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LA PROPIEDAD COMO NARRACION: PERSPECTIVAS DESDE LA TEORIA DE LOS JUEGOS, LA TEORIA NARRATIVA Y LA TEORIA FEMINISTA* por CAROL M. ROSE™ Profésora Escuela de Derecho Universidad de Yale, EE.UU Traduceién de: Martin Mois Fy José Manuel Simian L. I. Introduccién Muchas de nuestras visiones modernas sobre la propiedad, y sin duda también sobre mate- rias politicas y econémicas en general, provienen del trabajo de tedricos del siglo diecisie~ te y dieciocho que tuvieron la esperanza de encontrar una base cientifica firme para el estudio de la “politica econdmica”’, Su acercamiento sistemitico sugiere que las descrip- ciones de la propiedad de estos tedricos pueden ser puramente analiticas “sincrénicas” para los lingiiistas. Una descripcién de esta indole trataria el tema como partes tuvieran lugar simulténeamente en un todo interrelacionado cuyos variados aspec tos pueden ser inferidos légicamente y verificados en forma empirica, sin referencia algu- na a origenes 0 a cambios modificadores a través del tiempo®, De tal version uno podria percibir ciertamente que las cosas cambian a medida que el tiempo pasa, pero si uno tiene un control adecuado respecto del marco analitico completo, cualquier cambio se produci- ria de acuerdo a patrones establecidos, de tal forma que los estados futuros sean predecibles a partir de estados anteriores. Este seria, ms 0 menos, un enfoque cientifico: todos los todas sus Reimpreso con autorizaci6n del Yale Journal of Law & the Humanities, Vol. 2:1, pp. 37-57. * Versiones anteriores de este cabajo fueron expuestas en una sesién de la Asociacién de Lengaaje Moderno lamada Interpretando la Propiedad en 1988, en un seminario de la Facultad de Derecho de la Universidad de Towa. Deseo agradecer en especial por sus aportes y apoyo a Marcha Fineman, asi como a Mary Hecker, Tom Grey Janet Halley, Lind Hirschman, Martha Minow, Judith Resnik y Cass Sunstein, * Quisiéramos agradecer a Catol Rose, Gabrielle Friedman, Pablo Ruiz-Tagle, y Maria Paz Trivelli, que particip en la primera parte de este trabsjo, 'T, Hobbes, Laviaién, cap, 20, pag. 261 (Ed. C.8. MePherson 1968)(165 1)[de aqui en adelante Hobbes}: El arte de hacer, y mancener Common-Wealths, se traduce en ciertas reglas, al igual que la Aritmética y I Geometsia; y no (como en el Tenis) en prictica solamente"; ver también J. Locke, Tivo Treaties of Government, intcoduecién del editor pig, 104 (Ed. rev. P Laslett 1963](3* ed. 1968)[de aqui en adelante Lacke|(€l editor cita est frase de Hobbes, describiendo a Locke como iniluido por Hobbes pero mis politico para presentar sus idess);J. McCosh, The Scottish Philocopity, 2-3 (1875)(eseuela filosética del siglo dieciocho que buscaba investigar cientificamente en Jos estudios sobrehumanox); A. Hirschman, The Passions and the Inierests, 12-20 (197 7}Ginsiseencia de los siglos dlccisiete y dieciocho en tomar “al hombre como realmente es”, incluyendo los vicios, como base del pensamiento politico). 2 Bxte uso de “sincténicas" deriva de F de Saussure, Cowse in Genene! Linguistic 81 (ed. C. Bally & A. Sechehiage, trad. WC Baskin, 1959, de la obra de Saussure: Cours de linguistigue générale de 1976); ver también Goodrich, Law and Language: Aa Historical ard Critical Introduction, 2 JL. & Soc'y, pp. 173, 177, 179-82 (1984) (describiendo la aplicacién en otras éreas, inclusive el derecho, de la lingiistica cientifica de Saussure. "Ver F de Saussure, sya nota 2, pp. 90-95 (distingue ust anilisis “iaerSnico" de uno sinecGnice respecto de cambios en el tiempo} ver tanbign'T. Bagleton, Literary Theory:An Irioducion 110-111 (1983) (obre Saussure y sus succsores): Taylor uteprtaton and the Sciences of Manon Understanding and Social Inguiny,de F Dallmaye yA. McCarthy, pp. 101, 104-106 (1977) (contrastando un acercamiento “cientiico” con uno interpretstivo) 195 DERECHOY HUMANIDADES cambios en un sistema dado son predecibles a partir de un anilisis sincrénico adecuado del sistema mismo‘. Pero, por més que estos primeros teéricos modernos aspiraran a establecer