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(HECHOS CLINICOS 0 HECHOS CLINICOS PSICOANALITICOS? JEAN-MICHEL QUINODOZ, GINEBRA! £Qué es un hecho clinivo cn psicounatisis? Esta pregunta parca y directa es relevante no sdlo para los aspectos diarivs de nuestro t bajo con nuestros analizandos, sino también para todo aquello que es mas personal on start ir to huestras posiciones (edrieas. Me contestarla haciendo un injento, de det que para mf significan Jos términos hecho y hecho clinico en psicoanilisis. La validez, de este enfoque esté contirmada,-a mi parecer por las discusiones en las cuales participé en West Point en abril de 1994, y en’ tas cuales muchos de mis colegas utilizaron estos trini- nos en sentidos amplianente diferentes, que no aclararon propiamente, Se podria evitar mucha contusi6n si nos pusiéramos de acuerdo en cl significado de los términos y conceptos que utilizamos. HECHOS Y HECHOS CLiNICOS Definiciones El términog GEG es de origen mé- dico, y gua emdrienocobservadospar un HEGicosgonsmmepucienke - mis exacto, por climologfa, “a la cabecera del paciente”: la pa- labra clinico viene de ta palabra griega para cama” (Kline. Por ejeniplo, si un paciente esti aliebrado y tiene el cucllo rigido, cl médico ver’ esto como un hecho clinica caracteristicn Ue ta eningitis Laasociacidin de las palabras eliuiea y the cho @ menudo da lugar a malentendidos sobre ul propio concept de hecho elinicy; espectal- mente cuando el término hecho es utilizado en su sentido concerniente a la realidad, sugiriendo 1. Este trabajo fué presentado en la Conferencia «i marzo al 2 de abil de 1995, que los hechos clinicos conciernen principal- mente al dominio de lo real, lo que no es el La palabra francesa fait (hecho) tiene varios significados diferentes en cf diccionario, EL primer sentigo de la palabra y el mas gene- ral es “Io que ha sucedido, lo que ha teniglo jugar” (Robert, 1987, p. 754), sin ningu- Na espccificacién de su localizacién o forma. El segundo sentido y ef mas limitado tiene que ver con Ta relacidn entre el hecho y ta reali- dad: un hecho es “lo que en efecto existe, to que liertencee al dominio de lo real™ (p. 754), ET primer sentido amplifica cl campo en el cual cl Fendmeno tiene lugar, ef cual no ne mente pertenece a la realidad concreta: por cicmplo, un hecho puede haber sucedido 0 te- nido lugar en cl campo de la subjetividad ~ sea en la realidad psiquica — que es el campo uel psivoanilisis. Sin embargo, hasta en psi- coandlisis encontramos que el téemino hecho es utitizado a menudo en su sentido restricto, en relucién con lo real, en detrimento de su sentido general, el cual, sin embargo, me pa- rece ser cl mas apropiado a ta naturaleza de los fendmenos de la realidad psiquica. Un hecho elinico también debe ser distin- guidy de un hecho cientifico, Nuevamente, de acuerdo con ef diccionario, un hecho cient co es definide como “lo que es reconoeido y eslablevidy por observacion (p. 735); gene- Talmente un hecho se considera cientifivo si es un hecho de observacisn que realmente cxisie, independientemente de} obseryador. Aunque se ha sabido desde hace algéin tiempo que la subjetividad del observador también es Celebracisn del 75 Aniversario del 1JPA, en Sao Paulo, del 31 dé relevante para cl establecimiento de los he- chos cientificos, por ejemplo cn la Fisica a pesar de ello persiste la idea arraigada de que un hecho clinico, por incluir ta palabra hecho. ampo de lo ma- pertencee necesariamente al terial, de la realidad concreta. Por ost razén deseo enfatizar que la yuxtaposicién de los dos trminos ¢linica y he- cho implica algo diferente del concepto de _he- cho _tomado aisladamente: ng es simplemente una cuestiGn de observacién del fenémeno real én Ta forma en _gue fo hace la concepcion establecida de los “hechos cientificos”. En mi Opinion, Ta asociacion de las dos palabras elfii- cay hecho amptia ol concepto de hecho, afadiendo a los hechos clinicos no sélo una Tmengion humana — porque los fendmenos SHRESMTEREE SHE obser vados en seres homer nos — clo selacional .) su En estos (érminos — para considerar otro ejemplo ~ gse admite que un fendmeno como cl dolor constituye un hecho clinico,’ pero podrfamos aceptar que el dolor existe silo cuando se pueda objetivar’ — 0 sca, cuando tenemos prucbas’ de su existencia en un nivel somiético para explicarlo? Cuando un paciente le dice a su médico que tiene un dolor, segu- ramente cl médico asume que el sufrimiento de su paciente existe’ y constituye un hecho clinico, ain cuando los medios corrientes de la Hamada medicina cientitica’ no to puedan objetivar’ Colocando Jos hechos clinicos en su cam- Po expeciticn se deduce de lo anterior que el concepto de un hecho elfnico es inseparable del de un campo, ya que este tltimo hace po- sible especificar ef escenario de los hechos cli- njcos relevantes. smo hecho clinic pue; de tener un significado en un campo pero no Sh OIF, como ilustraré con un ejemplo en el que un hecho elinico al cual no se Ie habia en- contrado ningdn significado en cl campo mé- dico adquirié uno cn cl campo psicoanalitico. De allf la importancia de colocar los hechos clt- nicos en su campo especitico, no slo en la me- dicina (et campo médico, el campo quirdrgicn, el neurolégico, etc.) sino también en el psico- andlisis como lo veremos. JEAN-MICHEL QUINODOZ, En la medicina, ef concepto de hecho elt nico esté muy ligado al concepto de campo: cn fa medida en que cl médico, habiendo iden- lificado los hechos elinicos los coloearii en su campo apropiado a través de su diagndstivo: éste es un paso necesario antes de iniciar cual- quier terapia. Lu especializacién cn medicina es scguramente una consecuencia de la necesidad de especifivar mis y de forma mas precisa cl campo de una accivin terapéutica que esté cada vex. més estrechamente confinadla. El éxito del tratamiento a menudo depende, principalmen- te, de la habilidad del médico de colocar el he cho clinico en ef campo apropiado y de encuminar al paciente hacia el especialista cor- respondiente, Por ejemplo, cuando contronta- do con un paciente con dolor abdominal agu- do. primero el médico tratard de determina mediante otros hechos clinicos si la causa del sintoma debe ser asignada al campo quiriirgico. 0 al campo médico, antes de decidir si una operacién 0 medicacisn-es el tratamiento apropiado. HECHOS CLINICOS EN EL CAMPO DEL PSICOANALISIS En el campo del psicoandlisis hechos ltnicos psicaanaliticos También el psicoanalista debe comenzar colocando Los hechos clinicos en su campo es- peeftico. Como a menudo succde, Freud descubrid el psicoandlisis cuando exitosamente situd los sintomas histérieos cn un nuevo cam Po, cn el cual tenfan su propia especificidad y cran diferentes de los simtomas de la medicina sonxitica: ef campo de la realidad psiquica. Su punto Ue vista fue vindicudo por el éxito de su lerupia psicoligica De allf on adelante, el interés de Freud ri- pidaiente se alejé del nivel de tos sintomas somélicos ~ como la conversién histérica — acercdndose al de los sintomas psiquicos, a medida que les asignaba la importancia debida a los conflictos intrapsiquicos inconscientes de los cuales los sfatomas psiquicos son la ex- presidn y a su repeticidn en [a relavién con el psicoanalista, Con cada descubrimiento su- (HECHOS CLINICOS O HECHOS CLINICOS PSICOANALITICOS? 