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CIENCIAS DEL HOMBRE es una coleccién que intenta desmitificer, desenmascarar los tépicos, los juicios de valor encublertos bajo la capa del pseudo- cientifismo, aportando nuevos enfoques en materies tan actualos © importantes como Antropologia, Sociologia, Politica y Economia. Con estos objetivos, CIENCIAS DEL HOM. BRE se dirige a: GRADUADOS que deseen fundamentar los débiles conocimientos de la ensefianze ofi- cial asimilada. PERSONAS de formacién media y superior cuya preocupacién intelectual les. lleve el deseo de formarse 0 informarse en estas ramas fundamenteles del saber humano, GUANTOS, sin poser una formacién bésica tomatic, sienten la necesidad de cono- Jos temas especificos incl Kostas Axelos ‘Marx, como todos los grandes pensadores, pre- ‘gente dos graves problemas a la concioncia del hombre de hoy: el de su justa interpretacion, y el de la integracion de su pensamiento en I ndmica del conocimiento humano que, sujeto @ la dialéctica de la historia, no puede detenerse fe instalerse en un pasado licido, por mas deci- sivo que haya sido. MARX, PENSADOR DE LA TECNICA es una apor- tacion’ considerable a la resolucion ée emboo problemas, redlizada por uno de los pensadores marxistes mas independientes, cuya originalidad consiste en el intento de realizar un didlogo vivo y anticipador con el fundador del marxismo. In- tenta alcanzar el centro del pensamiento de Marx, desde sus escritos de juventud hasta los trabajos econdmicos y politicos de madurez, y comprender cémo y por qué el pensamiento marxista ha podido Informar ta realidad histori- ca del siglo XX. KOSTAS AXELOS, nacido en Atenas en 1924, par- ticipd en la resistencia frente a los alemanes e italianos invasores y, mas tarde, contra los,con- e jiados en la guert: 0 defensor de intenta hacer , Niotzsche y ia un spensa- |, cuestionante MARX, PENSADOR DELA TECNICA = Marx, pensador de la técnica Gaadarilla Salgado Josh KOSTAS AXELOS i an MARX, PENSADOR DE LA TECNICA Ciencias del hombre n.” 8 n ii BARCELONA, 1969 ( Gandarilla Salgado Jouk ‘Traducido al castellano por Endque Mo- lina, del original franeés MARX. PEN: SEUR DE LA TECANIQUE, publicads por Les Editions de Minuit, Paris. © 1961 by Les Editions de Minuit Primera edicién: diciembre 1969 ‘Niimero de registro: 4.221-67 Depésito legal: 46.568 - 1969 ‘Impreso por Biblograf, 8. A. - Pasco de Carlos 1, 136, Barcelona, SA 1969 Barcelona - 12 ~ Printed in Spain sLa filosofia moderna no ha he- cho otra cosa que proseguir una ta- rea empezade ya por Herdelito y Avistételes.» (KARL Marx (En La Gaceta Renana del 14 de julio de 1842) «El Mlegar-e-ser-filosofia det mun- do es al mismo tiempo un Megar- aser-mundo de le filosofia: su rea lizacién es su pérdide.» Kart. Marx (En su Tesis doctoral) Prefacio El objetivo del presente travajo es hacer presente el pensamiento de Karl Mars, pensamiento que después vino a ser marxismo para desemperiar un papel sumamente activo en el movimiento histérico de Europa, de Asia y del mundo en vias de planeticacion. Fl penscmiento filosdfico de Marx sigue siendo extremadamente poco conocido, pese a los multiples trabajos que se basan en él, Pues estos trabajos son, en su mayor parte, 0 demasiado estricta: mente histéricos 0 demasiado dogmdticos y apologéticos. El centro de este pensamiento, el fundamento de que ha surgido y ta fuente del movimiento que ha surgido de él permanecen velados: descono- cides, subestimados, combatidos, admirados — pero no pensados—. Tal vex ya sea tiempo de probar a entrar en didlogo con la filosofia Y la dialéctica det desarrollo de ta Técnica, enigma de ta historia lwiirersal. Pero antes de entrar ex didlogo, y para poder dialogar después, hace falta, previamente, ofr y comprender la palabra de Marx, sw discurso. El lector de Marx que quiera leer tos textos mismos del fundador del marzismo se ve colocado ante las Obras completas, conjunto impo- nente y de muy dificil acceso, que comprende una tesis doctoral (sobre Demécrito y Epicuro), criticas comentarios del pensamiento 9 de los textos de Hegel, eserites filosdficos — incluso «metafisicos» — Yiolentamente reveladores (Economia politica y filosoffa; Tdeologia alemana), obras polémicas contra tos hegelianos de izquierda (La Sagrada Familia) y contra ef socialismo de Proudhon (Miseria de la filosofia), monumentales trabajos econdmicos (Contribucion a 1a cri tica de la economia politica: El Capital) y programas de accién pot tica (Manifiesto comunista; Critica del Programa de Gotha), andlisis socioldgicos e hisiéricos de las luchas de clases en Francia (de 1848 y de 1871), articulos periodisticos, sobre cuestiones europeas y orientates, pocmas liricos, numerosas cartes, notas y esbozos de toda especie, Un