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Durante su etapa escolar, Fromm estudiaría con gran interés a Freud y Marx, encontrando
en éste primero una forma de comprender la personalidad humana y las influencias
sociopolíticas expuestas por Karl Marx. Cursó filosofía en la Universidad de Heidelberg en
1922, y se especializó en psicoanálisis en la Universidad de Munich y en el Instituto
Psicoanalítico de Berlín, que fuera fundado por Freud.
Visitaría los Estados Unidos por vez primera en 1933, sin embargo, el ascenso de Hitler al
poder le llevaría a establecerse en ese país, adquiriendo posteriormente la nacionalidad
estadounidense. Sería profesor en las universidades de Columbia, Michigan, New York y
Yale, en el Bemmington College de Vermont y en el Instituto Americano de Psicoanálisis.
A menudo se vería envuelto en cuestiones socio-políticas por las que sentía un verdadero
interés. En 1941 publicaría su ya célebre obra c
, que le dio realmente
a conocer, siendo muy traducida y divulgada, donde trataba el movimiento nazi en lo que
algunos han venido a denominar como una interpretación "sociopsicoanalítica". En esta
obra se revelaría un alejamiento definitivo de Freud.
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En el libro de Erich Fromm ³El arte de amar´ se elabora una teoría sobre el amor, en la
cual primero te explica las causas de éste ya que para él lo más importante es saber la
teoría antes de llevarla a la práctica.
Explica el amor como una forma de separatilidad humana, como la realización del anhelo
de unión entre los polos masculino y femenino. Ya en la antigüedad con mitos como el de
Adán y Eva, en el que entre otras cosas se decía que Eva nació de la costilla de Adán,
nos explican que la polarización sexual lleva al hombre a buscar la unión con el otro sexo.
Es una necesidad universal y existencial.
Por ello Fromm dice que la desviación homosexual es un fracaso en el logro de esa unión
polarizada, y por eso el hombre homosexual sufre el dolor de la separatidad nunca
resuelta, fracaso que comparte el heterosexual corriente que no puede amar.
También se hace una crítica sobre algunos de los pensamientos de Sigmund Freud, ya
que éste dice que el amor es la expresión del instinto sexual. Hace una sobre valoración
de lo sexual. Aunque el autor dice que no critica a Freud por acentuar excesivamente la
sexualidad, sino por su fracaso por comprenderla con profundidad.
Después de explicar sus orígenes comienza a hablar sobre el amor entre padres e hijos.
El amor materno y el paterno son diferentes. El primero es incondicional, el amor de la
madre hacia su hijo es por su vínculo carnal, no porque éste le satisfaga alguna condición
específica. Es el hogar de donde venimos. Sin embargo el amor paterno es diferente,
significa la ley y el orden, la disciplina, los viajes y la aventura. Éste debe ganarse y va
acompañado del sentimiento de que puede perderse con la desobediencia. A veces los
niños tratan de buscar igualdad entre el cariño de la madre y el del padre, y al observar
que la forma de amar de cada uno es diferente pueden sentirse decepcionados, heridos, e
incluso no queridos.
Más tarde se distingue entre otros tipos de amor. Comienza por el fraternal, que es el
sentido de responsabilidad, cuidado, respeto y conocimiento con respecto a cualquier ser
humano. Se basa en la experiencia de que todos somos uno, y en que las diferencias de
inteligencia, talento... son despreciables en comparación con la identidad de la existencia
humana común a los hombres. Es el amor al que se refiere en la Biblia cuando dice que
hay que amar al prójimo.
Vuelve a hablar del amor materno, diciendo que éste es el responsable del cuidado y
conservación de la vida del niño y su crecimiento. El amor maternal por el niño crece y no
desea nada para si.
Continúa con el amor erótico, que es una atracción completamente individual, única entre
dos personas específicas, y que es un acto de voluntad.
Luego está el ³amor a si mismo´. Dice que mientras ames a otra persona menos que a ti
mismo no lograrás realmente amarte.
Como último tipo de amor nos habla del que tenemos hacia Dios. Profundiza sobre todo
desde un punto de vista cristiano, aunque aclara que personalmente no piensa en función
de un concepto teísta, y que en su opinión el concepto de Dios es solo un concepto
históricamente condicionado en el que el hombre ha expresado la experiencia de sus
poderes, su anhelo de verdad y de unidad en un determinado periodo histórico. También
compara la vivencia del amor hacia Dios desde otras religiones y culturas orientales.
Nos dice que la lógica paradójica llega así a la conclusión de que el amor a Dios no es el
conocimiento de Dios mediante el pensamiento, ni el pensamiento del propio amor a Dios,
sino el acto de experimentar la unidad con Dios. Es decir, el amor a Dios es
fundamentalmente una experiencia mental. Fromm dice que no se puede separar de del
amor de los padres, ya que si una persona emerge de una relación incestuosa con la
madre, o de una dependencia infantil del padre, no puede desarrollar un amor maduro a
Dios.
Para evitar la desintegración del amor se proponen también otros orígenes basados en
trastornos neuróticos en la niñez. La madre juega un papel fundamental en la futura
afectividad de su hijo. Ésta igual que le da la vida puede destruírsela.