51 cesive Freud distinguis gradualmente fas ca racteristicas de los fendmenos propio del campo psicoanalitico: cl inconsciente. cl complejo de Edipo, ta repeticién de Ja neuro- sis infantil en la vida adulta y la reproduceién de dicha neurosis en la relacién de tansferen- cia y contratransfereneia, Estos elementos fun- damentales deben estar presentes si ef fendine: no psiquice ha de considerarse legilimamente parte del campo del psicuandlisis Atin cuando tos hechos clinicos que se dan dentro del campo del psicvanilisis se pueden Uefinir como hechos clinicos psicoanaliticos quisiera introducie otra distincidn que consider fundamental: Considero que ta clase de hecho: clinivos psicounaliticos se puede subdivigir en aguefos que cuen fuera de lwsitwaciGn psicoana- Iica y aquellos que se dan dentro de la situa GiGh_psicoanalitica; los Gitimos son los te clos clinicos psicoanaliticos’ propiamente dichos > Hechos clinicos psicoanaliticos fuera de la situacién psicoanalitica Comencemos considerando tos hechos eli- hicos yue cacn fuera de la situacién psicoanali- lica. Bstos son los hechos clinicos observa- bles que reflejun la estructura psiquica del pa- cionte y pertenccen al campo del psicoandlisis en la medida en que son una consecuencia de los fendmenos psiquicos inconscientes, el complejo de Edipo y la reproduceién de la neu- rosis infantil en Ia vida adulta, Sin embargo, estos hechos clinicos careeen Ue una di- mensiGn esencial, cuando el paciente atanido ho estd en una situacidn en fa cual estos he- chos elinicos pueden desarrollarse en el contexto de fa Ceansferencia-contratransfe- rencia Hay niuchas circunstaneias en has ¢ un psicoanalista puede observar eventos psf- quicos que son signiticativos desde su punto ue vista, Los puede observar no sdlo cn tas consultas 0 en entrevistas Ue evaluacién inicéal como en ef ejemplo que expondré. sino también en las psicolerapias de origntacion psicoanalitica, o simplemente en los Lapsus lipicos y actos fallidos de la vida diaria Un psicoanalista (ambién esta interesado en los hechos elfnicos cuando estudia et tr bajo de un autor o artista desde ef punto de vista psivoanalitico (psicoandlisis aplicado) Sin embargo, de mi punto de vista, creo que [p que have falta en todas estas situacio- ngs es cl potencial para que los eventos psi quicos signifeativos se descnyuelvan, de ma GFA que pucdan sor clahorados en el contexto SSencial de Ta relucién de transferoncia-contra- iransfercneia, una condiviGn que el tratamicn- io psicoanalflico satisface. Hasta tanto estos “eventos significativos” no formen parte del proceso de transferencia-contratransteren se admite que scan considerados hechos ¢lf- nicos que perteneven al campo det psicoandli- sis, pero que permanecerin como hechos psi- counaliticos fuera de la situacién psicoana- ltica He perdido mi brazo derecho" Deseo mostrar en el siguiente ejemplo que un sintoma, cuyas aracteristicas en parte pertenecen al campo del psicoanalisis, consti- tuye un hecho clinico para un psicoanalista, pero que carece de fas condiciones de una re- lacidin de transterencia que podria permitir su eluboracién. Una mujer de 40 afios repentinamente ha- bia sulrido una pardlisis de su brazo derecho pocos meses antes de consulturme. Las inves: ligaciones médicas no revelaron causa soma- tica alguna, Su médivo me fa retirié para evaluar fa posibilidad de psicoterapia 0 psico- anélisis. Entrando a mi consultorig me mostes inmediatamente su brazo incapacitado yi me dijo: “Mire, he perdido mi braze derecho!” Durante el transcurso de fa entrevista, escuché la historia de ta vida de la pacicnte y me enteré que habia perdido a su marido hacfa unos cuantos ais y que habia eriado sola a su hijo Luego relaté detalladamente las cireunstancias que acompaiiaron la irrupeién del siatoma, Par- licularmente me dijo que su brazo se habia paralizado pocos dias después de que su hijo se fue de fa casa, Este tinivo hijo habia sido su apoyo desde la muerte de su esposo y aho- ra se habia ido al extranjero « vivir su propia vida. “jCuando se fue mi hijo, era como, hubiese perdido mi braze derecho!" aitadis, 52 sin percatarse del doble significado de su fra- se “perdi mi brazo derecho” (lanto somético come psiquico) Para mi, el doble signiticada de las pala- bras “He perdido mi brazo derecho” era un hecho clinico sémamente signiticativo en el hivel inconscicnte, demostrindome que habia un Lazo simbélico entre el impacto afectivo Ue la partida de su hijo — “su brazo derecho” — y la pérdida de mobilidad de su brazo derecho. Otras asociaciones, tales como la ingestuosit {ijaci6n edfpica de esta madre con su hijo, me confirmayon que la conversién histériea era de origen psiquico, Conociendo lo anterior, yo queria evaluar la capacidad asoviativa de la paciente, pero Subestimé Ja fuerza de sus resistencias. Yo simplemente le repetia sus palabras cn forma interrogativa: “,Asi que perdi su brazo derecho?” Al principio no pareefa entender, pero inmediatamente ke doming una rabia vio- Jenta y la situacién de entrevista se le hizo insoportable, En un ataque de ansiedad me gril6: “jSi continga diciéndome ese tipo de cosas, me va a volver Inca!” Luego se levanté y se fuc, dando un portaze detras de si, y nun- ca més la volvi a ver. Posteriomente supe que habfa continuado a consultar otros médicos, rochazando cualquier ayuda al nivel psfquico. En este ejemplo, el hecho clinico signifi- cativo desde ef punto de vista psicoanalitico fue para mf el momento en que escuché a la paciente asociar inconscientemente la pérdida de la mobilidad de su brazo derecho = por un mecanismo de conversién ~ con la pérdida de su “brazo derecho” cn cl sentido simbélico — © sea, Ja pérdida de su hijo. Sin embargo, debido a la Jucrza de las resistencias de la pa- ciente y a su incapacidad para contener en el nivel psiquico ef aumento repentino de ta ansicdad trut que resulta de La conscienciacién fepentina de esta conexisn, ella fue incapaz de aceplar el establecimiento de una situacién psi- coanalilica que quiz podria haber permitido gue este hecho clinico desarrollase tado su sig nificado inconsciente potencial, cl cual, enton- ces, podria ser claborado cn una relacign de transferencia, JEAN-MICHEL QUINODOZ Del sintoma a la neurosis de transferencia: del hecho clinico at hecho clinico psicoanatitica Si definimws el concepto de un hecho elf nico dentro del campo del psicoandlisis, debemos entonces relacionar este concepto con cl de un sintoma psicoanalitica, porque como Freud mosiré, Gl sititoma debe sor (- mado cn cuenta cn la neurosis de iransferen- En esos términos, cl propésito del trata- miento es el de transformar los sintomas de li neurosis infantil del paciente, con su tenden- cia repelitiva, en los sintomas de la neurosis de transferencia a través del contacto con 1a persona del analista, Bl comportamiento pato- Isgico det paciente como un todo ~ sus acciones y sintomas — pueden asumir enton- ces signiticados cada vex mas amplios a tra- vés de las interpretaciones de la transferencia, y la neurosis de transferencia puede ser resuclta