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“Agustin Sanchez Andrés Silvia Figueroa Zamudio Coordinadores De Madrid a México. El exilio espafiol y su impacto sobre el } pensamiento, la ciencia y el sistema educativo mexicano Comunidad de Madrid 2-Gietfcs expaoles 3 Espana Histora- Gueea Civil ‘Refigados [ Sinchez Andes, Agu coord I. Figueroa Zam, ond mando de Buen, Adolfo Since Vanguer, Rost Pardo y Jun Xirau (quit, cpa ym ipa be posal ini em dio meine 9 20, Gomi Je Nabi fNDICE Agradecimicntos Presentaciones Prdlogo Blas Matamoro Espafiaen el Imaginario Mexicano: ‘el Choque del Exilio Tomés Pérez Vijo ‘La Revista Ciencia y las Primeras Actividades de los Cientificos Espaioles en el Exilio Miguel Ange! Puig Samper Mulero La Genética Espafiolaen el Exilio y st Repercusién en la Ciencia Mexicana Susana Pinar Los Oceandgrafos Espafioles en el Exilio: la Familia De Buen y sus Aportaciones fala Ciencia Espafola y Mexicana Sahador Since Carile Los que Despertaron Vocaciones y Levantaron Pasiones, Los Colegios del Exilio en la Ciudad de México Bsatn; Morn Gortari 127 161 por el crimen de diccionario, sin Director de Cuadernos Hispanoamericai Madid, agosto de 2001 Espafia en el Imaginario Mexican: el Choque del E: ‘Tomis Pérez Vejo Universidad Auténoma del Estado de Morelos INTRODUCCION: OTRAS HISTORIAS. En la primavera del afio 1939, inmediatamente después del hundimiento del frente catalan, la prensa mexicana comenzé a hacerse eco de la posibilidad de que un numeroso grupo de republicanos espaiioles pudieran encontrar asilo cn el pais, La historia posterior es de sobra conocida. Gracias en gran parte al interés personal de presidente Lazaro Cirdenas, México se convirtié en el principal refugio de los transterrados “iberos”, por utilizar un adjetivo que Fue cl habitual en la prensa mexicana del momento, tanto desde un punto de vista cuantitativo como cualitativo. Laimportancia de esta especie de segunda “cor 12”, ahora deintelectuales 25.000 exiliados epublicanos que llegaron a México provenian de estas dos regiones)' y no de porquerizos extremetios (Ia mayoria de los conquistadores no provenia de Extremadura, ni menos eran porquerizos, pero asi lo quiere la leyenda), ha catalanes y madsilefios (la mayoria de los aproximadam sido glosada una y otra vez hasta llegar a convertirse en una especie de mito historiogeifico, que, como buen mito, aina todos los ingredientes de una novela ejemplar: de la generosidad del pueblo mexicano con la Espafia peregrina ala aportacidn, amor con amor se paga, de los intelectuales espafioles a su nueva patria de adopcién; sin olvidar esa idea, todavia més peregrina, de México como, lugar donde se habria conservado la lama de la Espafia republicana tas la caida de Madrid . como ya afirmara Durkheim, son sélo mitos. No son ni falsos ni verdaderos. Pero, en muchos casos, tienden a resaltar lo accesorio, ocultando lo importante. ¥ en este caso, lo importante, desde la perspectiva de la larga histérica, es que el exilio espariol en México no es un hecho aislado. Se incluye en el enrevesado y fascinante proceso de las relaciones México- Espafa, o més precisamente de México (y un mexicano escribir siempre Méxic: ¢¢s todo menos un problema gramatical) con Espafia, 0 incluso de México con su propia historia. Unas relaciones que han sido, sin dada alguna, las mas conflictivas que ninguna de las repablicas surgidas en los territorios de la vieja Monarquia espatiola ha mantenido con la antigua sino es que todavia lo siguen siendo, El exilio espafiol en México ces sobre todo, y al margen del drama personal de los exiliados, no mayor por otra parte que el de los miles de emigrantes del norte de Espaia que desde ‘mediados del siglo XIX cruzaron el Atlintico en busca de un futuro mejor cen tierras mexicanas, un capitulo més, obviamente no el menos importante, de esas complejas relaciones. No es por lo tanto un episodio aislado, se cenmarca en un largo proceso que se venia arrastrando desde la Guerra de Independencia, especialmente sangrienta en México, y que tuvo su origen a ines de la colonia, Proceso que va a determinar la manera et los exilindos, mientras que, por su parte, el exilio modifica que de los espaioles habia construido Ios dos si Lo que me propongo en este articulo es intentar clatificar el complejo mundo de referencias y significados simbélicos al que los exiliados, casi seguro que sin ser conscientes de ello, tuvieron que enfrentarse y, paralelamente, sus aportaciones y modificaciones a este universo simbélico que es la imagen de Espaia en México. tes de seguir adelante quizss sea necesario precisar y matizar algunos de los “a prioris” en los que descansa el mito del exilio republicano. El primero, previo al exilio, tiene que ver con la idea de una sociedad mexicana clara y ‘mayoritariamente favorable alos republicanos durante la Guerra Civil espafiola, confundiendo asi el claro pos tuna opinién piblica mexicana bastante menos undnime en sus apoyos a uno u la percepcién imaginario mexicano a lo largo de anteriores Jamiento del gobierno cardenista con el de otro bando. La Guerra Civil dividié a la sociedad mexicana, lo mismo que la lecciones espaftolas, de 1933, por ejemplo, la CEDA puso en circulacién un ci representaba el mapa de Espatia atravesado por tres pufal en el que se masoneria, el uniendo Mé cera apoyada s6lo por un se ico con Mi Los grandes periddicos de la época, como pot ejemplo E/ Excel Universal, mantienen planteamientos mucho mis ambiguos, cuando explicitamente favorables a los franquistas. En general la orial comparte paginas de opinién con artculos que son auténticos panfletos contra la “batbarie roja". Eso si, con el debido respeto al seBior presidente, no ‘olvidemos que, timbicn al margen del mito cardenista, estamos ante wn régimen autoritario en el que la figura del maximo dignatario de la Nacidn era intocable. de los articulos de opinién habituales en estos grandes periddicos queda perfectamente reflejado, es sélo un ejemplo entre muchos, en lo escrito por Alfonso Junco en E/ Universal del 27 de mayo de 1939: lerada linea Por qué surgié la guerra? invasion del bolchevismo en Espa [ No se hable de legalidad. Disputable la del gobierno aquel —negada con jutidicas razones por constitucionalistas de la talla de Herrera y Lasso—, hay tun hecho evidente. ¢No fue ilegal la pavorosa revolucién de octubre en Asturias? ZY cémo los que moral o atin materialmente estuvieron con ella, venian después a alarmarse ante la ilegaidad del levantamiento nacional tindolo por la fuerza. Con qué cara pueden hablar de lealidad? [1 Miltaresiustres encabezaron una empresa bélca: nada mas natural. Pero ¢s yertoo falaciadifundie que slo el miltarismo acometi la emp No eran miltarotes los admirables muchachos de Falange, ni los Requetés, nilas Jventudes Obreras [A mime parece natural en todo hombre recto —no digamos en todo existiano—, una actitud de admicacin simpatia para {quien ha limpiado de cazzoaa bolchevique su patria? Dificilmente puede encontrarse un texto mis afin a las tesis franquistas. Podria haber sido incluido en cualquiera de los periddicos del bando nacional Publicados en. 4 todo resulta familiar mn tampoco infrecuentes los artculos de opinién en los que se cuestiona favorable a la Repiiblica del gobierno mexicano, tanto desde el punto de vista de los principios como desde el de los intereses de México: por esas mismas fechas. El tono, los argument 27 de mayo de 1938 “iAeiba Espa”, en EUs a Exrores de apreciacin sobre el caricter dela guerra en Espata —especial el error de admitir que el pueblo estaba del lado de los rojos— impidlié que usted ejesciera tina misién que le correspondia como jefe de una nacién y lider demécrata lente, después de haberse negado [ pis Precisar la postura de la sociedad mexicana ante la Guerta 3 importante porque pone en cues tuna solidaridad inmediata de México con previamente habia apoyado de manera incon atizada y muchos sectores mexicanos mostraron, por ¢l 10 se ha visto, una activa solidaridad con los alzados contra el tienen que ver ya con I primero con la forma en que los exliados espa > propiamente fueron reci esta especie de leyenda furea, de hagiografia politicam« recta, pareciera que la sociedad mexicana recibié con undnime complacencia Ia llegada d icanos espafioles, cuando la realidad fue muy ras de rechazo, por motivos econdmicos y politicos principy abituales. Sélo los periddicos cercanos al gobierno, como E/ Nacional, se mostraron desde razones juridicas (el derecho de asilo como derecho milenario), hasta el peligro que corrian espaiioles de ser fusilados en caso de ser devueltos aI fa, era un extor. Un error primeramente econdmico, industria, nilas actividades terciarias mexicanas tenian capacidad jente para absorber tan importante nimero de trabajadores, mixime con la repatriacion de obreros mexicanos que en ese momento se estaba produciendo de la prensa conservadora), podrian interferie negativamente en Ia ‘momentos, precaria paz social de Para este periddico la necesidad de oponerse a que se aceptase la entrada de exiliados republicanos era tan fuerte que, en contra de su ia anterior, ecurrira, incluso, al utilzacién de una ima agresivos viindalos, sin ningin respeto por las normas sociales, escoria social dispersada por la guerra: Veamos, pues, y en primerisimo actualmente refugiados Ja encontramos en. lilimas semanas. Del 27 de enero al 12 de febrero, 400.000 individuos franquearon la linea J. Francia pudo haberles cerrado su frontera, empleando para ello la fuerza militar; por humanidad no lo hizo. Antes bien, eché mano de los recursos necesarios para alojar,alimentat y fumigat a aquella enorme y doliente caravana, 2Y cual ha sido el pago que ha recibido y esti recibiendo Francia por parte de los propios beneficados? [.J. Ni para sus huéspedes ni han respetado Ia propiedad [ saquead ccepas de has vit demas, para cooperar ‘Dondequiera que han espa tenido respeto queria, leno de , de vidrios rotos, de desechos de toda especie, de nauseabunda inmundicia. Fueron los soldados franceses quienes se encargaron 4c la repulsiva tarea de limpiat, en tanto que no lejos de ali, en Bourg- Madame, 30.000 desertores espaiioles holgaban, fumaban, tocaban la guitarra, de p soldados. La imagen es dantesca y como para quitar a sus lectores cualquier veleidad favorable hacia el exiio republicano. Pero no sélo la prensa mostré su desacuerdo con la autor el gobierno de ‘una cierta oposicién social, importante si consideramos las condiciones del México del momento. Oposicidn que quedé reflejada en la org de manifestaciones de rechazo, distribucién de panfletos en contra d tefugiados 0 posicionamientos explicitos de alg jones. Fue entre otros, de la Confederacién de Cimaras de Comercio ¢ Indust - 18 de marzo de 1939 hizo una declaraci lica en Ia que mostraba su mill extranjeros, muchos sentimentales, de egoismos sérdidos, de mezquindades dignas de desprecio. Se trata de fenémenos estrictamente apegados alas leyes de aplicacién ineludible fen el campo de la economia nacional”: ‘ambién fue el caso del Partido Nacional de Salvacién Pablica (una de las 1s politicas que el Partido de la Revolucion Mexicana Jerd para mantent jue, en una nota enviada a la prensa el 2 de abril de 1939, repite practicamente los argumentos anteriores, con el afadido del de los miles de mexicanos que esperan a ser tepatriados en Jos Estados Unidos. La misma actitud adopté la Liga de Defensa Campesina del Distrito Federal, ésta desde dentro del