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SIMBOLOS DE FE CRISTIAD Las profesiones de fe cristiana plasmadas en formulas precisas, breves y faciles, nacen muy pronto en la Iglesia como una necesidad vital. Necesidad de presentar lo esencial del mensaje cristiano en formulas bien definidas: Yo os he éransmiti- do lo que a mi vex recibt: que Cristo murié por nuestros pecados, segsin las Escrituras; que fue sepultado y que resucité al tercer dia, segsin las Escrituras (1 Cor 15,3-4). Necesidad de tipo ritual-livirgico: antes de recibir el bautismo, era natural que los catecamenos hicieran la profesion de fe de la nueva religién a la que se comprometian, y, para ello, les presentaba la Iglesia, de un modo condensado y breve, lo mas esencial del mensaje cristia- no; asi, en la antiquisima glosa, inspirada en la liturgia bautismal y conservada en el texto occidental de los Hechos, tenemos una profesién de fe bautismal: «Dijo Felipe: si crees de todo corazGn, es posible. Respondio él: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios...» (Act 8,37). Esta formula de fe prebautis- mal es sustancialmente la misma propuesta ya por Pedro en su primer sermon: Sepa, pues, con certega toda la casa de Israel que Dios ba constituide Ser y Cristo a este Jests a quien vosotros habéis erucificado (Act 2,36). En el Nuevo Testamento hay una gran abundancia de estas formulas de fe. Lo cual prueba que ya desde el principio, aun antes de que existieran los escritos del Nuevo Testamento, existian formulas de fe concisas y breves, que tienen su origen en los mismos apéstoles y que constituian la verdadera regla de fe de la Iglesia primitiva. «Si los apdstoles —escribia San Ireneo a mediados del siglo 11— no hubieran dejado ningan escrito, habia que seguir la regla de la fe que ellos habian entregado a los jefes de las igicsias»!. Necesidad vital de transmitir la fe y de profesarla antes del bautismo; la fe habia que vivirla en todo el decurso de la existencia cristiana. Por este motivo, eritraron muy pronto esas 1 Adversus haereses U1, 4,1: ed. HARVEY II, 15-16; ed. SaGnarp, SC 34,114-116. 846 C11, Stnbolos ae fe eristiana formulas en Ja liturgia para que la norma de la fe se adecuara con la norma de fa oracién cristiana?. Estas férmulas primitivas se van ampliando en el tiempo, por la misma necesidad de mantener incontaminada la primuti- va fe apostolica. En efecto, con el nacimiento de las primeras herejias que adulteraban el sentido tradicional de las formulas antiguas, se sintié la necesidad de completarlas, para defender de este modo el contenido primitivo que tenian en la tradicién apostolica. Porque lo importante no es la formula muerta, sino el mensaje contenido en dicha formula?. El caso mas lamativo de esta ampliacion a nivel solemne y universal lo tenemos en el simbolo de Nicea: contra los intentos de Artio que, admitien- do las férmulas antiguas, las vaciaba de su contenido tradicio- nal, hubo que afiadir nuevos incisos que hicieran imposible Ja tergiversacion. ‘La tradicionalidad de la fe cristiana, expresada amplia- mente por San Ireneo en ef siglo Il, es tan consustancial a dicha fe, que cualquier alteracién que cambiara el sentido primitive de una formula dogmatica, equivaldria a romper las amarfas que la ligan a su origen cristiano y apostélico. De ahi que toda explicacion, alteracién o afiadido en una formula dogmatica tiene que salvaguardar siempre ef mismo sentido y el mismo contenido de la formula primitiva +. Estas profesiones de fe que originariamente se llamaban regla o canon de la verdad, se suelen llamar s/mbolos de fe; orque no sélo son una regla o patron al que ha de ajustarse la fe de la Iglesia, sino también son un testimonio, una profesion, un signo de reconocimiento: ésta es la idea que subyace en el término griego >. 2 «Ut legem credendi, lex statuat supplicandi. La frase aparece en la carta de [nocen- cio 1 a San Brospers de Aquitania y los obispos de las Galias, que habian escrito a! papa elafio 431 a propésito del problema semipelagiano (ML 50,535; 51,209; 67,273). Esta frase pasari a la tcologia para designar el valor de la liturgia como argumento teologico. Ct. M. Pinto, O valor teologico da Liturgia (Braga 1952), C. Vacacoint, El seatide teotigieo de da Litergia (Madrid 1959). 3 CE J. CoLLantes, La manipulacién de los dogmas: Las grandes crisis de la Iglesia y su inci- dencia en #1 momento actual (Madrid, ed, ADUE, 1977) 171-175. + aln eodem dogmate, eodemque sensu, cademque sententian, como lo han recordado repetidas veces los Romanos Pontifices: Pio IX, Bula Iaeffebilis Dear (CollLac 6,839); epist. Inter gravissimas (CollLac 7,1737); Pio X, Juramento antimodernistico [cf. 0.80); Pio XI, enc. Humani generis (AAS 42 [1950] 569); JUax XXIII, aloc. Gaudet Mater Ercle- sia (AAS 54 [1962] 792): PaBto VL, enc. Mysterim Fidei (AAS 57 [1965] 758). Por lo demas, la inmutabilidad de los dogmas es una verdad definida solemnemente en cl con- cilio. Vaticana 1 (ef. 0.66] y recordada en el 1.62 de la constitucién pastoral Gandia et t. DE ALDAMA, Magisterio y teclagia segiin da mente de Pabb VL: Ke y Magis. terio eclesiéstico, XXVII Semana Espafiola de Teologia (Madrid 1971} 9-13; Ip., ¢Plx- ralismeo teoligico 0 pluralismo dogmdtico?: Renovatio 7 (1972) 159-166. > Este sentido actual, que podriamos Ilamar Porque una es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra Ja del Espiritu Santo; Spero la divinidad del Padre, del Hijo y £ JN. D. Ketty, The dihanasian Creed (Londres 1964) 123. 2 Cé HINCMARO, Capitula synodica: MI, 125,773. PCE. PL BATIFFOL, Histoire die Brev. rom. (Paris 1892) 183. 