simulineamente con tos sintomas. Freud resume todo este proceso en el pacien- le de la siguiente manera Regularmente acertamos dindule a todos los sintomas de [a enfermedad un nuevo significado transferencial y reemptazando su neurosis ordi- maria por una “neurosis de transfereneia” de ka cual puede ser curado mediante cl trabajo terapcu- ico. (1914, p. 154) Los hechos clinicos y los heehos clinicos psicoanaliticos forman parte de esta secucneia que Heva del sintoma a la neurosis de transte- rencia y a su resolucién eventual Se puede ilustrar esto con cf ejemplo del vériigo de origen psiquico, un sintoma cuyas traasformaciones sucesivas hasta su resolu- cién en la transferencia han sido deseritas recientemente por D. Quinade, (1994): con to cual la distincién entre sintomas, hechos elf- nicos y hechos clinicos psicoanaliticos quedaré clara, El vértigo aparece antes que todo como un sintoma, experimentado como una sensacin desugradable de caerse 9 dar vuellas, cuyo origen ~ somitico 0 psfquico — no esté claro a primera vista, como tampoco lo esté el cam po al cual pertenece: es aparentemente insig GHECHOS CLINICOS © HECHOS: nificante, Sin embargo. cuando un psicoana- lista, observando a un pacicnte afligids por vértigo, descubre en ef paciente lazos entre et sintoma y los contlictos inconscientes — por supuesto Iuego de haber deseartado cualquier origen somitica — el sintoma de vértigo puede ser considerado como un hecho clinica psi- counaliticn fuera de la situacién analitiea, Si cl paciente presenta ahora vértigo de origen psiquico dentro de fa situacidn psicoanalitica, el vérligo entonces se convierte en un hecho clinico psicoanalitice genuino, porque se to pucde comprender en ta totalidail de lat situa- cidn de transferencia-contratransterencia y puede asumir una variedad de significados. Por ejemplo, una sensacisn vertiginosa de caida puede corresponder a la ansiedad de que una persona i mada te duje caer (“el vertigo de que Io dejen”), mientras que la sensaein de ser aspirado por un vacio puede -corresponuer a la ansiedad de ser absorbide por una relacidn, invasora (“el vérligo de ser succionado”). Por Supuesto, es imposible sobreenfatizar ct po y la paciencia requerida para el abajo claborativo, para permitir que las interpreta- ciones de la transferencia modifiquen gra dualmente las razones por las cuales sintoma se establecis en primer lugar. fem un hecho elinico si coanalitigo corresponde al momento en el gue ol psicounalista comprende todo el complejo de acia Juzgandolos modifivables por interpretacion, resolviendo ast la neurosis de transterenen, y Tos_sintomas, Tampoco Na de olvidarse que ka neurosis, de trans!crencia sigue sicndo cl moeto de Teferencia central en la resolucion de los Snlomas cn el picoanalinis, tin pars Tos pacientes cuyas neurosis narcigislas_- en el sentido freudiano — cnc Je: Ie la simbolizaci6n, Hoy en dia, una gran v ticdad de (eorfas intentin transtereneia observade en pacientes narcisis- tas, borderline y psiedticos. y es muy probable que encuntremos durante ef transcurso de nuestras discusiones que mit Sroner explicar cl fensmeno de virus Mis nos: alyjemos de la referencia t La neurosis de trans- CLINICOS PSICOANALETICOS? 53 ferencia, mayores serén las diferenci: mencionar los malentendidos — entre psic analistas. Me parece que cualquier hi tesis nucvit ce cl funcionamigs ferencia. De esta_ manera ogra cvila- Tiamos la exacerbacion de nuestras divergen- Chis y preservaniamos nucstra ti Dentro de la situacién psicoanalitica: hechos clinicos psicoanaliticos propiamente dichos Desde mi punto de vista, para que un he- cho elinico que pertenece al campo del psico- andlisis asuma todo su valor, debe ocurrir den- tro de la situacidn psicoanalitica, o sea, cn_cl Tontexto de Ta relacién analizando-analista: para poder ser juzgade como un hecho elinico psi- voanalitivo propiamente dicho, Junto con los hechos ‘oS que ocurren fuera de Ia situacidn psicoanalitiva, los hechos clinicos psicoanaliticos definidos de esta for- ma comparten rasgos generales caracteristicos del campo psicoanalitico: tienen que ver con cl inconsciente, con cl complejo de Edipo, son observables, se repiten, y reflejan la estructura pstquica del paciente. Sin embargo, los hechos elinicos psicoanaliticos propiamente dichas tie- nen la ventaja de_desarrollar su_potencial den- tro_del_ marco de referencia de la_relacién de (ransferencia-contratransicrencia., Para el funcionamiento éptimo del inter- cambio analizando-analista, es esencial que el analizanido acepte [ay condiciones que permiten que cl encuentro se dé de tal forma que et proceso psicoanalitico pucda desarrollar- se, Estas condiciones incluyen la regularidad de las cilas, frecuencia y duracién apropiadas de las sesiones, la configuracién fisica “divan- sila” (con ef analista sentado detrés del pa- ciente), el pago de los honorurios, etc. — siendo hecesarios todos estos fuctores para permitir que opere ta regla fundamental de asociacién libre del analizando y la atencién parejamente suspetisa del analisti ‘Tanto analista requieren de condiciones Gplimas para aven- turarse en ef descubrimiento de los hechos cli- bios psicoanaliticos significa el el comp el analizado (vox que eons- 54 JEAN-MICHEL QUINODOZ, Hitnyen Tos verdaderos “heetos” we la teali dad psig para enfatizar fy anportincr de que et propio analizado adquicra_conciencia de los hecho: licos, y no sdlo el psicoanalista, A spect, Tas hechos clinicos psicoanali- ticos difieren fundamentalmente de los hechos clinicos como tales, porque cn el caso de los hechos clinicos,, el psicoanalista permanece como observador fuera de la situacion y el pa- ciente como rl observado. Le inverse ocurre a ta iu propiamente ha, en ta a el_analista busca que el pa- SADE ite Due Wus oh ye aan desempefie"un papel activo y descubra Tanto como Te sew posible Tos eventos paiquiy ‘Sos _significalivos que Muyen de sus palabras: la TuriciGn del patcoanalista os Ta de revelar. Es Dor esto que preliero utilizar cl Lérmino “anali- zando” y no “paciente”, para enfatizar el pa pel active que desempefia cn el descubrimiento Ie Tos Rechos clinicos psicoanaliticos. Duro ef par analiste analizado, UN HECHO CLINICO PSICOANALITICO ENTRE OTROS Pouria dar docenas.de ejemplos de hechos: clinicos psicoanalfticos porque en el limite, todo lo que surge al nive) manifiesto en la si- luacidn psicoanalitica puede ser considerado como teniendo un significado inconsciente po- tencial en 1a relacién analista~analizando. Des- pués de todo, todo lo que cs comunicado por el pacicnte ~ ya sea verbalmente a través de sus palabras 0 no-verbalmente a través de sus “juegos”, expresiones, conducta, ete. ~ puede ser observado y asumir un signifi- cado transferencial inconsciente Sin embargo, los fenémenos que pueden asumir_significados [ransferenciales durante una sesin son ta s ariados que el analista no los puede abarcar todos, A cada Momento se ve obligado a clegir: siendo esto posible porque no lodos los hechos clinicos psicoanaliticos tienen el mismo valor. Para for- mular su interpretacién, el analista por consiguiente scleccionaré lo que le parezca mas, signilicativo cn un momento dado en la sesion ~ Io que Bion Uamé