pensamiento unitario inspira y domina de un extremo a otro todos estos textos, en los que el desarrollo de los multiples temas vele la unidad que los sostiene; este pensamiento es de orden filoséfico y quiere invertir la metafisica tradicional de Occidente: Quiere consumar, suprimir y rebasar la filosofia, realizdndola en a Prictica y ta técnica: este pensamiento parte del andlisis y de la Exitica de la alienaciéa del ser del hombre —de ta alienacién det 1 trabajo y de la economia, de ta politica, de la existencia humana » de lax ideas— y desemboca on ta previsién téenica de Ia reconct liacién universal, reconcitiacién de! hombre con la Naturaleza y su naturalece, efectuada a través de la comunidad histérice y social de los hombres y que hace posible la satisfaccién plenaria de tas nece sidades vitales, et remade de la cbundancia, el mundo de la transpa rencia de todo lo que es y se hace. Esta (re)concitiacién significa conquista del mundo por y para el hombre, despliegue ilimitado de las fuerzas de ta técnica Nosotros trateremos de hacer oir la palabra pensante de Mars en toda su coherencia, toda su profundwdad, toda se linitacion. Un pensamiento importante contiene siempre su propia problematicidad y multivalencia. At hacerlo presente, debemos interrogario, ponerlo ‘en tela de juicio. No oponerios a él: eso no significa nada. Abrazar el ritmo de un pensamiento » hacer resurgir toda su intensidad radi- cal —demasiado frecuentemente olvidada 0 rebajada— es muicho mds jecundo que leer un texto filosdfico como un texto sagrado, una disertacién escolar 0 un periddico. No hay, por una parte, el pensamiento sistemdtico de un pensa- dor, sus «opiniones», y, por otra parte, la historia de ta génesis y del desarrolto de su pensamiento dentro de la historia general de la filosofta. Tampoco hay pensamiento sistemdtico separado de su ges. tidn metédica de la totalidad de la historia del pensamiento. Final- mente, no hay primeramente pensamiento y al lado la Historia, 0 primeramente 1a Historia y at lado el pensamiento. Por tanto, agui ‘se trata, para nosotros, de intentar captar un pensamiento que impli cx ta historia, que pertenece a ta historia, que desemboca en la historia. Nuestro objetivo no es, por consiguiente, ni «sistemdticos ni chistoricox: sélo apumia a la preparacion del didlogo con un pense- ‘miento cuyo aleance escapa todavia a nosotros. Pues este pensi miento, centrado en la Técnica, forma cuerpo con el ser en devenir de ta historia det munde, aun cuando plantee e grave problema de la esencia det pensamiento y del sentido de la actividad prictica de los hombres a través de la realidad histérica y politica. Servir de introduccidn a ta meditacién de la obra de Mars: tal ‘es el designio que da vida a este trabajo. ¢Acaso esa obra no se inserta en el meollo de ta totalidad del ser, siguiera iuminando y ‘realizando uno de los aspectos del Mundo? Esa obra se inserta en el tiempo —el devenir del ser—: expresa un cierto movimiento. Quizds sea todavia demasiado pronto para decir si este movimiento, que Ueva el nombre de dialéctica, constituye principalmente una dialéctica (asubjetivar) de fo que tlamamos persamiento 0 wna dialéctica («obje- ) de to que Hamamos realidad. La distincién misma entre ta 'y el pensamiento seguird siendo problemdtica para nosotros de nuestro trabajo, y asimismo 1a aspiracién de Marx de una y otro. Igualmente, no dejardn de ser un subjetivo y objetivo. En tanto que la subje- 4a objetividad del objeto no son rebasadas en j unitario y de su horizonte comin, no Introduccién PARA COMPRENDER EL PENSAMIENTO DE MARX El pensamiento de Karl Marx, convertido después en marxismo, método y doctrina, teoria y practica oficialmente sistematizadas, con- timda y prolonga toda la metafisica occidental, aun cuando quiera suprimir radicalmente la filosofia para que ésta pueda realizarse en ja accién real y material, Eslab6n en la historia del pensamiento, cada nueva apertura del pensamiento es preperada por Ia Filosofia y la Historia y marcha siempre por un camino establecido —bien @s verdad que dando pasos nuevos —. El pensamiento en su historia fs el nervio de lo que cominmente llamamos historia de las ideas; fen su forma filosofica lleg6 a ser incluso la luz de Ia historia, El pensamiento griego constituye la primera etapa de esa marcha que condujo hasta Marx. «La filosofia moderna no ha becho otra cosa que proseguir una tarea empezada ya por Heréclito y Aristé- teless, diri el fundador del marxismo.' Los Presocriticos captan, por primera ver en la historia del mundo, el ser en devenir de 1a Totalidad (de todo lo que es) en tamto que Adis ¥ Aisa de la Fisis divina e indestructible. Para Hericlito, amar la Sabiduria (0 o090v) significa: captar con amistad —a