sistema, que elevé una protesta al presidente de la Republica, ademas de por los habituales motivos econémicos, por la cesién que se habia hecho a los exiliados de la Casa del Agrarista. Es también perceptible un cierto rechazo popular, que aflora esporidicamente en los medios de difusién y que queda perfectamente reflejado ‘en una caticatura, un comentario y un articulo de opinién de La Prensa, un tipico periddico amarillista y popular. En la caricatura un person: clegantemente vestido lee el peribdico a otro descalzo, el caracteristico “pelado” ‘mexicano: Van a llegar 1.800 espafioles en el vapor “Sinaia” Pact. si. alli los queren..” El comentatio es todavia mis explicito, se equipara a los recién llegados con los conquistadores, lo que, en el contexto de la cultura popular mexicana, resultaba altamente ofensivo. Peores atin si cabe, al menos aquellos habian tenido el valor de jugarse la vida: ‘Vamos ya creyendo que esta inmigraci6n ibera que nos ha regalado Ia derrota epublicana, representa la prolongacién de la Conquista, Con menos redavios, rnaturalmente, porque don Hemando se jugé la carta, y ah * Repeoducido en “Quince mil nmigrantes son wna amenaza par a mac”, em Ese, Ciodad fxico, 19 de macro de 1939. ‘Cavcarra nacional. Los que lega de Perpignan, en La Pre, Ciudad de México 1 de junio de 1939, la pasion de Cristo, en las que diré te palabras los sayones de la destruccién# sintonia con los lectores del dia en desacuerdo con las facilidades concedidas por el gobierno a los exiliados espafioles y pide que se interrumpa la llegada de nuevos contingentes: Y atin cuando ante la barrera de lo isremediable, se critica y se combate la determinacién; no precisamente por afin de hacerlo, sino con la esperanza, aungue remota, de que se detenga esa invasion, suspendiéndose las remests de barco por entero, que nos estin legando Salta a la vista que la pregonada hospitalidad de nuestro pais, si bien ha sido brindada a los refugiados, no lo ha sido como se ha quesido hacer creer, con la aprobacién uninime del pueblo mexicano, Este pueblo nuestro, con muy hondo sentido de sus responsabilidades, en mayoria ha reprobado el paso que se dio, yha sido necesaria la presion de ls lideres, para que la agitacion, se disimule y se cologue el biombo del disimulo ante las manifestaciones reprobatorias de la verdadera masa del pueblo” Otro de los colaboradores de este mismo periddico se atrevers incluso a cuantificar el rechazo, afirmando que “el OCHENTA POR CIENTO de los mexicanos esti en contra de esta invasién de espatioles.”” Frentea esto, a politica de puertasabiertas al exlio republicano de Cardenas, conté también con el apoyo, cuando no incluso con una presién favorable, de amplios sectores de la izquierda mexicana: el pintot Siqueitos, que habia participado en la guerra espafiola como voluntatio al lado de los republicanos, pidi6 piblicamente a finales de marzo al presidente que se diese asilo al mayor rimero posible de refugiados; la influyente CTM (Central de Trabajadores Mexicanos, de inspiracién comunista) de Lombardo Toledano se manifest piblicamente por lo mismo; y el propio Partido de la Revolucién Mexicana (PRM), el posterior Partido de la Revolucién Institucional (PRI), organizara itines por todo el pais explicando las ventajas que la acogida a los exiliados tenia para México. *Teapos al sol “Las ite palabeas en La Pra, Cindad de Mérico, 9 de junio de 1939 * Rogue de Santiago, “Los refugiadosy el sennicnto popula”, La Pena Ciudad de México, junio de 1938 " Xochid, “La inmigracon de espaoes", La Pana, Ciudad de México, 4 de juio de 1939. Las smayieculas son del periéicn CX perderia uno de sus Jégicos, muy importantes sin cemigracién espafola Habia, por lo tanto, a México, a hy 1a emigracion pri espafioles, muchos, antes de la legada del exilio, y ademas con una imagen y luna auto imagen claramente definida, Son vistos, y se ven a si mismos, al ‘margen de cual fuera la realidad objetiva, como un grupo econémicamente poderoso e influy. 4, por ejemplo, los estos dh especialmente Empreanir easy ssdad Sombre Ar iano, 1995, quien Dega a afimar que cn a economia mexicana anterior ala Revolucia ein yes mesa en el exragira(1820-1970) runs epee macians (191014 Nacional Autonoma de Mexico e Lids (coord), Tres appeas de apres comeiatey poblie, Mésico, E1Colego de ato, Antero Muauzusi, Dor «tinez, Alonso Noriega (sucesores), Antonio Ortiz, Pedro Peliez, ss, alos que se les conoce un activo de mis de cien millones, (0 quiere decir que el espafiol, “el gac icio de caricter marcadamente peyorativ para ser més precisos XX), era ya una presencia habitual en la vida cotidiana del Méxic legada de los exiliados y, lo que resulta especialmente signifi: prictica totalidad del territorio de la Republica. Asi, por poner un ejemplo, cuando, con motivo de la guerra de Cuba, se abrié una suscripcién entre la colonia espafiola (es el nombre habitual utiizado en ese momento para referirse a los residentes espaitoles) para recaudar fondos con destino a Espaia, tnicamente Baja California, Colima y Quintana Roo, tres terrt realmente marginales en el México del momento, no aportan donantes ala lista, El gachupin esta disteibuido por todo el pafs, es una imagen presente para todos los mexicanos, y ademas posee, en el imaginario de éstos, rasgos claramente definidos e identificables: poderoso econémicamente, conservador, catélico, prepotente, inc tanto a un territorio virgen, su imagen como espaol le habia precedido y no le 10, avaro, cruel, etc. El exiliado no llegaba por lo ane (seudénimo dl pesodistaVarona Muss), La Un Contain 6 de enero de 1895, abana, 32 Tomds Pérex Vejo ‘quedaba otro remedio que adaptarse o rebelarse contra ella." Tenian ya un ugar en el imaginario mexicano incluso antes de legar. El tercer “a priori” es cualitativo. Ain cuando se acepte que hubo una importante emigracién espafola a México anterior a la llegada de los republicanos, en el subconsciente de todos nosotros esti gran difetencia estribaria en las caracteristicas de una y otra emigracién. Frente 1 la tradicional emigracion econémica de campesinos nortefios, semianalfabetos, tun exilio intelectual de profesores de universidad, Esto esconde también una verdad a medias, o una media mentira. Primero, el exilio republicano no fue tan “intelectual”. Tal como ha mostrado Dolores Pla Brugat,"* basindose en tuna muestra del 25% de los legados a Veracruz, sélo el 28% de los exiliados se podian clasificar como “intelectuales”,y esto utilizando el término en sentido bastante laxo (profesionales, maestros, etc), el resto eran obreros y campesinos. Lo llamativo es que esto ya fue conocido por la opinién publica mexicana en ‘el mismo momento en que se produjo la legada de los exiliados. No fue ningdn secreto, la imagen se consteuyé en contra de las evidencias, en contra idea de que la de lo que se estaba viendo. Asi en el mitico “Sinaia”, segiin una noticia de prensa del momento, viajaban “600 campesinos, 400 obreros, 50 intelectuales, 150 individuos que se dedican a diversas actividades y 600 parientes de los anteriores, entre mujeres, nifios y ancianos Pero, sobre todo, y es lo que me interesa destacar, la presencia de la cultura cespafiola y de los intelectuales espaiioles en México es muy anterior a la legada del exilio republicano. Es constante pricticamente desde el mismo momento de la independencia. Sélo por poner algunos ejemplos, Zorrilla vive en México durante 11 aos; Pelegein Clavé, el pintor nazareno catalén, ocupa el cargo de director de pintura en la Academia de San Carlos durante 20 afios, siendo el principal responsable de la resurreccién de la misma después de su refundacidn pot Santa-Anna; Valle Inclin también vive unos afios en México. Pero con todo no son estos grandes nombres lo importante. Lo importante son gentes como Telesforo Garcia, un cutioso y polifacético personaje de la vvida mexicana de finales del XIX (amigo de Castelar, con quien mantuvo un rico intercambio epistolar, inspird uno de los personajes del Tirano Banderas de Jos otos Hay agu tant, como: ase. Par Pla Brugat, “Caracteritcas del exiio en Mé Pris. a, pp. 218234 "Seria acomadados en cuatro entidades lov peimeros 1.800 emigados que envia Expaia”, Elin, Ciudad de Mexico, 30 de mayo de 1938 niin tensa actividad periodistica: fundé cio Altamirano y Justo Sierra, dos Jectuales mexicanos, de E/Prearsory director de La Libertad. Diario Liberaly id | pesiodistay quien lego arto de Impero con Maximilian’ lado, un mas que relevante poeta; y un largo eteétera d ‘avo su origen precisamente en los grupos de opinién contrarios a que los exiliados republicanos se en en México. Es claramente perceptible en la prensa mis conservadora 1 uso del término intelectual con un matiz despectivo. En vez de “aquellos individuos que estuvieran dispuestos a trabajar de verdad","” que el gobierno habia prometido, llegaban “intelectuaes”: supone con propia de su condicién mis agravada por la vicisitudes del exiki; un triple apetito: de ayer, Y por eso se prefiere a los g mesa, se dedicarin a sacar de la entra de la tierta lo que necesitan para falsos © mejor to Pero en el caso, no es nada mis eso; es que la designacién dk suele ser en muchos casos un disfraz, un antifaz, un “ruc Bajo esa capa no se esconde a menudo mis que uno de esos zing banqueta y cafetin, que aguzan el ingenio toda su vida para medrar, patisitos de pre de desea is alta idea de le i endl gsi podinos magia ue his nts eleces ndero apt pa rei ddo in ncliendo ene elon a ete hispinico, pero nun Madre Patti [..J. Aq tantos intelectuales en un m ideres con pujos oratorios y peri Mis adelante, es posible que los mismos republicanos espaioles contribuyeran a dfundir, de forma interesada, la imagen de un exiliointelectu Erauna marca de clase, una manera de distinguisse de la vieja colonia espafiola con la que, como veremos en su momento, las relaciones, al menos en los primeros momentos, distaron de ser idilicas. Pero fuera como fuese lo cierto es que la practica unanimidad sobre el caricter intelectual del exilio espafol, nos lleva necesariamente a asumir ese caricter excepcional que para el imaginario mexicano tuvo el exilio espaiol. vana de xinganos", E/ Uniwral Grin, Cidade Meniea, de uo de 1938, de ta Par,“ Las cj itemperincns de os efi le junio de 1939. . entender su signit = legados eran intelectuales, al margen de que lo fuesen 0 no. Solo s, in embargo, que una gran mayoria no lo fueron. Lo que quiero indicar con todo esto es que, posiblemente, se ha exagerado lio espafiol en México, aunque es discutible, pero seguro, y esto no creo que sea discutible, que para ado exacto para la sociedad mexicana, es necesatio tualizarlo en el complejo entramado de relaciones, lio, cosa que seguro ignoraban los propios exiliados, vi incipales factores que van a estar gravitando sobre reacciones encontradas al que van a tener que hacer los siguientes: yanofilia / hispanofobia como elemento central del debate politico- cultural en la vida publica mexicana, Por encima de cualquier otra consideraci6n los exiliados eran espaftoles y esto los situaba en un lado del debate. El antigachupinismo de las clases populares mexicanas para li gachupin enriquecido es la imagen arquetipica del capitalista cruel y desalmado, aquel que chupa la sangre alos honrados trabajadores mexicano Las contflictivas relaciones con una colonia espafiola, mayoritariamente pro franquista. La fractura de la guerra Civil afect6 también a los espaiioles que vivian fuera del pais. En el caso de México, dadas las caracteristicas socioeconémicas de los emigrantes tradicionales, parece que el sentimiento favorable a los “nacionales” fue claramente mayoritatio. La crisis econémica que plantea la llegada de los exiliados como el tipico conflicto entre trabajadores nativos desplazados porlos extranjetos, agravado, en el caso del México de los afios 30 por el problema de los repatriados de Estados Unidos. Las tensiones ideolégicas en el seno de la sociedad mexicana. En un momento de radicalizacién politica, la If Guetra Mundial estaba a punto de cestallar, el antifascismo radical de algunos lideres obreros, especialmente del ditigente de la CTM Lombardo Toledano, tiene su respuesta en una dezecha que, aunque no pro fascista, ve en el comunismo al gran enemigo. El apoyo de Lombardo Toledano a los exiliados coloca a estos inmediatamente en el campo comunista El debate sobre la inmigracidn. Era ésta una vieja polémica que la sociedad mexicana venia arrastrando desde el siglo XIX. En la linea del “civilizar es poblar” de Sarmiento habia existido una especie de unanimidad a favor de tuna politica activa de inmigracién En este sentido el exilio espaitol venia ‘casi como caido del cielo, Habia sin embargo algunos problemas: uno, las ctisis econémica en los Estados Unidos planteaba la necesidad de programas, que el pero 1u origen nacion: fila y la ian a tener un lugar importante; y tres, existia una especie 10, sino que apenas, y a diferencia de lo que ocusrié en Estados Unidos, habia habido inmigrantes dedicados alos trabajos agricolas, con lo que la ecua podido cumplir, el problema era si el exilio espafiol era el més apropiado para subsanar esta carencia. NOFOBOS| Elproblema de la hispanofila y la hispanofobia en el debate politico e intelectual de México va mucho mas alli de un problema de las relaciones de México con Espada. Es, principalmente y muy por encima de cualquier otra consideraci tun problema jerno de la sociedad mexicana. Una especie de guerra latente y mal resuelta En el proceso de construccién nacional iniciado en México a finales del siglo XVIII, entre las miiltiples opciones que toda invencién nacional permite, dos son las que van a convertirse en hegeménicas. Una, la conservadora, que, oco a la manera norteamericana de los “padres peregrinos”, considera que totia de México comienza con la Conquista y, consecuentemente, que México como Nacion es el heredero directo de la colonia; otra, a la que podemos denominar liberal ya que fueron los liberales del siglo XIX los principales responsables de su configuracién definitiva aunque su proyeeci6n ‘va mucho mas alld del liberalismo decimonénico, para la cual la esencia de México como Nacién son las civlizaciones prehispénica y, consecuentemente, el petiodo colonial sélo un oprobioso y desgraciado paréntesis en la historia ‘de México al que la Independencia habria puesto justo y vengativo final" Desde aquel malhadado di de agosto de 1521): que diluvio de males no jue ligrimas no se han derramado en el discurso - siglos! Aquellos monstruos de barbarie ¢ ignorancia jcuintas trabas de 'ara el proceso de construcién del nacioalsmo mexicano todavia puede ter siti, en particular para elector no especalizado libro de David Beading, La rene del nasnatoms mess, México, Bea, 1988, ron por perpetrar aqui la ignor 1a superstic ingenios y se vincula paca siempre el reinado del es eterno en este mundo miserable; compadecidse el cielo y 1s hijos y descendientes de Quauhtemoc fueron vengados!™ lo norteamericano otro de cuio hispénico propio de las naciones catélicas del sur del rio Bravo. Panamericanismo e hispanoamericanismo s cen este contexto, mas que meras adscripciones intelectuales. Son alternativas as enfrentadas, que mantendrin su vigencia hasta bien entrado el En el debate politico-intelectual del siglo XIX el proyecto nacional de los conservadores fue derrotado por as armas, El fusilamiento de Maximiliano en Querétaro es mucho mis que, tal como ha tendido a mostrar la historiografia ‘mexicana, la derrota de unos invasores extranjeros. Es a derrota de un proyecto 1p. 560 ‘ panimericanismo: 1a I Conferencia Internacional Americana "XLY, nim. 4 (1996), pp 759-782; Fernando Ors, La rng ‘im. 4 (200), pp. $93-629 Mariana Zaloaga Rada, za Tberonmericansmo eispanoarescanismo”,en Fito M pp. 807-842 40 Tomas Pérex Vejo 1a legada de los exiliados provocé un intenso debate en el seno de la sociedad mexicana y cambié la fisionoméa de la colonia espafols en México Propaganda del peiédco foograbado editado en México pot David Alfaro Si Universidad Michoacana, en adelante AIH-UMICH) IO MEXICANO: 41 En la polmica entre conservadores y liberales la influyente colonia expaiola estuvo, por miltiples motivos, aparentemente obvios (desde la gutoidentificacion de los espafioles con los antiguos conquistadores hasta tatus socioecondmico de muchos de ellos) y cuyo anilisis no viene aqui al ca coritariamente del lado de los conservadores. En el tumul de la Revolucion sus simpatias, y en muchos casos no sélo simpatias también sus apoyos, estuvieron claramente a favor de la reaccién. Lo que, centee otras consecuencias, levé a una nueva explosién de hispanofobia, cente entre las clase populares mexicanas del siglo XIX y XX, Imente virulenta entre los afios 1913 y 1915;”y tambii la constew a siempre esp posiblemente, 2 radicalizar el discurso hispandfobo d nacional del México revolucionasio. El México que sale de la revolucién es tun México indigena y prehispanico en el que lo espaiol se convierte, no en elemento constitutivo de la nacionalidad mexicana, sino en el otto contra el aque ésta se construye. Un imaginario nacional que quedari perfectamente ilustrado en el muralismo de inspiracién vasconceliana. Esto por lo que respecta al discurso oficial, porque en la sociedad civil el conflicto sigue i, Ia idea de que lo espafiol forma parte substancial, y positiva, dela nacionalidad mexicana, sigue presente con gran fuerza entre las élites conservadoras y, pot los motivos que se han enunciado is arriba a propésito de la evolucién intelectual en la época del Porfiriato, también en parte de las liberales: Porque pata nosotros, digimoslo de una vez, rememorar esta fecha es hacer especial hincapié en nuestra latinidad. Es tanto como celebrar la inyeccidn de lo hispano en nuestea raza indigena; mas no sélo la mezcla de sangre, con su ‘isteriosa y compleja derivacién mestiza, sino principalmente la aportacién, en tantos aspectos total de la cultura latina al hasta entonces raquitico acervo yundancia de sangre hispana l personal mestizaje de alguien o la excesiva pigmentacién blanquecina en idam por esto desdichado. Por le camino de la hipScrta exaltacién de lgena se quiere llegar al absuedo de renegar la sangre sbera s,en fin, la cultura latina la que se combate con saa yendo desde la codiosa campana de odio contea el gachupin, hasta la artera negacién de sus mn pu debers en parte aca a propia colonia espaol, xpecalnente lnaetitud de embajador espaol Berard Jacinto de Céloganj Caogan en eg Mack ae Tomds Pérez Vejo valores supremos en las al s concepciones humanas, en el sentido de su organizacién socal, en su fe, en s lengua Articulos como éste, relativamente frecuentes, muestran tanto los argumentos de la hispanofilia, como los de la hispanofobia contra la que estin escrito, El estallido de la Guerra Civil espafiola produce unos ciertos desajustes, aunque relativos. La derecha sigue siendo hispanofila, obviamente del lado franquista, y la izquierda, o esa peculiar izquierda mexicana nacida de la Revolucién, sobrepone al discurso nacional lo que podriamos denominar un discurso de clase: ¢s solidaria con la Repiblica espafiola, pero no en cuanto espaiola, sino en cuanto que es una repiiblica de trabajadores. Los viejos argumentos hispanéfilos e hispan6fobos estin, sin embargo, siempre a punto de aflorar y ademés el debate vuelve a tener vigencia politica por dos hechos, ajenos a la Guerra Civil espaiola, que habjan vuelto a poner de actualidad el tema de la hispanofilia o Ia hispanofobia. Eluno, el “cisma” de José Vasconcelos, quien se habia enfrentado al aparato del partido con un discutso ideolégico en el que el problema de la identidad ‘nacional tenia un lugar preponderante; el otro el desafio de Manuel Morin, quien a finales de la década de los treinta funda un partido politico, el mismo que sesenta afios mis tarde derrotara al PRI de la mano de Vicente Fox y la nica oposicién real que el Partido de la Revolucién Institucional tuvo durante sus 70 afios de estancia en el poder, en el que los viejos temas conservadores, incluida la hispanofilia, son, al menos en sus origenes, omnipresentes. No es necesario precisar que aunque incidan en el mismo sentido estamos ante dos fenémenos en ningiin caso equiparables, La oscura retdrica, casi me atreveria a decir falangista, de la raza cosmica de Vasconcelos poco 0 nada tiene que ver con Ja hispanofilia de Gémez- Morin ésta dentro de la mis pura tradicién conservadora mexicana.” Sin ‘embargo, ambos tienen en comin el uso politico que hacen del hispanismo, lo que coloca a éste, una vez més, enfrente del poder politico. La oposicién vasconcelista habia utilizado el hispanoamericanismo como bandera fren alcallismo; 1¢ pocas dudas caben de que la defensa de la tradicion espafola, hecha exph ta de un viaje porla Espatia de la dictadura de Miguel Primo de Rivera en una conferencia jentrat itamente por Gémez-Morin a la de octubre de 9 de uno de los miles campesinos dl norte de ico converidos en abacrotetos spa, XICANO a titulada ‘mbos dis ipmblema de Espafia en la vida puiblica mexicana. Incluso las contradictorias f-ampulosas afirmaciones de Vasconcelos parecen decantarse en torno a estos hos, ain en contra de su anterior exaltacién de la raza césmica, por un smo que, en el contexto mexicano, es una implicita afirmacién de hispanofilia, También, desde otros ambitos, la etérica imperialista de la Falange sirvid para reavivar el conflicto. Las vacuas llamadas a la reconstruccién del Imperio ar en México, por delirante que pueda parecer, a una larga polém sobre el sentido exacto que se debia de dar a las soflamas falangistas. Para los bos, eran una prueba de las ambiciones imperiales de Espaiia en América, y ésta no debia de ser sélo la opinién de pequeiios cenaci periodisticos, cuando los exiliados del “Sinaia” fueron recibidos, nada mis jar a tierra en Veracruz, con un discurso del secretatio de Gobernacién en el que no sélo se hacia alusién a la “politica ofensiva y retrograda la de los fascistas totalitarios hispanos que quieren someter a coloniaje espiritual, econémico y politico alos estados independientes del Nuevo Mundo, sofiando cn a reconstruccidn de la Espaiia Imperial de los reyes catoli 3" sino que ademas se explicaba, jcomo si cupiese alguna duda sobre politica del imperialismo hispinico estaba condenada al fracaso: , por qué esta Es imposible que la hazaiia de hace cuatto sighos se repita; entonces vinieron como conquistadores de pueblos indigenas desgarrados por odios 108 y anonadados ante el estruendo sobrenatural de los cafiones, de armaduras, de hombres, como semidioses, que con la espada y la docttina del amor se apodetaron de sus tierras y siquezas y convistieron en siervos a sus duciios.