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Melchor Senent Alonso. Universidad de Murcia 168 La gestién de acuiferos en regiones aridas y semiaridas Resumen A pesar del desarrollo experimentado por la hidrologia en los itimos treinta afios, atin no han calado en la sociedad espaiiola los eoneep- tos bisicos que rigen la correcta explotacién de las aguas subtercéneas Este articulo pretende dar a conocer los con- ceptos de recursos y reservas en aguas subterri- reas y as alternativas de explotacién que se presentan ante una utilizaci6n racional de los acuiferos subterrineos. En definitiva, se ofre- ‘cen algunas ideas para orientar una adecuada sgestién de las aguas subterréneas. Palabras clave ‘Aguas subterriness, recursos y reservas hidei- cas subterrineas, explotacién de aguas subte- rrineas, sobreexplotacion y gestién de acuife- ‘THE MANAGEMENT OF THE ACUIFERS IN THE [ARIA AND SEMIARIA REGIONS Abstract In spite of development of the Hydrological Science in che last thirty years, basie concepts {for arational utilization of groundwater are not known in the spanish society. “The aim of this paper is to show what is the meaning of resources and reserves of ground- ‘waters, and what alternatives for the explota- tion can be used in order to achieve a rational utilization of groundwater acvifers, In sum= mary, some ideas are exposed tryns to help ina appropriate management of groundwaters. Key words Groundwater, resources and reserves of groun= water, explotation of groundwater, manage- ment of acuifers, overexploration of acuifers. Melchor Senent Alonso Universidad de Murcia La gestion de acuiferos en regiones dridas y semiaridas |. ntroduccién Segiin el iiola, gest jonario de la Real Academia Espa- snes la accidn y efecto de gestionar, cs decie hacer diligencias conducentes al logro dde-un negocio 0 de un desco cualquiera. Por lo tanto, podriamos decir que gestién de recursos | hhidvicos es la totalidad de tareas requeridas | para abastecer de agua, y de bienes y de servi- | cios en relacién con el agua. La gestién de | recursos de agua es una funcin de produccisn | que transforma las caracteristicas de cantidad, | de calidad, de situacién y de tiempo de los pi | ductos deseados: agua para riego, energia | hidroeléctrica, abastecimiento de agua potable, | ocio, proteccién de ecosistemas, etc. Todo ello | bajo as limitaciones que impone In politica | hidréuliea del gobierno, que se define mediante | a Ley de Aguas y los diferentes plancs hidro- | legicos de cuenca que se promulgarin con | carécter de ley. los hombres han aprendido empiticamente investigar y caprar las aguas subterrineas des- | pués de milenios. La nocién de recurso en | aguas subterrineas es una idea moderna, que ha | | | | nacido de la constatacién de que las obras de captacién de aguas subterréneas tentan, en oca- siones, unos rendimientos (caudal por unidad de depresién) decrecientes en el tiempo o bien provocaban efectos perjudiciales sobre otras captaciones, manantiales o rios. Estos efectos haan sido {recuentemente mal interpretados y, a ‘menudo, han llevado a que se juzguen como cexcesivas a estas explotaciones (sobreexplota- ciGn). Ello ha conducido a la necesidad de conocer y evaluar los recursos, conecbidos como un maximo a no rebasar; de aqui la idea de realizar una explotacidn a “caudal seguro” ("Safe yield” de los anglosajones) La nocidn de recurso se desarroll6 répidamen- teal plantearse la necesidad de proyectar y pla- nificar una explotacién de aguas subterréneas | hobian detect. Fsto parece ahora codavia | is evidemte si tenemos en cuenta que las aguas |_subserréneas se conciben como almacenadas en 170 auténticos embalses subterrineos donde todos los usuarios eaptan un mismo “depésito”. Las aguas subterréneas son bajo este aspecto un recurso colectivo, cuya explotacién no puede estar sujeta a decisiones individuales sin engen- drar conflictos entre usuarios, que requieren un arbitraje y donde su carécter limitado hace deseable una explotacién dptima que proteja el interés comin de todos los usuarios y el gene- ral de toda la poblacién, De aqui la idea de evaluar los recursos como oferta y confroncarlos con las demandas. Sin embargo, lo que complica las cosas es que los recursos en aguas subterréneas son a la vez: -Recursos renovables, como las aguas superfi- ciales, y Recursos no renovables, como otros recursos del