el “hecho seleccionado” (Bion, 1962). He aqui un ejemplo. Fave in paciente Hamemosto Jacqnes von Vattos problemas al urvel neurotien Hicleyenda en parteultr una diticuttad de wen lificacién estable con su padre, Siempre que en su vida se vefa confrontado con una situa ci6n que exigia de él una fuerte posicidin mas- culina, abandonaba sus planes, Habfamos analizado esto desde varios puntos de vista — particularmente su conflicio de Edipo neurdti- co, que no le permitfa adquirir una actitud mas- culina, ya que inmediatamente le invadfa una ansiedad y se atrapaba en un conflicto de rivalidad inconsciente con su padre por tat Posesion de su madre. Esta incapacidad de lo- grar identificarse con su padre me habia pa recide predominante, pero no habfamos, has- la ese momento, tenido éxito en descubrir ba causa yerdadera de su ansiedad ¢ inhibiciones Un dia, algo que hasta cntonces consider’ como trivial de repente asumid significado, convirtigndose de mi punto de vista, en un he cho slinico psicoanalitico genuino, porque arrojs luz nucva sobre sus problemas. Ya ha- bfa notado cn las primeras entrevistas, pero sin atribuirle algdn significado, que cuando Jac- ques me mencionaba a Hlamaba por sus nombres, sus padres, siempre los “Marthe” y “Hen- “ri. No saqué mucho de esto, diciéndome a tf utismo que no cra desusada, y que yo sim- Plemente no estaba acostumbrado a ello, En esta clupa, sin embargo, ya tenfa la sutil sospecha de que el hecho de que Jacques Mamara a sus padres por sus nombres podria constituir un hecho clinico (observable paca quienes Io rodcaban, que xe manifestaba rope- lidamente y que reflejaba la estructura de sus relaciones objetales), pero atin, no tenia otra clave de su significado inconsciente, que la de un vago malestar contratransterencial: me hae bia sorprendido y hasta irritado la forma en que se referia a sus padres, pero no ahondé mas cn tai reaccién, aunque me preguntaba si este punts surgirfa on la transferencia una ver, co- metzado el andlisis. En esa sesin en particular, cuando Jac~ ques me habld de “Marthe”, me df cuenta de algo nuevo. Me dijo que a menudo manejs los negocios de “Marthe” — de los cuales yo no sabia nada — y que el dia anterior habia deci GHECHOS CLINICOS 0 HECHOS CLINICOS PSICOANALITICOS? 55 dido vender algunas propiedades de “Marthe”, sin consultar a “Henri”. Pero que este habia Jogrado parar la transaccisn al dime momento, enifureciendy a mi paciente, quien me dijo que jsiempre considers los asuntos de Marthe’ como propios y no de “Henri*! Escuchando el tono perentorio en el que mi paciénte me decfa que “los asuntos de Marthe son mfos”, Uejando a su padre sin lugar en ellos, inmedia- tamente me df cuenta de que inconscientemen- te Jacques se vefa a sf mismo como un igual a sus padres, en una fantasia omnipotente de haber tomado el Lugar de su padre pura poseer a su madre - como Lo corroboraba el uso per- sistente del nombre de sus padres. De mani que el verdadero problema de Jacques no era el de lograr identiticarse con su padre, come iniciatmente habfa pensado, sino que incons- cientemente él era su padre idealizado y se comportaba como tal, borrando.ta diferencia entre generaciones a través de su’ identificaciGn narcisista, mientras que al mismo tiempo: desvalorizaba a su padre proyeecién vefa como un niite pequeio débil Lo que ahora necesiteba hacer cra des- prenderse Ue esta identificacién narcisista con su pare — para “desidentiticarse”— de mane- ra que se convirticra en “Jacques” ~ 0 sea, él mismo — cn una identificacidn iitroyc tiva post-edipica, De allf en adelante, el escuchar a Jacques tomandose por su padre y relacionande esto con su forma familiar de Hamar a sus pscdres por sus nombres consideré esto ‘como wm he- cho clinic psicoanalitico que estaba concn zando a asumir significado, Adn quedaba por descubrir cl punto esencial, ya que Jacques 0 me Hanuba nunca por mi primer nombis: 0 a quien en su {Pouria ser que en su relacién transterencial, aba inconscientemente que era yo? Bueno, no que yo pudiera ver en esta etapa. Jacques im Yo suspechaba que Jacques no podia empezar 4 hacer el duclo a causa de esta po- sicidn nareisista en el complejo de Edipo, hasta que yo hubiera logrado localizar y luego inter- 1 esta “Tamuiliaridad inconsciemte que traicionaba su deseo seereto pretar, en ta transference de ser su padre y Gumbicn, hasta cierto punto. de ser su madre. Mientras que mis interpreta- cipnes slo daban cuenta de sus identificacio- nes narcisistas con sus padres al mismo tiem- po que desconsideraban Ia dimensién transte- rencial, ellas simplemente irritaban a Jacques ¢ incrementaban su ansicdad, ya que se sentfa desalojado de una posicién omnipotente sin te- ner ningén lugar propio al cual trasladarse. Luego de un prolongado y paciente traba- jo analitico, fui gradualmente capaz de des- cubrir en Jacques algunas actitudes extrema- damente ocultas, por las cuales inconsciente- mente imaginaba que era yo, pero é! resistia persistentemente, en hacerse totalmente cons- ciemte de esta posicién narcisisia. La situacin cambid después de un suefio en el que se vid sentado en mi lugar, en mi consultoria, hablando con un pagiente por telétono, En su suelo, Jacques desempenaba el rol del analista [el padre idealizado}, mien- tray que yo era el paciente |débil y desvalori- zado}: yo pedéa una cita con él, pero me dirigia a él en términos demasiado familiares que le disgustaban; particularmente, lo Hama bu por su nombre. Jacques se sorprendié, pero inme-diatamente entendié cl significado trans- ferencial de este sucho, y de repente mis in- (erpretaciones previas tuvieron sentido para él Este nucvo conocimiento fue seguido répida- mente por un cambio profundo en sus relacio- nes tanto con sus padres como conmigo. En Ia relacidn de transferencia, el conflicto nar- cisista entre ser y no ser su padre se trans- ‘ormé: y Jacques entrd a una nueva fase de rivalidad genital edfpica conmigo, representan- do a su padre, de allf en adelante, mis clara mente percibido como separado y diferente. Adn cuando Jacques ocasionalmente Hama a sus padres por sus nombres, nunca lo ha vuelto a hacer durante las sesiones, Mi malestar con- tratransferencial anterior, el sentimiento de ser uesvalorizado, desaparecié con el estableci- micnto gradual en su fantasia de una distancia miayor cntre sus padres y 61 mismo, y también de mf, mostrando que Jacques se habia vuelto inds consciente de la diferencia entre tos se- xox y las generaciones, Tambien ahadirfa aqui que slo después fue que me di-cuenta que el sentimiento, consviente de Jacques de ser yo ~ identifica- 56 IBAN-MICHEL. QUINODNZ, cidn introycetiva ~ también se habfa manifes- tado en mi contratransterencia — identiticacién proycetiva — a través de un sentiméento de que lo entendfa bicn, inclusive a veees demasiado bien, Y que en esos momentos me estaba poniendo en su lugar sin darme cuenta, Este movimiento de contra-identificacién proyectiva, en el sentido de Grinberg (1962), en el cual a veces me habfa sen- ido tan cerca de Jacques, desapurecié cuando tuve conciencia de esto, Jo que me habilité para establecer una mayor distancia de él Este’ ejemplo muestra como el hecho tri vial a primera vista, de