, a consecuencia de Ia cual a memido ni siquie Ta conocemos de vista a veeinos de aios y que tan a menudo fos hace parecer a 10s ojos de los habitantes de Tas cfudades pequefas como fries y sin sentimientos. 'S,sina me equivoco, la cara interior de esta reserva ex-_| terna no es s6lo la indiferenela, sino, con mis frecuencia de Ja que somos conscientes, un silencfosa aversion, una extra, jeriry repulsion mutus, que en el mismo instante de un, con- tacto mas cereang provocado de algin modo, redundaria in mediataniente en odio y fucka. Toda la organizacién inter pa de-un trafieo vital extendido de semejante modo descansa fe una plataforma extremadamente variada de simpatis, int Giferencias y aversiones tanto del tipo més breve como del 253 imiis duradero, La esfera de 1a indiferencia no es aqui tan frande como parece supeiicialmente; la actividad de nuestra Slim respond casi a cada impresion por parte de otro hom ‘re con tna sensacién determinada de algin modo, cuya.in- Cconselencia, cardter efimero y cambio parece tencr que St- ia solo en una indiferencia. De hecho, esto dltimo Dos se Ha tan rable fa vaguedad de un Sugoi sin orden pi conclenio TechroCs, es os pellgios ce la gran chad nos protege la aaipatia, ol sta fig latente-y previo del antagonismo préctico, La antipatia’ pprovoca lav ditancias y-desvaciones"sin las que no podria fer llevado a sabo este po de vida: su medida y sus mex dias, el ritmo de su surgir y desapareeer, las formas en Tas Sue es satinfecha, todo esto forma junto can los motivos uni feadores en sentido esricto el todo inseparable de Ta conf. fruracion vital urbana: Io que en ésta aparece inmediatamente ‘somo diselacion es en realidad, de este modo, solo una de Sus inds clementales formas de socializacion, Pero esta reserva, junto con el sonido arménico de la aver: sion oealla, aparece de nuevo como forma o Topaje de una esencia espirtual de la gran ciudad mucho mas general. Con- fiere al individuo na especie y una medida de libertad per sonal para las que en otras relaciones no hay absolutaments Singin shalogias se remonta com ello a na de las grandes fendencias evolutivas de la vida social, a una de las pocas para las que cabe encontrar una féemla aproximativa “ge- era El estadio més temprano de las formaciones sociales, que se encuentra tanto en las formaciones historias, como en Jas que se estin configurando en cl presente, es este: un circalo relativamente pequeto, con tina fuerte ceragén fren- {era cfrculos colindantes, extrafor 0 de algtin modo antago. ‘istas, pero en esta medida con una union tanto més este Cha en Si mismo, que s6lo permite al miembro individual un Iminimo expacio para el desenvolvimiento de cualdades pe Culiares y movimientos libres, de los que es responsable por St misma. Ast comienzan los grupos politicos y families, asi as formaciones de partidos, ast las comunidades de Te figién; ef automantenimiento de agrupaciones muy jOvenes exige un estricto establecimiento de fronteras yuna unidad entripeta y no puede por ello conceder al individio ‘ninguna libertad y pocutiridad de desarrollo interno y externo, "A partir de este estado, la evolucién social se. encamina 234 al mismo tiempo hacia dos diresefones distineas y, sin em ‘bargo, que se corresponden. En la medida ea que el grupo rece (numérica, espacialmente, en significacion y contenidos ‘ilales), en precisamente esta medida, se relaja sit unidad interna inmedista, Ia agudeza de su orjginaria delimitacién frente a olros grupos se suaviza por medio de relacfones re- ‘iprocas ¥ conexiones; y al mismo tiempo, el individuo gana tuna libertad de movimiento muy por encima de la primera y cclosa limitacion, y una peculiaridad y especifcided para Ia ‘Que Ts division det trabajo ofrece ocasién ¢ invitacion en los ‘grupos que se han tornado més grandes. Segin esta f6rmula ‘se han desarrollado el Estado y el cristianismo, 165. gremios ¥ los partides politics y otres grupos innumerables, a pesar, haturalmente, we