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Obras en preparacién David Moriey, Tlevsisn, audiencns y estaion cultures ‘Tim O'Sullivan, John Hartley, Dann Saunders, Martin Mont- _gomery John Fiske, Coneeptosclaveencomunizacin y etudios sulearales Critica de la comunicacién Lucien Sfez Amorrortu editores Buenos Aires Director de a biblioteca de comunicacién, cultura y medios, ‘Anibal Ford Critique de la communication, Lacien Sfex (© Baditions du Seuil, 1988 y 1952 ‘Traduccién, Anibal C. Leal Unica edicién en castellano autorizada por Editions du Seuil, Pars, y debidamente proteyida en todes los paiees. ‘Queda hecho el depésito que previene la ley nt 11.725. (© Tados los derechos de la ediciin en eastllana reservados or Aroorrortu editores S. A, Paraguay, 1225, 7 piso, Bue- hos Aires, La reproduceién total o parcial de este bro en forma idén- ‘tea o modifiada por cualquier medio meednico 0 electrini- 9, incluyendo fotocopia, grabacién o cualquier sistema de almacenamiento y recuperacién de informacién, no autori- 2ada por ls editoes, viola derechos reservados. Cualquior utilizacion debe ser previamente solicitada, Industria argentina, Made in Argentina ISBN 950.518.6136 ISBN 2-02-018914-5, Pars, odicién original Impreso en Jos Talleres Graficos Color Ef, Paso 192, Avella- ‘eda, provineia de Buenos Aires, en noviembre de 1995. ‘Tirada de esta ediién: 2.000 ejemplares, Indice general 6 "7 or er ‘Agradecimientos Profacio ala segunda edicién [Belo epistmn, 20, La forma smbslicael autism, 22 Introduecidn, La amenaza Franbenstein 1.1 social corrampido por Ia tenia 1. Téeniea y seceded, 6.2. Bl aporte de Smondon, 38 8. &Cémo abordar a critica, 4 TL Para una critica de a comunicacisn: tres rmeliforas, tes visiones del mundo, 1. Motitoras... 4.2 «visions dl mundo, 478. His: toriay metafisce, 89. Primera parte. El fin de la comunicacién, 1. Lacieneia tradicional de la comunieacién. LE! todo-comunioar 1. Disonancias aparente, 58.2, Dos aproximaciones, 60 8.Dosmetafora, 6.4. Dos concepsonss, 62. TL Lala de billar 1. Primer principle, 69.2. Segundo principio, 6 8. esear principio, 4 Una méquins somite, 685. Blaujto per ste y aca, 65.6. La tein dela nformactin, 677. Pri more aparicidn do a entropia 69.8. Una primera cael: sién, 7 Introduccién. La amenaza Frankenstein Frankenstein, un Frankenstein tenotigico nos amenaza, ‘Almenos asilocreemos. O nos lo hacen creer Vivimos desde ._ ¥en tn mundo de maquinas de trasporte, de produecién, {de pensamiento, Frankenstein, nuestro doble el que hemos creado, adquiere autonomia y pronto tendrd el poder. Es luna evidencia intuitiva compensada inmediatamente por otra creencia: pero no, gracias In comunieacién podemos fen adelante entrar mejor en contacto con las naciones, los “grupos, los individuos, aun con nosotros miamos, pore las ‘maguinas de pensar nos esclareoen acerea do nuestro pro- po spirit, ‘Dos creencias opuestes, dos antogoniamas que se tren, ‘Luo dol otro. Dos falsifieaiones, ‘Observemas en principio que sel Frankenstein teonolé- es el modo simbsticoprivilegiado de Ins sociedades de spolticafragmentadav.!* Ese modo es propio de un cuerpo social en vias de dispersion, que se origina en Ja sociedad norteamericana, sin memoria, donde ol melting ‘pots rey y donde la unifcacién simbslica no ha podido pa- i, fg 179 i, pag 216, 6 i pe 350 nee Lenn a epordi,op cl, Segunda part, ap. a sar nunca por la memoria simbélica de una historia deme siado recient, sino por el régimen de lo intercambios line flistioos de hombres venidos de horizontes distintosy cons trefidos hic et nunc a vivir juntos, Para asegurar su cohe- én, les sociedades con memoria se sirven de la historia; Jas sociedades sin memoria, de la comunicacion.!? No nos asombremos si la gran mayoria de las teorias de la comu- nilcaci6n, desde Ia psicoterapia hasta la inteligencia arti cial, desde los mace media etudies hasta la auto-orgeniza- «fn, nos llega en linea directa de los Estados Unidos. No ros asombremos de que, en las prctias del otro lado del Atlintien, el 60% de los empleos se relacionen oon el soetor de Ia comunicacién. No es adlo cuestién de tecnologia, es también el resultado de una tradicén en la que teenologia ¥ ‘comunicacién apareeen ensambladas en una dupla indiso- ‘able, que es indispensable para la conquista de los gean- des espacios norteamericanos y para la integracién cultural dona peblacisn compleja. Lacamunicacisn es el recurso de ‘una eolectividad pobre en simbolos histércos. ‘Quo alla se imponga entonces en nuestras sociedades de ‘extensa memoria, pero que parecen sin defensa frente a las fragmentaciones impuestas par la tecnologia, noes €l me- ‘nor de los enigmas que hube de resolver cn est libro.!® ‘Sélo destncaremos aqui la invasién de la conmunicacién ‘en todos log dominios desde hace diez aos: en la empresa, donde el sector relaciones humanas», que no era mals que un elemento entre otras, so convierte en preeminent; el ‘marketing foncernia al product; hoy, trabaja la imagen de la firma coimo tal; en los medios politins, que slo ereen en el marketing politi y en Ia imagen de la marea, ¥ para {quicnes on lo sucesivo una linea politiea que earezea de 000 fn los sondeos esta excluida; en la misma prensa, donde sbundan Ios articulos acerea de weomunicaciéne; en el au dlovistal, objeto de todas laa cedicas; en el ambiente edi ‘oral, donde se produeen Ilbros semi-industriales, «llores Poillne>, sein la feliz expresisn de Mare Guillaume; en la cesfora religioea, que no ge salva y ahora quiere revelarnos tun dios amable y presentable; en las psloterapins, que se pretenden ccomunicativaso; en las propias ciencins sexse- pi, Sogn pars cial 1 "Venn i, Torn parte epi, eLa lg Prackeratal 42 tag» —fsiea, biologia—oontaminadas por el voeablo omu- nncaciGno, Extrafa y fuerte emvergencia de los diferentes ‘ampos, {Consenso trasnacional o nueva rligign mundial? {Qué importa? El voeablo nos hara encontrar las estruc- ‘uuras comunes, lo que une realmente actitudes tan diversas ‘bajo la misma banclera comunicativa, ‘Otro elemento de la eritica: toner en cuenta dos obliga cones, La primera ee la de ituar las teorias y las précticas de I comunicacién en relacién unas con otras. Para estfin, hemos de recurri alo que Ilamaremos las metdforas consti- tutivas,ofiguras que dominan una seriede teoriassatéite, recurso a eras metdforas consitutivas nos permite apun- tarlas diferentes caracteriateas do las toorias reagrupadas bao el titulo de una caracterstica general? La segunda cbligacin es intentar dar cuenta de las posiciones politcas ‘que inducen esas teorfa. Politica entendida en el sentido ‘amplio como visi de la relacién entre sociodad y teenolo- ‘ia: ligar respectiva acordado al sujoto ya su producckin, ‘acento pucsto en la autonomia de la miquina, o simple utie Tizacién de esta en vista de un objetivo, Posiciones existen- ciales a menudo no indieadas en el discurso mismo, y que originan corrientes de investigacién muy encontradas. La Critica, aqui, consiste en poner al dia nuostros presupuestos ‘deoligicoss,diriamos, sino tuvigramos temor de ietar a aquellos que rechazan al término, Digamos entonoes: nue tos presuptestas de valores y de creoncias. Intentaremos ‘aqui asociar las tres metdforas constitivas de tres visio- nes del mundo, Este método tiene Ia ventaja de reeponder a la invasién. general por Ia comunicacién de todas las teorias y del con- junto de lat prcticas. Bn ese reveltijo inenarrable que pre~ tende denominarse comunieacién, conviene pereibi lo que ‘une entre ellas las préctions de un ingeniero val y las do un biog, de un lingaista, de un isin o de un periodista Eisas pécticaa estén unidas por metiforas unificadoras y acti vas, Més aun, elias remiten a visiones rounifieantes del Universo que hoy se encadenan en una espiral sin fn "Un mero cpeil la cevit Tere ae cxprena en ne etl ‘quo bette arava de Mare ure, leptons, eran Db atu 1. a IL Para una critica de la comunicacién: tres ‘metaforas, tres visiones del mundo. .. 