Hamar a sus padres por sus nombres surgié inicialmente como un he- cho clinico pertencciente al campo del psico- andlisis ¢ indicando un contlicto edi te tender fiery ee by 0 incons- apie Te ayy oh ausalefiver guagiiany ade oie Pesable qe se cepeostiqena en Li catia eon Hransterenent Conteutnanstercne ia. en le cna pude ser claborado, Luce de eseribir este tat bajo. supe de oro dedicado al tema del uso de niilisis. (W: este (pico Gunbién es mencionado en este volumen en la contribucisn de Spence (1994). Jos nombres en cl gaan, 1990) CARACTERISTICAS GENERALES, DE LOS HECHOS CLINICOS PSICOANALITICOS Hechos ¢linicos pyicounaliticos. fenémenos que pueden ser observadas y comunicadas A través del concepto de hecho clinico bus- camos, en primer lugar, comprender los cle- mentos de lo que observamios en cl psicoaniili- sis, de manera que sea mas Feil asignarles un lugar, y por ende, hasta cierto punto ‘objeti- varlos’, para asf hacerlos comunicables, Esto nOS permite compartir nuestra experiencia y construir (eorfas. Estoy pensando en primer lu Gar, ch Compartir las expericncias psicoanaliti- cas con el pacienle para durle [a capacidad de eeTistarse con Tox hechos clinioos que CT purc- “WH observar en su propia vida psiquica. En segundo lugar, estoy pensando en compartir nuestra experiencia con nuestros colegas. Después de todo, el concepto de fe- OMENS observables implica también que los hechos clinicos observados por cl psicoana- lista on su paciente pueden ser observados por otros psicoanalistas, de manera que cualquier psicoanalista, bajo condiciones y entrena micnto similares pueda Hlegar a las mismas conclusiones. Esto nos Heva al tema de ta ceptualizaci¢ni de Tos hechow clinicos en el psi- chanatisis_y su Tormulicion para cl paciente, Tet He MMontare discutir ayul estos aspectos, ya que sé que son temas de otras contribu ciones de este coloquio. es de avanzar, me gustaria senalar yon aye sai ape cnatres entqies be putetion cet Platine cebye trate: te emo ne thee he etinntees pst oumabitice pttcals et visto de manent elifetente por sditsrentes: ubservadotes, y que diferentes: psicnanalistas amet seunMtTes, bayo condiciones: y entre Hogarian, cada uno de ellos, a interpretacio- nes diferentes del mismo fenvneno observa- “do. Hote es una conseenencia de la subjelivi- dad del proceso de observacisn ¢ interpreta- cisn en la situacién psicoanalitica, un punto al cual quiero regresar mis tarde Sin embargo, una concepeién demasiado, subjetiva de los hechos elinieds Bn psicoand- lisis también puede Hevar a excesos, levando consigo el riesgo de que cl psicoanulista se pucda distanciar de la experiencia actual del (ralamiento, Reaccionando a esta tendencia, Luquet (1987) did a una serie de publicaciones suyas cl titulo de: Le fait pxychanalytique [EL hecho psicoanalitico}: escribe: “El psicoand- lisis surgid del trabajo diario de reconogimien- to de Jos hechos, y no de especulaciones” También cnfatiza la necesidad de_una dialécticg constante en la cual la préctica clinica incen- iva Ta claboracién teérica mientras que, al inismo tiempo, Ja teorfa es aplicada al rabajo clinico Entonces hay un camino continuo entre ta exper vncia analitica (prictica) y la teoria, que es @HECHOS CLINICOS 0 1 esencial para la inturpretacion de los hechos. al faxenos un fa forma de hipsitesis. (1987) Aspecto permanente de los hechos elinicas psicoanaliticos Otro aspect de fos hechos elinicus conexidn con Ja esto te, una de cuyas caracte Te permanencia, atin cuando la organizacisn psiquica se esti rehaciendo constantemente, Un paciente con un cierto tipo de organizicidn pucde entonces (ender a expresar su colic! Tisticos, tales como sintomas, rasgus de ca- racter 0 patrones de conducts apropiades para cierto tipo de relacidn objetal implicado por tal organizaciGn. Por ejemplo, un paciente con tendencias homosexuales tender a expresar Su realidad psiquica a través de un complejo de hechos clinicos psicoanaliticos:tales com ta pasividad hacia sus objetos, una identificacién femenina, figada a la inversidn de sit complejo de Edipo, 0 envidia de y agresisn hacta la pareja que representa a sus padres genitales, para mencionar solo algunos, Mientras qui structura_psiquica de_un individuy dado puode exhibir alguna perma Tiencia enw" Grgantzacion, debera nolarss que Tis Gamucteristieas de dicha organizacion puc- Ten manlestarse w Traves Je una and Cen enters a Te ea I variedad de hechos clinicos, que pesslen expresarse repetidamente o aparecer solu en Algunos hechos chinicas ticas es un grado ocasiones aisladas. son repetidos dle forma relativamente constante y mas 0 menos regular. Por ejemplo, f4 pasi- vidad de nuestro paciente con tendencias ho- mosexuales puede ser observada como un ras~ go constante en sus relaciones objetules. Lan- w con hombres como mujeres. En otros ca- sos, un hecho elfnica puede manifestarse solo una ver, a través de un Lipsus linguae o de otro. eto fallido, La identificacién femenina ineons- ciente de un paciente con tendencias homose- xuales podrfa, por ejemplo, ser revelada por un lapsus linguae nico: “Soy la esposa de mi padre” (en ver de, “Soy el hijo de mi padn Nuestra conclusid® deberd ser entonces que cn psicnanilisis. tos hechos clinicos psi- coanaliticos = ya sean observables reperida- THOS. CLINICOS PSICOANALITICOS? mente © slo en acasiones aisladas - gon cl reflejo de_una organizacion que tiene cicrla permunencia ch un paciente en particular — Seu, Su culructura psiquicy. Hay que sehalar Tambien el rol de la compulsion « la repeticisn cn Ia aparicién de hechos clinicos; esto se da porque la mente ticnde a reproducir eventos on- psiquicos que inconscientemente fueron tidos como trauméaticos, con vistas a cla- borarlos. ¢ deriva de fo anterior que cada lipo de mranifestado a tra- organizacicn psiquica ser vés de fendmenos de transferencia especitios, para lus cuales pueden correspunder fenéme- Hos contratransferenciales_espeeiticos. Un pa Ciente con tendencias homosexuales tenderé a reproducir con el psigoanalista kt misma actitud pasiva, “femenina” que adopt hacia sus obje- fos en general, Desde este punto de vista, los he- chos ¢linicos comunivados por fa transferencia reflejan un componente relativamente estable de las tendencias homosexuales inconscientes del paciente Indudablemente, cada transferencia tiene riaviones individuates subst into cn un individuo como de un individao a otro. Sin embargo, con estructuras psiquicas similares tienen su- ficiente en conuin para justificar nuestra con- clusidn de que existen (ransfereneias espeei ficas que _corresponden @ distintas_estructurus Peiguicas, dando luear a distintas contra- Wansterencius. Eicheguyen (1991) fue de este iodo capa de distinguir un nGmery ue die rentes formas de transfereneia de acuerdo a la estructura de personalidad de los pacientes, cada una de ellas (cniendo su propia contra- transterencia especitica. Menciona la transle- rencia narcisista, la (ransferencia psiedtica, la transferencia perversa, y otras, a las cuales el analista responde con una contratransferencia correspondiente. Etchegoyen considera que si las distintas formas de transferencia se relacionan con fa organizacisn psiquica espe- citica