23 Citado por J. TiXeRONT, art. Athanate (Symbole de): DTC 1,2186 1384 1385 1386 856 CAT, alia Filii, alia Spiritus sancti; ‘sed Patris et Filii et Spiritus sancti una est divinitas, aequalis gloria, coaeterna maiestas. 7Qualis Pater, talis Filius, talis et Spiritus sanctus. "Increatus Pater, increatus Filius, increatus Spiritus sanctus; *inmensus Pa- ter, inmensus Filius, inmensus Spiritus sanctus; “actcrnus Pa- ter, aeternus Filius, aeternus Spiritus sanctus: "et tamen non tres aeterni sed unus aeternus; Usicut non tres increati nec tees inmensi, sed unus increatus et unus inmensus, “Similiter om- nipotens Patcr, omnipotens Fi- lius, omnipotens Spiritus sanc- tus; et tamen non tres omnipo- tentes, sed unus omnipotens. 15¥ta deus Pater, deus Filius, deus Spiritus sanctus; ‘et tamen non trea dii, sed unus eat deus. Ita dominus Pater, dominus Filius, dominus Spiritus sanc- tus; “et tamen non tres domini, sed unus est dominus. “Quia sicut singillatim unamquamque personam et deum et dominum confiteri christiana veritate com- pellimur, “ita tres deos aut do- minos dicere catholica religione prohibemur. Pater a nullo est factus nec cfeatus nec genitus. Filius a Patre solo est, non factus nec creatus sed genitus. Spiritus sanctus a Patre et Filio, non fac- tus nec creatus nec genitus sed procedens. “Unus ergo Pater, non tres Patres; unus Filius, non tres Pilii; unus Spirirus sanctus, non tres Spiritus sancti. SEt in hac trinitate nihil prius aut pos- terius, nihil maius aut minus, ged totae tres personae coaeter- nae sibi sunt et coaequales. “Ita ut per omnia, sicut iam supra dictum est, et trinitas in unitate et unitas in trinitate veneranda sit. Qui vult ergo salvus esse, ita de trinitate sentiat. Simbolos de fe cristiana del Espiritu Santo, ¢s una sola, la gloria igual, la majestad cocterna. 7Cual et Padre, tal el Hijo, tai el Es- pirita Santo. *Increado ¢l Padre, increa- do el Hijo, increado el Espiritu Santo; ‘inmenso el Padre, inmenso el Hijo, in- menso el Espiritu Santo; “eterno el Pa- dre, cterno el Hijo, eterno el Espiritu Santo: “pero no son tres eternos, sino un eterno; como tampoco son tres in- creados, ni tres inmensos, sino un increa- do y un inmenso. Asi también, omni- potente es el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espiritu Santo; “pero no hay tres omnipotentes, sino un omnipo- tente. 15Asi, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espiritu Santo es Dios; !*y, sin embargo, no son tres dioses, sino un solo Dios. Asi, el Padre es el Sefior, el Hijo es el Sefior, el Espiritu Santo es el Scfior; "y, sin embargo, no hay tres sefiores, sino un soto Seftor. Lo mismo que la fe cristiana nos impele a confesar como Dios y Sefior a cada persona en particular, la religion catolica nos pro- hibe decir que son tres dioses o sefiores. 21E] Padre no fue hecho ni creado ni engendrado por nadie. “EI Hijo fue por solo el Padre, no hecho ni creado, sino engendrado, “EI Espiritu Santo no fue hecho ni creado ni engendrado, sino que procede del Padre y del Hijo. 2“Asi, pues, hay un solo Padre, no tres Padres; un solo Hijo, no tres Hijos; un solo Espiritu Santo, no tres Espiricus Santos. =Y en esta trinidad nada es antes o después, nada mayor o menor, *sino que las tres personas son entre sf juntamente eternas, juntamente iguales. 7"De esta suerte, co- mo antes s¢ ha dicho, hay que venerar la trinidad en unidad y la unidad en trini- dad. Quien pues quiere salvarse, piense asi de la trinidad. Profesiin de fe tridentina 857 1387 Sed necessarium est ad 76 aeternam salutem ut incarnatio- nem quoque domini nostri Iesu Christi fideliter credat. *Est er- go fides recta ut credamus et confiteamut quia dominus nos- ter Iesus Christus Dei filius et deus pariter et homo est. 1388 —_>*IDeus est ex substantia Patris ante saecula genitus, et homo est ex substantia matris in saeculo natus; “perfectus deus, perfectus homo ex anima rationabili et humana carne_subsistens; Baequalis Patri secundum divi- nitatem, minor Patre secundum humanitatem. 1389 = 4Qui licet deus sit et homo, mon duo tamen sed unus est Christus. 2*Unus autem non con- versione divinitatis in carne, sed. adsumptione humanitatis in deo; *unus omnino non confu- sione substantiae, sed unitate personae. >7Nam sicut anima ra- tionabilis et caro unus est homo, ita deus et homo unus est Chris- tus. 1390 Qui passus est pro salute nostra, descendit ad inferna, sur- rexit a mortuis, “ascendit ad caelos, sedit ad dexteram Patris, inde venturus iudicare vivos et mortuos: “ad cuius adventum omnes homines resurgere ha- bent cum corporibus suis et red- dituri sunt de factis propriis ra- tionem; ‘let qui bona egerunt ibunt in vitam acternam, qui mala in ignem aeternum, *Haec est fides catholica: quam nisi quis fideliter firmiter- que crediderit, salvus esse non poterit. 2Mas para la eterna salvacion también €s necesario creer fielmente en la encar- nacién de nuestro Sefior Jesueristo. La recta fe exige, pues, que creamos y con- fesemos que nuestro sefior Jesucristo, el Hijo de Dios, es juntamente Dios v hombre. “Dios engendrado de la sustancia del Padre antes del tiempo y hombre nacido en el tiempo de ta sustancia de una madre; ¥perfecto Dios, perfecto hom- bre, compuesto de alma racional y carne humana; “igual al Padre en cuanto a la divinidad, menor que el Padre en cuanto a ta humanidad. “Y aun cuando sea Dios y hombre, no son dos, sino un solo Cristo. 