a la economia politica como una ciencia, uno percibe que sus discusiones sobre la propiedad adoptan en algiin punto un sorprendente giro hacia una modalidad explicativa narrativa o “diacrénica”’, tratando a los regimenes de propiedad como si tuvieran origenes y como si se hubieran desarrollado a lo largo del tiempo. Locke es indudablemente el mis influyente de los teéricos clisicos de la propiedad’, y utilizé este enfoque narrative en su famosa discusién sobre la propiedad, en el Second Treatise of Government, A pesar de que las partes estin en cierta forma disgregadas, el Tieatise devela claramente una linea narrativa, que comienza con un abundante estado natural, pasando por la creciente apropiacién individual de bienes, dando paso luego al desarrollo de una economia de intercambio monetario, y culminando en la creacién del go- bierno, para salvaguardar la propiedad’. Sin duda, la eleecién por Locke del método narrativo es atin mas chocante, pues parece haber sido indiferente a la precision factica del relato como una historia genuina’. Casi un siglo después, William Blackstone se embarcé en una pseudohistoria bastante similar para explicar a la propiedad como una institucién con un origen y una evolucién: é también describié a los seres humanos como originarios de un estado de abundancia, acumu~ lando gradualmente bienes muebles y raices, y creando finalmente un gobierno y leyes para proteger la propiedad’. Mas recientemente, el economista moderno Harold Demsetz ha opta~ do por ilustrar su teoria de los derechos de propiedad haciendo referencia a una historia narra~ tiva de un régimen de propiedad en evolucién entre indios cazadores de pieles en el continente americano"’. @Por qué se han volcado estos tedricos a la narrativa para discutir sobre la propiedad? ;:Por qué han clegido un método de explicacién narrativo, que a menudo se aparta de los métodos cientificos/predictivos y visualiza, en cambio, a los sucesos desarrollandose en formas que, por lo menos de cierta manera, son sélo comprensibles una vez acaecido el hecho?"", Ese es el tema *Ver'T; Eagleton, supra nota 3,p. 111 (los sucesores de Saussure trataban Jos cambjos a través del tiempo como sincrénicos, sistemiticos) 5 La distinein viene de Saussure, supm nota 2, p. 81; él contrastd los anilisis diacrénicos y los sineranicas, en pp. 90-95, tratando a los primeros como accidentales y asistemticos. Ver también E.B. Evans-Priteliard, Social Anthropology, pp. 60-61 (1953) (las ciencias sociales como un estudio sinerénico, la historia como uno diacrénico) Locke continia siendo fundamental en las discusiones modernas sobre la propiedad, y en efecto ha side restablecido Slkimamente.Ver p.¢j.R. Epstein, Takings 9-16 (1985); pero ver Grey, The Malthsian Consitation, 4 U. Miami L, Rev. pp-21, 31-32 (1986) (eriticando a Epstein, contraste con Locke y oos esericoreselisicos); R. Novick, Anan, State ad Utopia 174-82 (1974); Sanders, Juste and the Initial Acquistion of Property, 10 Hary, J. Law & Pub. Pol'y 366 (1987) y ademas el comentario de Miller, Exononsic Efficiency and the Lackeare Proviso, id. en 401; ver también Rose, “Enough and As Goode) What?, 81, Nw: ULL, Rev. pp. 417, 423-425, 430 (1987), y los autores ahi citados Locke, 2"Tieatze §§ 31, 36-38, 45-48, 123-24. * Locke, introduecién del editor en pp. 82,89.91 (Locke es indiferente a los argumientos politicos basados tambien fen 111-112 (estado natural como un estado histérico no probado,supuesto a partir de fi de las relaciones de los soberanos). “W. Blackstone, Commentaries on the Las af England 3-9 (1766 y reimpreso en 1979) (de aqui en adelante Blackstone). " Demnece, Tousnds a Theory of Property Rights, 1967 Am. Econ. Rew 347 (Articulos y Actas) "Taylor, supra nota 3, en 129 (los eventos bumanos sélo son entendibles después de acaecidos); 1 B Ricoeur, Time and Namative 47 (1984) (argumentando que no se puede predecir al momento en que ocurre algo qué es lo que de ello seri considerado importante en narraciones faturss)fd.en pp. 156-157 (discutiende la obra de Lewis Mink, distingue una