Los trastornos neuróticos pueden ser originados por diversas causas. Unos son
consecuencia de que la madre absorbe demasiado a su hijo, no le deja desarrollarse por
él mismo. Otros son justo por la causa contraria, la madre no le presta suficiente atención
ni cariño al hijo, por lo que éste se refugia en su padre buscando el tipo de amor que
debía proporcionarle la madre. También las malas relaciones entre los padres por falta de
amor causan trastornos en los hijos y afectan a sus relaciones futuras. Suelen convertirse
en personas que necesitan pasarlo mal por su pareja mediante disputas, ya que estas
significan que no hay una indiferencia entre ellos, como sucedía con sus padres. Hay más
amores dañinos, como el idolátrico, en el que se idealiza a la pareja, hasta que descubres
sus defectos y sientes la necesidad de buscar a otra que sea un nuevo objeto de
admiración; el amor sentimental, en el que hay una abstractificación frente al pasado y al
futuro, solo sienten amor cuando ven películas o leen libros, recordando un pasado en el
que si se amaron, que suele ser una imaginación; y el amor que usa mecanismos
proyectivos, que lo que hace es que vean sus defectos a la pareja en vez de en ellos. Eso
lo suelen proyectar también sobre los hijos.
Por último nos intenta introducir a la práctica del amor. Nos dice que es una experiencia
personal que solo podemos tener por y para nosotros mismos. Todo arte, ya el de amar,
el de la medicina, la carpintería... requiere disciplina, concentración, algo difícil en nuestro
tipo de sociedad ya que hacemos muchas cosas a la vez, somos incapaces de estar solos
sin fumar, leer, beber...; paciencia, que es todo lo contrario a nuestro rápido mundo; y
preocupación ya que si el arte no es algo de suprema importancia el aprendiz jamás
podrá dominarlo.
Al final del libro el autor llega a la conclusión de que el principio sobre el que se basa la
sociedad capitalista y el principio del amor son incompatibles. Pero la sociedad moderna
es un sistema complejo. La gente con capacidad de amar constituye por fuerza en el
sistema actual la excepción. Si el hombre quiere ser capaz de amar la máquina
económica debe servirlo, y no al contrario. El amor es la única respuesta satisfactoria al
problema de la existencia humana.
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El libro ³el arte de amar´, a pesar de que empecé a leerlo con gran ilusión ya que pensaba
que me iba a encantar, me ha decepcionado bastante: me ha costado mucho mantener el
hilo ya que resultaba bastante aburrido.
No digo que el autor no sea un buen pensador, o que no esté bien informado, todo lo
contrario. Creo que escribe muy bien, basando sus ideas sobre sólidos argumentos y
reforzándolas con las de otros autores. Pero cuando yo leo un libro lo suelo hacer con un
propósito lucrativo, y es precisamente lo que critico de este libro. Me distraía
continuamente durante su lectura, por lo que tenía que releerlo todo de nuevo. Pero
puede que todo eso me pase porque no estoy acostumbrada a leer este tipo de libros, de
hecho es la primera vez que lo hago. Espero que en un futuro los encuentre más
entretenidos porque haya madurado.
Por otra parte está el tipo de amor que nos quieren hacer creer algunas películas o series
de televisión en el que todo es perfecto, y si hay algún problema es que ahí no hay amor.
Eso no es cierto, ya que la convivencia es muy difícil, y no todo son alegrías. Esas falsas
informaciones pueden llegar a confundirnos hasta tal punto que pensemos que no existe
el amor ya que el que encontramos en nuestra sociedad no se parece ni de lejos a la que
nos plantean.
El otro tipo de desintegración del amor según Fromm es concebirlo como algo únicamente
sexual. Ese es un grave error muy habitual en la sociedad actual, y también está
incrementado por la influencia de las películas, libros... que tratan al amor como algo
superfluo reduciéndolo al ámbito sexual, que es una de las muchas parcelas que éste
abarca.
El amor hacia Dios también está desapareciendo. Cada vez más, la gente opta por la
opción de no creer y rechaza una divinidad superior al hombre. La gente que sí lo hace
suele ser porque es una costumbre en su sociedad o en su entorno familiar. Pero
realmente no aman a Dios, simplemente es algo que les ha venido dado desde que
nacieron. Vivimos en un mundo en el que estamos muy ocupados y no solemos pararnos
a pensar sobre nuestra vida, y en consecuencia sobre nuestros sentimientos hacia Dios.
Respecto a la forma de amar entre padres e hijos, yo pienso que el papel de la madre y
del padre no deberían de estar tan diferenciados. La figura materna no debería ser
prácticamente la única fuente de amor, sino que ésta debería estar más compartida, al
igual que la figura autoritaria atribuida por costumbre al padre. Eso es algo que antes ere
así porque se vivía en una sociedad machista, pero ahora que están cambiando las
cosas, también debería hacerlo la familia.
Fromm reincide mucho en el amor de madre, lo que me lleva a pensar que le da gran
importancia, lo cual para mí es lógico, ya que es difícil encontrar a alguien que ame tanto
a su pareja y tan por encima de todo y de todos como lo hace una madre con su hijo, por
no decir imposible. Aunque en otras facetas de su vida se muestre egoísta, cuando está
con su hijo todo cambia para convertirse en una persona capaz de darlo todo por su niño.
Para mí, esa es una gran diferencia entre el amor maternal y el paternal. Yo creo que el
niño suele sentir que el amor de la madre es incondicional mientras que el del padre
puede llegar perderlo. Pero por supuesto siempre hay excepciones, y cada familia es un
mundo.
En conclusión de este libro se pueden extraer distintas visiones del amor, y no sólo del
que estamos acostumbrados a ver, que es el amor de pareja. La idea principal que el
autor quiere expresar en esta libro es que el amor es una respuesta a la pregunta sobre
nuestra existencia. Si todos nos amáramos los unos a los otros en teoría todos los
problemas desaparecerían ya que seríamos incapaces de hacerle daño a nadie. El amor
siempre es una buena solución.