35Y uno solo, no por conversion de I divinidad en carne, sino por asuncién de la huma- nidad en Dios; *uno absolutamente, no por confusién de sustancia, sino por unidad de persona. "Porque a la manera como el alma racional y el cuerpo es un hombre, asi Dios y hombre es un solo Cristo. SE] cual padecio por nuestra salva- cidn, bajé a los infiernos, resucité de entre los muertos, *subio’ a los cielos, reina a la derecha del Padre, vendra desde alli a juzgar a vivos ¥ muertos; a su venida han de resucitar todos los hombres con sus cuerpos y han de dar cuenta de sus propios actos; “ly los que obraron bien, iran a la vida eterna; los que obraron mal, al fuego cterno. 2Esta es la fe catdlica: si alguno no la creyere fiel y firmemente, no podra sal- varse. Tl. PROFESION DE FE TRIDENT La iniciativa de esta profesién se debe a la misma dindmica del concilio de Trento. Ya el dia 10 de mayo del afio 1563, se proponia una formula de fe en el proyecto de Reforma sobre el Sacramento def B5B C14. Simbatos de fe cristiana Orden, mas este proyecto se abandond. Por otro lado, en Ja sesién XXIV (11 noviembre), cénones 1 y 12 del decreto de Reforma, se prescribia a los obispos y cardenales (canon 1) y a los que fueran promovidos a una dignidad, canonjia o beneficio en la catedral (canon 12), la obligacién de hacer una profesién y un acto de obediencia al papa, una vez que fueran nombrados. Mas atin, en la sesion XXV (3-4 diciembre), en ¢l Decreto de Reforma general (c.2), se determina: 2) que se acepten publicamente todas y cada una de las definiciones del concilio de Trento; ¢) que se rechacen y anatematicen publicamente todas las herejias condenadas por los concilios v en especial por el de Trento. Esto habran de hacerlo: 1) en ef primer concilio provincial que se celebre, cuantos segun la costumbre, toman parte en él; 2) todos los que en adelante sean promovidos a obispos, arzobispos, primados, patriarcas, en el primer concilio provincial a que asistan; 3) todos los que obtengan un beneficio diocesano, en el sinodo diocesano; 4) los profesores y los que tengan cargo en una Universidad, o Estudio general, han de obligarse con juramento a aceptar el concilio y ensefiar conforme a la fe catética. El concilio terminé sin que se hubiera redactado una formula de fe concreta, en conformidad con lo que el concilio deseaba. A estos deseos proveyé Pio IV (1559-1565), por medio de dos bulas emana- das el mismo dia, 13 de noviembre de 1564: Intunctum nobis, en la que ademas de las personas mencionadas anteriormente, se impone la obligacién de hacer la profesién de fe a los Superiores de Ordenes religiosas y conventos; y la bula In sacrosancta Beati Petri, en la que se afaden los doctores, maestros y regentes de la Universidad, los bibliotecarios y los nuevos presbiteros que tienen cura de almas. Parece que fue San Pedro Canisio y el P. Possevin quienes mas inmediatamente influyeron para que estas bulas se promulgaran>!. Posteriormente, el 20 de enero de 1877, afiadié Ja Congregacién del Concilio a esta Profesién de fe, por orden de Pio IX, dos frases, que sefialames con paréntesis cuadrados, en las que se englobaba el concilio Vaticano I y la definicién de la infalibilidad [cf. 0.1397]. San Pio X afiadié a esta Profesion de fe el juramento antimodernistico (1 septiembre 1910), que hasta 1967 debia prestarlo todo el clero encargado del ministerio o de la ensefianza [cf. Introduccion n.76-89 y la nota 81]. Finalmente, el derecho canénico (canon 1406) determi- nd con exactitud quiénes estan obligados a emitir la profesion de fe Tridentina. La finalidad de esta Profesion de fe es garantizar en aquellos que pueden tener un mayor influjo en la conservacién de la fe del pueblo cristiano, la pureza de la fe catélica, teniendo especialmente en cuenta las negaciones protestantes. Por eso, tras el antiquisimo Simbolo Niceno-constantinopolitano [cf. 1382], se afiaden en particular las verdades de fe definidas en Trento: Tradicién, Escritura y su * Capitulo 17: SGTr 9,484, SGTr 9,978-979 y 983-984, 3 Cf. ©. BRAUNSBERGER, Eppistolae ef acta B. Petri Canisii (Friburgo i.Br., 1901s), FV, 653-654.668. Projesin de fo tridentina 859 interpretacion [n.139t], los sacramentos {n.1392], ct pecado original y la justificacion [n.1393], la verdad del sacrificio de la misa, la presencia real y la transustanciacién [n.1394], el purgatorio y las indulgencias [n.1395], el reconocimiento del magisterio de la Iglesia romana vy la obediencia al Romano Pontifice, Vicario de Cristo {n.1396]. Finalmente, la aceptacion de las definiciones conciliares, especialmente las de Trento (n.1397]. Ni que decir tiene que al contenido de estos temas hay que darles la fuerza que da el mismo concilio. TEXTO: Msi XX XIII, 220; 1391 Ego N. firma fide credo et 1862 profiteor omnia et singula, quae continentut in Symbolo fidei, quo sancta Romana Ecclesia uti- tur, videlicet: [n.1382]. 1863 Apostolicas et ecclesiasiicas traditiones reliquasque eiusdem Ecclesiae observationes et cons- titutiones firmissime admitto et amplector. Item sacram Scriptu- fam iuxta eum sensum, quem tenuit ct tenct sancta mater Ec- clesia, cuius est iudicare de vero sensu et interpretatione sacra- rum Scripturarum, admitto, nec eam unquam, nisi inxta unani- mem consensum Patrum acci- piam et interpretabor. 1392 Profiteor quoque septem esse 1864 vere et proprie sacramenta No- vac Legis a Iesu Christo Domino nostro instituta atque ad salutem humani generis, licet non omnia singulis, necessaria, scilicet bap- tismum, confirmationem, Eucharistiam, poenitentiam, ex- tremam unctionem, ordinem et matrimonium, illaque gratiam conferre, et ex his baptismum, confirmationem et ordinem sine sacrilegio reiterari non possc. Receptos quoque et approbatos Ecclesiae catholicae ritus in su- pradictorum omnium sacramen- torum solemni administratione recipio et admitto. 