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XVI, LA HIPOTESIS ° 7 degenerate Sas es a ais & i Bade: iil a is ii i il il egh Sat ial 2 ey 1 a eae oop Hue iby inst = Hui ne anal henge de una ip a Rigo ic mss aetad atk pocwate peas vez que asitiilainds los acontecimientos naturales a Iz experiencia hpmana Ella pervive en la tendencia antropdmérfica de la ciencia; ésté ptesente, en cierto grado, en la concepcién medieval de Ja natu- faleza que obra de acuerdo: con leyes que Dios ha hecho A‘ ella se debe tamtibién la expresién “ley” fn al caso de las uniformidades naturales Una interpretacién basada en el propdiito se Hama teleolégica. Sin embargo, .e] recurrir al valor no tiene que tomar necesariamnente esta forma explfcita Los pensadores gyiegos también interpretaron la natu- raleza de acuerdo con su concepcién del valor, Su criterio no,.¢ra el propésito thoral, sing la belleza, su interpretaeién estaba determinada por ru ideal éstético de Ia clegancia, la perfeccién y la sencille, Este élemento estético también esti presente en las conccidas sentencias meiievales “La naturaleza no hace nada en vano”, “La naturaleza trabaja con los métodos wids sitnples” y “La naturaleza: busca el camino més corto” Sin duda, ‘nce halagamos a nosotes snistnos; hemos liberado nuestro pensamiento cientifico dé recurir al valor, Ciertamente nuestro ideal no est4 ya condicionado por Ja referencia al propésito, ni tampoco hacemgs ninguna suposicién’ explicita del valor Por esta cazén la época actual e una cientifica;, gus Jogros més grandes son logros de 1a ciencia, sus hombres més gran- des son hombres de ciencia 'Con todo, la eleccién entre las teorlas cientifieas que se, contradicen sigue estando determinada por conside- tationes estéticas’ La electién se hace siempre entre diferentes clases de orden El orden medieval, que colocaba al hombre en el centro del universo cuya culminacién era Dios, es reemplazado por un orden tayo pritcipio régulador es la sencillez Nuestra creencia en el prin- cipio dé la sencillez se debe indudablemente, en parte; al hecho de que, a meriés que les leyes naturales sean en Ultima instancia sencillas, €3 poco probable que las descubrasties En un préximo capitulo con- sideraremos Ja evidencia sobre 1d cual s¢ basa esta cteencia: Aquf debe ser suficiente séfialar que hay dos clases de sencillez Hay, primero, sencillez en la formulacién de la ley misma, eri segurido lugar, hay sencillez en la clase de elementos 0 entidadés a lds que sé refiere 1a formulacién La ley newtoniana de 1a inversa del euadrado es sénci Ta en‘ambts aspectos El orden medieval posefa sélo la primera clase de sencjllez Pero aun esta sencillez quedaba, a] final, reducida ‘a los inescrutables propésités de Dios ‘El ideal griego y el todenio'es la sencillez, de las leyes mateméticas 1 Far ‘away and long ago, pp 224.225 tar 346 7 LAcamPGTEsIS + fsec, 1 §$ 2 El desarrollo de la hipétesie La forma en que se desarrolla una hipétesis cientifica y se libera gradualmente, en dicho desonvolvimiento; de los elementos antropo- nérficos, se pued¢ iustrar facilmente con la ciencia de la astronomfa, we nde polene es con cierto detenimiento el desarrollo de i is ptolomeica y coperni El problema consiste en explicar los movimientos gbservados de te, EY i ag ae Hl a | ie Ht yi i : & bat | F a 2 Zee i 1 i E 3 i & eee rr F a i ie ch i f I | e 3 4 = 3 = ap. xy] DESARROLLO DE LA HYPGFESIS #4 currirla mucho tiem) fiempo antes dé que iuesigo observador s¢ formar en lo tocante 2 la aparicién del sol y la luna Pero los planctas presentarfan un problema més eni Sus