del paciente, entonces seré posible ha- cer una deseripeién mas precisa de la particularidad de cada paviente, y por ende in- lerpretur los héchos clinicos resultantes de una manera més apropiada iransterencias de los pavivntes 58 JEAN-MICHEL QUINODOZ Aspecto movil de los hechox clinicos psicoanaliticos Bs dificil ilustrar la movilidad fundamental curacteristica de los hechas clinicos a medida que van apareciendo durante el ( Tomo que un estudio detallado de un hecho el nico psicoanalitico podrfa producir un efecto de “cuadro-cstatico”, en el cual perderiamos la visidn del movimiento como un todo. Seria como si estuviéramos cxaminando separad: mente cada una de fas fuerzas que contribuyen a la formacién de una ola en el mar, y haciéndolo, pasarfamos por alto cl movimiento de fa ola misma. Creo que la analogya con ef movimiento del mar cs una imagen valida para cl modo en que los hechos clinivos psicoanaliticos surgen du- rante el proceso psicoanalitico. Los hechos eli nicos psivoanalilicos seguramente son eventos, que sv repiten Mente, pero nunca son cl_mismo dos veces, construyéndose y des- intyéndose nuevamente para reaparecer en una Sit embargo, releniendo una cierta constancia ‘GA pronto como pensamos que lo hemos comprendido y hemos seftalado su significado en una interpretacién, vemos que se nos escapan nuevamente, resurgiendo con un disfraz diferente, en un lugar donde no los esperébamos. Como la marea y el flujo del mar, los hechos clinicos psicoanaliticos se pue- den ver como el resultado de un vasto ntime- ro de infinitas fuerzas complejas, cada uno de cuyos componentes contribuye al todo. En otras palabras, cl componenic estuble de arable de su componente cumbiante, asf como Trealidad psiquica que ello La Sable y cambian’ ible y cambiunte. En el ejemplo de risques fa dimensisn retativamente constante de su contlicto intrapsiquico = la identificucién nar- cisista con su padre (y madre) = se reflejé en la repeticién del hecho de llamar a sus padres “Marthe” y “Henri”, y de la reproduccién in- consciente de este hecho en la relavién de transferencia-contratransferencia durante un perfodo largo del andlisis. En cuanto a la di- amicnto, * nes del mensién cambiante en la cual el hecho clinico psicoanalitico se ve desde niditiples puntos de vista diferentes, esta fue revelada cn Jacques por la diversidad de los fendmenos a través de los cuales expresaba su identificacion narcisista: asociaciones, suefios, conductas, tanto en la realidad externa como en la transferencia — pucdo comunicar aqué esta diversidad sdlo en un grado limitado ~ hasta que el proceso de trabajo claborativo origind un cambio. Hechos clinicos psicoanaliticos y predictabilidad Qua_consecuencia de la estabilidadl relati- ya_de lus hechos clinicos psicoanaliticas, a pesar de Su_movilidad, es que Tos endmenos de_Ta_vida_psiquica_asunien_un grado de pelicién de ciertos fenémenos en nuestros pa- cientes puede ser observada, de manera que si un pacicnite liende a responder a cicrtas situa ciones con cierta conducta de fracas, podemos asumir que es muy probable que él repita csa Thismma conducta en ina situaci6n similar, Esto nos habilita-para estar més atento a las reaccio- aciente, para permitirle conseientizarye de sus reacciones inconscientes. La relativa predictabilidad de los hechos clinicos psicoanaliticos a menudo puede ser observada en las supervisiones. Después de todo, desde que cf material asociativo trafdo por el supervisado al supervisor,refleja 1a organizacién psfquica del paciente, no es sorprendente que la posicién det stipervisor como ui observador Ie permita efftborar hipd- lesis de trabajo sobre la relacién del supervi- sado con su paciente con un cierto grado de predictabilidad, y no es poco comin confir- marlo durante cl curso siguiente del proceso. No es una consecuencia de una capacidad par- ticular del supervisor de adivinar, sino mas bien de su habilidad para sacar a luz, los cle- mentos significativos que le parecen estar prontos a surgir dentro de la organizacién instanténea de las fantasfas que modelan la re- laci6n entre cl analista supervisado y su pa- ciente. 3.0 HECHOS: LOGROS DE CONCIENCIA DE LA REALIDAD PSIQUICA A TRAVES DE HECHOS CLINICOS PSICOANALITICOS Los significados latente y manifiesto son inseparables Dada ta naturaleza de la realidad psiquiea, Jos hechos clinics en psivoanilisis poseen dos aspectos caracieristicos: en primer lugar tie- nen un significado manifiesto. y en segundo tu, ciente -, siendo el segundo inseparable det pri- cons - un significade Ltente 0 sea u mero. El manifiesto ey ta expresién directa Ue lo ejemplo, ta que puede ser observado, pi asociacién det paciente, un suefio 9 hasta mis- mo un silencio, Puede tambidn ser revelade por su-conducta, tal como Hegar tarde 0 no Hegar & una sesisin, asf como por su expresion Ta- rimas, Su ropa, o aller au To- intoma psiquico como bia, o un sintoma somitico, EI significado n cial, sus suspiros © nativamente, un rte nifiesto silo es significative en cuanto revela un contenido inconsciente, y ey a este respecto que interesa al psicoanalista. Siendo a encuentro diffeil imaginar que beneficias un psicvanalista piensa que puede obtener al grabar las sesiones, como a veces re- comicndan ciertos colegas, supuestamente con a intencisn de dotur al psicoandlisis con una base més “cientitica”. De mi punto de vista, micntras que es posible capturar ef contenido manifiesto hasta cierto punto por medius tée- nicos, ninguna grabacidn posiblemente le haga justicia a la riqueza del contenido laten- te subyacente Esto se da porgue el contenido ta ne pertenece en su escncia al campo de la reali- dud psfquica y s6lo es observable por los ins- Uumentos espeeificus apropiados para ta com- prensiGn de los fendmenos inconscientes. 0 sea, por la mente del psicoanalista y del pa- Sin crib 1, se debe enfatizar que ol a diferencia del manifiesto, niente, ciente, contenide Lalente, ho es Hiei de observar directs Jos cone tenidos minifiesto y Latente son inseparables uny de owe. CLINICOS PSICOANALITICOS? Resolviendo ef dilema de “objetivo "versus “subjetivo” Si la realidad psiquica es coneebida como poseedora de dos propiedades inseparables, estabilidad y movilidad, podemos resolver lt dicotomfa que tiende a ser establecida entre los lendmenos “objetivos” y “subjetivos” en psi- counilisis, Fn las presentaciones de casos, al- gunos psicoanalistas a micnudo dan ms impor- tancid a los “hechos” observables del mate- rial clinico de un paciente que a las varias in- terpretaciones a fay cuales cl mismo mate da lugar en diferentes psicoanalistas, pues juzgan que las imterpretaciones no son verificables y tienden a dcscurtarlas como ‘subjetivas”. En mi opinidn, si tomamos en cuenta el rol central de la “capacidad de réverie” del ana- lista, como to propuso Bion (1962), podemos ver que el funcionamigato.de la én ana- lista-unalizando constituye un todo. Desde este Punto de vista, Ta realidad pstquica del anali- zando esi en contacto con a del analista en un proceso de intercambio y comunicacién constante a través de los mecanismos de proycecin ¢ introyeccidn. La realidad exter- ha se toma en cuenta al mismo tiempo en su relacidn estrecha con la