1. Metaforas.. Las metforas son tas de lo imaginario, que motivan In binqueda y erean zonas de atracin para los concepts. DDesbordan neciones yestrucuras, renin a otro tido de propiedades que, por acumuloién, hacen ver otra coxa que fl solo objeto que habia servido de punta de putida. Ame ‘uo tomadas de dscplinaspréximas o lejange,acaran. porrelracién el punto del cual parecenalejarae "Toda una poblacin de metiforas se sustituye alos coneeptos, pone de relieve cierto rasgos y oculta otros. lla tejen un mundo de presupuestos que trabajan en sordinay obseden nus: tea manera de conceptulizr, de inventar ode investigar. [Bjomple: que el espirtu sea un continents y laa ideas loa contenides, que a su vez comtienen las palabras que los ex Dresan, he aqui una serie igada de metéforas que no sn ‘xtrafas aia metifora mas general dela maquina. Georges Lakofy Mark Johnson destacan que esas son las metdto ras tsuales par la elencia cognitiva, que se sirve do ellas para apuntalarsu sistema: ela metifor del expt como Computadora susie la metaforaasveiada dol procoso en. tale stg metifora llava a una asocacin iomesiaa con el proceso ue earacteriza lomental ya preguntarse bre st es serial ojaralelo,interrogante que reduce dristicamente Jas altemnativas y oculta otras vias posibles, Otro ejemplo tins fc de eomprender seve ala memoria como un er de materiales. Se dice qu ella es un eontainer. Utilizadas por los propos investigadores, esas mot- +s tlenen,un efecto pedagigio, Pero ge debe omprender ‘una cuestion esenclals mit a mend la metfra os const ‘2 Richan'Bopd, etapbor and theory change, on Metaphor and ‘Thought, or cect tao dein de Andrew Orton, Canbrige University Pes 1973p. 8. Bite metaphor stractre of the human concepts pean, ‘Perspacioes in Copiice Soe, cra cli tle a isn da Bo ‘Narman, Norwood Nowe Jerny: Able Pking Gorporstin, 198, ‘li 205; ene tambien, doce meme autre, Le maphary, Ba de nas, 188. a“ tutiva, estos, fundacional. La metéfora es un acto produc- tivoen el seno mimo del ciencia. Bl investigador cumple a In ver el ofieo de inventor de la metitra y ol oficio de co- ‘mantarista de lo que propone. Esta producelin de a metifo- ‘rano silo afecta al dominio que tama prestado su modelo de ‘tra cencia, eat os, l objeto secundario dela analog, sino que aclara también el objeto primero, el que se tama como referencia. Asi, usar Ia computadora como meifora del ce ‘ebro humano —es lo que hace a menudo la peicologia 0og- nitiva-— permite comprender los mecanismos del cerebro, pero ademss, por trasporte, producir programas nuevos y ‘ada vez mis complejos para Ia computadora. ‘Se puede, siguiendo a Richard Boyd 2 enumerar esas ‘metiforas, surgidas de laclencia de Ia computacién, eonsti- tutivas de la ciencia cognitiva, y quo a su vez repereuten _sobre la iencia de la compataci. 1 Latdea de que el pensamionto es una especie de proce 0 deinformaciin y que el cerebro es una espocie de compu tadora. 2. La ban de qu ton pronto cngvos a mito ‘son preprograma ‘3. La idea de que clertas informaciones estin colificadas ‘enn almacin de a memoria por una especie derotulacién, fen tanto que otras informaciones se almacenan bajo la for- rma de imigencs. “4. La idea de que las etapas del desarrollo son producl- das por la maduracén de nuevas subrutinas preprogeama das, opuestas a a adguisicidn de rutinas heuristicas apren= ida. 5. Lniden de procedimientos quo buscan y encuentran la informactén. 6. La idea de que el aprendizaje os una respuesta adap- tativa de una maquina onganizada. 7. La idea de que In concieneia es un fondmeno de feed back frotroaccién|. Estas metforas provenientes de la computacién revelan. ‘un rasgo importante de las teorias actuales de la psicologia ‘cognitiva: se fundan en la analogia entre el espiritu huma- 8 paisalo de Bop tad, py 859g, on Metaphor and Pought 48 no las computadoras. Es un rasgocaractritic da todas Jas teorias de la psicologia cognitiva posconductistas.”? ‘Se peribe bien Ia forma de In manioora: se ve qu computador en algunos de sus resultados, imi al emp te humane. Sudvina quo el proceso podria no ser idéntio Por, insensblemente, hace somos, pes dive que ‘apr humano pon ser smejante ana computadora Sopuede entonces rms los (esa etap acta y pros ‘ari la computadorano podria uncionar agin dia como el ‘sprite humano, Se baseaespesilmante el camino Intra {ena neurooompstador, donde lo hod podria se cones bio como un eonjunto de euronas yl set como infos ‘eléetrioos interactives y jerdrquicos entre neuronas (neu- ‘ronas madres y neuronas hijas), A partir de aqui, el lazo fi- nal se dice entonces que el propio esprit hurnatofunco- ‘a como una computadora Bs la metora la que peri se pase do magia Bravo ‘Bs entonoes una doble acl, que toma la forma de lao, ¥ que el propio movimiento refveraa, La metéfora se com. ‘erte en una clave fundamental para cualquier aprehen- Jn de una cienelanaciento, al somo se nos presenta In ciencia de la comunicacién. 