motimientos a través’ del cielo, relativemente a las es fijas, son irregulares La cbservacién continua revelaria un movimiento de retroceso durante algunos periodos del afio mits Pues son los datos que tienen que ser ordenados: los le] sol, de Ja luna y planctas; los eclipses del sol is donay ia fomta cambiante-de la lita Noezue cbettvador cane posesién de estos Gato s6lo @ sauctries oe teruto ae estos movimientos duiante un periodg de muchos afios Esos registros se han mantenido desde tiernpos histéricos muy temprangs Los caldeos y los babilonios, colocados en condiciones sumamente Sapa, is ha a te tape de la cals: Sc erpuntac tne el sol ea am un dios, R4, conducido dia- tiamente: eq uta embarcaci6n por un rfo del cual el Nilo eva un afluente Este dios nacia todas las mafianas y su fuerza ¢recia hasta el mediodfa, cuando era trasladado a otra embarcacién Finalmente, durante Je noche era Ievado en otra embarcacién de regreso al oriente E] eclipse del sol se explicaba mediante la suposicién de que algunas veces una gran serpiente atacaba a la embaicacién Una su similar explicaba los eclipses Iunares y las fases de la luna Dreyer ofréce la siguiente explicacién: “Al igual que ‘el sol, la tuna tiene sus explicacién amplia de Jos primeros sistentas astronémicos gee een cpio hw wi fomain de, Dred "i tien tan derivado principalmente mi descripcion del sistema ptolomeico Tanhity poe referencia a Sir Oxtver Lopcr, Pioneers of scien ce; W M Swmazr, The Sun, the Stars and the Universe 342 LA EIPOTESIS | [see m un breve tiempo, causando un eclipse lunar”! Aun cuando estas suposiciones no entrafian una contradiccién ite de los hechos en que se basan, y aun cuando son el resultado de un deseo de explicar estos hechos, esti teorla egipcia esth clasificada justamente mitolégicat No es cientifica en modo alguno Su cardcter -enticien- tifico no st debe al hecho, de que desc descansaba sobre supuéstos no probados, Toda teoria cientifica , en Ultima instancla, sobre tales supuestos! No es cientifica porque estos supuestos tran de tal te, des cansaba en su Habia tres 3 (1) que la es wna esfeta inmovible en el centro del universo, (2) que los problema de Ptolomeo istia en determinar i ks trayectorias seguidas por el sol, Ja luna y los planetas El tercer : to de Ptolomes se deivaba de. Aristiteles Fas seguidotes: El eiculd era considerado como Ja figura :perfecta En consecuencia, se suponia que los cuerpos celestes deben moverse en cfrculos, puesto que su movimiento debe ser perfecto Aqui vernos cémo la 1efereticia’ a no« ciones de valor paretia ofrecer ina respuesta satisfactoria a la pregunta: de por qué los cuerpos celestes se mueven como parecéa movers¢! Ptolomeo también derivé de Aristételes su creencia de que la‘Tierra es inmovible * Estos son los supuestos que hicieron nevesaria Ja elabo rada hipétesis conocida como sistema ptolomeico, No era dificil §Ptolomeo vivié en el siglo m de nuestra era_E) sistéma’ Beta su nombe fae den cinds, ee ee ate 4Ptolomeo respald6 este supuesto con ef ito de que, si la Tierra se moviern, su moyimiénto seria st a su masa, de ‘modo que los animales y los objetos lanzados al aire se atrés Pero esto no sucede th gt cap xvi] DESARROLLO DE LA HIPOTESIS 343 licar la ‘pesicién de las estrellas con base en el supuesto de que la Tirrma es ef centro de! sistema gitatorlo, puéato que fe observaba que Igs estrellas eran ‘uniformes Péro los movimientos de los planetas no Cada planeta gim alrededor de un clreulo cuyo centro, esti en la centro Este cfrenlo imaginario recibid el nombre de “‘deferente”; ¢] eirculo menor