® Para los hispanéfilos las declaraciones de Ia Falange debian de ser interpretadas en el sentido de una comunidad espicitual, en la que ellos creian tanto como los seguidores de José Antonio Primo de Rivera, capaz de hacer frente al expansionismo anglosajén. Una interpretacin en la que el “Imperio” falangista entroncaba directamente con el hispanoamericanismo tradicional de los hispanéfilos mexicanos: ia enfocma de lia + Gabriel Sinaia" (partee dl Secure fueron veproducis fl prensa mexicana). 4 Tomds Pérez Vejo América? Se de integridad piniea que recon: nos hace reco como para jue significa comunidad de esfuerzo para cumplir una labra generosa, fea necesatia en el somos, por esencia, emperadotes: pero Aunque finalmente la estridencia del discurso falangista hizo que incluso sectores conservadores terminarin por oponerse al neoimperialismo de los seguidores de José Antonio, por retérico y espititual que gobierno mexicano de la Falange Espafiola en México y la expulsin de sus principales lideres, a precisar en un editorial su posicién, marcando claramente dis lados de los seguidores de José Antonio en rela ccon la América es cias con los pos 2 Lo que nos import hhacer fuera de su t + mucho, es lo que ls naciones se propongan y quieran tori, con agravio y peligro de las demis Y, desde este Jos fines de la Falange Espaiiola figura el de mundo hispano como titulo de preeminencia en las i entre los fines de la Falange Espafiola, repetimos, aliente ése, no cabe duda de que se operaria desde luego un divorcio, una junc, “La Expata Nuovs, Obrersma,Impia F o de 193, Ciudad de Méxien, 34 208, ya que los Congreso rnido un ciert "ampafas panhispani Jectuales mexicanos y alas que ya de perseguit una especie de recon ico sobre si mismo y cuando la polémica vuelve a tener vigencia politica debate, ¢s una constante en el problema de los exilindos, coge a contrapié 1 sus protagonistas. La prensa de derechas, tradicionalmente hispandfila, se ‘en contra de los exiliados; mienteas que la de izquierdas, las postutas anteriores siguen presentes, aunque se recurra a subterfugios mis o menos ingeniosos. Pero, en todo caso, no deja de resultar dé mejor tato a los refugiados espafioles que a los judios: cuales espaiioles, vatios de gran prestigio, arribaron a jeton admitidos inmediatamente por las autoridades. Muy 104 hebreos que venian en el mismo barco y a quienes, no obstante corsen mis peligeo que los refugiados hispano: autoridades se negaron a admitic™ ccc editorial “La Falange Expafola”, Ciudad de zp Paral camps panhispanistas de Atami, ialida su peregrinacion pedagipea revanchismo que elalemin leva en k cl hondo sentido de dignidad l al que no permite en Espafia absolutismos consentidos tii menos categoria de permanencia a dictadores como aquellos @ quienes trata de emular el cauaillejo, lanas; que supo humilla a reyes frente a fues le una ocasién; que dio al Mundo, tal vez antes lo llano, de ls plebes sin blasones; un espirita que tar empresas tan vastas como la de Colén y conquistar€ incorporar concierto humano un Continente insospechado, no podri nunca aceptar cexgistulas sin protestas”” iando unos aiios antes dicho periddico no hubiese vi y monarcas os, un pueblo abyecto y degenerado por siglos de inquisicion y catolicismo. En el caso de la prensa conservadora Ia idea de fondo es que estos rojos, yen eso coincidirian con la propaganda franquista, no eran verdaderamente espatioles. Resulta a este respecto muy significativo una reseia de El Universal sobre una conferencia de José Bergamin en Ia Casa Espatia de México, Con vun tono general claramente despectivo y condescendiente, el trasfondo del discurso es que esti bien que Bergamin hable de los grandes nombres de la literatura espatiola pero que él, el autor de la resefia, tan heredero de la cultura espafiola como el intelectual republicano, los conoce, al menos tan bien y, sobre todo, no cae en el sectarismo de destacar a unos y condenar al costracismo a otros sélo por ptejuicios ideolégicos. De este modo, el articulista dice de Bergamin que “habla de don Miguel de Unamuno, de Federico Garcia Lorca y de Antonio Machado. Es lastima que no ojgamos mencionar también al pobre de don Ramiro de Maeztu, verdadero representativo del " El Nadal, Ciudad de México, 9 de agosto de 1939. mente hasta ese momento: “Llega a nosotros la grata n leales de México se han organizado en un aunque iguno de lo viejos abarroteros también se salvase: “Un espaol, un verdadero de su mostrador de ultramarinos, ha comentado con ligrimas tado “Ese Besteiro y ese texto sigue a un supuesto comentario despectivo sobre fiaja de algunos espafioles del Casino}. Son grandes Por qué se quiere deshonrar sus nombres pasindolos por labios tales 1 curioso comprobar, sin embargo, como la vieja hispanofobia antigachupina pervive intacta, a pesar de todo, en Ia prensa de izquierda La nica diferencia es que ahora hay también unos espafioles buenos, republicanos, pero los espaiioles malos, los viejos gachupines lo tan malos como antes, sino peores, Ahora, fruto del momen i posicién mucho mas renuente frente ala egada de los exiliados 1 llevar con tna enorme facilidad por la hispanofobia mas primaria y inal, desde la acusacién de malinchismo (la Malinche ea la traidora que del lado de los espafioles contra sus hermanos de raza facilitando asi la victoria de Hernin Cortés) contra los partidarios de que se as topica y sanguinaria de la ‘conquista como una lucha entre birbaros asesinos (Cortés y sus seguidores) y ‘una civilizacién mucho mas desarrollada y civilizada que la espafiola: claro: queda demostrado que hay todavia émulos de la Malinche, y que © esta CLG. fes la respuesta a un artculo anterior en que el autor se iba partdasio de la legada de los espafoles] es uno de ellos al querer ‘que en México se repitan las hazafias de Hernin Cortés, que para él deben de isto, “Las Conferencias de la Casa Espa”, E/Uninra, Ciudad de México, 7. Los espaolesrepublicanos de México fundarin en beve un ‘Centra Espal tad de México, 3 de marzo de 1939. “ Monico Nee, “Apuntes de acriadad”, E/ Nasional Ciudad de México, 31 de marzo de 1939. = — wwe” haber sido grandiosas, pero para todo buen mexicano no fueron sino fruto dle una bestialidad inaudita:saqueos, violaciones, matanzas, etc, que vinieron 4 sepultar una civiizacién superior mil veces a la de los espaioles Sin faltar las consabidas quejas porla nefasta herencia espatiola en México cs fom Lo que deberia hacer el Gobiern tr la natalidad por todos los medios posles; pero no con eruza espafola, que es la tnica eausante de que la raza autéctona decayera desde el tiempo de la Conquista, pues lo Gnico que nos legaron los iberos fueron sus enfermedades, sus vicios y su endeble constitucién Lo curioso es que la respuesta de Carlos Goizueta, que es el nombre que se oculta tras las sigla C:T.G,, utiliza también, por su parte, toda la retorica de la que la hispanofilia conservadora m lo XIX: idoneidad, por encima de los naturales de cualquier otra de los espafioles para poblas el pais caracter degenerado de los indigenas, cin espafiola sobre la barbarie azteca jcana habia usado y abusado durante [J nuestro pais necesita, no 2.000 inmigrantes espaiioles —y eminentes ctndlogos estin de acuerdo al considerar a los espaioles como la mejor raza ante para México—, sino varios millones que nos ayudaran a fortalecer a devastada y raquitica raza indigena, ala cual el sefor Cifuentes atribuye ura precortesina superior a aquela en la que florecieron Velizquez, Leonardo, Miguel Angel, Dante, Descartes, Copémnico y Erasmo. Sélo en un hera, no precisamente patrstica, pueden decirse Darbaridades tan ridiculas.” Es como la reedicién de una polémica decimonénica, que tuvo su continuacién en un articulo publicado en el mismo periddico, respuesta al de Goizueta, en que el antigachupinismo volvié a aflorar en todo su esplendor, ¥ ahora ya nada importaba que fueran abarroteros o intelectuals: El gesto siempre noble y generoso del general Cardenas, no seri justipreciado por estos iberos que no olvidan, pero ni en las tristes circunstancias en que * Uno de tantos, 1939. Las ate teatpidae. Los eefgiados", La Prous, Ciudad de México, 26 de junio de 1s corcesponden ana carta de Agapito Engel Cienfuegos “Respuesta aun aztequsta contrbad” La Pre, Ciudad de Misco 29 de ANO 49 estin, alee” sobre esos “INDIOS PIOJOSOS... Y FLOJOS, HOLGAZANES..” sefor C.TG. arguye, de que se trata de “FORTALECER” nuestra raza, «con esa raza idénea...;que absurdo! Esa raza ha sido la causante de que la raza desde los tiempos de la conquista, pues lo nico que nos trayendo, son o en que los exiliados espafioles yuiera el hecho de no ser gachupines los dejaba al Jases populares mexicanas,” aque pervive hasta la construccién nacional de este pais 0, para ser mas precisos, enla forma en que México se configura como Nacién en el imaginario colectivo de los mexicanos" y a las que se ha hecho referencia ya mas arriba. Una construccién nacional que reservaba al espafol el papel de verdugo, el del otro contra el que se habia construido México. A lo largo del siglo XIX la n de los espaioles en la vida politica del pais, casi siempre del lado semdt Piney Vo econdmico de algunos de estos inmigrantes espaiioles, serviri para exacerbar ain mas un antigachupinismo visceral que encontrara su medio de expresién hhabieual en la prensa popular y en numerosos panfletos y hojas sueltas que circularon sobre las cualidades, malas, de los oriundos de la Peninsula Tbérica."” La reproduecién de uno de estos panfletos dari una idea mas cabal y precisa del tono y del universo simbalico de este tipo de literatura Elbuen sentido popular llama gachupines a los for individuos estos que por desgracia han sentado 9 de nacionalidad ibériea, reales entre nosotros [.] después de que en ua negro de Argel J generalmente el erviria para remar en galeras, to de hacer fortuna, provisto de cartas de isanos_y de una andanada de malos consejos, escuela el muy conveniente, aunque iamoral, de que el fin jos medios. Una vez en la Repiblica, entra a cualquier tienda de calidad de mesitori. Poco despus [..] asciende, de planta: quince o veinte pesos cada mes, amen de su encumbramie ‘marcas espaiiolas,o—si esti en el caj6n de sopa— a mutilar piezas de géneros finos, operacién que consiste en costar algunas varas de la pieza y envolver ésta de nuevo con suma habilidad para que no se advierta esta picardi, que echa por el abismo de la bancarrota a los comerciantes fueredos que compran al por mayor [..]. Gracias a estos méritos, al cabo de poco tiempo ya es socio industrial dela negociacin, y entonces piensa seriamente en poner en prictica su plan principal: se casa con alguna mexicana, rica heredera, que para su objeto, nada le importa que sea hermosa o fea, virtuosa o de antecedentes dudosos... Se casa, porque —dicho sea para rnuestras bellas paisanitas de hoy creen atin lo qh marido y bretafia de Espaia. Y tenemos que a la p peninsular que vino de as bienes de la sociedad nombre, pues de los que no ‘en un buque, se nos planta frente a frente con los ‘como queriendo aplastarnos con el brillo de su cra de aquellos que piden un duro pata comer, hoy es revista como E Hija Aiea, cayo xen bicosubitlo de” México paral mexicanos” ln ua idea aproximads desu to, se expecilz6 en et tipo de eratur, ‘usuratio-mercantiles —desplumadero general peor, mil veces peor, que el de lo velada o descaradamente se levan a cabo, sin recurso alguno, porque Tos que tal hacen son verdaderos vampiros del pucblo[.