realidad psfquica, mientras que Ja reulidad interna influencia la realidad externa inintercuptamente y viceversa. Sil funcionamiento de la relacion analftica se ve de esta muhera las realidades externa ¢ in- tema en un estado constunte de interaccion y transformacién, esto para mi nos ayudaré a superar esta concepeién de Suncionamiento psiquico que opone cl fendmeno objetivo al subjetivo, Aun mis, el concepta de contenido mani Fiesto y latente tambign, desde mi punto de vis- fa, nos habilita para resolver la antitesis entre objetivo y subjetive en el psicoandlisis. ELeon: gepty de conteniite munities cespande par lo uses Cobservable ell eens p= dee deseribir como “ohjetive”, mientras que Ja nocién de contenido talent da cuenta de to IESE ies Sor “subjetive™ 9 sea, aquello que retlepa Tos hechos elinivos psicoanaliticns fevelados dentro de la relacion analitica — wna, Sexelados dentro de ta relacicn analitiea una, 60 JEAN-MICHEL QUINODOZ evelacidn que no es ficilmente comunivable fuera de dicha reltciin. Kjemplo: Uso de tos hechos etinivos psicouna liticos en una entrevista pretiminar paru des pertar ef interés del paciente por ste vide pst- quica Me gustarfa ahora dar un ejemplo final para enfatizar el valor de sacar a luz los he- chos clinivos psicoanaliticos en fa primera en- Urevista con cl posible futuro analizando y de tratar de incluirlos desde el principio en lit re- Jucién de (ransferencia-contratransterencia. Mas que cualquier otra cxplicacidn, los hecios clinicos psicoanatiticos que surgen de las en- trevistas preliminares pucden habilitar al pa ciente a experimentar la escncia del incons¢ign, fey de he teababad praqiies amtettiars que esta et contact abeccie cen el pstcoanatsna 11 Aiestne eget Canubuen oor view pata their ef tol de ta cuando el pacienty expresa ne verbalmnente sus conflictos inconsciemtes. En este caso, 1 que cl paciente no dijo con palabras ~ su auscncia durante una consulta que peri y ta ansivdiad contratransferencial que ello hizo surgir en 1 — resullé ser nels importante que lo que el pi ciente dijo, o més bien, me hubilité a deseubric el sentido latente de las afirmaciones maniliestas del paciente. Un dfa, un paciente a quien Ham me (elefones para hacer una cita con vistas a aventurarse en un psicoanilisis, al mismo tiem po que me decfa que no él estaba muy claro eapacmlad de reverie” adel anatista ré Fred, acerea de a qué él estaria comprometigndose: Me habl6 un poco sobre sf mismo y me Pregunts si cl psicoanilisis podria hacer algo por alguien que habfa perdido una relaeion muy Prdxima, atin si esto era un hecho de ta reali- dad. Le respond que pourfa ser- mejor, para nosotros, hablarlo frente a frente y le sugert una cita, lo cual acepts, Para mi sorpresa, Fred ho se presentd a fa cita de la entrevista preli- minar, y yo sentf su ausencia muy agudamente. Al principio pensé que habia desistido de ta idew y que nunca mas to verfa, aunque me ha- bfa parecido muy motivado. Lucgo, un mo- mento después. comencé a preacuparne, De repente temfa que le hubiese pasado algun infertunie y que hubiese side ineapay de deetetnete, que hahiese tonido un accidente y que estuviese mete, AL dia siguiente, Fred me Mame nueva- Inente. diciéndonw que se te habia olvidade su cita y que ain queria verme. Esta ver lege a benipe, Le dije que estaba sorprendide de que ho se habia presentado a la primera entrevista ¥ que me preguniaba sobre el significado de haber venido a la segunda cita, luego de haber falladoy a la primera, Fred respondié que sim- plemente habia olvidado su cita con a menudo hacia y que cuanda se did cuenta, no pens en decirmely asi como no habfa imaginade que ine pudiera importar. Anadié que hasta ese Momento nadie baba mostrade ningtin interés gade por as cies que eb pordiat y estaba ine Foe tales por nu coectonanmente vabne eb a Hane one Fe etal cee somes ant thee be dee La teahubad Lar patabers Mestee dh) li real bad WLinietite: tiie tecetsLanin ba prepatata apt mie tabi hecha por telelane, Lacgo: ine pregunlé si bubfa una conexiGn entre la pregunta de Fred sobre ta pérdida actual de una relacién proxi, su Falta a la cila y a ansiedad que senti en mi contratransterencia cuando imaging que podria estar miuerto, Durante la entrevista, Fred me conté su historia, declarando que et hecho que habia te- hido cl efecto més poderaso en su vida habia sid la muerte de su padre. Tenfa dieciséis afos: su padre habéa sido muy importante para Gly la pérdida repentina del mismo te habia tomado totalmente de sorpresa, ya que no lo esperaba, Ahora yo sentia que esto confirmaba mi hipdtesis de que. faltando a su primera cita, Fred me habia hecho experimentar fa misma Jorma de ansiedad con ta cual él mismo habia sido confrontado siendo sélo un adolescente Por esto, habia necesitado incoascientemente perder esta pri- mera entrevista para comunicarme, por identificacién proyeetiva, la naturaleza de su sulrimiento cuando murié su padre. La ansiedad que yo mismo sentt, de-que algo te habia podide pasar. no era s6lo el resultado de una simple proyeccidn sina que correspondia a una contraidentificacién proyectiva, a través cuando su padre murid {HECHOS CLINICOS O HECHOS de Ia cual yo, inconscientemente, me identi- fiqué con el paciente en su miedo de perder a su padre para siempre — y este padre muerto, en la relaci6n conmigo. estaba representado por el paciente quien habfa faltado a la cita Yo le interpreté este hecho clinico en los términos en que yo Jo acababa de entender, para poder otorgarle un status de hecho clini- co psicoanalitico, y el estaba bastante descon- certado con mi interpretacién, Fred me dijo que nunea habia pensado que su ausencia podria tener tal significado, pero que realmente asi era como él se sentfa muy en el fondo. Recordé que cuando perdia las citas siempre se sorprendia-por el miedo que su ausencia le causaba a Lis otras personas. Afiadié con una gran emocién que lo que acababa de suceder le habia abierto.los ojos a un mundo inespera- do y le habia dado un indicio de los beneficios potenciales yue para él podria dener ef trata miento psicounalitico, Estaba descubriendo un sentido nuevo en fo que él habia dicho y he- cho. un sentido que él mismo sin darse cuen- ta habia puesto en palabras. Debo comentar brevemente este ejemplo seitlando el afeanee del contenide manifiesto ~ la ausencia de Fred a su primera cita ~ pudo transmitir el contenido latente en la transferen- cia por identificacién proyectiva y que después asume un significado gracias a mi “eapacidad de révevie”, AL mismo tiempo. la ausencia det paciente reflejé su réalidad psiquica, repetida por é1 cuando inconscientemente la proyecté en el mundo real Sobre el tema de Fred, tambign me gustaria enfatizar ta importancia de sacar a lus fos he- chos Es osicnanall am deviant psicoanalticos desde Ta primera entrevistt con el posible futuro analizance. Al dar una interpretacién inaugural en esta cntre- vista preliminar, en ningdin momento fue mi intencién hacer con que el sintoma desapa- reviert — lejos de esto. Lo que realmente que- ria hacer era que Fred se diera cuenta de su realidad psiquiea y establecer una alianza con 1, con el propésito de obtener su aceptacién de las condiciones que harian posible el esta- blecimiento de un encuadre y de un proceso psivoanalitico. Finalmente, un trabajo laborio- so y prolongado de cuatro sesiones par sema- CuI INICOS PSICOANALITICOS? 