1393. Omnia et singula, quae de 1863 peccato originali et de iustifica- BullTau 7,327-328. Yo, N. N., creo y profeso con fe firme todos ¥ cada uno de los articulos conte- nidas en el simbolo de fe que usa la santa Iglesia romana, a saber: [sigue el texto del Simbolo Niceno-constantinopolita- no: 1382]. Admito y abrazo firmisimamente las tradiciones apostdlicas y eclesidsticas v las restantes observaneias v constitucio- nes de la misma Iglesia. Admito igual- mente la Sagrada Escritura, interpretin- dola segin el sentido que mantuvo y mantiene la santa madre Iglesia, a quien compete juzgae cual es el verdadero sen- tido e interpretacion de las Sagradas Escrituras. Y jamés la aceptaré € inter- pretasé sino en conformidad con el sentir andnime de los Padres. Confieso también que hay siete verda- deros y propios sacramentos de la nueva Ley, instituidos por Jesuctisto, Sefor nuestro, y necesarios para Ja salvacion del género humano, aun cuando no lo sean todos para cada individuo en par- ticular, 2 saber: bautismo, confirmacion, eucaristia, penitencia, extremauncion, or- den y matrimonio, y que estos sacramen- tos confieren Ja gracia; y que de entre ellos, ei bautismo, la confirmacién y el orden no pueden reiterarse sin sacrile- gio. Recibo también y acepto los ritos de la Iglesia catélica, recibidos y aprobados en la solemne administracién de los sacta- mentos. Abrazo y recibo todas y cada una de las cosas que han sido definidas o decla- 1394 1866 1395 1867 1396 1868 1397 1869 860 CAt. tione in sacrosancta Tridentina Synodo definita et declarata fue- runt, amplectot et recipic. Profiteor pariter in Missa offer- ti Deo verum, proprium et pro- pitiatorium sacrificium pro vivis et defunctis, atque in sanctissi- mo Eucharistiae sacramento es- se vere, realiter et substantialiter corpus et sanguinem una cum anima et divinitate Domini nos- tri Iesu Christi, fierique conver- sionem totius substantiae panis in corpus, et totius substantiae vini in sanguinem, quam con- vetsionem catholica Ecclesia transsubstantiationem appellat. Fateor etiam sub altera tantum specie totum atque integrum Christum verumque sacramen- tum sumi. Constanter teneo purgatorium esse, animasque ibi detentas G- delium suffragiis iuvari; simili- ter et Sanctos una cum Christo fegnantes venerandos atque in- vocandos esse, eosque orationes Deo pro nobis offerre, atque corum reliquias esse veneran- das. Firmiter assero, imagines Christi ac Deiparae semper Vir- ginis, nec non aliorum Sancto- rum, habendas et retinendas es- se, atque eis debirum honorem ac venctationem impertiendam; indulgentiarum etiam _potesta- tem a Christo in Ecclesia relic- tam fuisse, illarumque usum christiano populo maxime saluta- fem esse affirmo. Sanctam catholicam et aposto- licam Romanam Ecclesiam om- nium ecclesiarum matrem et magistram agnosco; Romano- que Pontifici, beati Petri Apos- tolorum principis successori ac Tesu Christi vicario, veram aboe- dientiam spondeo ac iuro. Cetera item omnia a sacris ca- nonibus et oecumenicis Conci- liis, ac praecipue a sacrosancta Tridentina Synodo [et ab oecu- Simbolos de fe cristiana radas en el santo concilio de Trento acerca del pecado original y de la justiti- cacion. Confieso igualmente que en la misa se ofrece a Dios un sacrificio verdadero, propiamente dicho y propiciatorio por los ‘vivos y los difuntos, y que en el santisimo sacramento de fa Eucaristia esta verdadera, real y sustancialmente el cuerpo y la sangre, juntamente con cl alma y la divinidad de nuestro Sefior Jesucristo, y que se realiza la conversion de toda la sustancia del pan en su cuerpo, y de toda la sustancia del vino en su sangre; conversion que la Iglesia catdlica llama transustanciacién. Confieso tam- bién que bajo una sola de las especies se recibe a Cristo todo entero y completo y un verdadero sacramento, Mantengo firmemente que existe un purgatorio y que las almas alli retenidas son ayudadas por los sufragios de los fieles; igualmente, que deben ser venera- dos ¢ invocados los santos que reinan con Cristo; que ellos ofrecen a Dios sus oraciones por nosotros; y que sus reli- quias deben ser veneradas. Declaro fir- memente que se pueden tenes v conser- var imagenes de Cristo y de la Madre de Dios siempre Virgen, asi como de los otros santos, y que debe trilautarseles el honor y la veneracion que les es debida. Afirmo también que Cristo dejo en la Iglesia la potestad de las inciulgencias ¥ que su uso es muy provechaso al pueblo cristiano. Reconozco a la santa, catolica y apos- télica Iglesia romana como madre y maestra de todas las iglesias y prometo y juro yerdadera obediencia al Romano Pontifice, sucesor del bienaventurado Pedro, jefe de los andstoles y vicario de Jesucristo. Recibo y profeso sin lugar a dudas todas las demas cosas que han sido ense- fiadas, definidas y declaradas por los santos cannes y concilios ecuménicos, y 238 870 El credo def Pueblo de Dios 86) menico Concilio Vaticano, tra- dita, definita ac declarata prae- sertim de Romani Pontificis P matu et infallibili magisterio}, indubitanter recipio atque proft teor; simulque contraria omnia, atque haereses quascunque ab Ecclesia damnatas et reiectas et anathematizatas ego pariter damno, reicio et anathematizo. Hance veram catholicam fi- dem, extra quam nemo salvus esse potest, quam in pracsenti sponte profiteor et veraciter te- neo, eandem integtam et imma- culatam usque ad extremum vi- tae spiritum constantissime, Deo adiuvante, retinere et confiteri atque a meis subditis vel illis, quorum cura ad me in munere meo spectabit, teneri, doceri et pracdicari, quantum in me erit, curaturum, cgo idem N. spon- deo, voveo ac iuro: sic me Deus adiuvet, et haec sancta Dei Evangelia. especialmente por el santo concilio de