subsuelo. ‘Adems, en la practica es imposible captar los pprimeros sin extraer una parte de los segundos {al menos local o temporalmente). Mientras la ‘demanda sea muy pequefia en relaci6n ala ofer~ ta no hay problema y no es necesario evaluar los recursos con precision. La necesidad de esta evaluacion aparece como obligatoria cuando es necesario ajustar la demanda a la oferta. Los recursos, que no pueden confundirse con la productividad puntual de las obsras de explotacién, son siempre una nocién global, a dilerentes escalas «desde unos pocos km’ de un pequefio acuifero a mas de un millén de km’ de luna gran cuenca sedimentaria-, pero nunca puntual También, en todos los asos, es necesario defi- rir un marco espacial al que refer los recursos. Este mareo no es otro que el sistema acuiferos 3 decir, un dominio continuo cireunserito por limites que obstaculizan los efectos pro- vocados por acciones naturales o artificiales (limentacién 0 bombeo de agua), impiden ‘que puedan propagarse més alla de estos limi- tes, a escala de tiempo definido, Dicho de otra forma, sistema acuifero es un sistema fisico, definido en el espacio y finito en el tiempo, en el cual las reacciones a las acciones proyecta- das son previsibles y pueden ser evaluadas. Movilizar los recursos en aguas subterréneas implica, en efecto, influenciar el sistema en con- diciones técnicamence posibles y econdmics mente aceptables. Evaluar estos recursos explotables consistiré en inv puede extraer la méxima cantidad de agua sub- terrénea de un sistema dado, respetando todas las limitaciones impuestas. Durante mucho tiempo, la hidrogeologia apli- cada se ha limitado a perseguir objetivos de investigaci6n para la ubicacién de obras de cap- ‘én, pero en la actualidad se trata mas bien de la evaluacién de los recursos hidricos subte- rrineos explotables. En la consecucién de este objetivo tiene un lugar esencial el concepto moderno de “sistema acuifero”, también deno- mminado en Espaia “unidad hideogeol6giea”. La definicién y andliss del comportamiento de los sistemas acuiferos realizado por los hidro- _ge6logos se denomina modernamente “andlisis de sistemas acuiferos”. Esta denominacidn se emplea para designar un lenguaje comin que pretende su descripcién mas explicita y hacer ‘mas racional el método de anslisis de sistemas acuiferos y de las modelizaciones que le siguen. Analizar un sistema acuifero real consiste en recoger y formular las informaciones que per- mitan su modelizacién. Para ello es necesatio elaborar un modelo conceptual, una represen tacién logica que esquematice la realidad, lo que serd materializable en un modelo de simu- Iacién, analégico © numérico, sobre el que se podré superponer las impulsiones caleuladas 0 simuladas para conocer sus efectos El modelo de simulaci6n es una herramienta imprescindible para la gestin del sistema acui- fero; sin embargo, esto no es suficiente para abordar toda alternativa de explotacién del acuifero. Es necesario conocer las limitaciones que pueden condicionar las opeiones de explo- tacidn del sistema. Asi podemos distinguie: + Limitaciones fiscas: Imposibilidad material de abatire nivel piezométrico por debajo de un cierto minimo que permica un bombeo en con- diciones aceptables 0 también la prevencién de una intrusién salina + Limitaciones econémicas: Necesidad de mantener el coste de produccién por debajo de tun valor acepeable + Limitaciones socioeconémicas y medio ambientales: Aquellas que pesan sobre el pro- yeeto y que plantean los representantes de los intereses gencrales de la sociedad. Por ejemplo: no afectar excesivamente a los materiales 0 la necesidad de preservar la calidad del recurso impidiendo la entrada de agua de calidad infe- rior (a partir de aguas superficiales o a partir de ‘otros acuiferos) 0 bien la necesidad de mante~ ner la eseorrentia superficial de rios y/o de superficies piezométricas de zonas hiimedas de interés ecolégico. |. Concepto de recursos y reservas de agua subterranea ‘Todo sistema acuifero constituye a la vez: -Un medio conductor atravesado por un flujo de agua que esti mantenido por los aportes generalmente discontinuos ¢ irrogulares de la alimentacién (lluvia, rios, etc). Este flujo puede ser muy pequeiio cuando el acuifero esté poco alimentado, el agua esté entonces casi estanca- da, -Un almacén que contiene un stock de agua 0 reserva, variable cuando el