2 ‘Briste también une coincidencia evidente,ysin dada una convergenca estructural, entre l so sistematcn de. § "otiforas por la cenela dela comunicacn ye noew he the do que Ia comniacn acial aya pasado as tam ‘ign une figura sintolien de importance ue onde ni ficar no el el cuerpo social fragmentado, sino adem o- das lasciensias disperse derasindo expeializada, ion luz unas de otras, So recuerda agut que la bickgingentien seorigina ch cl modelo trasminin codifcad den me. sae (ADN); quo lacencia coligica oetligza se mute de ‘imagenes cimuniacionales, que las neurcienci toman prestado dp la conexisn (ess interenmbion cerebral de 2 pore de cept vase Ney, Comper a tlw a me tephra gat of Crass aa ‘sn in Desert, Nas ase feds area a ee Doe iene 174 dwon he tpn eben, Exgion on pmb Peon ss cae Se WB emery Paar nN 9 sb rer dos exe sven, nase Lae So, foerence scratfoe ne perms, tina of whose ‘Gece apeianjnodo 885 48 ‘mensajes invisibles) su contenido de referencia; que, por fin, Ja comunicacién ha invadido metaféricamente el eonjunto de las ciencias humanas y de las précticas politicas, socia- Jee, eulturalos y exonémicas, ‘Examinaremos aqui esta invasidn a través de las meté- foras que emplea la comunleacién. Sobre todo, inscribire- mos estas metdforas en las tres actitudes de pensamiento actualmente yuxtapuestas. Puos las motforas en si mis- mas no gon nada sin las posiciones politicas y metafisicas due ellas defienden. Hs que ellas mismas, no lo alvidemos, son sélo instrumentos, desmesuradamente glorifieados por Jos efectas de la moda. - yvisiones del mundo Representar 0 la mquina ‘Primera actitud, la més clisica: ante la comprobacin tccnolégiea, so apela al discurse do la razin; hay primacia el sujeto. hombre permaneoe fundamentalmente libre frente ala técnica. La utiliza, pare ella nolo sojuzga. La pre- posicn con prevalece Es econ» Ia tien com el hombre feumple las tareas que él determina y permancoe dueio de Jas actividades cuyo medio ha pensado, Se trata de la meta fora dela emiquima de comuniear> con el mando: la maqui- nna es exterior al hombre, y él a utiliza para apropiarse de Jas fueraas dela naturaleza, Maquina quees una simple he- rramienta mediante la cual el hombre cumple una acciin nia fieilmente, Esta metafora casi no nos conmueve. B= contramos «naturals utilizar el término «maquina» para ‘cualquier instrumentacién de los medias «naturales» de trasporte de un punto a otro, En definitiva, «maquina» no ‘nos parece que marezea el nombre de metafora. Decircmé- ‘quina» equivale a poner en evidensia una caracteristica come pletamente comin a un conjunto de elementos que funcio- nan en relacidn para alcanzar un objetivo o cumplir una ‘rea. Asi, un teléfono oun telégrafo serisn maiquinas,en el La preponionn cn ony porcnstitayen ana sini muy Serete den de Don Lhe, Tens el pre, Piao af eh Ingen Bason Sts in ihe Philosphy of Soe, Rae! Pabishing (Company, «XXIV 197, a _milsmo sentido que el conjunto de operaciones postales, sms ‘quina» en la cual armonizan los engranajes y que asogura la es imperativa, dominante,todopoderosa. Importa por eso aprehender sus caracteristiens y analiaar ‘sus elementos, Esos rasgos y eso elementos poseen durabi- liad; perseveran, nos persiguen y no han terminado deer ‘arel campo de as tocnologias més avanzada. La maquina ddomina, an si su anutabilidad, es decir, su eapacidad de adaptacin es funcidn dela dispersidn de lot elementos que lncaracterjzan dese su origon.® Nos encontramas por do ‘quier eon la maquina, como pedazos reeompuestos de una ‘maetéfora iniialeplenas, tal como se presentaba en el siglo xv La metiifora de la miquina gobierna una serie de imé- ‘genes udyicentas que dan el tono. La enquina» connota sistema, direceiin, ariculacién, exntidad, medida, aloance, ‘efleacia, realidad, unidades discretas, contenido, conti nente, Hie aqui el ejéeito de las sombras, completamente Vue Lacon Sex, Lepne sur its Prats den ondaton Ne ‘onl do Selene Felten, 1964, dona oerlaralancin de nt ‘mutable n igure simbain (Cute pars) "Soren plenitude ua ura sible, 6 (Introd coara patsy. 48 ’ ‘cartesiano, en el cual se nombra la palabra de orden: Repre- sentacin, ‘En el dominio de Ia comunieacién, Jeu es el peso dela ropresentaciin’? Qué significa representar? Hay aqui una ‘coincidencia total entre las dos teorias eldsieas de la repre fentaciin y de Ia comunicacién. Ambas repasan sobre na divisién tripartite. En efecto la eomunicacién propone la distinciin emisorrecoplore intreduce un canal entre elles. [La representacin apela a un mundo objetivo ya uno repre sentadlo, y los etine por un modindor, vuelto de un lado ha ‘ia el mundo objetivo, y del oto, acta el signo que este ga- ‘pantiza, Resultado: en los dos eazoe se aeverda a los medios de cormunieacién poderes considerables y exclusivos. El re ‘optor dol mensaje no puede mis que registrar In realidad bjetiva trasportada por el canal. El representante tiene, por si solo, el poder de garantizar la objtividad. Se obsor- ‘ard también la coincideneia de los das esquemas cisions de la representacisn y dela comunicacién con un tarcar es «quem, también tripartite, el den dsisin, expuestoante- rlormente en Critique dela dévision 2 agen lisiode a representa Mondo Represintanto Signe siete egal eid Bequsma lise el comunicacin ee ‘Se puede ver que esos elementos no carecen de nexo eon Ja expresicn, incluso si ella rompe con la nocién de objeti- Vidad exterior. EBspresan o longanismo ‘Aqui, los objetos téenioos son nuestro ambiente «natu rab: pues estamos suotas ala visién del mundo que ells in ‘iucen. En esta organizacisn, donde somos parte den tod, Jo que cuenta es percibir lo intercambios posiles y anali- 3 Op ci, tri, Benin Poet Reyel, Vers Lacie Sex, Lenfer te praia opt, Para parts optlo].Debemela mejor eos eon dea ‘Port ela Laie Marin en Cte us Bi de Min 17S 49 2a el papel de los elementos que forman ese todo que se ‘denomina universo. Azar y necesidad: las reglas no se for ‘mulan de una vez para siempre, subsisten bolsones ales- torios, ¥ la identidad del sujoto se define puntualmonte. ‘Prevalece la preposiciin en. En un mundo formado por objetos tenieos, el hombre debe contar con Ia organizacidn eompleja de las jerarquias ‘que él soporta, Est carrojado en el mundo téenico que se convierte on a naburaleza, La idea de deminio se borra pa- ra dejar el lugar ala de adaptacién, Utlizando esta preposi- cin zens, el hombre se inserta en otro modelo, el del ongs- nism, que esta conformado por una relacién interna entre las partes y el tdo. La metdfora de la onganizacisn rige loe desarvolos de una ecologia universalizante, y encontrare- ‘moa su huella en muchas toorias de la comunicacién. Aqui el artefacto ya no la herramienta, sino el ambiente, a lt ver politico, social, eeanémico, bicldgio, tanto como ideo- logico, en el seno del cual el hombre se realiza a si mismo sin poder sobrepasar sus limites ni negar su presencia. Bl canino es exactamante expulado. Vivimos con y en un mun- o lleno de miquinas, y esto es, para nosotros, como unst naturaleza. Es una visién fonomenoldgica donde sujetos y objotos ‘estén unid. La metéfora del onganismo no otarga proam nencia a unos nia otros, sino que propone articulaciones en niveles (Bateson, Morin, Atlan) para dar cuenta de as dife- rentes modilidades de una coexistenci. Nivelescerebrales, niveles de fa lengua, ella misma dividida en niveles espe- cificos Geatle y Winograd): un modelo de maquina circular compleja donde ls intercambios se efectian a semeianza de {ntorcambios lingisticos. La comunicaciSn orgdnica es «in- tegrada>, El organismo es una imagen-fuerea que convaca nuestra adhesion, por poco que seamos sensibles a la uni- dad del mundo y la signifieacién del car en ol mundor. ‘Sin embargo, esta metifora no ae expresa sin referee también ala primera metéfora mecanicista. Bs asf como ‘encontrames eantidad de ceédigos, do programas, de locali- zaciones, de dispostivos de sinapsis y de neuronas, ete. El