través de la guerra y la armonfa— el Uno-Todo (fy xavza tlvai, la Fisis, Ia unidad de todo lo que se desencubre y se revela, el ser en cevenir de Ia tole lidad del mundo, y expresar mediante el Jenguaje humano el ritmo del Logos. En su lucha contra los sofistas, y precedidos por Sécrates, Platén y Aristételes, los dos fildsofos clisicos de la Hélade, y no solamente de la Hélade, «separan> el ser del pensamiento, fundan la filosofia en cuanto filosoffa, es decir, metafisica, y abren asi el camino al dualismo, Fl pensamiento griego piensa —contempla — los fend- menos de la Fisis y, después de Platon, que disocia tas ideas de las cosss, intenta capiar si significado metafisico, ¢ incluso teoldgico. Sin embargo, a los ojos de Aristételes, toda la filosofia primera cul- mina aiin en la pregunta: «gqué es el ser (de la totalidad del mun- do)?» 1, Nos permitimos remitir 2 nuestros studios: Tourquoi étudions-nows les Présccratquer (Rivista catia at storia della tlosotia, fase. 4, Rawa-Milin, 1953). Le Logos fondatour de la Dialectique; le cerbe poétique et le discours philosophique (echerches Ge plilosophie, vol. Il, Desdée do. Browwsr, Favs, 1086). ° ‘el arma del pensamiento contra el pensa- ‘original, estoicos y epictireos tratan de apo- ies tn conciencla de s{ mismos. Después, el pensamiento griego Ye encuentra con In fe cristiana —precedida por Ia revelacion ju- Gin Plotino todavia trata de restablecer 1a unidad (perdida). Ven- eeilora de la Hélade, Roma se desarrolla en un terreno esencialmente social y priictico y hace, de todo lo que es, una res. Pero Rome no tscapa asia su perdicién. Para la repdblica y el imperio romano, fe clerto lo que no deja de ser cierto para toda forma de existencla, @ saber que toda vicloxia os el preludio de una derrota. El mundo antiguo muere, y la tradicién judeo-cristiana se desa- rrolla abriendo otro horizonte. La totalidad de toda lo que es —el mundo — es considerada ahora como creada ex nihilo por el ser por fexcelencia, por Dios. El mundo ya no es devenir de la fisis, sino Creacién que conocerd el Apocalipsis. Los hombres, que viven bajo fl signo del pecado, esperan la Redencion final, posible gracias al sscrificio del Dios hecho Hombre y muerto para los hombres. Ast, Ja persona humana es portadora del mensaje divino y se convierte en foco del drama. El hombre, creado a imagen de Dios, crea obras, Sin dejar de luchar contra la naturaleza y Ja carne para el triunfo Gel Espiritu, Los hombres que se mueven por la tierra, creamy procrean, sélo deben tener ojos para el cielo, sabiendo que el verde- Gero mundo es un mas alld. Los profetas judios, el Antiguo y el Nuevo Testamento, san Agustin y el conjunto de la mistica y de ta Escoldstica mantienen esta tradicién cuyo poder se prolonga hasta Ia Reforma. Es muy dificil hablar de filosofia cristiana, pues le que depende de la fe en una Revelacién y se apoya en la autoridad de la Iglesia no es ya filosofia, Sin embargo, en el mundo cristiano opera tn cierto peasamiento. La tercera etapa se eslabona all{ donde as dos anteriores se de- tienen, ciertamente prolongs lo que la prefede, pero aparece —en Guanto pensamiento— bajo una nueva faz, El pensamiento europeo } moderno disuelve la vnidad de la totalidad de la fisis — puesta ya tn tela de juicio por el cristianismo— e impugna el orden de la creacion, Establece el ego del sujeto humano en cuanto res cogitans y lo opone al mundo (objetivo) de la res extensa, La representacion } la ratio, la conciencia y la ciencia fundan la posibilidad de 1a apre- hension del mundo infinito y emprenden Ja ruta en cuyo curso desple- garé elas Ia voluntad de poder de le conciencia, de la ciencia y fe la técnica. El hombre y los hombres se lanzan a la conquista de todo lo que es, aspirando a unas realizaciones objetivas. La con- Glencia de sf del hombre y su voluntad no encuentran ya limites, a historia se convierte en cl verdadero lugar de la lucha contra la naturaleza, la ‘Técnica quiere transformarlo todo. El racionalismo y fl humanismo, las ciencias de la naturaleza y las ciencias hist6ricas y bumanas, la ectividad practica y Ja teoria se ven precipitadas a esa Zarrera destinada a arrastrar consigo el planeta entero. Esta marcha no parece detenerse ni siquiera ante la crisis, crisis que deja al des- Gublerto el peligro de la nada, del nihilismo; pues el fundamento primero y dltimo de toda esta empresa no se manifiesta en modo 10 ‘alguno, y la respuesta a la pregunta del porqué de todo lo que es ¥ '8¢ hace, permanece auseate. Los fundadores del Renacimiento y Descartes, los enciclopedistas franceses, los fildsofos de las Luces y los pensadores del «idealismo ‘alemin» (de Leibnitz a Kant y Hegel) son los héroes de la marcha conquistadora del ego cogito, del Yo