explicacién narrativa postohoc de una prediccion de miétodos de ciensifieos ex-ante) nces antropologicas, anilisis 196 de este trabajo, o por lo menos uno de sus t6picos. El tema més importante es la relacién de la propiedad con la narrativa en general: las razones por las cuales en nuestras discusiones genera les acerca de quién tiene qué y de como se distribuye la propiedad, nos voleamos hacia enfo- ques narrativos, en vez de utilizar s6lo los enfoques analiticos cientificos 0 predictivos. Al tratar este tema, este trabajo tomara prestados ciertos elementos tedricos, especialmente de la teoria de los juegos, de la teoria narrativa y de la teoria feminista. La primera parte del trabajo esquematizara la teoria clisica de la propiedad, e identificaré en particular los tipos de érdenes de preférencias racionales maximizadores de utilidad que la teorla clésica asume en los individuos. La parte siguiente expondra algunas dificultades practicas para la teoria clasica; propondra una serie de experimentos mentales respecto a los érdenes de preferen- cia, e identificard en especial algunos érdenes de preferencias bastante familiares, que se desvian del modelo clisico patrones de preferencias que no son “simplemente naturales” o que s6lo“estin ahi”, como parte de una supuesta naturaleza humana de maximizacién racional de la utilidad, sino que parecen requerir una explicacién narrativa post-ioc de cémo los poseedores de la prefe~ rencia llegaron a ese estado. La tercera parte del trabajo comenzard a explicar por qué un régimen de propiedad nece- sita del método ret6rico de la narrativa y del contar una historia, un modo que busque dar cuenta de los sucesos sélo después del hecho, y que parece adoptar una cierta libertad entre los actores, que es por lo menos un tanto contraria a una explicacién predictiva logica. Esta parte utilizard la teoria de los juegos para argumentar que la teorfa clisica de la propiedad tiene en si misma una especie de falla explicativa: para que los regimenes de propiedad funcionen, algunos de nosotros tenemos que tener, en Jo que respecta a drdenes de preferencia, ordenes distintos, que la teoria clisica no seria capaz de predecir,y que solo se pueden explicar post-ho. una historia través de La iiltima parte de este trabajo equilibrara la teoria de los juegos, la teoria feminista y la teoria narrativa. La teorfa de los juegos sugiere algunas razones por las cuales los érdenes de preferencia maximizadores de utilidades parecen mis “naturales” que otros -aun a pesar de que todos saben que existen muchas preferencias no maximizadoras de utilidad en el mundo real-. Esta parte del trabajo explorard algunas formas en que las teorias feminista y narrativa emplean el contar una historia para contrarrestar los impulsos que vemos en la weoria de los juegos: empleamos la narraci6n de una historia para romper el hechizo de la maximizaci6n individual, incluso entre aquellos que son mis poderosos que nosotros; contamos cuentos para crear una comunidad en la cual la cooperacién es posible. Finalmente, el trabajo vuelve a la narrativa de la teoria clisica de la propiedad, y vincula la narracién de una historia de la teoria clisica de la propiedad con un tipo de discurso moral; trata la narrativa como una exhortacidn al receptor para superar a una “naturaleza” tedrico-liidica ¢ interesada en si misma y seguir, en cambio, los 6rdenes de preferencia cooperativos que un régimen de propiedad requiere 197 DERECHOY HUMANIDADES IL. Los érdenes de preferencias en el anilisis clasico de la propiedad Con frecuencia pensamos en la propiedad como una forma de titularidad sobre las cosas: yo tengo un derecho a esto o a aquello”. En una version mis sofisticada de propiedad, por supuesto, la vemos como una forma de definir nuestras relaciones con el resto de las personas En tales versiones, mi derecho a esta cosa oa aquella no se refiere a controlar la “cosa”, sino mas bien a mi relacién contigo, y con el resto del mundo: si yo tengo un derecho de propiedad sobre esta cosa © aquélla, puedo impedir que ejercites cualquier