Jimperio del modelo miquina conserva su fuerza. Y la refe- rreneia al mundo de le cizcularidad es a veces un slgno aac ido, una conoesién a Ja modemidad. Asi, H. Simon, autor ‘onnotado (y connotante) en el dominio mecanicista, utiliza 50 ‘1 vocabulario de la complejidad en su libro acerca de la ‘Science des systbmes, slence de Varificel® Palabras cave, imgenes-fuerza del organismo: medio, iveles, iviente, perpen, forma, organizacin, reciproc: dad totaldad, desarrollo, auto-onganizacién, y exo desde et ‘roméntio siglo XVII, desde Von Schlegel hasta Atlan, Aplicada ala comunicacidn, la expresin constitaye una. Indiscutible flexibilizaciin del esquema representative. El ‘medio ya no es un personaje aparte, traductor del mundo ‘objetivo para un receptor pasivo. Elmedio esti an el mundo, Jomismo que el receptor, asi como el mundo estéen el medio {yen el receptor El medio se aloja entonces en lo intersti- ‘ioe minasculo de ese continuo, Bs so el individu cones ‘dor, capa de enuincindosjusios, adecusdos al mundo, Aqui ‘ada uno es capac, de ser su propio medio. Cada uno es ab jetivamente objetivo en su gran actividad de unién con el ‘mundo, Comunicacién democritica al aleance de todos. Confundo Frankenstein: el tautismo Frankonstoines una metifora, yo tautismo> es su con ‘cepto. Metifora y concepto que corresponden a una tereura actitud: la prevatentia de la comprobacién tecnoldgiea, Ela ‘ge la visién del mundo. El sujeto no existe sino par el cbje- to téenico quel asigna sus limites y determina sus cxalida- des, La tecnologia es el discurso de la esencia, Ella lo dice todo sobre ef hombre y su devenir. Aqui prevalece la prepo- sicién por Por la téenica el hombre puede existir, pero no fuera del espojo quo ella le presenta, ZQuién sabe si tal vez Adesaparecer’ como productor para no ser mis que un pro- acto, dejando la primacia a la méquina inteligente de la cual recibir leceiones? El tercer modelo metaférico es el que designamos aqui Frankenstein, Por esta metdfora se constituye el rostre del hombre. Sa dable lo revela asf mismo, Aqui, el artefacto ya ‘oes la herramienta o al ambient, sino un efecto que pre- tende ser eausa. La maquina creada por el hombre pasa a sor su propio ercadr. Bspecio de adocuacin entre el sujeto Jhumano el objeto técnico que hace del primero una dupli- ceacién del segundo. Kl eafuerao de la ciencia cognitiva y de Ja inteligencia artificial tienda a refarzar ese punto do vista, es. deep 1074 51 sta tiltima figura, cuyo perfil es todavia para nosotros unclemento dela cienca iceién, desarvolla una gran fuerza ‘simbiliea. Nacida en el siglo XIX, en el circulo estrecho de Jos medios literarios, hoy impregna al gran pablico; es la retafora de Frankenstein, esto es, de la creacin por el doc- tor Frankenstein de su doble, oo yo, com los atributos tra Gicjonales dl sujoto humano. ‘Desafo prometzic de la ciencia que se vuelve contra el rismo ciontifico. Esperanza y angustia del ereador, pero también de la eriatura a quien se atribuyen sentimientos y afectos, Metifora apropiada « esta fceién de la ceomputado- a dotada de un alma, que inspira no sdlo a una parte del pblico, sino a los propis cientifies que se burlan de ellos rises... Eso doble amigable o tarrorifice es a la vez testgo y lik ‘mite de la potencta humana. Nos devuelve su imagen. Bs su capejo, pero un espe active que la eanstruye y que por lo tanto se canstruye tal como es, simultdneamenie frente a si mismo y a su ereador. Todas las paradojas de la autorrefe- zencia se condensan aqui, El productor es al mismo tiempo producto y productor. No tiene comienzo ni fin. Pore una ‘irculardad total es un encierro. La mano de Escher dite Jindose a si misma hace sofiar a Barel ya Hofstadter El Jmaginario do Barel® recibe la impronta de la metéfora § Frankenstein, derivada de la tecnologia. Fantasmas para- Aéjicos de las Ciencias exactas y humanas, a su vez produc ‘ores sin dda alguna de efectos nuevos, pero todos signa ea por la raicestecnolégicas de sus discursos. Ese viejo sueio del doble parece tomar cuerpo a través de la maquina de comunicar y de la intligencia artifical [No hay duda de que con osta metifora so reserva un lugar Importanté a Ins dos metaforas meeanicsta y organicista. [siempre un instrumento del que nos servimos (con). Pero <1nos rea, paroce formar con nosotros un medio en el cual ‘evolucionamos (en). Aqui el medio estd animado par nucs- tras propias representaciones que interactian cicularmen- ‘wentre dog construcciones tambin atificiales: rspecto de Inintaligercia, yanoco sabocuil es modelo para la otra. Su- Jeto objeto, productory producto ests entonoes confundi La seit vide Ba Sul 184, 82 os. Pérdida de a realidad, del sentido, dela identidad. Pre- posiciin por Palabras clave e imigenes-fueraa del modelo Franken- stein: ereneiin,imaginactén, novedad, metamorfosis, volun- tad, vsisn, autorreferencia,simulacién, y eto desde Mary Shelley hasta Holstadter, W. Ehrard, Fedor o Baverillan! Aplicado a a comunicactén, este sistema deserboea en. Ja confusién total entre emisor y reeeptor. En un univers donde todo comunica, sin que se sepa el origen de la eric sidn, sin que so pueda determinar quién habla, el mundo téenico 0 nosotros mlsmos, en este universo sin jerarquias, salvo superpuostas, donde la base es Ia cima, la eomuinies: dn muere por excesa de comunicacién y se acaba en una interminable agonia de esprales. A esto denomino stautis- mo», neologismo que es contraccidn de autismo y tautologi, al mismo tiempo que evoca en ét la totalida, el totalitaris- ‘mo. Tautismo al que critio a lo largo de este libro, 8. Historia y metafisica ‘Tales son la tres visiones del mundo que ae oponen o in terpenstran, sostenidas por metaforas activas y polivalen- tes, Pero si esas metiforas y esas visiones tienen sus mo- ‘ments de emergencia historiea determinados, no constitu- ‘yen menos elomentas estables que resiaten Ia historia y que, puestos en cirealacln, continian viviendo, As, la me tifora de la miquina no se dasvanece por la apareion de la -metéfara organieistay continGa viviendo en la de Franken- stein. So puedo observar quo esas metéforas concuerdan entre ellas, no se producen on estado puro y forman una constelacion de siluetas particularvs que habremos de des- crbbir aproximadamente, En ottostérminos, se insiste en ello. ‘esta distincién de etapases, por certo, de origen histéri- co. Bs pareja oon un refinamiento siempre ereciente de los bjotas téenicos. Deade los autématas hasta Ia inteligencia artificial, tres siglos de bisqueda y do invencién no pueden trascurrir sin efecto sobre la idea que tenemos de la téenice, el uso que hacemos de ella y l lugar que le acordamos. Pero seria inexacto construir sobre los tres modos del son», del sen» y del y del en» que a vecas 5° ‘oponen y a veces estin de acuerdo, Las posiciones no son claras, ¥ es necesario analizarlas para distinguirlas: es el papel da la evita, No se trata de decidi-en favor de una de Iss