¿Qué?, le dice la anciana, ¿qué la vida es una LAUCHA? ¡No!, le dice el joven, ¡Lucha! Ah, le dice la anciana, una LANCHA, a mi también me gusta navegar ¿No!, le dice el joven enojado, digo LUCHA Ah, perdón, le dice la anciana, le entendí mal, yo también a veces me hago la CUCHA Ya desesperado el joven, la mira y le dice ¿Sabe anciana? Con usted no se puede hablar, oye mal y distorsiona todo ¡Como!, le dice la anciana, yo no oigo mal, toda mi vida he luchado por los demás, siempre me intereso por lo que expresan los demás y ¿usted joven? Me dice ¿qué no se escuchar? Espere usted cuando tenga que luchar por su vida, allí sabrá que la vida es una lucha, ¡pero antes tendrá que aprender a escuchar!