acuifero es libre ‘asi constante cuando el manto es cautivo. La importancia relativa de flujo y del stock es muy irregular segin las condiciones hidvogeo- logicas (extensién y estructura del acuifero) y climaticas (factores que condicfonan la alimen- taci6n). La relacién entre el volumen medio de alimentacién durante un periodo de referencia (cl afo por lo general) frente al volumen medio total del agua almacenadsa, se denomina tasa de renovacién. Acuiferos libres de gran superficie pueden ser muy renovables en zonas himedas con débil stock y fuerte alimentacién. Por el contrario, acufferos cautivos de grandes dimen- siones pueden tener poca alimentacién, incluso m AREAS 17 m ‘en zonas hiimedas y, mucho mis en zonas ari- das; en estos casos se tiene un gran stock con un flujo muy pequeto, es decir, se registra s6lo ‘una pequefia tasa de renovacién del agua del acuifero. El flujo y la reserva conteibuyen a formar los recursos de agua subterrénea -Recurso renovable 0 recurso propiamente dicho, el que procede de la captacién (deriva i6n) del flujo natural y de la toma de las emer- gencias naturales. -Recursos no renovables © reserva, el que procede de la reserva provocando un flujo arti- ficial temporal, en tanto dure la explotaci6n, Estas dos formas de recursos de aguas subterrs- reas no son independientes ni disociables en la practica. No se puede extraer una parte impor tante del flujo medio sin transformar el reparto del flujo global del acuiferos es necesario des- plazar en favor de las eaptaciones, una parte de los caudales naturales de las emergencias natu- rales y también durante el cierto periodo de tiempo (normalmente meses de verano) se hace descender la superficie piezométrica (explota- cin temporal de reservas). De esta forma se consigue extracr todos 0 casi todos los recursos senovables del acuifero. Cuando la alimentacién del acuifero es despre- cable frente a sus reservas, como en los casos de las zonas aridas y semiaridas del Sureste de Espatia la explotacién de las aguas subterineas se plantea mas como un desalmacenamiento ‘que como una captaci6n del recurso renovable. En tales circunstancias, la explotacién de la reserva s¢ realiza como si de un yacimiento minero o petrolifero se tratase. ‘Toda la reserva te6rica de un acuifero (caleula- ble como el volumen de roca saturada medi multplicada por su porosidad eficaz) no puede ser asimilable a un stock explotable en la pric~ tica, puesto que of descenso de los niveles de bombeo se sitia aun nivel econémico donde su explotacién no es aceptable. De aqué nace el concepto de reserva explotable, concepto rela- tivo, puesto que esta sujeto a crterios técnico- ‘econémicos cambiantes. En definitiva, se trata en los dos casos recursos renovables y recursos no renovables- de recur- s0s finitos, que hay que tratar de no despilfa- rrar ni agotar. Por lo tanto, su gestién se just fica plenamente, pues toda gestién de un siste- ma acuifero conlleva una gestién de flujo y una gestion del stock, aunque en proporciones variables a lo largo de la explotacidn. Sin embargo, no pueden separarse la una de la otra, La gestién de la reserva no es sino una parte, ‘unas veces primordial, otras veces accesoria, de la gestin del sistema. UU, Estrategias de explotacion de aguas subte- rraneas La estrategia para la explotacién de aguas sub- terrineas suele estar sometida a Ja politica hiidedulica. Tres opeiones principales se plantean normalmente: 1. Explotacidn parcial o total de los recursos renovables. En este aso, la explotacin de reserva no és mas que una condicién necesaria, aunque temporal, para a extraccién del recurso renovable, 2. Explotacién temporal, voluntaria y con- trolada de las reservas, para hacer frente a unas demandas coyunturales superiores “explota- ciones puente” o a unos periodos de excepeio- nal escasez de recursos renovables 0 sequia. En todo caso, se plantea como una explotacién a tiempo fijo, al cabo del cual se reduciré 1a cexploracién para volver a un régimen de ree- 4uilibrio que se conseguies disminuyendo la explotacién. 