Trento [y por el concilio ecuménico Va- ticano I, sobre todo en lo tocante al magisterio infalible del Romano Pontifi- ce]. Y al mismo tiempo condeno, recha- zo y anatematizo igualmente todas las doctrinas contrarias y cualesquiera here- jias que hubieran sido condenadas y re- chazadas por la Iglesia. Esta verdadera fe catélica, fuera de la cual nadie puede salvarse, fe que profeso ahora espontaneamente y sostengo con sinceridad, yo N. N. prometo, offezco y juro que la conservaré y confesaré inte- gra c inmaculada, con la ayuda de Dios, ¥ con la mayor constancia, hasta el ulti- mo aliento de mi vida; y procuraré, en lo que esté de mi parte, que sea mantenida, ensefiada y predicada por aquellos que dependan de mi y por aquellos cuvo cuidado me incumbiere por razon de mi cargo: Asi Dios me ayude y estos santos evangelios. I EL CREDO DEL PUEBLO DE DIOS Profesion de fe de Pablo V'I (1963-1978) (30 junio 1968) Con motivo del centenario del martirio de los apéstoles Pedro y Pablo, quiso Pablo VI consagrar todo un afio al problema de la fe *. Allo le impelia un motivo intrinseco a la conmemoracion centenaria de los apdstoles, sembradores de la fe, pero también un motivo coyuntutal, dados los especiales peligros que acechan a la fe concreta- mente en nuestro tiempo. Estos peligros no vienen solo de fuera, sino que pueden encontrarse también entre quienes, basados en una falsa comprension del Vaticano II, lo privan de su espiritu de fidelidad y quieren «dar del cristianismo una nueva interpretacién, temerania y estéril» ¥. Al Hegar cl acto solemne de la clausura del «afio de la fe», quiso Pablo V1 ‘calminar el esfuerzo doctrinal de los diversos episcopados nacionales con la aportacién de su magisterio universal. Era la mejor * Thid.. 197, Thid., 198. La fe de la Igiesia Exhortacion apostolica Petrwm ef Paxiwm: AAS 59 (1967) 200. 862 C41, Simbolos de fe cristiana manera de responder a la propuesta que hizo el primer sinodo de obispos, dedicado precisamente a los problemas de la fe 3. Y lo hizo solemnemente, con una profesion de fe «bastante completa y explicita», pronunciada «en nombre de todo el Pueblo de Dios». En cuanto a la autoridad de esta profesion de fe, es evidente que no se trata de una definicion ex cathedra, porque expresamente se ha querido que no lo sea [cf. 0.1399]; pero es igualmente evidente que el papa habla, como doctor universal, a toda la Iglesia universal y en nombre de todo el Pucblo de Dios, «de todas los sagrados pastores y fieles cristianos»; es evidente también que la formula de la Profesion de fe comienza con la palabra «creo» y contiene las verdades sustanciales de «la tradicién inmortal de la santa Iglesia de Dios», es decir, la formula nicena [n.1382], con «algunas explicaciones postuladas por las condiciones espirituales de esta nuestra época». Ahora bien, esas explicaciones estan dadas por el Romano Pontifice a toda la Iglesia universal y en nombre de todo el Pueblo de Dios, «para dar un testimonio firmisimo de la verdad divina» [n.1400]. Es decir, explican auténticamente el verdadero sentido de la fe de la Iglesia. Por consiguiente, aun cuando esas explicaciones no se contengan en un documento «ex cathedra», pertenecen en su conjunto y en aquellas cosas que se afirman directamente, a la fe de la Iglesia universal. Recuérdese que varios de los simbolos mas venerandos no proceden de ningun documento «ex cathedra», sino del uso de la Iglesia universal: el simbolo Qwicwmgue, el mismo Niceno-constantinopolita- no, ete. La estructura del Credo del Pueblo de Dios, es diferente de la estructura de la Profesién de fe tridentina. Esta reproduce literal- mente el simbolo Niceno-constantinopolitano y lo completa, a modo de apéndice, con las doctrinas definidas en Trento. El Credo del Pueblo de Dios, en cambio, va intercalando en el cuerpo mismo del simbolo Niceno-constantinopolitano las precisiones auténticas que preservan intacto el verdadero sentido de la «tradicién inmortal de la Iglesia». Es el procedimiento que siguid cl mismo concilio de Nicea en relacién con el simbolo de los apéstoles [cf. Introduccién al 1.1376, nota 16 y al 0.1378] %, 38 Los trabajos de este primer sinodo de obispos se centraron en un objetivo sefialado por cl papa en. ls alocucidn de apertura (AAS 59 {1967] 965s: la preacupacion por la idelidad doctrinal y la tutela de la fe, Una comisién nombrada el 12 de octubse de 1967 claboré un informe sobre Las opiniones peligrosas actuales y ef ateivmo, que se cerraba con la propuesta de «que la Sede Apostélica, ofdas las Conferencias Episcopales, publique una declaracion positiva y pastoral sobre las cuestiones referentes a la actual problematica doc- trinal, para dirigit con seguridad la fe del Pueblo de Dios» (Texto, en Ecclesia 27 [1967} 1659). % Cf. J. A. DE ALDAMA, La profesin de fe de Pablo V1: EE 43 (1968) 479-505; J. Dantk- Lov, La profession de foi de Pasd "I: Etudes 329 (1968) 599-607, G. M. GaRRONE, La profession de Foi de Paul 1/1. Introduction (Paris 1969), F. Hocadck, Credimas. Commentar yum Creda Pauls V'I (Salzburgo-Munich 1970); M. NICOLAL, La reciente profesin de fe de Pablo VI: Salmanticensis 16 (1969) 67-106; C. Pozo, Ki Credo del Puebla de Dios (Ma- drid, BAC Minor 6, 21974). Este es sia duda el mejor comentario: completo, breve ¥ Ii- cido. De él tomamos la version castellana, 1399 1400 1401 Ef eredo del Pueblo de Dios 863 Texto: AAS 60 (1968) 433-445. Valoraciéa del documento 3... Quam ob rem, etsi exi- guitatis Nostrae conscii sumus, maxima tamen animi vi, quam a mandato Nobis tradito ducimus, professionem fidei facturi su- mus, atque formulam 4 verbo credo incipientem sumus pro- nundaturi, quae, quamvis