trascendental, del Sujeto abso- futoEspicitu absoluto. No obstante, en el curso de la misma marcha se hacen ofr, pero apenas entender, otras voces también —las voces de ta tragecia. Para el pensamiento griego, el mundo, en cuanto totalidad de todo Jo que en el devenir es, sigue siendo Uno: cs Fisis iiaminads por el Logos, Logos que anima el lenguaje y el pensamiento de los mor- tales, El ser del Cosmos eterno se manifiesta en su verdad a través le los sere: y de los entes, se expresa en los mitos y las hazafias de los inmortales, y se patentiza mediante y en la politica, el arte, ja poes{s, El hombre es un ser de Ia fisis (vocablo que no significa apenas para los helenos lo que «Naturaleza» significa para nosotros, ya que [a fisis es Ia totalldady; esta asido por unos vinculos «fisicos» } obedece al ritmo césmico. Explorando todo lo que es, llevéndoto fl lenguaje y elevandolo al nivel del saber, empleando una techné foesencial a la fisis, tos humanos no se constituyen nunca en duefios del Cosmos; sus obras no pretenden en modo alguno transgredir Elorden cosmico, Lo que es aprehendido como ente —en sa plenitud fratural_y sagrada— sigue siendo la Gltima instencia y el primer fundamento. Y los helenos supicron afrontar la amenaza del ‘no- ser (de la nada), que también es; en ocasiones se atrevieron a llevatla hasta el leaguaje, sin examinar por ello el poder de Ix neda misma nai poner en tela de juicio el fundamento del ser. ‘h los ojos de le Revelacién judeo-ristiana — desde un determi nado momento, més cristiana que judfa—, Ia totalidad en_cuanto mundo es sacada de la Nada por el acto creador de Dios. Toda la Ereacion y todas las criaturas permanecen subordinadas al Creador: ‘este mundo no es més que una etapa pasajera que debe conducir 1 otro mundo, el verdadero. La Naturaleza se convierte en aquello Contra lo cual luchan los hombres creando a su vez nuevos seres y fentes; pero la naturaleza debe ser domefiads, pues por encima de lla planea el Espiritu, y por encima de los moriales, que ejecutan ‘sus trabajos y sus obras para gloria de Dios, reina el HombreDios, Dios hecho hombre, hijo del sefior absoluto. Todo lo que es. per- manece sometido al plan de la Providencia divina, que persigue sus objetivos. Para cl pensamiento modemo, el mundo es a la vez Naturaleza y Espiritu — realidad ¢ idea— y se hace aprebender por la represen: tacién y al pensamiento de los hombres, que quieren conocerlo y enriquecerio, explicarlo y transformarlo. El hombre es ese sujeto (casi absolato) que, en conexién con los demas hombres, la Sociedad, Obra, afana y construye unos objetos, poniendo en movimiento Tas ferribies potencias de la técnica, empefiada en el combate contra Ia naturaleza y destinada a ser la palanca que pondré en movimiento Ja totalidad del planeta. u El pensamiento europeo y moderno, tercera fase del pensamiento occidental, en tensién hacia su expansién mundial, estA esencial y perpetuamente en crisis: busca el fundamento dltimo en el que podria apoyarse su actividad tedrica y practica, plantea, respecto al Todo ¥y respecto a todo, el problema del porqué, y no llega en modo alguno a una respuesta radical y total. Aun entregéndose a Ia busqueda del ser de la tinidad de la totalidad y de lo que se manifiesta en su seno, expresa constantemente Ja tendencia a pensar el Mundo, no en su plenitud, sino respecto a unos dominios especificos vistos desde el fingulo de determinadas perspectivas. La totalidad del ser se halla disuelta, y el pensamiento instaura y explora unos conjantes auto- nomos que constituyen unas dimensiones particulares. El pensamicnto moderne es esencialmente —y constitutiva. mente— légico y fisico, historico, sociotdgico, psicoldgico y estético; piensa en y a través de ¢sas perspectivas, que constituyen dimensiones del pensamiento relativamente auténomas y regiones especificas de la realidad global. Est4 claro que este pensamiento desemboca en privilegiar —alternativamente 0 segin tal 0 cual direccién particu- Jar— cada una de esas Opticas, que pretenden ser visién del gran Todo: asi se consolidan el logicismo y el fisicalismo, el histori el sociologismo, el psicologismo y el esteticismo, y todas las inter- penetraciones, alianzas y combinaciones efectivas y posibles. Todas estas aprehensiones fraccionales y segmentarias emplean la técnica de la reflexion y exploran —cada una para su provecho— los domi- ios y las regiones éatices Hamados pensamiento, naturaleza, histo- ria, hombre, arte, en cuanto esferis especificas, en cuanto conjuntos que poseen’ sus propias leyes y estructuras. Sin duda, todo eso es necesario para que la investigacién y la busqueda, Ia teoria técnica y la practica transformadora avancen y progresen, y leguen a resul: 1ados positivos y utilizables; sin embargo, equé viene a ser el pensa- miento central que aprehende todo lo que es en la unidad de su plenitud? 