El Secuestro
ARTURO CORCUERA
Hace falta un mensaje
MARIO FLORIAN
Llanto Andino
Estamos ya en prisin.
Noche para morir, dice un hermano.
Muerte para vivirla, digo yo.
Nos han quitado todos los caminos
y los han roto all detrs del Sol.
Giramos en la celda
cual molino que muele el trigo de la Muerte.
Giramos en la celda y nos castigan
con dobles crucifijos de dolor y de olvido.
Aqu ya no hay la risa abriendo las ventanas
ni el hace fro corriendo las cortinas.
No hay las manos llamando a las estrellas
para que derramen su jugo de alegra
en el pozo de sed de nuestros besos.
No se oye el padrenuestro de los grillos
ni ese rumor de flores juntndonos los labios.
La oscuridad nos lame hasta los huesos
y se nos hiela el grito que tuvimos ardiendo!
Quin se llev mis ojos, compaeros? pregunto.
Y me responde un hombre: se llevaron la luz.
Relojes de ternura nuestras voces
afilan sus agujas en la noche.
Soldadura de abrazos nos rene otra vez.
Y la tierra tirita.
El cielo se enmudece.
Y se sonrosa el Mar.
Y este arroyo de llanto que nace del Frontn
se va como culebra que ha de morder a Dios: