ese maz
aquel mazsirve para todo:
una vez procesado endulzar
los pancakes de ta jemima,
servir de base para un cereal
tostado bajo cien soles,
dar de comer a las vacas
que en su parsimonia se saben cartlago,
hueso y calcio
y jams miran crecer a sus becerros,
ese puado de maz
puede servirse aderezado con mantequilla
y haciendo mancuerna
con un par de piezas
de carne blanca y descolorida
fritas y a reventar de esteroides
que han pasado todas las pruebas
de la fda
un maz amarillento,
homogneo,
que sin importar la estacin
siempre sabe igual,
y mantiene los mismos estndares
a fuerza de costumbre
balazo a balazo
se gana la inmunidad
y se aprende a vivir en paz
a pesar de la corrupcin institucionalizada
que dej marchita y muerta la revolucin
de la que nadie habla ya,
y a pesar de todo
todos aoran
en comercio homosexual
donde casi siempre
le toca la peor parte
-ellos no pueden verlo
nosotros s,
tan claro que da pena,
tan cierto que da lstima-
y el hombre annimo
que slo se calza
un traje y un hambre de siglos
an es capaz de alzar los ojos
y mirar tus ojos,
mirar tu hasto, tu fro y tu hambre
y pregunta
qu te pasa?
qu haces all, en aquel lado?
ven, come
djame prepararte
una tortilla
un pan
djame compartir
lo que sembr yo
mientras peda al cielo
por la lluvia
y la nube y el sol
y tambin peda por ti
por lo tuyo
y por los tuyos
y el maz hierve,
cruje
se pulveriza,
se cuece
y el maz se deshace
en la boca y en los labios
cual beso de la tierra,
caricia de amante
que todo lo cede
y lo exige todo
irse, partir
pass
lejos, quin sabe a dnde
away
hartazgo
s, lo hay
pero no suficiencia
es hora ya
de parar el desatino de querer irse
de aorar la muerte bonita
cerrando los ojos en la suavidad sepulcral
de una cama de sbanas limpias
la maldicin de epuln
quien lo tiene todo y lo goza todo
sabiendo que un da dejar de gozar y de tener
no nos iremos
moriremos
francisco arriaga
mxico, frontera norte
27 de octubre de 2015