sé conéce como un épiciclo Por lo tanto, la trayecto- ria dé un planeta tal como se la concibe desde la Tierra como un centro fijo, puedé explicarse miediante la combinacién dé los dos imovimientos un ch que gira alrededor de un cfrculo, Esta hipé- tesis explica ¢] movimiento retrogrado del planeta en algunas ttapas de su revolutién Fl siguiente diagtama simplificado muestra el mo- vimiento planetario : 7 presents la Theta E) circulo mayor es el deferente, El se mueve del epiciclo cuyo centro, ¢, se mueve alrededor del deferente Por fo tanto, el planeta sigue Ja trayectoria sefielada por la curva més os¢ura Debido al numero de los planetas, 2 sus distancias variables de la Tierra y a sus ritmos variables de movimiento, Ptolomeo j nete- sario introducir un nfimero de epiciclos que giraran or de otros epiciclos Al Har [as consecuencias matemiticas de su sis- tema, Ptolotheo demostré ser un grati matemdticd éxplicar los movimientos obstrvados Es piobable que no pensara en’ st sistema como un hecho fisico Dice Ptolomeo “No pretendo ser capaz de explicar todos los movimientos al mismo tiempo, pero sf demostraré gue cada uno de ellos esti bic explicado por su propia hipbtesis * § ‘Al empezar la teorfa de una parte particular del movimiento del planetz, dice :“‘Itnaginemos an cfrould”: Ptolomeo pido desarrollar, asi, una teorid satisfactoria cuyo unico defecto era su complejidad Es obvio que ésta teorla es cientifica, El hecho de que haya sido S Dreyer, p 201 344 La HIpGrests , [een déscartada por or ser pricticamente indtil no significa que no fuera una tearfa propiamente cientifica Es cientifica porque '(1) ordend los movimientos de los cuerpos celestes de una manera ‘regular; (2) no supuso la existencia de nada que eect) mien © mintigble no requirié la ayuda de ninguna actividad misteriosa e ininteligi (4) todos los diversos movimientos fueron Sea oe ee hipétesis/ Finalmente, puede observarse que Ptoloméo estaba ae mente consciente de los supuestos en que se basaba, su teorla del movimiento planetatio fue como una hi capaz de ordenar los datos observables Fue superada sélo cuando se presenté wna teoria igualmente cientifica, pero matematicamente mids sencilla, de explicar los hechos observados Tal teorfa la formulé Co- iao No se sabe con certeza qué fue exactzmente lo que lev a Copés- nico a sugerir que la Tierra y los planetas giran del Sol Copémico era un observador cuidadoso y versado en los sistemas astronémicos del pasado Observé una marcada diferencia en la bri- lantez del planeta Marte cuando salfa en la mafiana y cuando salfa aeniodos, mayor qoe la ae ena cite oe ican Peet los, mayor que la que permit le los Pero este hecho no era suficiente para sugerir que la Tierra gira alrededor del sol_Es més probable que Copémico se haya visto Hevado a formu- lar su hipdtesis al descubrir que diferentes astrénomos tenfan dife- rentes teorias Su estudio de los filésofos griegos le revelé we otros hombres habian supuesto que la Tierra se movia Dice movimiento de la Tier, y, ung ue la idea parecia absurda, no obs- cot eas a otros ani ue yo se les habfa permitido suponer ciertos fin de ya imientos de las estrellas, Pensé a ane se “te be suposk wean saovineats Ge a Tene sobre movimiento de la Tierra, mejores 2 ee ones de Epon de las esferas celestes Y ast, su los mo SECs dpc caeat a Gab. xvi] DESARROLLO DE EA HIPGTESIS vt ww evel ventro inmovible del universo Sobre él supuésto de que la Wierra es un planeta y gira con los otros planetas alrededor del sol, se descubrié una, ipcién mateméticamente m4s sencilla del movi- iniento