que las condiciones y fucrzas especiicas el grupo particular modifiquen el esquema general. Pero. también me parece claramente reconocible en el desarrollo de la individualidad en el marco de Ia vida de la chudad, La vida de In pequefia cladad, tanto en la Antiiedad como en la Edad Media, ponia a} individuo particular barre- ras al movimiento y relaciones hacia el exterior, a la autono- mia y a la diferenciacién hacia el interior, bajo las cuales el Ihombre modemno no podria respirar. Incluse hoy en dia, el ‘urbanita, trasladado a una cludad pequefia, siente un poco Ta misma estrechez, Cuanto més pequefo es el circulo que con) forma nuesiro medio ambiente, cuanto mas limitadas Tas re-| Tacfones que disuclven Tas frosteras eon otros efrculos, tan- to mis recelosamente vigila sobre las realizaciones, Ia’ com dduccién de la vida, 1os sentimientos de individuo, tanto més temprano una peculiaridad cuantitativa 0 cualitativa haria | saltar en pedazos el marco del todo. Desde este punto de vista, la antigua Polis parcce haber te” ‘nido por completo el caricter de la pequefia ciudad, La cons tante amenaza a su existencia por enemigos cercanos y lejanos provoes aquella rigida cohesién en las relacfones politcas y nilitares, aguella Vigilancia del eludadano por el ciudadano, faquel celo de la totalldad frente al individuo particular, cuya vida particular era postrada de este modo en una medida tal respecto de Ia que él, alo méximo, podia mantenerse median- te el despotismo sin dafo alguno para su casa. La inmensa rmovilidad y agitacion, el peculiar colorido de la vida ate- niente se explica quizds a partir del hecho de que un pueblo de personalidades incomparablemente individuales Iuchase ‘contra la constante presion interna y externa de una desindi- 255 uatzdora poqueia ciudad, Esto produ una atmésfere Te itaweh Ie fos mts ddbiles Tucron postrados y tos Me Siacro exits a apestonada atoatrmacin, Pscdeamente con est, alana en Atenas su exado fore ofc agli que, sin poder describilo exaclamente, debe Ciisctitese como slo general hutano> en el desarrollo Septal de ousita epee ues tsa ola Gvesion soya valde, tan abjetiva como inten, Seal ats fos Contenios formas de la ida Mavcmllos mis onetalen, een. yados nteriormente tas ts ividealaey ambos tenen ms stadio previo co ‘Suns tambien su adveesrio comin ep formacionesy agr pacloncsangosts,cayo automanteniniento so Tesise lo mie i trene sla amplitad y genealdad fuer de ells come frente al movinfento.eiadwigualidad bres en su interior ‘ASfeomo en cl feudalismo et bombre lies era aquel auc fataba baie el dorecho comin, esto es, bajo el derecho del {lteto svn ie grande pero no ers libre aqual suc, bajo ‘cclusln de ate, slo ten su derecho a partir del estrecho Sirulo de una ga fendal, at tambien hoy ens 20a {ldo esprit y-refnada,el_utbania- es” llres 8 contaposin con ae peasy. prejulls ge compe Snat'alhabiante de a Pequot cudad, Pos ta reserva ei erencins recipes, ad condlcones eles epiuaes dels cleus mis -prandes, son senda en-au efezIo Sobre tnpendencia del indidao en ‘ing caste fuerte que en la densisina tmuchouambre dela gra Guead puesta que Ta ceraniay Ta estrechr corporal hacen {anto fous visible Ta dstanela-espirtalexidentements no senurse'en dlerninadas eireunstancis on ninguna. oa ase lan solo abandonedo como preckamee ene I Ehecimne urbana et soe reverso de aqui Sertad Foes aq, como en vingan oro lugar, no ese8 modo alguno ecesnro que la Hberad del Hombre se refsj-en-s sa ‘niouy Wat como blensin To a sto Ta mn media del dbo y del niece ro de hombres in que, a cause In correla, bistro. uncial entre el ageandamiena da circle y ia bert per cals haracatee nectresiani wansciond clare feo, sno que, entreacando por encina de eta vate dtd visible, las grands clades tbl ban ldo an. eds Sat cesmoylifstno De un er comparable ors 3° ‘era at expt (rds allt de una iriure el pate 256 onto acostumbra a erecr en progresiones siempre mis nie Pidas como desde