tipo de control sobre ella, o tener acceso alguno a ella, Este fue e] punto de referencia de Blackstone para la propiedad: ésta no era s6lo un “dominio tinico y despético”, sino un dominio que daba poder al tenedor para la “exclusion en forma absoluta del derecho de cualquier otro individuo en el universo""*. De hecho, ésta es la versién econémica estindar de propiedad: la propiedad como institu cién gira en torno al deseo de los recursos en si mismos, pero también en torno al deseo de controlar el acceso de otros a esos recursos, por lo menos cuando los recursos son escasos. En esta perspectiva clésica, la institucién de la propiedad media entre los deseos en conflicto de las personas sobre estos recursos, y lo hace adjudicando derechos exclusivos. Si no existieran los derechos de propiedad en el huerto de fresas, simplemente tendriamos que pelear por estas fresas todo el tiempo. Pero, en cambio, un régimen de propiedad adjudica una parte del huerto a Xy otra a¥;y esta (0 cualquier otra) adjudicacién le otorga a cada duefio una sensacién de seguridad, de manera que se dedica a cultivar y cuidar las plantas ~cosa que no hard si piensa que terminara teniendo que compartir més tarde las fresas con un montén de holgazanes intrusos'S-, Ademis, los derechos de propiedad exclusiva identifican quién tiene qué, y permi- ten a todos los dueiios intercambiar en vez de pelear. Como resultado, todo se vuelve mas valioso", Todo aumenta su valor porque el régimen de propiedad nos estimula a trabajar, y Iuego a intercambiar los frutos de nuestro trabajo, en vez de perder el tiempo y los esfuerzos en peleas y discusiones. Entonces, cuando destruimos esta versién estindar de la propiedad, encontramos varios puntos criticos. El primer punto es que el deseo -esto es, un deseo por recursos- est4 en el centro de toda la institucién de la propiedad”. El segundo punto es que necesitamos la capacidad para excluir a otros de los recursos que son el objeto de nuestros deseos, por lo menos cuando dichos objetos son escasos.Y el tercer punto es que, adjudicando el control exclusivo de los recursos a los individuos, un régimen de propiedad termina por satisfacer incluso mas deseos, pues media en los conflictos entre individuos y alienta a todos a trabajar "2 Grey, The Disintegration of Property, 22 Nomos 69 (1980); ver zambin B. Ackerman, Private Property and the Constitution 146-17 (1977) 'S Hobfeld, Some Fundamental Legal Coneptions as Applied iv fudvial Reasoning, 23 Yale LJ. 16, pp. 28-57 (reduciendo una variedad de tivularidades en un conjunto de “relaciones juridicss"). 1 Blackstone 2 * Pura una propuests clisica ver Bentham, Priniples of the Civil Code, en Theory of Legislation 66-76 (tad. de RL Hidceth 1975).Ner también 2 Blackstone 4 (la propiedad ayuda 2 evitar“numerosos tumultos” que ocurzen evarido muchos compiten por © R. Posner, Economic Analysis of Law 30-33 (seals que los derechos de prop tambin tienen algunos costo) 1 Qviamente, minchos recursos son una carga, come aquella horrible limypara que te regalé ru Tia Tilly. Sin. embargo, lla queria que la tuvieras. Ademis, i tienes algo de sentido comiin, puedes vender el estipido objeto y comprarte algo que si quien {ad exclusivos aumentan el valor, pero 198 € intercambiar en vez de pelear, haciendo posible una satisfaccién de los deseos mucho mayor". Pero hay otro elemento escondido en este anilisis: es la idea que ya conocemos, al menos someramente, de como las personas ordenardn sus deseos 0, mas técnicamente, sus preferencias sobre s{ mismos y los dems, y acerca de su respectivo acceso a los recursos deseados, 4Cuil es ese orden conocido? Al igual que muchas de muestras ideas interesantes en esta Area, lega a nosotros desde el siglo diecisiete, particularmente primero de Hobbes, y luego de Locke. E] punto més importante de Hobbes acerca de las preferencias humanas es que los individuos quieren vivir”. Nuestro deseo de mantenernos vivos esti simplemente ahi, omni- presente e innegable, y no necesita mayor explicacién. Hobbes pens que cuando un toque se transforma en un empujén (when push comes to shove), preferiremos nuesteas propias vidas por sobre las de otras personas” y, por sobre todo, también vamos a preferir nuestras vidas por sobre causas pomposas, por muy nobles que sean, Es por eso que, por ejemplo, en una batalla, en palabras de Hobbes, “hay una escapatoria, ya sea en un lado 0 en ambos” El mayor aporte de Locke a esta imagen fire e] mostrar la relevaneia de la propiedad para el deseo de vivir. El sefialé que la vida depende de la propiedad, en un sentido muy primiti- vo; si uno no puede, literalmente, apropiarse de esas fresas y frutas, simplemente morira?. Y asi la apropiacion, el deseo de tener propiedad, “esta ahi” también, igualmente universal y omnipresente; de modo que uno siempre puede predecir el deseo humano de tener cosas para si mismo 0, como dicen posteriormente, la propensién humana a ser un maximizador de utilidad racional ¢ interesado en si mismo (0 egoista)", La propensién es sélo un tipo de hecho de la vida, y los economistas politicos del siglo dieciocho lo dieron por sentado, rechazando por irreales las anteriores condenas a Ja apropiacién, Intentaron, en cambio, desarzollar la nueva ciencia de la economia politica, basada en el fuerte crecimiento del irreductible interés propio y atenuaron, sin duda, el significado de la “avaricia’”, convirtiéndola en el mis benigno “interés”? En efecto, si tomamos estas preferencias por la vida y la apropiacién como dadas, entonces la economia puede hacer una oferta (bid) por ser un tipo de ciencia ldgica en politica y en derecho. Teniendo estas preferencias comprendidas, podemos hablar en forma sensible acerca de c6mo ls ley le da a las personas incentivos para hacer esto 0 aquello, y podemos manipular el bienestar faturo, institucionalizando los enfoques adecuados ex-ante*®. Los cambios de titularidades se "Yer Rose, saps nota 6, pp. 427-29 (comparindo una sociedad sin propiedad y una con rogimen de propiedad; ésta dene mis actividades y bienes), " Hobbes, C. 14, p. 189. 2 Hobbes, C. 15, p. 184 (cuando dos personas quieren el mime objeto sin poder tenerlo ambes, se convierten en enemigos y"'se empefian en destruir 0 subyugar al otro”). Ver eambién su defensa de su opinién respecto de la mutua enemistad ence lis personas: “Deja que [el escéptico] se preocupe de sf mismo, que euando viaje se arme a si mismo...:cuando vaya a dormir ciecre sus puertas cuando, incluso en su hogar cierre sus coffes:..qé opinidin hn de tener de sus companceras, cuando cabalga armado: de sus congéneres ciudadanos, cuando cierta sus puertas;y de sus hijos y sirviences, cuando cierta sus cores, zAcaso no acusa tanto 1a bs humanidad por sus aceiones, como lo hago yo por mis palabras? 2! Hobbes, cap. 21; tampoco encuentra una nusva injsticiaen el sntento de los eriminales de defenderse del soberano,"ya be ellos tio deficdden ris que aus vides, come que ol Hombre Culpable piscde realiear tanto come ef Inocente” fd ® Locke, 2d Teatise § 28 (afirma que si el consentimiento de (oda ky humanidad fuese nevesario para que el individuo se apropie de bellotas 0 manzanas,"El Hombre habria muerto de hambre,a pesar de la Abundancia que Dios le ha brindado”) Yer p.ej.MeChesney, Rent Exinaction aad Rent Creation inthe ooo Theory of Relation, 16 J Legal Stud. pp. 101,102-03 (1987) (Trata a los actores politicos come egoistis maxinizadores de utiidad) * A. Hirschman, The Pasions and she Intoests pp. 54-65 (1977). ® Alternativamente, por supuesto, podemos empobrecernos colectivamente enteegando a la gente incentives exréneos Ver p. qj Easterbrook, Tite Supreme ‘anew The Court and the Beonomie Syston, 98 Hary L. Rev. 4, Wa13 (1984). 