- Opinamos {que elarticulo 33 dela Constiracién General noes sufcientemente estricto™ 108 importa o Iamativo no es la virulencia xen6foba del ‘como muestra en el momento de la llegada del exilio espa -ulo aparecido en un periddico cardenista en los primetos meses de alidas por un dia de la oscuridad de las tabernas hombres y de las bodegas sombrias de a nuestro pueblo. ] desde hace siglos os ha denigrado con epiteto indigena que ya es un reto o una injusia:igachupin! (J. Estos gachupincillos cenriquecidos tienen la mar de gracia. Fundan bancos y los hacen quebrat, para enriquecerse a expensas de los espaaioles pobres, verdaderos gafanes, ganapanes agrios. Gritones, Rofo: [oo] caras bobas y brutales ‘en donde eavenendis a por la fiera de la monarquia que les geitaba Tegaron aqui y se metieron a la taberna o a la bodega, a ahorrar centavos, pi cestablecerse mas tarde en piquera 0 en tenducho. Y ganaron y fueron almacenistas o banqueros. Se pusieron guantes en las manos vastas y botines de charol en los pies rudos. Rompicron fracs y jacquets con su misculos ron cultos, conquistadores de Américas y economistas. O salvaje y se decl fueron a las haciendas y se convirtieron en capataces intolerables, CCuarenta afios mis tarde se esté repitiendo pricticamente lo mismo, y eso enuun periddico, que como veremos y como es la norma en la prensa cardeni roo de cualui Ménico Neck, “Apuntes de sctualidad”, E/ Naser, Ciudad de México, 31 de marzo de 1939 Tomas Pérez Vejo liados en patticular. Pero, a veces, las tendencias de fondo parecen m: En la prensa popular, con menos prejuicios ideol6gicos, in problemas duran i activo en el momento de la llegada de los e la década de los treinta no es dificil encontrarse todavia en imagen del espaiol rico, poderoso y prepotente: En el escrito de referencia [un escrito enviado pot smereado de Cuautla al presidente de la Repiblica} se ha Ia supradicha ciudad existe un é Gutiérrez, Este ricachén, cual un negeero trata La noticia se redondea unos dias después con una carta enviada por un particular en la que cl retrato del gachupin, pobre a su legada y enriquecido por medios escasamente escrupulosos, cuando no directamente ilegales, queda definitiva y perfectamente conchuido, como si de un periddico del siglo anterior se tratace Asienta don Jestis Martinez [el autor de la carta), que el C.ibero José Gutiérrez, ¢s un individuo que hace pocos afos leg6 en situacién visible de pobreza, a radicarse en la ciudad de Cuautla, y que actualmente se le supone un capital de algo mis de un millon de pesos, lo cual constituye una maravilla, pues sabidas son las dificultades y los trabajos que se pasan para lograr reunit un modestisimo patsimonio* En la mayoria de los casos este antigachupinismo no pasaba de las palabras. Pero en determinadas épocas, por ejemplo durante la celebracion de las fiestas dela Independencia, este sentimiento antiespafiol afloraba en una especie de © Uno de tants, “Extraripidas © Uno de ants, “Extacripidas 1939, junio de 1939, La Pra, Ciudad de México, 8 de junio de para que no se suenta que con motivo de las fiestas sparan armas de fuego, invaden los sembr y lanzan gritos ofensivos a los extranjetos, especialmente a tos expatoles [.] ha tenido a bien disponer se haga saber al p Severas penas cualquier manifestacin de hosti jolade cerrar sus negocios para ev se ha acercado al sefior Secretario 1 manifestarle que el proxi tablecimientos alas seis de la tarde, para evitar si posible”), Pero, sobre todo, afloraba en castigara con 10 15 de septiembre el ‘oles pasé de las palabras a los hechos, aunque incluso en. sas épocas, y a falta de estudios exhaustivos, da la impresion de que el iimero de crimenes contra los espafioles es inusualmente alto ‘Como ya se ha dicho el antigachupinismo estaba alentado por el éxito ‘econémico de la colonia espafiola, cuya especializacién en el pequeiio comercio (de los extranjeros dedicados al comercio en 1939 el 36,26% eran espafioles), especialmente en el ramo de abarrotes, pero también en panaderias casas de préstamo , en la época del Porfriato, como capataces de haciendas, la ponia ‘en contacto inmediato ademés con las clases bajas mexicanas: espafioles proceden principalmente de las provincias septentrionales de a industeia de abarrote fino, vinos y licores portacién, trigo, harinas y panificacién industrial, grandes empresas agticolas y ganaderas, etc. En los pequefios poblados son almacenistas de rersos efectos, compradores de productos agricolas en ventas cipadas y refaecionadotes de crédito. Algo muy semejante a lo que, salvando las distancias, ocurria con los judios centroeuropeos por la misma época. Eran para la mayoria de los mexicanos, por decislo de manera grifica, la cara, no precisamente amable, del capitaismo. smigracién se compone de espaiioles y estos no simpatizan 8 instituciones democriticas y ref pues la ios los miembros de la respetable colonia espaiiola son apostélicos y romanos* lo siguiente, y més concretamente en la década de los treinta, la se casaban con ero considerable con espafiolas jas 0 nictas de la anterior generaciin de ‘on un origen geogrifico muy delimitado (Asturias, Cantabria y que seguia dibujindose a los ojos de los mexicanos como un Brupo plutocritico, racista y conservador. Como dato significativo slo sefalar que los principales periddicos conservadores de la época, Exxeliory Univeral, inclufan en sus piginas de sociedad una seccidn dedicada ala rula El Universal, con las habi 10 Espatiol, ete. Es decis, la tipica imagen de tuna clase alta que se ofrece como especticulo de si misma, pero que en este caso se define, ademas de por su riqueza, por su origen nacional. Esto es lo que nos estaria indicando el hecho de que las notas de sociedad la distingan del resto de la clase alta mexicana Esta imagen popular negativa tenia su contrapeso en la de unas clases altas para las que, manteniendo el estereotipo sociolégico, los elementos que definian al gachupin adquirian matices mis favorables, cuando no claramente positivos, EI cruel y avaro explotador de los panfletos populares se conver ricticamente, en el prototipo de empresario moderno del que tan necesitada «estaba la economia mexicana. Un articulo de Adolfo Reyes, ttulado precisamente “Mis gachupines”, muestra perfectamente esta otra cara de la moneda, este otto estereotipo positivo, haciendo innecesario cualquier otro comentario: dre lamaba “Mis gachupines” caridosamente a aquel grupo de rabajadores admirables que formaron en el estado mayor de su consejo en Sil XIX, Cindad de México, 15 de febrero de 1895. le “endogamnia desplazad en segundo grado, ease CF. Lida, Una imran sacontrar el ambiente que les offece relacién entre su trabajadores esfuerzo y el seep “erence acordado de agua “ach segue Depa nioy a mess pt falc ven nace rl laca cere ddan plead ener por dado iba usa pos STRST duron agudos mae non, pero eomples mag bates deagel problem de coon i jnpecndos samc cog op inet ain, soa aprovechan, peo que poco ow eximamos y medimos e030 magaiico ldo Radaces como ffigo Nove, orginiadoes como Adolfo Pit ter yor cet quan atari mat lv tempo qe ein thenotne mant de chores manenen wn rode cate oa gb as econo ego din ierencacon de conse, prs antenr fecmn yf obra de Espa coven Ames é fase ha En este contexto la legada de los republicanos cogid, como dicho, ala sociedad mexicana con el paso catnbiado. La tradicional hispanofobia clases populares se vio enfrentada a una emigracién que era de los yyos”; mientras que la hispanofilia de la clase alta conservadora tuvo que enfrentarse al reto de unos espafioles que eran rojos,ateos y masones; El nuevo espatiol que legaba al puerto de Veracruz no era un joven patin campesino, aspirante a abarrotero, catélico y de derechas; sino un emigrante urbano, intelectual, aspirante a profesor, agnéstico y de izquierdas. Sobre esta trama se tejieron y destejieron las Filia y fobias, las fantasmagorias colectivas de los diferentes sectores de la sociedad mexicana Pata los conservadores estos reciénllegados a diferencia de los anteriores, ‘no venian dispuestos a trabajar, en el mejot de los casos venian a competit on los nativos por trabajos cualficados en el periodismo, la docencia o la Adolfo Reyes, “Mis gachupincs”, EY Unter, Ciudad de México 15 de sepriembee de 1939. ee ee investigaci peor, eran sélo agitadores profesionales, politicos en el peor sentido del término, que lo tinico que harian seria envenenar aiin mis las ya de por si conflictivas relaciones sociolaborales del México del momento. Para la izquierd, por el contrario, finalmente legaban unos espaiioles dignos de respeto, no avaticiosos abarroteros, interesados inicamente en arafat unos cuantos pesos a los exhaustos bokillos de los trabajadores mexicanos, sino res sociales dispuestos a contribuir a la justa y solidara EL vigoroso impulso que a la cultura hispana y ala cultura del mundo, estaban ‘dando las nuevas generaciones de sabios espavioles, ha sido parlizado por el azote de la destruccién (|. De aquel huerto en pleno fruto, de aquellas alas hora vacias, ha legado a nuestro pais un micleo de hombtes buenos, de hombres sabios [..). Viven ahora entre nosotzos suftiendo en silencio su tragedia y voleando en auestras aulas el tesoro de su sabiduria.* Eran las dos Espafias pero en versin mexicana, La Espaia de abarroteros y usureros, la de gachupines fascistas, contra la Espaiia progresista de los intelectuales republicanos (vetsién de izquierdas); la Espaiia de honrados inmigrantes catélic iniciativa trabajo y honradez habian hecho Progresar a economia del pais, contra los agitadores comunistas que venian a vivir del eratio piblico (versién conservadora). Esta versin mexicana de la ret6rica de las dos Espaiias y de su eterno enfrentamiento queda perfectamente reflejada en un articulo aparecido en el periédico E/ Nacional con motivo de ‘muerte de! politico republicano espafiol Marcelino Domingo, uno de los mil- intelectuales espafioles que antes del exilio habia pasado por México: farcelino habl6 porque para hablar fi los gaiianes— ya habia vivido y observado en No seriamos capaces de reproducir las palabras que entonces Marcelino Domingo en el Casino de Isabel la Catdlica fel Casino Espaaol en México se encontraba, y se encuentra, en la calle Isabel la Catélica). No quetemos caer en la responsabilidad penal: aquellas palabras fueron justas, \igazos. El orador espaol adivind al sitrapa gachupin de latitudes... Y vio al explotador y al ignorante. Y dijo esta frase idable: o. Pero —desgracia para —Vine a México, para saber porque se nos dice gachupines. Y ya lo sé las sillas sobre ros se empenacharon de lunetas. Quisieron arrojarlas sil que pensaba en el recinto del Casino. Hubo gritos, ‘ongreso. Y se olvidaba ‘mis tatde, se de las dos E’sparias se ve desbordada por el hecho de amas estaban formados por espaftoles y la imagen del espaol ia en el imaginario mexicano como para difuminarse scistas 0 jectuales, los espafioles tenian unas sefias de hacian perfectamente identificables y, por sto era pricticamente un estigma de nacimiento, eran en el encima de todo, imaginario popular, o mejor dicho eran vistos como, los descendientes de lo -s. Una caricatura de Inckin resume perfectamen 6n fisica y moral de la imagen del gachupin sobre la ; in 6 y barba cerrada, le falta el puro en la presenta un gachupin tpico (boina y barba cerrada, tun mexicano también t6pico (calzado con guaraches): os que ayer fuimos conquistadotes de tu raza, ahora somos los mis ‘hermanos de tu sangre” ONTRA FRANQUISTAS Uno de los problemas a los que tuvieron que hacer frente los Ge as espafioles, La espafiola icanos fue el hostil recibimiento de sus compat lado franquista osa bastante légi ‘grupo econémicamente