sf mismo), tan pronto como a sido tas. asada tna ceria {rontera, las_paapeCtNay THs YElCIOES ‘connias, personales, espiitales ce I elidad sumentan, como en progreston geoietica; cada exiension suya aleanza da dinamteamente se sonverte en escalon, no para une exten. Sion semejante sino para una proxima mas grande. En aque. Ilo hilos que teje cul arafia desde sf misma, ctecen entonces como desde af nisms nuevos hilos, precisamente como en sl fnarco de la cludad el unearned increment dea renta del sue- Jo proporciona al poseedor, por el mero aumento del rico, ganancas que cresen completamente desde si miatas, ‘neste punto, la canidad del vida se transforma de wna ranera muy inmediata en culidady earéter. La esfera vital de Ia poqucha ciudad esta en lo exencil conchsida en y con- Sigo misma. Para ln gran cidade decsivo estos que i wida Interior se extienda como crestas de olss sobre un aimbito | nacional o internacional mis amplio. Weimar no constituye | ningdn contracjerplo, porque previsamente esta signiicacion ~ Siva estaba liyada personalidades partcalares y muié com smn us lg cual serait presente») por si esencial Independencia incluso. de las personalidades Particulates mi sigificatvan tal cata contraimagen yt” freco del acpenenet qe ef Tivo paras df feen-si'aterion. Tia esencia fs sigaifeatia de Ia gran cluded reside en este tamaho funcional mas alld de sus tronteras fisicas: ta virtalidad ejeree de micvo un efecto retroactivo y da fsa vida peso, importancia, responsabilidad, Ast como un fhombre no fnaliea con ls fronteras desu cuerpo o del mb to al gue hace frente inmediatamente con su actividad, sino fon Ja sama de electos que se extienden espacial y tempo- falmente 4 partir de él, ast también una cludad existe ante. —) todo a partir dela pobalidad de los efectos que sleanzan des do su interioy a allt de su inmediatez,Bste es su contorno real, en el qué se expres st Sr. ae ‘Esto indica que hay que entender la Ubertad individual, ‘1 miembro complementador légico ¢ histérico de tal amplh tid, no en sentido negativo, como mera libertad de. mov Inlento’y supresion de. prejuicios y estrecher de mires; 1o {Sencal en ell es, en efecto, que la esptcicdad e incompa- Fabilidad que en definitiva posee toda naturaleza en algun Igr, e exprese en la configuracin de Ta ida. Que sigamos 21 n, Jas leyes de la propia naturale (y esto es, en efecto, Ia Iberia), se torna entonces por vex primera, para nosotros ¥ peer ots: compleiamente visible y convincente cuando las Exlevoriecionee de esta naturalcea tambien se diferencian Ge aquelas otras, ante todo nuestra intransormabilidad en Shoe demucstra que nestro tipo de existencia no nos es {impuesto. por otros. "gs cludades son en primer lugar las sodes de la més ele ‘ada’ visin del trabajo econémica; producen on su nator enbmenos tan extremos como ei Pars Ia Deueiiosa profe fidn del Quatorsitme:. personas, reonoctbles por un letrero Sm aus vviendas, que se preparan a la hora de fa comida con fas vestimentas adccundas para ser ripldamente invitadas all donde en sociedad se encuentran 13.4 la mesa. Exactamente en'la medida de su extension, ofrece la ciudad cada vex mis tas condicioes decisvas dela division de trabajo un clrea- qo gue en vrtud de su tamafo ex expar de absorber una plurs Tailed altamente variada. de prestaciones, mleatras que al {hlomo tempo la aglomeracién de ndividyos su hucha por 1 comprador obliga a individuo particular a una especiaize Clon de la prestacon en In qbe no pueda ser suplantado f Silmente por oto To decisive. el hecho de que Ia vida de ta ciudad ha ‘con Ta naturalezn para Ta adquiic fica por los Hombres, ef hecho de-qUe {i-ganancin-no-la-procira aqut 1 naturale, sino” eb hom tyre Pues nqur no solo luye ls fuente precisamente aludtda fe ln especalizacion, sino Ia mas profuda: el que ofrece debe buscar provocar en el cortejado.necesidades siempre fuevas y especies. La neces de eapeilizr le presta tion para encontrar una fuente de