planetario, Debe observarye que Copémico no rechazé el supuesto de que les moyimientos son circulares Por lo tanto, Heoesitd el supeste Ge Jos epicilos: pero pudo reducir erandemente da ndmero, Mas atin, su hipdtesis ita un desarrollo m4s fruc- tifero que la de Ptolomeo, puesto que el complicado sistema de los @piciclos sélo explicar integuilatidades que hubicsen sido con etamente observadas atin, la hipdtesis de Copémico explicaba Biles toga a LipSla’ prolomcle,seguien si nochenineoncase meica, lo hechos inconexos Fue la comprebensividad del sistema copernicino, debida a su com- Parativa sencillez, lo que lo hizo mds aceptable que el sistema ptolo- meio 8 . Es te advertir que ambas teorias eran estrictamente cien tificas, de suerte que la eleccién entre ellas tuvo que hacerse sobre basts estrictamente cientificas No babria sido imposible continuar f a ace, RUE, Fentereno celestial observado TO gue 3 mis: el testimonio dé idos se opone tesis copernicana realidad, vemos a lox planctas cemnbiar sus a ; xealmente ob- sefvamos a la Tuna eyender en el ciclo No percibimos el movi- tia que entonces del parecido increfble Esta dificultad no se Plrind, basta, 1838,, cuando Besse! descubrié. el paralaje anual Tampoco Copémico explicar el hecho un cuerpo proyectado vertical mente en el no al occidente de sa punto de partida, como pare- + 346 La HIPOTESIs . (see gu couformidad con él testimonio de los sentidos Ast, Galileo, .ha: blando de este sistema, dice: “No puedo admirar lo suficiente la eminéncia del ingenio de estos hombres, que lo han percibido y soste- nido como vetdadero, y con la vivacidad de sus juicios hicieron tal violencia a sus propios sentidos, que han sido capaces de i lp que su tazén les dictaba a lo que los expetimentos les Jes represéntaban contrariamente del modo més manifiesto © No puedo halla Umnites para mi admiracién de que la razén fuese capaz, en Aristarco y Copémico, de imponerse tan violentamente a sus sentidos que a despecho de ello pudiera hacerse sefiora de su credulidad ” 2° Ello no obstante, Galileo no dudaba de que esta imposicién’ viplenta de la raz6n sobre los sentidos era en tiltima instancia justificable, en te el Gran Duque con argumentos légicos, como si fueran ta wee ee ce de ae ee an de nacek fs ‘nuevos planetas ” 12 te * 10 two systems of the world (Londres, 1661), p 301 (pub 163) wet ton 11 Tbid, p 31. ‘Gf; también p 96: “Nuésteas disputas son aporca del i |, to acerca de un mundo de papél”; también Two new we Pan imprebatley deed costal recibir a bee caer + una m an Paoke oe sg al velo ue los ha mantenido aparecerin en su desnuda y sencilla belleza ” . oar xpi] DESARROLLO DE LA HIPOTESIS 347 Los “argumentos légicos” de! Gran Duque se derivaban de los escritos de Aristételes en Ja medida en que los filésofos del siglo xvar eran capaces de entenderlos Pero Galileo crea que Aristé- teles -habria estado de acuerdo con él si hubiese minar un telescopio Galileo que el método de Aristételes esencialmente empfrico “Tengo por cierto —escribi6— que 4 Peibie dela rece sinstine we toad est oe le conclusi jue posteriormente para nestrarla, te es el rocedimi to usual en las ciencias demos- Liha wn final de nuestras mn Por lo tanto, le tors primero debe ‘or lo tanto, mat Pincoe obene experimentalmente La cnuncifcién iin matemitica debe ser exacta Por ejemy lo, no asta saber que los, cuerpos caen con un movimiento acelerado; las relaciones mateméi ben ser deter- minadas con precision As{, dice Galileo: “Tampoco esto es suficiente, sino.que es necesario saber en qué se efectia tal acelera- cién; problema éste