poderoso ¢ ideologia conservadora 58 Temes Divez Vee El franguismo de los espafioles mexicanos se muestra de forma clara a lo largo de todo el conflicto. Desde detalles anecdéticos, como el anuncio aparecido en E/ Universal Grif el 3 de marzo de 1939 en el que en grandes letras se puede leer ESPANOLES faiana ‘Temprano la EDICION de “SUCESOS PARA TODOS" dedicada a EL TRIUNFO DE LA ESPANA NACIONALISTA Contiene un hermoso mapa a colores de la Espafa Antistica y Monument tun gran retrato a 8 tintas del Generalisimo FRANCO (TAMANO 46X56) Pidan “Anuncio que parece no dejar demasiadas dudas sobre de que lado estin las simpatias de los espafioles, al menos segin lo que pensaban los editores de Swcesos para todos. Hlabia otros detalles todavia mis claros, como Ia ruidosa celebracién que en todos los centros regionales en la Ciudad de México y en el Casino Espaiiol se hizo de la entrada en Madrid de las tropas nacionalistas En todos los centros regionales, asi como en el casino ‘nacionalista y se entonaron cemper6 a circular la edicién iberos radicados aqui, en su mayoriacerraron sus establecimientos comerciales, Jos que los tienen, para congregasse en los diversos centros sociales de la colonia 1e con el Casino Espaiol, el Centro Asturiano, el Circulo Vasco- Espaiol, el Centro Vasco, la Casa de Galicia y el Orfed Catal ripidamente fueron invadidos por sus socios al del Casino Espaiiol i rojo y gualda, cuyos colores no habia vuelto a verse desde que ‘comenzé la guerra, La bandera fue saludada con un potente “Viva Espaial” porlos all presents que, coro, como slo tuveranensyado, cantaban et eci6 un vino de 1 demas centzos; pero se rente no se podia dar un de México In ca de Madd”, Essien, Ciudad de México, 29 de Caricter también claramente partidario tuvieron las cclebraciones oficiales del fin de ln guerra por la colonia espaiola de la Ciudad de México: ‘Templo de la Ensefianza, calle de Donceles, se diri hoy a ls nueve dela yaa una Misa de Accién de Gracias y Comunién General porla terminacién de la guerra de Espafa in al acto religioso las Congregaciones de Damas C: as Falanges, asi como numerosas familias de la colect (os antecedentes Con ces de extraiiar que para la mayoria de los antiguos residentes espafioles los recién egados fueran, por lo tanto, antes rojos que ‘espaitoles y que, al menos en algunos casos, se opusiesen activamente al permiso de entrada dado a los refugiados. Asi, por ejemplo, en las manifestaciones que se produjeron en Orizaba el 16 de julio de 1939 en contra de los refugiados espaiioles, fue acusado de instigador de las mismas el espafiol Paulino Martinez La prensa mas conservadora res dispensado por la colonia espafiola mostrar el caricter indeseable de es continuamente el mal recibimiento \dos. Un intento claro de ‘ "es el término preferido cn los periddicos de este sesgo ideolégico, que hasta eran mal recibidos por sus compatriotas: ‘Como en Huichinango, donde fueron rechazados a golpes unos milicianos espafioles, un refugiado que legs a _Como veremos en otras muchas noticias, la prensa conservadora en su afin de creat una imagen negativa no dudaré al utilizar argumentos del antigachupinismo tradicional, en este caso el caracter despatico de los milicianos espaioles Sin embargo da la impresién de que las relaciones entre emigeantes y son mucho mas matizadas de lo que un primer acercamiento pod xiliados 4d a Colona Espaala", EY Unierat Ciudad de México, 4 de abril de 1939 Ira, Ciudad de México, 2 de julia de 1959. snservadora, en esos momentos ada de los republicanos, aparecen durante todo el siglo XIX, spafiola) en las que se hace una declara explicita de soligaridad nacional: a ctuales espatioles exiliados en México}. Como espaol que intimo de mi coraz6n. Lo mismo si son jerno mexicano hace bien en hacer esto que hace A partir del momento en que la prensa conservadora, pasado el susto de Sinaia”, comienza a mostrar, como ya se veri, una postura favorable hacia los republicanos espafioles, comienza también a ser visible, aproximadamente a partir del verano de 1939, el interés de los diferentes centros regionales espaioles en México por colaborar en el establecimiento en el pais delos “otros” espafioles en las mejores condiciones pos los puios en altos del La colonia espaiiola en México, asi como los nicleos de espaftoles de los Estados mas importantes, han prestado, y siguen prestando, su eficaz ‘cooperucién para resolver de la mejor manera y en el mis breve plazo posible €l problema de los refugiados legados aqui Desde casi los primeros momentos, se inicié en la colonia un movimiento de featernidad hacia los compatriotas refugiados, cooperando muy activa y eficazmente todos los centros espaitoles, que nombraron comisiones para localizar y prestar ayuda a sus coterrineos. Asi se ha visto que las colonias vvasea y vasconavarta, la astusiana, a montafesa, la gallega y otras, han buscado colocarlos entre sus mismo elementos industiles o comerciales buen niimero de refugiados™ Hasta el Casino Espafol, simbolo de lo mis rancio de a colonia espaiiola en México, parece dispuesto a contribuir a resolver el problema de los refugiados: Esl, Cudad de México, 29 de marzo de 1939. “yDM. « [EJ Unineval Cada de México, 17 de septembre de 1939, ral Cardenas, ante quien expondzin el des a de hacerse cage Jso, que parte de esta solidaridad de origen se h los exiliads sspecialmente en XICANOS CONTRA OBREROS ESPANC 1 aspectos mas novedosos y enrevesados de la llega s. Novedoso porque el problema nunca se habia planteado iérminos en la vida pablica mexicana. El gachy ‘con iniciativa capaz de poner en explotacién las ¢ del pais (versidn conservadora); bien el vil explotador de las clases populares 11 popular), Pero siempre un empresario, no un competidor irmes riquezas trabajadores mexicanos. que crea, ya desde el princ! problema para los grupos tidarios de la apertura de fronteras al exilio republicano, que tienen que hacer frente a una sorda protesta de sus propias bases para las que los recién llegados estin poniendo en peligro su estabilidad laboral. La protesta sera instrumentalizada con gran habilidad por la prensa conservadora que argumentari, tanto el incumplimiento por el gobierno de sus promesas de que los exliados no iban a desplazar alos trabajadores nativos, como la preferencia que en todo momento debian de tener los trabajadores nacionales sobre los extranjeros obreristas, los mas firmes Es indudable que por diferentes motivos [..] la inmigeacién a tefugiados provoca inguietudes y hasta protestas. La principal de que nosotzos sefalamos porque es jena a toda suspicacia sectaia, es la que se refiere a la rivalidad econérhica, exacerbada por la crisis nacional y mundi Hlemos oido y leido numerosos comentarios que aluden a la escasez de esta de la vida, a las dificultades intergremiales en relaciin con el posible desplazamicnto de elementos nacionales para dar lugar a los ta Tomas Pérez toeslo que debe refutarsey desvanecerse con hech jo en su oportunidad que los inmigrantes no serian Hevados a los centros de trabajo, donde pudieran causar perjuicios a los obreros mexicanos, ni alas zonas agricolas, donde pudieran causar dafios a questros campesinos, latatios © propietatios de fincas protegidas por las leyes si debe procederse con rigor y con rapidez, para suprimir todo motivo de inguierud La argumentacién es de una cierta asepsia pero esconde una critica latente al gobierno por no haber cumplidos sus promesas, precisamente aquellas que habia hecho para calmar a los trabajadores mexicanos. La misma légica es la que est detras de las continuas noticias en la prensa conservadora sobre la oposicin de los trabajadores mexicanos a laincorporacion de los exiliados espafioles al mundo laboral. Las informaciones sobre choques, entre trabajadores mexicanos y espafioles son casi diarias durante los primeros meses de la legada de los exiliados: Como las autoridades municipales acordaron dar la direccién técnica de l perteneciente al grupo de refugiados hispanos, los pro clevado protestas, arguyendo que se encuentran en dificiles circ Las protestas subieron de punto cuando el ingeniero espa 1 pesar de que los sindicatos le notificaron ‘exclusivamente trabajadores mexicanos fa hispano no tuvo mis remedio que a acceder te que la Directiva del Sindicato de acordado que veintiocho refugiados labores, cuando estos se presentaron a trabajar, los demi ‘rabajadores, no lo permitieron, diciendo que habia numerosos mexicanos sin trabajo Esta maflana como a las 8 horas se produjo un principio de escindalo cn las afueras de la Compasifa de la Luz [..] algunos empleados de la ‘mencionada empresa impidieron que seis espafioles, de los legados hace poco al pais, ocuparan otzos tantos empleos. Dijeron los trabajadores © Seceia editorial “Inguietades por a inmigeacién”, E Uninral Grin Ciudad de México, 9 de junio de 1939. ‘4 Difcultades con los Refugiador en Veracruz” 1939, 1 Universal, Cidade México, 5 de julio de a jcanos que se oponian a la et » a los nacionales.” Esta mafana Ilegaron a esa del arsibo de desplazamiento de varios compatriot Especialmente relevante, porlo que tienen de desmitificadoras con respecto ala acogida que en los medios académicos se hizo al exilo intelectual, son las ver con la contratacién de profesores porla principal wversidad Nacional Auténoma de México (UNAl llevado por las autoridades educativas con una falta de tacto sorprendente. Ante los bajos salarios del profesorado unive problema de algunos nombres de gran relevancia académic redondeat sus salarios con un dinero extra que pagatia la recientemente creada Casa de Espafia. Obviamente la interpretacién inmediata fue que el gobierno mexicano (cl presupuesto de la Casa de Espaita dependia del Estado) estaba pagando mis a los espafioles por el hecho de ser espaitoles, cuando no por el de ser rojos: frente al lucién fue Con motivo de las proposiciones discutidas para nombrar profesores cextranjeros en la Universidad Nacional, se ha producido un pequedo remolino, donde se menean ala vez ntereses morales y materiales Sin dseutirlos méritos de los catedriticos propuestos se a alegado que su designaci6n, con sueldos superioes a los que reciben los profesoresindigenas, constituye un acto de injusticia, Se ha explicado que en realidad los maestros extanjeros no reciben sueldo de la Universidad, sin de la Casa de Espaaa, Pero esto no resuelve el problema sora y material, porque a su vez la Casa de Espaita se sostiene con los mismos fondos que a Universidad, o sea el dinero de los contribuyentes Es también indudable que para recibir profesores extranjeros © Uni desplaza condiciones de preferencia. Es cuestién de decoro mis que de centavos. Es verdad que entee ls inmigrants intlecruales hay algunos que merecen todo género de consideraciones, por soldaridad y por humanidad. Peso lo © "Un escndal por evldades con los refgiadoe”, E/ Univeral Grif, Ciudad de México, 12 de iulo de 1939, spite eecibidos hostment en San Rafael y Ancxas" E/ Unis Grif, Cal de México, 13 de julio de 1939, Tomds Pérez Vejo rés no quitalo valiente, ¥ no hay az ofesores mexicanos, entre los cual: para colocar en plano de inferioridad ay gente de iguales méritos cuando a era la postura editorial de los periddicos, las de los articulos de opinién. queaco sus paginas fueron incluso mas age ivas. Veamos sino, como scrito por Eduardo Pallarés, profesor de la Universidad Nac noma de Mé 1 mismo periddico en que se publicé el 1. Comienza por afirmar que la preferencia