ganancia todavia no ago- {ada, tina fancion no ficilmente sustituible,exige Ia aiteren- tlaclon, retnamiento y enrguecimiento. de las necesidaes Gel public, que evidehtemente deben eonducir a creientes diteenclag personales en cl interior de este pubico. ‘esto conduce a a indivdualinci expritusl en sentido csiico de los atribusos animios, aa que Ta cudad-da ocx | sién en relacién a su tamafo. Una serie de causas salfan’a Ta ‘stacir priner gay, la dicultad para hacer valer la pro- pia personalidad en'la dimension de la vida urbana, Alf doo- fe el crecimiento cuantitativo de signitcacion y eneria Teas a ou Mite e aude ai singaridadClalltstvs para as, por \ Gstimutaetin dela sensbiided do Ta diferencia, ganar por si, 258 de algin modo, la eonscienca del circlo socal Yo que enton- cee Conley tials s Tas rads fae TendenclOsnecn Me ‘stravaganctas especiicamente urbanitay del serespecal, del capricho, del preciosa, cuyo sentldo ren modo figuno en Tos contenidos‘de tales. condctas, sx Sl0-€N Si farma-de-veralferente, de desiacarse y, © este modo, hae ee ae ee ey © medio, por ol rodeo sobre la conscieneia del otro, de sal ‘ar para sf alguna autoestimacion Ia consclencia de ocupar Un sii, En el mismo sentido actéa un momento inignifican- te, pero euyos efectos son bien perceptibles: Ia brevedad Tereza de los contactos que son concedidos cade individu particular con el oto (en comparacion con cl tafico de la Pequefia cladad), Pues en vrtud de esta brevedad y rareza Surge Ia tentacion de darse ino mismo acentuad, compacta, 1p mis caracteristicamente posible, extraordineriamente mt cho més cereano que alll donde wn reunitse freeuente ¥ pro. fongade proporciona ya en el otro una imagen inequivocn de la personas in embargo, 1a razén ms profunda a partir de 1a que, precisamentsIa'Sran-cludad- suooe el impuleo badls Ta ene {excia personal més individual {lo mismo da sf sfempfe’ cor dereeh y a slempre con éxito) me parece ta: el desarrollo” de las eal modefnas se carateria pot la preponderance de-aquello que puede denominarse el espirta objetivo s0bTe ‘1 subjetivos esto es, tanto en el lenguaje como en el derecho, {aif en Ia téencas de producién como en el arte, tanto en lavcencia como en los objeto del entorno eotidlano, est ma {erializda una suma de espirta cuyo acrecentaniento diario Sgue el desarrollo espirtual del sujeto solo. muy. incom. Pletamente y a una distancia cada vex mayor. Si, por elem Dio, abareatyos de una ojeada Ia enorme cultura qu desde hace clentos de as se ha matelallzado en cosas y conosk mmlentos, en institucones y en camodidades, 7 comparamos on esto el progteso cltural de Tos individuos en el mismo tiempo {por los menos en las posiiones mids elevadas), Iuctira entonees una slarmante diferencia de crecimiento fentre ambos, es ms, en algunos. puntos se muestra, mis bien un retroceso de ia cultura det individno en relacién In espiritualidad, afectividad idealismo, Esta discrapancia s, fen lo esenclal, el resultado de la cresiete avision del taba: jo: pues tal division del trabajo requlere del indiiduo part Cular una realizacign cada Yer mids ublatera, cuyo misimo 259 crecimiento hace atrofarse bastante a menudo su personal Ged en ou toalidad. En cualquler caso, frente a la prolifers Son de la altura objetva, ol inviduo ha erecido menos Sa’ Quist menos conscientemente que en la praxis y en {os oncuros setimiontosglobales que proceden de ela, se ha ‘Raseldo a'una quontte ngligeable, ‘una particula de polvo freien una enrae orem decay y proceon ge wha poco le qultan de ene las manos todos los prosress, Bypintuelidades valores y que a partir de Ia forma dela vida ‘Sbjetiva pasan a a de una vida puramente objetia Teleres6lo la indicacin de que las grand son os auton acca de st elu ‘eam de fodo fo personel, AquY se offec,en-construcciones Sem contros doccntes Si las maravills y comodidades de ins teenteas gue vencen al etpacis, co lay formaciones d&i ida communfearia-y ef Iae MAtTUGiones visibes