tres actitudes, sino de analizarlas como fuentes de opi- niones que se presentan aqul y alld, so pretexto de centi- flcidad, Pereibir esas actitudes es ya erticar los diseursos «plenas» que acompaiian a esas nuevos objetas dotados de tun poder de fascinacidn casi iresistible: las maquinas de ‘Como seve, el métod entrafia dirigirse hacia otros hori- zontes que no son los dela escuela de Francfort, de Ellul, de Innisode McLuhan, de L. Mumford. Pues la politiea no esta sélo en los poderes, la ideologia, la téenic, fa organizacin ‘social y las rupturas geo-histérias. La politica son también Y¥ sobre todo nuestras utopias y nuestros afectas, nuestras ‘escatologias y nuestras visiones del mundo, que se engren- tan en cada uno de nosotros yen relacén con los cuales las Tuchas partidarias no son sino ores asordinados. La apuesta ces alta: se trata aqui del fn dela comunicacin. So trata de # Jn aparicicn del tautismo, de sus fundamentos, de su see ‘ido y de sy porveni, 54 Primera parte. El fin de la comunicacién De esto modo camienan ol libro por el fin. Pues hoy ya no trata de disertar acerca de as ventas Tos inconvententes dela cemanicasin através do los medio, la psicoterepia ole computa ‘tra. Hay demasiedoe modioe, excuolas do paiquatiay acerdo. tes de la computadrs. Pero so por un abuso dl lngusje se p= tend que ello comunican. La cuostéa no es yas «dm come car mejor, sino: aJCémo se he legade a estos. Pues el eral {ado es srprendente en mis de un sent, No ae entende bien por qué ha fracasedo la politica tradicional do la comunicacién, ‘qe catabe hecha de equlirios y de compensctonas. (Qué hura tan Ia arrastr? Para sabero,dobomos rcorertros tapas: analiza Ia consi eadonal dol eomanicnsn, ‘egistrar el nacimiento del tautamo; finalmente, presenar ie tao explicate dl eats, 1. Laciencia tradicional de la comunicacién [El todo-comunicar qu 0 entiende generalmenta por ecmmnlenr? Fut unncormuncain lf Paso otro ua > runtaelin, Eetableao, nterrumpo o perturb eamtnica- Sones, Logo ono lgr comunicar is impresons, des © sentiments am inerocte, lwo al pion. Tambien ne comnts onl wniveso eo porate do de mia sontion, atv yeaa eri late com tempordneo que me comuniaextemeinlento odapuso, ‘Src lanahuralca ete ma ee aren lago an i * ‘Aun puedo, en ciertos casos, comunicarme con Dios 0 al- sin prin tern openers Hepa xa ex Emunicain con lo abla Al mehon pensar qe se Duedellagar el. ELamar promt esas omunicaines Rosionalay do asa teaners com os forts imple Sblaambicon oe wes Una manifoacin piblica poke onecne en esta de comnaién ev: na Ses Final scare de un ier; extones wo con milare de iain indus. En una peabre, me encuentro en medio de comunicn cionos malls, dating topictamente ns de oes ee a len, sin que asa ncmserio que mo explique cada ‘en qe lacomunineion cane dei de mis ecops {recente coliono cede lama expo quel qu re Shoo que ve me tame pormicontstadr nidela misma fntenedad quola quo pienso tanerconun amigo- Un mundo las separa, J sin fargo ln eno a tad ba el rmino ‘eotric dccomnkeactone. x diconaroeapoyan exo panto do vst. Yaa trate det Raber el Lieto del Gat, sbundan las defsio- Ses ala wor privimos ydivergenter: comer, rlaiones, st comulgar (en el siglo X), establecer una relacién, accién de ‘comunicar a alguien alguna eosa, la cosa que se commica, ‘1 medio por el eusl se comunica (medio de difusicn o carmi- no), anoticiar, poner en comin ideas o intereses, hasta el intercambio comercial y una figura retériea por la que se reclama el parecer de os oyentes... Seabeerva que ninguna de esas definciones coincide, que eada una pertanece a uni- versos diferentes. ¥, sn embargo, existe un amplioconsenso alrededor de ese término, yla manifestacién dasu presencia sélo es comparable con la multiplicdad de sentides que él cengendra. ‘Al menos pueden rounirse esos diferentes aspectos dic ciondo: seomunicar significa poner o taner algo en cormtins, sin prejurgar acerca de ese walga» ni soeron de la vias que sirven para la trasmisiGn, como tampoeo acerca de los t= ‘ees Gndividuos, grupos, objetos) que e ativan en la divi- 1 Disonaneias aparentes Bajo este enlace cotidiano, asta actividad eanstante, so perfilan sin embargo modes de eomunicacién extrafas los “unos los ros, modos que llevan a dar as definiciones mais distmiles acerea de la ecmunieacin. ‘Pues si ql enlace entre elementos de una sociedad huma- nna es al mismo tiempo evidentee irefutable, los modos de este enlace Varian hasta el infinito, y emsecuentemente lo Inncen las nianeras de aleanzarios por el eonocimiento, Se ude spener qu ca dominio de coociento ten ‘propia definicién de la comunicacin, especifia del eampo ue cubre. Podriamos asi coneebir la oomunieacisn como ,cbsticulos que aqui se atribuyen tinicamente « la mala compeieidn del mensaje. En a lengua vernécula, connotacidn y denotacién debon avenirse entre side manera equilibrada, Pues si nose pue- 65 en la relacié in terma de las ideas entre si (¢onexién). Auscultando el orga nismo, nos entregard el mundo, Ia realidad de la realidad> ‘como también Ia coomplejidads ylacautorreferencia». Aqui, I realidad exterir al sujeto ha desaparecido: Ia sustituye tun individuo eapaz de favorecer sus buenos encuentres con lmundo. Estos cambios de nigimen sensorial (oid), 1a percep cin de un tiempo replegade, circular, el poder idéntico al ‘qoeter de un individu que se autodesarrola la analogia de fstructura entre el organismo parcial y el organismo total, Ja visién autorreferente de la realidad, en los dos planos de Ja prctica y dela teora de la comunicacin, tienen conse ‘cuencias no desdefiables. Indicaremes las principales e in- ‘mediatamente volveremes en detalle sobre ella. 2 i, propaiesin 38 A. De la linea al céreulo Losimplo, como dice Bateson, es lo entero, lo queno est ‘compuesto de dos partes extraiias entre si, Lo que no hace ‘més que uno: una totaldad. Por eonsiguiente, Bateson ha- bra podide hablar de las ménudas de Leibniz odo la expre- ‘sin de Spincea. Paro él era norteamericano y hablaba a ea ‘pequeia hia Dos buenas razones para no referise al pon- ‘samlento flosdti csi, De hecho, sin ironizar, la metifora del organismo es mis dificil de aprehender que la linealidad mecanicsta, euyos cesquemas utilizamos ctidianamente. La sexpresidny ea un tipo de concepeién al que nos referimos en laa nestiones «que no sabemos edmo aclarar y guarda cierto mister, a pe- sar de los esfuerzos de sus partidaris. Se roquiere comtin- ‘mente la exprosién cuando la simple y rida informactn insuficiante. O incluso, recubre sentimlentos mezclados ¥ algo indescriptibles. A menudo se la confunde eon el sentic ‘miento. Por ejemplo, una obra de arte. Se die que es expre- siva, (De qué o de quién no s6 muy bien.) Fn el plan fos: fico, la expresién es una via especialmente dificultosa de atrapar, de analiza, de hacer eonacer La simple, e¢ decir el ‘Tado, 68 por otea parte menos simple para el espirta que l compuesto. . Pues se da sin intermediario yen él, la causa {yl efecto no son mas que uno, Por eso se debe entrar en su Interior, y peuparlo para eomprendlo, a st burmo expre- ssarlo, estos, ponerse a su altura {Qué dificultades especiales ofrece entonces este pansa- ‘mionto de ina Natura naturans o de una Creature, donde todo no es diferente de las partes y donde lo que eeausa> ce causa de si, es decir, despliegs su expresién de manera Inherente? ‘Sigamos por un instante a Bateson como guia en el uni= vverso complejo de una comunicacién orgnica. Varias nocic- nes son esenciales para entrar en la Creatura: monismo, circularidad,interacc 1. El moniemo Asistimos a un ataque en rogla al duslism, tribuido a latin, de las dicotomias cuerpo/espirity, sustancia/forma, 8 ‘Bateson acusa a sus colegas de haber prosogudo ln malvay da obra de Platn as ayes doa conservacion de la energia 1y dela materia so refiaren mas a la sustancia que ala for ‘na, von tanto que los process mentale, las deas 1a. comt- niacin, la organizacin, la diferenciacin, el modelo, asi suoesivamenta, so reieren més sls forma que ala suatan inv Airosamente, el autor opone al dualism ale unidad fsngrada de la biosfer.® ACéma la desmonta? Trata de la fstructara que rtine o del estructura dels estroctures {iCémo, entero caso, mundo de os gis, de as eruditos {do ee iéeofos eque evita el razonamento circular, puede Feferirse a un mundo en el que as endenag de causal Circular son la ela mas quelaexcepeno?™® La estructara de las estructura y el ententoconstituyen la inea res- puesta posble nuidadsin Ssura, Por l contravo, el anilisis ecueneial tie- ne aqui escasa gravitacin, y una visi clara de un conjun (es pricticamente imposible. Ciertamente, hay alli una ‘gran riqueza, pero difcimente administrable, Hay una doble faz o un epuentes entre representacién y cexpresin, en virbad de los cuales los wgrandes hombres de lncomunicacién —vertiente eibernética—han adoptado po- siciones encontradas, cambiantes, en el curso de sus inves- ‘Sgaciones. Es un movimiento browniano que incita alos Analisis biografion, tan compleja es la relacin de los hom ‘bres con la tenia 1. Las dos... 3 tas muchas cibernétions Ya desde su nacimiento, la primera elberntica proponta os lecttras: una leecura segin la representacin yotva se ® tain Stes, Critique de aden, Preto dln Poston Nair slp Sages Pte 1°88 1H, eee pars eta “ Noson azar nel amo ln pig is que aueven an ova COREA, en ou candor Hiss de yeratias,nteeas des de McCulloch y W. Pus. CFP Levy, Brévesndcatons nr lee vie de MéDullos etd W. Pte cLzeume de Mele, andere dal CREA, 8 never de 108, ‘gin la expresién, EI chogue cibernétic tiene de «moderna» ‘que lag reine a ambas dandoles posibilidad, tanto a una co- ‘mo a otra, sea de desarrllarso de manera autsnoma sobre ‘bases tebrcas renovadas (y eve ser el desarrollo de a inte- ligeneia artificial, sea de mezclarlas en otro sistema, com- puesto (y esa sora la parte destinada al BCI, o Biological Computer Laboratory). Histéricamento el envién so sitia en 1943, oon el articu lo «Behavior, purpose and teleology», de Wiener, Rosen- blueth y Bigeloss®! seguide al poo tiempo por el de McCul- loch Pit: «A logical calculus of the ideas immanent in ner- ‘vous activity» 8! Pareceria que los dos articulos anuncian sin ambigiiedad posiblela via de un sélido reduecionismo: el ‘primero porque propone estudiar los mecanismos capaces de reconatruir los comportamientas intencionales do los Jhombres; estamos por consiguiante en la bisqueda de un «catado estable» en el cual participen sisternas que posean ‘una capatcidad de retroaceiéno de reequilibro tras una per ‘earbacién extern (el homedstato de Ashby). “Hay ll tuna inteneidn que, en sa origen, as dab eCons- ‘truir mecanismos, pero que rindan euenta de los eampor- tamiantos de lo viviente,reconocer Ia especificidad de los sistemas bioligices y las comportamicntos comunicaciona les, pero prodiciendo una teoria que permita reconstruirios® artificialmentes Se trabajard entonees sobre sistemas ar- tificiales claramente distintos de los sistemas vivos; el hu- ‘manismo permanece en el horizante de la invostigacin. Bl segundo, el de McCulloch y Pit, propone demos ‘rar que tuna red de neuronas formsles puede ealcular fun- cones ligions. Pues si Wiener introduce el finals (pur- pate) en su conductismo, y side esa manera restablece un ‘ivel que desborda ampliamente los ealcules de comporta- riente, McCulloch, por su parte, atraps la intencisn y el su- joto para reducir las actividades del espirtu a las de un ‘flealo légico, sin preocuparse de otro modo por los sujetos ‘concretes. Se pretende «mecanicista y conductista intran- sigenter. 2: a Phony of Sin, 1, ner de 1048 328 Buln Mathomate! Biophytn, 5, 1013 59 Pare Lint Cytartique,eutroeanistion ot ndo-canexonnis ‘moyen Gebalpe de auto organisation, euadero del CREA, 2°, ps cy Asi, instala dos méquinas: una maquina lgica ¥ una aguina biolgia; los dos tips se pliogaa en iltimo and lisg al eaeul logo, sustratoy base de todo emprendimien- to del cpirit. Pues las representaiones mentales, tanto como les comportamientos, tienen el mismo proceso Silureisyou cuties erode PPro tanto, dos fundamentos yuna iafinidad do vias po sible a partir do ellos. Una paradojayaexborada en ese ni- ‘eel is conducista de os proyectos est finalizad yos poco reductor (a reduecisn eo lea, el horizon perma: rece vivo en su compleidad); es el de Wiener. A pesar de ‘ode, dard nacimiento al reducioniame con as generaciones do inteligencia artificial mis amplioy rio desde-l punto de vista de a omple- jidad el de MeCulloe, se pretendeempero reduecionista al ‘extremo, porque quire referir tov aetividad del espiitu (y no aélo dl cerebro) aun elculo lic. Bn resumen, en una primera fractura se separan dost os de trabajos: os uns, que so limitardn a emstrair com- Portamientosartificials,anlogs y ado anlogos aos que [pueden observarse en el ser viv, Suponen que la compute Gora es eapaz de encargarsedeestareduplicaci yaspiran ‘la funcionalidad la efciencia (Porl tanto, ae reson a Considerar la biciogi. sel caso dl genera problem solver de la IA encargado de obtener resultados semajantos & Jos de la inteligencia natural sin que su hardvare tenga algo en carmtin eon Ins redea neuronales dl cerebro.) Las ‘tos, para ls que la ntligncia atiil se aproxizna cada vez mis a la poscion neurofsiologey, en su limos on: ssyos neocontexionistas,abrazan In psiidn de MeCalloc. "Finalmente, con el neo-conexionismo, mezela de fscs ‘mo y de biologie... se reabsorben fracturasy podaane,y se vuelve a os fugdamentos, no sin algunas desgarraduras de os principios eileen tpn tr ine dla ale Aurea decane eaeen en rig, remitin # odo deren (CREA ya cas donde L Sango, JP Dip Live uso, ik swe, ba infrnciny aguees, Aga Rare prods ee eno fn eeu eteero spc date Sea Las investigacionos acerca de la inteligencia artificial participan del primer movimiento. Serén las puestas a pun- ‘tw de los sistemas expertos, con sus representaciones de re- alas, La vertionteebola