2¥a no hay plenitud? Las totalidades particulares y su suma, greemplazan el circulo de la totalidad? Pues incluso un pénsamiento multidimensional —o el conjunto de los pensamientos unilaterales — apenas si desemboca, necesariamente, en una aprehensién global, Puesto que no hace otra cosa que religar unas dimensiones part culares. Sin duda alguna, el pensamiento moderno busca ain, a su modo, la unidad de la Totalidad (rota, sin embargo); pero esta tarea incumbe a una disciplina particular que tiene como tema la gene- ralidad: hemos aludido a la metafisica (llamada més positivamente filosofia general), que, no obstante, degenera, también y con excesiva frecuencia, en historia general de la metafisica o incluso en simple hhistorla de las (grandes) ideas. La filosofis primera, la ontologia, no alcanza a ser Verdaderamente fundamental; no escapa al peligro ‘imnodino de una sistematizacién escolar (teolégica, idealista 0 posit Vista), Querer pronunciar un discurso sobre el ser no significa en a ‘alguno Hegar a escrutar el sentido del logos del ser ea su yen toda la riqueza de sus manifestaciones. de la filosofia, Jas ciencias se desarrolian levando tan omo les sea posible 1a especializacién; se tecnifican hasta més ‘poder y prosiguen su trabajo de descubrimiento y de invencién de los limites que ellas mismas se trazan, sin dejar por eso querer subordinarlo todo a su . Las oposiciones hombre-historia, individuo-sociedad, subjetividad- objetividad son v permanecen esqueméticas y vacias de contenido, Puesto que munca encontramos un solo polo; cuando se manifiestan, €s porque aislamos artificialmente los elementos que componen el conjunto, dado que es el conjunto lo que les permite ser miembros actuantes. Lo cual no significa apenas que poscamos cl fundamento del todo y la raiz comin y tinica de todo Io que compone el con- junto —en toda su plenitud y en toda su distocacion—. La historia humana engloba al hombre individual, por todes partes en evolucién y siempre en sociedad, como todo el mundo sabe. La pregunta: es el hombre Ia causa de su historia? 0: gla historia produce al hombre? ests desprovisia de sentido, pues es artificial y abstracta. Importa saber comprender simulténeamente y en un solo movimiento Ia globalidad de Ia historia que contiene a los hombres y la miseria del ser humano que, con los demas seres humaros, «hace» Ia historia. Marx privilegia, es cierto, una dimensién, la separa del resto, pero esa dimensién no permanece aislada. Marx pone de relieve un as- pecto dominante, analiza un factor determinante del conjunio de todo lo que ¢s; profundiza y amplifica una cierta realidad, sin edificar por eso un modo de aproximacién conereta y total, unitaria mis que unificadora; propone tuna lectura del libro de Ia historia y preconiza una manera particular de accion. Sin embargo, Ia totalidad del mun- do contiene también otras realidades y otras actividades. Ia Totalidad, a Ia cual se abrieron los presocraticos, que la apre- hendieron, por primera vez en la historia del mundo, mediante el logos, lego a ser sistema total en el pensamiento de Hegel, para quien Lo verdadero es ef todo. La Totalidad ya no se manificsta en ‘cwanto tal después de Hegel; sus regiones y sus dimensiones, sus fragmentos y sus aspectos continian siendo aprehendidos por los hombres, pero la ausencia de un pensamiento ontolégico no deja de manifestarse cruelmente. El fundamento de todo lo que es y el vinculo que lo religa todo en un Todo escapan a los humanos. Con- vertida In Naturaleza en aquello contra Io cual se lucha, muerto Dios y descubiertos los fallos terribles de la Sociedad humana, el hombre y los hombres se esfuerzan en aprehenderse de nuevo ¥ desalicnarse, pues ni la existencia individual ni la comunidad humana prescindir de fundamento. El ser bumano intenta desespe- jente reconciliarse consigo mismo, con los demas hombres y ¢l Mundo, E intenta hacerlo socializando su drama, poniendo #h movimiento las potencias de la voluntad y del trabajo. Parece, sin embargo, que las potencias de la representacién y de la razén, Wel saber tedrico y del trabajo prdctico, de ta conciencia y de la Wdeniea 20 condazcan tan directamente a la reconquista de la unidad perdida, de la totalidad despedazada, de la naturaleza desnaturali- aula. La verdad una de la Totalidad ya no se manifiesta, el funda- nento unitario ya no es visible, y, para los hombres modernos, el Todo tua el sspecto de la Nada. Los humanos no dejan por 0 tle desplegar une actividad te6rica y préctica que no parece encontrar limites, lo cual apenas impide — todo lo contrario— que Te pregunta del porgué permanczca sin respuesta. La