3. Explotacién minera pura o explotacién de reservas, totalmente 0 basta que las condicio- nes de explotacién se juzguen inaceptables (reservas explotables en términos econémicos). Es necesario entonces fijar el tiempo y el eaudal de explotacién, de forma andloga a como se opera en la explotacién de un yacimiento petrolifero, Estas tres formas de explotacién de aguas sub- terrineas tienen un denominador comin: son alternativas deseadas y controladas. Pero en ‘casiones se aleanzan unos objetivos no desea dos; por ejemplo, descensos superiores a los previstos, intrusién de aguas marinas, subsi- dencias de terrenos, etes en este caso, se habla de sobreexplotacién, La sobreexplotacién debe entenderse como una explotacién “excesiva” en relacién a la “prevista” o “programada” En concordancia con Margart (1982) es posible decir que saber si se deben explotar las reser- vas de agua subterrdneas no es una cuesti6n metafisisea 0 académica, objeto de discusién sobre la utilizacién por la humanidad de los recursos no renovables en genera, sino que es tuna euestién préctica a tratar en cada e380, en funcién de criterios especificos para cada situa- ign, y revisable segin la evolucién de las eon- diciones econdmieas y de los medios teenologi- os. Sin embargo, parece ttl hacer tres reco- mendaciones esenciales vilidas en todos los casos de explotacién de reservas de aguas sub- 1, Una explotacién de reservas debe ser cons- ciente y deliberada, Realizarla involuncaria- mente, sin control, ignorando que tiene un final a plazo fijo, entraiia grandes inconvenientes (conflictos entre usuarios y dais colectivos importantes) 2. Una explotacién de reservas debe ser con- trolada y dirigida. Ello implica una estructura de control téenico y una organizacién de ges- tidn adecuada, y dotada de los necesarios pode res de decisin, La gestion “comunitaria”, de un acuifero (contemplada por la vigente Ley de ‘Aguas en Espafia) explotado por intereses eco- inémicos (con frecuencia numerosos y diferen- tes), exige el arbitraje de la Administraci6n, que debera poner los medios para recoger y conser- var los datos sobre los caudales de explotacién y de los niveles, todo ello como elementos imprescindibles para ordenar la gestién del acuifero. 3. La explotacién de un recurso de agua no renovable, debe integrarse en una politic: general del agua (planificacién hidrol6gica), ‘que a su ver esté subordinada a la politica ‘econémica general del pais. En resumen, una explotacién de reservas de agua subterrinea, convenientemente pro- sgramada, podria en muchos casos permitir, no retardar el desarrollo de diversas activida- des econdmicas, dando tiempo para estudiar y proyectar mejor las soluciones definitivas. De este modo, se retrasan y se ajustan mejor las fuertes inversiones (presas, acueductos, etc.) gue soportan mal las economias débiles. La explotacién minera de las aguas subterineas se constituyen asien un factor de despegue eco rnémico que no debe despreciarse alli donde esta alternativa se presenta, Impedir este tipo de explotacién bajo pretexto de que se trata de recursos no renovables seria tanto como reco rmendar Ia no explotacién de los yacimientos rmineros 6 petroliferos. Fl tiempo ganado debe- +4 ser aprovechado para educar a los utilizado- res y preparar una economia del agua que eli- rine los despilfarros y maximice los reciclajes y/o las eutilizaciones. IV. La sobreexplotacién de acutferos Ligado a la alternativa de explotacién de reser- vas aparece el término sobreexplotacién, con- ‘cepto todavia muy discutido que es interpreta- do normalmente como una explotacién no deseada de reservas, excesiva en relacién con la explotacién que se considera normal (equili- brio entre extracciones y alimentacisn) La cuestidn es saber qué es “excesivo” y qué es “normal” en la explotacién de un acuifero sub- terréneo. En general, se entiende por “normal” una explotacién que preserva el equilibrio del acuifero, es decir, una igualdad entre la extrac- (B) y Ia alimentacidn media (Q). Esto no ces tan simple, Un acuifero puede ser sobreexplotado local- mente, incluso si el EQ rno produce necesariamente una explotacién 2) AREAS 17 174 abusiva, si ésta provoca una alimentacién indu- ‘ida que aumenta las entradas del acusfero 0 bien el volumen de reservas sea tan grande que sus efectos son pequetios y tan sélo apreciables después de un gran periodo de tiempo. Sobreexplotar un acuffero seri la explotacién ‘en régimen de desequilibrio, sin embargo, el concepto tiene un sentido més complejo que el de extraer mis agua que su alimentacién media ¥ agotar sus reservas. Fs posible explotar las aguas subterréneas determinando los efectos negativos que se producirfan e imponer los limites, Definir