Lo Prohibido
Anónimo, La santa Faz
Muchas y variadas son las conclusiones que sacan los tratadistas y la
iglesia al respecto de esta representación. A modo de ejemplo, Maquívar hace
alusión al tono admonitorio con que Juan Interián de Ayala advertía a sus
pares, en su obra El pintor christiano y erudito (1654), sobre esta Trinidad
trifacial: “Ya hice antes mención de una imagen absurdísima y monstruosa que
algunos pésimos pintores quieren que sea de la Sacratísima Trinidad; en la
cual no habiendo más que una sola cara, se ven tres narices, tres barbas, tres
frentes y cinco ojos. Mejor se diría que ésta no era imagen de la Santísima
Trinidad, sino un monstruo horrible disforme, y digno de las mayores
execrasiones” (p.194).
En el libro de Maquívar podremos encontrar una herramienta valiosa, un
relato minucioso que condensa las innumerables imágenes de las trinidades en
Nueva España que han llegado hasta nuestros días, a pesar de la Inquisición y
la censura, lo que lleva a la autora a cuestionarse verdaderamente, el peso de
la prohibición en tierras americanas, de las variables de la iconografía trinitaria.