dialéctica histérica quiere apoderarse del secreto del devenir de la humanidad y del ser cel hombre para afrontar Ja alienacién y ofrecer un remedio a la insa- fisfaccién que crece a medida que crece el ritmo de la produccién de biencs materiales. Todo lo que es fuente de explotacién, de frustra- ¢i6n, de insatisfaccién, se ve atacado por todos aquellos que quieren transformar la negatividad y la conciencia deSgraciada, la dislocacion desgarradora y el conflicto de los vasos nocomunicantes en toma de sonciencia revolucionaria que debe conducir hacia una armonia que constituya Ia sclucién de los enigmas y establezca un orden satis- factorio. En primerisimo lugar, es Mare quien emprende ese camino; él leva & sus extremas consecuencias la tendencia humanista del _pensa- miento occidental, leva al lenguaje los males de la sociedad y del hombre, con el fin de proponer una solucién y una terapéutica ‘—particndo de un andlisis de las condiciones dadas, resultantes a su vez de un largo proceso—. Considerando que un laborioso desa- rrollo, ei desarrollo mismo de las fuerzas de la historia humana, ha alienado al iombre de su propio ser. de los productos de su trabajo, de su verdadera naturaleza y del mundo en su totalidad (dado que Ja verdadera naturaleza social del hombre se habia perdido en pro- Yecho de la civilizacién tecnicista), Marx describe snaliticamente ese estado desnaturalizado y alienado, lo somete a violenta critica, 10 condena radicalmente y quiere preparar lo que superard de una ma- tera préctica la multiforme alienacion. El andlisis polémico le hace Wegar a unas conclusiones extremadamente negativas en cuanto al presente y a unas perspectivas locamente conciliadoras en cuanto Al porvenir, en tanto que el problema del. pasado original queda en Ja sombra. En el anilisis del trabajo del hombre, Marx piensa hallar el se- creto de la tragedia, El trabajo del hombre, la produccién de bienes, Ja reproduccion de los hombres y, mas atin, la autoproduccién del hombre, ligin de muevo a los hombres a ia Naturaleza, constitu: yendo sin embargo un vinculo alienado. Fn la alienacién del trabajo, Marx pienss hallar el enigma del devenir histérico de la humanidad alienadia; la tragedia econémica aparece asi como Ia realidd mas s6lida del mal y del malestar, y el Mal se proyecta en cierto modo 7 una sombra laicizada del pecado original. Esta lucha por la j6n de Ia vida, lucha sostenida por los hombres que trabajen, ostenida con y contra otros hombres, y contra la naturaleza, es lo que sofoca las fuerzas vivas. se «mal», cuyo secreto intenta penetrar Marx, chabria podido ho instaurarse? ¢No es inherente al desarrollo mismo de las fuerzas vivas? Y, de otra parte, ¢por qué no podemos por menos que pensar ‘en el también, pero después de haber agotado y fealizado su verdad (o al menos una de las dimensiones de sy Verdad), después de haberse universalizado efectivamente fecundando Pensamientos y realidades nuevas. «Mucrens, es cierto, los pense mientos vercaderamente importantes, pero su alcance se inscribe en Wa vida del mundo en devenit. Para comprender filoséficamente los. presupuestés metaffsicos del pensarmiento de Marx, el sentido explosive de su doctrina y la fuerza de su método, para comprender también aquello 2 10 que foda su empresa quiere ir a parar, su objetivo y su fin, no hay que olvidar jamés que ninguna comprensién ni ninguna interpre. facién agotan su fuente; todo pensamiento digno de este nombre si. ue siendo multidimensional y polivalente, incluso cuando —y em fonces tal vez mis especialmente— logramos poner al desnudo su imensién principal. Sélo haciendo surgir su dimensién principal logramos hacerle hablar. Asi pretendemos nosotros exporer a la GomprensiGn el efe central del pensamiento de Marx. Sin reducir este pensemiento a un esyuema, trataremos de interrogario en cuan- to'a su propia intencién, para que puedan aparecer su problema ¥ su problematicidad, para que él pueda ser sometido a critica, Pues el pensamiento de Marx contiene también ta negatividad ese movimiento de rebasamiento—, y su negatividad espera la hora de ‘su irrupcién. AI poner en marcha la negatividad que el movimiento ‘mismo del pensamiento de Marx implica, ponemos en conmocién los marcos que bloquean la negatividad, tomamos en fluidez la inmo- vilidad de! pensamiento de Marx. Ast pues, sin atacar desde fuera este pensamiento, marcharemos segtin su ritmo, pero abriendo los ‘jos y pensando que es necesario marchar y pensar mas alld del Himite en et que él se detiene. Remonténdonos hacia el fundamento del pensamiento de Marx y Prosiguisndolo hasta sus extremas cunsecuencias, tal vex nos halla. Femos ante aqucllo que lo funda y lo rebasa. Presentar, hacer pre- Sente y transparente, un