de bila» funciona aqui de manera Jmpecable, tanto que no se ve tentada por su opucsta: 1a Creatura. Sin embargo, cuando quiere sexpresar> lo que no fe de su competenci, a aventura se eonvierteen peligrosa yyroua el totalitarismo. El segundo camino, més eomplef, ¥ ‘Que aqui nos interesa, sera el que inventa Von Foerster y que originard la ibemnética de arden segundo y, por lo dems, el tmovimiento del aubororganaaclen, ‘Desplegada alrededor de la metifora de la Creatura, 1a auto-organizacién reuniré a lo investigadones mas que a Jos ingenieros, eonstruird su propia filosofia a partir de con ‘ribuciones diversas, extraidas de numerasos campos clen- ‘ifios,y presentaré un abanico de investigaciones bastante amplio para que se pueda plantear la cuestién de Ia ident ‘dad de la propia nocién de auto-organieacién. . ‘Sin embargo, esta identidad reivindica muchos rasgos ‘caracteraticos: el cuestionamiento de una realidad que es ‘aria ead» sin la intervencién de los precssaa de constrc- cin del chservador, la implicacin del observador en lo que ‘obsorva (css todas pooo novedosas, pero aq fuertemente ‘acentuadas) y adare todo el método denominado sepistemo- logia experimental, por el que la experiencia practicada es Jn que podiamos llamar de los textos» o de las lgieas for ales, sin inquietud de realizacién propiamonte dicha, ero esta exclusidn del mundo de las reslidades, ese re reso sobre si mismo, se pertrecha con modelos tan diversos ‘que la tentacién del autisme —que, con cierto solipsisme, ‘est siempre en el limite dela experiencia auto-organizacio. nnal—se evita casi siempre... no in frenadas de wltimo mic ‘to, nevetsiones o eprestidigitacioneso, incluso denegae clones y justificaciones, © Une diveridad qu nga foertament a os stra dee ‘leeinu sclambadon au mer cherenls parte doe dante ‘leap luo propaecaeL Stoners Lived en under {4 CHA ciado preeentaent) poo gun ne sombre sin madera. ‘onto elo Mtrtadees de area asl» pln. est nt ‘ews nplrlidad de endeneiaa hij a net denen aie Java a wr sutoocpanzasnal lms rar fli, range {fe aeen ou moray musty si de apostate etre ‘lenin lta Le que certamente oo detpechari un Yon Parte, 86 a ose dominio, deberiaotorgarse la palma a quien fue ¢l secretario de las primeras ouniones de eibernéticns ¥ ‘ue, por consiguiente, represents el ‘portamnientas a lo Wiener y encuentran justifieaciones en el calcul lgico a lo McCulloch, para quien, en efecto, el sujeto ‘yu realidad estan ausentes, En su «Nota para una epistomologia de los objetos vi- vientess,57 Von Foerster nos comauniea Ins claves de a sia ima, Dos definiciones de la comunicacicn nos sorprendan en Jas entradas maltiples de su fortaleza, «La comunlcacién es la interpretacin, realizada por un observador, de lainterac- ‘iin de dos organismos: 1, 2, Mas todavia: , En verdad, es la rela- idn entre obsorvadares la que es objtivante. Hl objeto se construye en redes conectadas de observaciones, verifiadas por la aecin 8. En efecto, en cierto pragmatism del ennocimiento se resuelve Ja comprobacién de una realidad de orden segun- do, Una dca dela aocin comin toma a st cargo lo que, lla, no seria sino una vision particular eineficaz 4, Pero, coémo asogurar un devenir a esta realidad de cordon segundo? {No seria un sistema tan estable, tan oerra- o sobre nucstra posbilidad de conocer, y por lo tanto, tan Jimitado, que no nos dria mas que: «Lo que observamos os? No, pues la realidad de orden segundo incluye au propia smovidao. Bla realidad spura y simple, puesta como una naturaleza, aque, ala inverse, tendria perennidad e inmo- vilidad. EI laze interno de reslimentacién de un sistema relativizado no es un circulo cerrado, un desenvolvimiento ‘sin fin. Al paso de las observaciones, larealidad setrueca en tra. Bl proceso, sis en lazo, nose completa nunca. 65. En efecto, un sistema organizad, como lo son las mi- ‘quinas organtzadas o log sitemas vives, es un sistema que ‘evoluciona, porque es complejo, es decir, circular y jerdrquic 0 por nivelosinterconectadlos. Bsta evaluelén, que depende de cierta organizacién interna, define lo que se denomina 9 ‘auto-organizacidne. Se aclara que la auto-rganizacida ro- mite ala no realidad exterior, porque no recibimos ias infor- ‘maciones desde el exterior, sino que el intercarsbic entre diversosniveles produce la eomunicacién desde el interior sos diversos puntos, sumariamente presentades, son el bien comtin de cierto niimero de tesrices (epistemsloges, Didloges fisicos, neurobislogos) que los explotan cada uno a sumanera. La diferencia fundamental que separa alos par- tidarios del seno (estamos en el mundo que no tlene exte- ior) de los partidarios del «com es que los primeros atacan Ia nocion de representacicin (frente a frente por el cual pro- ‘ducimos en nosotros mismos figuras que representan los detalles del mundo exterior), de linaalidad (tanto la de a sucesidn temporal como la del espacio), par lo tanto, re- rnuncian a ver la maquina como un abjeto trivial, estitico, Oponiéndoles las miquinas no triviales complejas (Von Foorster) so ven llovados, no a utilizar en vista eu deter ‘minado fin las diferentes disciplinas que podrian ayudarlos producir algo artificial, sino a integrar en una misma vi sin todas las actividades humanas, comprendidas las mic (quinas trviales de sus competidares. Es docir que la envol- ‘urges totaly quo ia tinica manera de dibujar su forma com- pete alla filosofia: lo que los prodecesores, adeptoe dela bola Ae bila, pereibon come cbsticuo au labor, es deci, aret- nlén de le que esta separado, ewerpo/espiritu, natural/arti- ficial, nterr/exteriar,aquiseestabloos de antemano como luna totalidad autopostioa. La pregunta ya no interroga la ‘separacin, sino el todo del todo. En un sentido, Ja pregunta ‘se interroga a simisma, retorna sohre a ttelidad y se cons ‘ituye en sy reforente. Quardmosio ono, estames asi en la ‘metafisica, ste la ual Ia fabriacién de maquinas importa ‘poe, y nunierosos investigadores del ens ae vuelven prefe- rentementé hacia lainterpretacin del munclo, Aqui, eada autor ita la cibernética como la gran matria y pretende situarse en su descendencia, 1. Bfecto moderna de la cibernétioa La aparicién de la segunda ley de la termodinamica se- ‘Bala una revolueién clentifiea. No por su fecha, pues en ese 92 cao seria suficiente el advenimiento histérico de esta so- jgunda ley para convertirnas a todos en adoptos del «en», ‘sno porque ella opera como un principio diseriminante ‘tre los que no le eancnden importaneia y los que latoman en ‘cuenta, En efecto, en ciarto modo les sastenedores dela bola ‘debillar han aceptado las proposicionos de la cibemética et feedback, la formacién en |az0 y los nuds, las reacciones {que se revierten), paro no han extraido de ellas las conse ‘cuencias para una renovacidn de las teorias de la com cacidn. Bn eambio, ls adeptas del «en» se manifiestan re- sucltamente modernos, yla modernida es aqui un cardeter ‘sencial de la visién del mundo, Esta