us; en mi nunca fue dido hasta expenmental, podemos hacer remontar hasta él el comienzo de la ciencia modema El fie un supremo eos poe is aedeoe sus fs eben controlador 7 agin pa matematica exacta 5 Por esta razén, cid ha sido la mds importante en Ia determinacién del actual clima de opinidn cien 3 ta Poe pried i i 8 : EA SUPGTESIS , [sport modos de pensamiento en virtud de este recurso en Ultima instancié a la cia obstrvable El pensamiento del sentido comtm se apoya Principaimente en la observacién simple y acrtica, combinada con creencias vagas y no criticadas Las matemiticas son entéramente deductivas; sus principi fundamentales ni se basan en la ¢ ni tienen que necesariamente conformidad con Los tscrtos histrieos, en cuanto consisten en 1a reconstrucnién. imag nativa acontecimientos pretéritos, son totalmente indepen dientes de Ja confirmacién experimental Una teorla cientifica, sin embargo; ¢s controlada y probada en cada mediante el tecurso fio que sucede, es deca’ mediante el recuno a lo que podria ser Gx xvi] PRUEBA EXPERIMENTAL BE LA EYPOTESIS 349 20 expérithentales, el cientificn thedieval decir, la Srreaa crac xm 30 ba con ahinod la necesidad dé la “ciencia con Jo cual daba a entender “el conocimiento basado en “Habiendo sefalado os prncipoe fondameatales de la sabiduia de Jos latinos en 1a medida en que se encuentran en ¢] idioma, bi mateméticas y la Optica, deseo exponer los principios de le ciencia experimental, puesto que sin la experiencia nada puede conocerse sufi cienterhente Pues hay dos maneras de adquirir conocimientos, a saber, por el razonamiento y por Ja experiencia El razonamiento extrae ung conclusion y nos hace conceder Ja conclusién, pero no hace que la con: Glusién sea cierta ni elimina la duda de modo que Ja mente pueda ache Coonan, es decir, Sree se capeotia Roger aay Entonces ser probado recurriendo i a de a Sonclusiin aa pisbeda Far indolent tla ata ol se ue, sin dicha prueba, la in aga oe fonda a 2 ncn gut ct odie to definido tendid lager, eatonces, si podemos “interrogar a la ee al experimentat “‘interrogamnos a a iertol rah Sep Get Saeco fienté, a nosotros, y tazonando sobre ello én sy presencia, hacer prégumitas agiidas y penetranges, cuyas as pueden, petmi- times Tegar, eb, seguida a tna decision ” + 4 pregunta ¢s aguda Bacon vivid de 1214 a 1294 oe Opts, fd. inglesa de RB Burke, vol, mp5 Tf Pretiminary discourse on, the study of Natural Paloiy e382), P ' ' ba que Tlegaran juntas a tera uando el Comité de la Ro- tos acerca de Ja presién del aire para Yer lovee b cabo durante el sscenso a tha montata, ppersba que ciertos resultados definidos fuesen observables También’ confiaban en que observaciones inespera rcionaran més datos para sus ipdtesis pues sablan bastante cudles_observaciones Pian pertinentes Lp soaple obseracion, ex dec le obeewacin on interferencia deliberada en las condiciones, esté b jo la direccién de fh P' Ya necesidad de verificar y cotejar Ul pensador cientifico ectard ee ae ae TTal fracaso, como vetemos mis adelante, puede ser Los gos 2 que esti s i la bservacién expectante mo la priva de dice De Morgan: “Tas peas es pope correctamente Cabeone como to de pan pooducide "mds resultados — que observa: §. 4 El empleo de la hipétesia Por lo gue ya hemos dicho debe ser claro ine no posible establecer ara la formacién de, hipé' ee Fee et om texto de nuestra experiencia nt ies sl a explicar un coho o fa conjunto de te simples, puede ser sugerida por cualquier persona ona, é2 sagucided ordinnin "oA bot pete rdtwrs ee 87 ™

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