pensamiento significa promorer la presencia de la universatidad que engloba 2 su particularidad. Significa tam: bién ayudar a la aparicién de sus «contradicciones» internas, pero 2 b re ee ee een a ee ee OOS: AUN SEM Oe colar; ningin pensamiento logra reducir totalmente a la unidad toda dlualidad y pluralidad, monopolizar 1a totalidad. Tampoco el de ‘Marx. Al hacer verdaderamente presente un pensamiento, despeja- ‘mos ya el camino a aquello que, en un porvenir mas o menos lejano, Jo rebasari. Rebasar un pensamiento quiere decir: clucidar su ver. dad, comprender su falibilidad, sostenerlo asumiéndolo, aun elevan- dose por encima de é y yendo més lejos. El devenir del pensa- miento en la historia realiza estos rebasamientos, estas supresiones dialécticas a través de las cuales se conserva el momento de verdad propio de cada gran pensamiento; el devenir de la historia realiza efectivamente los pensamientos verdaderamente importantes y los universaliza —transforméndolos—. La instauracién de un pensa- miento, su adaptacién histérica, cconstituye, mas que una transfor- macién, una traicién? Pero, gen nombre de qué podemos dejar caer el juicio que pretendia hacer justicia? Sin duda, sélo una de las posi- bilidades se halla actualizada: la posibilidad mas enérgica, probable- mente, la més apta para transmutarse en potencia «real es Ia totalidad del significado de un pensamiento lo que se realiza, Por consiguiente, entre el pensamiento original de Marx y el mar- xismo hay a la vez continuidad y solucién de continuidad. zEs posi- ble separar a Marx del marxismo? Ciertamente no: pero tampoco es posible identificarlos. El marxismo, como por otra parte, y babida cuenta de las diferencias, el platonismo y el cartesianismo estén igados a sus fundadores por vinculos que manifiestan el poder de la continuidad pero tambiéa de la discontinuidad, El plaronismo, el cristianismo, el cartesianismo, el marxismo, sigaen un camino ini: Giaimente abierto por un fundador, aun cuando se alejen de la in- tencién original: amplifican un movimiento que ha recibido un im. pulso inicial, modificéndolo, generaliz4ndolo, rebajandolo. Entre el Pensamiento platénico y el platonisme, entre la visién cristiana y el cristianismo, eatre el pensamiento conquistador de Descartes y el sartesianismo, entre Ja intencién de Marx y el marxismo hay un fos0 profundo que no se deja lenar. En fin de cuentas, nadie sabe lo que son es05 ismos: Proteos polimorios e inaprehensibles, vagas y rasas svisiones del mundor, actitudes mentales 0 éticas, pagan con Ja pérdida de su verdad primera su eficacia, su insercién en el mun- do, la utilizacién universal de uno de los aspector de su verdad. La fundacién —la genialidad fulgurante de un pensamiento, de una in- tuicidm, de una visién— probablemeate no podria ser mantenida en su intensidad y su pureza originales; al convertirse en movimiento Glosstico, religioso, politico, toda intencion fundadora se erige en po- tencia que aspira a su exiensién y sigue un desarrollo que la hace Pasar por unos cambios, y asi se convierte en fuerza formadora. La diferencia que la separa de su realizacién a través de su evolucién nunca debe ser ignorada; sin embargo, debemos reconocer que algo en ella ha permitido y hecho posible su proceso de expansiin y de reiticacion, EI pensamicnto de Marx se convirtié en marxismo, movimiento tedrico y prictico que no aprehende solamente el mundo sino que 2 ee) mundo.’ El marxismo: se manifests como una teo- la historia verdaderamente explosiva y operante, un instru- ide andlisis sociologico de una extrema eficacia, una poderosa de lucha politica. Sin embargo, el marxismo ha conocido, co- Y conocer sus propias dificultades, que conduciran hacia su iento. EL pensamiento original y creador de Marx, al conver- ‘en merxismo —teoria y prdctica sistematizadas, método y doc- constituidos — se extericrizé aliendndose, se realizé segan un objetivo y realista, y dio nacimiento a lo que més tarde se 26. El desarrollo marxista del pensamiento de Marx consu- realizé e hizo sistemética y pricticamente eficaz una intuicién ial, amplificéndola y transforméndola: amplificando una de las jones de su propésito y estrechando lo que permanocia abierto yblemitico; transformando su aspiracién en ideologia y en rea Esta y no de «sustancia», aunque el sujeto de que él habla no sea nada fécil de captar. El espiritu se manifiesta: se exterioriza, se aliena y se recon- cilia, se reintegra y alcanza a conocerse. Después de multiples peri- pecias y de haber superado la conciencia desgraciada, el hombre lega ‘a reconciliarse con el destino universal e histérico; historia y hombre, humanidad e individuo, van a parar a un acuerdo, acuerdo siempre discordante, que rebase las oposiciones y los