defini- tio dogmatica vere proprieque non sit nominanda, tamen for- mulam Nicaenam, quoad rerum summam, fepetit, onnullis adhibitis explicationibus, quas spirituales nostrae huius aetatis conditiones postulant: formulam dicimus immortalis traditionis Ecclesiae sanctae Dei. 7... tenuis eius [Petri] Suc- cessor, universaeque Ecclesiae Pastor, nomine totius populi Dei, vocem suam intendit, ut firmissimum teatimonium divi- nae Veritati dicat, quae ideo Ec- clesiae est credita, ut eam ommi- bus gentibus nuntiet. Hanc autem Nostram fidei professionem satis et expletam et expressam esse volumus, ut apta ratione necessitati luminis satisfaciamus, qua tot fideles ho- mines premuntur, iique omnes qui in mundo —ad quemcum- que spititualem coctum perti- nent— Veritatem conquirunt. ‘Ad gloriam igitur omnipoten- tis Dei et Domini nostri icsu Christi, fiducia in auxilio Sanc- tissimae Virginis Mariae et bea- torum Petri et Pauli Aposto- lorum collocata, ad utilitatern spiritualemque progressionem Ecclesiae, nomine omnium sa- crorum Pastorum et christi- fidelium, plenaque vobiscum, Fratres ac Filii dilectissimi, communione, nunc hanc fidei professionem pronuntiamus. 3... Por lo cual, aunque somos conscientes de nuestra pequefiez, con aquella inmensa fuerza de animo que tomamos del mandato que nos ha sido entregado, vamos a hacer una profesion de fe y a promunciar una formula que comienza con la palabra creo, la cual, aunque no haya que llamarla verdadera y Propiamente definicién dogmatica, sin embatgo, repite sustancialmente, con al- gunas explicaciones postuladas por las condiciones espiricuales de esta nuestra época, la formula nicena: es decir, la formula de la tradicién inmortal de la santa Iglesia de Dios. 7.4 su humilde Sucesor [de Pedro} y Pastor de la Iglesia universal, en nom- bre de todo et pueblo de Dios, alza su voz para dar un testimonio firmisimo a la Verdad divina, que ha sido confiada a la Iglesia para que la anuncie a todas las gentes. Queremos que esta nuestra profesi6n de fe sea Jo bastante completa y explicita para satisfacer, de modo apto, a la necesi- dad de luz que oprime a tantos fieles y a todes aquellos que en el mundo —sea cual fuere el grupo espiritual a que perte- nezcan— buscan la Verdad. Por tanto, pata gloria de Dios omni- potente y de nuestro Sefior Jesucristo, poniendo la confianza en el auxilio de la Santisima Virgen Maria y de los biena- venturados apostoles Pedro ¥ Pablo, pa- ra utilidad espiritual ¥ progreso de la Iglesia, en nombre de todos los sagrados pastores y fieles cristianos, y en plena comunién con vosotros, hermanos ¢ hi- jos queridisimos, pronunciamos ahora esta profesion de fe. Unidad y Trinidad de Dios 8. Credimus in unum Deum, Patrem, Filium et Spiritum 8. Creemos en un solo Dios, Padre, Hijo y Espiritu Santo, Creador de las 1402 B64 CAT. Sanctum, Creatorem rerum visi- bilium -—cuiusmodi est hic mundus ubi nostram brevem degimus vitam— rerumque in- visibilium —cuius generis sunt puri spiritus, quos etiam angelos appellamus (cf. n.218)— item- que Creatorem, in unoquoque homine, animae spiritualis et immortalis (cf. n.232,231). 9. Credimus hunc unicum Deum ita absolute unum esse in sua sanctissima essentia, ut in ceteris suis perfectionibus: in sua omnipotentia, in sua scientia infinita, in sua providentia, in sua voluntate et caritate, Ile est qui est, ut ipse Moysi revelavit (cf. Ex 3,14), ifle est Amor, ut nos Toannes Apostolus docuit (cf. 1 Io 4,8): ita ut duo haec nomina, Esse et Amor, ineffabi- liter divinam eandem exprimant Illius essentiam, qui seipsum nobis manifestare voluit, quique Jucem inhabitans inaccessibilem (cf. 1 Tim 6,16) est in seipso super omne nomen, superque omnes res et intellegentias crea- tas. Deus unus potest nobis suipsius rectam plenamque im- pettire cognitionem, seipsum re- velans uti Patrem, Filium et Spi- ritum sanctum, cuius nos, hisce in tetris in obscuritate fidei, et post mortem in sempiterna luce, ad aeternam vitam participan- dam per gtatiam vocamur. Mu- tua vincula, ex omni agternitate Tres Personas constituentia, quarum unaquacque est unum idemque esse divinum, sanctis- simi Dei sunt intima beataque vita, quae infinite omne superat, quod nos modo humano intelle- gere possumus [cf. n.59]. Gratias tamen divinae bonitati agimus, quod quam plurimi credentes coram hominibus nobiscum Unitatem Dei testari possunt, quamvis mysterium sanctissi- mae Trinitatis non cognoscant. Simbolos de fe cristiana cosas visibles como es este mundo en que pasamos nuestra breve vida— y de las cosas invisibles —como son los es- piritus puros, que llamamos también an- geles (cf. n.218)— y también Creador, en cada hombre, del alma espiritual ¢ inmortal (cf. 0.232 y 231). 9. Creemos que este Dios tnico es tan absolutamente uno en su santisima esencia, como en todas sus demas perfec- ciones: en su omnipotencia, en su ciencia infinita, en su providencia, en su volun- tad y caridad, E/ es ef que es, como él mismo revelé a Moisés (cf. Ex 3,14); él es Amor, como nos ensefié el apéstol Juan (cf. 1 Jn 4,8): de tal manera que estos dos nombres, Ser y Amor, expre- san inetablemente la misma divina esen- cia de aquel que quiso manifestarse a si mismo a nosotros y que, habitande ta lug inaccesible (cf. 1 Tim 6,16}, esta en si mismo sobre todo nombre ¥ sobre todas las cosas e inteligencias creadas. Sdlo Dios puede otorgamos un conocimiento secto y pleno de si mismo, revelindose a si mismo como Padre, Hijo y Espiritu Santo, de cuya vida eterna estamos Ilama- dos por la gracia a participar, aqui, en la tierra, en la oscuridad de la fe, y, después de la muerte, en Is luz sempiterna. Los vinculos mutuos que