199. DERECHOY HUMANIDADES vuelven predecibles, porque sabemos cémo las personas ordenan sus preferencias; con ese co- nocimiento, podemes predecir sus reacciones y movimientos bajo determinados érdenes de cosas. Eso es lo que hacen los economistas neockisicos modernos, dando mas o menos por sen- tados estos Grdenes de preferencias maximizadores de utilidades, y usindolos para realizar sofisticadas y poderosas predicciones del comportamiento en relacién con la propiedad bajo circunstancias variables. Hacen predicciones acerca de los cambios de produccién © consumo que son consecuencia de los cambios de costos y podrian predecir, por ejemplo, una menor oferta de viviendas para el arriendo al establecerse un aumento de los costos de reparacion para el arrendador®, Bajo estas predicciones hay una idea de que las personas prefieren para ellas mas que menos, y que este orden de preferencias es un hecho irreductible que no necesita mayor explicaci6n; simplemente esta ahi”. Nétese, sin embargo, que si no tenemos ese punto de partida de un conjunto de preferen- cias predictivo para el “més” en cambio del “menos”, entonces las formas en que las personas negocien o bien. cambien sus titularidades seran un poco extraias ¢ impredecibles; y al hablar sobre la propiedad y sobre las maneras en que las personas la manejan, por lo menos algunas veces tendremos que volvernos hacia enfoques explicativos post-hoc para complementar nues- tras predicciones ldgicas. Esto es, puede que s6lo Ieguemos a comprender los ardenamientos de propiedad a través de discursos narratives como la literatura y la historia, discursos que construyen una historia acerca de cémo las cosas llegaron a ser de tal manera: una historia en la que hubo verdaderas opciones a lo largo del camino y en Ja cual las situaciones no eran real mente predecibles con antelacién, y que no tuvieron que terminar de la forma en que lo hicieron*. III.Lo ordinario y lo extrafio; o las preferencias predecibles ¢ impredecibles Esta parte del trabajo cuestiona la idea de que cualquier orden de preferencias dado simple- mente “esta ahi”, como parecen estarlo en la visién econdmica estindar clésica y neaclisica. Sugiere, en cambio, que si uno simpatiza completamente con la vision clisica del interés pro- pio, hay muchos érdenes de preferencia excluidos, que no habrian sido predichos, y que deben ser explicados de alguna forma a través de una historia que sobrevenga a los hechos. Esta parte cumple este objetivo realizando una serie de experimentos mentales acerca de cémo las perso- nas ordenan sus preferencias acerca de su propio acceso a los recursos y el de otras personas. "Ver pe. Meyers, The Covenant of Habitabity and the American Law busttute,27 Stan. L. Rev. 879 (1975) (Prediciendo uma disminucién de Ja inversidn en edifcaciones, donde las ganancias de los caseros son rebajadas a través de responsabilidadey de rantencién mas costosas): of Kennedy, The E2ft of the Warraety of Hiabitabilty om Lou Dncome Housing 13 Fla, St. ULL, Rev, 485,506, 519 (1987) (indeterminados efectos). * Los economists no pretenden generalmente predecir preferenicis por ningdin recurso en particular, sino as preterencias especitieas como "dadas” (0 “exogonas”); Vor, 9. ¢j-.Meyers, 4x lntradution re Enviromental Thought: Some Sources and ‘Some Criticisms, 50 Ind.) pp. 426, 450-52 (1975) (el agnosticismo de la economia en cuanto a los valores); Lee, Politi, Mdeology nd the Power of Choice, 74Va, L, Rev. 191, 193-94 (1988) (pensamiento econdmico adeeuado para cualquier conjunto de preferer= cias), Esto puede cambiar con un interés en “formacién preferente”; ver, p.¢). Sunstein, Legal Interference with Private Preference, 53 U.Chi.L, Rey. 1129, 1145-58 (1986) y las fuentes ahi citadas (ejemplos de preferencias adaptivas" relacionadas a situaciones). Ver P Ricoeur, supa nota 11; Taylor, supra nota 3,p. 129, 200 Estos experimentos mentales presentan combinaciones hipotéticas respecto a los érdenes de preferencia, en una situacién en que hay dos personas (ti y yo) y algiin recurso X que ambos deseamos. Las perspectivas presuponen cinco resultados posibles, a saber: = Yo obtengo mucho de X, y ti también; ~ Yo obtengo bastante de X (donde bastante es més que la mitad de “mucho”), y ti también; = Yo obtengo un poco de X, y vi tambié = Yo obtengo mucho de X, y ti no obtienes nada, y = Yo no obtengo nada, y ti obtienes mucho de X. Obviamente estos resultados podrian no ser exhaustives respecto al mundo real, pero