conflictos anérquicos y ‘rfgicos, roménticos e irrazonables. La conciencia de sf y el Mundo no deben ser separados porque son uno. La historia universal de la humanidad, la historia del mundo, es el lugar en que se realiza el espiritu, en el tiempo. Sin embargo, la historia universal estd ella misma contenida en la Totalidad de lo que es en el devenir —unidad del ser y de la nada —, ya que ese Todo es [a verdad que implica su propia negatividad y temporalidad, y conduce incesantemente lo fi- nito hacia lo infinito (Jo absoluto) a través de un perpetuo proceso de rebssamiento. La Nada, la negatividad y Ia contradiecién siguen siendo inherentes al ser en devenir de la totalidad del mundo y a toda realidad éntica, El pensamiento dialéctico de Hegel es conjuntamente «conserva- dor» y «revolucionario», si es que se le pueden aplicar tales desig- naciones. Todo lo que es, es rebasado, suprimido, superado, aun siendo mantenido, salvaguardado y conservado. Ciertamente que la ‘Aufhebung hegeliana todavia sigue siendo enigmitica y no se deja encerrar €n una interpretacién unilateral. Marx va a atacarla dando un relativo rodeo, pero grebasaré efectivamente el pensamiento hege- iano del rebasamiento? Quienes vinieron después de Hegel van a tratar de atacar lo que 41 parecia querer conservar y lo que él s esforz en instaurar: Ia religidn y el Estado, de un lado, y el saber absoluto, del otto. Para Hegel, la religién sigue siendo verdadera: cs el espiritu que sc sabe ‘mismo, confiere al saber su poder de absoluto y se hace elevar el saber hasta Ja alta cima de la racionalidad. ‘se revela Iw historia y por la historia, y el Estado mismo es algo divino en ‘terra. Lo que era y seguia siendo verdadero en el movimionto del pensamiento de Hegel va a hallarse pronto aislado y atra- jo las tras de la critica, El pensamiento de Hegel no es nada menos que polivalente, plés- y multidimensional. Circular, sin duda alguna, encerrandolo en un circulo, aprisionindolo todo, y a nosotros juntamente, Poco apto para ser esquematicamente comprendido. Nosotros Pretendemos ea modo algino huberlo estozado « grandes rasgos haber indicado su centro. Apenas si hemos dado una ligera idea Ihorizonte desde el cual sc desgajaré la critica de Marx. Parece Ja filosofia de Hegel no se deja prender en las mallas de la filosofica, que no permita apenas una comprensién o una filosofica extrinseca, aun cuando haga imposible toda «refu Aaciéns inirinsece. Hace problematica la filosofia; 1a considera como “tin «mundo invertido, piensa que filosofar e= «caminar sobre Ta ca- ‘bera>. Pero es el mundo de Je conciencia ingenua el verdaderamente do, y la conciencia ingenua, el buen seutido del comin de mortales, no hace otra cosa que imaginar que camina conve: ‘hlentemente.’ {Qué sentido tomara entonces la empresa de Marx, que ita a invertir ese mundo invertido y a poner sobre los pies la fica hegeliana para que no camine m4s sobre la cabeza? ¢Y en desembocard la empresa de Marx, que preconiza el rebasamiento Ja filosofia en y por su realizacién préctica? La praxis material ¥ total, creemplasars efectivamente al cspirit absoluto y real? Estas cuestiones son y ser4n tanto més dificiles de elucidar (y ho de resolver) cuanto que Hegel en persona parece haber querido ‘proseguir —con medios enteramente distintos y con un objetivo diferente — el camino del rebasamiento de la filosofia. Todavia no hhemos aczbado de poner en claro este esfuerzo. Tal ver ni siquiera hemos empezado todavia. En las primeras paginas del Prefacio de la Fenomenologie det Espiritu, Hegel escribe a propécito de ese amor a la sabiduria que es la filosofia: «La verdadera forma en la que la Yerdad existe no puede ser sino el sistema cientifico de esa verdad. Colaborar a esta tarea, aproximar la filosoffa a la forma de la ciencia —con el fin de que pueda deponer su nombre de amor al saber para Ser saber real— es lo que yo me he propuesto.» Este texto puede querer decirlo todo, salvo que Ia filosofia (amor al saber) debe llegar 4 ser ciencia on el sentido del cientifiemo y de la ciencia positiva. Saber (Wissen), totalidad orginica del saber (wissenschaftliches Sys- tert) y ciencia (Wissenschaft) significan sistematica metafisica y filo- ‘S6fica, saber consciente de si, significan saber ontoldgico. Para Hegel, Ja més alta forma de la ciencia, la verdadera ciencia, es la filosofia: ontologia, metafisica, légica del espiritu, profundamente idénticas. Asi Hegel titula st metafisica ontoldgica Ciencia de la Logica, El texto citado nos dice también que la filosofia, en el sentido griego del vorablo gikvanzia, debe deponer su esencia y su nombre antiguos para convertirse cn saber real, es decir, saber absolute de la idea

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