por los extranjeros en {éxico, en rergados cuando lo directamente a nuestra patria en forma, alguna, que no pertenecen a nuestra que ni siquiera han presentado ella sus titalos cientificos o literarios, adquieren de golpe 7 potruzo, una situacidn favorable, en honores, magnifico sueld que a los mexicanos se les ha negado nacién independiente. Para nosotros, no hay consideraciones ni garant se mantiene la “Casa de los Amigos de Espaia” con fondos del decir, con el dinero de los contrbuyentes, no del partido idetes obreros, nide los secuaces de Lenin y Stalin, ni del jos, ni de Ia CTM, sino, epito, con pesos de comunista, ni de + para dar a laboratorios, derechos de tradueci poniendo en duda la supuesta excelencia académica de los intelectuales republicanos: i Grif, Coda dh We ives, Ciudad de Me de juaio dos cosas: la primera, que si csas le no recibirian ayuda, sino segunda: acaso vivimos en ndi6 a toda a prensa del momento, en general cilidades que se estaban dando a suspensos los mejores auditorios unive hacia nosotros porque los hemos lamad: ‘México tiene a obligucién de pagar con carifo, amor con amor se page, ¥ abandonando bajas pasiones indignas de la cultura, estrechar contra nuestros corazones sus nobles pechos lenos de tristeza.” lo han hecho con carifo y con Pero el problema no afeet6 sélo a los profesores de la Universidad N: Auténoma, mis persistente y de mayor alcance fue el conflicto entre los icos republicanos y el Sindicato de Médicos Cirujanos del Distrito Federal ademas la peculitidad de mostrar la oposicin de una lcal a un programa de acogida de refugiados que habia sido mente, por la izquierda mexicana oblema comenzé a gestarse incluso antes de la egada en masa de los <1 8 de mayo de 1939, y con motivo del anuncio de que varios rare semen Sie oe médicos checoslovacos querian establecerse en México, el Sindicato de Médicos Cirujanos del DF dieigié una nota al Gobiernoe proponer que a los médicos checoslovacos inmediatamente a lugares donde no hubiese médico condiciones para el consideraba eminente. no eran tan duras como las impuestas a checoslovacos y judios, pero silimitaban, al. Para los médicos € propone su ingreso pero con la se dediquen a la docencia y que en ningtin caso se les ta cjercer la medicina cobrando, Podrian, eso si, atendee gr digentes que no pudiesen pagar los servicios médicos. Para el resto de de salud publica del gobierno, La nota no debié de tener dema cl sindicato y de tono bastante mas v , ap de noviembre en los periédicos de la Ciudad de sindical en torno al tema de los médicos espaiol ido en los primeros dias ico, mostraba el malestar 4) En contra de las promesas del gobierno y de las pro} ss recomendaciones del sindicato los médicos espaaoles no habian si enviados a zonas icos sino que se habian establecido en las grandes ciudades, ido en competencia con los médicos Cpinién piblica que su formacién era mejor que la de los nativos. junos médicos espaiioles estaban ejerciendo la medicina sin que se hnubiese reconocido su titulo en México, 44) Los médicos espaiioles mostraban una actitud despectiva, desde el punto de vista profesional, hacia sus colegas mexicanos. En resumen, el gobierno no estaba respetando las obli E , fo las obligaciones que se habia impuesto, perjudicando asi a los trabajadores mexicanos, y los exiliados ctitud de superioridad frente a (“colocan al médico mexicano en situacién de 67 Frente a estas y otras critica, el propio gobierno afirmara una is condiciones de admisin estableidas garantizaban que ningin trabajador sano iba a ser desplazados por la llegada de los exiliados: pol 4 radiciones para la admisién de determinados inmigrantes, som no desplacen a nuestros trabajadores, ai vengan a aumentar el abajo. Segunda: que los que vengan formen cooperativas agrc proporcionadas por el gobiema, y que el mismo Gobierno sefale [.}: que sengan crear nuceas industiasy fuentes de produccién en aquelos sos que el mismo Gobierno sefale. ‘emigrantes espafioles es “crear nuevas fuentes de riqueza y vigorizar la se establecen los criterios que deberian seguir los atios encargados de hacer la seleccién de los refugiados espafioles en que dispongan de dinero suficiente para mantenerse hasta estar instalados en el pais; que no entren en competencia con los trabajadores, _mexicanos: que no supongan distraer recursos de a repatriacin de los mexicanos ue se prefiera a aquellos que puedan fomen cas no suficientemente desarrolladas (pescadores gallegos que se comprometan jos de las capitales y centros de alta poblacién urbana; y que acepten el compromiso de vivir y trabajar en los lugares que se les sefiale. Se hace una Pequefia aclaracidn sobre los intelectuales de “alto vales”, que tendrin que sex aceptados, y sobre la preferencia por motivos ideolégicos, de personas afines al régimen politico mexicano, y de edad y estado civil, solteros de ambos sexos en edad produectiva La prensa afin al régimen insistiré en que se estaban respetando los crterios ormacién, tipo de actividad econémica, ete) y ubicacién geogrifica de los exiliados, lo que aseguraba que no estaban siendo una competencia para los tabajadores nativos: Entre los que pretenden emigrar al pais, seria escogidos aquellos que representen la seguridad de establecer fuentes de trabajo diversas a las ya cexistentes en la Repablica se preferirin los refugiados procedentes oe Tomds Pérez de has iberas, que desde hace muchos aios tienen fama de grandes pescadores, para que nuestra incipiente explotaciéa pesquera[ singulares, ‘También se y no deja de resultar paraddjico que sea la prensa mis rerista la que se haga frecuen no llegaba permitirian dinamizar una econot ente eco de ello, en que los republicanos is manos en el bolsillo, sino con importantes capitales que ia tan falta de ellos como la mexicana. rece, incluso, que en algunos momentos la imagen de unos republic ue legaban con los tesoros del Banco de Espatia en las bodegas de los barcos fue bastante popular. A veces da incluso para la derecha los exiliados son una masa de familias proletarias huyendo de 1h miseria, para la izquierda son un selecto grupo de politicos y ex milicianos en busca de un lugar donde establecerse, pero sin problemas econémicos: “fuertes sumas para garantizar la estancia de los refugiados espafioes [..]. El Lic. Bassols trajo 32 millones de francos, el ‘Vita’ un ico cargamento de oro’ impresién que mientras Hasta las caricaturas de la prensa popula se harin eco de esta imagen de los exiliados como ricos y poderosos. El periédico La Prensa del 13 de mayo incluye una caricatura de Inclin representando a una madre dirigiéndose a su hija llorosa: alhajas? Ay mami! Yo crea que era de losindeseables!findeseables, como se veri mis adelante, era el calfcativo empleado para referirse a los te de Europa y Oriente Medio, no es necesatio La prensa cercana al Gobierno reafirmara esta imagen con frecuentes noticias, oportunamente destacadas, sobre las inversiones de los exiliados en diferentes ramas productivas. Una forma de mostrar como los exilindos, lejos \imico desplegado hasta la f blicanos refugiados ta hoy por el Comité de Ayuda, figuran varios proyect .siendo el principal hasta ahora el ‘en Chihuahua, capaz de contener dos mil familias, a cuyo desarrollo se algunos millones de pesos, pues se quiere hacer de esa Colonia una exp! agricola-industeial de nat sia, en donde los productos de la sean acto seguido sujetos a los procesos transformadores que aumenten su. valor en los mercados de consumo [..). Si pues, estos inmigrantes vienen a lertr capital en nuevas fuentes de produccién, equé queda de adores nacio lizacibn imiliciana, dizque como fuerza de choque al servicio del Régimen’ Se esperaba ademas que estas inversiones, que introducian nuevos métodos y sistemas de trabajo, fuesen un estimulo para la modernizacién del sistema productivo mexicano en su conjunto, La otta linea de defensa fue la insistencia en que los exiliados estaban .do ubicados en lugares débilmente poblados del interior de la Reptblica, el objetivo de poner en cultivo las extensas zonas baldias que existian en «l pais, Se retomaba asi la vieja politica de colonizacién de los desiettos poblacionales del norte del pais que tanta tinta habia hecho corre necesidad econémica y geoestratégica, al menos desde mediados del a la vez que se aseguraba que ningin trabajador mexicano fuese Aesplazado por los recién llegados. smo trasfondo de esta polémica aparece siempre el problema de los repatriados mexicanos. La crisis econémica en los Estados Unidos habia de Méxicn, 2 habia puest s en solucionar su posi xa que estaba prestando mis los republicanos espafioles que a los propios trabajadores mexicanos emigrados a Estados Unidos. Mientras el problema de los trabajadores mexicanos se venia ar: , mas 0 menos vel ia encontrado forma de resolverlo, a EL respeto 0 no respeto a los criterios enunciados por el gobierno, basicamente, los que se referian a las caracteristicas socioeconémicas de | cxiliados (6e trataba de admitit, mayoritariamente campesinos para colonizar las zonas despobladas del norte), va a colocar en el centro de la polémica a Narciso Bassols, encatgado por el gobierno mexicano de gestionar los visados 4 los espafoles en Paris, a quien la prensa conservadora acusara de hacer caso ‘omiso de estas recomendaciones, en favor de crterios estrictamente politicos yen contra de las necesidades reales del pais. Sélo en el caso de la combativa CTM de Lombardo Toledano el asunto de los exiliados se plantea como un problema de solidaridad de clase. No es un problema de puestos de trabajo para los nacionales o los extranjeros sino de ‘ilitancia proletaria, de internacionalismo obrero, De acuerdo con esto, tanto los problemas migratorios como los intereses nacionales deben de ser completamente eliminados del debate: La CTM. considera que el criterio que debe prevalecer para seleecionar a tos espafoles que deben venir a México, es el del riesgo a que se hayan os mismos espaoles en el caso de que spafa [..J. El problema es, pues, un problema de huma mnsabilidad moral, y no un problema de migracion, toda vez que no se trata de traer a nuestro pais inmigrantes colonizadores, sino de salvar a quienes se ven en peligro de perder su existencia [..], la CTM. ha resuelto. prestar su mas alta cooperacin (..J. Por iltimo, la C-TM. conteats toda la obra de provocacién y de protesta forzada que pretendan Il cabo grupos icresponsables de agitadores al servicio del fascismo que ya tratan de levantar una pro venida de los espaaoles a México.” ta aparente por “La CTM. co 4 de abel de 1938, a Pres, Ciudad de México, conservadora no cabia ninguna duda de que los exiliados quinta columna comunista que los rojos mexicano, y specialmente el lider de la CTM, Lombardo Toledano, querian utilizar ae wtperza de choque en su lucha por la conquista del poder. Los refugiados o eran los derrotados de una guerra local, sino los luchadores de de imbito planeta; so detosen Espa no er un punt el punto y seguido de la batalla del comunismo pot la conqui ‘mundo. nu east spare sn el periédico La Prensa a mediados de ‘marzo de 1939 con el titulo de “Armas mortiferas” muestra perfectamente esta idea. Representa a dos milicianos, una vez entregadas las armas en la frontera francesa, que mantienen el siguiente didlogo: Refugiado espafiol. —zQué vamos a hacer ahora, sin armas? El otro, —Propagandal™ Una vez que empiezan a llegar los primeros tefugiados, los periddicos wadoreinssarin en que forentinenpeliieee