son suficientes para trabajar por ahora. En cada uno de los siguientes supuestos, “yo” ordeno mis preferencias de entre estos posibles resultados, comenzando por el resultado que mas deseo, y desplazindome hacia abajo hacia el resultado que deseo menos. Ademés, hay un gran namero de posibilidades matemiticas de formas en que las personas podrian ordenar estos resultados, pero he elegido seis que probablemente son familiares para la mayoria de los lectores, y les he dado nombres para que puedan ser identificados mis ficilmente: Numero 1: John Doe (JD). Esta persona comin y corriente tiene el siguiente orden de prefe- rencias: Eleccién N° 1: Yo obtengo mucho, t6 obtienes mucho. 2 Yo obtengo mucho, ti no obtienes nada. 3 Yo obtengo bastante, tii abtienes bastante. 4: Yo obtengo un poco, ti obtienes un poco. 5: Yo no obtengo nada, ti obtienes bastante. JD parece ser bastante compatible con el pensamiento clisico sobre la propiedad. Su orden de preferencias esti basado en un tipo de interés personal que simplemente “esta ahi”. El no es mezquino, y esti feliz de que ti obtengas mucho de X cuando hay bastante para repartirse, pero no si tu porcién reduce la suya, En general, él solo prefiere obtener mas que obtener menos, sin importarle cuanto obtengas ni”. Nilmero 2: King of the mountain (KOM). Un tipo un poco mis competitivo, que ordena sus preferencias de la siguiente manera: Eleccién N° 1: Yo obtengo mucho, té no obtienes nada. 2 Yo obtengo mucho, ti obtienes mucho. Yo obtengo bastante, ta obtienes bastante. * El equivalente inglés. nuestro Juan Pére2”o“Fulano de tal", que se ocups tamibign en el Ambito legal para referirse a aquel respecto del eal no se sabe sit nombre (nde los 28). * Por supuesto, incluso JD puede quedar saciado de X después de un rato si, por eje quiere para su consumo una cosa en particular, puede quererla para cambiirtela, comar lo que obtenga de lo que tie d Bloomi plo, X es un helado. Pero aun siJD no a adquirie otra cosa que si quiera * "King of the Mowntain” (El rey de ls montaii) excl nombse de an juego infantil cn EE.UU,,en el que cada nif insenta empujara los otros desde un punto elevado. El que logra estar en el tope es el "rey de la montafia”, Normalmente nadie es “rey” por mucho tiempo, porque otro nifio lo empuja y se convierte en “rey”. El juego se realiza a menudo en el agua, en donde la “montaiia” es una balsa u otro objeto similar El juego es aqué una metafora de la lucha por mantenerse ent la cimna,a costa de todos los dems. (Nota de Carol Rose para esta tad). 201 DERECHOY HUMANIDADES 4; Yo obtengo poco, tit obtienes un poco. 5: Yo no obtengo nada, té obtienes bastante. KOM se esta poniendo un poco escurridizo desde el punto de vista de las preferencias predi- chas estindares. E] invierte la primera y la segunda preferencia de John Doe: no prefiere la situacién de maxima utilidad combinada (ambos reciben mucho), sino que opta por aquella en que él es el tinico ganador, A pesar de esto, la prediccién econédmica puede ser capaz de ajustarse a KOM; después de todo KOM es tal como JD, pues maximiza su propia “tajada”, y sus opciones siempre estén orientadas a obtener mas antes que obtener menos. El slo compite un poco més con el otro sujeto. Mas tarde expondré que, con respecto a la propiedad, JD y KOM son practicamente idénticos. Niimero 3: Malice Aforethought (MA)". Este es un personaje mis repugnante: Eleccién N° 1: Yo obtengo mucho, té no obtienes nada. 2 Yo obtengo un paco, i obtienes un poco. 3: Yo obtengo bastante, ta obtienes bastante. 4; Yo obtengo mucho, ta obtienes mucho. 5: Yo no obtengo nada, tii obtienes mucho. MA es muy escurridizo. MA prefiere perder mucho antes que el otro sujeto gane; su orden de preferencia esta basado en mantener al otro sujeto abajo. El ya no parece tan interesado en si mismo, porlo menos en un sentido corriente. La raz6n es que“se distrae” por asuntos interpersonales. Niimero 4: Mom (0 Good Citizen)”. Mom es un figura mas agradable y ordena sus preferencias de la siguiente forma: Eleccién N° 1: Yo obtengo mucho, ti obtienes mucho. 