estos limites y su flexibiidad es tan importante como evaluar el caudal medio anual de un acutlero para ajustar mejor su explotacién, Castany y Margat (1971) en su Diccionario de Hidrogeologia definen la sobreexplotacién como la *Explotaciin de cantidedes de agua subterrinea excesive, en relacin & una norma filada, en funcion de diversas limitaciones y articularmente en relacién al caudal de pro~ duccién asegurado, ligado a la conservacién del equilibrio a mas o menos largo plazo, Concepto préximo al de explotacién de la reserva (over development, overdraft 0 exhaust’on de los autores anglosajones)”. a utilizacién de aguas en Espafa tuvo un flo- reciente desarrollo a partir de 1965, favorecida por el importante despegue econdmicos de los aiios sesenta y por la ausencia de recursos superficiales en amplias zonas del mediterranea y territorios insulares~ donde la climatologia y la tradicién agricola de sus hom- bres hacia sumamente rentable la creacién de -uevos regadios. La explotacidn de aeuiferos se presenta asf como un factor de desarrollo eco- némico y social en amplias zonas deprimidas del pats, De esta forma, la iniciativa privada y las aguas subterréneas constituyeron una forma de susti- tuir la incapacidad del Estado para satisfaccr tuna demanda que se presentaba con urgencia, muy diversificada en el espacio y casi siempre en zonas con ausencia de recursos superficales, La Administracibn, consciente de este “empu- je” de los particulares,realizé la obra hidréuli- ca mas importante de Espatia el 'Trasvase Tajo- Segura, y planteé una politica de wasvases como respuesta a los graves desequilibrios hiidrolégicos de la Peninsula Ibérica. Sin embargo, la ausencia de una legislacién ade- cuada y la falta de planificacién hidraulica y del territorio permitieron una explotacién desor~ denada de aguas subterréneas, donde la Admi- nistracién deberia haber sido el elemento moderador de la iniviativa privada La sobreexplotacién de acuiferos en Espafia es tuna consecuencia del desarrollo general del pais ¥y aunque esté planteando actualmente proble- mas a la Administracién Hidréulica, no debe verse inicamente con la perspectiva de los aspectos negativos que evidentemente tiene, sino que también debe sopesarse la riqueza aur ch y el desarrollo econémico-social inducido. Este aspecto es especialmente medible en el Sureste espatiol (Almeria, Murcia, Alicante y Albacete). Ante a importancia de este fendmeno en Espa~ fia, no cabe sino la adopcién de medidas urgen- tes tendentes a corregir los efectos de la sobre explotacisn de los acuiferos y que, en ultima instancia, tratarfan de evitar el colapso econd- ico de las regiones mas afectadas y Ia deserti- zacién, inducids que se produciia. V. Orientaciones para la gestion de reservas de aguas subterraneas Espafa es un pais con muchas experiencias en Ia explotacién de reservas de aguas subterrineas, Jo que nos pone en condiciones de plantear algunas orientaciones de orden metodolégico (evaluacién de recursos) y de orden prictico (gestion de recursos). ‘A. Orientaciones para la evaluacién de recursos 1, La evaluacién de los recursos de las reservas subterraneas necesita no s6lo de un buen cono- cimiento fisico (hidrogeologfa) del acuifero sino también su “comportamiento dinémico”, es decir, su modo de reaecionar ante una explo- tacign. Para elo se necesita un modelo adecua- do. No basta, como se ha hecho hasta ahora, con establecer un balance global del acuifero. 2. Bs deseable construir un modelo de simula- ‘ign representativo del sistema acuifero, cuan- do se disponga de una larga historia de la explo taci6n y de los niveles. 3.No conviene subestimar la contribucién de {as capas semipermeables super o subyacentes a las capas acuiferas, propiamente dichas. A ‘menudo, el acuifero se comporta como un dren cen una cuenca sedimentaria de capas poco per- imeables y muy potentes, que almacenan voli ‘menes de agua considerables. Este hecho se ta duce por un coeficiente de almacenamiento ‘muy superior al medido por ensayos de bom- beo de corta duracién; utilizar estos shtimos para caleulas la previsién eonduce, por lo gene ral, a resultados muy pesimistas (depresiones ‘exageradas y aceleradas a largo plazo). Por el contrario, hay que tener en cuenta el tiempo para movilizar estas “reservas suplementarias” «que harian subestimar las bajadas de niveles a corto plazo. Determinar los cambios del coeficiente de almacenamiento que van a regir la evolucién de niveles es una de las principales dificultades de 1h modelizaci6n del comportamiento a largo plazo de los acuiferos profundos en cuencas sedimentarias complejas. Ante la dud es mejor serum poco psi “revsar alla” las pe- 4. No es adecuado despreciar los efectos sobre los limites de un acuifero cautivo y sobre la posibilidad de alcanzar un equilibrio dingmico que puede diferir bastante del equilibrio natu- ral iniial. Este efecto se debe, en acuiferos eau~ tivos,a que parte del flujo natural es mantenido por “drainance” (intercomunicacién vertical). 