constituven a las ues personas desde toda la eternidad, cada una de las cuales es el unico y mismo Ser divino, son la vida intima y dichosa del Dios santisimo, la cual supera infini- tamente todo aquello que nosotros pode- mos entender de modo humano [ct. 1,59]. Sin embargo, damos gracias a ta divina bondad de que tantisimos creyen- tes puedan testificar con nosotros ante los hombres Ja unidad de Dios, aunque no conozcan el misterio de la Santisima Trinidad, 1403 1404 1405 Fi credo del Pueblo de Dies 865 10. Credimus igitur in Deum, qui in omni aeternitate generat Filium, credimus in Fi- lium, Verbum Dei, qui ab aeter- no gignitur, credimus in Spiri- tum Sanctum, Personam increa- tam, qui ex Patre Filioque ut sempiternus eorum Amor proce- dit. ita in tribus Personis divi- nis, quae sunt coacternae sibi et coaequales [cf. n.1386], vita et beatitudo Dei plane unius quam maxime abundant et consum- mantur, summa cum excellentia et gloria Essentiae increatae pro- pria; atque semper unitas in Tri- nitate et Trinitas in unitate ve- neranda est [cf. n.1383]. 10. Creemos, pues, en Dios, que en toda la eternidad engendra al Hijo; cree- mos en el Hijo, Verbo de Dios, que es engendrado desde la eternidad; creemos en el Espiritu Santo, persona increada, que procede det Padre y del Hijo como Amor sempiterno de ellos. Asi, en las tres personas divinas, que son efernas entre sie iguales entre si (cf. 0.1386], la vida y la felicidad de Dios enteramnente uno abundan sobremanera y se consuman con excelencia suma y gloria propia de lz esencia increada; y siempre say gue venerar la unidad en ta trinidad y la trinidad en la unidad (cf. 0.1383]. Cristologia 11. Credimus in Dominum nostrum Iesum Christum, Dei Filium. Ipse est Verbum aeter- num, natus ex Patre ante omnia saecula et consubstantialis Patri, scu homoousios to Patri; per quem omnia facta sunt. Et in- carnatus est de Spirim Sancto ex Maria Virgine et homo factus est: aequalis ergo Patri secun- dum divinitatem, minor Patre secundum humanitatem cf. 1.1388]; unus omnine non con- fusione (quae fieri non potest) substantiae, sed unitate personae [cf. 1.1389}. 12. Ipse habitavit in nobis plenus grtatiae et veritatis. An- nuntiavit et constituit Regnum Dei, in seipso nobis Patrem ma- nifestans. Dedit nobis manda- tum suum novum, ut nos invi- cem diligeremus, sicut ipse dile- xit nos. Docuit nos viam Beati- tudinum evangelicarum: videli- cet esse pauperes in spiritu, et mites, dolores tolerare in patien- tia, sitire iustitiam, esse miseri- cordes, mundos corde, pacificos, persecutionem pati propter ius- titiam. Passus est sub Pontio Pi- lato, Agnus Dei, portans peccata mundi, mortuus est pro nobis Croci affixus, sanguine redemp- 11. Creemos en nuestro Sefior Jesu- cristo, e! Hijo de Dios, El es el Verba eterno, nacido del Padre antes de todos los siglos y consustancial al Padre, u bomoousios to Patri; por quien han sido hechas todas las cosas. Y se encamné por obra del Espiritu Santo, de Maria la Virgen, y s¢ hizo hombre: igual, por tanto, af Padre segin la divinidad, menor que ef Padre segin la bumanidad (ct. 0.1388}, completamenté uno, no por confusién (que no puede hacerse) de la sustancia, sino por anidad de la persona (cf. 0.1389}. 12. El mismo habité entre nosotros leno de gracia y de verdad. Anuncié y fund6 el reino de Dios, manifestandonos en si mismo al Padre. Nos dio su manda- miento nuevo de que nos amiramos los unos a los otros como él nos amo. Nos ensefié el camino de las bicnaventuran- zas evangélicas: a saber, ser pobres en espiritu y mansos, tolerar los dolores con paciencia, tener sed de justicia, ser mise- ricordiosos, limpios de corazén, pacifi- cos, padecer persecucién por Ia justicia. Padecié bajo Poncio Pilato: Cordero de Dios, que lleva los pecados del mundo, murié por nosotros clavado a la cruz, travéndonos la salvacion con la sangre de la redencién. Fue sepuleado, y resuci- t6 por su propio poder el tercer dia, 1406 1407 1408 866 Cit, tionis afferens nobis salutem. Sepultus est, et propria virtute resurrexit tertia die, ad consor- tium vitae divinae, quae est gra- tia, Resurrectione sua nos eve- hens. Ascendit in caelum, unde iterum venturus est tunc cum gloria ad iudicandos vivos et mortuos, unumquemque secun- dum propria merita: qui Amori et Pietati Dei responderint, ibunt in vitam aeternam, qui ve- ro ea usque ad exitum respue- rint, igni addicentur interituro numquam. Et Regni eius non erit finis. Simbolos de fe cristiana elevandonos por su resurreccién a la participacién de la vida divina, que es la gracia, Subid al cielo, de donde ha de venir de nuevo, entonces con gloria, para juzgar a los vivos y a los muertos, 4 cada uno segin los propios méritos: los que hayan respondido al amor ¥ a la piedad de Dios iran a la vida eterna, pero jos que los hayan rechazado hasta el final serin destinados al fuego que nunca ce- sara. Y su reino no tendra fin. El Espiritu Santo 13. Credimus in Spiritum Sanctum, Dominum et vivifi- cantem, qui cum Patre et Filio simul adoratur et conglorifica- tus. Qui locutus est per Prophe- tas; missus est nobis a Christo post cius Resurrectionem ct As- censionem ad Patrem; illuminat, vivificat, tuetur ac regit Eccle- siam, cuius purificat membra, dummodo gratiam ne aversen- ur. Eius opera, quae ad inti- mum animum permanat, homi- nem aptum facit, qui illi Christi Praecepto respondeat: Estote... pertecti, sicut er Pater vester cae- lestis perfectus est (cf. Mt 5,48). 