modernidad no es la de Ia tecnologia de las maquina artifcinles, sino que con- cieme Ia vida la que vivimos ordinariamente y Ia que se ‘puede observar en el nivel macro o mierosespvo de los orga 2. Inversin de la posicién det tiempo ‘Vueleo importante de perspectiva: si las experiencias nouroligicas, la apelacion los bidlogos del creo (¥espe- cialmente de la visién) eran requeridas por la bola de billar para producir omputadoras instrumentando los dats de lo ‘iit find a ce proce ovina be verso. Se equierv el proceso dela compatadora porque Tne oboovar lo iviont. Este vuole eofala bien Info «in que ocupa el tiempo en la nueva epistemologia. Para los mocanicistas de la bola de billa, el tiempo interviene ‘s6lo en tento que memoria de dates siempre actualizablos fn vista de los acervos por constitul, tiempo que supone ‘méquinas de fragmentas sdetenidss, que es posible rever- tir, desmontar y romontar, os un tiempo reversible en la me~ «dda queno entrafia eambioen la composicion interna de los slementos, Para los sostenedaves de la Creat, el tempo deo vivoy de la fisica eonternporinea es ireversible- “© nue Prgogne yStnger, La nouvel alia, Gallierd 1982, cop Vl pigs: 279 Hes 3, Bfectos nuevos dela teoria de la informacin 1Bn tanto que ae ocupan de onganismos vivos yno de 4quinas de eomunicar, los Alésofs del ens utilizar ms las teorias de la informacién (o extraen mas consecuencias de ells) que sus colegns do la intoligencia artifical, quienes sin embargo son lo ases dela informatica. Bs una posicion paradijca, a contracorrente, como es eom\in que suoeda en Ia historia del pensamiento, Be que Shannon y sus amigos estaban todavia bajo los efectos del descubrimienta de Ia termodinsmiea y explotaban wn aspecto temporal primor- dial de ella con las medidas de la entropia de un sistema, Shannon se pregunt6: caimo ceurre a novedad, puesto que Ja informacion es un valor agregado a loque ya ests en el ea- ral informatico? Cémo proceder a una medida del efecto de Ia novedad, de la innovacién? Puede predecitea hasta qué punto un sistema puede estar saturado (rehusar la infor- ‘macidn) o hasta qué punto puede acogerla sin destruise ét 30? Estos interrogantes y los intentos de respuestas estin en el comienzo mismo de los problemas que presenta In organizacisn de lo vivo: hasta qué punto subsiste en st ‘dentidad un sistema organizado cuando est en contacto ‘con un medio portador de informaciones? Y por otra parta, ‘qué Ie sucede cuando no puede recibir més esas informa. ciones? {Cuando su estado parece fijarse en la saturacisn? ‘Pues ocurre con un organismo limitado par un medio lo mis ‘mo que oon fina comunicacién (un mensaje), size acepta que ‘ambos estin inmersos en un ambiente al eval deben adap: tarse y responder. La cuostin de los limites pasa al primer plano: este limite sobre el cual va jugar la doble travesin de Jos signos, del ambiente al sister y del sistema al ame Diente De 1a misma manera que, para las clencias de Ia infor: ‘macidn, las‘unidades que componen un mensaje deter ‘han el conjunto y estan parcialmente determinadas por ‘para los tedricos del ambiente interno, as relaciones entre las unidades yelconjunto constituyen un punto indamen- tal por esclarcer. Se trata de la unidad de lo vivo, de eu ea- pacidad de desarrollarse, de a emergeneia de formas nuc- vas y de Ia Felacién con el mundo fisico que también vive eomno un organism. ’ 4, Godel, Heisenberg y los otras Incortidumbre, complamentariedad, recursvidad, cons- ‘ruceidn en pliegues (olazos) son bienvenidas para ayudar 1 deseribir los estados del organismo en su encuentro eon, ‘otros organlsmos y en su propia composicin. Una indotarminacién fundamental viene a jugar con las Adeterminaciones supiiestas, Este margen permite el juego de los mecanismas. El organismo est siempre en un cierto estado variable y, por consiguiente, indeterminable par me- das externas, ‘Esta indeterminacién, euya ley se origina en la fisicare- lativiste,recibe uns expresién matematica oon el teorema de Gadel. Se trata siempre de un teorema «meta, que no puede entrar en consistencia con lo. otro al mismo tiempo ‘ue es confiere consistencia, El limite pertanece a un gene rodistinto de lo que limita, aunque esté en contacto con lo {que limita. Pero este limite tambin tiene un limite que. te, Estamos en Ia recursividad, La envoltura se envuelve a ‘misma. Escher nos lo muestra con su mano que dius la ‘ano en accin de dibujarse. Juogo de formas. No salimos de la paradoja y repetimos siempre el mismo rasgo; el mis- mo y, sin embargo, otro. 5. Lacomplejidad ‘Para el pensamiento del «on, lo complejo no se toca con Ja complicaciGn. Aqui la aventura es abierta, lo aleatorio prevalece y nunca tendremes mis que una descripcineff- ‘mera y relativa de las operaciones de un sistema autororga- nizado, La integracién del aoontecimiento azaroso es aqul regia, la que no puede projuzgar acerca de un orden, si ‘que abedeco al tnico mandamiento:esobrevivim, y por ello ‘migmo se regenera, Por lo tanto, lacomplejad dal sistema so-organizado no tiene relacin oon In distribueién esta distiea, con la enengia como mataria prima, sino alo con la informacién, en el aentdo de formacion deestads internos, Informacion (Piger-organisation), Ye agu Holder, Suche Ciel Bac, nario, 085. 95 universo, Dela comunicaciin deloviviente consigo mismo a través de su adaptaciin ya evolucién delas especies, comu- nicacién eon el prijimo (podria decirse: de envoltura a on voltura),y especialmente en esta parte delo viviente quees elearebro ‘De la presentaciin de Ia bola de hillary de la Creatura podemos extrasr esqueméticamente dos definiciones pues tas dela comunicacisn. 6. Representacins primera definiein de ta comunicactin Aguila comunicacién es el mensaje que un sujto emisor envia @ un sujeto receptor por un canal. El conjunto es una, ‘maquina eartesiana eancebida segtin el medelo dea bla de Billar,en que a marcha y el impacto sobre el receptor som ‘siempre caleulables. Causalidad lineal, Sujeto y objeto per~ ‘maneoen separados y completamente reales. La realidad os ‘objetivay universal, exterior al sujeto que la representa representacién y sus caracteristicas constituyen el funda ‘mento mismo dela accién y la pereepeidn, ‘Posiciin dualista, cara a Descartes, con Ia cual disienten Jos sostenedores de una inteligeneia muy artificial. ¥ no * ser la menor de sus paradojas la de desechar el dualistoo cartesiano mientras usa plenamente el esquera de Desear tes, represtntativo, que establece la relacié entre dos sus- {ancias diferentes, cuerpo y spirit, suetoy objeto el hom- bey el mundo. La representacin es Ia iniea manera de ‘garantizar la realidad del sujeto y la realidad de la natura: leas. La representacién asogura su eoincidencia 17. presi segunda definicn deta comunicacién Aqui no.existe més el envio de un mensaje por un sujet femisor a un objeto receptor. La eamunicacién ea insereiin

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