61 nas, que se extendié por un perfodo de varios aflos le permitié desarrollar recursos poten- ciales insospechables e, incluso, le ayud6 a s perar gradualmente su sintorns éY qué de lu intersubjetividad? Enfatizando el hecho de que el contenido latente y manifiesto no se pueden disociar, quiero ver que el psicoandlisis no se aliste en el lado de la objetividad ni en el de la subjeti- vidad. Sin embargo. el examen del aspecto la- tente de las palabras dichas y el despertar de la realidad psiquica del paciente resalta no sdlo el_caricter subjetive sing también el imsersub- jetivo de los hechos psivounaliticos: porque no {etive de los hechos psivounalfticos: porque solo es una cuestion de la subjetividad del ob- fa reTacion entre ambas subjetividades, Lo que el concepto de intersubjetividad en- fatiza es la dificultad de lat comunicacidn, o de hecho, de la incomunicabilidad de la experien- cia analitica. Para Viderman, por ejemplo, son principalmente las palabras del analista, la in- el significado: terpretacidn, las que La interpretacin no |sdto] dice lo que es, sino [lambign} hace fo que dice yue es. Es a trate vés de las palabras de la interpretacién que la fe- nomenologia de las experiencias inconscientes accede a la existencia material, en el presente de lu situacién analitica, fuera de la cual no estén sujelas a tener ninguna topologia identifieable, (1970, p. 120) {Quiere esto decir que en la ausencia de una topologia identificable, la tinica realidad psi- quica serfa aquella de la interpretacion’? Para Fluornuoy (1989), “compartir al nivel de co- municacién seria imposible (Mitreilung)” (p. 80), pero tendria éxito en Ubereinstimmung, lo cual él describe como “instantes de compren- sién y de harmonfa perfecta, creudos por una intersubjetividad sin [mites acompafiaca de un narcisismo completo, de esos momentos cuan- do ambos juntos y cada uno en sf mismo, se siente recompensado por los esfuerzos pasados” (83). De la misma manera, Green (1975) eseribe del “tereero _analitico”, al cual Lye como una creaciin comin de ambos, él unalizanda y cf aalista, que al mismo tempo Grea cl analista y el analizando, 62 JEAN-MICHEL QUINODOZ Pero en este casn, si cada prougonista pierde momentaneamente su identidad a favor de una creacién comin ~ ya sea la intersubje- tividad o el “tereero analitico” — ,Qui de con el reconocimiento de dos realidades psiguicas distintas, aquella del analizando y del analista y de la comunicacisn en dos vias entre ellos como personas diferentes y separadas? Dependiendo de cual aspecto en particu- lar de la vida psiquica se enfatize, es muy probable que la respuesta sea diferente, En mi opinién, el punto de vista intersubjetivo colo- ca_més_énfasis en la creacion comin de Tos *“dos protagonistas on la relacién analitica, 1e- TTegando Tu realidad psiquicu de cada uno part un segundo plano, mientras que el conceplo de Tdentificaci6n proyectiva como un medio de comunicacin enfatiza mas Ta terreTacroT Te Gos realidades psiquicas on sus (ransformacio suce- descubrir el significado inconsciente de los he chos psicoanaliticos y vale la pena entatizar que cl punto de vista intersubjetive tiene un genuino valor psicoanalitico sélo si se basa cn el encuadre psicoanaliticn clasico, Esto tiende a ser olvidado por algunos psicoanalistas, quienes reinvindican que el proceso psicoana- litico no necesariamente requiere de un encuadre clésico para desarrollarse. Me inclino hacia una concepcién de la re- lacién_psicoanalftica basada en el enfoque de Bion, quien la ve como una comunicacién con- tinua de dos vias, entre dos mentes en estado ‘constante_d¢e_transtormacién, con momentos de fusion y momentos de comunicacién, y con una asimeliva necesaria enlre analizando y ana Tista. Desde este punto de vista, en verdad quic= ‘To $f considerar eseneial el no olvidar que el encuudre psicoanalitico y el proceso _forman Tes mutuas, sin descattar, por esto, los mO> Tnentos ei Tos que ef analizando y ef analista comparten la misma experiencia emocional con parte de una relaciGn_conlinente-contenido, cn el sentido de Bion, y que el descubrimiento gl trabajo _claborativo de los hechos clinicos el sentimiento de ser_uno. Este sentimiento de Sicoanaliticos depende del funcionamiento Ser uno sucede porque el analista experimenta las proyecciones excesivas del paciente como si fueran momentineamente parte de su propio" self, dando lugar, de esta maners, a un estado de unign entee fa mente del analista y la mente del paciente (Bion’s slate of “al-one-ment” 119701) Reciemtemente Gedepintents armonizar estos dos enfoques entre sf, pero ;Hasta qué punto son mutuamente reconciliables? Para 61, el “Lercero_analitico” es una y al mismo tiem- po una creacién “inlersubjeliva™ — comin al aualista_y al analizando — y una construccion asimétrica — distinta para cada participante — Sporgue es wenerada dentro del _contexto del encuadre analftico, cl cual esié poderosamen- te definido por Ja relaciGn de los roles del _ana- lista y det analizando” (1994, p, 17). La ventaja de Ia posicién de Ogden es que nos recuerda la importancia del encuadre analitico pa RESUMEN Un hecho clinico queda detinide por el cam- po en el que se sitta, En el campo del psicoanali- Sis cl -autor distingue entre hechos clinicos psi- ‘unalitica, por cjemplo en entrevistas o en el psi- Coundlisis aplicado, y hechos clinicos psicoanalf- coanalitica, donde encuentran su_yalor pleng cn tare fe transferencia y de contratransteren- Cia, autor aporta dos Tustraciones de esto. Son Caiaeleristicas de lus hechos clinicos psicoanati- ficos cl scr observables y comunicables, y el te- ner a Ta vez un aspecto fijo y uno tanstormativo. Durante una entrevista preliminar Gs Ul sar he> Chos_clinicos psicounaliticos para tmiroducn al pagiente w su_vide pstquica mediante et contacto con lanai facton d (HECHOS CLINICOS O HECHOS CLINICOS PSICOANALITICOS? REFERENCIAS BION, W. R. (1962). Learning from Experience. New York: Basic Books. __ (1970). Attention and Interpretation. Lon- dres: Tavistock. ETCHEGOYEN, R. H. (1991). The Fundamentals of Psychoanalytic Technique, trad. P. Pitchon. Londres: Karnac FLOURNOY, O. (1989). La science. un danger pour la psychanalyse.-In La psychanalyse. une science? Pavis: Les Belles Lettres FREUD, S, (1914), Remembering, repeating and working-through (lurther recommendations on the technique of psycho-analysis, [D. SB. 12. GREEN, A. (1975). The analyst, symbolization and absence in the analytic setting” (On changes in analytic practice and analytic experience) Int. 1. Psychoanal. 56: 1-22. GRINBERG, L. (1962). On a specific aspect of countertransference due to the patient's ‘Traduci6n de Zaida Castillo projective identification. Int. J. Psychoanal., 43: 436-440. LUQUET, P. (1987). Introduction a la Collection Le {fait psychanalytique. Paris: PUE. OGDEN, T. H. (1994). The analytic third: working with intersubjective clinical facts. Int, J. Psychoanal, 75: 3-19. QuINODOZ, D. (1994). 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