2: Yo obtengo bastante, tt obtienes bastante. 3: Yo no obtengo nada, ti obtienes mucho 4 Yo obtengo mucho, ti no obtienes nada (). 5: Yo obtengo un poco, tt obtienes un poco ().. Es interesante ver que Mom también escapa a una prediccién basada en el interés propio: su primera opcién es como la de JD (ambos obtienen bastante), pero después de eso prefiere que Jos dos obtengan un trato razonablemente bueno, y de ahi en adelante pone a la otra persona primero. Por qué harfa tal cosa un maximizador del interés personal preocupado sélo de si mismo? El/ella no lo haria. Ademés, Mom parece distraerse con los asuntos interpersonales. Pero nétese que los érdenes de Mom eligen primero la maxima utilidad conjunta, luego la mas alta siguiente y asi sucesivamente. Respecto a los signos de interrogacién al lado de las eleccio- nes 4y 5:si Mom obtiene mucho, tal vez pueda darte algo de ello; si no puede hacer eso, tal vez prefiera la opcién 5 antes que la 4. Mimero 5: Portnoy’s Mom (PM), Ella sera la primera en decirte que su orden de preferencia es el siguiente Eleccién N° 1: Yo no obtengo nada, tii obtienes mucho. Algo asi como "Malicia Premeditads” 0 “Dolo Premeditado” en el lenguaje juridico (n. de los trad) ** “Mamé”o "Buen Ciudadano” (n.de los rad) Portnoy’s Mom es un personaje de la novela Porinoy’s Complaint, de Philip Roth, Ells era un ejemplo notable de una figura cémiica determinada,el tipo de madre que lo da todo por sus hijos; pero que,al mismo tiempo, se asegura de hacerles saber detalladamente de sus sacrificios y esfuerzos. (Nota de Carol Rese para esta tradvecion ) 202 Yo obtengo mucho, tii obtienes mucho. Yo obtengo bastante, tii obtienes bastante. Yo obtengo un poco, tt obtienes un poco. Yo obtengo mucho, tii no obtienes nada. PM esti aun mas lejana del orden de preferencias de maximizacién del interés personal predi- cho. Ella preferitia que la otra persona estuviera primero, pero no est completamente loca, pues su segunda opcién es estar bien ella, mientras el otro sujeto esté bien también. whe Mimero 6: Hit Me™. El es un tipo de victima natural: Eleccién N® 1: Yo no obtengo nada, tt obtienes mucho. 2 Yo obtengo un poco, ti obtienes un poco. 3: Yo obtengo bastante, tt obtienes bastante 4, Yo obtengo mucho, tii obtienes mucho. Yo obtengo mucho, tii no obtienes nada. Este personaje esté fuera del alcance del predictor econémico. Es la imagen de Malice Aforethought en el espejo: Quiere perder, quiete que lo azoten, preferentemente por otra persona. Quiero hacer aqui una breve pausa, para responder algunas objeciones. La primera obje- cidn es que el placer (0 el dolor) acerca de las ganancias (0 pérdidas) de otros es parte de los érdenes de preferencias de una persona; por ejemplo, si a mi me importas ti, yo siempre obtendré “mucho” cuando tii lo hagas también. Ahora, esto puede ser asi, pero ello trivializa la idea de los érdenes de preferencia: obtener mucho siempre seria la primera opeién, por defini- cién® . Entonces, para mantener el sentido de los érdenes de preferencias respecto de la propia “tajada” en estas relaciones bilaterales, estoy usando las preferencias de uno mismo en un sen- tido més restringido (y creo que un sentido mis comin) de lo que uno obtiene del recurso X La segunda objecién, en cierto modo relacionada, es que una posici6n utilitarista/econd- mica es agnéstica respecto de los érdenes de preferencia; los economistas pueden construir un programa de demandas para cualquier orden de preferencias. Tal vez esto sea cierto, pero, de serlo, significa que la economia pierde su pretensin de tener un poder predictivo; por ejemplo, en un mundo en que todos fueran Hit Me's, veriamos una mayor demanda de bienes a medida que los costos aumentaran, contrarrestando el interés propio de John Doe. Un economista podria ser capaz de crear un programa de demandas si es que sabe las cantidades relativas de Hit Me’, de John Doe's, etc., pero ese conocimiento tendria que provenir de alguna otra fuente. Ahora quiero volver al argumento principal.

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