13. Creemos en el Espiritu Santo, Seftor y vivificador, que, con el Padre y el Hijo, es juntamente adorado y glorifi- cado. Que hablé por los profetas; nos fue enviado por Cristo después de su resurreccion y ascension al Padre; ilumi- na, vivifica, protege y rige la Iglesia, cuyos miembros purifica con tal que no desechen Ja gracia. Su accion, que pe- netra le intimo del alma, hace apto al hombre de responder a aquel precepto de Cristo: Sed... perfectos, como también es perfecto ruestra Padre celeste (cf. Mt 5,48). Mariologia 14. Credimus Beatam Ma- riam, quae semper Vitgo per- mansit, Matrem fuisse Verbi In- carnati, Dei et Salvatoris nostri Tesu Christi [cf. 1.281], eamque, ob singularem suam electionem, intuity meritorum Filii sui su- blimiore modo tedemptam, ab omni originalis culpae labe prae- servatam immunem fuisse [cf. 1.420], atque eximiae gratiae do- no omnibus aliis creaturis longe antecellere. 15. Arcto et indissolubili vinculo mysterio Incarnationis et Redemptionis coniuncta Bea- tissima Virgo Maria Immacula- 14. Creemos que la Bienaventurada Maria, que permanecié siempre Virgen, fue la Madre del Verbo encarnado, Dios y Salvador nuestro, Jesucristo [cf 1.281], y que ella, por su singular clec- cién, en atencién a los méritos de su Hijo redimida de modo mas sublinge, fue preservada inmune de toda mancha de culpa original (cf. 1.420] v gue supera ampliamente en don de bravia eximia a todas las demas criaturas. 15. Ligada por un vinculo estrecho e indisoluble al misterio de la encarnacion y de la redencion, la Beatisima Virgen Maria, Inmaculada, terminado el curso de la 1409 1410 El credo del Pueblo de Dios ta, expleto terrestris vitae cursu, corpore et anima ad caclestem Bloriam est assumpta [ct. n.423] et Filio suo, qui resurrexit a moriuis, similis reddita, sortem omnium iustorum in anteces- sum accepit: credimus Sanctissi- mam Dei Genetricem, novam Hevam, Martrem Ecclesiae” cae- litus nunc materno pergere circa Christi_membra_munere fungi, quo ad gignendam augendam- que vitam divinam in singulis hominum redemptorum animis opem confert*. 867 vida terrestre, fue assutta en cuerpo y alma ala gloria celeste [cf. 0.423], y hecha semejante a su Hijo, que resucité de los muertos, recibio anticipadamente la suerte de to- dos los justos; creemos que la Santisima Madre de Dios, nueva Eva, Madre de Ja Iglesia continsia on ef ciele jercitande in oficio materne con respecto a los miem- bros de Cristo, por ef que contribuye para engendrar y aumentar la vida divina en cada sna de las almas de los hombres redimidos Pecado original 16. Credimus omnes in Adam peccavisse; quod signifi- cat originalem culpam ab illo commissam effecisse, ut natura humana, universis hominibus communis, in talem laberetur statum in quo illius culpae con- sequentias pateretur. Qui status jam ille non est, in quo natura humana initio in protoparenti- bus nostris, utpote in sanctitate et iustitia constitutis, invenieba- tur, et in quo homo expers erat mali et mortis. Itaque haec hu- mana natura sic lapsa, gratiae munete destituta, quo antea erat ornata, in ipsis suis naturatibus viribus sauciata atque mortis imperio subiecta, omnibus ho- minibus traditur; qua quidem ratione omnis homo nascitur in peccato. Tenemus igitur, Conci- lium Tridentinum secuti, pecca- tum originale, una cum natura humana, transfundi propagatio- ne, non imitatione, idque in- esse unicuique proprium [cf. 1.250.269]. 17. Credimus Dominum Nostrum lesum Christum Cru- cis Sacrificio nos redemisse a peccato originali et ab omnibus 16. Creemos que todos pecaron en Adan; to que significa que !a culpa origi- nal cometida por éi hizo que la naturale- za, comin a todos los hombres, cayera en un estado tal en el que padeciese las consecuencias de aquella culpa. Este es- tado ya no es aquel en el que la naturale- za humana se encontraba al principio en nuestros primeros padres, ya que estaban constituidos en santidad y justicia, y en cl que el hombre estaba exento del mal y de la muerte. Asi, pues, esta naturateza humana, caida de esta manera, destituida del don de gracia del que antes estaba adornada, herida en sus mismas fuerzas naturales y sometida al imperio de la muerte, es dada a todos los hombres; por tanto, en este sentido, todo hombre nace en pecado. Mantenemos, pues, siguiendo el concilio de Trento, que el pecado original se transmite, juntamente con ta naturaleza humana, por propagacién, ne por imitaciin, y que se balla como propio en cada ano (cf. 1-250 y 269). 17, Creemos que nuestro Sefior Je- sucristo nos redimid, por el sacrificio de Ja cruz, del pecado original » de todos los pecados personales cometidos por 3° Lemen gentinm 0.53.56.61.63; PaBLo VE, aloc. en la clausura de la III sesion del cone. Var. [1 AAS 56 (1964) 1016; exhort. apost. Sigaum magnum: AAS 59 (1967) 465 y 467. 8 CE. Lumen gentivm 0.62 [2.431]; Paato VI, exhort. apost. Sigeum magnum: AAS 59 (1967) 468. 1411 1412 868 Ct. peceatis personalibus, ab uno- quoque nostrum admissis, ita ut vera exstet Apostoli sententia: Ubi autem abundavit delictum, superabundavit gratia (cf. Rom 5,20). 18. Confitemur credentes unum baptisma a Domino Nos- tro Iesu Christe in remissionem peccatorum institutum. Baptis- mum etiam parvulis esse confe- rendum, qui nihil peceatorum in semetipsis adhuc committere potuerint; ita ut gratia superna- turali in ereu privati, renascantur ex aqua et Spititu Sancto ad vi- tam divinam in Christo lesu [cf. 1.251]. Simbolos de fe cristiana cada uno de nosotros, de modo que se mantenga verdadera la afirmacién del Apéstol: Donde abundé ef delito sobreabundé la gracia (cf. Rom 5,20). 18. Confesamos creyendo un solo bautismo instituido por nuestro Sefior Jesucristo para el perdén de los pecados. Que e] bautismo hay que conferirlo tam- bién a Jor nittos, gue todavia no han podide

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