qu cob Rigen 1 Mexico eran sélo los lideres rojos derrotados en Espafia y en que, acorde con lo anterior, no legaban como exiliados en busca de amparo, sino desafiantes, en busca de venganza. : EJ Universal dedica el 10 de julio un editorial a la egada del “Sinaia” que refleja con toda precisi6n ambos argumentos: Nuestro corresponsal en Veracruz ha dado cuenta als lectores de este diatio {et aire” gue tn Hos rein Megas En pies Ings nos vitae .on, —a lo que parece— aguersidos , semipoliticas, de las Carcaura internacional Armas mostfera" La Prva, Ciudad de México, 13 de marzo Univ, Cad de Sélo ofugados", EEE EES ELE 10 derrotados, sino como. ‘Los nuevos refugiados, dice el citado corresponsal, no dan la impresin de {que fueron derrotados, sino de que son combatientes ain, por todos sus nosotros nila mayoria ‘Traen una actitad de chan bravatas y hacen signos de fidelidad agre de participar en la lucha politica, tanto mexicana como espaiio Dijeron, ademas, que vienen en calidad de emigrado: situacién que prevalece en Espada “a trabajar com cuando al ingresar en la familia obrera mexicana engruesen las filas de cualquier organizacién sindical “podrin contar (no sabemos con que fin) con la ayuda, a distancia, de las centrales espatolas, por medio de sus re presentantes”, Se alude en el cuerpo de la informacién a un “compromiso de honot” que Jmpreso circulé entre los hispanos nuestros huéspedes, vago y confuso, del ‘cual se desprende que pretenden usar de su estancia en México, como de una ‘oportunidad iinica, y a su juicio magnifica, para conspirar contra el régimen de la lejana Peninsula.” . hhuyendo de la Se insistiré también, con nombres y apellidos, en el caricter particularmente sanguinario de algunos de estos agitadores profesionales, cuya influencia tan negativa podia ser para la paz social mexicana: Entre ellos vienen [...] uno que otro “Pedro Camacho Galindo, lente de los Tribunales Populates de Jaén, Presidente del Tribunal Especial en Murcia y Juez de Evasién en Capitales”, quien, “segin sus fentencid a muerte a no pocos enemigos de su bando, con las causas (..] —* oF su calafia que estin por llegar, al decir de los y se quedarin contra la “ideologia” de la on las aguerridas fuerzas de choque del comunismo hhan convertido a América, y a México en particular, en si sobre América (Va ,, 4 permitir definitamente que los deshechos de Europa mancillen la dignidad de la Nacién y que la canalla da ensangriente nuestzo pais? -Va usted a permitir que el movimiento Pareciera que hal y no Crdenas quien autorizado su venida a México. Aunque también se aprovecha para recordar a lo republicanos espafioles que no se dejen engaiar por las ap quien los ha recibido es México, México y la CT. smo, ni siquiera el gobierno mexicano es lo mismo que México; y que es 4 México a quien debe agradecer su hospitalidad, no a su correligionarios comunistas Es preciso subrayar, precisar, que las puertas que se han abierto ante los ex combatientes espaiioles, no son las de la casa del gobierno, ni las de la casa de 4a CCTM, que no tiene mas que las de sus oficinas: las puertas abiertas a los ‘emigrantes hispanos son las de México [..J. No deben tampoco tomar muy al pie de la m4 a extraoficialmente a la Nacién Mexicana, i a todos los trabajadores de México, ni a una gran parte de ellos siquiera.”” ‘Una sorda polémica, sorda porque nadie se atreve a acusar directamente a Cardenas, tiene lugar con respecto a los eriterios seguidos para seleccionar a los exiliados. La prensa conservadora insist’, una y otra ver, en que estos deben basarse “en principios de humanidad, cultura, sociologia y demografia’”" yno -08 de afinidad ideolégica o militancia politica. También lo hari sobre como, en contea de lo que se habia anunciado en un principio y contraviniendo el generoso gesto del presidente Cardenas, en Paris estaba seleccionando a los exiliados al margen de estos criterios, dejindose guiar por otros estrictamente politicos y partidistas legacién mexicana Nuestros lectores estin al tanto del giro que ha tomado la cuestién de los refugiados espaoes, tridos a México por un acto de noble generosidad del dente Cardenas, asi como por la insistencia de nuestra Legacin en Paris, segiin patece, esti torciendo ya el impulso original y el objeto que se .do perseguir en la empresa, pues esti quitando a ésta, las condiciones y dindole el aspecto politico que repugna a la opinién, Se llegar incluso a afirmar que la Embajada de México en Francia, satindose todas las normas del derecho internacional, estaba haciendo dejacin de sus Y permitia que fuesen los propios lideres comunistas espafioles, Juan Negrin y Julio Avarez del Vayo, los que seleccionaban las personas a quienes se concedia el visado. La preferencia por los comunistas se explicaba cencargado ademés, segin la prensa conservadora, por el hecho de que Bas por el gobierno mexicano de tramitar los visados alos republicanos espafioles, ‘era poco menos que un Su gestién. habia desvirtuado el loable humanitarismo del presidente Lizaro Cardenas en aras de los intereses del comunismo internacional: En la gran masa de exiliados iberos destacan dos clases de inmigrantes perfectamente determinadas: el obrero, el campesino, el téenico, q fo Legacién de manejada conforme a su capricho y diabélicos fines comunizantes por el licenciado Narciso Bassols, se ha apartado idoramente de la noble linea de conducta que le traz6 el y .ciendo causa comin com los intereses estalinistas que despué fungen hoy de érbitros supremos de le 8 en los campos franceses de conce hecatombe espafiola Las acusaciones se hicieron tan intensas que el propio presidente de la Repablica hubo de intervenir en varias ocasiones para afirmar taxativamente «que era mentira que los refugiados llegasen 2 México con el propésito de convertirse en fuerza de choque de organizacién alguna. Frente al peligro rojo que, segtin la prensa conservadora, suponian los comunistas espaiioles, la prensa més cercana ideolgicamente a la izquierda comenzé a airear en los primeros meses de 1939 el peligro que representaba la en México de una organizacién fascista extranjera, la Falange " El peligro no eran los comunistas espafioles, sino los fascistas «diferencia de los primeros encuadrados en una estructura cuasi mltar y con una explicita politica de expansién imperial hacia los territorios tigua Monarquia (la prensa mas popular legara a wulares como “ESPANA INTENTARA RECUPERAR SUS. pasado, y se seguia oponiendo en el presente, al as de progreso ¢ igualdad que la revolucién habia implantado. io fantasma dela alianza entre los conservadores mexicanos = a See ee rivos de Falange Espaiiola en México para que dejen de causar desordenes piiblicas, so pena de expulsién dl pais— serviri para que enmienden su conducta los elementos equivocados de ht Colonia Espatiols, y no caigan en la titica perversa que otzos espaioles tuvieron cerca de los Trurbide, los Santa Anna y los Miramén, ayudindolos ‘con dinero a sostener pronunciamientos y a provocar conflictos. Recordemos que Juarez tuvo que expulsar del pais a Pacheco, el Ministro de nefasta No era la primera vez que los reaccionatios miembros dell colonia espafiola ‘en México hal siempre habian sido derrotados. Lo mismo ocurriria ahora si persistian en sus descabellados propésitos. Resulta significativo ver como frente al tema de los falangistas la prensa de inquierdas retoma con gran facilidad un discurso hispanéfobo en el que los viejos esteteotipos del antigachupinismo més tradicional se hacen explicitos sin ninggin recato, Prueba de hasta que punto formaban parte del substrato in intentado inmiscuirse en los asuntos internos del pais, y cultural profundo de estos sectores ideol6gicos bién que [los falangistas] no pueden tener ningsin arraigo en las lares, porque de ellas viven, ademas de que su contacto comercial « industrial no es grato, ya que el pueblo, como trabajador de sus flbricas 0 cconsumidor de sus productos, siete sobre si que permanentemente se le l salario o se le defrauda en el peso o en la calidad de las mercancias [.] Nadie se extrafe de saber que detris del falangista se oculta el hacendado desposeido, el especulador almacenista de granos, el empesero disfrazado 0 €l vendedor de aguardiente. Tampoco admire saber que la reacciéa criolla pretenda emparentarse con los extranjeros a que aludimos; pero esta sociedad anénima esti destinada como todas sus antecesoras del mismo género, al fracaso mis rorundo y sonado” Fl problema falangista se fue agriando con gran rapidez, ya a finales de ‘marzo la Secretaria de Gobernacién habia citado a sus responsables para opi 1939, Ti torial, “Justa advectenca de México", E/ Nason, Ciudad de México, 1 de abel de q ‘Teadicionalista de “je expcial empress universal estima el Gobierno de México que, sin desconocer la histxca obra social deta Vieja Espata en el Nuevo Mundo nel necesaiointereambio de spices y mercaniles entre los pases, es erencial a su soberania y a su régimen democritco: formar sus generaiones, organiza su economia y consiise poicamente bre para sempre de toda intomisn extanjera ¥ de toda penetracin imperiist Adems, como los membros dela Falane se proponen actu en México ¥ de hecho han estado actuando en conexién con indviduos y grupos politicos de oposicin 2 as tendencias de muestra Refocma Social y consituye una heroandad juramentada para obedeceren forma incondicional 5 vyala causa de la Faange (|, nuevamente eter a Secretaria de Gobernacin co esti condcionada al respeto absoluto de publicanas [Por otra parte, la presencia de un agente del Departamento de Infor tuvo por objeto sancionar los 4 al propio departamento: " Daas lo Setar de Gober, Ciudad de Mésico, 3 de abril de 1939, 8 Tomds Pérez Vejo Jedano, en una entrevista in_de una institucién, nacional. Pero el argumento de fondo del lider obrero es el caticter fascista de una organizacién, cuyo enemigo principal son las organizaciones obreras El tono amenazante y de emplazamien gobierno es claro: a5; pero declaramos que no toleraremos langistas, porque si bien es verdad que la ico es contraria a la libertad tas es contra el proletariado de México, y éste se va a defender (.,]. Dice esto la C:TM. porque en estado de ebriedad, anoche, algunos falangistas uniformados, twieron la osadia, frente a algunos edificios de sindicatos, de lanzar insultox” provocaciones por parte de los existencia de los milicianos de El incidente tuvo amplio eco en la prensa de izquierdas, que en una serie de articulos aparecidos en estos dias, recuper6 lo mas florido del ico de la prensa popular mexicana del ior. Aplicado ahora exclusivamente a los participantes en el acto del Casino: Y, por iltimo, gaiianes zqué? Vuestro casino ha triunfado, Poned en vuestros salones los retratos dramiticos del fuhrer y del duce: ellos son los verdaderos ttiunfadores. Ya que arrojasteis a vergiienza, poned el cinismo en vuestras paredes. No os queda otro recurso, gafanes [.J. Vuestro triunfo debe avergonzaros. No pusisteis ni una bala ni una gota de sangre pata la victoria ignominiosa. Los papeles fue el vencedor de la tanta sidra, tanto grito deshonrada, ha sido -monarquia, y que hoy simboliza la sumisién— fue un reto a México, colguda en los balcones alborozados del Casino. Y cuidado, gafanes, porque a México no se le reta en vano. Enloquecidos por la victoria del fascio y por el vino ° “Etrevista con Lombardo Toledano”, La Presa, Chad de México, 4 de abil de 1939. sxico?

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