5. La estimacién de las reservas explotables debe basarse en criterios econémicos con los -Condicionantes internos: profundidad m rma considerada como aceptable por los usua- rios, porque constituye el factor determinante de los costes de produccién. -Condicionantes externos: _limitaciones Jmpuestas a la explotacién para evitar conse- cuencias negativas sobre las surgencias natura~ les y,en ocasiones, sobre la estabilidad del suelo (las subsidencias del terreno pueden ser muy negativas sobre las construcciones). Las reserva explotable no es una magnitud constante pues- to que, como en el caso de una explotacién ‘minera, es un valor sujeto a variables teenol cas y econdmicas, La simple evaluacién hidréu- lica se susttuye por un “modelo de oferta” que aporte una respuesta especifica a cada alternat- va proyectada, 6. El conocimiento de un acuifero es interac~ tivo con su explotacién. Seria poco realista exigir un conocimiento detallado y “completo” de un acuifero previamente a su explot para definir un progeama te6rico de extra Fs imprescindible un control preciso y cons- tante de las explotaciones (produeciones, nive les y calidades de agua), denominadas “explota- ciones experimentales” que permitan ajustar progresivamente el programa de aprovecha- rmientos, B. Orientaciones précticas 1. Los usuarios de un mismo acuifero son nevesariamente solidarios, porque sus accio~ nes individuales se interfieren reciprocamente. Una reserva de agua no puede ser dividids, como ocurre, por ejemplo en los yacimientos smineros, en “propiedades individuales” ligadas ala posesién del suelo. Su gestidn es obligato- | siamente colectiva, lo que implica una coneen: tracién y una disciplina entre los usuarios, asi | como una autoridad para el abitraje. i 2. En este momento, fa. gestién.planificada implica que se adopten objetivos conservado- res (proteccidn de derechos adquiridos por los, 175 AREAS 17 16 primeros usuarios) y/o voluntaristas (asigna- i6n de recurso preferencial a cierto tipo de usuarios). Para ello se necesitan medios: -Legales (base juriica). Los estatutos de las comunidades de usuatios deben dar el marco legal complementario. “Técnicos, constituidos por un aparato téenico de control y asesoramiento, 3. En el futuro de los sistemas acuiferos sobreexplotados de zonas dridas, a eleccién se plantea entre mantener la produccién intensiva y menos duradera 0 una produccién menos, pero prolongada en ef tiempo. Se trata, en defi- nitiva, de argumentos econémicos. Es un caso tipico de planifieacin: adoptar un escenario entre ls diferentes posibilidades. La decisin es en tiltimo término una funcidn politica. Pla ficar es en cierta manera “atenuar la dictadu- ra del presente sobre el futuro”. 4. Por tltimo, la explotacién de las reservas de aguas subterréneas implica prever solucio- nes de sustitucién para satisfacer las demandas de agua mediante tes posibles alternativas: + Trasvase de agua superficial, desalacién de aguas salobres continentales y desalacién de agua del mar: + Transformar las demands de agua con reduc cidn de consumo. * Conjugar el incremento de recursos con la disminucién del consumo. BIBUOGRAFIA ANONIMO (1977): "Expansidn des resour- ces en eau dans les zones aries". Inchap, 6 68: Les captage des nappes fosiles. Nat. ‘Acad. Se. USA, Washington BEAR J; LEVIN O. (1967): "The optimal yield of an aquiler*. Assoc. intem. Hydvol cient, Sympos. Haifa, AISH/UNESCO- DHI publ. AISU n® 72, pp. 401-412, Gent brugge. COLECTIVO (1952): L'Hydrologie de la zone aride. UNESCO, 217 p, Pai COLECTIVO (1972): “Alkernative yield con ceps in Ground Water Management". ASCE, Maral ct Reports on engineering practice, 1°40, pp. 17-22. New York/trad. fr. J. 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