del Estado, Uh sbiindancia tan avasaladora de expiitaeristallzado, que Sevha tomado impersonal, que la personalidad, por ast de irl, no puede sostenerse frente a ell Por una parte, ln wid Sele-hace infnlfamente ms fail, en tanto que se le ofrecen desde todos los lados estimalos,iteress,rllenos de iempo $‘conseienein que le portan como en una corriente en In que penne necesita de movimientos ntatoros propios. Pero por ‘tra parte, la vida se compone cada vee mds y'mds de estos ontenios ¥ ofrecimienton impersonaes, los cuales quieren ‘iiminar las ‘colorciones incomparsbiidades autenicamen fe personales, de modo que para que esto més personal se Ssive, debe movilimar tn misimo de especcdad y pect favidad, se debe exagerar esto para set también por s{ misma, Hungue’sélo sea minimamente. La strfia de Ta culuura ind. Miguel por a hipertrofa dela cule ObjeUva es un mote {Yel Mitowo odio que Tos predicadores del mas extrema ind ‘Vidualismo, Nietache el primero, dispensan a Tas grandes ci dtr por lo que p ciudades fiette-en Tas grandes cludades, y justamente aparecen_a Tos ‘fos d¢-los-urbanitas-como Tog heraldos y salvadores de si Insatisfechisimo deseo. Si la medida en que’ se pregunta por Ia posicion histéri cea de estas dos formas dol individuallsmo que son aliments- flas por las relaciones cuantitativas de Ia gram ciudad: Ia in- ‘dependencia personal y Ia formacién de singularidad perso- nal, en esta medida, la gran ciudad alcanza un valor com- pleismente nuevo en la historia mundial del espiitu. El si- 260 i ilo xvmr encontré al individuo sometido a violemtas ataduras de tipo politico y agrario, gremial y religioso, que se habian vuelto completamente sin sentido; restrcciones que imponian los hombres a la fuerza, por ast decirlo, una forma antina- tural y desigualdades ampliamente injustas. En esta situa cién surgio la Hamada a la libertad y a la igualdad: Ia creen- fia en la plena libertad de movimiento del Individuo en todss las relaciones sociales y espirituales, que apareceria sin pér~ dida de tiempo en todo corazén humano noble tal y como Ia naturaleza la ha colocado en cada uno, y a la que la sociedad ¥ la historia solo habian deformado. Junto a este ideal del Beralismo erecié en el siglo xIx, gracias al romanticismo y a Goethe, por una parte, y a la division del trabajo, por otra, lo siguiente: los individios Uberados de las ataduras histrk- as se quetian también diferenciar los unos delos otros. EL pportador del valor «hombres no es ya el ehomble general» en ada individao particular, sino que precisamente unicidad {ntransformabilidad son ahora los portadores de su valor. En Ia lucha y en los cambiantes entrelazamientos de estos dos modos de detetminar para el sujeto su papel en el interior de la totalidad, transcurre tanto la historia externa como la fnterna de nuestro tiempo. Es funcion do las grandes cludades proveer el lugar para la fucha y el intento de unificacion de ambos, en tanto que sus pecullares condiciones se nos han manifesiado como oca- siones y estimulos para el desarrollo de ambos. Con esto ‘canzan un fructifero lugar, completamente nico, de signifi ‘caciones ncalculables, en el desarrollo de la existencia ani mica; se revelan como una de aquellas grandes figuras his- torieas en las que las corrientes contrapuestas y abareadoras de Ia vida se encuentran y desenvuelven con los mismos dere- cchos, Pero en esta medida, ya nos resulten simpéticas © anti ppaticas sus manifestaciones particulares, se salen fuera de la Esfera que conviene a la aetitud del juez Trente 2 nosotros. En tanto que tales fueraas han quedado adheridas tanto en Ih raiz como en la eresta de toda Vida histérica, a la que nosotros pertenecemos en Ta efimera existencia de una céli- Ja, en esta medida, nuestra tarea no es acusar.o.perdonar, sino tan s6lo comprender.” ‘ = ansaid sr, mim poi, coat ec has ne aa Sha cece aiaianeee Rear arp = Seen eee >. 261

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